SOBERANÍA DE NAVARRA by Nabartzale bilduma. Este es el correo para escritos, artículos, comentarios y sugerencias. Los artículos, escritos y comentarios deben estar debidamente firmados por su autor o autora en formato Word. Solo se publicaran aquellos escritos que estén realizados desde la independencia y soberanía de su autor o autora siguiendo los criterios editoriales de los miembros de NABARRAKO BURUJABETASUN-SOBERANÍA DE NAVARRA. nabartzale@gmail.com

2009/08/27

Iruinea, Agosto de 2009

Iñigo Saldise Alda
Objetivo, estrategia y resultado
Soberanía de Navarra

“El que cree que en el mundo los diablos nunca andan sin cuernos y los locos sin cascabeles, serán víctimas o juguetes de ellos”. Arthur Schopenhauer

Podemos afirmar, que un objetivo es el resultado final que esperamos lograr o alcanzar, al rematar un determinado proceso de acciones que estaban encaminadas a ello, por eso es necesario tener muy claro cual es el objetivo que queremos conseguir, que en el caso que nos concierne, a los vascos de esta parte de Europa, es la recuperación de nuestro estatus político, libre e independiente, mediante la recuperación de la soberanía plena del único Estado que nos ha representado ante los demás, Navarra, a lo largo de la historia política de este Mundo.

Tras varios siglos de sometimiento militar, político, judicial, económico, cultural y lingüístico, los vascos continuamos buscando el método más adecuado con el cual recuperar nuestra libertad. Para ello, estamos en la obligación de reparar nuestra historia soberana extendida a lo largo de VIII siglos y también la vivida bajo imposición francesa y española, estudiando detenidamente aquellos pasajes en los cuales, nuestros antepasados han salido triunfantes y derrotados, adecuando las victorias a los tiempos presentes y aprendiendo de los errores cometidos, especialmente aquellos que no han logrado alcanzar el objetivo que de nuevo, a comienzos del siglo XXI, seguimos persiguiendo.

Una vez, habiendo este paso imprescindible, en el cual aprendemos la necesidad de crear un frente común, aparcando necesariamente nuestras diferencias ideológicas y sin desechar ninguna vía histórica propia, nos corresponderá a nosotros la preparación de una estrategia correcta, con carácter definitivo para solventar este conflicto que está aniquilando a nuestro pueblo, el más antiguo de Europa.

Esta estrategia debe de ser fuerte y cohesionada, es decir sin fisuras, sin despreciar alcanzar cualquier cota de poder cuando nos sea posible, aunque ésta, actualmente, esté en unas instituciones impuestas a este pueblo, bien por españoles y/o bien por franceses. Los esfuerzos que tendremos que realizar, deben ser estudiados y ordenados siempre desde una institución propia, común a la totalidad de este país, donde todas las necesidades convenientes estén cubiertas, contando con la consiguiente fidelidad de todos los agentes políticos, sindicales, económicos, culturales y lingüísticos de este país, con los deberá mantener una relación fluida y provechosa, actuando así nuestro pueblo y de una vez por todas, como un ente político propio.

Estamos obligados a ser y trabajar como un solo ente político, moviéndonos en una única dirección bien definida y marcada, siendo fieles a la misma y rechazando las falsas promesas provenientes desde las instituciones y agentes políticos pertenecientes a la república de Francia y al reino de España.

La verdad, todo hay que decirlo, es una tarea complicada, pero si hay algo de lo que estamos seguros, que no es imposible. De nosotros, solo de nosotros, depende única y exclusivamente, el poder alcanzar nuestro deseado, noble y legítimo objetivo. Las claves para ello son la unidad, una estrategia correcta y respetada, donde se compaginen varias vías, propias e impuestas, manteniendo siempre el norte y donde nuestra prioridad no puede ser otra más que la de recuperar la libertad, únicamente posible, mediante la recuperación para este pueblo, del término político de navarro.

2009/08/25

Iruinea, agosto de 2009


Iñigo Saldise Alda
El Roncal y los leales del desfiladero
Soberanía de Navarra

“Antes de leer historias de extrañas gentes, estudiad la de vuestro pueblo; ella os hará conocer y amar a la patria.” Hermilio de Oloriz.

Unas cimas altas y agrestes custodian al valle del Roncal, cuya historia está llena de tradiciones vasconas y hermosas leyendas. Ya desde la prehistoria en el valle del Roncal, al igual que en los de alrededor, se tiene constancia de la presencia humana(1). Dólmenes, crónlech y otros monumentos son testimonio de sus primeros pobladores, los vascones, siendo los del valle del Roncal, ganaderos y trashumantes ya desde el Neolítico.

El valle del Roncal, junto a los de Canfranc, Hecho, Ansó, Salazar, Aezkoa, Arze, Erro, Esteribar, Anue, Ulzama, Larraun, Baztan, Santesteban, las cinco villas de la Montaña y Bidasoa, conforman en época romana, el saltus Vasconum. En dichos valles, la influencia romana es menor que el resto de Vasconia. En el valle del Roncal, se mantenía la población dedicada principalmente a la ganadería, pero también a la explotación minera, basada en la cultura heredada de la Edad del Bronce.

En el año 778, tras la quema de la ciudad de los vascones, Iruñea, por las tropas francas de Carlomagno, los roncaleses se unen al resto de los navarros en el paso de Astobizkar, próximo a Orreaga, para infligir la única derrota conocida al poderoso ejército del emperador franco.

Adberraman, junto con su ejército árabe, realiza una expedición a Toulouse en el año 785 y para ello, atraviesa los Pirineos a través de las llanuras de Aragón. Los vascones de Aragón llegan horrorizados al valle del Roncal, donde describen las numerosas atrocidades y salvajes masacres realizadas por los sarracenos durante su paso. A su regreso, el rey árabe, decidió pasar a través de las gargantas del valle del Roncal, con la intención de castigar a los habitantes del valle que habían, hasta la fecha, causado la destrucción de todas las expediciones musulmanas.

Las hordas árabes bajaron de las marcas de francas, a sangre y fuego. Mucho menores en número y poder bélico, los roncaleses se reunieron en la seguridad de las montañas, para organizarse, ya que de lo contrario, a los hombres les esperaba la muerte y las mujeres la esclavitud, mientras que sus aldeas fueron saqueadas y quemadas. Los roncaleses, gente robusta y valerosa, decidieron lanzarse a la batalla y descendieron de las montañas atacando a las tropas de Adberraman en los campos abiertos cercanos a Burgi, junto a las orillas del río Esca. En el lugar llamado Olast(2), los roncaleses mantuvieron en un furioso combate con el enemigo invasor.

Los sarracenos hicieron una apresurada y desordenada huida para salir del valle, lo que daba ventaja a los roncaleses, ya que conocían todas las quebradas y los pasajes de la sierra de Leire. Esto les permitió caer sobre el centro del fugitivo ejército musulmán, en un ataque por sorpresa. Más tarde, la vanguardia roncalesa, llegaría a la aldea de Yesa, donde tomaron como prisionero al mismísimo rey sarraceno(3).

En el año 824, en una cueva de la peña de Ezkaurre, el señor de la tierra y de la guerra, Eneko Aritza, era elegido como primer rey de Pamplona(4), en presencia de 300 valientes navarros.

El rey de Pamplona, en el año 882, concede a los pastores roncaleses el derecho de pastar y construir cabañas y corrales en los pastos de las Bardenas, de propiedad Real. Esto es debido al constante valor y coraje, en la lucha contra los sarraceno mostrado por los roncaleses. Abderraman III, en una de sus numerosas y rápidas incursiones en el Reino de Pamplona, devastó la mayoría de las tierras de los navarros. En su retirada sufrió una importante derrota, debido al arrojo y bravura de las tropas navarras en el combate de Ocharren, principalmente de la vanguardia de los montañeses, formada íntegramente por roncaleses. El rey de Pamplona, Sancho I Garces, en el transcurso del año 922 les otorga la nobleza colectiva a los roncaleses.

En el año 992, el término Raonkali, ya aparece en los documentos del Reino de Pamplona. Los roncaleses, al igual que el resto de los navarros, tenían la obligación de mantenerse a disposición del rey navarro durante toda su vida en caso de tener que defender el Reino de Pamplona ante cualquier agresión extranjera y además, los roncaleses siempre fueron los primeros en acudir a la llamada del monarca pirenaico.

Sancho III el Mayor concede Fuero al valle del Roncal en el año 1015, el cual velaba por el mantenimiento de las tierras comunes, prohibiendo que nadie las acotase y redujese a cultivo los montes, pastos, etc, siendo de uso general para los vecinos, negando desde luego tales utilidades a los que no gozasen de aquella condición vecinal. Este Fuero, serviría desde ese mismo siglo XI hasta el siglo XIII, para legislar los Fueros en la mayoría de las regiones pirenaicas pertenecientes al Reino de Pamplona durante su máximo esplendor territorial, alcanzado con el monarca navarro Alfonso I el Batallador y posteriormente, el Fuero roncalés, serviría de ejemplo para los otorgados a diferentes pueblos de Aragón y Catalunya, ya bajo control de la corona de Aragón, tras la intromisión barcelonesa en la política navarra, apareciendo en dichos documentos palabras duplicadas al Fuero del Roncal.

Las guerras entre los habitantes del valle del Roncal y del valle del Baretour, llegaron a tal extremo que tuvieron que intervenir el mismísimo rey de Navarra, Carlos II de Evreux y el vizconde de Biarno, Gaston III de Foix, que autorizan una reunión en Ansó entre ambas partes en busca de una solución, contando como parte arbitral con representantes del valle de Xiberoa. En la sentencia arbitraria(5) del año 1375, se ve recogida la fijación de las fronteras entre ambos valles y un tributo de tres vacas, a apagar por los del valle del Baretour a los del valle del Roncal.

El rey de Navarra Carlos III el Noble, en el año 1412, amplia los privilegios de los roncaleses en los pastos de las Bardenas, otorgándoles el derecho de nombrar guardas propios con los que vigilar el ganada ante los actos de bandidaje y pillaje, proveniente en su mayoría, de las tierras de Aragón. Además, Carlos III de Navarra, concede al valle del Roncal el Fuero General, en el cual reconocía y confirmaba a los roncaleses como caballeros, hidalgos e infanzones, y les permitió tomar como propio el escudo del valle.

Ballesteros roncaleses realizaron numerosas patrullas, por todas las peligrosas fronteras del Reino de Navarra desde el siglo XIII, ejemplo de ello, son los 20 ballesteros roncaleses que quedaron como guarnición del castillo de Corella en el año 1431, el cual había sido recientemente recuperado y reconstruido por los navarros, tras la huida de los invasores castellanos.

Durante la guerra por el poder, abierta entre el rey Juan II de Navarra y de Aragón y su hijo Carlos, príncipe de Biana, los roncaleses, a pesar de una inicial y pequeña sublevación en el castillo de Burgi a favor del príncipe de Biana, tomaron en general partido por el rey Juan II el Usurpador, integrándose así en el partido agramontés. Para entonces, el fronterizo valle del Roncal, ya contaba con un sistema defensivo de castillos. Estos eran los castillos de Pintado, de Virgen de la Peña, castillo Nuevo y el de Burgi(6).

Reinando en Navarra Catalina I de Foix, el rey consorte Juan II de Albret, III de Navarra, ratifica una vez más, concretamente en el año 1496, el privilegio de hidalguía y nobleza a la totalidad de roncaleses.

En el año 1512, el Duque de Alba moviliza sus tropas en Vitoria por orden del católico rey español, Fernando II de Aragón, el Falsario, dejando al maléfico coronel Villalba al mando de un escuadrón de infantería, el cual estaba formado por los veteranos de la guerra de Granada. La vanguardia de ejército invasor español, capitaneada por el coronel Villalba, al llegar a la Barranca, se encontró con un destacamento de bravos y leales roncaleses que cortaron el paso al ejército invasor español, y tras un breve enfrentamiento(7), los valientes roncaleses se retiraron al paso de Oskia.

El 3 de septiembre del año 1512, las patrióticas y valientes gentes del Roncal, se rinden al coronel español Villalba. El rey español Fernando el Falsario, con la única intención de asentar la ocupación militar española en territorio navarro, confirmó los Fueros y los privilegios de hidalguía general para los habitantes del valle del Roncal. Los roncaleses, al igual que el resto de los navarros, sufren la ocupación española, pero ni se sienten, ni están conquistados. Ese mismo mes, el católico rey español, el Falsario, usurpa el título de rey de Navarra.

Las tropas navarras comandadas por Juan II de Albret, III de Navarra y su aliado el señor de La Palisse, atraviesan los Pirineos accediendo al leal valle del Roncal, donde los roncaleses, sin dudarlo, se unen al legítimo rey de Navarra. Las nobles tropas de Juan III de Navarra habían atraviesan los valles del Roncal, Salazar y Aezkoa, combatiendo a todo invasor español que iban encontrándose a su paso, buscando a las tropas españolas del duque de Alba, que se retiran por Orreaga a la capital del Estado Pirenaico, sin conseguirlo, teniendo los navarros que retroceder por Belate, ante la llegada del invierno y de nuevas tropas españolas de refuerzo.

En el año 1516, El mariscal Pedro de Navarra, pese a sufrir la deserción de 600 hombres que formaban su ejército, entra por el valle del Roncal con la intención de liberar a los navarros de yugo español. Sin dudarlo, Pedro Sánchez al mando de 120 patriotas roncaleses se ponen al servicio del mariscal de Navarra. Algunos Peralta y Jaso habían intentado recuperar el monasterio de Orreaga, el cual ya se encontraba desierto por la acción militar española. Estos agramonteses marchan por la nieve hasta Burgi, donde se ven obligados a capitular ante el coronel Villalba y ante algunos colaboracionistas españoles. El ejército español cae sobre las tropas del mariscal de Navarra, capturando a todos los jefes agramonteses, llevándolos prisioneros a la fortaleza de Atienza.

Tras este nuevo intento de recuperación del Reino, El cardenal español, Jiménez Cisneros, ordena de inmediato al siniestro coronel Villalba, la destrucción de los castillos y fortalezas de la Navarra ocupada, entre ellos los del valle del Roncal.

Los roncaleses vuelven a participar activamente en la liberación del Reino de Navarra del año 1521, la cual es efímera. Tropas de roncaleses participaron en la nefasta batalla de Noain, estando también presentes en la defensa del castillo de Amaiur en el año 1522 y la realizada en el castillo de Hondarribia en el año 1524.

Siguiendo el ejemplo de su abuelo y tras “el perdón” otorgado a los combatientes y patriotas navarros de Hondarribia, el emperador Carlos I de España y V de Alemania, en el año 1527, realiza la confirmación de los privilegios dados por los reyes naturales(8) a los roncaleses a lo largo de la historia. Pese a ello, la inquisición española ese mismo año, detiene a 120 patriotas roncaleses acusados de brujería.

En el año 1607(9), el valle de Roncal pidió la entrega de un asiento en las Cortes del Reino de Navarra, las cuales estaban presididas ilegítimamente desde el año 1512, por un virrey extranjero, concretamente español. La solicitud fue desestimada porque el virrey español no deseaba que pudiera sentar precedentes y con ello, que otro valles se animasen a hacer lo mismo. Incluso, los argumentos empleados por el fiscal, fueron muy claramente despectivos hacia los roncaleses(10).

Los roncaleses, una vez asentada la ocupación española, tenían la obligación de mantenerse durante toda su vida activa en disposición de defender sus tierras, el valle del Roncal, al ser tierras de frontera. A cambio, mantuvieron varios y determinados privilegios, ya existentes en tiempo de los legítimos reyes de Navarra, como el de poder elegir a su propio capitán a guerra, exención del servicio militar fuera de sus fronteras y libre comercio con Francia, siendo los roncaleses, los últimos navarros en perder dichos derechos a manos españolas.

El desarrollo de la explotación forestal, debido en gran medida a las guerras que mantenía el imperio español, experimenta un auge económico notable para el valle del Roncal, una vez entrado ya el siglo XVIII, lo que provoca un nuevo intento por parte de los representantes del valle, de tomar un asiento en las Cortes del Reino de Navarra en el año 1785, siendo dicha petición de nuevo denegada por el virrey español.

En el año 1795, los roncaleses soportan y repelen los ataques franceses, en la denominada guerra de Convención. En el año 1797, Carlos IV de España y autotitulado de manera ilegítima, VII de Navarra, añadió al escudo del valle del Roncal, un castillo y un lebrel, símbolos de fortaleza y lealtad, por la conducta de los roncaleses en la guerra contra los franceses.

Entre carlistas y realistas los roncaleses se adhieren a la causa isabelina y apoyan las ideas liberales, lo que provoca que el general Tomás de Zumalakarregi, en una rápida campaña, ocupe el valle del Roncal al comienzo de la primera guerra carlista.

Ya en el año 1846, con la conversión de manera unilateral por parte española, del Reino de Navarra en pro-vinci española, tras la mal llamada ley paccionada, surgen los siete municipios del valle del Roncal: Uztarrotze, Isaba, Urzainki, Roncal, Garde, Bidangoze y Burgi. La Junta General del valle del Roncal(11), subsiste para administrar los bienes comunes: pastos, arbolado y otros. Los roncaleses solucionan su economía dedicados a la ganadería y a una agricultura de subsistencia.

Durante la guerra civil española, los representantes del valle del Roncal se posicionaron a favor de los militares golpistas y en contra de la II república de España. Tras el conflicto armado, que no afectó en gran medida a los roncaleses, en la posguerra se incrementó la población, tanto por la demanda de mano de obra, satisfecha principalmente por gentes de diferentes poblaciones vecinas, como por esclavos de los denominados batallones de castigo de implantación franquista o fascista, que fueron dedicados a la construcción del carretil a Bidankoze.

El 23 de febrero del año 1991, apareció en la prensa, radio y televisión de la Comunidad Foral de Navarra, la triste noticia de la muerte de la última uskalduna o mujer que hablaba el dialecto roncalés, Fidela Bernat. El uskara roncalés desapareció con ella. Hoy en día las Instituciones del Valle y las asociaciones culturales siguen sin potenciar, fomentar, recuperar y resucitar el uskara roncalés.

Respecto a la economía del valle existente a día de hoy, en el año 2009, muchos de los roncaleses están acomodados viviendo del turismo, mayoritariamente español y francés. Las Instituciones Roncalesas siguen sin potenciar una economía alternativa, autónoma, autogestionada y sostenible para que los jóvenes del valle puedan trabajar y vivir en él, buscando un futuro próspero para ellos y el valle.

Respecto a la simbología y referencias existenten en el valle en la actualidad, en la Junta del Valle podemos encontrar una placa que hace referencia a una visita de los reyes de España, y fuera de la iglesia de la villa de Roncal, todavía esta puesta una placa en memoria de los caídos del frente de Franco, con el escudo de España. En el Ayuntamiento de Roncal, podemos encontrar una placa que nos indica la altitud del nivel del mar de Alicante, como punto de referencia de la cota 0 ó nivel del mar en el reino de España, obviando malintencionadamente las playas próximas de la Navarra marítima.

A pesar que en la actualidad, en el escudo del valle de Roncal podemos encontrar la leyenda que dice, ”muy heroico, muy noble y muy leal”, lo cierto es que ya hace varios siglos que las instituciones del valle lo dejaron de ser, al menos para el Estado de Navarra.

Para concluir, decir que hoy más que nunca, es el momento de organizarse de nuevo y actuar en favor del uskara, de la identidad y de los derechos propios del valle del Roncal, buscando la vía más apropiada para el progreso económico del mismo y de la recuperación de la soberanía plena de Navarra, esto último, junto al resto de navarros y navarras.

PRO LIBERTATE PATRIA GENS LIBERA STATE


NOTAS

(1) Según el archivo más antiguo que se conserva en el valle, los roncaleses descenderían de Tubal, nieto de Noe. En él, ya nos habla de los roncaleses y de sus heroicas acciones, que se remontan a los tiempos de Tubal y los Armenios.
(2) El padre Moret confiere una gran importancia a las batallas de Orreaga contra los francos, y a la de Olast contra los árabes: ambas defensivas, contra extranjeros, y protagonizadas anónimamente por el pueblo vascón, muy bien organizado y que aún no poseía la figura del rey.
(3) La batalla de Olats en el año 785, dio paso a la leyenda, la cual la podemos encontrar, de forma gráfica, en el escudo navarro del valle de Roncal. Según esta leyenda, mientras que los hombres deliberaban sobre un puente el destino del emir Abderraman, una amazona roncalesa se acercó al rey musulmán y lo decapitó y se llevó su cabeza, siendo por ello, que en el traje tradicional de la mujer roncalesas, tienen color rojo en una parte de su falda. Por esta acción o leyenda, el escudo de Roncal es un puente y sobre él, aparece la cabeza de un rey árabe cortada y destilando sangre. En el siglo XIX, esta leyenda fue recuperada, e incluso inspiró un romance histórico, realizado por el navarro Hermilio de Oloriz, que fue publicado en la revista euskara: “¿A dónde marchas rey moro? ¿A dónde van tus corceles? ¿No ves que la muerte dejas, y vas á dar con la muerte? Abderramen, vuelve grupas, Si los de Francia te vencen, ¿Qué esperas de los navarros, que humillan á los franceses? (…)” http://www.euskomedia.org/PDFAnlt/reveus/01190202.pdf .
(4)Crónica de Val-de-Ilzarbe, ERRONKARI; Bernando Estornés Lasa, 1927. Referente a esta hipótesis o leyenda, encontramos la siguiente referencia en un artículo de prensa del año 2008, titulado: ¡REAL! ¡REAL! ¡REAL! Rey de la Faba, fiesta de ayer y de hoy, DIARIO DE NOTICIAS. (…) Monarquía navarra. Dicen los historiadores, aunque en ello no acaben de ponerse de acuerdo, y lo dice también la tradición oral, que es en una cueva de la Peña de Ezkaurre, en Isaba, donde un grupo de trescientos nobles se agrupó en el siglo VIII ante el acoso de las tropas musulmanas, y en donde proclamaron a uno de ellos como caudillo. Eneko Arista, o Aritza, era su nombre; primer monarca del entonces denominado Reino de Pamplona. No se trata, ni mucho menos, de pontificar sobre si esta primera coronación se produjo en Isaba, pues Alsasua también está en esa creencia y defiende ese puesto en la historia; pero lo cierto es que allí está la hipótesis, allí está la leyenda, allí están los Garcés (y lo siguen estando en el Roncal), y allí está el testimonio de don Rodrigo Ximénez de Rada asegurando que Eneko era un varón guerrero llegado de Bigorcia y que se refugió en los valles pirenaicos para luchar contra los moros.(…)
http://www.noticiasdenavarra.com/ediciones/2008/04/20/vecinos/tafalla/d20taf44.1223949.php.
(5) Arbitraria. Actualmente se diría arbitral.
(6) También existió el castillo de Isaba, pero fue descartado para la defensa del Reino Pirenaico, posiblemente tras la construcción del castillo de Pintado. Navarra. Castillos que defendieron el Reino, TOMO I, Iñaki Sagrado, 2006.
(7) El cronista español del Duque de Alba, Luís Correa, en su obra La Conquista del reyno de Navarra, escrita en el año 1513, y reeditada por Yanguas y Miranda en el año 1843, nos dice lo siguiente en referencia a este pasaje bélico entre los leales roncaleses y el invasor español: "fue preciso entablar ligeras escaramuzas con unas vanderas de roncaleses, que es la mejor gente de aquel Reyno”.
(8) Reyes naturales o legítimos de Navarra, siendo el rey consorte de Navarra, Juan II de Albret, quien había realizado la última confirmación de privilegios a los roncaleses.
(9) 1607. En este año, Enrique III de Navarra y IV de Francia, realiza el Decreto de la Unión, para que el Reino de Navarra y Biarno, no se separen de la corona francesa. Andorra o el miedo a hablar del Reino Navarra, OSOA, Aitzol Altuna, 2009.
http://www.osoa.net/Articles/andorra_y_nabarra.pdf Posteriormente, en el testamento que podemos encontrar en los archivos de Versalles de Enrique III el Bearnés, queda bien claro que el Reino de Nabarra es de sus mayores y lo diferencia en el mismo del reino de Francia, yendo la sucesión legítima por tanto, a Isabel de Albret y Foix, hermana de Enrique II el Sangüesino. Información facilitada por Valentín Ciaurriz, jefe del gabinete de protocolo y prensa, de la Casa Real de Nabarra.
(10) “Son de muy poca consideración y calidad; que no pasaban de cien vecinos cada una y que eran pobres. Además, no hay personas de partes y de buen hábito, para que puedan venir a hallarse en las Cortes, porque todos los vecinos de las dichas villas, sin exceptuar ninguno, andan vestidos de Roncal, y sin capas y con abarcas. Y que éste es un hábito muy indecente y sería cosa indigna, que personas con tal hábito tuviesen asiento en Cortes”. En defensa de la comunidad pirenaica, muchos testigos ensalzaron las buenas cualidades de la gente del valle del Roncal, recordando que su población fue constante en la batalla contra los invasores árabes, destacando entre otras, las victorias de Olast y Ocharren. A su vez uno de los testigos aseguraba, que los roncaleses “son personas de grande entendimiento y gobierno”. También se recordó que el valle estaba exento de toda pecha, tributo o servidumbre excepto del pago por el disfrute de los yermos de Ernaz y Arra, de propiedad real. En cualquier caso su petición fue denegada y los representantes del valle lo volvieron a intentar en el año 1785, con argumentos similares a los del año 1607. Curiosamente, otra de las razones de peso que argumentaba el fiscal para justificar su negativa, era que los roncaleses hablaban vascuence, concretamente el dialecto roncalés o uskara. Por el contrario, Florencio Idoate asegura y defiende en su obra La Comunidad del Valle de Roncal, que la razón de más peso fue la de “(…)no abrir brecha y sentar precedentes que pudieran animar a otros valles a hacer lo mismo, comenzando con los fronterizos, ya que nadie se cree con menos méritos y derechos que el vecino(…)”, y por otra parte “(…)había demasiadas personas con este derecho dentro del Reino, en perjuicio de las Cortes, ya que se alargaba la solución de los asuntos y se complicaban más las cosas(…)”.
(11) Junta General del valle del Roncal. El 15 de junio del año 1345 se firmó en la localidad de Urzainki, el denominado Contrato de la Unión y de Régimen de los Panificados. Se trata del primer documento que nos desvela la existencia de una mancomunidad o "unibersidad" en el valle del Roncal. El texto nos desvela que este contrato ya existía con anterioridad una junta general, que se reunían de forma habitual, y con una periodicidad anual, los representantes de todas las villas roncalesas-delegados o comisionados-para tratar en común los problemas que afectaban a todo el valle; quiere esto decir que, aunque de una manera mucho más rudimentaria que la conocida en la actualidad, ya entonces existía una Junta del Valle de Roncal. El historiador Florencio Idoate de que el Contrato de la Unión hay que situarlo en el año 1435. Esto puede ser debido a la perdida de documentos en el valle del Roncal, tras el incendio del archivo existente en Burgi, del año 1427.


BIBLIOGRAFÍA

ADOT, A. Juan de Albret y Catalina de Foix o la defensa del Estado navarro, 2005
AOIZ, Floren. La vieja herida. De la conquista española al amejoramiento Foral, 2002.
AGRAMONT, Pedro. Historia de Navarra, 1996.
ALTADILL, Julio. Geografía general de Navarra, 1916.
ALTADILL, Julio. Los castillos medievales de Nabarra, 1934.
ARBELOA Víctor Manuel, La corte protestante de Navarra (1527-1563), 1992.
AZCONA, José Maria. El príncipe de Viana. Escritos del Príncipe, fuentes históricas, iconografía, 1941.
BOISSONNADE, Pierre. La conquista de Navarra, 1981.
BORDONAVE, George. Enrique IV, 1985.
CAMPIÓN, Arturo. Obras completas, 1983.
CARO BAROJA, J. Etnografía Histórica de Navarra, 1971.
CASTRO, J. R. Carlos III el noble, rey de Navarra, 1947.
CASTRO, J. R. Blanca de Navarra y Juan de Aragón, 1966.
CHABOD, Federico. Carlos V y su imperio. 1992.
CLAVERÍA, Carlos. Historia del Reino de Navarra, 1971.
ELIZARI, Juan Francisco. Historia Ilustrada de Navarra. 1993.
ESARTE, Pello. Navarra 1512-1530, 2001.
ESARTE, Pello. Represión y reparto del Estado navarro (siglos XVI y XVII), 2007.
FLORISTÁN, Alfredo. Monarquía española y el Gobierno del Reino de Navarra, 1512-1808, 1991.
FORTUN, Luís Javier y JUSUE, Carmen. Historia de Navarra, 1993.
IDOATE, Florencio. Esfuerzo bélico de Navarra en el siglo XVI, 1981.
HUICI, María Puy. En torno a la conquista de Navarra, 1993.
JIMENO JURIO, José Mª. Historia de Navarra. Desde los orígenes hasta nuestros días, 1980.
LACARRA, José Mª. Historia política del Reino de Navarra desde sus orígenes hasta su incorporación a Castilla, 1972.
LACARRA, José Mª. Historia del Reino de Navarra en la Edad Media, 1976.
MENÉNDEZ PIDAL Faustino y MARTINENA Juan José. Edición y estudio del Libro de Armería de Navarra, 2001.
MIRANDA, Fermín. Historia de Navarra, 2004.
MORET Y ALESON. Annales del Reyno de Navarra, 1980.
NARBAITZ, Pierre. Navarra o cuando los vascos tenían reyes, 2007.
ORIA, Jon. Los últimos reyes de Navarra, 1987.
ORIA, Jon. Navarra es una colonia española y francesa, 1994.
PÉREZ, María Cruz. Atlas de Navarra. Geografía e historia, 2006.
RAMÍREZ, Eloísa. Solidaridades nobiliarias y conflictos políticos en Navarra. 1387-1464, 1990
RAMÍREZ, Eloísa. La reina Blanca y Navarra, 1999.
RAMÍREZ, Eloísa Y TAMBURRI, Pascual. El príncipe de Viana, 2001.
SAGREDO, Iñaki. Navarra. Castillo que defendieron el Reino, Tomo I, 2006.
SERRANO, Bixente. Navarra. Las tramas de la historia, 2006.
SORAUREN, Mikel. Historia de Navarra, el Estado Vasco, 1999.
URTASUN, Erlantz. Hablemos de Navarra (Viaje a través de las realidades ocultas de un territorio vascón), 2002.
URZAINQUI, Tomás y DE OLAIZOLA, Juan Mª. La Navarra marítima, 1998.
URZAINQUI, Tomás. Navarra, sin fronteras impuestas, 2002.
URZAINQUI, Tomás. Navarra Estado europeo, 2003.
USUNARIZ, Jesús María. Historia Breve de Navarra, 2006.
VV.AA. Historia Ilustrada de Navarra, 1993.
VV.AA. Historia de Navarra, 1994.
VV.AA. Enrique II de Albret “el sangüesino” (1503-1555), 2003.
YANGUAS Y MIRANDA, Crónica de los reyes de Navarra, 1843.
YANGUAS Y MIRANDA, Historia compendiada del Reino de Navarra, 1843.

2009/08/20

Iruinea, agosto de 2009


Iñigo Saldise Alda
Agaramunt: De Agramont a Gramont
Soberanía de Navarra

La baronía de Agramont(1), procede de una separación del vizcondado de Akize, que fue consumada durante la primera mitad del siglo XI. El primer barón o señor de Agramont, de Garris, de Bergouei y de Eskoz, fue Bergon I Garces, segundo hijo del vizconde de Akize, Garcia Arnalt, quien desmembrará definitivamente esas tierras del país de Mixe en el año 1040, cuando era el rey de Pamplona, García III Sánchez el de Nájera.

En el año 1050, el señor de Gixune y el señor de Agramont, firmaron un tratado por el cual, la primera se coloca bajo la protección del Señor de Agramont, sito entonces en Bidatxe. Posteriormente y como resultado de muchos enlaces matrimoniales, las casas de Gixune y Agramont se unen, pasando el castillo de Gixune a manos de la casa de Agramont. Los señores de Agramont no tenían como primera residencia el castillo de Bidatxe, en el hermoso valle de Bidouze y preferían el castillo de Agramont(2), situado entre el ya Reino de Nabarra y el Vizcondado del Biarno.

A finales del siglo XI, las tierras de los Agramont, no pertenecían ni al recientemente creado Vizcondado de Biarno, ni al de Akize, ni a la Gascuña en poder inglés, ni siquiera al Reino de Nabarra, facilitado por la guerra existente entre todos ellos, el que mantuviera la casa de Agramont la soberanía del señorío de Bidatxe, pero ante la acometido inglesa, el señor de Agramont báscula hacia el Estado natural de los vascos, el Reino de Nabarra.

Es concretamente durante el reinado de Sancho VII el Fuerte, cuando el señor de Agramont firma la unión de sus dominios al Reino de Nabarra, alejándose de ese modo, de la órbita inglesa que controlaba casi en su totalidad la Gascuña desde el año 1152. Durante unas disputas por la herencia de la casa de Agramont, el tío del legítimo señor de Agramont, pide la asistencia de Eduardo de Inglaterra, duque de Gascuña, quien le trasfiere ilegítimamente todos los derechos, pero a pesar de ello, el señor de Agramont mantuvo todos los bienes que poseía en el Reino de Nabarra.

La defensa proveniente del Reino de Nabarra, facilitó la aceptación por parte del rey inglés de las reclamaciones del Señor de Agramont, sin embargo, esto obligaba al fiel navarro, a realizar un censo oficial de sus feudos y derechos, a fin de aclarar su posición y recalar el apoyo necesario en los que puede confiar. Para ello, rindió homenaje a Gaston VII del Biarno, por sus posesiones en el Biarno, Mixa y Xiberoa y a Teoblado I de Nabarra, por las plazas y tierras que estaban incluidas en el Reino vascón, en el año 1237, pero esto no le salva de ver como el castillo de Agramont era destruido por Simon de Montfort, conde de Leinchester. Tras la destrucción de este castillo, la casa de Agramont se asienta de manera definitiva en el castillo de Bidatxe, donde resiste a nuevos ataques patrocinados por Eduardo de Inglaterra, como el llevado a cabo por Donesan de Albret.

El rey de Navarra, Teobaldo II el Joven, es arrastrado en el año 1267 por el rey San Luís de Francia, a una nueva y peligrosa cruzada, que en un principio tenía como destino Palestina, aunque finalmente se detuvieron en Túnez, donde los cruzados sufren de disentería y peste. Entre los numerosos caballeros navarros que lucharon contra las tropas musulmanas, demostrando gran valor, se encontraba el señor de Agramont.Ya por aquel entonces, las casas de Agramont y Luxe, se encontraban enfrentadas por asuntos de territorialidad. Ambas casa partían del mismo tronco común, del vizconde de Akize. En el año1334 las casas se hallaban en una tregua por sus diferencias y querellas señoriales, la cual estaba a punto de llegar a su fin, pero la amenaza de una invasión por parte del reino de Castilla, provoca que el lugarteniente de la castellanía de Donibane Garazi entregara unas cartas del gobernador, buscando que se prorrogase la tregua entre el señor de Agramont y los señores de Luxe.En el año 1342, el señor de Agramont ponía a disposición del rey de Nabarra todas sus fortalezas, con guarniciones y armaduras, recibiendo a cambio ciertos emolumentos que le había quitado el rey por los excesos que habían cometido sus hombres en las tierras de Ultrapuertos, principalmente a sus labradores.En el año 1350, las familias de Agramont y Luxe, son las primeras en recibir donaciones a perpetuidad o hereditarias, realizadas parte del rey Carlos II de Nabarra, controlando de ese modo y de una manera casi autónoma, la tierra de vascos o Ultrapuertos. El monarca navarro, buscaba con ello solventar los problemas entre Agramont y Luxe, algo que no consiguió, ya que los enfrentamientos cada vez eran más frecuentes y continuados.

Pierre de Albret y el señor de Agramont, tras mantener numerosos enfrentamientos sangrientos por las tierras de pastoreo, firman en el año 1351, un tratado por el cual ambas casas pasan a utilizar las tierras comunales a ambos lados de sus ejes territoriales, entre las comunidades de Gixune en posesión entonces del Albret y de Bidatxe, perteneciente a la casa de Agramont.

A pesar de los cada vez más frecuentes y sangrientos enfrentamientos, los señores de Agramont y Luxe continuaron acudiendo a las llamadas realizadas por el rey de Nabarra, participando en los intentos de recuperación de las tierras vascas ocupadas por los castellanos, que antiguamente pertenecieron al Estado nabarro. Durante el reinado de Carlos II de Nabarra, el Reino vascón va sufriendo una consolidación de los diferentes ricohombres(3), familias, linajes e incluso los funcionarios van alcanzando mayores cotas de poder y tierras, claro ejemplo de estos últimos son los Peralta. A su vez en el año 1378, el rey Carlos II, protegió y consolidó a dos miembros ilegítimos de su familia, los Beaumont y los Nabarra. Carlos II de Nabarra buscó de nuevo, una paz eterna entre los Agramont y Luxe. Así en el año 1384 realiza un nuevo intento de reconciliación, haciéndoles jurar a ambos señores ante la Biblia y en el interior de una iglesia, su compromiso de paz. Un año después el señor de Agramont ratificaba el juramento, poniéndose al servicio del rey de Nabarra y contra todos los hombres del Mundo.

Los sucesivos señores de Agramont rindieron homenaje tanto a Carlos III el Noble, como a la reina Blanca I de Nabarra y al rey consorte Juan, infante de Aragón. El señor de Agramont contrae matrimonio(4) con Leonor del Biarno, en el castillo de Bidatxe, siendo ya dicho señor de Agramont, el acreedor del Reino de Navarra, tomando posteriormente, los 12.000 francos burdaleses que el príncipe de Biana le mandó por dicho matrimonio. La muerte en el año 1441 de la reina Blanca de Nabarra, no significó el inicio de la guerra civil en el Reino de Nabarra, ya que incluso existía con antelación, un prolongado enfrentamiento, desde más de un siglo antes, al menos entre las casas de Agramont y Luxe. Blanca de Nabarra en su testamento instó a su hijo Carlos, príncipe de Biana, a obtener el permiso de su padre Juan II antes de poder ser titulado como rey de Nabarra. Juan II se lo negó y Carlos de Biana lo aceptó sin provocar ningún incidente, siendo así nombrado lugarteniente del Reino Pirenaico. El enlace matrimonial del año 1451, entre el rey Juan II y la maléfica castellana Juana Enríquez, fue realmente el detonante necesario para iniciarse una guerra por el trono en el Reino de Nabarra, tras incumplimiento del contrato matrimonial, en el cual incluso el infante Juan de Aragón se comprometía a no volver a casarse y no legitimar a sus bastardos, sumado al despoje del título de lugarteniente del Reino a Carlos de Trastámara y Evreux, príncipe de Biana, desencadenó una cruenta guerra por el poder entre la nobleza nabarra, donde se dividieron entre los que apoyaron las legítimas reivindicaciones de Carlos de Biana, los Luxa, Beaumont, Góngora,…, los beaumonteses, y los que apoyaban a Juan II el Usurpador, los Agramont, Nabarra, Ezpeleta,..., los agramonteses. Estos últimos buscaban principalmente, contraponerse a las ansias de poder del conde de Lerin(5 y 6).

Durante los reinados de Leonor y Gaston Febo, el señor de Agramont mantiene su juramento a Nabarra, haciendo la guerra a los opositores beaumonteses, con especial ahínco a la casa de Luxe. Durante la invasión y ocupación española del año 1512, el señor de Agramont mantiene su lealtad a los legítimos soberanos de Nabarra, Catalina I de Foix y Juan III de Albret, como ya lo había hecho el día de su coronación en la catedral de Iruñea. En el año 1486, ocho años antes de la coronación, al señor de Agramont se le confía el gobierno de Baiona y sus castillos, siendo el cargo de alcalde de Baiona, para él y sus descendientes a perpetuidad, incluso en el año 1496, el señor de Agramont fue el gobernador de Nabarra.

La guerra de Nabarra de los años 1512 y 1530, tuvo graves consecuencias para el patrimonio del señor de Agramont. El señor de Agramont, gobernador militar de Baiona desde el año 1513, logró salir con vida de la nefasta batalla de Noain del año 1521, refugiándose al norte del Pirineo. En el año 1523, las tropas españolas atacan y destruyen Sorbes, Hastingue y se ensañan especialmente con la fortaleza de Bidatxe, donde el señor de Agramont, leal patriota navarro, resiste durante tres días en su castillo, en el cual hondeaba el estandarte rojo del Reino de Nabarra. Él junto a 300 defensores más del castillo, perecieron en las llamas del terrible incendio que provocaron los enemigos del Estado de Nabarra, los invasores españoles.

A partir del año 1524, la presión militar española en la Tierra de Ultrapuertos se va reduciendo, hasta que el año 1530, la retirada del ejército invasor es total al norte del Pirineo. Enrique II de Nabarra, mantiene intactas su intención de recuperar las tierras del sur del Pirineo, donde el asentamiento militar español era absoluto y para ello cuenta con el leal apoyo del señor de Agramont.

Juana de Albret, Princesa de Biana, encuentra en el palacio del señor de Agramont, el lugar ideal para encantarse con su enamorado Antonio de Borbón, duque de Vedôme, hasta que finalmente contraen matrimonio en el año 1548. Un matrimonio bien visto por el nuevo monarca francés, Enrique II. Como contrapartida Carlos I de España y V de Alemania, hizo coronar por sus cortes imperiales, a su hijo como rey de Navarra en la ocupada Iruñea.Tras la muerte de Enrique II el Sangüesino en el año 1555, la reina Juana III de Nabarra, junto a su amante marido, Antonio de Borbón, continúa reclamando la restitución de las tierras al sur de Pirineo, las cuales permanecían ocupadas por tropas españolas. Incluso la reina de Navarra llegó a presentarse junto a su marido y varios caballeros navarros, entre ellos el señor de Agramont, en la frontera que habían impuesto los españoles en el Pirineo(7), los cuales niegan el paso al séquito real navarro.

La reina de Nabarra realizó la modernización de los castillos medievales del Reino pirenaico, siendo el más significativo el de Bidatxe, de la familia Agramont. El señor de Agramont fue nombrado por Juana III de Nabarra como Lugarteniente General de todas las tierras del Reino de Nabarra, incluidas Biarno, Foix, Bigorre, Albret, Gabardan y Nebouzan.

Al abrazar la reina de Nabarra la reforma calvinista e impulsar el navarrismo(8), se tuvo que enfrentar al señor de Luxe, miembro de la familia de los Beaumont, partidarios de España, el cual contó con el apoyó militar de los clérigos católicos que estaban en el Reino Pirenaico y de incluso, tropas imperiales españolas. El señor de Luxe se había alzado contra la reina de Nabarra durante las guerras de religión, con el pretexto defender la religión católica. Una vez más, una reina de Nabarra contó con el mejor aliado del Reino, el señor de Agramont, que había aceptado la Reforma, al igual que la soberana nabarra.

Durante las guerras de región, el señor de Agramont lucho junto a Enrique III de Nabarra. Su lealtad fue tal, que ayudó en gran medida, a las pretensiones de Enrique el Bearnés sobre la corona de Francia. Incluso tras la muerte del señor de Agramont en el campo de batalla, su empeño hasta sus joyas para reunir y equipar a un ejército de veinte y tres mil nabarros-gascones, bearneses y vasco(ne)s-(9). Estos nabarros se reunieron en Bidatxe en septiembre del año 1582. Tras el desfile, la señora de Agramont desde la terraza del castillo envió su aliento a las tropas, con una bandera roja y amarilla(10), con la leyenda: Dios nos ayude.

Una vez que el rey de Nabarra se convierte en rey de los franceses en el año 1593, llamó a las familias que le habían ayudado a ascender al trono, siendo el señor de Agramont, colocado en un reconocimiento muy especial, titulándolo como conde de Gramont(11) en la corte de Paris, teniendo la obligación la casa de Agramont, de abrazar de nuevo el catolicismo a semejanza de Enrique III de Nabarra y IV de Francia.

El señor de Agramont y conde de Gramont, en el año 1597 está dispuesto y al mando de un contingente de varios caballeros y tropas de gascones, bearneses y vasco(ne)s, es decir de nabarros, en el paso de Behobia(12), aguardando las ordenes de iniciar la ofensiva contra los ocupantes españoles de los territorios nabarros del sur del Pirineo, del mismísimo Enrique III de Navarra y ya IV de Francia, que finalmente no llegan.

A pesar del testamento de Enrique III de Nabarra y IV de Francia(13), el conde de Gramont es partidario de la candidatura de Luis de Bourbon, XIII de Francia, para la corona de Nabarra. Así por los servicios prestados tras la muerte de el Bearnés, en beneficio de Luis de Bourbon, el conde de Gramont, es nombrado Virrey de Nabarra y Biarno en el año 1613 por la regente del reino de Francia, María de Médicis.

Luis XIII de Francia, tras disolver a sangre y fuego las Cortes nabarras de Pau y los Estado Generales de Nabarra en Donapaleu, nombra al conde de Gramont, mariscal de Francia en el año 1641 y posteriormente Luis XIV de Francia, otorga en el año 1648, el título de duque de Gramont a la antigua casa nabarra de Agramont, ya totalmente afrancesada. Incluso el mariscal de Francia y duque de Gramont, llegó a ser ministro de estado con este rey francés, asentándose en la corte francesa de Paris.

En el año 1659, el duque de Gramont, mariscal y par de Francia, soberano de Bidache, conde de Guiche y Louvigny, Virrey de Navarre y del Bearne y gobernador militar de Bayonne(14), es enviado como embajador extraordinario al reino de España, para pedir la mano de la infanta María Cristina, que acabaría siendo la mujer de Luis XIV de Francia.

NOTAS

(1) Baronía de Agramont o señorío de Agramont. En la documentación en latín aparece con el nombre de Agrimont, siendo el término Agramont una derivación de éste, realizada en romance navarro. En euskara o lingua navarrorum es Agaramunt. ENCICLOPEDIA AUÑAMENDI, Bernando Estornés Lasa. http://www.euskomedia.org/aunamendi/68325
(2) Castillo de Agramont, según el historiador Mateo de París: “Este castillo fue construido sobre una montaña casi inaccesible, rodeado de rocas que han apoyado sus puntos sobre las torres del castillo y todos los comandos de la vecindad”. En el año 1603, Felipe III de España lo incluye en un recuento de señorios navarros, realizado en la ocupada Alta Navarra y en el cual, no se olvidaba de la Tierra de Ultrapuertos. Actualmente solo encontramos en el cercano pueblo de Agramont o Gramont sus ruinas.
(3) Ricohombres, señores del Reino independiente de Nabarra, que mantenían ciertos privilegios sobre sus posesiones.
(4) Contrae matrimonio. Según una leyenda perpetua en la memoria en la zona del principado de Bidatxe, el señor de Agramont contrajo matrimonio en el año 1425 con Margarita, hermana natural o bastarda de la mismísima reina Blanca de Navarra. Según dicha leyenda, esta alianza real estaba inspirada por consideraciones políticas y fue el examen para el matrimonio de Luis II de Beaumont, con otra hermana natural de Blanca de Navarra, de nombre Juana, que supuso la creación del condado de Lerin por Carlos III. Este supuesto contrato matrimonial, también ocasionó, según la leyenda, a una mayor fuerza y prestigio a los sucesivos soberanos de Navarra, además de ofrecerle un fuerte aliado para la guerra injusta y cruel que ya amenazaba España (Castilla-León y Aragón) tras la reconquista del reino de Granada.
(5) Conde de Lerin. Mirar artículos históricos de los condes de Lerin (I, II y III) del autor de este escrito.
http://soberaniadenavarra.blogspot.com
(6) Ansias de poder del conde de Lerin. “Era este don Luis (II) de Beaumont hombre de baja estatura, pero de expresión feroz y mirada torva. De carácter colérico y desmedida ambición sólo se tenía fidelidad a si mismo Enfrentado a los reyes de Navarra, sus soberanos naturales, no dudaba en pactar con los enemigos del reino, Luis XII y Fernando el Católico, en provecho propio. Cruel y valiente, verdadero señor feudal de la guerra, era temido en todo el reino, incluso por los propios reyes cuya autoridad constantemente combatía y contestaba.”. LA MUERTE DE CESAR BORGIA; Juan Pedro Iturralde.
http://www.portalfarma.com/pfarma/taxonomia/general/gp000012.nsf/voDocumentos/B01FBD8184E02DCFC12573E00034DDA3/$File/24_borgia.pdf Los cabecillas del bando agramontés, incluido el señor de Agramont, reconocían el derecho del príncipe de Biana, Ejemplo de ello es lo que nos dice el padre Aleson; “ Don Pedro de Navarra sólo siguió el partido del Rey, no por oposición al Príncipe, sino á D. Luis (II) de Beaumont y á su casa; con ser así que hijo y padre estuvieran más inclinados al Príncipe que al Rey»; de Mosen Pierres de Peralta, otro de los cabecillas agramonteses, se cuenta que una vez dijo al príncipe de Biana: «Señor: Sepa V. A. que os conocemos por nuestro Rey y Señor, como es razón, pero si ha de ser para que el Condestable y su hermano nos persigan. ..... etc., etc.». LOS ANNALES DEL REYNO DE NAVARRA; Moret y Aleson, 1980.
(7) De esta acción llevada a cabo por los reyes de Nabarra y el señor de Agramont, surgió una leyenda en los valles ocupados por los invasores españoles más próximos a la frontera impuesta con el Reino soberano de Nabarra. Concretamente tuvo lugar en los valles colindantes a la selva de Iratí-el de Aezkoa y el de Zaraitzu-donde comenzó a ser escuchada una auténtica leyenda patriótica, entorno a la legítima reina de Nabarra, Juana III de Albret, la cual siguió siendo transmitida de boca en boca, alcanzando los valles próximos, en un primer lugar y extendiéndose por el resto del territorio de nuestro Estado, hasta la actualidad y dice así: “En los días de niebla, las personas que se introducen sin temor el la selva de Irati, si prestan un pelín de atención, podrán ver la majestuosa figura de la reina Juana III de Nabarra, la cual está acompañada por al menos, cien leales caballeros nabarros; valientes y patriotas, que se disponen seguros de ello, a recuperar todas las tierra pertenecientes al Estado de Nabarra del sur de los Pirineos, donde aún día, el pueblo nabarro se encuentra esclavo por la ocupación y la represión de las tropas invasoras españolas”.
(8) Navarrismo, es un movimiento iniciado durante el periodo de mayor esplendor cultural, nunca antes vivido en el Estado de Nabarra, concretamente en la Nabarra ultrapirenaica o soberana del siglo XVI, bajo el manto luminoso del renacimiento humanista y realizando una adecuación propia de la reforma calvinista, solo comparable según el historiador Jon Oria, al anglicanismo existente en el reino de Inglaterra. Hoy, el Navarrismo correcto y auténtico esta basado en una defensa a ultranza de la soberanía y libertad del Estado de Nabarra, unido a una defensa de las diferentes culturas y lenguas de los pueblos que forman la nación nabarra, incentivando la cultura y lengua primogénita, que no es otra que la vascona y sin rechazar nunca los avances positivos que pueda traer la modernidad.
(9) Es la cifra dada por los historiadores de la época, aunque los historiadores de la actualidad la consideran exagerada.
(10) Rojo o gules del Estado de Nabarra y amarillo u oro de la casa de Agramont.
(11) Conde de Gramont; Esta titulación ya era usada en el Reino de Nabarra, la propia reina Juana de Albret, III de Nabarra, utiliza esta titulación nobiliaria en la Cédula del 13 de noviembre de 1565, donde da su aprobación de la gestión económica realizada por el señor de Agramont, Lugarteniente General y Regente del reino de Nabarra, clave para las arcas reales existentes en Pau: “(…) querido y amado primo, Antoine, conde de Gramont, soberano de Bidache(…). Esto es debido al entroncamiento de la casa de Agramont y la de Guiche o Gixune. Estos últimos poseían el título de conde, otorgado por Carlos IX de Francia en 1543.
(12)LA PÓLVORA DE SAN JUAN, ALARDES Y MILICIAS EN TOLOSA, 1456-1876; Carlos Rivola Gericó, 2008.
http://www.tolosakoudala.net/eu/ficheros/1_4445eu.pdf
(13) El testamento de Enrique III de Nabarra y IV de Francia, está en los archivos de Versalles. En él, el Bearnés deja bien claro que el Reino de Nabarra es de sus mayores y lo diferencia en el mismo, yendo la sucesión legítima a Isabel de Albret y Foix, hermana de Enrique II el Sangüesino. Información facilitada por Valentín Ciaurriz, jefe del gabinete de protocolo y prensa, de la Casa Real de Nabarra.
(14) Gobernador militar de Bayonne y su región, este título es conservado por el duque de Gramont hasta la revolución francesa del año 1789. En el año 1633, los habitantes de Baiona habían comprado al conde de Gramont la alcaldía por 24.000 libras.

BIBLIOGRAFÍA

ADOT, Álvaro. Juan de Albret y Catalina de Foix o la defensa del Estado navarro, 2005
AOIZ, Floren. La vieja herida. De la conquista española al amejoramiento Foral, 2002.
AGRAMONT, Pedro. Historia de Navarra, 1996.
ALTADILL, Julio. Geografía general de Navarra, 1916.
ALTADILL, Julio. Los castillos medievales de Nabarra, 1934.
ARBELOA, Víctor Manuel. La corte protestante de Navarra (1527-1563), 1992.
AZCONA, José Maria. El príncipe de Viana. Escritos del Príncipe, fuentes históricas, iconografía, 1941.
BELLOC, Hilaire. Luís XIV, 1988.
BOISSONNADE, Pierre. La conquista de Navarra, 1981.
BORDONAVE, George. Enrique IV, 1985.
CAMPIÓN, Arturo. Obras completas, 1983.
CARO BAROJA, J. Etnografía Histórica de Navarra, 1971.
CASTRO, J. R. Carlos III el noble, rey de Navarra, 1947.
CASTRO, J. R. Blanca de Navarra y Juan de Aragón, 1966.
CASTRO, J. R. La casa de Champaña, 1981.
CASTRO, J. R. Carlos II el Malo, 1987.
CHABOD, Federico. Carlos V y su imperio. 1992.
CLAVERÍA, Carlos. Historia del Reino de Navarra, 1971.
CRONIN, Vincent. Luis XIV - El Rey Sol, 1967.
DE GRAMONT, Agénor. Notice historique sur le château de Bidache, 1899.
DE LAGREZE, Bascle. La Navarre française, 1881
DE JAURGAIN, Jean et RITTER, Raymond. La maison de Gramont, 1040-1967, I et II, 1968.
ELIZARI, Juan Francisco. Historia Ilustrada de Navarra. 1993.
ESARTE, Pello. Navarra 1512-1530, 2001.
ESARTE, Pello. Represión y reparto del Estado navarro (siglos XVI y XVII), 2007.
FLORISTÁN, Alfredo. Monarquía española y el Gobierno del Reino de Navarra, 1512-1808, 1991.
FOISIL, M. El niño Luís XIII: La educación de un rey (1601-1617), 1996.
FORTUN, Luís Javier y JUSUE, Carmen. Historia de Navarra, 1993.
GARCÍA ARANCÓN, María Raquel. Colección diplomática de los Reyes de Navarra de la dinastía de Champaña, 1985
GARCÍA ARANCÓN, María Raquel. Teobaldo II de Navarra (1253-1270): Gobierno de la monarquía y recursos financieros, 1985.
GARCÍA ARANCÓN, María Raquel. Navarra e Iparralde en la Baja Edad Media, 2000.
GOÑI GAZTAMBIDE, José. Navarra y las Cruzadas, 1983.
IDOATE, Florencio. Esfuerzo bélico de Navarra en el siglo XVI, 1981.
HUICI, María Puy. En torno a la conquista de Navarra, 1993.
JIMENO JURIO, José Mª. Historia de Navarra. Desde los orígenes hasta nuestros días, 1980.
JULLIEN DE COURCELLES, Jean Baptiste. Historie généalogique et héraldique des pairs de France, 1831.
JOUANNA, Arlette. Historia y diccionario de guerras de religión, 1559–1598, Robert Laffont, colección "Bouquins", 1998.
LACARRA, José Mª. Historia política del Reino de Navarra desde sus orígenes hasta su incorporación a Castilla, 1972.
LACARRA, José Mª. Historia del Reino de Navarra en la Edad Media, 1976.
LÓPEZ, Rafael. Navarre shall be… La Tierra del Euskera y las Islas Británicas, 2004
MAQUEDA ABREU, Consuelo. La monarquía española y sus visitantes: siglos XVI al XIX, 2007.
MENÉNDEZ PIDAL, Faustino y MARTINENA, Juan José. Edición y estudio del Libro de Armería de Navarra, 2001.
MIRANDA, Fermín. Historia de Navarra, 2004.
MOOTE, Lloyd. Luís XIII, el justo, 1994.
MORET Y ALESON. Annales del Reyno de Navarra, 1980.
NARBAITZ, Pierre. Navarra o cuando los vascos tenían reyes, 2007.
ORIA, Jon. Los últimos reyes de Navarra, 1987.
ORIA, Jon. Navarra es una colonia española y francesa, 1994.
PÉREZ, María Cruz. Atlas de Navarra. Geografía e historia, 2006.
RAMÍREZ, Eloísa. Solidaridades nobiliarias y conflictos políticos en Navarra. 1387-1464, 1990
RAMÍREZ, Eloísa. La reina Blanca y Navarra, 1999.
RAMÍREZ, Eloísa Y TAMBURRI, Pascual. El príncipe de Viana, 2001.
RITTER, Raymond. Les armes de la Maison de Gramont, 1959.
SAGREDO, Iñaki. Navarra. Castillo que defendieron el Reino, Tomo I, 2006.
SAN MARTÍN, P. J. Juana III de Albret (1528-1572).La fuerza de una mujer y la Biblia, 2003.
SERRANO, Bixente. Navarra. Las tramas de la historia, 2006.
SORAUREN, Mikel. Historia de Navarra, el Estado Vasco, 1999.
TOWNSON, Duncan. Breve historia de Inglaterra, 2004
URZAINQUI, Tomás y DE OLAIZOLA, Juan Mª. La Navarra marítima, 1998.
URZAINQUI, Tomás. Navarra, sin fronteras impuestas, 2002.
URZAINQUI, Tomás. Navarra Estado europeo, 2003.
USUNARIZ, Jesús María. Historia Breve de Navarra, 2006.
VV.AA. Historia Ilustrada de Navarra, 1993.
VV.AA. Historia de Navarra, 1994.
VV.AA. Enrique II de Albret “el sangüesino” (1503-1555), 2003.
YANGUAS Y MIRANDA. Crónica de los reyes de Navarra, 1843.
YANGUAS Y MIRANDA. Historia compendiada del Reino de Navarra, 1843.


WEB

BIDACHE: http://www.bidache.org/

2009/08/17

In memoriam Pablo Antoñana



«La historia nos enseña que fuimos independientes y que dejamos de serlo no por la voluntad de nuestros antepasados, sino por las conquistas españolas y las ambiciones francesas. Y precisamente nuestro interés principal no está en el pasado, sino en el presente y en el futuro. Afrontamos la recuperación de la memoria histórica como un paso hacia nuestra libertad y defensa de nuestros derechos». Pablo Antoñana, Manifiesto 1512-2012 Nafarroa Bizirik!

2009/08/12

Iruinea, agosto de 2009


Iñigo Saldise Alda
Mauleonense
Soberanía de Navarra

"Sobrepujó a todo lo escrito hasta entonces por la abundancia de información, el discreto acopio de los textos, el interés de los pormenores y la viveza del espíritu crítico, capaz de dudar, comparar y deducir operaciones que ignoraron totalmente sus predecesores". Arturo Kanpion

El 7 de agosto del año 1592, nacía en ciudad principal de la Tierra de Ultrapuertos(1), Maule, un niño que llevaría el nombre de Arnaud Oihenart. Este era el segundo hijo de Jeanne d’Etchart y del procurador de la comarca de Xiberoa por el rey Enrique III de Navarra y IV de Francia, el abogado y escribano de la Corte de Licharre, Arnald d'Oihenart. Curso estudios de Derecho en Bordele, hasta su licenciatura en el año 1612.

En el año 1622 es elegido diputado por los vecinos de Maule, para que enuncie en su nombre, sus protestas ante el gobernador Belsunce, debido a la protección que este realizaba o suministraba a los protestantes, años antes de las limitaciones para la religión calvinista, llevada a cabo por Luís XIII de Francia(2) en el año 1626(3). Un año más tarde, la asamblea de Sylviet, le elige síndico por el Tercer Estado de Xiberoa, topando con el clero y la nobleza, siendo enviado en el año 1625 a la capital del reino de Francia, Paris, junto a Pierre de Behety, diputado del clero y la nobleza, con la misión de reducir la influencia protestante en la comarca de Xiberoa(4).

En Paris, ese mismo año 1625, realiza su primera producción historiográfica, la cual consistente en dos ensayos consagrados en demostrar, la legitimidad del derecho de los antiguos reyes de Navarra al trono del que fueron desposeídos por los españoles en el año 1512. Estas obras llevan por títulos, Déclaration historique de l'injuste usurpation et rétention de la Navarre par les Espagnols y Navarra iniuste rea... sive de Navarrae regno, contra ius fasque occupato.

Dos años más tarde, Arnaut Oihenarte(5) contrajo matrimonio con una viuda perteneciente a la nobleza navarra, Juana de Erdoi. Así tras asentarse en Donapaleu, consigue acceder como señor consorte de las casas de Ardoi, Gainzuri y Zibits, al puesto de abogado del Parlamento de Navarra, sito en Pau, siendo también el intendente de los bienes de la casa de Agramont. Años más tardes llegará al cargo de jurado en dicho Parlamento y lo mismo en las Cortes de Mixe e Izura. Al desempeñar una serie de cargos y responsabilidades diferenciadas, tuvo que enfrentarse, en el seno del Parlamento de Navarra, a varias resoluciones que perjudicaban cuantiosamente los intereses de los suletinos, por lo que fue encarcelado.

A pesar de ello, consiguió sacar adelante su defensa de los suletinos, ante los continuos altercados existentes en la frontera con el Bearne, que en definitiva eran diferencias entre católicos y protestantes, revocándose en el año 1627 las pretensiones de los protestantes en el Parlamento de Pau. Más adelante se opondría a la venta de comunales suletinos y a la compra de ellos por el conde de Trois Villes, que sería el origen y la causa elemental, del posterior levantamiento de Matalas en el año 1661. Los Estados de Zuberoa lo enviaron a París para gestionar la revocación del Edicto de venta realizado por los franceses.

Gracias a su nombramiento como intendente de los bienes de la casa de Agramont, , le sirve para cimentar su valiosa producción literaria, tanto como de historiador como de poeta. Tuvo acceso, gracias a la protección del señor de Agramont(6), al cartulario de Bidatxe y a otros análogos, visitando numerosos archivos, manteniendo una fluida correspondencia con el padre Moret, cronista del Reino de Navarra al sur del Pirineo.

En Paris, el año 1638, publica su gran obra historiográfica, tras largos años de trabajo. Esta lleva por título, Notitia utriusque Vasconiae tum Ibericae tum Aquitanicae(7), y está escrita en latín. Casi 20 años después, también en la ciudad de las Luces, se publicaría una segunda edición, la cual presenta varias variantes con respecto a la primera. Esta obra, según los más eruditos en la materia, está escrita con una gran perspicacia y un elevado rigor crítico, siendo escrita por uno de los historiadores más inteligentes y sensatos de su tiempo.

En el año 1639, Arnaud Oihenart encabezaría la creación de la senescalía de Donapaleu, que fue finalmente erigida por rey de Francia, donde se impartiría a partir de entonces, la justicia en la lengua propia de los navarros, el euskara. El año 1648 lo dedicó a reconocer diferentes archivos, para obtener los datos suficientes con los cuales escribir una historia de la casa de los de Agramont. Incluso solicitó permiso al virrey español de Navarra(8) para ver el Archivo de la Cámara de Comptos existente en Iruñea. El virrey extranjero pidió información a su tribunal español, que respondió negativamente, esgrimiendo que el verdadero objeto de Oihenart, era escribir contra la ocupación de Navarra realizada por los reyes de España, y contra el dictamen de que las cadenas de las armas del escudo de Navarra, provenían de la batalla de las Navas de Tolosa del año 1212.

Ya viudo desde el año 1653, su labor historiográfica, literaria y palatina no le paralizó seguir ejerciendo su carrera jurídica. Así, en el 1660 tomó parte en la fijación de límites entre los valles de Baigorri, Erroibar, Baztan y Luzaide, y en el 1665 prestó sus servicios para arbitrar la división de posesiones del obispado de Baiona y el abad de Orreaga.

En sus últimos años de vida, su obra da un giro de 180º, realizando diferentes obras poéticas como Atsotizac edo Refraüac y Oihenarten gastaroa neurthizetan, del año 1657 o L'Art Poetíque, del año 1666. La fecha de la muerte de este magistrado, político, historiador y poeta, sigue siendo tema de debate, pero guiándonos de la información que nos dejó el padre Moret, contemporáneo de Oihenart, está la situaremos en el año 1675. Tras su muerte, dejó tres hijos, uno de nombre Gabriel, que siguió sus pasos y fue abogado del Parlamento de Navarra en Pau Y los otros dos siguieron la carrera religiosa, siendo Pierre clérigo de Beguios y Jacques jesuita, llegando a ser el superior de la orden en Pau(9).


(1) Tierra de Ultrapuertos, o Tierra de Vascos, también se conoce como la sexta Merindad de Navarra. “(…)pues Arnaldo Oyenart, nacido en la 6ª Merindad de Navarra, Mauleón, (…)”, Juan Cruz Labeaga Mendiola, HISTORIA DEL PUENTE DE SANGÜESA SOBRE EL ARAGÓN, 1992. “(…) nació en 1592, en Mauleón, población principal de la sexta Merindad del antiguo Reino de Navarra, poblada exclusivamente por vascos, que todavía conservan con cariño y tesón su maravilloso idioma primitivo. Solo dos años había que figuraba como unida a Francia y esto únicamente por la persona del rey (…)”, Xabier Gorosterratzu Jaunarena, en el prólogo de la traducción del latín al castellano, realizada en el año 1929, de la obra de Arnaud Oihenart, NOTITIA UTRIUSQUE VASCONIAE TUM IBERICAE TUM AQUITANICAE, 1638.
(2) Luís XIII de Francia, autotitulado II de Navarra de manera ilegítima, al no recibir la educación correspondiente en la Corte navarra de Pau, la cual debía ser supervisada por los Estados Generales navarros de Donapaleu, paso imprescindible con el que tomar el título de Príncipe de Biana, siendo este un trance necesario e ineludible, para poder ser considerado el legítimo heredero a la Corona de Navarra. Pese a lo anteriormente dicho, se hizo nombrar en vida, como Luís XIII de Francia y II de Navarra y eso que en octubre del año 1620, proclamó el llamado decreto de la unión, con el cual anexionaba de manera unilateral e ilegítima, el Reino de Navarra al reino de Francia.
(3) Edicto de gracia de Alés, 28 de junio del año 1626. Prohibición de las asambleas políticas y supresión de los lugares seguros de los protestantes, permitiendo, no obstante, la libertad de culto en todos los reinos de Luís XIII de Francia, idem (2)
(4) Oihenart, Arnaud. ENCICLOPEDIA AUÑAMENDI, Bernando Estornés Lasa.
http://www.euskomedia.org/aunamendi/78447
(5) Arnaut Oihenate; Arnaud Oihenart, berdin da.
(6) Señor de Agramont. Título perteneciente a la nobleza del Reino de Navarra, del cual se tiene constancia desde el año 1202, cuando el señor de Agramont firma con Sancho VII el Fuerte, la unión de sus dominios con el Reino de Navarra. El apoyo del señor de Agramont a Juana de Albret, III de Navarra y su conversión al protestantismo, le valen para ser nombrado senescal de las tierras, condados y señoríos que pertenecían a los Albret, la comarca de la Baja Navarra, las tierras de Laburdi, la alcaldía de Baiona y los vizcondados del Bearne y Xiberoa, que por aquel entonces constituían el Estado soberano de Navarra, realizando un gobierno efectivo de las mismas, con la llegada al trono navarro de Enrique de Borbón y Albret, III de Navarra y posteriormente IV de Francia.
(7) NOTITIA UTRIUSQUE VASCONIAE TUM IBERICAE TUM AQUITANICAE. Las Vasconias de Ohinart son las tierras que son habitadas por vasconum populi: citra Pyrenaeum sunt navarri, iaccenses, alavenses, ipvscvates y biscaini; ultra Pyrenaeum gascones y vasci. Oihenat tenía una visión antropológica del pueblo vasco, visión que le hacía prescindir de las fronteras político-administrativas impuestas y existentes en su época, proporcionando a su cuadro una mayor coherencia y claridad que la de los historiadores anteriores a él.

(8) Virrey de Navarra. Tras la invasión y ocupación de estas tierras del Reino de Navarra, realizada por los españoles en el año 1512, el rey católico y español, Fernando II de Aragón, llamado el Falsario por los navarros, coloca a un castellano como representante suyo en las Cortes del Reino de Navarra de Iruñea, un claro contrafuero. Su titular fue expulsado en el año 1521 después de la recuperación de la libertad por parte de los navarros, pero ese mismo año, tras la derrota de las tropas navarras en la batalla de Noain, este cargo es nuevamente impuesto a los navarros, aunque a partir del año 1530, facilitado por el abandono de las tropas de ocupación españolas, de la Tierra de Ultrapuertos, solo los navarros del sur del Pirineo, sufren los caprichos y las imposiciones españolas de un virrey castellano.
(9) GEOGRAFIAS GUPUZCOANAS DE LA MODERNIDAD. ANONIMO DE 1569 Y ARNAUD D’OIHENART (1592-1668), José Luís Orella Unzue, 1998.
http://www.ingeba.euskalnet.net/lurralde/lurranet/lur21/21orella/orella21.htm

2009/08/08

Iruñea, agosto de 2009



Iñigo Saldise Alda
Axular
Soberanía de Navarra

En la localidad de Urdazubi o Urdax, mientras transcurría el año 1556, nacía Pedro Agerre Azpilkueta. Cursó sus primeros estudios en su pueblo, concretamente en el monasterio de San Salvador. Posteriormente se trasladó a Iruñea, donde realizó estudios en retórica, filosofía y ciencias humanas, para posteriormente trasladarse a la Universidad de Salamanca, donde estudió teología.

Con 28 años volvió a Iruñea, donde se ordeno como subdiácono. Ya con cuarenta años, fue diácono de Lleida, de donde partió a la localidad del Vizcondado del Bearne, Tarbes, para ser nombrado sacerdote católico, en una tierra donde el calvinismo navarrista, tenía muchos seguidores, pero donde reinaba la libertad de culto, incluso dos años antes del Edicto de Nantes, que sería promulgado por Enrique III de Navarra y IV de Francia.

Pedro Agerre Azpilkueta se traslada entonces a Donibane Garazi, donde reside hasta el año 1600, año en que es nombrado rector de la parroquia labortana de Sara por dimisión de su anterior titular. Este nombramiento es denunciado por un cura, pretendiente a la parroquia de Sara, nacido en Donibane Lohintzune, Joanes Harostegi(1) , aduciendo que Pedro Agerre Azpilkueta era extranjero, concretamente español. A pesar de contar con las simpatías del Obispo de Baiona, Pedro Agerre Azpilkueta se defendió aduciendo que él era navarro y por lo tanto súbdito del rey de Navarra y Francia, pidió la naturalización, ante la demanda presentada por el cura labortano.

El rey favoreció a Pedro Agerre Azpilkueta, atestiguando que no hacía falta la nacionalización para desempeñar dicho cargo, al ser los navarros súbditos naturales suyos. Enrique III de Navarra y IV de Francia, envió una carta al Parlamento de Bordele o Bordeaux, donde se llama Pedro Agerre Azpilkueta, presbítero graduado en Teología(2), por lo que dicho Parlamento eliminó su sentencia del 20 de agosto del año 1601 y dos días después, extendió un auto, por el cual Pedro Agerre Azpilkueta mantenía su cargo.

En Sara permaneció finalmente, creando una tertulia para debatir sobre los problemas religiosos de la época y la ventaja de utilizar la lengua vasca para la reconversión de los cristianos protestantes, mediante misales adecuados, siendo elegido por sus contertulios para el desempeño de esta tarea. En ese contexto, en el año 1643, dentro del oasis de paz que encontró en Sara, escribió en dialecto labortano su obra Guero, donde aparece el siguiente párrafo:

(…)"Badaquit halaber ecin heda naitequeyela euscarazco minçatce molde guztietara. Ceren anhitz moldez eta differentqui minçatcen baitira euscal herrian, Naffarroa garayan, Naffarroa beherean, Çuberoan, Lappurdin, Bizcayan, Guipuzcoan, Alaba-herrian eta bertce anhitz leccutan".(3)

El día 8 de abril de 1644, en la localidad de Sara, contando con 88 años de edad, moría Pedro Agerre Azpilkueta, quien había firmado su obra, anteriormente mencionada, con el nombre del caserío donde nació, Axular. Considerado, incluso hoy día, el mejor prosista en lingua navarrorum. Todas las lenguas poseen un escritor modelo en sus respectivas literaturas. Los ingleses tienen a Shakespeare para su inglés; los italianos poseen a Dante para su italiano; los españoles gozan de Cervantes para su castellano; etc. Y según muchos navarros, Axular es el modelo a seguir para nuestro amado euskara.


(1) Hiru. http://www.hiru.com/es/euskal_literatura/euskal_literatura_00550.html
(2) Enciclopedia Auñamendi, Bernando Estornés Lasa. http://www.euskomedia.org/aunamendi/6754
(3) Sé asimismo que no puedo extenderme a todas las formas del euskara. Ya que de muchas maneras y diferentemente se habla en el pueblo vasco, en la Alta Navarra, la Baja Navarra, Zuberoa, Lapurdi, Bizkaia, Gipuzkoa, Álava y en otros muchos sitios.

2009/08/07

Iruinea, agosto de 2009



Iñigo Saldise Alda
Sin el Derecho de Navarra
Soberanía de Navarra

A finales del pasado mes de junio, me acerque junto a mi amiga, la poeta Maialen Matxain, al Archivo Real y General de Navarra, donde todavía, a día de hoy, se puede visitar hasta el 13 de diciembre, la exposición que lleva por título El Derecho de Navarra. La muestra está organizada desde la consejería de Cultura del Gobierno de Navarra, contando con la promoción para la misma, del Colegio de Abogados de Pamplona, y según estos organizadores, el objeto principal es el de exhibir las raíces jurídicas de la actual Comunidad Foral de Navarra.

Tradicionalmente conocemos como Derecho propio de Navarra, al Fuero o incluso los Fueros. Este se supone que es el tema central de dicha exposición gráfica. Antes de entrar, en el hall de la muestra, nos encontramos con un apartado dedicado al Colegio de Abogados, para pasar a continuación a la exposición realmente dicha, donde nos muestran, a través de diferentes pasajes de la historia, diferentes manuscritos hasta llegar al pasado más reciente, con el mal llamado Amejoramiento del Fuero.

La exposición nos refleja las diferentes realidades que ha vivido, a lo largo de la historia, nuestra amada Navarra. Bueno, las realidades de los que montan en la muestra; unas realidades limitadas, con mapas territoriales incorrectos y que está claramente dirigida para justificar lo injustificable, al menos para cualquier navarro, que es la perdida de la soberanía del Estado de Navarra, tras la invasión y ocupación, en las diferentes épocas y fases de nuestro territorio, con el consiguiente sometimiento militar, político, económica, cultural y lingüístico, con el cual los españoles nos intentan colonizar a los navarros y navarras.

Conforme avanzábamos por la exposición, la cual estaba estructurada desde los tiempos en que éramos un Estado soberano, hasta una de las últimas imposiciones españolas que estamos sufriendo, la constitución española del año 1978, a la que los organizadores se atreven a llamar nuevo constitucionalismo, las sensaciones que estuvimos percibiendo e incluso teniendo, tanto mi amiga como yo, fueron que realmente las navarras y navarros, tras la total ocupación del Reino de Navarra por parte española, hemos tenido que soportar unas constantes pérdidas del Derecho Pirenaico o Fuero y con ello el quebranto de nuestra libertad de manera continuada hasta el día de hoy, donde ya es plausible que el menoscabo es realmente total.

No voy a entrar en detallar o valorar, cada uno los pasajes que aparecen en dicha muestra, ya que el maestro Pello Esarte Muniain ya lo ha hecho en uno de sus últimos artículos. Concretamente en el que lleva por título, Valoración histórica de "El Derecho de Navarra" por el G. de Navarra, donde nos explica con detenimiento, varias lagunas existentes en la exposición y donde también podemos encontrar unas precisas correcciones a falsedades expuestas en la misma, las cuales buscan reiteradamente justificar y sin ningún tipo de complejo, la acción nacionalista española que sufrimos actualmente las navarras y navarros que habitamos la Navarra residual.

Para colmo, el montante económico presupuestado para dicha exposición propagandista, asciende a la nada desdeñable cifra de 68.995€, claro está, todo este dinero sale de nosotros, los contribuyentes de la C.F. de Navarra o Navarra reducida y residual, pero al igual que Pello Esarte, no creemos que sea la cifra real de la misma, sirviéndonos tanto a mi amiga como a mi, para reafirmarnos en la triste conmoción o sentimiento que tuvimos al salir de dicha exposición, el cual no es otro que en la actualidad, las navarras y navarros, estamos realmente sin ningún derecho.

X. Saturnino Lekunberri Starlight. BIZARDUNAK TALDEKO DANBORRA



Koldo Otamendi
«Egarri den herriari ardo gorria ematera etorri gara Bizardunak»
Gara

Azkenaldian zeresan ugari ematen ari da Bizardunak. Taula gainean bederatzi lagun batzen dituen taldearen lehen diskoa kalean da jada eta zuzeneko emanaldietan buru-belarri dabiltza egunotan. Folk musika jorratzen dute, erradikala eta bertakoa. Aire berria, Euskal Herriko musika eszenarako.

Iruñerriko rock taldeetan ibilitako musikari dezente batu dira Bizardunak izeneko talde militantean. Mermaid, Basque Country Pharaons, Green Manalishi, Black Lagun edota Brigada Criminal taldeetan arituak, Bizardunak taldearekin «Euskal Folk Erradikala» jorratzen dute eta Euskal Herriko musika eszena astintzera etorri dira. Rock, musika, distortsioa eta zarata alde batera utzi, eta akordeoia, gitarra akustikoak eta mandolinak jantzi dituzte irlandar folka, The Pogues edota The Dubliners taldeak aldarrikatzeko.

Euskaraz eta gaztelaniaz abesturiko hitzetan ere ez dira erdibidean geratzen diren horietakoak, eta ipurdiak eta kontzientziak ostikatzera etorri dira. Estreinako diskoan bederatzi kantu bildu dituzte, horietariko bost irlandar kantu tradizionalen moldaketak direla, eta taldeak berak sorturikoak, beste lau kantuak.

«Euskal folk erradikala»... musika talde gehienek etiketei ihes egiten dieten garaian, zuek zuzenean aitortzen duzue...

«Folk radical vasco» hori ez da etiketa soil bat, gure izaera baizik. Etiketak ez jartzea 90. urteetan sortutako moda tuntun bat besterik ez da. 1960ko hamarkadan The Rolling Stones taldeari galdetuz gero, rock&rolla egiten zutela esango lizuke, edota 70. urteetan Bjorn Ulvaeus jaunari galdetuko bazenio, berea pop musika zela esango lizuke. 80. urteetan berriz, edozein heavyk ozen esango zizun berak egiten duena heavy metala dela. Egiten duzuna benetakoa bada defendatu beharra dago, eta guk gure izaera aldarrikatzen dugu, euskal folk erradikala.

The Pogues taldearen punk jarrera eta The Dubliners taldearen folka koktelera batean sartu, nafar nortasuna eman eta emaitza berriz, Bizardunak.

Bertako nortasuna da hirugarren osagaia: euskal volksgeist -herriaren arima-. Zuzen esateko, nafar potroak. Dena den, aipaturiko bi talde horiek gabe ez ginateke existituko.

Lau kantu propio eta bost moldaketa dakartza lehen diskoak. Kantuen moldaketek badute, halere, nortasuna. Oso Bizardunak dira...

Diskoan agertzen diren bertsioak geureganatu egin ditugu. Meritu osoa irlandar herriak du, baina abestiak duten zaporea gure sukaldeari dagokio.

Musikalki, bi eremu oso ezberdinak sumatzen dira diskoan. Tabernetako ereserki parrandazale eta ganberroak batetik, eta tradizio kutsua duten kantu lasai eta barnekoagoak bestetik.

Ez dut hain garbi ikusten esaten duzuna. Parrandazaleak garela bistan dago, baina gure kantuekin zerbait gehiago lortu nahi dugu. Horretarako, «estalinismo» kulturala oinarritzat erabiltzen dugu. Egiten dugun guztia zerbaiterako egiten dugu eta bide horretan, helburu politikoa agerikoa da. Bestalde, ez dut uste tradizionalak garenik. Agian forman izan daiteke, baino inolaz ere mezuan: euskal folk musikan Karlistadez, drogaz edo nafar estatuaz hitz egitea ez da batere tradizionala....

Musikari nortasuna ematen diona berriz, zuen hitzak dira.

Gai garrantzitsuak bakarrik lantzen ditugu...Pasarte historikoak, gudak, drogak, traidoreak, sexua, elizgizonak, poliziak, politiko profesionalak, basoaren mistika, biharamunak, Marx, koldarrak, ezkertiar tontolapikoak, energia nuklearraren ontasuna, lantegiak, garagardoa, emakume indartsuak,... Hitzak zerbaiterako egiten ditugu, ez tontakeriez aritzeko. Sekula ez dugu egingo kanturik gure sentimendu pertsonalez, bihozminaz edo txorakeria aspergarriez.

Letrek arrakasta itzela dute.

Euskal Herriak jasaten duen egoerari esker gure mezua ipurdi fatxa batean Alberto Catalanek diseinatutako supositorio heze bat bezala sartzen ari da. Zuzen, azkar eta leuntasun osoz. Hau da, modu naturalez. Egarria duen herriari ardo gorria ematen diogu. Hobeto gudan hil, Borboiei aurreskua dantzatu baino.

Eta tartean, erreferentzia ugari pertsona zehatzei (Euskitze, Arzallus, Martin Villa, Sabina, Junkera....) «lagun ugari» egingo dituzue bide hori hartuz gero...

Bizardunak ez gaude hemen lagunak egiteko. Hurrengo Gabonetan Josu Jon, Llorente, Argiñano, Urkullu «Vaya Semanita» koek edo halakoren batek saski bat oparituz gero, presoei bidaliko genioke.

Eta izan propioen artean ere, Shane Mac Gowan, Pogues taldeko abeslaria.... Zein aurpegi jarriko luke Bizardunen diskoa entzungo balu.

Nork jakin hori. Beharbada diskoaren gainean botaka hasiko litzateke, edota bestela, lagunak egingo ginateke. Ea noizbait «Piperraren kofradia» edo Sabino Arana saria merezi duen norbaiti ematen dioten. Esaterako, Euskal Herriko tabernak alaitu eta gazteriari pentsarazi eta dantza arazi dion gizonari: Shane Mac Gowan jaunari.

Zuzenekoak eskaintzen aritu zarete jada. Nolakoa da Bizardunak ikusi eta entzuteko gunerik egokiena: taberna zuloak, gaztetxeak, herriko festak, batzokiak...

Batzokietan, noski. Noizbait jotzen badugu bederen! Kar, kar, kar....Nahiz eta taula gainean kide asko izan, edozein agertoki edo aretoetan jotzeko jaio gara. Ia lekurik ez dagoen taberna txiki bat izan daiteke lekurik hoberena, edo zergatik ez, herriko plaza, guda zelaia edo espetxe bateko patioa.

Eta zuzenean, zein talderekin? Musikalki ez baitago talde askorik zuen orbitan... Su ta Gar edo Barricada taldeen ondoan ikusten duzue zeuen burua edo, Gozategi eta Impekablesenean.

Barricadak galtza motzetan jotzen jarraituz gero, ez dute inongo aukerarik gurekin jotzeko, mesedez! Nola joan daitezke horrela jantzita!! Haizea, Laboa, Amaia Lauzirika, Kortaturen itzulera kontzertuan (venga Fermintxo, cojones!!), Distorsion... Hala ere, Itoiz taldearekin joko genuke gustura asko. Hori bai izango zela handia.

Ardo botila freskorik badagoen bitartean, Bizardunak luzerako izango dugun ustea dut....

Hemen jarraituko dugu 40 urte barru. Izango dira aldaketak, jendea joan, etorriko da, baina beti egongo da Bizardun bat Euskal Herriari kantatzen. Tradizio hau Iparragirrek hasi eta beste batek bukatuko du. Hark sortutako zuhaitzak fruituak eman ditu.

Arbasoen ideiak defendatzen...

... botila beteta dagoen bitartean.
Shane Mac Gowan, The Pogues taldeko abeslaria Iruñean jaioa izan balitz, Bizardunak izango zen bere musika taldea. The Pogues eta Bizardunen arteko lotura ukaezina da bai musikaren aldetik eta bai bizi-filosofiaren aldetik. Bizardunek, irlandar taldearen punk jarrera berea egiten dute folkaren musika eremu tradizionalean pitzadurak eragiteko. Shane Mac Gowan eta enparauek The Dubliners taldearen iturritik edan zuten bezala, Bizardunen botila bi talde horien ekarpenez beteta dago. Irlandan jorraturiko musika erari, bertako nortasuna eman diote: nafar nortasuna. Eta horrek egiten du berezia Bizardunak taldea. The Pogues taldearen antzera, «Jan, edan eta borroka egin» leloari lotzen zaio bere proposamena taularatzeko orduan, festa eta parranda bizi-pozgarri direlako eta borroka ezinbestekoa delako bizi garen lur eremu honetan.

Erradikala izateko ez dagoelako rock musika jorratu beharrik, ezta punka izateko koloreetako gandorra izan beharrik ere. Finean, gauza bera delako Irlandako Galwayn edo Tuteran bizitzea, Nafarroa hegoaldean, defendatu beharrekoak arbasoen ideiak direnean.


FITXA
Gaur: Sodupe
Abuztuak 16: Bilbo
Irailak 4: Elduaien
Irailak 7: Eibar
Irailak 9: Zizurkil
Irailak 11: Gasteiz
Irailak 12: Donostia

2009/08/01

Iruinea, agosto de 2009


Iñigo Saldise Alda
Askatasunaren eguna
Soberanía de Navarra

El 15 de agosto del año 778, tuvo lugar una batalla crucial para el devenir de los vascones independientes o navarros. Pocos días antes, el emperador franco Carlomagno, había mandado arrasar la ciudad de los navarros, Iruñea, tras no poder rendir la plaza musulmana de Zaragoza, acto realizado como medida de represión por la neutralidad mostrada por este pueblo, el navarro, celoso de su libertad. Este hito mundial, que supuso la única derrota conocida de los francos en esa época, significó la primera muestra de unidad vascona ante una agresión extranjera, que pocas veces se ha vuelto alcanzar de nuevo, a lo largo de nuestra historia.

Paganos, cristianos y musulmanes, eso si, todos ellos vascones, no pusieron en tela de juicio el tener que unirse ante un enemigo común, los francos, el cual solo buscaba su extermino o en su defecto, su esclavitud. Los navarros, muy bien organizados, pues de lo contrario habría sido imposible alcanzar su objetivo, se congregaron en las proximidades del paso natural de Astobizkar, próximo a Orreaga. Conocedores de la superioridad de la caballería carolingia, los vascones sacaron un gran partido a su conocimiento del terreno y su superioridad en el manejo de las armas cortas, más ligeras que las armas que poseían los invasores, disponiendo la batalla de tal manera, que solo podía saldarse con la victoria del bando navarro.

Hoy, en agosto del año 2009, la mayoría de los vasco(ne)s queremos recuperar esa libertad arrebatada por la fuerza de las armas, tanto francesas como españolas, a lo largo de las sucesivas agresiones militares en nuestro territorio, soportadas por nuestro pueblo, que concluyeron con la total ocupación de nuestro Estado, Navarra. Hoy, de nuevo, queremos rescatar la independencia arrebatada, queremos que se nos vuelva a reconocer con el término político de navarros, únicamente posible con la recuperación de la soberanía de aquel Estado que crearon nuestros antepasados, los vascones libres e independientes, aquellos que ya fueron nombrados con dicho término político, en las crónicas francas del año 769:

“(…)el río Ebro, el que naciendo en territorio de los Navarros(…).”

Pero para lograr nuestro noble y leal objetivo, esta vez contamos con unas herramientas más poderosas que las que poseyeron nuestros antepasados en el año 778. En primer lugar, contamos con la larga historia política de nuestro Estado, con el cual nuestros antepasados fueron libres, gracias al Derecho Pirenaico o Fuero navarro. Un Estado que nos representó ante los demás estados europeos, de manera soberana, a pesar de las continuas agresiones militares que sufrió, hasta que un ejército francés, siguiendo los anteriores pasos realizados por el ejército castellano primero y español después, entrara a sangre y fuego en lo que quedaba nuestro territorio soberano, disolviendo nuestras Cortes y Estados Generales, en el año 1620.

A esta larga historia política, debemos sumarle un factor que debe ser determinante, nuestra ideología, basada en nuestro Estado y no en aquellos estados que nos quieren exterminar o en su defecto colonizar, mediante las imposiciones de sus militares y políticos, cuyos jueces nos asignan unas leyes-ad hoc-para nosotros, los vascos de esta parte de Europa, viéndonos obligados además, a convivir forzosamente con sus culturas, ajenas a la de nuestro pueblo milenario, mientras nos asfixian y someten económicamente, atrapándonos así en su rueda imperialista y fascista.

Esta herramienta ideológica, solo puede basarse en una política propia, soberana, ajena a las que nos imponen españoles y franceses, sin dar concesión alguna a nuestros actuales enemigos y buscando dentro de ella la cohesión de todos los diferentes planteamientos Estatales que poseemos a día de hoy, bien sean monárquicos o republicanos, aparcando nuestras tendencias sociopolíticas bien de izquierdas, centro o derechas, objetivos realmente secundarios en la actualidad para los vascos, limando nuestras diferencias, para así poder alcanzar la fuerza necesaria con la que recuperar nuestra libertad.

Para ello debemos y tenemos la obligación de tomar el ejemplo de aquellos que se unieron contra el enemigo en un 15 de agosto del año 778, sin conocer, saber o imaginarse si quiera, la trascendencia histórica y política de su acto valeroso, autónomo y libertario, el cual solo puede ser considero, el día de la libertad del pueblo vasco(n) independiente, es decir, el día de la libertad del pueblo navarro.

NABARRAKO ERESERKIA

Nabarra, reflexiones de un Patriota

Reflexiones de un Patriota by Iñigo Saldise Alda

ASKATASUNA = Baskoinak x Nafar Paradigma

"PRO LIBERTATE PATRIA GENS LIBERA STATE"

"Aberri askearen alde jende librea jaiki"

"De pie la gente libre a favor de la libertad de la patria"

Navarre shall be the wonder of the world

by WILLIAM SHAKESPEARE

EUSKARA-LINGUA NAVARRORUM

EUSKARA-LINGUA NAVARRORUM

©NABARTZALE BILDUMA 2011

©NABARTZALE BILDUMA 2011