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2012/08/31

La iglesia de Roma contra Nabarra en el siglo XII

La iglesia de Roma contra Nabarra en el siglo XII
Iñigo Saldise Alda

Según la doctrina cristiana católica, apostólica y romana, el judío Jesús de Nazaret fundo una comunidad jerárquicamente organizada y con autoridad, dirigida tras su muerte en la cruz por los apóstoles. Según dicha doctrina o creencia religiosa, los apóstoles y los primeros seguidores de Jesucristo se estructuraron en una iglesia organizada siendo su primer Jefe o Papa, el apóstol San Pedro, repartiéndose las responsabilidades entre obispos, presbíteros y diáconos a medida que se iba propagando el cristianismo, situándose su centro neurálgico en la ciudad de Roma.

Para conocer las injerencias y ataques al Estado de Nabarra realizadas por la Iglesia Católica, debemos retroceder en nuestra historia hasta Reinado de Alfonso I el Batallador. Es durante este período de nuestra importante historia soberana, cuando el Estado de los nabarros alcanzó su mayor esplendor territorial, algo que no sucedía desde los tiempos del Ducado de Vasconia. Con este rey vascón, las tendencias pre-romanas que mantuvieron y potenciaron sus antecesores, Sancho V y Pedro I, alcanzaron su mayor esplendor gracias a incrementar el Batallador, de una manera considerable, la concordancia existente hasta entonces entre la dinastía pirenaica y el emperador de Roma o Papa. Nuevamente la capitalidad de Iruñea volvía a ser la sede más importante del Estado nabarro y su obispo se vinculó directamente con el rey de Iruñea y Aragoi.  Este gesto de política independiente, facilitó una renovación plena de los altos cargos eclesiásticos dentro de las fronteras nabarras, lo que provocó el inicio del deterioro en las buenas relaciones que mantenían hasta entonces el Estado nabarro y el Estado Pontificio, al ver limitada su congénita autoridad dentro del territorio nabarra el heredero de San Pedro, Jefe de la cristiandad. Para colmo, el testamento de Alfonso I de Iruñea y Aragoi, trajo lamentablemente duras consecuencias para el Estado de los nabarros en cuestión de unidad territorial. En su última voluntad, el Rey de los nabarros entregaba los Reinos de Iruñea y Aragoi a tres órdenes militares cristianas. Estas eran el Santo Sepulcro, San Juan de Jerusalén y el Temple. Los nabarros, como era de esperar, se opusieron y eligieron como nuevo rey a García Ramírez el Restaurador. Éste tenía con principal misión, restituir o reponer la monarquía vascona en los Reinos de Iruñea y Aragoi, pero la intervención militar  del maestre de la Orden del Temple, el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV, que contaba con el apoyo del autotitulado emperador Alfonso VII de León y Castilla, significó la división definitiva del antiguo condado vascón de Aragoi, del resto del Estado nabarro. El emperador de León y Castilla propuso el mejor candidato posible para emperador de Roma, Ramiro el Monje, como rey para ambos Reinos, algo inaceptable para los nabarros. Es en este contexto cuando el emperador de Roma, Benedicto IX, se negó a reconocer como rey de los nabarros a García Ramírez el Restaurador, otorgándole solo el título de dux, facilitando con ello las pretensiones invasoras imperialistas de los peligrosos vecinos de los nabarros, lo que provocaría a la postre un continuo desmembramiento territorial del Estado nabarro durante lo que restaba de siglo XII.

Sancho VI el Sabio, debemos saber que tampoco fue reconocido como rey por San León IX, lo que obligó al monarca vascón, entre otras cosas, a cambiar el nombre del Reino de Iruñea por el de Nabarra. El emperador de Roma tardó más de setenta años en reconocer el título de rey a los monarcas nabarros, y para entonces, Castilla-León, Inglaterra, Barcelona-Aragón y Francia, que ya habían comenzado a dar muestras su insaciable apetito imperial, se habían aprovechado de ello invadido y ocupado numerosas tierras nabarras en las dos vertientes Pirenaicas, en oriente y occidente, asestando así una importante herida, no solo para la soberanía territorial nabarra, sino para la independencia final del Estado Pirenaico y Vascón de Nabarra. Un claro ejemplo de ello es la invasión y ocupación, por parte castellanoleonesa, de las comarcas nabarras del Durangüesado, Araba y Bizkaia en los años 1199 y 1200, tras la excomunión del Sancho VII de Nabarra realizada en el año 1196 desde la sede pontificia por el emperador de la cristiandad, Celestino III.

 

Un 25 de julio negro para Navarra

Un 25 de julio negro para Navarra
Julio José Fernández Garro
   
Este 25 de julio pasado, día de Santiago, me recordaba a otro 25 de julio, el de 1512, nefasto para Navarra, ya que en esa fecha el Reino de Navarra perdió su independencia a manos de Fernando el Católico con la excusa legal de la excomunión de sus reyes Catalina de Foix y Juan de Albret, que más que una excusa fue una maniobra maquiavélica de Fernando el Católico.

Navarra, cuna y origen de los demás reinos de España, quedaba integrada en el reino de Castilla.

Decimos que más bien fue una maniobra entre el Rey Católico y el Papa. A esta conclusión llegamos si observamos la fecha en que fue firmada la bula de excomunión (21 de julio de 1512), y que cuatro días después (25 de julio) ya estaba Fernando entrando en Pamplona, ocupando el Reino al frente de un ejército castellano anexionando Navarra para Castilla. Está claro que Fernando sabía perfectamente cuándo y cómo se firmaría la bula de excomunión de los reyes de Navarra y, por descontado, conocía perfectamente la ley que inhabilitaba a los excomulgados para reinar, y que el trono podía ocuparlo el más allegado familiarmente, y él se consideró a sí mismo con ese derecho.

Los Reyes Católicos tuvieron una influencia tremenda sobre los Papas que coincidieron con ellos, excepto Paulo II e Inocencio VIII, los cuales murieron de forma inesperada, según los historiadores, aunque se sospecha que fueron envenenados. También es casualidad que ambos fueron los únicos que se opusieron a ciertos deseos de los Reyes Católicos.

Decimos anteriormente que Fernando conocía perfectamente la ley que excluía del ejercicio de reinar a los excomulgados, ya que ellos, Fernando e Isabel, habían sido excomulgados en 1469 por el Papa Paulo II, por casarse sin dispensas pontificia del impedimento de consanguinidad (eran primos) y falsificar una bula antigua de otra dispensa que ya había sido utilizada. Entonces, en 1469, no eran todavía reyes y no tenían ninguna posibilidad de serlo debido a esta excomunión, y menos mal que tuvieron la suerte de que el Papa Paulo II murió inesperadamente en 1471 y el nuevo Papa, Sixto IV, junto con su hombre de confianza: el cardenal Rodrigo Borgia, valenciano súbdito de Juan II de Aragón (padre de Fernando), arreglaron la situación mediante la bula Oblatae Nobis, fechada el 1 de diciembre de 1471, por la que se absolvía de la pena de excomunión en que ellos sabían que habían incurrido (según indica la citada bula). Esta absolución le supuso a Rodrigo Borgia que Fernando le regalase el ducado de Gandía para el hijo mayor de Rodrigo, Alejandro VI, cuando este ya era Papa.

Me he acordado de todo esto este 25 de julio pasado, relacionándolo con el presente, cuando se está intentando beatificar la excomulgada Isabel la Católica. Algunos defensores de esta beatificación quieren quitar importancia a que haya una Santa excomulgada, diciendo que la excomunión en aquellos tiempos no tenía importancia. Y nosotros oponemos el ejemplo del Reino de Navarra y de sus reyes que, por una excomunión, perdieron su independencia para siempre. Y los reyes, su trono.

En 1504, fecha en que murió Isabel la Católica, Navarra era un reino independiente más en España hasta 1512 y, por lo tanto, los Reyes Católicos no habían conseguido la unificación de España.

Las cosas, sobre todo en historia, cuanto más claras, mejor.

http://www.noticiasdenavarra.com/2012/08/30/opinion/colaboracion/un-25-de-julio-negro-para-navarra

2012/08/29

14 de Octubre: Aniversario del primer intento de recuperacion de la soberania en Donapaleu. Actividades durante todo el mes. NAFARROA BIZIRIK!

14 de Octubre: Aniversario del primer intento de recuperacion de la soberania en Donapaleu. Actividades durante todo el mes
1512-2012, Nafarroa bizirik!


Al filo del otoño de 1512, Navarra yace rendida ante los ejércitos españoles : El Reyno está conquistado. Totalmente ? No !
Desde todas las merindades vienen llegando patriotas a Donapaleu, y en esta misma ciudad llaman a formar un EJÉRCITO DE LIBERACIÓN para librar “al neutral Reino usurpado, ocupado y tiranizado
por la fuerza”.

Dos semanas despues, 3 columnas formadas por miles de voluntarios marchan en dirección a Pamplona. Villas y comarcas se sublevan, y a mediados de octubre de 1512 Navarra siente que recupera su Independencia …

Rememorando este hecho histórico, iniciamos la DESCONQUISTA COLECTIVA en Donapaleu, el 14 de Octubre de 2012.

De Norte a Sur, de Este a Oeste
Marcha de los mil colores y comarcas ;
Venid de toda Vasconia, y parientes de Gascuña, del Bearn, de Catalunya !!!
NAFARROA BIZIRIK !!!


AGENDA:

-6 de Setiembre, jueves, PROYECCION en la Escuela Garikoitz de Donaixti:
“Gartxot” y conferencia con Asisko Urmeneta.


-15 de Setiembre, sabado, CONFERENCIA en Garazi : Antton Kurutxarri
“La Conquête de la Navarre”. 18:30 horas


-22 de Setiembre, sabado, CONFERENCIA en Garrüze : Peio Monteano
“Baxenabarra en tiempos de la Conquista”
Despues, colocacion de un monolito en recuerdo a la Conquista de 1512.
Por la tarde, actuacion de DANSERIE ENSEMBLE en la iglesia.


-29 de Setiembre, viernes, CONFERENCIA en Garazi: Iñaki Sagredo
“ Sistema defensivo de Baxenabarra”


-5 de Octubre, viernes, CONFERENCIA en Baigorri : Antton Kurutxarri
“Nafarroako Konkista”


-14 de Octubre TODAS A DONAPALEU

http://www.1512-2012.com/?p=3863

2012/08/27

El valor nacionalespañolista de unas cadenas


El valor nacionalespañolista de unas cadenas
Iñigo Saldise Alda

“El escudo de Navarra está formado por cadenas de oro sobre fondo rojo, con una esmeralda en el centro de unión de sus ocho brazos de eslabones y, sobre ellas, la Corona Real, símbolo del Antiguo Reino de Navarra”. Símbolos de Navarra - Gobierno de [la colonia española al sur del Pirineo de] Navarra.

Para el nacionalespañolismo y por supuesto, todo su entorno de agentes coloniales y colonialistas, Las actuales cadenas del escudo de la colonial C.F. de Navarra-Nabarra residual y reducida- son un símbolo permanente para algunos de una realidad incómoda. Esta supuesta realidad incómoda, según esos miembros de ese imperial nacionalespañolismo, fue la participación directa y principal de Navarra, muy lejos de sus fronteras, en la reconquista y reintegración de España. Además, afirman sin pudor, sin rigor histórico y con chulesca rotundidad, que la participación nabarra en la batalla de las Navas de Tolosa y la relación de esa batalla con las cadenas del escudo de la “pro-vinci” de la C.F. de Navarra, ofrecen escasas dudas. Vamos, para el nacionalespañolismo y su variado entorno colonial y colonialista, la intervención de Sancho VII de Nabarra, conocido como “el Fuerte”, en la batalla de las Navas de Tolosa es calificada de decisiva, con lo que llegan a la conclusión nacionalista española de que Navarra salva a toda a España.

Esto no siempre ha sido así, ya que la realidad histórica es muy distinta, incluso la emanada desde las fuentes históricas del Reino de Castilla, semilla del imperio español.

Las primeras fuentes contemporáneas a la batalla, nos indican que la contribución del Reino de Nabarra en la batalla de las Navas es ciertamente tardía, y además está obligada por orden del Papa o Emperador de Roma, bajo la firme amenaza de excomunión, con todo lo que ello acarreaba a la soberanía territorial del Reino Pirenaico, como ya  ocurrió tras la violenta e ilegítima invasión militar castellana de sus tierras occidentales, posteriores a la excomunión que sufrió Sancho VII de Nabarra en el año 1196, por su negativa de unirse con los Reinos cristianos peninsulares en un solo Reino y buscar además, una alianza para la defensa de ellos con el califa de los almohades en Marruecos. Finalmente el rey de Nabarra se incorporó a la cruzada con apenas doscientos caballeros, a los que se le añadieron los ganboinos o pro nabarros de Araba, Duranguesado y Gipuzkoa, que sobrellevaban la ocupación castellana desde los años 1199 y 1200. Incluso ante la escasez de efectivos nabarros en la decisiva batalla, la columna capitaneada por Sancho VII de Nabarra tuvo que contar con al menos tres milicias castellanas.

Es más, ateniéndonos a los cronistas que estuvieron presentes en la batalla, como por ejemplo el Arzobispo de Toledo Rodrigo Ximenez de Rada, y el musulmán Ibn Abi Zar, ni siquiera fue Sancho VII de Nabarra el que rompió las defensas del palenque del califa Miramamolín (Muhámmad al-Násir o Mohamed Aben Yacub, según fuentes).

Las fuerzas militares cristianas, tras romper las desorganizadas filas de choque musulmanas, se encontraron ante el palenque y la guardia del califa. La ruptura de esta última defensa de los almohades, según las comentadas fuentes contemporáneas de la batalla, debió de ser casi sincronizada entre los tres cuerpos de ejército cristiano. No obstante, la mayor dificultad de la toma del palenque residía en derrotar al muro humano que conformaba la guardia del califa, rodeado por un verdadero bosque de lanzas sostenidas por voluntarios, con lo cual podemos llegar a entender e interpretar correctamente, que la guardia del califa no debió de estar formada por esclavos encadenados, sino por fanáticos voluntarios armados con lanzas, que tal vez se encontraban encadenados entre sí.

Sancho VII de Nabarra contaba  aproximadamente con 58 años de edad en el año 1212, y concederle a él y a los 200 caballeros nabarros la hazaña de ser los primeros en romper las cadenas y penetrar en el palenque de Miramamolín, es mucho decir y además, de manera innegable, este reconocimiento vino en años posteriores. Las fuentes contemporáneas y presentes en la batalla nada dicen de este suceso y de hecho, cuantas descripciones suelen darse de la disposición de las defensas musulmanas se basan en narraciones muy posteriores. Si leemos al arzobispo de Toledo, el botín fue abundante y rico para las tropas cristianas. Oro, plata, ricos vestidos, atalajes de seda y muchos otros ornamentos valiosísimos, además de mucho dinero y vasijas preciosas, pero no nos menciona por ningún lado las cadenas de hierro (simbolizado este metal en con el color negro o sable), que actualmente son de oro (amarillo) cuando adornan el escudo de la Comunidad Foral de Navarra dentro del Reino de España, junto a otro ornamento colonial español como es la corona que porta.
 
Por otro lado hay un documento que no debemos pasar por alto, ya que pudo ocasionar una exaltación del imaginario bélico en referencia a Sancho VII “el Fuerte” y la batalla de las Navas de Tolosa en Teobaldo I, primer rey de Nabarra de la casa francesa de Champagne, el cual ha pasado a la historia como "el Trovador", ya que iba dirigida a su madre y educadora. Esta carta también debemos decir que es pocos meses posterior a la batalla en las Navas de Tolosa, y fue concretamente enviada por Blanca de Castilla, hija de Alfonso VIII rey de Castilla y esposa de Louis VIII rey de France, a Blanca de Nabarra, hermana de Sancho VII rey de Nabarra y esposa de Teobaldo III conde de Champagne. En ella la castellano-francesa relata una iniciativa tomada por los nabarros a la hora de llegar la batalla, de las Navas de Tolosa, a su fin: “el rey de Navarra se dirigió un poco a la derecha y escalando un montículo muy difícil, los arrojó de allí vigorosamente. Al momento de un solo ímpetu los cristianos descendieron y enseguida los sarracenos volvieron la espalda” (Traducción de Manuel Sagastibelza).

A pesar de esta carta, en ningún caso podemos concluir que fue el rey de Nabarra quien tomo el palenque del califa, sino que su acción fue la toma  de un montículo difícil, lo cual facilitó la victoria cruzada.  A pesar de todo, al parecer según nos indica dicha carta, su protagonismo en la batalla si que fue importante, pero sin matizar la ruptura de las cadenas por parte del gigantón monarca nabarro, ya que por ningún lado en dicha misiva se mencionan las cadenas.

Debemos saber que el escaso desarrollo del discurso histórico que tuvo lugar durante el siglo XIII, retrasó en más de un siglo la elaboración de una memoria historiográfica entorno a la batalla de las Navas de Tolosa en el Reino de Nabarra, siendo hasta entonces solo las fuentes castellano-leonesas las más numerosas y ricas, en las cuales se destaca por encima de todo el protagonismo del Reino de Castilla en la Cruzada, excluyéndose la valiente labor de Sancho VII de Nabarra que nos indica la carta de Blanca de Castilla. Solo mediante la tradición oral, que cuenta con el reflejo en alguna composición popular con su libertad imaginaria compositiva incluida, se mantuvo muy vivo el recuerdo inmediato de la gran victoria para la cristiandad dentro de las fronteras del Reino de Nabarra.

Tras la muerte de Sancho VII de Nabarra, su sucesor y sobrino Teobaldo I rey de Nabarra y IV conde de Champagne, el cual es primer monarca nabarro perteneciente a la casa francesa de Champagne, valga la redundancia, mandó construir un sepulcro colocado en el centro de la iglesia de la colegiata de Orreaga, “(…) rodeado de una verja de hierro procedente del palenque o vallado que Mohamed Aben Yacub tuvo en su campamento de las Navas de Tolosa y traído por Don Sancho como trofeo de aquella memorable batalla. A cada lado del nicho cuelga en trozo de algo más de dos metros cada una de las cadenas traídas por Don Sancho.” Es en este preciso instante cuando encontramos la primera referencia explicita a las cadenas. Como podemos comprobar es realizada por un rey de Nabarra de origen francés.

En ese mismo siglo XIII, es cuando el poeta francés Guillermo Anelier escribió unos versos en lengua occitana o provenzal. Este escrito fue a raíz de los sucesos acaecidos durante la guerra de la Nabarreria del año 1276 en Iruñea. En él, el trovador francés, hace la primera referencia específica a la ruptura de las cadenas, a la valentía del monarca Sancho VII de Nabarra en la batalla de las Navas de Tolosa y a su magistral manejo de la maza.

Ya en el siglo XIV, aproximadamente en el año 1387, el obispo nabarro de Baiona García de Eugui, realiza una pequeña mención a las cadenas en su obra, la cual trata de presentar de manera independiente la historia de Nabarra. Este trabajo es su Crónica General de España, la cual está escrita en romance nabarro según el método tradicional de la época, arrancando desde la Creación y debiéndose en la muerte de Alfonso XI de Castilla. Todo ello es debido al estar el autor muy influenciado por la historiografía castellana, pero sin contar con ninguna aportación novedosa salvo la introducción en la misma de un apéndice que incluyó al final de su relato. Este añadido es una genealogía, relativamente amplia, de los Reyes de Nabarra, que viene a sumarse con cierta anticipación a las escasas historias particulares del Reino nabarro durante la Edad Media. Concretamente la mención sobre las cadenas nos dice lo siguiente: Este rey don Sancho ganó allí las cadenas et tiendas que son oy en Nabarra et mucho mas”. Pese a todo, teniendo en cuenta que el verbo ser también significa estar en el romance nabarro de ese siglo, podemos entender que para llegar a esa afirmación se basa en los escrito por Teobaldo I de Nabarra y IV de Champagne, junto al poema del francés Guillermo Anelier, pero García de Eugui nunca nos menciona que estas fueron incorporadas al escudo del Reino de Nabarra, sino que están en algún lugar dentro de su territorio junto a unas tiendas y mucho más.

Entrado ya el siglo XV, concretamente en el año 1454, Carlos de Trastámara y Évreux o simplemente Carlos de Aragón príncipe de Biana y legítimo heredero a la Corona del Reino de Nabarra, hace un alegoría entusiasta de lo ocurrido en la batalla de las Navas de Tolosa en su obra Crónica de los Reyes de Navarra, la cual está escrita en castellano. “Después de esta batailla de negros, estaban tres mil camellos encadenados el uno con el otro; y más adelante se explica así: é el rey de Navarra tomó el dicho cadenado de los camellos é las tiendas, é conquistó las cadenas por armas y assentolas sobre las Ariestas, con un punto en medio de sinople”. Al leerle al príncipe nabarro, entendemos que Sancho VII de Nabarra, tras la cruenta batalla, toma el cadenado que encadenaba a 3000 camellos, por tanto no el cadenado de los esclavos, junto a las tiendas. Esta toma es llevada a cabo por las armas (maza o espada, no especifica cual, quizás ambas) y por primera vez da a entender que Sancho VII de Nabarra las coloca en el escudo del Reino Pirenaico, concretamente sobre las Ariestas (para el particular imaginario del príncipe de Biana este era el escudo de Nabarra primogénito) junto a un punto de sinople (verde) en medio, es decir, tampoco hay referencia alguna a la esmeralda.
 
Es difícil entender de donde sacó la información Carlos de Aragón sobre la inclusión de las cadenas en el escudo del Reino de Nabarra, cuando su propio emblema heráldico no lleva por ningún lado las mismas sino el escarbunclo. De todas formas podemos considerar que esta es la primera referencia directa a Sancho VII “el Fuerte” y su supuesta valerosa acción en las Navas de Tolosa, las cadenas y el escudo de Nabarra.

Tal vez, su personal y romántica interpretación del escudo de Nabarra real y auténtico, el carbunclo cerrado y pomelado, y su conversión en unas cadenas, le venga por la explicación dada por su abuelo, Carlos de Évreux, III de Nabarra, al decretar el Privilegio de la unión de los Burgos de Iruñea, con la otorgación de un escudo para dicha ciudad en el año 1423. La explicación dada por este rey de Nabarra para el escudo de la capital del Reino vascón dice así: (…) Et un pendon de unas mesmas armas, de las quolles el campo sera de azur; et en medio aura un leon pasant, que sera dargent; et aura la lengoa et huynnas de gulean. Et alrededor del dicto pendon aura un renc de nuestras armas de Nauarra, de que el campo sera de gulean et la cadena que yra alrededor, de oro. Et sobre el dicto león, en la endrecha de su exquina, aura en el dicto campo del dicto pendon una corona real de oro, en senyal que los reyes de Nauarra suelen et deuen ser coronados en la eglesia Cathedral de Santa Maria de nuestra dicta Muy Noble Ciudad de Pomplona”.
 
 Como podemos interpretar sin exaltamientos románticos, Carlos III de Nabarra indica que alrededor (o en bordura como se dice en heráldica) están las armas de Nabarra, es decir sobre fondo de gules (rojo) debería estar el escarbunclo cerrado y pomelado con un losange de sinople, pero al no poder incluir la totalidad de éste, solo será el cierre del escarbunclo, por supuesto pomelado, puesto a modo de cadena. No menciona por ningún lado su plural, cadenas. Además al comprobar el primer sello de la ciudad, podemos ver que no aparecen cadenas, sino lo anteriormente mencionado.

La Crónicas de los reyes de Navarra del Príncipe de Biana, que según muchos eruditos, guardan una estrecha relación con el apéndice realizado por el obispo de Baiona García de Eugui. También debemos conocer que dicha obra de Carlos de Aragón fue reproducida en varios manuscritos posteriores. Estos nuevos autores, además de ampliar nuevos pasajes históricos posteriores a la muerte del Príncipe nabarro, modificaron en mayor o menor grado lo escrito por Carlos de Aragón, príncipe de Biana, e incluso añadieron significativamente nuevas aportaciones o apreciaciones entorno a lo ocurrido en las Navas de Tolosa.

Pero creo que no es necesario continuar con estas copias posteriores a la realizada por Carlos de Aragón, las cuales están innegablemente modificadas. La apreciación sobre el escudo del Reino de Nabarra llevada a cabo por el Príncipe de Biana y de Girona, produjo el primer debate sobre si son cadenas o es un escarbunclo cerrado y pomelado el verdadero escudo del Reino Pirenaico. Este debate se creyó zanjado tras la aportación en el año 1496 de Garci Alonso de Torres, rey de Armas del Reino de Aragón, mediante las siguientes palabras: “......traen los dichos rreyes de Navarra aquellas cadenas. Pero a esto yo no sé qué rresponda, salvo que las harmas que traen los dichos llamamos en harmería escarbunclo, y no cadenas, porque si cadenas fuese no era neçesario quitarle el nombre,.......” (Información facilitada por el heraldista nabarro Jaime Albillos Arnaiz).

Es ya en el año 1560, con la Nabarra surpirenaica totalmente ocupada, cuando de nuevo aparece una mención a Sancho VII de Nabarra. Isabel de Valois, princesa de France y prometida de Felipe II de España, entró en la ciudad de Iruñea. Esta fue acompañada por Antoine de Bourbon, rey consorte de Nabarra (la libre y soberana al norte del Pirineo) hasta los Pirineos, ante la negativa de la soldadesca española de dejarle acompañar hasta el Ebro, donde consideraban él y su mujer la legítima reina Juana de Albret, III de Nabarra.

Bien, ya en el desfile procesional que tuvo lugar desde la puerta de San Lorenzo hasta la Catedral, además de arcos de triunfo, otros distintivos relativos a la paz y al buen gobierno que se auguraban para el Reino de España, se dispusieron cuatro figuras de reyes de Nabarra. El regimiento imperial español, donde no faltaron los nobles beaumonteses y también agramonteses surpirenaicos que guardaban lealtad a la monárquica española, indudablemente extranjera y usurpadora para los legitimistas nabarros, de los Habsburgo o Austria, sencillamente por intereses económicos personales, eligió los cuatro monarcas vascones que consideraron que encarnaban mejor la identidad de Nabarra como Reino, eso sí, dentro de la Monarquía de España, y también los que convenía para el imperio español que conociesen sus ilustres visitantes franceses. Como no podía faltar esta entre ellos Sancho “el Fuerte”. Este fue el momento por primera vez, que se promulgó la vinculación hispánica y reconquistadora de Sancho VII de Nabarra, la cual estaba evocada particularmente en las cadenas de su escudo “que rompió y ganó las cadenas al Mirava, rey de Marruecos, en […] las Navas de Tolosa”.

Bien, como podemos comprobar, es en ese preciso instante de la historia, 348 años después de que el rey de Nabarra, Sancho VII “el Fuerte” acudiera a la batalla de las Navas de Tolosa, en una Iruñea ocupada por el invasor español, con la nobleza surpirenaica de Nabarra sometida y colonizada, cuando surge la falsaria idea manejada hasta la saciedad por el nacionalespañolismo, por la cual, Navarra participó en la reconquista y reintegración de España, cuando realmente no le quedó otra opción al rey de los nabarros ante las amenazas provenientes del Papado.

2012/08/16

Reivindicación: agosto 15, 778

Reivindicación: agosto 15, 778
Arantzazu Amezaga Iribarren, bibliotecaria y escritora
http://www.noticiasdenavarra.com/2012/08/16/opinion/colaboracion/reivindicacion-agosto-15-778

En su guerra de primavera de 778, CarloMagno como es llamado por la Historia, cruzó el desfiladero vascón viniendo del norte y tras una toma de Iruña, se dirige a Zaragoza donde planta un sitio que no ha de prosperar. La resistencia de la ciudad, el calor agobiante y el calendario que marcaba los tiempos precisos para el retorno a los cuarteles de invierno, por las montañas, le hacen desistir del propósito de tomar la ciudad.

Derrotado en sus propósitos, retorna el camino hacia el norte y quizá, previendo una resistencia vascónica, incendia Pamplona, dejando atrás tierra quemada y terror y, por el valle de Esteribar, inicia su marcha al norte, en dirección al desfiladero de Ibañeta. A la cabeza de la retaguardia del ejército conformado por unos 20.000 hombres, va Roldán, su sobrino e hijo incestuoso según la leyenda, hábil y atroz guerrero en quien confía para detener las maniobras guerrilleras que se van sucediendo, en advertencia de la final.

La batalla tuvo lugar en Errozabal. Dueños de los altos del desfiladero, con una estrategia bien programada y astutamente urdida, los vascones logran, no tan solo la muerte de Roldán, sino la de todo el Estado Mayor o los 12 Pares de Francia (en la Historia pocas veces se registra un hecho semejante) y la mortandad de parte del ejército, incapaz de defenderse, preso entre las paredes del desfiladero que, de ser camino de retirada, se convierte en trampa mortal. Realizada la venganza por la suerte sufrida por la ciudad y sus habitantes, los vencedores se repliegan en sus montañas. Parece que no hubo botín.

Sabemos de lo sucedido por El Cantar de Roldán, hermosa pieza literaria, por el Codex Calixtinus, por los maravillosos vitrales de la Catedral de Chartres, fuentes primaras de los acontecimientos, registrados por el lado francés. Lo cierto es que en pocos archivos se personaliza al líder de los vascones, Eneko Aritza, nombre simbólico en su significado vasco, aunque felizmente es retenido por la memoria colectiva. Su hijo resultaría rey del reino de Pamplona, más tarde denominado Nabarra.

Fue la única derrota militar de CarloMagno, de ahí el adorno artístico y literario que la circunda, acercándola a la victoria. Hasta su desenfrenado galope a uña de caballo para salvar su vida, cruzando con alivio el Garona para acceder a su salvación, como alma que lleva el diablo, se reseña como una leyenda donde el viejo pecado de incesto y la contrición final, forman parte de la sublimación. El militar por un poco, casi nos resulta santo. El apóstol Santiago le avala.

Aunque las glorias bélicas no me resultan simpáticas, ésta lo es, desde el punto de vista vascón, porque no se trató de guerrear por guerrear, ni de abatir por abatir, ni tan siquiera de conquistar terreno ni aumentar glorias personales ni de obtener botín. Aprovecharon la geografía del desfiladero para rematar un desagravio.

Los vascones carecían de las armas poderosas de su adversario, no eran militares de profesión y eran inferiores en número. Pero eran gente que sabían del valor de la vida, tenían conciencia de la propiedad de su suelo y del límite de sus fronteras, conocimiento preciso de su geografía. Eran descendientes de un pueblo viejo, anterior a Roma, que mantuvo actividad guerrera de defensa, no de expansión, cuestión en verdad honrosa y algo excepcional en aquellos tiempos.

Si la Historia la escriben los vencedores, ¿por qué en Orreaga carecemos de una estatua simbólica de lo que allí ocurrió y de actos oficiales realzando lo sucedido? ¿Por qué los héroes exaltados resultan los vencidos? ¿Por qué se nos niega el mérito de ese hecho de armas a los vencedores? ¿Por qué la toponimia recoge los nombres de los vencidos que eran extraños y adversarios, sanguinarios e incendiarios?

Siempre que llega este recordatorio histórico, me acerco al poema de Arturo Campion y lo releo, admirando que un intelectual de hace un siglo, despierto a la Historia y a la literatura, buceara en la verdad histórica de aquel suceso de 778, volviéndolo documento precioso en lengua vasca, la hablada por aquellos hombres, y que permanece intacta en la denominación de sus lugares, dando ocasión para reivindicar y festejar la gesta como una heroica defensa de nuestro territorio, de nuestra sobrevivencia como pueblo. Si seguimos sintiéndonos vascos es porque ellos lucharon para que tal valor perdurase por los siglos.

Sueño con que algún día los libros de Historia manejen en sus páginas hechos como el de Orreaga, dejando aparte la sistemática adulación de los hombres de guerra que han llevado a la Humanidad al sacrificio, sin más fundamento intrínseco que la de ensalzarse como emperadores o caudillos, enriqueciendo sus arcas y aupando a familia y amigos, a costa de los vencidos. Que llegue el tiempo en que la Historia se narre desde el ángulo doloroso y desgarrador que estos hombres, entre ellos CarloMagno, nos han costado en gravoso padecimiento.

2012/08/15

15 de agosto, el día de nuestra libertad

15 de agosto, el día de nuestra libertad
Iñigo Saldise Alda
El 15 de agosto es la efeméride más importante para la Nación nabarra, siendo solo equiparable esta a la que tienen otras Naciones, como por ejemplo la más cinematográfica y conocida en el Mundo de todas, la estadounidense y su 4 de julio. Ellos celebran su día de la independencia, nosotros el día en el cual demostraron nuestros antepasados su deseo natural de libertad.

Aquel 15 de agosto del año 778, una gran fuerza organizada de vascones independientes o nabarros, planeó y venció al ejército más poderoso de esa época, la tropa franca de Carlomagno, como venganza tras el asalto y la destrucción de Iruñea llevada a cabo por esas huestes extranjeras y por consiguiente invasoras, que no podían someter y controlar el espacio natural de los nabarros, el Pirineo.

La importancia de aquel acto es mucho más transcendental de lo que nos mostraban, y a día de hoy muestran, en las escuelas coloniales y colonialistas españolas y francesas, donde incluso la presencia de los nabarros, en aquella sangrienta y cruenta batalla, es puesta entredicho. Incluso desde sectores teóricamente del País, se ha llegado a desacreditar la importancia de lo ocurrido aquel 15 de agosto del año 778, lo cual es realmente triste y lamentable.

Negar u ocultar que hubo una presencia nabarra en aquella acción política y también indudablemente militar, es bien un acto de colonialismo extranjero, concretamente español y/o francés, o bien un acto de traición si este viene de esos supuestos agentes de nuestro País, ya que a continuación siempre aparece la negación de la existencia de Estado nabarro independiente, soberano y muy bien organizado, que ha llevado a algunos planteamientos políticos de finales del siglo XIX a rechazar e incluso contradecir nuestra historia política, fructífera y próspera a lo largo y ancho de muchos siglos.

Para cualquier patriota nabarro, lo ocurrido aquel 15 de agosto del año 778, debe ser un ejemplo. Nuestros antepasados celosos de su libertad, lucharon y derrotaron con los medios que poseían a finales del siglo IX, a un imperial y colonial tirano invasor. Hoy orgullosos de nuestros antepasados, debemos encontrar la vía más apropiada, dentro del marco mundial actual de principios del siglo XXI. con todo lo que ello conlleva, y recuperar ese viento de libertad que recorre aún hoy día las cumbres de nuestro Pirineo.

2012/08/14

El 15 de agosto y la desconquista

El 15 de agosto y la desconquista
Tomás Urzainqui Mina, jurista e historiador nabarro
http://www.noticiasdenavarra.com/2012/08/14/opinion/tribuna-abierta/el-15-de-agosto-y-la-desconquista

En 1512, el 27 de noviembre, la bandera roja, con barras pomeladas y doradas, fue abatida por los soldados españoles que habían parado el intento de los navarros, mandados por el rey Juan de Labrit, de recuperar la capital de Navarra. Mañana, día 15, la bandera roja ondeará a los vientos de Ibañeta, Astobizkar, Lepoeder y Bentartea en recuerdo del inicio de la independencia de Navarra el año 824.

Pronto se intentó difuminar el hecho de la batalla de Orreaga, qué es lo que allí había pasado, quiénes intervinieron y sobre todo qué consecuencias tuvo. Está probado el hecho en sí, sucedido el 15 de agosto de 778, y quienes combatieron, de un lado por los textos conservados de Éginhard y, por otro, más incuestionable, con los efectos que dicha batalla trajo consigo para las personas que derrotaron a los francos y a las que vivían alrededor de Orreaga (Roncesvalles) entre el Garona y el Ebro, especialmente la consolidación de la independencia de los vascones con su reino de Pamplona, tras liberarse de los francos. El primer documento de que se tiene noticia son los Anales carolingios, redactados por los clérigos de la capilla palatina, mientras que el autor de Vita karoli Magni fue Éginhard, bajo el reinado de Luis el Piadoso (814-840), hijo de Carlomagno (768-814), recogiendo el ataque durante el paso de los Pirineos, a manos de los vascones -al regreso de la expedición a Hispania- que sufrió su ejército, después de haber derribado las murallas de Pamplona-Iruña.

En cada época, se ha utilizado la batalla de Orreaga, relacionada con la leyenda de Compostela, para diversos fines políticos. Sobre el hecho cierto, de una victoria de los vascones, se han superpuesto relatos figurados, a cual de ellos más fantasioso, si cabe, así los temas de Santiago, La Chanson de Rolan, Castilla seudoprotagonista y Las calumnias a los navarros que, con evidente intencionalidad, en la práctica han ido negando la realidad política y el derecho a existir a la sociedad circumpirenaica vascona o navarra, que objetivamente no es francesa ni española.

El Papa Calixto II (1119-1124) convocó una cruzada que le permitió a su sobrino Alfonso VII, heredero de los tronos de Castilla y de León, proclamarse emperador. Para ello, según Turpín, arzobispo de Reims, en su relato llamado Proto Turpín, Carlomagno, incitado por Santiago, había marchado a conquistar y liberar la tierra de musulmanes. En aquel tiempo, alguna crónica expone, ya que las tropas de Carlomagno en vez de haber sido derrotadas no ya por los sarracenos -según la impostura de la Chanson de Roldan- cuando volvían a Francia, habrían sido derrotadas nada menos que por los castellanos, que les habían impedido regresar a su suelo. En la Crónica del emperador Alfonso VII, la imagen que se refleja de Carlomagno no es la de su biógrafo Éginhard ni la de los Anales carolingios, sino la de la apología política de la cual el seudo Turpín es un testimonio "...el rey del imperio de Toledo, este era Alfonso que tiene el título de emperador, y que seguía los altos hechos de Carlomagno, ya que quería ser igual que él", partidario de una visión que asumía el sueño de una supuesta soberanía española hasta el río Ródano, que habría existido según el monje de Silos antes de la invasión visigótica: "los reyes españoles gobernaron del Ródano hasta el mar que separa Europa de África".

En el manuscrito llamado Libro de los Milagros, incluido en el Codex Calixtinus, figura un pasaje que constituye la urdimbre de una falsificada historia de Navarra a partir de una supuesta leyenda imputada a Julio César. Esta versión en los manuscritos anteriores no figura. Se dice en él que los navarros no forman un pueblo homogéneo. Son producto de tres poblaciones diferentes: los nubianos, los irlandeses -llamados en el texto escoceses- y los caudati de Cornualles. Según el texto, estas poblaciones serían invasoras y habían expulsado a los españoles de las regiones que les pertenecían en propiedad.

A ellos se une la enloquecida presencia bajo Carlomagno del emperador de España, el rey de Castilla Alfonso VII, para el cual los navarros eran sus adversarios. Lo que convierte en la excusa propicia para apropiarse del reino de Navarra, cuando la presentación de sus habitantes como semisalvajes, justifica implícitamente una conquista de los mismos por Castilla bajo los colores aparentes de una empresa civilizadora. Lo que fue el prolegómeno de las conquistas por Castilla de la Navarra marítima y riojana en 1175-1200, así como la Alta Navarra en 1512 y la Baja Navarra en 1620 por los franceses.

Esta sociedad continúa conquistada y por eso padece la pesada subordinación y dominación. Palabras que hasta ahora eran tabú. La conquista es el mayor robo que se puede cometer a una sociedad, pues se trata del robo de todos sus derechos. A partir de la conquista, que siempre es continuada hasta que se produce la desconquista, la sociedad conquistada ya no tiene sus derechos, sino que le otorgan algunos de la sociedad conquistadora, no todos. No podrá decidir con libertad por sí misma, ni colectiva ni individualmente. No se nos diga que ha pasado mucho tiempo. Los navarros siguen sin poder libremente decidir, disponer, proteger, elegir, invertir, legislar, conocer, estudiar, saber, cuidar, ahorrar, solidarizar, combatir, denegar, organizar, planificar, administrar, trabajar, curar, prever, defender, guardar, conservar, investigar, construir, ayudar, con quien y con quienes queramos, lo que queramos, cuando queramos, como lo queramos. Todo eso ahora a los navarros no nos está permitido porque estamos conquistados. La historia nos posibilita saber por qué estamos ahora conquistados. Hoy la desconquista se basa en el conocimiento de la conquista y en la decisión de acabar con ella.

Independentzia da gure «marko demokratikoa»

Independentzia da gure «marko demokratikoa»
Asier Ezpeleta Jauregi. Orreagako kidea

Herri konkistatu bat gara. Zapaldua. Indarrez. Mendeetan zehar. Eta garrantzitsua da, ezinbestezko baldintza, honetaz kontziente izatea egunen batean egoera hori aldatu eta independente izan nahi badugu.

Egoera hau estatuek indarrez, nahita, kontzienteki inposatzen digute. Eta gainera beraien legeek babesturik. ‘Legalki’. Estatu hauek biolentzian oinarrituak daude. Indarrez beraienak egin dituzten lurraldeetako herriak, egunen batean beraien bidea libreki, estatu zapaltzaileengandik aparte, egin ez dezaten. Espainiako konstituzioaren lehen lerroak irakurtzen hasi besterik ez dago honetaz jabetzeko. Hau ere argi izan behar dugu. Kontziente izan eta ez ahaztu. Nola lortuko dugu bestela ba independentzia? Zapaltzen gaituzten estatuak demokraziaren kontrakoak dira. Herri bat zapaldua mantentzen duen estatu batek ezin du inoiz demokratiko izan. Ezta egunero hauteskunde batzuk konbokatuta ere.

Independentzia estatu hauen aurka lortuko dugu. Egoera antidemokratiko batean gaude, gure aurka indarra erabiltzea egunerokoa eta gainera «legala» den ingurune batean. Independentzia eta demokrazia ez dira inoiz lortuko beraien kolaborazioarekin, hitz eginaz, konbentzituz, beraiek ezarritako instituzio eta hauteskunde antidemokratikoekin...Beraien helburua, nahia, desioa, kontrakoa baita: Euskal Herria, betirako, beraien estatu inperialisten parte izatea, hain justu ere.Hori ere garbi izan behar dugu. Kontrakoa pentsatzea denbora eta indarra alferrik galtzea da. Independentzia lortu arte ez da demokraziarik egongo herri honetan. Demokrazia independentziarekin etorriko da.Eta independentzia ezinbestekoa dugu gure herria eta nortasuna babestu nahi baditugu.

Horretaz jabetu ziren euskaldunon arbasoak 778ko abuztuaren 15ean, eta modu egokian borrokatu zuten gure nortasunaren defentsan Orreagan. Ospa dezakegun garaipen gutxienetako bat da. Gogora eta ospa dezagun beraz egun seinalatu hau, Orreaga taldeak, beste urte batez, Pasai Donibanen antolatu duen Askatasunaren jai nazionalera hurbilduz.

2012/08/13

La democracia empieza con la independencia

La democracia empieza con la independencia
Alots Gezuraga, miembro de Orreaga

Los vascos nos autodeterminamos en Orreaga: fundamos nuestro Estado desde las bases del primer intento que fue el Ducado de Baskonia. Nuestro "Askatasun Eguna" o "Día de la Independencia" fue el 15 de agosto del año 778 en el que derrotamos al poderoso ejército imperialista franco, ratificándolo después en el año 824 en la Segunda Batalla de Orreaga, en el mismo lugar contra el mismo y empecinado enemigo, al elegir entre todos los vascones que participaron a nuestro jefe de gobierno: Eneko Aritza.

El poder de los imperialistas en nuestra tierra se basa en tener un ejército que nos derrotó y que subyuga a nuestro Estado. Desde entonces, el imperialismo viene periódica y constantemente erosionando a nuestro pueblo: nuestra cultura (mediante los medios de comunicación o la enseñaza por ejemplo), nuestras leyes (con la supresión foral) o nuestro idioma (hoy por hoy unos pocos en zonas aún no desnaturalizadas son capaces de vivir íntegramente en euskera).

Los imperialistas también están condicionando negativamente nuestra economía, como está quedando aún más evidente estos últimos años. España y Francia tienen unos intereses económicos diferentes a los nuestros (e intereses políticos contrarios), por tanto es imposible que España o Francia nos representen adecuadamente en foro alguno. En la configuración mundial y de la Unión Europea, presente y futura, si uno no es un Estado, el poder de decisión es nulo. "La libertad es un factor determinante de desarrollo económico, solo hace falta constatar que los países más libres son los más desarrollados".

Hoy por hoy, a los imperialistas no les hace falta tener permanentemente tanques en nuestras calles, les basta con aprobar leyes contra nuestros intereses y después pagar a políticos, funcionarios, policías y jueces para que las hagan cumplir. Hay que recordar a los más olvidadizos que donde hay un problema nacional, no hay democracia, es imposible. Es más, si no hubiera un problema nacional, no estaríamos aquí, al dejar de resistir, simplemente, habríamos dejado de existir.

La llamada "Transición Democrática" en España nunca ha existido ni se ha pretendido, entre otros muchos aspectos porque no se han respetado las voluntades de los antiguos Estados con sus naciones o pueblos aún vivos, ni ha habido separación de poderes e incluso los Estatutos de autonomía han quedado en agua de borrajas. Un supuesto pacto, donde una de las partes puede romperlo cuando quiera y la otra no, no es más que una imposición de conveniencia para los imperialistas y sus colaboradores.

Ante este panorama, los partidos políticos con siglas vascas, aseguran que su principal objetivo es democratizar el imperialismo (el único que manifiestan tener actualmente) y hacia el cual están dedicando toda su estrategia y energía política -desde hace décadas los unos y desde hace meses los otros-, para ello llevan a la metrópoli, una y otra vez, proyectos que permitan "encajarnos" en el entramado administrativo-policial del imperialismo (como el Plan Ibarretxe o el acuerdo Amaiur-ERC por citar los intentos más recientes).

Para democratizar un Estado imperialista, previamente, deberíamos aceptar los nabarros participar voluntariamente de las mayorías y minorías del mismo con mecanismos que nos permitieran salirnos si en un momento dado no nos interesara continuar: y eso jamás ha ocurrido (ni ocurrirá). Democratizar España o Francia para que reconozcan después su ocupación militar de Nabarra o la creación un nuevo Estado vasco, es un trabajo superior a recuperar la independencia directamente sin ese paso previo (y que pasaría por cambiar la mentalidad imperialista de todos los españoles y franceses).

No hubo un referéndum originario para crear los Estados que nos oprimen (ni siquiera tras el franquismo desde el que se gestó el actual "segundo franquismo"), ni hubo incorporaciones voluntarias a los mismos de territorios de otros Estados (Bretaña o Nabarra por ejemplo), ni esos Estados imperialistas consentirán referéndum alguno en ese sentido (salvo que tengan claro que lo van a ganar por goleada ante nuestra inducida debilidad). Democratizar España o Francia solo tendría sentido si nuestro pueblo hubiera dejado de luchar por ser libre.

Qué diferente es en realidad el derecho de autodeterminación que tan bien explicó el líder ruso Lenin: "El derecho de autodeterminación de las naciones significa exclusivamente el derecho a la independencia en el sentido político, a la libre separación política de la nación opresora".

El derecho de autodeterminación, nada tiene que ver con el circo electoral imperialista, está totalmente al margen: nosotros decidimos si dejamos de resistir y dejamos de ser nabarros o recuperamos nuestra libertad siempre y cuando seamos capaces de concentrar nuestras fuerzas y consensuar una estrategia una vez más como en Orreaga: unilateralmente como entonces, no hay que pedir permiso a nadie y menos a los imperialistas (incluso si se decide refrendarlo después en un referéndum popular, las condiciones de éste se marcarán unilateralmente y siempre que se esté seguro de que se va a ganar). Es más, la ONU respalda en virtud de una resolución del Tribunal Internacional de la Haya del 15 julio del año 2010, la declaración unilateral de independencia de países como el nuestro. En un país ocupado, el tan cacareado como incomprendido "derecho" o mejor "ejercicio" de autodeterminación, es la declaración unilateral de independencia: y ninguna otra cosa.

Sin el ejercicio de autodeterminación no existe pueblo, el pueblo que no se autodetermina diariamente, simplemente, desaparece. En nuestro caso, nuestra diaria negación a ser españoles o franceses es nuestro ejercicio de autodeterminación nacional, lo mismo que nuestra determinación hoy de recordar nuestro "Askatasun Eguna". Ser consciente de que somos un Estado y una nación militarmente ocupada, cambia toda la estrategia política de este pueblo y nuestra posición ante la opinión internacional, desmonta muchos mitos y siglos de "síndrome del colonizado" que nos han ido conduciendo al actual aparente camino sin salida. No existe una colonia francesa o española que no se haya independizado por sus propios méritos y tras fuerte resistencia de la metrópoli (y han sido muchas las colonias que como nosotros han padecido su explotación y ya no la padecen).

Es la época de nuestro I+D+i político, es decir, la independencia; sin ella no hay democracia. Como dice un patriota amigo mío: "Es un camino largo, pero también el más corto".

http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2012/08/13/opinion/tribuna-abierta/la-democracia-empieza-con-la-independencia

2012/08/11

2012, la colonización española sobre ruedas


2012, la colonización española sobre ruedas
Iñigo Saldise Alda

El próximo sábado, día 18 de agosto del año 2012, dará comienzo la vuelta a España en la capital de nuestro Estado, violenta e injustamente transformada en colonia española junto a las tierras del sur del Pirineo, mientras que son parte de la colonia francesa las nabarras tierras del norte de los Pirineos. Todo ello, indudablemente debido a las ilegítimas  acciones bajo el criminal amparo de la fuerza terrorista de las armas. Unas acciones llevadas a cabo desde el siglo XI hasta el siglo XVII, originariamente por el germen del Reino imperial español (Castilla-León y Barcelona) y finalmente por el Reino de Francia, hoy estructurado políticamente como una República, pero sin perder ese sentimiento imperial que ya poseía cuando era un Reino.

Alguien puede pensar que la elección de Iruñea, la ciudad de los vasco(ne)s o simplemente nuestra ciudad, haya sido una pura o mera casualidad. Un error interiorizado por el gran grado que colonización que llevamos soportando desde hace 500 y algunos, los nabarros occidentales, más. Simplemente debemos saber e interiorizar, si pensamos eso, que estamos equivocados.

Repasando la historia de nuestra Nación nabarra, sabemos que este año se han cumplido los 500 años de la brutal e ilegal invasión de nuestro Estado, en forma de Reino, soberano e independiente, lo que conllevó la posterior ocupación española de Iruñea. Así pues, ya después de 500 años de la ilegítima ocupación de nuestra ciudad causada por las tropas invasoras españolas del duque de Alba, y por supuesto gracias a la labor nacionalista y colonizadora española llevada a cabo por una señora castellana de ideología innegablemente nacionalespañola y de ultraderecha, es decir, una persona no nabarra y fascista, junto a su servicial entorno político español y por consiguiente anti nabarro, nos vemos los nabarros en la imposición maligna de tener que soportar el fastuoso y costoso despliegue deportivo, policial, militar, médico,… y  lo más impertinente, mediático español de indudable carácter colonizador, montados esta vez en la totalidad de las bicicletas, motos, coches, furgonetas y camiones que corren en la denominada Vuelta a España. Como dato histórico, el origen de esa carrera ciclistas española se remonta al año 1935, concretamente en tiempos de la II República de España, gracias a la labor de los españoles Juan Pujol de Barcelona y de Clemente López Doriga de Santander.

Esta parafernalia imperialista española, una vez más, les va a servir a los nacionalistas españoles para justificar lo injustificable ante la opinión pública mundial, después de haber llevado a cabo la falsificada e ilegal usurpación de las tierras de Nabarra existentes al sur del Pirineo, vamos, modelo semejante a lo que hacen los franceses con su Tour de France.

Concluyendo, tanto la política imperial y colonial española, como la francesa, incluso la derivada desde espectáculos deportivos diversos, es algo que no debemos aceptar y tampoco acatar los auténticos nabarristas, nabartzales o sencillamente, los patriotas nabarros.

2012/08/10

El 15 de agosto, una verdad rodeada de falsedades


El 15 de agosto, una verdad rodeada de falsedades
Tomás Urzainqui Mina, jurista e historiador nabarro

Pierre Narbaitz, al igual que los autores de otras muchas investigaciones, marca con cierta aproximación el lugar de la batalla, “el escenario, o por lo menos como punto de inicio, la tradicional vía romana Burdeos-Astorga, por encima de Ibañeta, sin duda no lejos de Bentarte”. Lo que coincide con el tramo de la calzada romana de seis metros de anchura que corta la ladera norte del Txangoa a lo largo de casi tres kilómetros, hoy en buena parte cubiertos por las hayas. Dicho lugar por su valor estratégico ha sido escenario de repetidos enfrentamientos armados, por ello y para proteger el idóneo paso de los ataques se levantó la torre de Urkulu y el Chateau Pignón o Castillo del Peñón. La mecánica de la batalla se desarrollaría, con rapidez, así, mientras se produce el agrupamiento del ejército vascón en la cara sur del Txangoa, permiten pasar a la mitad de la armada franca, dejándose a continuación caer desplegados ladera abajo por la vertiente norte del Txangoa sobre la calzada, en donde circulaba ya la retaguardia franca, formada por varios miles de soldados que, batidos con gran fuerza sobre la estrecha y alargada plataforma que forma la calzada, corren a refugiarse ladera abajo fuera de la misma donde son rematados por el resto del ejército vascón que allí les esperaba emboscado. El historiador Bernard Gicquel sugiere a este respecto que no fue Carlomagno sino su hijo, Luís el Piadoso, el que padeció el verdadero ataque de los vascones a sus tropas en Orreaga, pero el año 824. Entiende que los hechos atribuidos a Carlomagno en el 778 y el personaje de Roldán son ficticios y le sirven a Luís el Piadoso para excusarse de “haber sufrido allí una derrota, pues aquella desgracia ya le había ocurrido a su padre”. No obstante, están suficientemente documentadas las tres sucesivas batallas de Orreaga, en 778, 812 y 824. A consecuencia de esta victoria nace dicho año el reino de los vascones o de Pamplona con Eneko Aritza como primer rey.

En cada época, se ha utilizado la batalla de Orreaga, relacionada con la leyenda de Compostela, para diversos fines políticos. Sobre el hecho cierto, de una victoria de los vascones, se han superpuesto relatos figurados -a cual de ellos más fantasioso si cabe- que constituyen cuatro temas principales -Santiago, La Chanson de Roland, Castilla seudoprotagonista y las calumnias a los navarros-, que con evidente intencionalidad han ido negando la realidad política y el derecho a existir a la sociedad circumpirenaica que objetivamente no es francesa ni española.

Primero, “Santiago”. La más rotunda oposición conocida a la leyenda de Compostela la protagonizó el arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada, el 13 de noviembre de 1.215, antes a del comienzo del Concilio de Letrán IV. El arzobispo de Compostela pretendía la primacía sobre el de Toledo por alegar que Santiago -que jamás estuvo en Hispania- había sido el iniciador del santuario de Compostela. El de Toledo dijo que dichas afirmaciones no tienen “otro crédito que el que se puede conceder a los cuentos de las niñeras”. La antigüedad de la iglesia de Compostela según Jiménez de Roda data apenas de 109 años. Cesar Baronius (1538-1607), futuro cardenal, confesor del Papa Clemente VIII (1595-1605), funda su crítica a Santiago sobre la base científica del estudio de la “Leyenda de Compostela” y también sobre otros autores antiguos que habían ignorado la existencia de las leyendas compostelanas, en particular una carta del Papa Inocencio I (401-417) donde se aseguraba que Pedro y Pablo habían enviado no a Santiago si no a siete obispos para evangelizar España. En 1879 dicen que “se encuentra” el cuerpo de Santiago, mezclado con los cuerpos de sus dos discípulos; descubrimiento “autentificado” el 1 de noviembre de 1884 por la bula de León XIII. Sin embargo, dicho Papa no dice en absoluto como conclusión que las reliquias de Santiago estén allí, confirma únicamente la sentencia del arzobispo, la cual, según ella misma no habla más que de reliquias “que, se dice, se dicen son de Santiago el Mayor”. “Que se dice”, lo que está en contradicción con la afirmación de “que son”.

Segundo, “La chanson de Roland”. Hay autores que adjudican dicho relato al Obispo francés de Pamplona, Pedro de Anduque (1083-1115), como primer interesado en promover Roncesvalles, promocionarlo con el tema del piadoso Roland traicionado por Ganelón. La apuesta por poner en valor Roncesvalles a través de una infraestructura monástica que era preciso rentabilizar, por lo que, antes de 1.135, se redactó el relato relacionándolo con la vía de peregrinaje a Santiago que coincide con la instalación de los canónigos de San Agustín en el hospital de Nuestra Señora de Roncesvalles en el año 1.132. Una primera redacción del texto parece remontarse al año 1.133, en el cual todavía no se había insertado el famoso retrato contrario a los navarros. El mito literario de Carlomago y de Roldán, derrotado ahora por los musulmanes, tiene el efecto de haber incitado a las abadías a dotarse de este discurso novelesco, multiplicando las copias del seudo Turpín para intoxicar a los monjes con la ideología política y de cruzada.

Tercero, el seudoprotagonismo de Castilla. El Papa Calixto II (1119-1124) convoca una cruzada que le permite a su sobrino Alfonso VII de Castilla proclamarse “emperador”. Para ello, según Turpín, Arzobispo de Reims, en su relato llamado “Proto Turpín”, Carlomago incitado por Santiago marcho a conquistar y liberar la tierra de musulmanes. En este tiempo alguna crónica expone ya que las tropas de Carlomago en vez de haber sido derrotadas por los sarracenos -según la impostura de la Chanson de Roldand- cuando volvían a Francia, habrían sido derrotadas nada menos que por los castellanos que les habían impedido regresar a su suelo. En la Crónica “del emperador” Alfonso VII la imagen de Carlomagno que se refleja no es la de su biógrafo Éginhard ni la de los “anales carolingios”, sino la de la apología política de la cual el seudo Turpín es un testimonio “...el rey del imperio de Toledo, este era Alfonso que tiene el título de emperador, y que seguía los altos hechos de Carlomagno, ya que quería ser igual que el”. El rey de Castilla, en la “Crónica de Alfonso VII”, se declara, a propósito de su coronación como emperador partidario de una visión que asumía el sueño de una supuesta soberanía española hasta el río Ródano, que habría existido según el monje de Silos antes de la invasión visigótica: “los reyes españoles gobernaron del Ródano hasta el mar que separa Europa de África”. Poder imperial castellano al cual el arzobispo de Compostela añade una dimensión espiritual.

El cuarto, las calumnias a los navarros en el “Codex Calixtinus”. En la versión antigua del “Libro de los Milagros” se incluye un pasaje que constituye la urdimbre de una falsificada historia de Navarra a partir de una leyenda imputada a Julio Cesar. Esta versión en los manuscritos anteriores no figura. Se dice en él que los navarros no forman un pueblo homogéneo. Son producto de tres poblaciones diferentes: los nubianos, los irlandeses -llamados en el texto escoceses- y los caudati de Cornualles. Según el texto estas poblaciones habrían expulsado a los españoles de las regiones que les pertenecían en propiedad. Los caudati son los equivalentes de los cagots franceses, término por el que se designa a los leprosos. El hecho de que se les tenía como originarios de una línea no auténtica, que hacía de ellos seres humanos manifiestamente de segunda categoría. Que una tal asimilación de navarros a leprosos tenga su plaza en el “Libro de los Milagros”, a continuación de la primera versión del “seudo Turpín”, trata de sugerir la presencia bajo Carlomagno “del emperador” de España, el rey de Castilla Alfonso VII, del cual los navarros eran sus adversarios. En el momento que Alfonso VII de Castilla busca la ocasión propicia para apropiarse del reino de Navarra, la presentación de sus habitantes como semisalvajes, justifica implícitamente una conquista de Castilla bajo los colores aparentes de una empresa civilizadora. Lo que fue el prolegómeno de la conquista por Castilla de la Navarra marítima en 1.200, así como en 1.512 y en 1620 por los franceses.

El “peregrinaje de Santiago” que aparece en el manuscrito de Ripoll intensifica el discurso contra los navarros. Mientras que en la primera versión del “Libro de los Milagros” no lo llevaba más que en el último párrafo del “peregrinaje de Santiago”, que explica la manera muy poco amena de la presencia de esta población, de nuevo desarrolla una descripción de sus costumbres que va exactamente en el mismo sentido. Está hecha para recordar el origen imputado a los navarros. En esta versión, el tenor general es la identificación de los navarros con los gascones, comprendiendo de forma unitaria a toda Vasconia. Visten de la misma manera, se parecen por sus costumbres en la mesa y en el acostamiento colectivo, y por su lengua no menos animal que su manera de alimentarse. Su mentalidad también es comparable y parcialmente idéntica a la de los gascones reconocidos “deslenguados, borrachos, glotones”, con una exageración sensible en todos los dominios, en particular en lo referente al impudor.

Al manipular, a través de intencionados relatos fantasiosos, el acto victorioso de resistencia del pueblo vascón al imperialismo franco se convierte en una fuente de relatos literarios de velada apología de las conquistas. Así la justificación al expansionismo de Francia y España deviene desde este origen local intraeuropeo, por un efecto dominó en el inicio de las empresas coloniales de las naciones europeas en todo el mundo: Portugal, España, Holanda, Inglaterra, Francia ... El 15 de agosto es una buena oportunidad para acudir a Orreaga, siguiendo la convocatoria de Etxabarrengoa elkartea y Orreaga fundazioa, al acto que comienza a las doce horas en la Colegiata, para dejar testimonio de defensa y afirmación de la unidad, la libertad, el euskera y de la recuperación de la soberanía de esta sociedad, en el lugar de la victoria vascona que consolidó la independencia de Navarra. Pro Libertate Nabarra.
         http://tomasurzainqui.eu/index.php/eu/component/content/article/226                                                                                             

2012/08/01

ABUZTUAK 15: ASKATASUNAREN EGUNA

ABUZTUAK 15: ASKATASUNAREN EGUNA
Fermín Galparsolo

Zabaldu lagunen artean, ea talde eder bat elkartzen garen” izenburupean, ekitaldi baterako gonbidapen elektroniko bat jaso berri dut.

Ekitaldiko iragarkian irakurri dudanez, Orreaga taldekoek Abuztuaren 15ean, goizeko 12:30etan jarri dute zita Pasai Donibaneko Pietatean.  

“ASKATASUNAREN EGUNA: GURE ESTATUA BEHAR DUGU. INDEPENDENTZIA DA DEMOKRAZIAREN ABIAPUNTUA”,  da aukeratu duten leloa.

Munduko nazio guztiek ospatzen dituzte jai nazionalak. Nazio bakoitzak, bere historian bizitako momentu garrantzitsuak gogoratzea, herritarren naziotasuna sustatzeko bitarteko garrantzitsua dela bai dakite. 

Gure herriak, ospatu ez dakit, baina eduki, baditu jai nazionalak; ez, ordea, berak erabakitakoak. Estrategia politikoarekin gertatzen den bezala, zureak ez dituzunean, etsaiarenaz “komulgatu” behar.

Baieztapen hau, jai nazional propioak behar ditugula alegia, erabili dute antolatzaileek Abuztuaren 15ean “Askatasunaren Eguna” ospatzeko,  orain dela 1.234 urte, gure arbasoek herri aske izateko erabakia hartu zuten eguna gogora ekarriz. 

778. urteko egun hartan, gure arbasoek, urte batzuk beranduago Nafar estatua sortzeko aukera emango zuen garaipen militarra erdietsi zuten Orreagan.

Baina ekitaldiaren leloa irakurrita, Orreagako kideek ekitaldi folkloriko bat ospatzetik haratago joan nahi dutela ikus daiteke:
 
“ASKATASUNAREN EGUNA: GURE ESTATUA BEHAR DUGU. INDEPENDENTZIA DA DEMOKRAZIAREN ABIAPUNTUA”.  

Zertaz ari zaren jakinez gero, hamar hitzetan gauza asko esan daitezke. 

Ez dira geure herriaren historian ospatuak izateko moduko momentu asko, mende askotako zapalkuntza pairatzen bai gabiltza. 

Beraz, eta askatasuna berreskuratzen dugun egunaren zain, Abuztuaren 15a, gure herriaren behin behineko jai nazional  gisa ospatu beharko dugu, noizbait geure arbasoak estatu propio bat eraikitzeko gai izan zirela gogoratuz, eta etorkizunean guk, gure seme-alaba edo bilobek benetako askatasun egun bat ospatzeko aukera izango dugunaren esperantzaz.

Zabaldu lagunen artean, ea talde eder bat elkartzen garen!

NABARRAKO ERESERKIA

Nabarra, reflexiones de un Patriota

Reflexiones de un Patriota by Iñigo Saldise Alda

ASKATASUNA = Baskoinak x Nafar Paradigma

"PRO LIBERTATE PATRIA GENS LIBERA STATE"

"Aberri askearen alde jende librea jaiki"

"De pie la gente libre a favor de la libertad de la patria"

Navarre shall be the wonder of the world

by WILLIAM SHAKESPEARE

EUSKARA-LINGUA NAVARRORUM

EUSKARA-LINGUA NAVARRORUM

©NABARTZALE BILDUMA 2011

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