2009/11/12

HITZALDI


Castillos alaveses que defendieron Navarra
Iñaki Sagredo

Azaroaren 19an Osteguna 20:00an
Aldabe Gizarte Etxean
Gasteiz


Para la vida de una persona mil años es una eternidad, pero para la vida de un pueblo, parafraseando al tango, mil años no es nada, es volver la mirada.

Y eso es lo que queremos, volver la mirada hacia nuestra propia historia.

Hace casi un milenio el solar de los navarros llegaba por occidente hasta la puerta de Burgos, Ate-Burga, hoy conocido como Atapuerca. Después, nuestros poderosos vecinos irían erosionándonos el territorio hasta dejarnos en la fragmentada situación actual.

Estos hechos históricos han dejado huellas materiales en nuestra tierra alavesa.

Prueba de ello son las sucesivas líneas de castillos, en muchos casos simples torres de vigilancia, que nuestros antepasados erigieron para la defensa del Reino.

También en Álava o, mejor dicho, sobre todo en Álava, ya que a nuestro territorio le ha tocado estar en primera línea frente a la voracidad del expansionismo castellano.

Añana, Portilla, Ozio, Trebiñu, La Guardia, Bernedo, Zaitegi, Zaldiaran, Vitoria, Gebara,... constituyen hitos que subrayan el heroísmo de los naturales del País frente a la violenta imposición foránea.

Vamos a hablar de historia, pero también de futuro, porque como reza el aforismo, el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla.

Contamos para este noble fin con el historiador Iñaki Sagredo, navarro de pro, quien ha empleado su mucho saber en la investigación de los castillos que defendieron Navarra. Su trabajo ha fructificado en la edición de los tres tomos que, por el momento, concentran su esfuerzo investigador.

En consecuencia hemos titulado “Castillos alaveses que defendieron Navarra” a esta conferencia que Iñaki Sagredo impartirá el jueves 19 de noviembre en el Centro Cívico Aldabe, a partir de las ocho de la tarde.

Este acto está organizado por el colectivo alavés Navarrate, empeñado en difundir la idea de que todos los alaveses fuimos navarros y que si institucionalmente dejamos de serlo, no fue de grado, sino por fuerza.

La prueba es que los alaveses seguimos en la brecha.