2010/10/30

La soberanía nacional como bandera

La soberanía nacional como bandera
J. J. Labiano, Arazuri-Nabarra

Lamentablemente vemos cada día como nos instrumentalizan a los ciudadanos de la colonia de Nabarra, en pos de objetivos y beneficios que no son ciertamente de nuestra incumbencia. Por un lado, tanto españoles como franceses, procuran hacernos partícipes de victorias deportivas que en nada tienen que ver con nuestro Pueblo, con la trillada táctica romana de “pan y circo”. Pretenden que seamos un Pueblo amaestrado, aborregado y alienado, que sólo sea capaz de salir a la calle por eventos deportivos, los cuales están debidamente instrumentalizados por su política imperialista, pero que no se nos ocurra reivindicar mejoras en nuestras condiciones de vida o para hacer frente a la pérdida de derechos de los trabajadores y por supuesto para reivindicar nuestra libertad y el fin de este periodo de esclavitud que vive el Pueblo nabarro.

Para colmo, la mayoría de los medios de comunicación nos recluyen en una burbuja de continuas falsedades, con la exclusiva intención de que no percibamos la realidad más inmediata, el triste día a día en nuestra colonización. Nos intentan vender como positivo que una de nuestras más significativas y bellas ciudades, pueda ser elegida finalmente como Capital Cultural Europea, cuando ni siquiera podemos presumir de defender nuestra propia cultura desde la totalidad de las instituciones impuestas en nuestro territorio, cuando vemos que tras tanta suntuosidad y pretendiendo con ello títulos de patrimonio histórico, la política cultural en la Nabarra plena, deja realmente mucho que desear. A través del deporte y de su política imperial, pretenden que sintamos como nuestra la rivalidad predicada desde las hegemónicas castas políticas españolas-y también francesas-existentes en las diferentes divisiones impuestas por ellos para nuestro territorio global, simplemente por el mero hecho de repartirse y coger su parte, más o menos grande del pastel.

El proyecto que defendemos los soberanistas nabarros, palpablemente es cuanto menos ambicioso y por supuesto integra a todo el Pueblo nabarro. La cuestión de la Independencia no es un capricho pasajero ya que esta es anhelada desde el primer día que nos fue rebatada. La independencia de Nabarra es algo realmente necesario y que será inevitable en algún punto de nuestra futura historia política. Los estatalistas nabarros defendemos la independencia y la soberanía de Nabarra, a través de la aplicación del ancestral Derecho Pirenaico, el cual existía con anterioridad a cualquier proyecto socialista. Este Derecho que nos ampara ante cualquier acción despótica, ya sea esta monárquica o de cualquier otro tipo, concibe como participante y debe hacer finalmente partícipe al Pueblo nabarro, del devenir de nuestro País de una vez por todas.

Los estatalistas nabarros, defendemos una Independencia formal, donde cambiemos las banderas del reino de España y de la república de Francia, por la bandera colorada de Nabarra. No concebimos este proceso como revolucionario, sino más bien como un proceso natural con el cual recuperaremos verdaderamente nuestra libertad. Nuestro trabajo soberanista encaminado a que la independencia cambie realmente la situación de sojuzgamiento de nuestra Nación. Queremos una Nabarra libre desde la cual podamos hermanos a otros Pueblos del mundo y por supuesto mantener buenas relaciones diplomáticas, comerciales y económicas con nuestros vecinos españoles y franceses, incluso disfrutando de enfrentamientos deportivos oficiales en todas las disciplinas.

Toda casa se construye desde los cimientos y partiendo desde esta, nosotros los estatalistas nabarros queremos reconstruir nuestro País bajo el importantísimo prisma político que nos da el Paradigma nabarro. Indudablemente mucho hemos avanzado en las últimas tres décadas de nuestra historia, pero hay que seguir profundizando en este proyecto. Todavía las nabarras y los nabarros, en términos generales, tienen una necesidad de libertad pre-consciente, intrínseca a su ser. Eso hay que convertirlo y canalizarlo en un sentimiento patriótico nabarro, consciente y consecuente. Hay que ir más allá del mero folclorismo barato, venga de donde venga, que nos venden continuamente como “navarridad”; debemos trabajar para que nuestro Pueblo sea consciente de su propia realidad, la cual nos obligan a vivir. Este es el punto número uno en el trabajo de los independentistas, soberanistas y estatalistas nabarros, que deberá finalizar con Nabarra como Estado independiente y soberano de nuevo.