Ana de Biana y Armendariz
Iñigo Saldise Alda
Con tan solo dos años, en medio de la guerra entre su padre Carlos de Biana
y su abuelo Juan II de Nabarra, el príncipe de Biana
tras salir de prisión, la reconoció como su única y legítima heredera del Reino
de Nabarra en un testamento ológrafo realizado en la ciudad Zaragoza el día 20
de abril del año 1453. En el testamento se ordenaba que por tal se la
reconociese y proclamase en la muy noble y muy leal ciudad de Iruinea-Pamplona.
Durante su infancia gozó de un gran nivel de vida, siendo educada para ser
una de las damas de la Corte del Reino de Nabarra, donde residió desde muy
temprana edad. En la Corte de Nabarra se le empezó a conocer como Ana de
Nabarra.
En el año 1471, su abuelo Juan II de Aragón y Nabarra, concertó su
matrimonio por razones políticas, con el conde de Medinaceli Luis de la Cerda y
de la Vega, enemigo suyo en sus asunto personales en las tierras del Reino de
Castilla y León. La boda se llevó a cabo ese mismo año en la ciudad de
Zaragoza.
En el año 1473, los condes de Medinaceli tuvieron a su única hija Leonor de
la Cerda de Aragón y Nabarra. Ese mismo año, la condesa consorte de Medinaceli
Ana de Nabarra, con el apoyo de su marido, quiso hacer valer sus derechos como pretendienta
al trono del Reino de Nabarra, esgrimiendo el testamento que había realizado su
padre en el año 1453, adjuntando además, una carta que su padre había enviado a
su madre cuando esta estaba embarazada de ella, con la cual pretendió legitimar
su demanda.
"Yo el Príncipe do mi buena fe a
vos, dona María de Armendáriz, que aviendo de vos alguna criatura o criaturas,
yo vos tomaré por mujer mía; e por ende fize aquesta de mi propia mano, firmada
de mi nombre en Artaxona, a dos de mayo de mil CCCC uno. Charles"
El conde de Medinaceli estaba por aquel entonces
en relación con los beaumonteses, a quienes prometió muchas dádivas a costa del
patrimonio de sus rivales los agramonteses, con la premisa de que le ayudaran a
conquistar el trono del Reino de Nabarra, para su esposa Ana de Nabarra, en
detrimento de la tía de su esposa Ana de Nabarra, la princesa Leonor de Trastamara y Evreux, primogénita y heredera de Nabarra, princesa de Biana, infanta de
Aragón y Sicilia, coprincesa-señora consorte de Andorra, duquesa de Nemours,
Gandia y Montblanc condesa consorte de Foix y Bigorra, vizcondesa viuda de
Biarno, de Castelbló, Marsan,
Oloron, Gabarret, Brulhes y Lautrec, señora consorte de Montcada, Castellvell,
Donasan y Neubozan, además de Lugarteniente
General del Reino de Nabarra en nombre de padre el rey Juan II de Aragón y Nabarra.
Su pretensiones dinásticas con las cuales hacerse con el trono del Reino de Nabarra nunca fueron atendidas, y Ana de Nabarra murió en el año
1477, a la edad de 26 años.