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2025/12/01

Restablecer memoria, recuperar soberanía

 

Restablecer memoria, recuperar soberanía

Iñigo Saldise Alda

Desde hace ya algunos años, el movimiento cultural vasco está encaminado a la recuperación de nuestra memoria política histórica, a la par de la lengua y la cultura, a pesar de las dificultades que plantean las instituciones actuales, herederas de la dictadura franquista, dificultades en principio económicas, que frenan el rápido avance de asociaciones y fundaciones, un avance que busca la divulgación de cuál debería ser nuestro Estado, una divulgación con la que se continúa haciendo camino, pasos lentos, pero seguros mirando hacia delante, sin retroceder. En definitiva: pasico a pasico.

La tarea es difícil y no solo por motivos económicos que limitan la información y divulgación, sino porque la propia memoria del ser humano es selectiva. Esta selección muchas veces nos es inconsciente. Tenemos ejemplos en nosotros mismos, por estereotipo en el recordar cómo era una población por la que pasábamos cuando íbamos a la playa o a recolectar setas a uno de nuestro valles o montañas, por aquella carretera anterior a la variante o autovía, donde veíamos las casas, la evolución demográfica y a los habitantes de esos bellos pueblos.

Aún es más difícil recordar cuál era el Estado que nos representaba ante Europa o el Mundo conocido en otros siglos. El desconocimiento de las continuas invasiones militares a lo largo de nuestra historia realizadas por muchos pueblos, la extensión territorial donde en un principio se asentaron nuestros antepasados… es algo que desconoce la inmensa mayoría de nuestra comunidad. Siendo promovida ésta por quienes nos someten, por el impedimento a acceder a muchos datos y documentos que ocultan. Por la negación continua de nuestra existencia a través de los años, de los siglos, a lo largo de la historia de la humanidad.

La negativa de ayudas y subvenciones es permanente por parte de las diferentes instituciones, tanto francesas como españolas, intentando frenar la información de nuestra historia, para impedir que conozcamos quiénes somos y cuál es nuestra Patria. Mantienen las divisiones que ocasionaron sus continuas agresiones militares, imponiendo sus leyes y su historia política, negando y ocultando la nuestra.

De la Vasconia histórica a lo que muchos consideran la Euskal Herria actual hay mucha diferencia. La más evidente es la del territorio que abarcan las gentes que hablaban el euskera. Pero el elemento principal de organización política que han tenido los vascones, término con el que se designaron los visigodos a nuestro pueblo, fue un Reino, primero con el nombre de Pamplona y después con el nombre de Nabarra.

El Reino de Nabarra fue la expresión política de los vasco(ne)s ante el resto de Europa. Ese Reino no sólo acogía a los vasco(ne)s, fundadores del mismo, sino que integraba otros pueblos o naciones, que también defendían dicho Estado, donde por los avatares de la historia se encontraban. Todos estos pueblos o naciones eran lo que ahora nosotros somos; eran sencillamente nabarros.

Lo que debemos hacer desde los medios que poseemos las diferentes asociaciones culturales es informar de cuál debería ser nuestro estatus político. Para ello tendremos que trabajar muchas veces con delicadeza, con pedagogía, tratando no herir los sentimientos de otros compatriotas, que desconocen que todos los vascos de esta parte de Europa somos nabarros.

Este desconocimiento de que los vascos son nabarros se debe a la labor propagandística de los Estados que nos someten. Existen entre nosotros opiniones que curiosamente se repiten, de unos lugares a otros, entre personas en principio no informadas, pero que coinciden. Algunos de nuestros compatriotas llegan a afirmar que consiguieron liberarse del yugo de los reyes nabarros. La verdad es que cayeron en el yugo de los reyes españoles, a causa de las invasiones militares de Castilla y la colaboración de funcionarios nabarros que facilitaron dichas agresiones; por supuesto, estos matices históricos desaparecen en la historia oficial del Reino de España. La poca presencia del euskara o lingua navarrorum en la actual Nabarra reducida y residual, hace pensar a algunos vascos que las autoridades nabarras (los reyes, se dice) no cuidaron su lengua. Lo cierto es que el primer libro en euskera lo mandó escribir una reina de Nabarra, de la Nabarra soberana del norte de los Pirineos.

Conociendo y difundiendo la historia de nuestro país, recuperaremos el término político para la palabra nabarro. Con ello sabremos que la soberanía de los vascos pasa por recuperar el Estado de Nabarra. Un Estado del siglo XXI, donde las monarquías están abocadas a su desaparición. Donde el pueblo coja las riendas de la economía, de la política, de la cultura y los idiomas... En nuestro caso, saber y reivindicar que somos nabarros y que nuestro Estado es Nabarra.

2025/11/30

La meta es la soberanía

La meta es la soberanía

Iñigo Saldise Alda

Tras recuperar el sentimiento de nación para el pueblo vasco(n), gracias a la figura de Sabino Arana, éste plantea la idea de conseguir la independencia para un Estado llamado Euzkadi. En la actualidad este planteamiento está “agotado”. El Estado deseado por Sabino Arana ha pasado a ser una comunidad autónoma, reducida en territorios y sometida por uno de los Estados que impiden nuestra soberanía.

Los agentes sociales y culturales de nuestro país están enfocando sus objetivos para lograr la soberanía. Para ello han hurgado, buceado en nuestra historia; en la historia del pueblo vasco(n). Esta historia les ha llevado a encontrar la referencia de un Estado existente en el pasado para nuestro pueblo. También esta historia nos indica la continua violación de nuestras fronteras por los Estados vecinos. La violación de Tratados fronterizos y la continua injerencia en la política del Estado vasco(n).

Este Estado era el Reino de Nabarra. Primitivamente se llamó Reino de Pamplona y que llegó a recuperar todos los territorios que en su día fue Vasconia. La existencia de un Estado Vasco(n), otorga una legitimidad que nos permite sentar la bases para la recuperación de la tan ansia soberanía, por gran parte del pueblo vasco(n).

Para ello se trabaja en la información y difusión de estos acontecimientos históricos, buscando la implicación de toda la sociedad vasc(on)a. Diferentes agrupaciones culturales realizan actos simbólicos de estatalidad y soberanía dentro del Estado de Nabarra.

En estos colectivos culturales la división partidista es apartada en busca del objetivo común. Un objetivo muy claro. Trabajan codo con codo los que tiene diferentes ideas políticas, pero con la misma patria. Se unen dentro de esos colectivos comunista, socialista, socialdemócrata, democratacristianos, liberales, conservadores… para centrarse en el objetivo de la recuperación de la soberanía.

Estos colectivos trabajan incasablemente preparando charlas informativas, tanto de la historia de nuestro Estado como de la viabilidad de la recuperación de nuestra soberanía. Una viabilidad tanto política, cultural, lingüística y por supuesto económica.

Pero esta tarea necesita la implicación de todos los agentes políticos de nuestro país. Necesitamos que aparquen sus diferencias y se unan en el objetivo de la soberanía. Deben entender que es imprescindible esta unión para conseguirlo. Es cierto que mientras tanto hay que estar trabajando en las alcaldías y diputaciones forales, pero en materia soberanista deberían unirse y formar un bloque común en esta materia. Esta unión significaría un pequeño paso para nuestra nación, pero un gran paso para recuperación la soberanía del Estado Vasco(n), el Estado de Nabarra.

Otras naciones en nuestro Estado. Existen otras naciones con sus respectivas culturas en el Estado de Nabarra. Algunos miembros de estas nacionalidades, demuestra un gran sentimiento y creen en la recuperación del Estado de Nabarra. No debemos apartar a estos patriotas nabarros y debemos de respetar su cultura, idioma, creencias religiosas…

A los nuevos conciudadanos deberíamos informales de la necesidad de recuperar nuestro Estado y que contamos con ellos para el crecimiento del mismo. Al dar el paso de cambiar el nacionalismo por el soberanismo, estamos dando a entender que contamos con todos los que creen en la existencia y viabilidad política y económica del Estado de Nabarra.

2025/11/29

Divide y vencerás

 

Divide y vencerás

Iñigo Saldise Alda

Divide et vinces” era la estrategia utilizada por el general romano Julio Cesar en su conquista de la Galia. Esta máxima militar encontró su mayor obstáculo en el druida o jefe de los auvernos, Vercingétorix, que consiguió unir a las diferentes tribus galas. La posterior lucha entre los jefes de las diferentes tribus, ocasionó su desunión y desorganización, que a la postre llevo a la derrota de los galos y a la conquista de toda la Galia a manos de las tropas romanas.

A lo largo de la historia del pueblo vasco(n) esta es la máxima que han utilizado nuestros enemigos, hasta conseguir conquistarnos y someternos. Los invasores siempre han querido dividir a los vasco(ne)s. Buscaban “veneficiar” a unos señores, que le eran herramientas perfectas para desestabilizar al Estado vasco(n). Por ejemplo, en principio tras la invasión por Atapuerca por parte de Castilla se buscó colaboración en los señores de Bizkaia ( la familia López de Haro, campeones de Castilla tras su deserción de Nabarra), después apoyan a los oñacinos contra los ganboinos, era tal la desunión de los vasco(ne)s occidentales, que en la batalla de Navas de Tolosa en el año 1212, unos iban con Castilla, caso de oñacinos y los otros con Nabarra, caso de ganboinos, pese a que la Nabarra Marítima ( Euzkadi, Bureba, Rioja,…) ya estaba en poder de Castilla. Después el apoyo a los beaumonteses con el conde de Lerin a la cabeza, fue de Castilla y a los agramonteses en el caso de Aragón, durante la guerra civil del siglo XV que asoló los restos del Estado vasco(n). Tras la forzosa unión de España, esta tiene a oñacinos, ganboinos y beaumontes en sus filas, contra los soberanos vasco(ne)s y sus súbditos, nabarros fieles, los agramonteses haya por el s.XVI.

La desunión siempre viene dada, por la búsqueda de poder y riquezas, ya sean en la posesión de tierras dentro de Nabarra, o bien en territorios de España. Por la consecución de títulos nobiliarios, sin importan en el Estado que estén los mismos, da igual España que Nabarra.

Esto ocasionó una división territorial en el Estado vasco(n), al sur una parte en España, la Nabarra residual y reducida, ocupada militarmente por tropas españolas, es incluida como una provincia más en el año 1841 y la otra, la libre al norte de los Pirineos, que posteriormente la “absorbería” el reino de Francia en el año 1620, como no, con tropas francesas dentro de territorio vasco(n).

En la actualidad los vasco(ne)s nos encontramos sin Estado. La evolución de la política fue tremenda desde el siglo XVI. Los nobles realizan pocas labores en política, viviendo de sus títulos y van surgiendo los primeros políticos. En una parte de la política surge el denominado nacionalismo vasco. Este hunde sus raíces en el Padre Larramendi (1690-1766) y sus seguidores, que defendían ya el proyecto de las Provincias Unidas del Pirineo, expuesto en el fuero de Gipuzkoa. Pero para muchos, la gran figura es Sabino Arana. Podríamos decir muchas cosas de él, pero yo me quedo con lo que a mi parecer es lo más importante. Hizo resurgir el sentimiento de que los vascos tenemos que tener una nación. Tal vez lo hizo desde una postura al menos extraña, para la historia del pueblo vasco(n). Primero busco la independencia de Bizkaia, incluso creo la bella ikurriña, para este Estado, el vizcaino, que fue rápidamente asimilada por los demás territorios vascos. Después planteó que todas las provincias vascas buscaran su independencia, cada una por su lado, para así asociarse en una Euzkadi federal. Fundó del Partido Nacionalista Vasco en el año 1895.

Antes de estos hechos ocurridos en Bizkaia, en el año 1883, Serafín Olave, miembro del Partido Republicano Navarro, escribe las bases constitucionales de Nabarra. En la Base cuarta escribe lo siguiente: “Con el fin de auxiliar la tendencia de reincorporación a Navarra, se concede los derechos de ciudadano navarro a los riojanos, vascongados y navarros franceses de la sexta Merindad de Ultrapuertos que lo soliciten, con rebaja de la cuarta parte del tiempo exigido en cada caso de los especificados; y la residencia en los expresados territorios, donde pueden prestar gran servicio a la propaganda de la idea anexionista, se considera como dentro de Navarra para todos los efectos legales”. Y todo eso desde la provincia española de Nabarra. Autentico nacionalismo vasco(n) tras la perdida de la poca independencia que le quedaba al Reino de Nabarra.

A muchos estas nos parecen unas muy buenas ideas. Tal vez podamos pensar que faltan territorios vasco(ne)s, a los cuales se les tendería el mismo puente. Pero llegamos al dilema del nombre, de nuevo divididos, Euzkadi o Nabarra. Lo que es cierto es que uno no ha existido como nación y el otro si. Uno nunca ha sido la representación de los vascos ante los demás países europeos y el otro si.

Un gran nacionalista vasco, nacido en Bilbao en el año 1877, que participó activamente de la política del P.N.V. y fundador del A.N.V., siempre intento que el nacionalismo vasco asumiera a Nabarra, por motivos históricos y políticos. Este hombre prácticamente olvidado por el nacionalismo vasco era Anacleto Urtueta.

Asumir a Nabarra como referencia del Estado vasco(n), nos da motivos históricos para la recuperación de la soberanía. Estos hechos ocurridos en la historia de Europa, con la presencia del Estado vasco(n) de Nabarra.

Esperemos que los políticos vascos del ya avanzado s.XXI, unan fuerzas sobre esta idea y busquen la recuperación de nuestra independencia. Las bases de todos los partidos nacionalistas vascos deseamos con fuerza que eso suceda. Esperemos que nuestros políticos, ya sean de derechas, de izquierdas o del centro, se unan en la idea de recuperar la soberanía del Estado vasco(n) de Nabarra.

2025/11/28

Nabarros, pero menos.

 

Nabarros, pero menos.

Iñigo Saldise Alda

Es lo que deben de pensar los nabarros residentes en la Tierra de Ultrapuertos, viendo la política realizada desde la Comunidad Foral de Navarra, para su reincorporación en los territorios del “viejo Reino”. Especialmente por los partidos políticos españoles, encabezados por Unión del Pueblo Navarro ¿Qué unión?

Claro que para plantearlo habría dar datos históricos de su posesión y perdida por el Reino de España. Conllevaría el reconocimiento de la invasión armada del año 1512, intentos de reconquista en los años 1512, 1516, lograda en el año 1521, perdida ese mismo año, resistencia en Amaiur hasta el año 1522 y Hondarribia hasta el año 1524 y la retirada de la “sexta Merindad” por motivos estratégicos en el 1530, de las tropas españolas de Carlos I de España, V de Alemania e ilegalmente IV de Navarra. Al comprobar estos hechos históricos, les llevaría a reconocer que Nabarra no es España y su ideario político se iría por los suelos.

Posiblemente por eso, a la “sexta Merindad”, tras la retirada de las tropas invasoras españolas, desde la Nabarra bajo ocupación y sometimiento militar español, se le llamó “Tierra de Vascos”. Claro está, en ella, la “sexta Merindad”, gobernaban los legítimos reyes de Nabarra, de la dinastía Albret o Labrit, con lo que nos dice que Nabarra es el Estado vasco.

Esta dinastía concluyó con el matrimonio Juana de Albret, III de Nabarra y Antonio de Borbón, I de Nabarra, que aún reclamaban la devolución de los territorios ocupados por España. Su hijo, Enrique de Borbón, III de Navarra, mantuvo la independencia de Nabarra y el Biarno-Bearne, incluso después de acceder al trono de Francia, con el nombre de Enrique IV. El hijo de este, Luis XIII de Francia, eliminó ilegítimamente las Cortes de Nabarra y del Biarno-Bearne en el año 1620, aunque se sigue titulando Luis II de Navarre. Así hasta que Luis XVI de Francia y V de Navarre que es decapitado en el año 1793 tras la revolución francesa del año 1789.

Desde la eliminación de las Cortes en el año 1620 hasta la revolución francesa, Nabarra y el Biarno-Bearne se unen al vizcondado de Soule (Zuberoa), las tierras de Labourd ( Lapurdi) y la alcaldía de Bayonne (Baiona) que habían estado gobernadas de manera feudal por la familia Agramont, partidarios de los reyes legítimos de Nabarra, Juan de Albret, III de Nabarra y Catalina de Foix, I de Nabarra, en su guerra contra los invasores de las coronas de Castilla-León y Aragón, osease del Reino de España. Estos territorios son prácticamente los mismos que el actual departamento francés de Pirineos Atlánticos. Vamos el actual País Vasco Francés y el Biarno-Bearne.

Lo que está claro es que no se les ocurriría decir, que digo decir, ni pensar que Nabarra es Francia. Pero lo que si pueden llegar a pensar y decir es que Nabarra es un Estado, sometido y colonizado por el Reino de España y la República de Francia. En su día las Coronas de Castilla-León y Aragón, hicieron un pacto para repartirse el Reino de Nabarra, y fue un rey aragonés, el que entrego las “seis Merindades” del Reino de Nabarra a la Corona de Castilla-León en el año 1515 y que un rey español Carlos I, solo conservó cinco por motivos estratégicos en su guerra contra el Estado de Francia.

Claro que esto no se puede reconocer desde Unión del Pueblo Navarro, P.P. y Vox; Tampoco desde el P.S.N. ya que cumple instrucciones de la dirección general del P.S.O.E., partidarios de la idea que más al norte de los Pirineos es Francia, como Contigo Navarra-Zurekin Nafarroa, para eso la unidad de los partidos españolistas es absoluta. Todo viene desde la repetida mentira, de que eran “franceses” los que luchaban por la recuperación de la soberanía del Reino de Nabarra.

Esa mentira que influye en la mayoría los ciudadanos de la Comunidad Foral que no reconocen como nabarros a ciudadanos de la “merindad de Ultrapuertos”. Incluso algunos que tienen la idea independentista la separan como un herrialde más, dentro de Euskal Herria.

La unión de las “seis merindades”, sería incomprensible dentro del Reino de España o de la República de Francia, pero imprescindible para la recuperación de la soberanía del Estado vasco de Nabarra. Por eso no esperemos que partidos pro- España o pro-Francia luchen por ello, pero si de partidos partidarios de la soberanía de los vascos. Su busca de la unidad de la Alta Nabarra y la Baja Nabarra, llevaría una revisión histórica, llevando a la más que segura conclusión de que el Estado de los vascos es Nabarra.



2025/11/27

Persiguiendo la libertad a lo largo de la historia

 

Persiguiendo la libertad a lo largo de la historia

Iñigo Saldise Alda

A día de hoy la Nación nabarra continua persiguiendo algo que se le arrebató violentamente por la fuerza de las armas, con la consiguiente sometimiento e imposición política, jurídica, también económica y sin olvidarnos de la cultural y lingüística, que se fueron incrementando tras la pérdida total de su Estado propio, el cual era reconocido por el virrey extranjero del Reino de Nabarra en el año 1513. Este extranjero era un español, de nombre Diego López de Córdoba y confirmaba lo siguiente:

Nabarra no era una parte del territorio español al que los reyes de Castilla concedieron privilegios como recompensa de su ayuda en la obra de la Reconquista, sino un Estado con propia y completa personalidad (…)”

El imperialista Reino de España acelero en el siglo XIX con las labores de los denominados liberales, de carácter totalmente absolutista, una colonización absoluta mediante la centralización política, algo que podemos comprobar en los códigos Constitucionales españoles de Bayona y Cádiz (1808 y 1812). Para ello tenían que eliminar los principales obstáculos, por no decir únicos inconvenientes existente en el imperio español, que no eran otros que los regímenes forales existentes, uno supuestamente otorgado a las provincias de las Vascongadas y otro “soberano” de una colonia, el residual y reducido Reino de Nabarra al sur del Pirineo, siendo este último el principal símbolo de las costumbres igualitarias y libertarias de la totalidad territorial de Vasconia.

La primera guerra carlista no fue solo una guerra de sucesión para el Reino de España, sino que también lo fue, aunque de una forma ilegítima, para el Reino de Nabarra (surpirenaico). Los liberales centralistas y colonialistas apoyaron a Isabel II de España ante el pretendiente al trono, su tío Carlos, el cual contó con el apoyo de la inmensa mayoría de la población vasc(on)a del sur del Pirineo, es decir bajo los que soportaban y sufrían el dominio del imperio español, siendo mayoritario el apoyo al pretendiente Carlos en el Reino de Nabarra.

Incluso, en alguna fase de la contienda armada, los batallones carlista formados por vasco(ne)s, llegaron a plantear el nombrar al Tío Tomás Tomás Antonio de Zumalacárregui e Imaz como rey de Nabarra y señor de Bizkaia, buscando con ello recuperar la soberanía de esos territorios que ya habían pertenecido al independiente Reino de Pamplona, el cual fue creado por los vasco(ne)s independientes o nabarros bajo la visión jurídica del Derecho Pirenaico. Esto es algo que ya tenían muy claro los francos nueve años antes de la batalla de Orreaga (15 de agosto del año 778) y que lo dejó bien claro y por escrito en el año 1140 un peregrino que pasó por estas tierras. Su nombre era Aymeric Picaud y lo dejó plasmado en su obra Codex Calixtinus:

"En algunas de sus comarcas, sobre todo en Vizcaya y Álava, el hombre y la mujer nabarros (...)"

La unidad de todos los vasco(ne)s en un Estado propio, es decir, de forma libre, independiente y soberana, solo se ha dado durante la trayectoria histórica del Reino de Pamplona. El estatus político que ostentaban sus ciudadanos no podía ser otro que el de nabarros. Bizkaia era una comarca más perteneciente al Reino vasco(n), teniendo como gobernantes a unos tenentes o funcionarios nabarros, sin regirse dicha comarca nabarra de una manera feudal.

El primer en ostentar el título “conde de Vizcaya”, como nos indica Tomás Urzainqui Mina en su obra Navarra sin fronteras impuestas, fue Eneko Lúpiz. Éste personaje histórico no solo traicionó su condición política de nabarro, sino que se puso bajo las órdenes del enemigo de los vasco(ne)s libres e independientes, abriéndoles la puerta de nuestro Estado a través de Errioxa-Rioja al imperialismo protoespañol castellano, a cambio de convertirse en un señor feudal y ostentar así un título nobiliario y de signo hereditario para sus descendientes.

Avanzando en la historia y volviendo con ello a la primera guerra carlista, la muerte de Zumalacárregui a consecuencia de una herida recibida durante el cerco a la villa de Bilbo, impidió el proyecto soberanista de los independentistas vascongados y nabarros. El posterior y traicionero abrazo de Bergara abrió el camino para condenar al residual Reino de Nabarra, al ser convertido en una provincia más del colonialista e imperialista Reino de España, tras sufrir la imposición española de la mal llamada Ley Paccionada del año 1841.

La búsqueda del recobro de la libertad a través de la recuperación de la independencia durante el siglo XIX, no solo fue llevada a cabo por sectores conservadores, por así llamarlos a los carlistas, sino incluso también por sectores del ámbito liberal de la sociedad nabarra. Este es el caso del sevillano de nacimiento Serafín Olave, miembro de la Asociación Euskara de Navarra y fundador del Partido Republicano Federal de Navarra, eso si, dentro del marco constitucional y político del Reino de España. Es desde ese partido donde Serafín Olave en el año 1883, aprueba una Constitución para una programada República de Nabarra, inspirándose para ello en los Fueros nabarros y en las Constituciones de otras repúblicas como la del cantón de Valois, de Friburgo e incluso de la Confederación Helvética o Suiza, pero teniendo algunos errores como el de los territorios pertenecientes al Estado de Nabarra. A parte de las cinco Merindades de la Nabarra residual y reducida, Serafín Olave incluyó a las comarcas Vascongadas, La Rioja y las Tierras de Vascos, estas últimas en Ultrapuertos, aunque obvia u olvida otras como Aragoi-Aragón, Biarno-Bearne, etc…

Incluso podemos y debemos considerar, que la aparición de Sabino Arana Goiri fue un nuevo impulso al continuo intento de los vasco(ne)s de ser libres e independientes, pero hay que reconocerlo, desde un planteamiento totalmente equivocado en materia tan importante como la que nos indica cual es nuestro Estado, tanto en su histórico y correcto nombre como en materia territorial, bien sea esto debido por desconocimiento de la materia histórica o por evadir intencionadamente los numerosos pasajes históricos de nuestro Pueblo y nuestra Nación. Por ello, Sabino Arana Goiri se inventó un nombre para algo que ya lo tenía, es decir, buscó crear un Estado vasco(n) cuando este ya existía; y existe, aunque bajo sojuzgamiento colonial español y francés, tras las diversas invasiones y ocupaciones realizadas en nuestra tierra por dichos imperios.

Volviendo a la actualidad, la Nación nabarra continua con la búsqueda de la libertad y de la independencia. Sabiendo que nunca nos vamos a rendir, debemos obligarnos a aprender de todos aquellos que la buscaron anteriormente alcanzar el mismo objetivo que perseguimos. Eso sí, corrigiendo o incluso reconociendo y aparcando los errores que cometieron en algunos de sus planteamientos nuestros antepasados, pero a su vez recogiendo el testigo de su lucha, trasformando, adecuando y encauzando su mensaje de indudable carácter libertario a nuestra realidad histórico-política, partiendo para ello de la base de que ya tenemos un Estado, actualmente sojuzgado y colonizado, recordando que fue invadido y actualmente permanece ocupado por fuerzas militares extranjeras del Reino de España y de la República de Francia, pero sabiendo que nunca estará sometido mientras haya hombres y mujeres, verdaderos referentes de nuestra Nación, que quieran ser libres, soberanos e independientes, es decir personas emancipadas que quieran volver a ser sencillamente nabarras en libertad.

2025/11/26

1 + 1 = 1. Beherea + Garaia = Nafarroa

 


1 + 1 = 1. Beherea + Garaia = Nafarroa

Mikel Arzuaga eta Gorka Roca Torre, Baxenabarreko Euskal Herrian Euskaraz





Nafarroa erraitean, Nafarroa Garaiaz pentsatzen!


Nafarroako ikastolak aipatzean, Nafarroa Beherekoak ahanzten!


Nafarroa oinez egitean, Nafarroa Garaian ibiltzen!


Nafarroako txapela janzteko, bertsoak Nafarroa Garaian botatzen!


Nafarroa Berriz Altxatzeko, garaitik altxatzen entseatzen!


Nafarroako zubietan euskararen alde elkartzeko,


Nafarroa Beherearekin sorioneku zubirik ez eraikitzen!


Nafarroarentzat euskararen ofizialtasuna eskatzean,


bakarrik Nafarroa Garaiarentzat eskatzen!


Nafarroako parlamentuaz hitz egitean,


Iruñakoaz eta ez Pauekoaz hitz egiten!...


Garaia da Beherearekin elkartzeko!


Nafarroa Garaiaz pentsatzean, Nafarroa Garaia erraiteko!


Nafarroa erraitean, Nafarroa osoaz pentsatzeko!


Garaia da Nafarroa batzeko!


Maite zaituztegulako!


Nafarroa bEHErea.


https://www.naiz.eus/es/iritzia/cartas/1-1-1-beherea-garaia-nafarroa

¿Quién es nabarro?

 

¿Quién es nabarro?

Iñigo Saldise Alda

En la actualidad se considera nabarros a todos los nacidos en esa provincia del Reino de España, estructurada en forma de Comunidad Foral, que conocemos como Navarra (residual y reducida). Ésta es una imposición, por las invasiones y las acciones políticas de los Estados que nos intentan someter. Con dicha imposición, plasmada en la división de nuestro territorio, dicha separación no es sólo entre el Estado francés y español, sino a su vez, dentro de dichos imperios, se dirige a la continua manipulación de nuestra historia, para legitimar ilegítimamente sus conquistas militares e imponer sus leyes “especiales para los nabarros”, siempre buscando la ocultación del estatus político del término nabarro y de nuestro Estado, Nabarra.

Con la ocultación de la existencia de los políticamente nabarros, la República de Francia intenta justificar su anexión del Reino de Nabarra, que ordenó un monarca francés, allá a comienzos del siglo XVII. Pero con ocasión de la revolución francesa, los nabarros del norte de los Pirineos se esforzaron por recuperar la soberanía de Nabarra, un Estado mermado, pero soberano, al norte de los Pirineos.

Esta rebelión nabarra fue aplastada por el ejército francés, en defensa de la revolución, una revolución tan imperial como la del mismísimo Reino de Francia. Dicha acción militar, que se alargó a lo largo de los años, hasta llegar a la actualidad, conllevó una perdida del término político de nabarros para los habitantes de esas tierras.

Antes, durante y después de estos sucesos, en la Nabarra del sur de los Pirineos, los españoles se encargaron de amputar territorios al Reino de Pamplona, Nabarra, hasta conseguir dominarlo por completo. Estas sucesivas conquistas, con la consiguiente imposición política, han conducido al olvido del estatus político para gran parte del pueblo vasco(n), que fundó a principios del siglo IX el Reino de Pamplona, posteriormente conocido con el nombre de Nabarra.

En dicho Estado no sólo habitaban los vasco(ne)s, sino que otros pueblos vivían en él y lucharon por mantener la soberanía de nuestro Estado. Los ejemplos de rebelión y unidad colectiva son continuos en la Nabarra del sur de los Pirineos. Claro modelo de ello lo tenemos, por ejemplo, en las llamadas guerras carlistas.

En la actualidad, por desgracia, a muchos descendientes de los fundadores de nuestro Estado no se les reconoce como nabarros. La imposición cultural e histórica, ejercida por los Estados español y francés, está patente e interiorizada en el sentimiento de la mayoría de nuestro pueblo. De ahí la búsqueda errática e inapropiada que algunos siguen para recuperar la soberanía, para ser independientes y dueños de nuestro destino.

En el territorio de la Comunidad Foral de Navarra, casi la inmensa mayoría de sus habitantes se sienten nabarros. Este sentimiento debe ser fortalecido y puesto en común, en el sentido de aclarar su fundamento, sus razones, a la vez que evidenciar que tiene un fin natural y apropiado: el de formar de nuevo nuestro propio Estado. En un mundo globalizado, multicultural, debemos buscar la unidad y la supervivencia de nuestras diferentes culturas, siempre encaminadas en la recuperación del Estado de Nabarra.

Con esto quiero llegar a la conclusión de que nabarro es aquél que dentro de las históricas tierras de nuestro País, no sólo busca, sino lucha por la recuperación del Estado que representó a los vasco(ne)s, dentro del marco político de Europa y el mundo. De paso quiero recordar que todos los vascos de esta parte de Europa somos nabarros, abrazando a aquellos pueblos o naciones que quieren ser nabarros, para lo cual buscan la recuperación de la libertad y soberanía de nuestro Estado, Nabarra.

2025/11/25

NABARROS

 

NABARROS

Iñigo Saldise Alda

El Término nabarro, en los últimos tiempos, está malintencionadamente interpretado. En la actualidad la citada expresión política designa a los ciudadanos de la Comunidad Foral de Navarra dentro del Reino de España. La ley de dicho Estado, niega este término para el resto del Pueblo vasco sojuzgado por el Estado español y actualmente no incluido en lo que se denomina Comunidad Foral Navarra.

La primera constancia conocida del término nabarro(s) es la cita que hace Eginardo, cronista de Carlomagno y fechada nueve años antes de la batalla de Orreaga, es decir en el año 769.

Con la advertencia de que, si no se atenía a lo mandado, tuviera por cierto que penetraría por Vasconia en son de guerra y no se retiraría de ella hasta que se pudiese un término a su desobediencia. Aterrado Lupo por los emisarios del rey, entregó sin dilación a Hunaldo y su mujer, prometiendo sobre eso que ejecutaría cuando mandase.

Amplió...ciertamente el reino de los Francos... Ya que, sin anteriormente este se limitaba a la parte de la Galia que se extiende entre el Rhin y el Loira, y el Pontiente y el mar baleárico, y parte de Germania..., él, mediante las guerras referidas, se anexionó Aquitania y Vasconia y toda la altura del monte Pirineo, y hasta el rio Ebro, el que naciendo en territorio de los Navarros y tras discurrir por los fertilísimos campos de Hispania, se derrama en el mar baleárico bajo las murallas de la ciudad de Tortosa; luego toda la Italia...”

Esto nos da a entender una denominación “protopolítica” del término nabarro ajena a los vascones, ya que es otorgada por los francos al Pueblo que habla euskera o “lingua navarrorum”. Con ello diferencia a los vascones bajo control político del Reino de los francos, de los nabarros que se mantenían independientes de los Pueblos o Naciones agresoras. Se puede considerar por ello que los vascones libres y soberanos eran los nabarros.

Estos vascones crearon el Estado o Reino de Pamplona, posteriormente llamado ya de Nabarra en tiempos de Sancho VI el Sabio. Antes, durante y después del reinado del citado rey, Nabarra sufrió severas amputaciones territoriales.

En el año 1512 la Corona de Castilla completó la tarea comenzada anteriormente por el Condado de Castilla y conquistó militarmente el resto del Reino que conservaba su independencia. En las cortes españolas de Burgos en el año 1515 y sin asistencia de los legítimos representantes nabarros se apruebó la incorporación del Reino de Nabarra a la Corona española.

Carlos I de España, por motivos estratégicos, abandonó la Tierra de vascos de Ultrapuertos en el año 1530. El legítimo rey Enrique II el Sangüesino, recuperó dicho territorio para el Reino de Nabarra. Hasta el año 1620 mantuvo su soberanía y es entonces cuando Luis XIII de Francia realizó el decreto de la unión desapareciendo Nabarra ya del concierto de los Estados europeos.

Dentro ya del Estado español, la Nabarra reducida y residual se circunscribe a las cinco merindades (Zangoza, Lizarra, Erriberri, Tutera e Iruñea)

El término “Nabarro”, para los habitantes del citado territorio no es soberano. Las Cortes ilegítimas del Reino de Nabarra dentro de la Corona de Castilla están en contrafuero por la existencia de un gobernante extranjero bajo la figura de un Virrey. La citada figura desaparec tras la primera guerra carlista y la Ley, mal llamada Paccionada del año 1841.

La pérdida política del término “Nabarro” para los habitantes del Reino a ambos lados del Pirineo es patente. A pesar de innumerables sublevaciones, el Estado nabarro como tal no existe.

Los rebeldes ideológicos de hoy debemos recuperar el término político de “Nabarro”. Estamos en la obligación de extender nuestro pensamiento soberanista. La Nación cultural vasca –Euskal Herria- debe dar paso a la Nación política –Estado Nabarro-, contando además, con otras Naciones que debido a las circunstancias y avatares ocurridos a lo largo de la historia, cohabitan en el territorio de nuestro Estado. Para ello, debemos informarles del verdadero significado del término “Nabarro”, dando en ese momento, el impulso necesario para alcanzar la libertad de nuestro País, para recuperar la independencia y soberanía del Estado de los Nabarros.

NABARRAKO ERESERKIA

Nabarra, reflexiones de un Patriota

Reflexiones de un Patriota by Iñigo Saldise Alda

ASKATASUNA = Baskoinak x Nafar Paradigma

"PRO LIBERTATE PATRIA GENS LIBERA STATE"

"Aberri askearen alde jende librea jaiki"

"De pie la gente libre a favor de la libertad de la patria"

Navarre shall be the wonder of the world

by WILLIAM SHAKESPEARE

EUSKARA-LINGUA NAVARRORUM

EUSKARA-LINGUA NAVARRORUM

©NABARTZALE BILDUMA 2011

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