Pensamientos y reflexiones personales en torno a la normalización
Iñigo
Saldise Alda
Yo soy un patriota nabarro de firmes e inamovibles convicciones
soberanistas, lo que me ha supuesto, en algunos casos, estar mal visto en el
actual marco colonial que sufre Nabarra, cuya consecuencia más directa hoy día
es estar en el puto paro. Además soy un gran amante de la libertad de expresión
sin ningún tipo de limitación. Soy enemigo acérrimo de todo tipo de censura, pues
la realidad histórico-política de Nabarra debe ser enseñada y denunciada.
Odio al sectarismo. Aborrezco y combato con todas mis fuerzas el racismo. Lucho
contra la estafa política y económica llevada a cabo por unos pocos y que la
ocultan a nuestra sociedad bajo el nombre de Nabarra, aprovechándose del triste
marco colonial que sufrimos. Soy un combatiente activo contra cualquier
imposición ideológica, pues la imposición es sinónimo de dictadura, de
fascismo, de totalitarismo.
Estos sentimientos y certezas, están interiorizadas
hasta lo más profundo de mí ser, debido a la educación histórico-política y
ética que realizaron mis padres, auténticos nabartzales, es decir, serios y
verdaderos nabarraristas. Todo ello gracias a su rebeldía durante el periodo
colonial del franquismo, siendo capaces de darme las enseñanzas necesarias para
amar a nuestra Patria, para amar Nabarra.
Yo no he nacido sabiendo nuestra realidad
histórico-política, claro que no, pues si afirmará eso debería estar encerrado
en un hospital psiquiátrico. Todos mis conocimientos históricos son debidos a las
primarias enseñanzas sobre nuestro Estado, Nabarra, llevadas a cabo por mi
aita, Jotxe, y por mi ama, Txarito, añadiéndoseles las enseñanzas
autodidacticas personales al leer los artículos y libros de diferentes
historiadores y políticos nabarros. Ellos me mostraron la auténtica historia política
de nuestros antepasados, que indudablemente fueron libres durante muchos
siglos, y también la historia de aquellos y aquellas a los que violentamente
les fue arrebatada la libertad. Me incentivaron en el amor a nuestra Patria al
mostrarme la historia fervorosa y heroica de aquellos nabarros y nabarras que
lucharon, de una u otra manera por recuperar, o mejor dicho, devolver a nuestro
Pueblo-Nación de Nabarra, la independencia, la soberanía, en definitiva, la tan
anhelada libertad.
Todo ello realizando una obligada y profunda
autocrítica personal diaria, pues como dicen los creyentes de alguna religión,
quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. Estas reflexiones personales
me han llevado a comprender que la única opción posible con la cual acabar con
la actual situación de esclavitud que padecemos los nabarros y nabarras, es la consecución imperiosa de la recuperación de la soberanía
plena del Estado de Nabarra, pues ello acabará con este conflicto de más de 6
siglos de duración y más que concretamente traerá la paz definitiva a esta
parte de Europa. Un Estado de Nabarra libre y soberano entre la República de Francia y el Reino de España,
con los cuales deberemos tener una buena relación comercial al ser nuestros
vecinos.
Con este nuevo escrito pretendo una vez más, aportar
mis pequeños conocimientos, mis personales pensamientos y mis interiorizadas reflexiones
en beneficio de nuestra amada Patria nabarra. Aquellos y aquellas que me
conocen de verdad, saben que todos mis escritos tienen la sana intención de contribuir
al que podríamos considerar y nombrar como movimiento Estatal nabarro, para
alcanzar la libertad de nuestro Pueblo-Nación, con mis limitados conocimientos
históricos de nuestro Estado, Nabarra, estando enmarcados dichos conocimientos,
pensamientos y reflexiones políticas exclusivamente dentro de marco estatalista
y soberanista nabarro.
No cabe duda que todos mis escritos públicos están
cargados con mis personales reflexiones patrióticas e incluso, con los
diferentes matices particulares de mis pensamientos políticos interiorizados a
lo largo de los años, pero esos sí, siempre encuadrados todos ellos en nuestro
Derecho Pirenaico. Creo en mi País, también creo en la capacidad
autodescolonizadora de mis compatriotas, y por ello divulgo constantemente las verdades
históricas junto a algunas de las diferentes acciones soberanistas nabarras, buscando
sinceramente con ello aunar o mejor dicho, agrupar a las diferentes fuerzas
estatalistas, legitimistas, soberanistas e independentistas nabarras existentes,
siempre y cuando se muestren entre sí un respeto mutuo obligado, con sus respectivas
particularidades pseudopolíticas. Es bien sabido que quien no respeta, no es digno
de respetar.
Los realmente patriotas nabarros y nabarras,
indiferentemente de nuestras respectivas pseudopolíticas, estamos obligados finalmente
a entendernos, partiendo desde el respeto mutuo, claro, pues así nos lo manda
nuestro Derecho Pirenaico. Por ello debemos romper con aquellos políticos
surgidos de los diferentes imaginarios que obvian, modifican y/u ocultan la
realidad histórica de nuestro Estado, y que incuestionablemente han llevado a
muchos de sus interesados defensores, dentro del actual periodo de crisis
mundial, a vivir muy bien económicamente gracias a la eternizada esclavitud
política y económica del Pueblo-Nación de Nabarra.
Eso sí, también estoy convencido de que debemos
mostrar nuestro respeto y en algunos casos incluso admiración, con aquellos y
aquellas que a lo largo de estos siglos de ocupación española y/o francesa, han
mantenido una larga lucha durante sus vidas, independientemente de si la
consideramos equivocada, que les ha conllevado tristemente a sufrir la tortura,
las cárceles imperialistas españolas y/o francesas, incluso en muchos casos
hasta la muerte. Personas manifiestamente de admirable corazón, de convicciones
firmes y con un patriotismo en algunos casos descarriado por el desconocimiento
de la realidad histórico-política y jurídica de los nabarros y nabarras,
incluso de la trayectoria soberana de nuestro Estado, Nabarra, pero cuyo
sufrimiento ha sido y será siempre aprovechado por esos “cuatro” vividores agradecidos,
que continuamente favorecen al imperialismo del Reino de España y/o de la
República de Francia en sus acciones diarias, las cuales legitiman el
sufrimiento del Pueblo-Nación de Nabarra. Por tanto, desde mi patriótico punto
de vista, es el momento de romper con aquellos y aquellas que colaboran rotundamente
con el imperialismo español y/o francés, ya sea de manera consciente o inconsciente.
Hay que apartarse de aquellos y aquellas que se encuentran en el entorno de los
invasores-colonialistas españoles y/o franceses, que con sus acciones legitiman
las “justicias” que encarcelaron, encarcelan y encarcelarán a los miembros de
nuestro Pueblo-Nación de Nabarra
En definitiva, si realmente queremos alcanzar la
normalidad tan largamente predicada, debemos buscar con total interés y
convicción la verdadera unificación patriótica bajo nuestra bandera Estatal, la
bandera colorada de Nabarra. Todo ello con vistas a trabajar de una manera
absolutamente independiente con respecto a las coloniales instituciones
imperialistas españolas y/o francesas, repartidas a lo largo y ancho por
nuestra geografía vascona, ejerciendo así y de manera totalmente real la
independencia, con vistas a generar y tener un Gobierno propio que se presente y
nos represente ante el Mundo. Por supuesto un Gobierno de carácter provisional,
lo más plural posible, hasta recuperar la plena soberanía de nuestro Estado, el
Estado de Nabarra.
Para concluir, solo desde la total soberanía de
nuestro Estado, de la independencia de nuestro Pueblo-Nación y desde la transcendental
libertad, los nabarros y nabarras podremos finalmente hablar de que hemos
alcanzado la normalización plena al quitarnos el yugo colonial-imperialista del
Reino de España y de la República de Francia, recuperando finalmente la
nacionalidad nabarra.