La
valentía de ser nabarros y nabarras en el siglo XXI
Nabartzale
bilduma
“El político que ignore la historia puede ir dedicándose a cualquier
otra cosa, no a la Política”. Winston Churchill
“Un Pueblo que no conoce su historia no puede comprender el presente ni construir el porvenir”. Helmut Kohl
“Antes de leer historias de extrañas gentes,
estudiad la de vuestro Pueblo; ella os hará conocer y amar la Patria”.
Hermilio Oloriz
"El Reino de Nabarra ha sido la primera y la única expresión
histórica de una formación vasca unificada". Gregorio
Monreal
Españoles y
franceses, innegable e indiscutiblemente siempre enemigos de la libertad del
Reino de Nabarra y de la de sus moradores, han falseado, modificado y ocultado de
forma intencionada y continuada la historia política de nuestro Estado
Pirenaico y Atlántico, sencillamente para hacer ver que la única unidad
política vasc(on)a entorno al Estado de Nabarra como inexistente, ya que desde
su doctrina imperial y colonial solo se puede ver como española o francesa.
Ese lenguaje
imperial y colonial, siempre ha estado cargado de malas intenciones y es contrario
a las libertades nabarras. Una voz totalitaria realizada desde la
historiografía española y francesa, manifiestamente nacionalista, que está prestando
servicio continúo para llevar a cabo la despótica colonización del
Pueblo-Nación de Nabarra hasta su total conquista y absoluta sumisión. Desde
planteamientos históricos erróneos intencionados, los cuales proyectan que
nuestro Reino o Estado nunca fue moderno, no han dudado españoles y franceses
en cooperar entre ellos, en varios pasajes de la historia europea, para la
destrucción definitiva de la memoria política de nuestro Estado, independiente
y soberano, de Nabarra. Además, junto a estas diversas artimañas, innumerables
falsedades y con compactas mentiras, siempre han buscado y buscan denigrar a
los nabarros y nabarras, al Estado de Nabarra, es decir, en definitiva, a nuestra Patria
nabarra.
Por ello, solo
desde una buena información histórico-política, por supuesto ajena a la emanada
desde colonialismo imperial español y francés, los nabarros y nabarras podremos
conocer y reconocer los sucesos y pasajes que nos han llevado hasta nuestro
actual estado de subordinación y esclavitud política, económica, social,
cultural y por supuesto lingüística, en su auténtica y genuina dimensión, para así
poder responder con seriedad histórica y lo más importante, con sensatez, razón
y madurez política, a tantos engaños, tretas, mentiras, calumnias y falsedades
que rodean a los sucesos que llevaron a la sumisión y al sometimiento del
Estado de Nabarra y sus gentes.
Pero no menos
importante para los nabarros y nabarras de la actualidad, que el estar bien
informados de nuestra historia política independiente, soberana y realmente
libre, es la apreciación, reconocimiento y aceptación de nuestras correctas
fronteras; nunca a esas que nos han sido impuestas. unas fronteras asimiladas por algunos sectores políticos de nuestra sociedad, debido a diversos aspectos
resultantes de la colonización franco-española, que innegablemente existieron
como resultado de la falta de un referente político Estatal tras la perdida de
la independencia del Reino de Nabarra (s. XVI y XVII).
Hoy, tras 500
años de la invasión y ocupación sufrida por nuestro Estado en el año 1512, contando
con un aprendizaje mayor e importante de la historia de nuestro Estado que esos
planteamientos políticos surgidos tras ese traumático suceso violento, debemos
tener la valentía y la facultad de reconocer esos defectos en materia política
y de territorialidad, arrastrados por la falta de un referente Estatal propio.
Solo entonces podremos afrontarlos, proponiéndonos hacer lo “imposible” para
que éstos no se sigan renovando. Debemos comenzar por ser valientes y reconocer que
somos una colonia de España y Francia, con el beneplácito del Vaticano, de
Europa y lamentablemente también de las Naciones Unidas. Admitiendo
esta realidad, triste y lamentable pero realidad al fin y al cabo, hay que ser consecuente con
la misma para así poder cambiar todos los referentes desacertados originados en nuestro
Pueblo-Nación debido a la colonización, tanto de objetivos, como por supuesto de
métodos y estrategias.
Seamos valientes nabarros y nabarras del siglo XXI y reconozcamos que somos una colonia; es decir, un territorio invadido, ocupado, conquistado genocidamente, subyugado, alineado y administrado por una potencia extranjera, concretamente en nuestro caso son dos potencias imperialistas extranjeras, el Reino de España y la República de Francia, las cuales incluyen todo su entramado político, sindical, jurídico, cultural, educativo, lingüístico, económico, eclesiástico, policial y militar.
Seamos
valientes y rompamos definitivamente las cadenas que nos han impuesto desde
España y Francia, unas cadenas bendecidas desde el Vaticano, unas cadenas que
nos oprimen y esclavizan. Seamos valientes, nabarros y nabarras del siglo XXI,
y practiquemos una política propia, insumisa con las urnas españolas y
francesas. Una política con una estrategia verdaderamente independiente, personalizada,
definida y concretada en el objetivo exclusivo del renacer de nuestra libertad
mediante la recuperación de la plena soberanía de nuestro Estado, Nabarra.