¿Reino o República?
Primero Nabarra
Iñigo Saldise Alda
El sistema estatal u organización de un Estado como República, en la
actualidad, es considerado por gran parte de la población mundial, como más
bueno para el Pueblo que lo soporta que el sistema monárquico, aunque este sea
denominado parlamentario o constitucional.
El Régimen de Monarquía parlamentaria español o más bien conocido como “Regimen
democrático” pese a su indudablemente continuidad del sistema dictatorial franquista,
debería estar apurando sus últimas horas gracias a la corrupción existente en
todo su ser. A su propia crisis institucional, donde miembros indiscutibles de la
Casa Real Española han sido imputados
ante su propia justicia por el fiscal de anticorrupción, se unen los efectos
ilegítimos que impulsaron su existencia, junto al imperialismo
euro-estadounidense y el brutal capitalismo bancario internacional. La mal
llamada transición en el Estado español, no fue más, como la propia
historiografía oficial española reconoce, que una “reforma” en modo más que en
forma, del régimen franquista y por tanto, su remozada continuidad a través de
la adaptación del mismo en la persona del Señor Don Juan Carlos de Borbón y
Borbón-Dos Sicilias, indiscutible heredero político del difunto dictador
Francisco Franco, fue gracias a la complicidad de los diferentes sectores políticos
de esa Nación española, donde debemos incluyen los sectores más “moderados” e
incluso contrarios al régimen dictatorial fascista de Franco, junto a los
“pactistas” del entorno nacionalista vasco y de otros nacionalistas
pertenecientes a las diferentes regiones del imperio español, como son Canarias,
Cataluña, Galicia, Andalucía,….
Indudablemente, el sistema estatal español está lleno de limitaciones y contradicciones
incomprensibles, las cuales no son más que las lógicas consecuencias de su
conformación en torno a la pervivencia de las estructuras e instituciones del
antiguo régimen franquista o fascista, sostenidas hoy día por aquellos
conocidos como “demócratas”, los cuales cegados por la obtención de poder y
dinero, renunciaron a la obligada ruptura política que acarrearía el total y
absoluto desmantelamiento del franquismo, renegando en su totalidad de sus
propios principios-bien españoles de izquierdas o de supuestos nacionalistas
vascos, catalanes, etc.- y traicionando a aquellos que dieron su vida y
libertad por defender los verdaderos principios democráticos, junto a los
principios de autodeterminación, independencia y/o soberanía. Así pues, el
actual constitucionalismo español se cimenta en los herederos del régimen
franquista con la Casa Real española al frente, junto a la denominada
socialdemocracia estatalista nacionalespañolista junto a los diferentes
“esclavos” o colonizados nacionalistas vasco, catalanes, canarios, gallegos,
andaluces,..., bien burgueses o trabajadores. He aquí pues los diferentes
pilares sobre los que se asienta y subsiste el actual constitucionalismo del
Reino de España y de su mal llamado “Estado de derecho”.
El franquismo, lamentablemente para la Nación española y desgraciadamente para
Nación Nabarra surpirenaica o cualquier otra Nación bajo el yugo imperial
español, está incrustado a día de hoy en todos los ámbitos jurídicos, socio-económicos
y políticos, indiscutiblemente coloniales en los territorios nabarros del Sur
del Pirineo, siempre aliado con una socialdemocracia oportunista, españolista e
imperialista, en unión a sus diferentes sindicatos neoverticalistas, incluidos
los que se llaman “nacionalistas vascos, gallegos, catalanes, etc.”.
No debemos olvidar, que tras la muerte del dictador español Francisco Franco,
las bases constitutivas y aglutinadoras del pacto continuista o Constitución
Española del 78, así como sus límites infranqueables, que ya fueron tratados y
aceptados por nacionalistas vascos, catalanes, etc., en el denominado Pacto de
Munich del año 1962*. Las de mayor en importancia fueron las siguientes:
-La “unidad de España” con la consiguiente implícita negación política de la
autodeterminación, independencia y soberanía a los Pueblos-Nación.
-La “sociedad de libre mercado” ratificada con el Pacto de la Unión Europea.
Dicha Unión Europea impide la división territorial en otros Estados, principalmente
de los Estados miembros.
Estos parámetros, realmente no son excepcionales o novedosos, sino que son los
mismos sobre los que se han conformado todos los estados españolistas desde el
siglo XIX, a pesar de lo que nos cuenten a los nabarros del denominado Carlismo
o las conocidas como Guerras Carlistas. Porque el Estado de España, desde
entonces hasta hoy, desde siempre, no es más que una superestructura concebida
por la alianza de la élite aristocrático-burguesas dominantes, bien
castellanas, barcelonesas o pseudonavarras, etc., para justificar la negación
política propia a las Naciones sojuzgadas y aplastadas por su yugo, facilitando
a su vez el expolio de los Pueblos-Naciones sometidas y la explotación de sus diferentes
clases trabajadoras existentes en los mismos.
Este modelo de Estado imperial reinante en España, niega todos los Derechos
Nacionales mediante opresión a los Pueblos que los poseen y además, protege el
continuado robo a la clase obrera, incluida la suya natural, pues toda idea Nacional
de España pasa por la premisa del imperialismo más cruel, si es que existe o ha
existido a lo largo de la Historia de la Humanidad uno más benévolo.
Dado que es imposible sostener la brutal situación económica actual, la cual está
generada en el fondo por tres problemáticas simultáneas y mutuamente
retroalimentadas, como es la pervivencia del franquismo a día de hoy, casi 40
años después de la muerte de Franco, a lo que los españoles denominan
actualmente como sistema democrático, unido a la negación de los
Pueblos-Naciones y de sus Universales Derechos libertarios, así como la brutal
explotación capitalista, debemos tener presente que toda alternativa económica,
estructural, soberanista, etc., que realmente aspire y pretenda transformar la
maligna situación existente en su Tierra colonizada, deberá dirigirse a la
desaparición de las mismas y sustentarse sobre presupuestos diametralmente
opuestos a los que la han provocado.
Todo lo hablado hasta ahora entorno al Reino de España es extensible, por
supuesto con variados matices exclusivos, a la República de Francia.
Por todo ello, considero que debemos apostar por vertebrar una iniciativa
unitaria exclusiva y diferenciada para nuestro País, Nabarra, en torno a los
siguientes principios y objetivos mínimos o cualesquiera otros, realizados siempre
por otras personas de nuestra Patria, que nos encaminen de forma directa y lo
más rápidamente posible hacia la tan ansiada libertad:
- Ruptura total y democrática con el Reino de España y con la República de
Francia, junto al reconocimiento explícito de nuestra Nación Nabarra. Para ello
creo imprescindible el restablecimiento de nuestra Soberanía Nacional, de
nuestro verdadero Derecho a decidir cómo nos ampara el Fuero nabarro o Derecho
Pirenaico. A esto habría que añadirle la Constitución de un modelo
político-administrativo moderno y propio, de carácter ciertamente democrático-popular
y participativo, el cual ya ha sido
planteado por el Jurista nabarro Tomás Urzainqui Mina, junto a búsqueda concreta
de la solidaridad Internacionalista, así como la confrontación anticapitalista,
especialmente anti-imperialista y anti-colonialista.
- Especificación de la ruptura democrática. Entendiendo por ella el
desmantelamiento en la Tierras de Baskonia-Nabarra de las infraestructuras coloniales
del Estado neo-franquista de España y del Estado jacobino de Francia,
construyendo un ámbito social realmente democrático en base a nuestra
jurisprudencia propia, el Derecho propio, Pirenaico o Nabarro.
- Reconocimiento Nacional. Entendiendo por ello el reconocimiento inmediato e
incondicional del Estado de Nabarra a nivel internacional.
- Restablecimiento de la Soberanía Nacional. Entendiendo por ello el
restablecimiento inmediato e incondicional de la Soberanía Nacional del
Pueblo-Nación de Nabarra, así como de sus instituciones privativas y el
reconocimiento del Derecho de nuestro Pueblo-Nación a su ejercicio ilimitado y
permanente en libertad e independencia.
- Derecho a decidir del Pueblo-Nación de Nabarra en libertad. Entendiendo por
ello el establecimiento de un periodo transitorio donde el Pueblo-Nación de
Nabarra, en el ejercicio de su soberanía, tengan la absoluta y exclusiva
libertad de decisión sobre sí mismos y su futuro en total independencia.
- Constitución de un modelo político-administrativo propio y exclusivo, en base
al Derecho Pirenaico y de carácter democrático-popular. Entendiendo por ello el
establecimiento de una República Nabarra, si así mayoritariamente lo decide el
Pueblo-Nación de Nabarra, basada en asegurar y desarrollar los Derechos e
intereses, nacionales y sociales, de nuestro Pueblo-Nación en base a una democracia
participativa y amparada en nuestro Derecho Pirenaico.
- Solidaridad internacionalista. Entendiendo por ello el establecimiento de
estrategias de alianza y coordinación con el resto de Pueblos-Naciones de
nuestro ámbito geográfico, continental y mundial, con vistas a la ayuda y apoyos
mutuos en la consolidación de nuestros respectivos proyectos Nacionales y
populares, así como sobre el ejercicio de la solidaridad entre los Pueblos y un
internacionalismo verdaderamente humanista.
- Confrontación anticapitalista y anti-imperialista por su contradictoria
doctrina con el humanismo. Entendiendo con ello la oposición activa a todas las
formas de capitalismo anti-humanista, tanto el interno o nacional si se da el
caso como el internacional, así como a cualquier régimen colonialista e
imperialista, de ocupación o explotación existente en el Mundo. Todo ello junto
a la participación activa en la lucha internacional por un Mundo formado por
Naciones-Pueblos libres, por sociedades justas e igualitarias al servicio de
estos y de la humanidad.
Personalmente pienso que carece de racionalidad
luchar por otra España y/o Francia, porque esa España y/o Francia nunca han
existido, ni podrán existir al poseer un carácter inhumano en la totalidad de
su masa jurídico-política. Las imperiales Naciones de España y de Francia están
basadas en la negación y en la opresión de las distintas Naciones que sojuzgan
y someten, por lo que ambos imperios carecen de humanismo. España y Francia,
Estados colonialistas, facilitan la existencia al imperialismo capitalista de
sus respectivos Estados y también de nivel internacional, junto al continuo
expolio de nuestras riquezas por Estados como el Vaticano, histórico fiel
aliado suyo contra el Estado de Nabarra.
La dicotomía en la que se encuentra inmersa la sociedad nabarra en general y
las fuerzas soberanistas nabarras particular, no es en elegir o contribuir en la
estructuración política de los Estados de España y/o Francia, sea esta de
carácter a su vez “unitario”, “federal” o “confederal”, pues a fin de cuentas,
continúa dividiendo las tierras de nuestro Estado legitimando el que Nabarra
sea una colonia española y francesa. La elección que debemos tomar es sencilla.
Continuar con dictadura española y francesa u optar por una verdadera
democracia, la nabarra. El momento ha llegado, hay que elegir entre la libertad
de nuestro Pueblo-Nación o continuar legitimando el mantenimiento de su
negación dentro de la constitución española y/o francesa.
Es el momento de actuar de manera independiente. Es el momento de nuestro
Pueblo, de nuestra Nación, de nuestra Patria. Es el momento de Nabarra.
*“Se aceptará
como único sistema político la democracia. Para ello preconizamos que a la
desaparición del régimen franquista se establezca una situación transitoria con
un Gobierno provisional sin signo institucional definido que otorgue una amplia
amnistía, restaure las libertades políticas y convoque elecciones para que el
pueblo español, con absolutas garantías, opte por el régimen que prefiera y que
todos los españoles estarán obligados a acatar”.