En un libro de escudos (III) Los Atondo de Pamplona…
Iñigo Saldise
Alda
Estando ya en
el día 38 de confinamiento por culpa de la pandemia Mundial ocasionada por el
coronavirus COVID-19; desde algún lugar de la colonia de Nabarra encadenada,
sojuzgada y subordinada por el Reino de España al sur del Pirineo, continuo con
esta serie “enlazada” de escritos titulados En
un libro de escudos.
Estos capítulos
han sido inspirados, tras visionar a través de la red de redes, un manuscrito titulado
Libro de escudos de diversos linajes
españoles, manuscrito datado entre los años 1701-1800.
Libro de escudos de diversos linajes españoles, índice Azcarraga |
Un manuscrito
que incluye una copia del Libro de
Armería del Reino de Nabarra, el cual según aparece en el índice de esta
obra del siglo XVIII, esta copiado del realizado por Pedro de Azcarraga, rey de
armas del Reino de Nabarra entre los años 1577 y 1593. De entre todos los
escudos que aparecen, en este trabajo voy a hablar del escudo se atribuye a un
linaje relacionado con Frances de Jaso y Azpilcueta, más conocido como San
Francisco (de) Javier, titulado como Los
Atondo de Pamplona por privilegio.
Antes de volver
a los Atondo de Iruinea-Pamplona y alcanzar en su momento el escudo
correspondiente de estos en el Libro de
Armería del Reino de Nabarra, hay que recordar que el nabarro Franzes de
Jaso y Azpilcueta, hijo de Juan de Jaso y Atondo y de María de Azpilcueta y
Aznarez de Sada, fue el cofundador de la Compañía de Jesús junto al español
Iñigo López de Loyola, hijo de Beltrán Yáñez de Oñaz y Loyola y de Marina Sáenz
de Licona y Balda, más conocido como San Ignacio de Loyola. Por ello, la vida
de ambos, han sido parte de diversos estudios de numerosos autores, entre ellos
también, de varios miembros de dicha Compañía de Jesús, a los que conocemos como
jesuitas.
Uno de estos
jesuitas, concretamente el sacerdote, misionero e historiador alemán Georg Otto
Schurhammer (1882-1971), en su trabajo San
Francisco Javier y Navarra, hizo la siguiente mención sobre el escudo de
los Atondo:
“(…). Otras casas de parientes había en la misma calle de Zapatería número
27, la casa de los Atondo que pertenecía al hermano de la abuela del Santo con
el escudo de la familia junto con las armas de Navarra, según el privilegio
concedido en 1475 y las de los Caritat, según el contrato de matrimonio de
1352, (…)”
Interpretación heráldica realizada por Iñigo Saldise Alda de las palabras de Georg Otto Schurhammer. |
ATONDO: “En campo de azul dos bandas de oro,
y en medio de ellas dos lunas crecientes de oro”.
CARITAT: “En campo de gules, un grifo rapante
de oro armado y membrado de sable”.
Esta
descripción heráldica fue realizada por un notario de Pitillas en el año 1599.
Por otro lado,
este escritor jesuita español, nos dice lo siguiente:
“Fue dado a Juan de Atondo, para él y sus sucesores, un privilegio de
llevar en su blasón un cuarto de las armas reales de Navarra, por muy señalados
servicios aceptos de fidelidad que en su tiempo hizo a la corona real de
Navarra.”
En el año 1912, concretamente en una publicación titulada Revista de historia y genealogía española, existe un apartado titulado Datos para la historia nobiliaria de Navarra. Un autógrafo regio-Los Atondo-Su descendencia en los Pérez de rada, Marqueses de Zabalegui, el cual está encabezado por un escudo titulado Escudo de Armas de Atondo, del cual nos dice sobre ello lo siguiente:
En el año 1912, concretamente en una publicación titulada Revista de historia y genealogía española, existe un apartado titulado Datos para la historia nobiliaria de Navarra. Un autógrafo regio-Los Atondo-Su descendencia en los Pérez de rada, Marqueses de Zabalegui, el cual está encabezado por un escudo titulado Escudo de Armas de Atondo, del cual nos dice sobre ello lo siguiente:
“Sus antiguas armas eran en campo de azul dos bandas acompañadas de dos
lunas contornadas, todas de oro. Con ellas se cuartelaron las Cadenas Reales de
oro sobre campo rojo, pero solo en la porción correspondiente á orla y bandas
de dichas cadenas.
En algunos ejemplares se añaden á estos cuatro cuarteles otros dos, á
saber: uno rojo con grifo de oro, rampante armado y membrado de negro, por el
apellido Caritat; y otro de oro cruz roja cargada de cinco paneles de oro, por
el de Goñi.”
El marqués de
Santacara, político carlista, militar, historiador y escritor español Joaquín
Argamasilla de La Cerda y Bayona, llevó a cabo un trabajo heráldico titulado Nobiliario y armería general de Nabarra,
el cual estaba dividido en tres volúmenes, siendo estos publicados entre los
años 1899 y 1902. Es en su primer volumen, realizado exclusivamente a finales del
siglo XIX, donde el autor nos presenta en escudo de los Atondo; concretamente
en el apartado titulado Genealogía de la
Casa de Ezpeleta: capítulo V. Segunda línea; Señores de Beire y San Martin de
Unx. Merinos Mayores y Alcaides de Olite; después Condes de Ezpeleta, Grandes
de España de primera clase, Duques de Castro-Terreno, Condes de Tribiana, del
Vado y de Echauz, Marqueses de Montehermoso, Etc.; de la siguiente manera:
“Cuartelado: primero y cuarto, de Nabarra; segundo y tercero, de gules un
grifo de oro coronado, armado y alado de azur.”
El autor nos
dice incluso que “(…) Don Juan de Atondo,
(…), y obtuvo blasonar su escudo con las Armas Reales de Nabarra, para que
juntas con las demás de su casa (…) fuese perpetuo recuerdo de su lealtad (…)”
Posteriormente
dentro del apartado titulado Genealogía
de la Casa Magallón: Ascendencia de Dª Beatriz Laura de Falces Magallón y Aybar
Garcés y Atondo; nos describe de
igual forma el escudo de los Atondo.
El día 17 de
diciembre del año 1802, Carlos IV de España firmó un Real Despacho por el cual
concedió el título de Grandeza de España de primera clase, al marqués de San Adrián
José María de Magallón y Armendariz, con su consiguiente escudo heráldico, en
el cual, en una de sus divisiones aparece el escudo de los Atondo, por herencia
genealógica-familiar de sus antepasados los señores de San Adrián.
Concretamente de su titular Pedro de Magallón y Álava, casado con Beatriz Laura
de Falces, Aybar y Atondo, los cuales, ambos dos, vivieron hasta el año 1635.
Foto del libro HISTORIA GENEALÓGICA Y CRONOLÓGICA DE LAS CASAS DE LOS SEÑORES DE MONTEAGUDO Y SAN ADRIÁN. José María Magallón y Mencos V Marqués de San Adrián. |
El consejero de
Guerra, consejero consultor y abogado del Real y Supremo de Castilla, asesor
del Real Protomedicato, regente de la audiencia de Oviedo, presidente de la
audiencia de Andalucía, presidente de la Real junta de La Habana, es decir, el jurista
y abogado español Isidoro Gil de Jaz (1703-1765), en anterioridad a algunos de
estos cargos presentados, fue nombrado por el rey Felipe V de España el 6 de
septiembre del año 1736, como oidor de la Consejo de Navarra, tomó posesión de
dicho cargo el día 5 de octubre del mismo año. En su estancia en las tierras de
las 5 merindades navarras del sur del Pirineo, encadenadas y sojuzgadas al
Reino de España, mandó recopilar datos sobre la nobleza del Reino de Navarra,
el cual se conformó en seis volúmenes manuscritos. En su libro primero Libro primero de la Nobleza del Reino de
Navarra, más concretamente en el capítulo quarenta y dos, nos presenta las pretensiones hereditarias de
índole económico de Luis de Torreblanca y Atondo tras el fallecimiento de su
tío Ignacio de Atondo, señor del palacio de Atondo que tiene por escudo:
Escudo de Luis de Torreblanca y Atondo. |
“Escudo cuartelado en cruz: 1º de gules y la cadena de oro en filete y en
banda, por privilegio; 2º y 3º grifo de oro armado de azur; 4º de azur y los
dos crecientes ranversados de oro, acompañados de dos bandas de lo mismo, que
es de Atondo.”
Es el propio
rey Felipe V de España, quien unos años antes y más específicamente el día 13
de noviembre del año 1729, por Real Despacho, confirmó la merced del título de
marqués de San Adrián, el cual había
sido creado por Carlos II de España en favor de Joaquín de Magallón y Beaumont
el día 13 de octubre del año 1696, a la hermana de éste último a Beatriz de
Magallón y Beaumont.
Como es norma
obligada, en el escudo de armas representado en el Real Despacho español perteneciente
a Beatriz de Magallón y Beaumont, junto a otros, hay una representación del
escudo de Atondo, estando incluido en él, una división con el escudo de los
Eguaras.
En el año 1702,
el español natural del Reyno de Navarra, diputado en Cortes en los años 1588-89
y 1590-91 por la universidad de la ciudad de Erriberri-Olite, exgobernador de
las provincias de Cotabamba y Parinacochas en el Reyno del Piru-Perú y
gentilhombre de la voca de su majestad Felipe V de España Pedro Joseph de Vega y Ximenez de Azkarate, terminó
su particular visión y copia del libro de armería del Reino de Nabarra. Hay que
decir, que dicha obra tiene una enorme calidad en sus dibujos heráldicos, donde
encontramos también el escudo de los Atondo en Pamplona.
El militar y
religioso español, Juan de Atondo y Antillón (1639-1691), ostentando ya el
título de almirante de las Californias y gobernador y teniente de capitán
general de Sinaloa, en el año 1688 pidió el ingreso en la orden de Santiago, entrando
en ella un año después. Este personaje tenía como escudo:
“(…) las cadenas de Navarra y dos medias lunas con un grifo en el centro.”
En el año 1651,
también hay una referencia al escudo de los Atondos, en una copia manuscrita de
un trabajo heráldico anterior, el cual está titulado Libro de linajes, y Armas del Reyno de Aragon, Principado de Cataluña,
Reynos de Navarra, Castilla y Leon; copiado por mi Juan del Corral Notario y
escribano Real, Alguaçil mayor de la Universidad de Caragoça del Reyno de
Aragon; de los Archivos, Executorias, Procesos Originales, papeles autenticos,
y Nobiliarios manuscritos que dejaron escritos de sus manos los; Exº Señor Don Fernando de Aragon
Arzobispo que fue de Caragoça, nieto del Chatholico Rey Don Fernando (¿g.º?) y,
del Cronista Geronimo de Blancas que lo fue de Aragon (¿ettyª?)=y por Verdad
confirme de mi mano en Caragoça el primero de Enero del Año 1651. Juan del
Moral. En dicho trabajo el escudo del linaje Atondo, está descrito de la
siguiente forma:
“Atondos trae escarcelado el primero de gules con las cadenas de navarra de
oro, el 2º y 3º gules con grifo de oro, el 4º Blau con dos Varitas de oro y
teniendo en medio dos lunas de argent.”
En otro
manuscrito, esta vez datado entre los años 1600 y 1660, que se llevó a cabo por
parte de una noble familia de Alfaro, municipio éste titulado como ciudad en el
año 1629 por Felipe IV de España, es un armorial genealógico que conocemos como
el Nobiliario de Alonso Pérez de Araciel.
En este trabajo heráldico-genealógico, también hay una representación y
explicación del escudo de los Atondo, que es la siguiente:
“(…). Llevan por armas por parte y apellido de Atondos, las cadenas de
Navarra en campo roxo y unas bandas açules y doradas con dos medias lunas, que
son las que lleva el Palacio de Atondo, de quien desciende el expresado Juan de
Atondo y Romeo. Estas otras armas son de otro palacio de los Atondo. Consta por
testimonio Don Martin de Sarassa y Arrayoz y Navarra rey de Armas del cho Reino
sudata en Pamplona a 23 de junio de 1621. (…) El palacio de Atondo esta en la
Merindad de Pamplona, es llamado a Cortes, y tiene acostamiento, y es su casa
Cabo de Armeria, y stepressente año de 1650. Lo posee y goza Don Baltasar de la
torre blanca vecino de la ciudad de Tafalla (…)”
Antes del año
1590, en la villa de Erriberri-Olite ya que hasta el año 1630 no recibió el
título de ciudad por concesión de Felipe IV de España, se construyó un palacio
renacentista donde se puede ver todavía su escudo de alianza. Este palacio se
conoce a día de hoy como el palacio del marqués de Rada, aunque dicho
marquesado no ha existido en el pasado, ni existe en la actualidad.
Volviendo al
escudo renacentista de la fachada de dicho palacio situado en la rúa Mayor
número 7 de Erriberri-Olite, es un blasón heráldico en forma de cuartelado en
cruz; 1º y 4º del linaje Zuria; el 2º del linaje Atondo-Goñi y el 3º del linaje
Rada-Sarassa.
En el año 1527
el rey Carlos I de España a través de una Real Cédula, ordenó que se hiciese un
libro-registro de todos los palacios existentes
en el ocupado militar e ilegalmente en Derecho político internacional
por parte de los españoles del Reino de Nabarra.
En torno al año
1540, el rey de armas de Nabarra Juan del Bosque, al parecer rehízo o combinó
en un manuscrito, los libros de armas antiguos existentes de manera anterior a
la invasión militar española del Reino de Nabarra, la cual solo permanecía ya
asentada solo al sur del Pirineo, existiendo el Reino soberano, legítimo e
independiente de Nabarra al norte del Pirineo. Al parecer tras su muerte, su
viuda se llevó a las vecinas tierras de Aragón el susodicho libro o quizás, más
bien, los bosquejos, borradores o apuntes del mismo.
Si lo que se
llevó fue el original, éste debió de ser rehecho de nuevo por su sobrino
Gracián del Bosque, nombrado rey de armas en el año 1546, por un virrey
extranjero, más concretamente español, en la Navarra ibérica sometida por el
Reino de España.
En un pleito
llevado a cabo en el año 1556, ejercido por el nuevo rey de armas Lope de Aoiz
contra Leonor de Arellano, viuda de Gracián del Bosque, se trató la devolución
del Libro de Armería del Reino de Nabarra.
Pero al año siguiente, el hidalgo y doctor jurista español Hernán Juárez de
Toledo, consejero de Felipe II de España, alcalde de Cortes del Reino de
España, visitador de los Tribunales del Reino de España, incautó los libros o
tomos heráldicos del Reino de Nabarra, alegando que no reunían los requisitos
legales en el marco imperial español, para hacer fe, como hasta entonces, en
las diferentes causas y disputas de
nobleza.
Aquel saqueo,
robo o nuevo pillaje español, levantó el enfado entre los nabarros
surpirenaicos, sometidos pero al parecer, no del todo colonizados todavía.
Esto propició
una demanda o denuncia; esta vez llevada a cabo por el nuevo rey de armas Ramón
de Oscariz. Tuvo lugar en las ilegítimas Cortes de Tutera-Tudela, al estar bajo
gobierno de un virrey extranjero, más concretamente español, en el año 1558,
donde de reclamó el hecho del robo de
manera “formal”. Al parecer, como era norma desde la ilegal ocupación militar
española y su asentamiento político en las cinco merindades del sur del
Pirineo, no se hizo caso a las reclamaciones nabarras por parte de los imperialistas
españoles, lo que llevó, nuevamente, a que se volviera a dennciar en otras
Cortes ilegales, esta vez llevadas a cabo en Zangotza-Sangüesa en el año 1561.
Para más INRI,
antes de su fallecimiento, el doctor español Hernán Juárez de Toledo, entregó
los libros manuscritos al también doctor jurista español Bartolomé Frías de
Albornoz, quien según informó los perdió supuestamente en el año 1563 durante
un naufragio, cerca de la Isla Juana, actualmente llamada isla de Cuba.
Por ello, ante
dicha pérdida, las Cortes ilegítimas y supeditadas a los designios imperiales
españoles de la Navarra surpirenaica, solicitaron, en el año 1572 al rey Felipe
II de España, consentimiento para hacer una nueva versión del libro
desaparecido, bien en un naufragio o bien en el archivo personal de algún
ladrón español, cuya custodia pasaría a estar a cargo del rey de armas Ramón de
Oscariz.
En el año 1576,
Ramón de Oscariz ordenó recoger y coleccionar todos los armoriales que hubiese
en la Navarra encadenada al Reino y la Corona de España. Pero su muerte hizo
que se entregaran estos manuscritos al español Miguel de Tarragona, nombrado
por el también español, virrey de Navarra y señor de Leyba Sancho de Leyba y
Ladrón de Guevara, como nuevo rey de armas de Navarra.
Esto generó una
nueva protesta y por ese motivo los navarros sometidos a los designios
coloniales españoles, reunieron las Cortes ilegítimas en la ciudad de
Iruinea-Pamplona, pidiendo al virrey español la destitución de Miguel de Tarragona
por extranjero, eso sí, sin pedir la destitución del propio virrey, el cual
también era extranjero y por tanto, no podía ocupar un puesto público en el encadenado
“de igual a igual” Reyno de Navarra del sur del Pirineo.
Pero Miguel de
Tarragona ya se había ibo de las tierras navarras ocupadas por los españoles al
sur del Pirineo, reteniendo y trabajando en la consecución del Libro de Armería del Reino de Nabarra.
Un año después, en el año 1577, con sus correspondientes notas realizadas por
el español Miguel de Tarragona, el armorial nabarro, formado ya solo por dos
libros, fue entregado al nuevo rey de armas Pedro de Azcarraga.
Por supuesto,
en estos dos libros heráldicos, aparece el escudo de los nabarros del linaje de
Atondo; los cuales están recopilados por dos magníficos heraldistas españoles,
entre otros y numerosos títulos académicos, oficios y cargos, llamados Faustino
Menéndez Pidal de Navascués (1924-2019) y Juan José Martinena Ruiz (1949-…), en
una magnífica obra publicada a comienzos del siglo XXI, que tengo en mi
biblioteca personal con fecha del año 2001. Dicha obra se titula Libro de Armería del Reino de Navarra.
Edición y estudio de Faustino Menéndez Pidal y Juan José Martinena.
“Los Atondos de Pamp traen las cadenas por privilegio. Cuartelado: 1 de
gules, cadena (filete pomelado) de oro en orla y banda; 2 y 3 de gules, grifo
de oro, con garras, alas, orejas, pico y cola de azul; 4 de azul, dos
crecientes volteados de plata puestos en banda acostados de dos cotizas de
oro.”
“1 de Navarra entero; 2 y 3 grifo de plata solamente; 4 de plata, tres
bandas de azul.”
También aparece
en la obra de estos dos heraldistas españoles, otra definición que creo que es
de una copia posterior, pero casi contemporánea, que pienso que pertenece a un trabajo
realizado por Pedro de Azcarraga, cuya reproducción aparece en el manuscrito,
que ha generado estos escritos sobre heráldica e historia, Libro de escudos de diversos
linajes españoles del siglo XVIII, y que nos dice lo siguiente:
“Traen de Atondo (4), Caritat (2, 3) y Navarra (1).”
Incluso creo
que el mismo Pedro de Azcarraga añadió una breve, pero necesaria información
sobre el origen del escudo compuesto de los Atondo de Pamplona y que recogen
también los heraldistas españoles Faustino Menéndez Pidal de Navascués y Juan
José Martinena Ruiz, en su majestuoso trabajo, digno del cargo de rey de armas,
pues además, ambos dos, nacieron en el siglo XX en algún lugar de la Navarra
surpirenaica.
“Juan de Atondo, vecino de Pamplona, casó en 1352 con Amorosa de Caritat;
en sus contratos matrimoniales se estipula que los descendientes tarerían las
armas de ambos linajes. El Rey Juan II concedió en el año 1475 a Juan de
Atondo, biznieto de los nombrados, un franco cuartel de Navarra.”
“De Atondo, linaje de Pamplona”.
Pero aún existe
un importantísimo documento histórico, al menos para la realización del
presente trabajo, el cual es incluso anterior al Libro de Armería del Reino de Nabarra del siglo XVI, donde aparece
el escudo del linaje de Atondo. Este es un manuscrito fechado entre los años
1475 y 1506, fue realizado por la propia familia, casa o linaje de los Atondo;
que se conoce bajo el título de Nobiliario
de los Atondo.
En aparecen
diversos escudos relacionados con la casa de Atondo, por la consecución de
diversos enlaces a lo largo de la historia y a modo de genealogía familiar. Por
supuesto, estos escudos están pintados y a su vez, definidos muy correctamente por su autor.
ATONDO: “En campo de azul dos bandas de oro en medio
dellas dos lunas de oro (…)”
CARITAT: “”En campo de gules un grifo Rapante de oro armado y membrado de sable
(…)”
“(…) un convenio en el contrato matrimonial q sus hijos y hijas y los q
dellos descendiessen tragiessen co las Armas el deo palacio de atondo el deo
grifo q son las armas dlos Caritates (…)” 1352.
“(..) bos otorgamos y damos un qarto de nras armas Reales de navarra paq
aquel podáis encorporar en el escudo de vras armas enl qarto principal Repiendo
vras armas en los otros tres qartos en la mejor forma e vra y manera q vos
qereis y por ln senReis acosejo de qal qiere official de Armas. (…)” Juan II 1475.
“(…) entendida la pobre dea gra donacio Recompessa é merced nra otorgada e
coferida por la magestad dl dio Rey mi sor y padre al deo Joha de Athondo dl
qarto dlas Armas Reales denetro Regno (…)”. Leonor 1477.