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2025/11/08

La continua investigación hacia la independencia

 

La continua investigación hacia la independencia

Iñigo Saldise Alda

En la actualidad, año 2025, el Pueblo vasco(n) persigue la libertad, algo que se le arrebató por la fuerza de las armas, la posterior colonización con imposición política, jurídica, económica y sin olvidarnos de la cultural y lingüística, que se han ido incrementando tras la perdida total de un Estado propio.

Dicho Estado era reconocido incluso en el año 1513, por el virrey extranjero del Reino de Navarra. Este extranjero era el español Diego López de Córdoba , el cual juraba lo siguiente:

Navarra no era una parte del territorio español al que los reyes de Castilla concedieron privilegios como recompensa de su ayuda en la obra de la Reconquista, sino un Estado con propia y completa personalidad (…)”

El Reino de España comenzó con las labores de los denominados liberales, totalmente absolutistas ellos, una centralización política a comienzos del siglo XIX, algo que se puede comprobar en los códigos Constitucionales de Bayona y Cádiz (1808 y 1812) y para ello tenían que eliminar los principales, por no decir únicos obstáculos existente en el imperio español, que no eran otros que los regímenes forales existentes; uno “otorgado” a las pro-vinci Vascongadas y otro “soberano” de una colonia, el Reino de Navarra, siendo este último el principal símbolo de las costumbres igualitarias y libertarias del Pueblo de Vasconia.

La primera guerra carlista no fue solo una guerra de sucesión para el Reino de España, sino que también lo fue para el residual Reino de Navarra. Los liberales centralistas apoyaron a Isabel II de España ante el pretendiente al trono, su tío Carlos, el cual contó con el apoyo de la inmensa mayoría de la población vasc(on)a al sur del Pirineo, es decir bajo los dominios del imperio español, siendo mayoritario el apoyo a Carlos en el Reino de Navarra.

Los batallones carlista formados por vasco(ne)s, llegaron a plantear nombrar a Tomás de Zumalarregui, rey de Nabarra y señor de Bizkaia, buscando recuperar con ello la soberanía de esos territorios que ya habían pertenecido al independiente Reino de Pamplona, el cual fue formado por los vasco(ne)s independientes o nabarros, algo que tenían muy claro los francos nueve años antes ya de la batalla de Orreaga (778) y que lo dejó claramente por escrito en el año 1140, un peregrino francés que pasó por esta tierra, de nombre Aymeric Picaud, en su obra titulada Codex Calixtinus:

"En algunas de sus comarcas, sobre todo en Vizcaya y Álava, el hombre y la mujer navarros..."

La unidad de todos los vasco(ne)s en un Estado propio, es decir, independiente y soberano, solo se ha dado con el Reino de Pamplona y el estatus político que ostentaban sus ciudadanos, no podía ser otro, que el de nabarros. Bizkaia era una comarca más perteneciente al Reino vasco(n), teniendo como gobernantes a unos tenentes o funcionarios nabarros, sin regirse la comarca nabarra de Bizkaia de una manera feudal.

El primer en ostentar el título “conde de Vizcaya”, como nos indica Tomás Urzainki Mina en su obra Navarra sin fronteras impuestas, fue Eneko Lúpiz, el cual no solo traicionó su condición política de nabarro, sino que se puso bajo las órdenes del mayor enemigo de los vasco(ne)s independientes, abriéndoles la puerta de nuestro Estado a través de La Rioja, a cambio de convertirse en un señor feudal castellano y ostentar así un título nobiliario hereditario.

Volviendo a la primera guerra carlista, la muerte de Zumalarregui a consecuencia de una herida recibida durante el cerco a la villa de Bilbo, impidió el proyecto de los independentistas vascongados y nabarros. El posterior y traicionero abrazo de Bergara abrió el camino para condenar al Reino de Navarra, convirtiéndolo en una pro-vinci más del Reino de España, tras sufrir la imposición de política colonial española, mediante de la mal llamada Ley Paccionada del año 1841.

La búsqueda de la recuperación de la independencia durante el siglo XIX, no solo fue llevada a cabo por sectores conservadores, sino incluso por sectores liberales de la sociedad nabarra, como es el caso del sevillano Serafín Olave, miembro de la Asociación Euskara y fundador del Partido Republicano Federal de Navarra, que en el año 1883, aprobó la constitución nabarra, inspirándose en los Fueros nabarros y en las Constituciones de otras Repúblicas, como la del cantón de Valois, de Friburgo y de la Confederación Helvética, teniendo como territorios pertenecientes a la República de Nabarra a las comarcas de las Vascongadas, la Rioja y las Tierras de Vascos, estas últimas en Ultrapuertos.

La llegada de Sabino Arana Goiri fue un nuevo impulso al continuo intento de los vasco(ne)s de ser independientes; pero hay que reconocerlo, desde un planteamiento totalmente equivocado en materia principal de cual es nuestro Estado, bien por desconocimiento histórico o por obviar intencionadamente los numerosos pasajes históricos de nuestro Pueblo. Sabino Arana Goiri se inventó un nombre para algo que ya lo tenía, es decir, buscó crear un Estado vasco(n) cuando este ya existe, pero que se encuentra tras la invasión y ocupación, bajo un colonialismo brutal llevado a cabo mediante la imposición militar, política, jurídica, eclesiástica, lingüística y cultural de los imperios francés y español.

Hoy en día, continuamos con la búsqueda de la independencia y para ello debemos seguir investigando en nuestra historia. Aprender de todos aquellos que la buscaron anteriormente, eso si, corrigiendo los errores que cometieron en algunos de sus planteamiento y recogiendo así el testigo de su lucha, modificando y adecuando su mensaje cuentas veces sea necesario y sobre todo, partiendo de la importantísima premisa de que ya tenemos un Estado, recordando que éste está invadido y ocupado, pero sabiendo que nunca estará sometido y colonizado del todo mientras haya vasco(ne)s que quieran ser independientes, es decir, que quieran volver a ser nabarros.

2025/11/07

Colonia vs Estado

 


Colonia vs Estado

Iñigo Saldise Alda

No se adquiere la propiedad de los pueblos conquistados ni aún con la prescripción de siglos”. Pi y Margall.

Todos los políticos actuales que ejercen dentro de los marcos de las Constituciones del Reino de España y/o de la República de Francia, sólo nos hablan a la totalidad de la sociedad Nabarra, de la necesidad imperiosa de tener mayor cuota de autogobierno, solamente posible éste tras alcanzar el poder en las actuales instituciones regionales mediante unas urnas españolas y/o francesas. Incluso, nos llaman a la Nación Nabarra a votar en esas urnas impuestas mediante una arenga o alegato soberanista, sin explicarnos claramente que con ese ejercicio legitimista hacia los Estados colonialistas, seguiremos limitados a los designios colonizadores procedentes desde los gobiernos español y francés.

En este continuado y cotidiano ejercicio, las consecuencias para la Nación Nabarra son ciertamente desastrosas, debido al deterioro total de la política propia, lo cual acentúa la pérdida del referente político ajustado a nuestra historia, con la consternación perenne a sufrir un acentuado Nabparthied internacional, debidamente asistido desde los Estados de España y Francia; a lo que hay que sumar un continuo, incontrolado y perpetuado expolio de nuestros bienes y territorio.

Necesitamos nosotros, el Pueblo Nabarro, que todos esos partidos políticos obligados a ejercer en España y Francia, pertenecientes a todos los ámbitos de nuestra variedad social, se estudien con detenimiento la acción llevada a cabo por nuestros entepasados, los cuales fundaron y creron nuestro Estado desde la independencia y libertad.

A continuación, esos partidos políticos que ejercen en la actualidad e incluso, siendo permisivos y mostrando un poco de talante podríamos llegar a afirmar que se ven obligados a ejercer dentro de la imposición extranjera, no estaría demás que expliquen a sus bases sociopolíticas sin ningún tipo de miedo, las enormes ventajas que traería a este País la libertad, pero y sobre todo, revelando sin exagerar, la necesidad y el Derecho inalienable del Estado de Nabarra y de su Pueblo, que a día de hoy está brutalmente conquistado, sometido y colonizados, junto a su justa y digna aspiración emancipadora, libertaria.

Las Naciones Unidas dicen que los delitos por invasión sin previa declaración de guerra, supremacía de número, conquista con genocidio y colonización, no prescriben ni con el paso de los siglos; y además, tanto el Reino de España como la República de Francia son dos de esos Estados firmantes, pero que hipócrita e interesadamente siguen manteniendo a Nabarra como colonia.

Los Estados español y francés, rompen conscientemente con todos los acuerdos internacionales de forma constante, ya que las Naciones Unidas ha revelado claramente que las colonias deben descolonizarse, directamente, sin pasar por referéndum alguno, algo que podemos comprobar con la lectura del punto 3 de las Resolución 1514/60: “(…) a una colonia no se le puede negar el derecho de la descolonización e independencia, aunque no esté preparada política, social o económicamente”.

Los que defendemos, fuera de las instituciones constitucionales españolas y francesas el noble derecho de continuidad y conservación de nuestro Pueblo, sólo pedimos que se cumpla la legalidad internacional vigente, y que sea erradicado de una vez por todas, todo tipo de colonialismo como vía para la recuperación de la plena soberanía del Estado de Nabarra.

La Declaración Universal de los derechos humanos del 10 de diciembre del año 1948, aprobada por las Naciones Unidas, dice en su artículo 6º: “(...) todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica”; pues bien, yo como nabarro colonizado sólo tengo derecho a que me llamen español y realmente no lo soy.

El Reino de España junto a la República de Francia, son unas Naciones que someten y colonizan a Nabarra, mi Patria y como patriota Nabarro que soy, sólo puedo más que luchar por su descolonización y libertad.

El artículo 10 de dicha Declaración nos dice también lo siguiente: “(…) toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal.” Esos Tribunales, para que sean imparciales solo pueden ser Internacionales, ya que los tribunales existentes en el territorio de Nabarra son impuestos y por tanto, están dando continua cobertura a los Estados imperiales y coloniales, que incumplen reiteradamente las Leyes Internacionales manteniendo por la fuerza sus colonias, en lugar de liberarlas.

Para concluir debemos tener claro la necesidad del ejercicio geopolítico en la actualidad, procurando evitar que los agentes políticos colonizadores asuman todas las cuotas de poder; pero a su vez, no podemos olvidar ni ocultar la realidad. Esta es la imposibilidad manifiesta de alcanzar la tan ansiada y predicada plena soberanía para el Estado de Nabarra, dentro de los marcos impositivos y colonizadores de los imperios español y francés, que solo buscan someter, subordinar y esclavizar a los nabarros; por ello, dentro del ámbito personal, dirigentes, afiliados y simpatizantes de los diferentes partidos políticos autodenominados independentistas y/o sberanistas existentes en el actual marco impositivo, debe pensar seriamente en mostrar su apoyo a la insubordinación e insumisión, a la desobediencia civil y política, basadas en los fundamentos del Paradigma nabarro.

2025/11/06

Ikurriña: origen y realidad actual

 

Ikurriña: origen y realidad actual

Iñigo Saldise Alda

La bandera que conocemos como ikurriña, fue creada por los hermanos Luís y Sabino Arana Goiri en el año 1894. Concretamente el 14 de julio de ese año, cuando Sabino Arana fundó la sociedad Euskeldun Batzokija en Bilbo, la ikurriña fue izada en la ceremonia de apertura del mencionado centro por el veterano Ciriaco de Iturri. La intención política que perseguían los hermanos Arana era que esta bandera fuese la de una futura Bizkaia soberana o República Bizkaina o a lo máximo para los vascos bizkaitarrak independientes; de facto, los colores elegidos para la misma son los del escudo de Bizkaia, según el imaginario o interpretación personal de Sabino Arana. Apenas un año después, en la misma sociedad, la ikurriña fue aceptada como la bandera propia del EAJ-PNV, segundo partido político más antiguo del Estado español tras el PSOE.

Los hermanos Arana nunca pretendieron que la ikurriña fuese la bandera de la República de Euzkadi, como lo demuestra los bocetos realizados en el año 1907 para los otros “territorios históricos vascos”, Nafarroa (Garaia eta Beheran), Gipuzkoa, Araba, Lapurdi y Zuberoa, junto a una diferenciada para la República de Euzkadi. Es el EAJ-PNV quien finalmente toma la decisión de que la ikurriña fuera la bandera de esa República Vasca independiente o Euzkadi, ante la oposición absoluta de uno de sus creadores, Luís Arana, el cual nunca dejó de considerarla como la bandera exclusiva de Bizkaia.

La ikurriña fue ondeada como la bandera de una fututa Republica de Euzkadi en el primer Aberri Eguna realizado en el año 1932, cuando en el Estado español estaban extructurados políticamente con un sistema republicano. Es precisamente dentro de la II República de España, específicamente el día 21 de octubre del año 1936, a propuesta del miembro del PSOE Santiago Arnaz, ministro de Industria del primer Gobierno autonómico vasco, concretamente en el Parlamento autonómico de Vitoria-Gasteiz, el lehendakari José Antonio Agirre, nombra a la ikurriña como la bandera oficial y exclusiva para Bizkaia, Araba y Gipuzkoa, es decir, para la Comunidad Autónoma Vasca o Euskadi.

Tras la sublevación militar contra el legítimo gobierno de la II República española, la ikurriña fue ilegalizada por el gobierno militar surgido del golpe de Estado. Durante la dictadura militar del general Francisco Franco, la ikurriña fue totalmente prohibida, persiguiéndose a todo aquel que tuviera la valentía de exhibirla, al considerarla los ultranacionalistas y franquistas españoles como una bandera de los separatistas vascos. Esto la convirtió en un auténtico símbolo antifranquista, sobre todo visible en las tierras de Lapurdi, Nafarroa Beheran y Zuberoa, lugares donde se concentraba la gran mayoría de la resistencia vasca antifascista. La ikurriña no solo fue utilizada para identificarse con los gudaris que lucharon haciendo frente al ejército sublevado contra la II República española, que esencialmente combatieron en Bizkaia, sino que fue manejada y ondeada por los vascos que se enrolaron en el ejército francés y en la resistencia francesa, aquellos que lucharon durante la 2ª Guerra Mundial contra el nazismo y el fascismo. Actualmente la ikurriña está muy extendida y sigue ondeándose en dichas comarcas, incluso en las diferentes instituciones coloniales creadas por las sucesivas Repúblicas de Francia, como por ejemplo en cualquier Hotel de Ville o Ayuntamiento, a pesar de no estar oficializada en el Estado francés.

Durante los inicios de la mal llamada transición española, la exhibición de la ikurriña siguió estando prohibida. Finalmente, el día 19 de enero de 1977 volvió a permitirse su uso en el Reino de España. Así el día 25 de ese mismo mes ondeó finalmente y por acuerdo municipal, en el Ayuntamiento de Iruñea, de Atarrabia y muchos otros municipios. Concretamente en Atarrabia se realizó un referéndum, que al resultar favorable, propició el uso de la ikurriña en el balcón municipal y en el salón de plenos de la localidad. En el año 1979, mediante el artículo 5 del Estatuto de Autonomía del País Vasco o Euskadi, la ikurriña fue de nuevo reconocida como la bandera oficial de dicha Comunidad Autónoma vasca y española, tras aprobación del Estatuto de Gernika en el Parlamento autonómico de Vitoria-Gasteiz.

Hoy día, en Nafarroa Garaia, según la Ley de símbolos del año 2003, la ikurriña está prohibido colocarla en los edificios oficiales y coloniales implantados e impuestos por el Estado español, al ser considerada como propia y exclusiva de otra Comunidad Autónoma española.

Ello no impide que se pueda ver en diferentes actos pseudo-políticos, como lo son los mítines de carácter electoral realizados por ciertos partidos políticos encuadrados en el denominado nacionalismo vasco y que están dados de alta en el Reino de España y/o la República de Francia. Es visible a su vez en actos culturales, también en los actos de carácter lingüísticos en defensa de la lengua de los nabarros o euskara y como no, en los diferentes actos deportivos que tienen lugar en la española Comunidad Foral de Navarra, en la también española Comunidad Autónoma Vasca y en el francés Departamento de los Pirineos Atlánticos, a los que habría que añadir aquellos actos de cualquier índole, llevados a cabo por la diáspora vasca por los hijos, nietos y biznietos de emigrantes vascos existentes en todas las partes del Mundo; todo ello debido a la aceptación absoluta que ha realizado de esta bandera o símbolo el Pueblo vasco o Euskal Herria. Eso sí, una vez perdida su intención política original en pro de una confirmación étnica-cultural, comparable únicamente a la bandera centenaria conocida como wiphala, enarbolada hoy día por las etnias y culturas andinas existentes en varios Estados sudamericanos.

2025/11/04

Catalina de Bourbon y Albret

 

Catalina de Bourbon y Albret

Iñigo Saldise Alda

Hija de Antonio de Bourbon, rey consorte de Nabarra, duque de Vendôme y príncipe de la Sangre de Francia, y de Juana de Albret, III de Nabarra y duquesa de Bourbon, nació en el Hotel d’Albret de París el 7 de febrero del año 1559 y fue bautizada por el rito católico. Fue inicialmente educada por su institutriz Margarita de Selve y por su propia madre junto a diferentes humanistas y reformistas.

Cuando la enfermedad no la obligaba a guardar cama, Catalina, de salud delicada, acompañaba a su madre en sus numerosos viajes por el País nabarro y por Francia. Profundamente influenciada por la personalidad y el fervor religioso de su madre, Catalina permaneció como una devota protestante durante toda su vida. Recibió una educación humanista de sus tutores: Florent Chrestien, Palma Cayet y Charles Macrin. El recuerdo de su madre la afectó profundamente, ya que solo tenía trece años cuando esta falleció en París en junio del año 1572.

Tras muerte de su madre y la matanza de San Bartolomé fue forzada a convertirse al catolicismo; tras ser retenida como rehén en la Corte parisina, regresó al Estado de Nabarra en el año 1576 después de la huida de su hermano Enrique III de Nabarra. Apenas abandonó la corte francesa, volvió al protestantismo, cuando abandonó la corte francesa para instalarse en el castillo de Pau, feudo de la familia real de Nabarra, al año siguiente. Fue entonces cuando su hermano, el rey de Nabarra Enrique de Bourbon y Albret, la nombró regente de los fuedos pertenecientes a la Corona de Nabarra, que comprendían la Baja Nabarra, Lapurdi, Zuberoa, Biarno-Bearne, Albret, Armagnac, Bigorre, Marsan y Foix, por cartas patentes del 4 de enero del año 1577. Con ello también tomó la jefatura de la Iglesia Reformada de Nabarra o Iglesia Nabarrista.

Gobernó como princesa de Nabarra el Reino hasta el año 1592, administrándolas y apoyando militarmente a su hermano en la guerra que éste sostuvo por hacerse con el trono del Reino de Francia. Tras ello fue nombrada o intitulada duquesa de Albret, condesa de Armagnac y condesa de Périgord.

Con el advenimiento de su hermano a la corona francesa con el nombre de Enrique IV, en el año 1589, la infanta de Nabarra fue primera dama de aquel Reino instalándose en la corte de París. Al igual que su madre, la reina titular de Nabarra Juana de Albret, siempre fue una resuelta protectora de sus correligionarios de fe, los reformados o hugonotes franceses.

Su hermano, Enrique III de Nabarra y IV de Francia, se opuso a su matrimonio con su primo, Carlos de Bourbon-Soissons, con quien Catalina mantuvo una apasionada relación. La princesa contaba entonces con dos amigas leales: la vizcondesa de Rohan, la humanista Catalina de Parthenay, y Madame de Mornay. Según la primera, Enrique IV de Francia y III de Nabarra se reservó el derecho de casar a su hermana para favorecer sus intereses políticos. Varios príncipes solicitaron su mano.

El Tratado de Saint-Germain-en-Laye, firmado entre Enrique IV de Francia y III de Nabarra, hermano de Catalina, y Carlos III, duque de Lorena, le destinó a casarse con el hijo mayor de Carlos III, Enrique, marqués de Pont-à-Mousson. Los acuerdos matrimoniales se firmaron el 13 de julio del año 1598. Tenía entonces 39 años.

Calvinista convencida, se negó a convertirse para su matrimonio, incluso llegó a invitar a pastores calvinistas a su casa, mientras que su prometido, antiguo miembro de la Liga Santa, era un católico devoto. Por lo tanto, se requería una dispensa del Papa para que el matrimonio entre personas de diferentes religiones fuera posible, pero el 29 de diciembre del año 1598, Clemente VIII se declaró contrario. Descontento, Enrique IV decidió forzar la situación e intimidó al arzobispo de Reims para que concediera permiso para la boda.

Finalmente contrajo matrimonio en el castillo parisino de Saint-Germain-en-Laye, el 31 de enero del año 1599, que sirvió para sellar la paz entre Enrique III de Nabarra y IV de Francia y el jefe de la poderosa casa de Lorena. Desde entonces se instaló en la corte del ducado de Lorena, en Nancy, en compañía de su esposo Enrique de Lorena, duque de Lorena y de Bar, en otro tiempo candidato a la Corona de Francia.

Practicaba el protestantismo en un antiguo granero del castillo de Sanssoucy, convertido en capilla. La opinión pública de Lorena apodó entonces al castillo Malgrange, que significa granero malo. El 13 de noviembre del año 1599, presenció un intento de conversión masiva de los protestantes de su séquito, en forma de debate entre dos católicos, el padre jesuita Commolet y el hermano Esprit del monasterio capuchino de Nancy, y dos pastores protestantes, el pastor Jacques Couet de Basilea y Dominique de Losse. Mientras Enrique de Pont-à-Mousson hacía numerosos esfuerzos por obtener la aprobación papal y librarse a sí mismo y a su ducado de la excomunión, también aumentaba la presión sobre Catalina para que se convirtiera al catolicismo. La princesa se enfrentó al cardenal du Perron, enviado por su hermano para instruirla en la fe católica, e incluso discutió con él sobre el tema.

Catalina intentó instaurar una cultura de celebración en la Corte de Lorena: una gran recepción a mediados de Cuaresma en el año 1600, ballets cortesanos para el Martes de Carnaval del año 1602 y suntuosas festividades para la llegada de Enrique IV de Francia y III de Nabarra en la primavera del año 1603.

Aunque su negativa de volver a convertirse al catolicismo le costó la excomunión del papa Clemente VIII, siempre se mantuvo fiel a la fe reformada. Catalina falleció poco después de que el Papa le concediera la dispensa, a causa de una peritonitis tuberculosa o de una pleuresía en el palacio ducal de Nancy el 13 de febrero del año 1604, convencida de que estaba embarazada. No tuvo hijos. Fue enterrada en la Colegiata de San Jorge del Castillo de Vendôme.

BIBLIOGRAFÍA

Eugénie Pascal, Bourbon, Caterine de (Paris 1559-1604) 2013

Georges Poull, La Maison ducale de Lorraine 1991

Jacqueline Carolus-Curien, Pauvres duchesses 2007

Margarete Zimmermann, Catherine de Bourbon : Une huguenote à la cour de Nancy 2013

Raymond Ritter, La Sœur d'Henri IV, Catherine de Bourbon (1559-1604) 1985

Real Academia de la Historia (web)

Wikipedia

2025/11/03

Verde frente a rojo

 


Verde frente a rojo

Iñigo Saldise Alda

Dejando a un lado para este trabajo la premisa realizada por los psicólogos que nos dicen que cada ser humano posee una escala de colores propia, la cual le sirve para incluso para expresar su humor personal, su condición, sus sentimientos e incluso su imaginación a través de los mismos, en este trabajo me centraré en analizar la importancia política, histórica e incluso mística, de dos de los colores más utilizados en la actualidad dentro del movimiento independentista vasco y soberanista nabarro, que a pesar de podemos considerarlos básicamente como lo mismo por muchos de nosotros y nosotras, debemos tener muy presente por el bien de nuestras legítimas reivindicaciones que poseen unas claras e importantes diferencias, ya que parten de dos antecedentes políticos ciertamente diferentes, lo que influye claramente en la utilización del color que los representa.

Uno de estos paradigmas o movimientos está basado exclusivamente en el imaginario particular de una persona o quizás mejor dicho de dos, mientras quel otro sin ninguna duda está basado en la larga historia de nuestro Pueblo-Nación. Esta importante diferencia ha influido y mucho, en la elección del color por dichos movimientos, unos toman el sinople o verde de manera prioritaria y los otros tomamos el gules o rojo. Con este trabajo pretendo dar a conocer la importancia de la utilización de un color u otro, pues en esta vida todo detalle por mínimo que sea, tiene su importancia, incluso en política. Uno de estos colores, concretamente el verde, hunde sus raíces dentro de un movimiento político surgido a finales del siglo XIX, mientras que el otro, el rojo, sus utilización por este Pueblo-Nación se pierden en sus orígenes o su utilización en la profundidad de los albores de la humanidad.

El color verde, el cual es utilizado de forma prioritaria dentro del nacionalismo vasco considerado independentista, es apreciado por la mayoría como un color meramente de transición, ya que no es ni cálido ni frío. A su vez, el color rojo es de naturaleza cálida y simboliza, por un lado, todo lo relacionado con la vida y con la pasión atendiendo a las distintas iniciativas, no solo dentro del soberanismo nabarro; también debemos recordar, aunque para este trabajo no lo tengamos presente, que por otro lado se lo asocia a la destrucción y a la muerte. En el simbolismo estos colores, el verde y el rojo son totalmente opuestos, aunque en su combinación son complementarios, algo que debemos aplicar y conjugar para el bien de nuestro objetivo, el final de nuestra esclavitud y la recuperación de nuestra libertad.

Para los psicólogos el color verde nos exporta a todo lo que tenga que ver con lo inédito y con lo nuevo, no solo en la naturaleza, sino también en la política. El significado más extendido y popular para el color verde, es aquel que lo empareja con las formas humanas de la esperanza y al mismo tiempo se suele añadir al buen augurio. En algunos ambientes incluso se le atribuye un simbolismo inherente a la paz. En el siglo XII, cuando un caballero vestía de verde significaba que decaía o languidecía por un amor secreto. El verde es considerado un color sereno y pastoril., siendo el verde relacionado con la fertilidad, pero inclusive también con el moho, el veneno o los celos. Hoy es color primordial del nacionalismo vasco independentista, teniendo sus bases en el color verde que aparece en la bandera inventada por Sabino P. Arana Goiri, donde dicho color representa al árbol del Gernika.

En contraposición el rojo es de naturaleza cálida. Personifica por un lado todo lo relacionado con la vida y con la pasión por las distintas iniciativas. Desde tiempos ancestrales nuestro Pueblo utilizaba el color rojo con el sentido de energía vital, porque además se pensaba que sus destellos protegían a las personas de todo daño, al tiempo que los libraba de los diversos peligros a los que se hallaban expuestas en aquellos duros siglos para la humanidad. Para los psicólogos simboliza en ocasiones, el sentimiento y el afecto. También el color rojo es relacionado con el sol, debido gran medida al color rojo incandescente que este suele tomar a ciertas horas del día, mientras que para los alquimistas simbolizaba los tres estados en los que con frecuencia se encuentran los seres humanos, y a los que concluyentemente ninguno de nosotros puede escapar: sufrir, superarse y procurar afecto. Los seres humanos identificamos el color rojo de forma psíquica con la lucha, la fuerza, la vitalidad, la sexualidad y por supuesto con la pasión. El color rojo era el color que más fácil se conseguía en la prehistoria dentro de la naturaleza y finalmente debemos tener muy presente que es el color que lleva la bandera de nuestro Estado, Nabarra.

2025/11/02

Tiempo de la desobediencia civil y política

 


Tiempo de la desobediencia civil y política

Iñigo Saldise Alda

No importa cuán pequeño pueda parecer el comienzo: lo que se hace bien, bien hecho queda para siempre”. Henry David Thoreau

No hay camino hacia la paz, la paz es el camino”. Mahatma Gandhi

Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda”. Martin Luther King

La desobediencia civil y política, en su más amplio sentido o significado, es una forma de disidencia o desavenencia política desarrollada principalmente por algunos grupos o colectivos, en los cuales prima ante todo la defensa de los derechos civiles y políticos. Uno de los rasgos más característicos de toda desobediencia civil y política, es su práctica y ejecución de forma consciente, pública y pacífica. Mahatma Gandhy y Martin Luther King Jr. son quizás los dos personajes político-históricos más representativos que enarbolaron para sus respectivas causas la bandera de la desobediencia civil y política; uno contra la ocupación imperial y colonial inglesa que sufría por aquel entonces la India, mientras que el otro pugnó por el reconocimiento de los derechos civiles y políticos para los afroamericanos en la totalidad de los EE.UU., entre otras muchas cosas.

Hoy, concluyendo el año 2025 y en esta parte del mundo, debemos tener muy presente todos nosotros, por el buen devenir de nuestra Nación Nabarra, para un futuro en libertad del Pueblo Nabarro, la necesaria elaboración o preparación de un método, plan o régimen privativamente nabarro de desobediencia civil y política, con el cual poder en un futuro más o menos próximo, alcanzar la tan ansiada soberanía que nos fue arrebatada y secuestrada de forma violenta e ilegal, no se nos olvide, por los invasores, ocupantes, conquistadores, dominadores, usurpadores y colonizadores provenientes de los Estado de España y de Francia.

Así pues, nuestra desobediencia civil y política debe comenzar con un rechazo frontal a toda autoridad impositiva. Los ciudadanos nabarros debemos mostrar una insubordinación total hacia los gobiernos de las metrópolis de España y de Francia, mediante el boicot a los organismos legislativos y el boicot a las elecciones que desde ellas nos imponen buscando su legitimación. Incluso es necesario el boicot a empleos y cargos públicos desde los cuales se participe de forma activa en la esclavitud de la ciudadanía nabarra. Por supuesto, también es obligado el boicot a los departamentos, agencias y otros organismos u organizaciones impuestos y respaldadas por los gobiernos metropolitanos español y francés.

Debemos realizar una interrupción o mejor dicho, una retirada total de apoyo a los diferentes representantes seudopolíticos mediante la abstención activa, ya que dichos agentes de forma más consciente que inconsciente, legitiman con su presentación a las elecciones españolas y francesas, nuestra colonización y la expoliación brutal de nuestro Estado, mediante el engaño continuado de la búsqueda de la independencia dentro de unas instituciones extranjeras, claramente antidemocráticas e impositivas, que cierran cualquier vía posible hacia la libertad e independencia de los nabarros mediante sus blindadas constituciones. Este episodio primario y obligado debe estar secundado por la negativa total a mostrar apoyo alguno en público, a cualquiera de esas opciones seudopolíticas y por ende colonizadoras, para a continuación realizar las necesarias y diferentes alocuciones o discursos públicos a favor de la resistencia, de la insubordinación y de la independencia del Estado de Nabarra.

Siempre trabajando con inteligencia, tanto por el bien de nuestro movimiento, de nuestra Patria, como incluso por nuestro bien físico y personal, realizando una desobediencia civil y política conforme con las circunstancias personales actuales de cada nabarro, pero siempre teniendo como claro objetivo final el bien común de nuestra Nación. No debemos llegar en ningún caso a enfrentamientos violentos con los diferentes agentes policiales y militares de las metrópolis colonizadores, aunque estos lo busquen activamente. Tenemos que tener presente que verdaderamente son simples y meros peones de los imperios español y francés. Debemos ser amables, pero para nada colaboradores, demostrando nuestra resistencia sin perder nunca nuestro humanismo y por ello, sí debemos mostrar un auténtico carácter reacio al cumplimiento de todas sus normas impositivas, originarias evidentemente en las altas esferas del poder existentes en el Reino de España y en la República de Francia, buscando finalmente incentivar con esta actitud una desobediencia popular, organizada, pero también camuflada, ocultando siempre los datos personales de los activistas o resistentes nabarros, perpetrando así una desobediencia civil y política efectiva ante las leyes españolas y francesas, que son ciertamente ilegales para nosotros, ya que provienen de esas metrópolis indudablemente imperialistas y colonialistas.

Por otro lado, todas aquellas personas que actualmente ya se encuentran dentro de la vorágine imperial franco-española, ostentando diferentes cargos y/o empleos dentro de esos sistemas imperiales y conquistadores, si objetivamente portan un gran sentimiento patriótico nabarro, también pueden e inclusive, hay que decirlo, deben aplicar y fomentar la desobediencia civil y política dentro de su ámbito laboral, en esos sistemas impuestos en la totalidad del territorio de los nabarros, mediante la obstaculización y obstrucción, la no cooperación judicial, mostrando continuadamente una ineficacia deliberada y una no cooperación selectiva, la indisciplina en los centros de enseñanza por parte del profesorado en algunos casos como por ejemplo en materia de historia, e incluso recordar a aquellos agentes denominados de la autoridad que están obligados a colaborar con los insurgentes nabarros, si en lo más profundo de su ser aman efectivamente a Nabarra.

Inclusive, desde las actuales instituciones impuestas en este bello País por los agentes colonialistas franco-españoles, debe iniciarse un obligado proceso de desobediencia e insubordinación civil y política, por los patriotas nabarros existentes en ellas, a los diferentes estamentos metropolitanos, negándose primeramente a colaborar con los departamentos gubernamentales del Reino de España y/o la República de Francia, mediante evasivas y retrasos cuasilegales.

Porque en base al Derecho Internacional, el Estado de Nabarra tiene Derecho a la independencia. Este Derecho también está reconocido en el artículo 1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, hecho en New York el 16 de diciembre del año 1966, ratificado por el Reino de España el 13 de abril del año 1977 y revalidado por la República de Francia el 4 de noviembre del año 1980, que preceptúa que todos los Pueblos, incluido el Pueblo Nabarro, tienen el Derecho de libre determinación, y de establecer libremente su condición política y proveer su desarrollo económico, social y cultural.

La desobediencia fiscal

 

La desobediencia fiscal

Iñigo Saldise Alda

La desobediencia, objeción o resistencia fiscal, consiste en negarse u oponerse a pagar un o unos determinados impuestos debido a un desacuerdo con la naturaleza de la institución recaudadora de dichos impuestos o con algunas políticas de la institución impositora. Esta desobediencia está vinculada a razones de conciencia pacíficas, tanto moral como religiosa, para no financiar las actividades violentas del gobierno de turno, promovida por ideologías antiestatalistas y antiautoritarias, pero también ha sido una técnica utilizada por los movimientos de resistencia no-violenta, como en la campaña por la independencia de la India, dirigida y realizada por Mahatma Gandhi.

Hay que decir, que los argumentos para la realización de una desobediencia fiscal son variados y numerosos, pero en lo que nos concierne a nosotros, la Nación Nabarra, simplemente con uno de ellos y a semejanza de la Nación Hindú, nos vale para inclinarnos a efectuar una desobediencia fiscal, la cual debe estar necesariamente unida a la desobediencia civil y política, contra la economía recaudadora del Reino de España y de la República de Francia. Esta sencilla y clara razón es la siguiente:

Los gobiernos español y francés no son en ningún caso para los nabarros legítimos, ya que sus gobiernos fueron impuesto a los nabarros de forma ilegítima y fraudulenta, tras numerosas invasiones sin previas declaraciones de guerra, sumadas a que fueron realizadas con supremacía de número, conquistas con genocidio y colonización”.

No debemos olvidar que nosotros los nabarros, desde la perdida de la soberanía de nuestro Estado y por consiguiente de nuestra independencia civil, política y fiscal, nos hemos visto obligados a pagar una serie de continuados e incrementados tributos y cupos, por el supuesto español y francés de Derecho de conquista, más el sangrante y reiterado pago a unas haciendas extranjeras, las cuales todo hay que decirlo, no llegan jamás a reportar al territorio de los nabarros ni una quinceava parte de lo tributado. Además debemos tener muy presente, nosotros los nabarros, que el pago consciente de estos tributos, cupos e impuestos, legitima diariamente la continuada expoliación de nuestra amada tierra Baskonia e incluso certifica nuestra esclavitud.

Por tanto, la negativa a pagar dichos tributos, cupos e impuestos, debe comenzar desde aquellos seudopolíticos que dicen sentir y amar nuestro País, que incluso dicen repetidas veces que trabajan por la independencia del mismo o la recuperación de la independencia y soberanía de Nabarra, dando ejemplo a la ciudadanía al negarse, no solo a pagar dichos tributos o cupos, sino también impidiendo o paralizando todas las campañas dirigidas a la recaudación de impuestos extranjeros es decir, gravámenes españoles o franceses en territorio de los nabarros. De no hacer esto, estarán demostrando públicamente su compromiso firme y serio con los agentes colonizadores y por consiguiente, con un claro afectes tirano hacia el Pueblo que dicen representar y defender.

Así bien y por nuestra libertad, todos los ciudadanos nabarros debemos desde este preciso instante, dejar de pagar cualquier tipo de impuesto, ya que con ello debemos tener presente que legitimamos nuestro sometimiento y sumisión a las metrópolis española y francesa, desde donde solo se nos quiere esclavizar.

Debemos negarnos, de forma pacífica, a pagar mediante cualquier tipo de contribución, impuesto y demás, el sueldo de aquellas personas que eternizadamente se han hospedado en los diferentes cargos instaurados por los invasores, ocupantes, conquistadores y colonizadores. Y también a aquellos que bajo un discurso independentista o de contenido soberanista, los cuales son ciertamente hipotéticos por no decirles falsos, trabajan al servicio de los imperios colonialistas español y francés.

2025/11/01

Los obstaculos hacia la descolonización

 

Los obstáculos hacia la descolonización

Iñigo Saldise Alda

A finales del año 2025, y cumplidos unos cuantos siglos de las ilegales invasiones y ocupaciones de diversas regiones de nuestro País, reunidas políticamente en el Estado de Nabarra, el deseable camino hacia la descolonización de nuestro territorio sigue tropezando con los a veces infranqueables obstáculos de la Diplomacia Internacional. Así pues, cualquier iniciativa llevada a cabo por los diferentes estamentos soberanistas, independentistas, estatalistas y/o legitimistas de nuestras Nación, tristemente en su mayoría todos ellos llevados a cabo por separado, se han enfrentado a la larga con un incontable número de trámites de índole burocrático, que al final vuelven a dejar las cosas como estaban al principio. Esto es el continuado y perenne sometimiento francés y español del Pueblo de Nabarra.

El 14 de diciembre del año 1960, fue cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la representativa Resolución 1514, o sea, La Declaración sobre la concesión de la independencia a los Países y Pueblos coloniales, más conocida como la Carta Magna de la Descolonización.

Nabarra, tanto Pueblo como País, o si lo preferimos como Nación y Estado, cumple con todos los parámetros necesarios y obligados para que se ejecute de facto dicha Resolución de la Naciones Unidas, obligando desde esa Organización Mundial la inmediata retirada de las tropas invasoras españolas y francesas, que como bien está demostrado, ilegítimamente siguen ocupando nuestro territorio, manteniendo una continuada y brutal colonización, tanto a nivel lingüístico, cultural, social, político, judicial, económico, etc.

Pero hasta hace pocos años el "caso nabarro" ha tenido un recorrido diferente. De Estado soberano ha pasado violentamente a ser una posesión colonial, pasando gracias a la brutal e inhumana colonización a ser camuflada como "provincia" del Reino de España y diluirse otra parte, de forma ilegal también, en la República de Francia.

Los gobernantes metropolitanos españoles y franceses, han asimilado para su exclusivo beneficio esta situación impuesta a la Nación Nabarra en las dos vertientes del Pirineo. No podemos esperar, al menos a corto plazo, que ambos imperios reconozcan públicamente a nivel internacional que Nabarra es una colonia, es decir, una posesión ilegítima e ilícita.

Pese a todo, han sido varios, al menos dos, los intentos de determinadas fuerzas soberanistas y/o legitimistas, de llevar sus Reclamaciones a la ONU. Pero las cosas no son tan fáciles como nos parecía a aquellos que hemos participado en dichas reclamaciones oficiales, es decir, ajenas a las instituciones imperiales y coloniales españolas y francesas, con un indiscutible carácter propio o nabarro.

Por ello me atrevo a pedir a mis compatriotas lo siguiente. Para conseguir que Nabarra finalmente entre a formar parte de la ansiada Lista de Territorios a descolonizar, hace falta mucho más que buenas intenciones. Hace falta acción política.

a) El Comité de Descolonización de la ONU, sólo admite en la Lista de Territorios No Autónomos, a todos aquellos que proponga previamente la Asamblea General. Ni más ni menos.

b) Para que la Asamblea General de la ONU proponga a un Territorio (Nabarra) para ser descolonizado, ese extremo debe ser solicitado por la(s) Metrópoli(s), (España y Francia) no lo va(n) a hacer, de hecho luchan para que nuestros esfuerzos sean parados. O, esto es interesante, ser sugerido por otros Países que trasladen las reclamaciones de los agentes soberanistas, independentistas, legitimistas y estatalistas nabarros en la Asamblea General de la ONU. 

c) En última instancia, debería ser el Parlamento nabarro, soberano al surgir de la Asamblea Nacional independiente, el que llevase con los necesarios representantes esta iniciativa a Naciones Unidas.

Dicho esto, la consecución de una Asamblea Nacional constituyente sería un gran paso político de carácter propio, con la misión de aglutinar fuerzas y ejercer la necesaria presión política en el organismos internacionales como a diversos Países que forman parte de la O.N.U.


Dependencia y subordinación política

 Dependencia y subordinación política

Iñigo Saldise Alda

El término de dependencia es realmente sinónimo al de subordinación. Así pues, cuando desde los diferentes ámbitos estatalistas nabarros nos referimos a dependencia en materia política, nos estamos refiriendo a la subordinación total que presentan ciertos agentes políticos existentes muchos de ellos dentro del ámbito denominado mundo abertzale, con respecto a las leyes e instituciones impuestas dentro de nuestro territorio por los imperios español y francés. En lo referente a esas instituciones impuestas hay que saber que también dependen a su vez, de otras instituciones políticas y judiciales imperiales que ostentan mayor importancia y valor dentro de esos Estados.

Esta dependencia o subordinación a los imperios español y francés, al igual que cualquier otro tipo de dependencia, está íntimamente afectada con la debilidad ideológica en materia político-histórica dentro de nuestra sociedad, la cual genera o produce una gran y alarmante pasividad, siendo falsamente denominada pactista, ya que realmente es colaboracionista, incentivada y estimulada por los altos dirigentes de esos agentes políticos dependientes, que ocupan o quieren ocupar cargos en esas instituciones realmente extranjeras para los nabarros y nabarras-ya se sabe, dame pan y dime tonto-buscando continuamente la complicidad de sus respectivas bases, que en muchos de los casos permanecen engañadas bajo falsas promesas de independencia. Todo ello sin olvidarnos de la alarmante inmadurez filosofo-política existente entre nosotros, más concretamente en la relacionada o concerniente a la materia de política suprema; es decir, la relacionada con nuestro Estado de Nabarra. Esto es debido en gran medida a la colonización mental existente entre nosotros tras la invasión y ocupación militar de nuestro territorio, junto a la consiguiente conquista con genocidio, más la colonización brutal que sufrió y sufre el Pueblo-Nación de Nabarra, tras la suplantación forzosa de nuestras leyes o Fueros y la eliminación violenta de nuestras Instituciones.

Así pues, esta dependencia política y jurídica con respecto al Reino de España y/o la República de Francia, es una situación clara de entera sujeción, lo que supone un total estancamiento a cualquier ideario independentista, soberanista o estatalista nabarro. En esta actual situación de subordinación política, nuestra voluntad libertaria se encuentra totalmente limitada o quizás ciertamente anulada, ya que dentro de esas instituciones imperiales españolas y francesas, jamás podremos tomar decisiones fundamentales, incluida la de nuestra necesaria emancipación y anhelada independencia. Recordemos que el concepto político de dependencia se opone directa y frontalmente al de independencia.

Esta dependencia o subordinación jurídica y política, más concretamente en lo que corresponde a la interrelación asimétrica actual, existente entre los Estados español y/o francés con esos agentes antes mencionados, quedando parcial o mejor dicho totalmente al final sometida a los dirigentes y a las conveniencias de las metrópolis de Madrid y Paris, con lo que sus recursos quedan siempre al servicio de dichos imperios.

Para nosotros los nabarros y nabarras esta sangrante dependencia política actual que nos vemos obligados a soportar, como cualquier otro sistema de intercambio asimétrico, es totalmente inaceptable ya que conlleva la consiguiente subordinación jurídica, económica y cultural, que acelera de forma consciente o inconsciente nuestra colonización y sin ninguna duda legitima nuestra esclavitud.

2025/10/31

Nabarra ¡Libérate!

 


Nabarra ¡Libérate!

Iñigo Saldise Alda

Son cientos o incluso podríamos decir que miles, los aspectos de peso existentes para que Nabarra vuelva a ser independiente y soberana. Hoy voy a presentar solo tres aspectos fundamentales que ya se han destacado en otras ocasiones por diferentes autores. Uno es que nuestro Pueblo-Nación vivía en libertad antes de las invasiones y ocupaciones realizadas por españoles y franceses. Antes de la conquista ilegal y militar que masacró, esclavizó, robó y expolió a nuestros antepasados los auténticos nabarros o vasco(ne)s independientes que conocieron la emoción de la libertad. Una invasión ilegítima llevaba a cabo por individuos violentos y desalmados, cuyos herederos han seguido explotando nuestros bienes y riquezas durante más de cinco siglos.

El segundo aspecto o motivo para dejar de ser una colonia francesa y española, que por tanto nos arrastra a ser de nuevo un Estado soberano cuanto antes, es nuestra posición geoestratégica, entre otras cosas, la cual es muy importante para las rutas comerciales terrestres entre Europa y África, al poseer los principales y mejores pasos pirenaicos. Este interesante e importante recurso podemos explotarlo nosotros desde la independencia, como es natural, en vez de permitir que sigan haciéndolo los invasores, los represores, los colaboracionistas y anestesistas del Pueblo-Nación de Nabarra, al cual aún intentan someter, sojuzgar y dominar en vías de completar finalmente sus violentas y sanguinarias conquistas.

Estos personajes, política y dogmáticamente deleznables, ayudados por los amantes de la españolidad y/o el afrancesamiento existentes en este nuestro País, junto a unos nacionalistas ciertamente cobardes, falsos y finalmente, incluso, se le podía considerar traidores a su tierra, deben de ser eliminados, políticamente hablando, de la ecuación del poder, el cual debe de ser tomado por los independentistas y soberanistas nabarros.

A pesar de los numerosos pesimistas existentes en territorio nabarro y que finalmente están al servicio de las Metrópolis española y francesa-y de su propio bolsillo-, conviene destacar una vez más que podemos ser uno de los Países más ricos del Mundo, en virtud tanto de nuestros recursos evidentes como de los potenciales. Para alcanzar ese grado de bienestar necesitamos nuevos políticos o que estos se reciclen hacia postulados absolutamente independentistas, soberanistas o estatalistas nabarros, junto a una nueva política común basada en la honradez desde un Gobierno realmente propio, ajeno a toda institución extranjera impuesta en cualquier rincón de nuestro espacio vital, con una conducta no necesariamente pública por la situación de represión policial y judicial franco-española existente en la actualidad, pero que si nos haga olvidar la actual vida política española y francesa, donde la alta y extrema corrupción es digna del primer premio en cualquier certamen de inmoralidad.

El tercer motivo para ser ciudadanos libres en nuestro propio Estado es sencillamente que hemos sido y somos una Nación. En la globalidad de territorios que conforman realmente Nabarra, no viven ignorantes. Viven personas trabajadoras y de provecho, donde hay políticos sagaces y muchísimos patriotas dispuestos a seguir las directrices marcadas por un Gobierno propio. En general los nabarros y nabarras son gente con gran inteligencia y conocedora de la auténtica historia geopolítica del Estado de Nabarra, el cual es actualmente una de las últimas colonias existentes en el continente europeo y que cuenta con un hermoso paisaje, muy variado y en su mayoría fértil.

Estos son los tres aspectos primordiales para que Nabarra vuelva a ser un Estado y no una finca colonial franco-española en pleno siglo XXI. La finca de otras Naciones distintas a la nuestra, la nabarra, y que para más inri, una posesión donde los naturales han sido siempre arrinconados por los españoles y los franceses. Este abandono francés y español ha sido debido por sus gobernantes autoritarios-incluso de aquellos que van disfrazados de demócratas-objetivamente monstruosos, que hasta permitieron la existencia del Tribunal de la "Santa" Inquisición a ambos lados del Pirineo. Actualmente, tanto España como Francia, están sumidas en una crisis de la que les costará salir a pesar de exprimirnos al Pueblo-Nación de Nabarra, arrastrándonos así con ellos al fango de la pobreza.

El año 2026 está ahí, a la vuelta de la esquina como se dice. Durante ese año tenemos que hacer presión por la vía pacífica, siempre por la vía pacífica, para ser ciudadano o ciudadana de un Estado propio, de nombre Nabarra, que sin falta por nuestro bien como sociedad debe ser de nuevo soberano.

Para que los imperios colonialistas de España y Francia, junto al resto del Mundo reconozcan tu libertad, tu identidad y tu dignidad, debes comenzar por no legitimar la esclavitud a la que nos tienen sometidos. Pero tú, como nabarro o nabarra, tienes la fuerza de tu Pueblo-Nación para salir a la calle y porque no, gritar ¡Libertad!

Además, por supuesto de forma pacífica y mediante la desobediencia civil, política y fiscal, tienes que boicotear todo lo que esté en tus manos para que el Reino de España y la República de Francia comprendan de una vez por todas, que en esta tierra, nuestra tierra, no les pertenece y nuestras vidas no les conciernen.

No les pertenece, ni les conciernen porque es tuya, nabarro o nabarra, y para ello solo recuerda el lema de los Infanzones de Nabarra: “Pro libertate Patria gens libera State”, que viene a significar: “Sea la gente libre por la libertad de la Patria”.

Nabarra naiz

 

Nabarra naiz

Iñigo Saldise Alda

El transitar histórico del Pueblo vasco(n) como sujeto político con el término apropiado y diferenciado de nabarro es largo, con grandes triunfos y también rotundos descalabros. Todos ellos, triunfos y descalabros, giran en torno a un solo árbol: el Estado. No me refiero al culto de la palabra ramplona de Estado, al hacer referencia según numerosos políticos a las palabras de España y Francia, que han introducido en la sociedad vasc(on)a, en vez de aplicar el término de Estado de forma correcta para referirse al nuestro, a Nabarra.

Para los soberanistas, estatalistas e independentistas nabarros, resulta sumamente infortunado desde un punto de vista estrictamente político, usar el término de Estado para describir a los Estados imperialistas, ocupantes y colonizadores, mientras se niega dicho término político a Nabarra.

Esta equivocación consciente o inconsciente con respecto al vocablo de Estado, bien por creer que sólo existen los actuales Estados, esos que nos enseñan en las escuelas imperialistas de los Estados español y francés. Por ello, los nabarros tenemos la obligación patriótica de exponer con exactitud la importancia descolonizadora al referirnos al Estado, el cual debe de ser sinónimo de Nabarra para nosotros.

Referirnos a España y/o Francia como el Estado, tiene más importancia política de lo que muchos se piensan,y realmente nos hace mucho más daño del que parece en nuestras nobles pretensiones independentistas, y soberanistas. Sólo la ignorancia de lo que un Estado nabarro nos beneficia, nos puede llevar a desfavorecer la recuperación de su soberanía secuestrada desde Madrid y Paris, o incluso nos puede hacer cavilar en la fábula innocua de la desaparición de todos los Estados.

La existencia de un Estado, cualquiera, justifica la existencia de todos los demás. El poder de un Estado es tal, que es insostenible hacerles frente de cualquier otra forma que no sea mediante la pertenencia a otro Estado. Los Estados son la estructura política suprema con la cual se articulan los Pueblos para defenderse de los ataques imperialistas, pero también para poder convivir con los demás Estados. Políticamente, abandonar la recuperación de la libertad de nuestro propio Estado, Nabarra, es tanto como abandonar toda ilusión de subsistencia como Pueblo. Esto supondría que como sujeto político aceptar la sumisión, sojuzgación y subordinación a España y/o Francia.

La principal característica de un Estado es la soberanía. La soberanía no se puede fraccionar y no se puede delegar, ya que es la garantía máxima de la independencia absoluta. Caben uniones de Estados, pero todos ellos siempre salvaguardan su celosa soberanía, renunciando unilateralmente a cualquier unión si la soberanía propia se ve amenazada.

Hoy día la insuperable y necesaria unidad, concretamente con sentido político nacional, es la que nos lleve a recuperar la plena soberanía de nuestro Estado de Nabarra. Todo lo demás, ya sean partidos, coaliciones y/o plataformas de cualquier tipo para participar en las elecciones españolas y/o francesas, junto a cualquier otra confederación o planteamiento seudo-político, es absolutamente infra-estratégico y sólo puede conducirnos a una mayor esclavitud, proporcionando la asimilación por España y/o Francia, de nuestro Pueblo, sujeto político final de nuestro Estado.

Debemos usar los términos políticos de Estado español y Estado francés, sabiendo que son los Imperios ocupantes de nuestro Estado, Nabarra. Nuestro Estado existe mientras los nabarros lo reivindiquemos, incluso mientras uno solo lo demande, pues mientras para él existirá; él será Nabarra.

NABARRAKO ERESERKIA

Nabarra, reflexiones de un Patriota

Reflexiones de un Patriota by Iñigo Saldise Alda

ASKATASUNA = Baskoinak x Nafar Paradigma

"PRO LIBERTATE PATRIA GENS LIBERA STATE"

"Aberri askearen alde jende librea jaiki"

"De pie la gente libre a favor de la libertad de la patria"

Navarre shall be the wonder of the world

by WILLIAM SHAKESPEARE

EUSKARA-LINGUA NAVARRORUM

EUSKARA-LINGUA NAVARRORUM

©NABARTZALE BILDUMA 2011

©NABARTZALE BILDUMA 2011