Iñigo Saldise Alda
El término de dependencia es realmente sinónimo al de subordinación. Así pues, cuando desde los diferentes ámbitos estatalistas nabarros nos referimos a dependencia en materia política, nos estamos refiriendo a la subordinación total que presentan ciertos agentes políticos existentes muchos de ellos dentro del ámbito denominado mundo abertzale, con respecto a las leyes e instituciones impuestas dentro de nuestro territorio por los imperios español y francés. En lo referente a esas instituciones impuestas hay que saber que también dependen a su vez, de otras instituciones políticas y judiciales imperiales que ostentan mayor importancia y valor dentro de esos Estados.
Esta dependencia o subordinación a los imperios español y francés, al igual que cualquier otro tipo de dependencia, está íntimamente afectada con la debilidad ideológica en materia político-histórica dentro de nuestra sociedad, la cual genera o produce una gran y alarmante pasividad, siendo falsamente denominada pactista, ya que realmente es colaboracionista, incentivada y estimulada por los altos dirigentes de esos agentes políticos dependientes, que ocupan o quieren ocupar cargos en esas instituciones realmente extranjeras para los nabarros y nabarras-ya se sabe, dame pan y dime tonto-buscando continuamente la complicidad de sus respectivas bases, que en muchos de los casos permanecen engañadas bajo falsas promesas de independencia. Todo ello sin olvidarnos de la alarmante inmadurez filosofo-política existente entre nosotros, más concretamente en la relacionada o concerniente a la materia de política suprema; es decir, la relacionada con nuestro Estado de Nabarra. Esto es debido en gran medida a la colonización mental existente entre nosotros tras la invasión y ocupación militar de nuestro territorio, junto a la consiguiente conquista con genocidio, más la colonización brutal que sufrió y sufre el Pueblo-Nación de Nabarra, tras la suplantación forzosa de nuestras leyes o Fueros y la eliminación violenta de nuestras Instituciones.
Así pues, esta dependencia política y jurídica con respecto al Reino de España y/o la República de Francia, es una situación clara de entera sujeción, lo que supone un total estancamiento a cualquier ideario independentista, soberanista o estatalista nabarro. En esta actual situación de subordinación política, nuestra voluntad libertaria se encuentra totalmente limitada o quizás ciertamente anulada, ya que dentro de esas instituciones imperiales españolas y francesas, jamás podremos tomar decisiones fundamentales, incluida la de nuestra necesaria emancipación y anhelada independencia. Recordemos que el concepto político de dependencia se opone directa y frontalmente al de independencia.
Esta dependencia o subordinación jurídica y política, más concretamente en lo que corresponde a la interrelación asimétrica actual, existente entre los Estados español y/o francés con esos agentes antes mencionados, quedando parcial o mejor dicho totalmente al final sometida a los dirigentes y a las conveniencias de las metrópolis de Madrid y Paris, con lo que sus recursos quedan siempre al servicio de dichos imperios.
Para nosotros los nabarros y nabarras esta sangrante dependencia política actual que nos vemos obligados a soportar, como cualquier otro sistema de intercambio asimétrico, es totalmente inaceptable ya que conlleva la consiguiente subordinación jurídica, económica y cultural, que acelera de forma consciente o inconsciente nuestra colonización y sin ninguna duda legitima nuestra esclavitud.
