SOBERANÍA DE NAVARRA by Nabartzale bilduma. Este es el correo para escritos, artículos, comentarios y sugerencias. Los artículos, escritos y comentarios deben estar debidamente firmados por su autor o autora en formato Word. Solo se publicaran aquellos escritos que estén realizados desde la independencia y soberanía de su autor o autora siguiendo los criterios editoriales de los miembros de NABARRAKO BURUJABETASUN-SOBERANÍA DE NAVARRA. nabartzale@gmail.com

2009/07/28

Iruinea, julio de 2009


Iñigo Saldise Alda
Navarrais
Soberanía de Navarra

Un diez de octubre, del año 1810, nacía en la pequeña localidad xiberotarra de Atharratze-Sorholüze, Joseph Augustin Xaho, hijo de Rose Lagarde y André Xaho. Muy joven se trasladó a Paris donde fue presentado al profesor Charles Nodier, quien sería su mentor y la persona que le estimularía, le ayudaría en sus estudios de literatura y política, además de inculcarle, en gran medida, el romanticismo existente de la época.

Augustin Xaho, el cual también estudiaría lenguas orientales, fue un escritor de renombre, tanto para sus obras en euskara, como en francés. En el año 1834 escribiría Azti-beguia. Coincidió en Paris con Antoine d’Abbadia, con el cual llegaría a escribir Études grammaticales sur la langue euskarienne(1), sin olvidarnos de su obra más patriótica y fogosa, Viaje a Navarra durante la insurrección de los vascos, donde defiende al carlismo como movimiento revolucionario e incluso independentista del pueblo vasco, estando en torno al Reino de Navarra.

Mientras su amigo d’Abbadia se encontraba en Etiopía, Augustin Xaho desarrolló a mediados de siglo, una actividad intelectual y política infatigable, desarrollando una serie de obras divulgativas sobre la historia y la lengua de los vascos, anuncia en la revista bayonesa fundada en el año 1844, Trilhy(2), dedicada a las bellas artes, a la literatura, al teatro, y los viajes, donde asoma un cancionero vasco de cuya tenencia se jactaba, ya que lo consideraba el más rico de los existentes hasta esa época.

Establecido ya en Baiona, colabora con el Vizconde Belzunce en la redacción de Histoire primitive des Euskariens-Basques. El año 1844, Xaho funda su propio periódico, al cual titula L’Ariel es decir, el ángel mensajero que rige la magia y la imaginación, y al cual, en sucesivas fases llama: Le Courrier des Pyrénées, Le Courrier de Cantabrie et de Navarre, Le Courrier de Vasconie, hasta que finalmente le pone el nombre de Le Répuhlicaine de Vasconie. Cuantro años después de crear su primer periódico, Augustin Xaho creó otro, pero esta vez enteramente en euskara, cuyo nombre fue Uscal Herrico Caseta, que por desgracia no tuvo más que la impresión de dos números.

Xaho fue Gran Maestro de la masonería, enciclopedista y liberal revo­lucionario, incluso izquierdista(3), manteniendo una constante pugna en la prensa contra las fuerzas conservadoras, llegando a encabezar la revolución del año 1848 en Baiona, siendo posteriormente nombrado, tras unas elecciones, miembro del Consejo Municipal de Baiona, comandante de la Guardia Nacional y también miembro del Consejo General de los Bajos Pirineos, como miembro del partido republicano radical, existente en la república de Francia. Pero tras el golpe de estado contra la segunda república francesa, realizado por Napoleón III el 2 de diciembre del año 1851, su periódico Le Répuhlicaine de Vasconie, sería suprimido, y Xaho expulsado al exilio.

Después de que Bélgica le rehusase la entrada en su territorio, Augustin Xaho pasaría un año en Gazteiz, donde escribió varias novelas y cartas, para retornar a Baiona, bajo la promesa y la palabra de retirarse totalmente de la política. Este compromiso lo cumplió rigurosamente, dedicando totalmente su tiempo a obra gigantesca, un diccionario, que dejaría inconcluso, tras llegar a la letra L de la parte neológica, ya que al faltarle el aire de la lucha política y al ver rotos algunos de sus sueños y proyectos más predilectos, moriría en su buhardilla de Baiona a la edad de cuarenta y siete años, un el 22 de octubre del año 1858, siendo la primera persona en ser enterrad de la forma civil en Baiona, tras dejarnos, no se nos olvide, el mito de Aitor(4) muy arraigado posteriormente entre los vascos.


(1) Zazpi Uskal-Herrietako Uskalduner; su amigo Antoine d’Abbadia, acuña en esta obra la expresión Zazpiak bat.
(2)Fundado por Lespés, que según Vinson era: Le soutien, l'espoir el le refuge de l'esprit liberal et indépendant, París, 1891, Bibliogrrafhie de la lungue basque.
(3) Es un socialista revolucionario, llegando a ser incluso pro-carlista, porque se da cuenta de que los carlistas defienden los fueros y por tanto la independencia vasca; definición realizada por la historiadora Eukeni Goyhenetxe.
(4)Aitoren seme; expresión suletina que sirvió a Augustin Xaho para su creación literaria del Patriarca Aitor. Otra variante que podemos encontrar es aitunenseme, como se dice en la vieja y popular canción de Bereterretche: Enian uste erraiten ziela Aitunen semek gezurrik. El nuevo mito, Aitor, pasó al dominio popular a través de la novela histórica de Navarro Villoslada, Amaya o los vascos en el siglo VIII.

2009/07/24

Hendaia, julio de 2009

Iñigo Saldise Alda

Ingerencias, invasión, ocupación, bulas y falsedades
Soberanía de Navarra

El pasado día 20 de julio del año 2009, aparecía un escrito del señor don Víctor Manuel Arbeloa, en el periódico sito en Cordobilla, que llevaba por título, 1512 (-1530), donde tras leerlo y ver su argumentación, junto a las preguntas finales, he creído la necesidad de contestarle, intentando fomentar con ello, el debate en la sociedad navarra, ante la proximidad de una de las efemérides que mayor repercusión ha tenido sobre los navarros, los 500 años de la invasión y ocupación del Reino de Navarra, realizada por tropas españolas.

Para empezar, me gustaría matizar que el Reino de Navarra no fue incorporado a la nación española, ya que este sobrevivió soberano, al norte de los Pirineos, hasta el año 1620. De facto, usted ya nos informa de ello, al menos de la existencia de dicho Estado soberano de Navarra, en su trabajo titulado, La Corte protestante de Navarra (1527-1563) de la revista Panorama, nº 20, editada por el Departamento de Educación y Cultura del Gobierno de Navarra, en el año 1992.

Es cierto, que un 7 de julio del año 1515, en la corte de Burgos, el monarca español Fernando II de Aragón, el cual también era regente de Castilla y León, sin contar con la presencia, ni la aprobación de navarro alguno, ni siquiera de aquellos que le había apoyado durante la invasión del año 1512 y que incluso habían realizado un juramento de adhesión al rey español, en las ilegítimas cortes realizadas en Iruñea el 23 de marzo del año 1513, se selló con timbre español, no lo olvidemos, la incorporación del Reino de Navarra a la corona de Castilla, lo que significó la perdida de la soberanía y de la libertad para los navarros, algo que en muy poco tiempo comprobaron aquellos que le apoyaron esos años, los beaumonteses, que ante la posibilidad de un contrato matrimonial en el año 1540, entre la princesa de Biana, Juana de Albret y el príncipe de Asturias, Felipe de Habsburgo, enviaron un memorandum, al rey de los navarros, Enrique II el Sangüesino, como usted creo que bien sabe y donde aparece el siguiente párrafo:

<<Quanto a lo que pertenesce a V. Alteza, según lo que solía extender este Reyno antiguamente como es pública voz y fama que era señor de Guipúzcoa, Vizcaya y Alaba y mucha parte de Rioja, hasta el holmo de Burgos; como por la sepultura que antiguamente los reyes de Navarra tenían en Nájera y otras ciudades y villas que hoy en día parescen las armas de Navarra; anssí como en Logroño y en otros lugares y de poco acá se han borrado.(…)>>

El Reino de Navarra, cuando aún se le conocía como Reino de Pamplona, ya sufrió innumerables invasiones y ocupaciones, que fueron amputando su territorio y sometiendo al pueblo vascón, creador de dicho Estado en el año 824, realizadas por parte del reino de Castilla ( y León), principalmente, pero sin olvidarnos de la ingerencia barcelonesa que germinó en la corona de Aragón, más las pretensiones del reino de Inglaterra, del reino de Francia y también del mismísimo estado pontificio, como bien aparece en innumerables obras de historiadores navarros, como por ejemplo la obra de Pierre Narbaitz que lleva por título, Navarra o cuando los vascos tenían reyes.

Por otro lado, me gustaría matizar que el Reino de Navarra no tenía unos reyes franceses en los tiempos de la invasión y ocupación del año 1512; y para ello me voy a remitir en primer lugar, de nuevo a su trabajo anteriormente mencionado, concretamente en la página nº 7 del mismo, donde podemos leer lo siguiente:

“El matrimonio de Catalina de Foix, reina de Navarra, señora del Bearne y condesa de Foix, con Juan II de Albret, III de Navarra, celebrado en 1484, puso en sus manos los dominios de las Casas de Foix y Bearne añadidos al Viejo Reino”.


Esto que usted nos indicaba en el año 1992, puede ser concretado y matizado al realizar la lectura de otras obras, todas ellas realizadas por historiadores de nuestro país, el navarro se sobre entiende, pero quizás, podíamos destacar la llevada a cabo por Álvaro Adot Lerga y cuyo título es Juan de Albret y Catalina de Foix o la defensa del Estado navarro, en cuya lectura podemos comprobar, que el Reino de Navarra era neutral y que solo quería la paz con los estados vecinos e incluso la interna del Reino Pirenaico, lograda en el año 1507 con la expulsión, tras retirarle todos sus bienes y títulos navarros, del traidor Luís III de Beaumont, mientras que españoles y franceses, solo querían apropiarse del territorio navarro.

Las continuas ingerencias, llevadas a cabo por Fernando II de Aragón, consorte de Castilla y León por su matrimonio con Isabel I, apoyando e incentivando las impertinencias y ambiciones de su cuñado Luís III de Beaumont, buscando debilitar a los reyes navarros, le valió posteriormente el apoyo del hijo de éste, Luís IV de Beaumont, el cual incluso encabezó uno de los tercios del ejercito invasor español.

Antes de la invasión española de nuestro Estado, concretamente en mayo del año 1512, y ante la amenaza militar proveniente del autotitulado rey de España, Fernando II de Aragón, el Reino neutral de Navarra, mediante su Consejo Real, requiere el Pase o exequáter, de las Bulas Pontificias por el Consejo, al estar el Estado Pirenaico totalmente asentado en el espacio de las naciones europeas, pero esta petición nunca fue atendida por el emperador de Roma, Julio II, aliado acérrimo del maquiavélico Fernando de España.

Para facilitar las ansias invasoras de Fernando de España, el 21 de julio de 1521, aparece la Bula Pastor ille celestis, donde el emperador de Roma no nombra a los monarcas navarros, Catalina I de Foix y Juan III de Albret, en cambio, se refiere a cierta veneno de herejía que afectaba a los cántabros y navarros, lo que no justificaba ni de lejos, la invasión y ocupación del Estado de Navarra por parte española.

La presión y manipulación por parte del rey de España, Fernando el Falsario, bien en la Curia romana o más probablemente en la cancillería de Aragón, consiguió una segunda Bula una vez ocupado el Reino vascón, Exigit contumatiam, ese mismo año, la cual vinculaba al Estado de Navarra a la condición de colonia española y ha servido hasta la actualidad al estado español, para justificar toda suerte de atropellos y crímenes realizados por su inquisición, la destrucción de los castillos navarros y la expulsión de la nobleza e intelectualidad humanista del territorio ocupado por soldados españoles, extranjeros en esta tierra.

La tercer Bula, etsi obstinati es ya una clara condenación de los reyes navarros, Catalina I de Foix y Juan III de Albret. Es muy probable que el emperador de Roma, Julio II sólo proclamó la bula contra Luís XII de Francia, Universis Santae Matris Ecclesiae y las otras tres serían prefabricadas o incluso falsificadas por el rey de España, Fernando, ante la pasividad del emperador cristiano.

Pero fue la Bula Exigit contumatiam, no anulada aún día por el estado católico del Vaticano, la que asentó realmente la ocupación militar española en el Estado de Navarra. En ella se dispensaba a los navarros bajo pena de excomunión, de continuar obedeciendo a sus legítimos monarcas, Catalina I y Juan III, a quienes habían jurado "por fuero sacrosanto ancestral" lealtad, nunca jamás hasta entonces violado de manera unilateralmente. Con ella, el rey de España condenaba personalmente Catalina y Juan, más a todos los navarros que masivamente les defendían, por lo que España no dudó en imponer en esta tierra, su horrenda ley de excepción, la cual arruinó la libertad que teníamos los navarros y devastó nuestro territorio, al menos los situados al sur del Pirineo, en ese año.

2009/07/22

Hendaia ta Iruinea, julio de 2009

Iñigo Saldise Alda
Nabar lur politikoa
Soberanía de Navarra

CITAS

“Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación; en virtud de este derecho, determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo económico, social y cultural”. 2º punto de la resolución 1514 de las Naciones Unidas, realizada el 14 de diciembre del año 1960

“El político que ignore la historia puede ir dedicándose a cualquier otra cosa, no a la Política”. Winston Churchill

“Un pueblo que no conoce su historia no puede comprender el presente ni construir el porvenir”. Helmut Kohl

"El Reino de Navarra ha sido la primera y la única expresión histórica de una formación vasca unificada". Gregorio Monreal


· Introducción

Uno de los aspectos importantes que definen un estado, es su extensión y la consiguiente configuración de sus fronteras con respecto a los estados vecinos. En nuestro caso, el Estado de los vascos ha sufrido a lo largo de los siglos, numerosas invasiones y ocupaciones de nuestras tierras, que han ido amputando paulatinamente, numerosos territorios al Reino de Navarra, hasta conseguir finalmente y manu militari, tanto españoles como franceses, que el Estado de los vascos independientes o navarros, haya desaparecido, momentáneamente, de los mapas políticos mundiales.

Varios siglos después de estas contingencias, entre los soberanista navarros está vigente el debate político de la territorial de nuestro Estado, a los cuales podríamos resumirlos y dividirlos en tres grupos, tomando de partida la amplitud territorial que reclaman cada grupo de ellos, que buscan la restitución del Estado de Navarra. Por un lado están los que defienden un territorio para nuestro Estado, que tendría como territorio a las denominadas seis Merindades históricas, por otro lado están los que defienden una territorialidad basada en las siete provincias históricas vascas y finalmente aquellos que defienden una Navarra plena, desechando todos ellos, eso si, la actual territorialidad que posee la Navarra residual o C.F. de Navarra.


· La Navarra de las seis Merindades


Los soberanistas navarros que defienden políticamente esta territorialidad, toman como base los territorios que poseía el Reino de Navarra tras la muerte de Sancho VII el Fuerte, que daba paso a la entrada de la dinastía de Champaña. Estos territorios son las cinco Merindades de Iruñea, Erriberri, Zangoza, Lizarra, Tutera y la Tierra de vascos o Ultrapuertos, que actualmente asignamos a la territorialidad de Baja Navarra.

La territorialidad de las Merindades de Iruñea, Erriberri, Zangoza y Tutera, no han sufrido ninguna variación a lo largo de la historia desde los tiempos de Sancho VII el Fuerte, pero en cambio, la Merindad de Lizarra sufrió una amputación territorial en el año 1463, con la invasión y ocupación castellana de la Sonsierra, actual Rioja alavesa y San Vicente, que si defienden como espacio navarro los soberanistas que apuestan por esta política territorial.

A pesar de que a la Baja Navarra nunca se le otorgó por parte real el título de Merindad, en la actualidad la conocemos como la sexta, después de las de Iruñea, a la que estaba unida realmente, Zangoza, Erriberri, Tutera y la ya comentada Lizarra, y ni siquiera su amplitud territorial a través de los siglos, es la que le damos en la actualidad. Llama la atención, un trabajo realizado por la sociedad de estudios vascos, que aparece en su revista del año 1929, el cual incluía un prólogo realizado por el redentorista navarro Xabier Gorosterratzu, quien tradujo del latín al castellano, la obra de Arnaldo de Oyenart, titulada Noticia de las dos Vasconias, cuyo título originario es Notitia Utriusque Vasconiae, edición realizada en el año 1638.

En la primera página de dicho trabajo, el nacido en Urrotz, Xabier Gorosterratzu(1), nos realiza un pequeño, pero a la vez, importantísimo apunte en materia de la territorialidad primaria de la Tierra de Ultrapuertos, al situarnos dentro de ella el lugar de nacimiento de Arnaldo de Oyenart:

“(…) nació en 1592, en Mauleón, población principal de la sexta Merindad del antiguo Reino de Navarra, poblada exclusivamente por vascos, que todavía conservan con cariño y tesón su maravilloso idioma primitivo. Solo dos años había que figuraba como unida a Francia y esto únicamente por la persona del rey (…)”

Los defensores de esta tesis territorial de las seis Merindades, a diferencia de lo que ocurre con la Merindad de Lizarra, niegan sin ningún razonamiento histórico-político y de manera insistente, que la comarca de Xiberoa, región donde está la ciudad de Maule o Mauleon, pertenezca a la Tierra de Ultrapuertos, lo que es una contradicción importantísima para aquellos que defienden esta política en materia territorial, con respecto a la Merindad de Lizarra, ya de por si carente de un mayor rigor histórico-político, al obviar la territorialidad del Reino de Navarra anterior al año 1200, reinado de Sancho VII el Fuerte y sus antecesores, e incluso la política territorial de los monarcas navarros que sufrieron la invasión española del año 1512, Catalina I de Foix y Juan III de Albret y la posterior que mantuvieron sus descendientes una vez asentada la ocupación militar española de la Alta Navarra-las Merindades de Iruñea, Zangoza, Erriberri, Tutera y Lizarra- desde el año 1524.


· La Navarra de “las siete provincias históricas vascas”


En el siglo XVIII, el sacerdote azpeitiarra, Manuel Larramendi y sus seguidores, fueron los primeros que defendieron un prototipo de un Estado vasco basado en una unidad territorial, de la cual germinaría posteriormente el planteamiento de las siete provincias históricas vascas, el cual lo podemos encontrar a través de su proyecto denominado de las Provincias Unidas del Pirineo, expuesto en el Fuero de la pro-vinci de Gipuzkoa(2).

Es en el siglo XIX, un siglo lleno de nuevas ideas y conflictos militares, donde aparece en primer lugar la figura del bayonés Garat en el año 1811, quien llega a ponderar la formación de un "Estado Nacional Vasco", sometido al mandato del emperador francés Napoleón Bonaparte, donde se incluirían los siete territorios históricos vascos, mejor dicho seis, ya que Garat mantiene unidas a la Baja y Alta Navarra, existentes a ambos lados de los Pirineos. Dicho Estado vasco tendría una bandera colorada y su escudo sería el de Navarra, pero llevando el extraño nombre de Nueva Fenicia(3).

Este planteamiento político en materia territorial, va cogiendo adeptos tras la aparición del diseño cultural conocido como Zazpiak bat. Este lema, siete en uno, salió concretamente de la pluma del dublinés Antoine d’Abbadia quien junto a Agustin Xaho, realizaron en el año 1836, la gramática publicada y dedicada a "Zazpi Uskal-Herrietako Uskalduner", donde aparece plasmada esta expresión, siete en uno.

El nacido en Atharratze-Sorholüze , Agustin Xaho, presenta en el año 1838 su novela romántica, Viaje a Navarra durante la insurrección de los vascos, donde nos ofrece una visión nacional del país, similar en materia territorial, por no decir igual, a la realizada pocos años antes por Garat y con las divisiones recogidas ya en el Zapiak bat de Antoine d’Abbadia, pero con una misma nacionalidad política global para las siete provincias históricas vascas, en torno al todavía existente en la época, más con carácter autónomo que soberano, Reino de Navarra, formado solo por las cinco Merindades del sur del Pirineo o Alta Navarra.

Posteriormente, sería Jean Jaugain, la persona que diseñó un escudo para un Congreso y Festival sobre la Tradición Vasca, realizado en Donibane Lohinzune en el año 1897, donde se englobaban los signos heráldicos de las siete provincias históricas vascas, con la anécdota del escudo de Xiberoa, que al no poseer esta comarca un distintivo heráldico hasta entonces, el escudo fue recogido del que poseía el señor de Mauleon(4). Rápidamente y debido a esos tiempos donde reinaba el romanticismo, fue apropiado por el recientemente fundado PNV-EAJ-PNB, de finales del siglo XIX, sirviéndole a los hermanos Arana, para definir su política territorial, dentro de su paradigma bizkaitarra, para el Estado de los vascos, al cual llamó Euzkadi(5), bien por obviar o quizás desconocer, la existencia a lo largo de la historia del Estado de Navarra.

Joxe Azurmendi, nacido en Zegama, en su obra Los españoles y los euskaldunes, ya nos indica que el desarrollo-creación-de Euzkadi como nacionalidad es anormal, al escaparse de la historia política, y también entendemos por supuesto, en la materia territorial, del Estado soberano que habían poseído los vascos con anterioridad a la invención realizada por los hermanos Arana. Dejando de un lado, a mi parecer, el estéril debate sobre el nombre del Estado vasco, en esta unidad política en materia territorial que nos presentaron los hermanos Arana, podemos comprobar al repasar la historia, que realmente no ha existido nunca como tal, de manera exclusiva eso si, solo los siete territorios históricos vascos, dándose única y realmente, con la coexistencia con otras regiones o comarcas, dentro de ese Estado político, reconocido por Joxe Azurmendi, que hemos tenido los vascos, el cual data desde comienzos del siglo IX y se mantuvo soberano hasta el primer cuarto del siglo XVII.

Actualmente identificamos a las sietes provincias históricas vascas a las regiones-herrialdeak-de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Laburdi, Behe Nafarroa, Nafarroa Garaia y Xiberoa. Destaca a simple vista, como los defensores de esta política territorial o de extensión del Estado vasco con el nombre de Navarra, aceptan la división entre la Alta Navarra y la Baja Navarra, asimilando y tal vez incluso podríamos afirmar, que legitimando la división concluyente e impuesta por españoles y franceses en torno a los Pirineos, semejante a la que aceptan los defensores de la Navarra de las seis Merindades, que finalmente fue concretada tras la firma del Tratado de Utrecht en año 1714, por los reinos de Francia y de España, concretamente entre dos ramas de la casa de los Borbón, que se reparten así Vasconia, quedando la de Aquitania para el reino de Francia y la Ibérica para el reino de España.

Pasado la medianidad del siglo XX, los herederos políticos del planteamiento bizkaitarra, comienzan a utilizar el término hasta entonces únicamente cultural de Euskal Herria(6), reemplazando con ello al término político de Euzkadi, de carácter más racial e inventado a finales del siglo XIX por los hermanos Arana. Esto supone un nuevo problema, ya que como encontramos en uno de los escritos de Eneko del Castillo(7), el término Euskal Herria, solo puede ser traducido de dos maneras, bien como pueblo vasco o bien como el país del euskara, demostrándose en ambos casos su exclusivo carácter cultural.

La primera opción-pueblo vasco-a pesar de lo que nos pueda parecer a primera instancia, es totalmente inapropiada, ya que en la actualidad, a comienzos del siglo XXI, la migración vasca realizada desde siglo XIV, bien forzada, obligada o deseada(8), ha creado una importante diáspora vasca en el Mundo, siendo especialmente importante la existente en la totalidad del continente americano, lo que nos dice que la totalidad del pueblo vasco no solo se encuentra en la actualidad en las siete provincias históricas vascas.

A la segunda alternativa-país del euskara-tampoco se le puede considerar apropiada, ya que por desgracia nuestra, en los tiempos que corremos a fecha de hoy, recién comenzado el siglo XXI, y principalmente debido a la incesante colonización llevaba a cabo por los imperios francés y español, tras la invasión y ocupación total de nuestro Estado, el país del euskara abarca un menor territorio(9) que el de las siete provincias históricas vascas mencionadas con anterioridad, y que realmente poseen esa particular territorialidad, por las divisiones políticas impuestas a los vascos, realizadas por los invasores españoles y franceses.

Por otro lado, y tras comprobar la falta de base histórica e incluso por la triste realidad lingüística actual, es prácticamente imposible, desde una perspectiva política propia, defender la utilización de los términos políticos inventados de Nueva Fenicia y de Euzkadi o el cultural, con carácter político, de Euskal Herria, para un Estado con dicha territorialidad e incluso, llamar a la totalidad de estas siete comarcas, Navarra, podría llegar a inducirnos a caer en numerables contradicciones e incluso falsedades históricas en materia territorial, porque a parte de existir, como ya he indicado antes, bi herrialdeek, que poseen el mismo nombre que el de la totalidad del Estado de los navarros, no existe ningún periodo de la larga historia del Reino de Navarra, con esa territorialidad exclusiva.

Realmente los defensores actuales de esta alternativa política en materia territorial, se centran en los planteamientos realizados en esta materia desde el siglo XVIII, desechado de ante mano o mejor dicho, aparcando tal vez y de manera momentánea, una reivindicación territorial basada en la historia del pueblo vasco-Euskal Herria-anterior a los siglos XVIII, XIX y XX, donde ya aparece claramente planteada la territorialidad Estatal, en la cual ya podemos encontrar una política soberanista en materia territorial, diferente a la de aquellos que se basan en los denominados siete territorios históricos vascos.

Tal vez, la más significativa y que pudo incluso influir en aun planteamiento político territorial posterior, realizado por el sevillano Serafín Olave en el año 1883, la cual estaba encuadrada dentro de la redacción de las bases constitucionales para la República de Navarra, sea la realizada por los beaumonteses de la ciudad de Iruñea en el año 1540, ante la posibilidad de un matrimonio entre la princesa de Biana, Juana de Albret y el príncipe de Asturias, Felipe, lo que les posibilitaba alcanzar de nuevo la libertad a través de la recuperación de la soberanía navarra, y para ello enviaron un memorandum al rey de Navarra, Enrique II el Sangüesino, invitándole a reclamar el territorio perteneciente al Reino vasco, que estaba ocupado por los españoles, donde ya nos indican con claridad, al menos, otra comarca vascona:

«Quanto a lo que pertenesce a V. Alteza, según lo que solía extender este Reyno antiguamente como es pública voz y fama que era señor de Guipúzcoa, Vizcaya y Alaba y mucha parte de Rioja, hasta el holmo de Burgos; como por la sepultura que antiguamente los reyes de Navarra tenían en Nájera y otras ciudades y villas que hoy en día parescen las armas de Navarra; anssí como en Logroño y en otros lugares y de poco acá se han borrado.(…)>>


· La Navarra plena


Los soberanistas navarros que defienden esta tesis territorial, Nabarra osoa, se basan exclusivamente en la larga historia de los vascos y más concretamente en la historia del Estado que les representó, de una manera independiente y soberana, ante las demás naciones de Europa y por ende, del Mundo. Este Estado fue el Reino de Pamplona primero, que posteriormente cambió su nombre por el de Navarra. Uno de los primeros políticos, que podemos situar dentro del denominado nacionalismo vasco, que planteó esta unidad política y territorial para el Estado de los vascos, fue Anacleto Ortueta(10).

Dentro de los defensores de esta política territorial, también encontramos a Sarrailh de Ihartza(11), la cual aparece publicada en una obra publicada en el año 1979, titulada Vasconia. En ella nos dice lo siguiente:

“Todo buen vizcaíno, guipuzcoano, riojano, etc., que se diga nacionalista debería sentirse navarro y desear la restauración de este Estado, en forma de República Vasca, tal y como promulgaba Irujo durante el exilio en Londres”.

Manuel Irujo, fue un político nacionalista vasco que nació en la localidad de Lizarra, que durante el año 1945 y desde el exilio londinense, realizó un anteproyecto de constitución para la República de Navarra, en la cual ya existía una mayor consideración política sobre la territorialidad del Estado vasco, la cual estaba basada íntegramente en la historia política territorial desarrollada a lo largo de la existencia del Reino de Navarra, que podemos encontrar plasmada en unos mapas(12) que Sarrailh de Ihartza incluye entre las páginas de su obra, los cuales engloban los territorios del Reino de Navarra y del Ducado de Vasconia.

El iruinsheme Tomás Urzainqui y el difunto irundarra J.Mª Olaizola, realizaron un gran trabajo histórico para el pueblo vasco al publicar La Navarra Marítima. Obra donde se habla de una unidad nacional vasca en la figura política del Estado de Navarra, con una territorialidad basada en actos ocurridos en nuestra historia política, como la firma de diferentes tratados fronterizos. Un planteamiento que podíamos intuir con anterioridad en una obra anterior, Navarra o cuando los vascos tenían reyes, de un nacido en Azcarate y también difunto Pierre Narbaitz, donde tras su lectura se puede llegar rápidamente a una conclusión semejante.

Pero si hay un trabajo, en el cual se destaque con mayor énfasis la defensa soberanista de Nabarra Osoa, incluso simplemente al leer el título del libro, es Navarra sin fronteras impuestas, cuyo autor es Tomás Urzainqui, quien nos divulga con brillante concreción las fronteras políticas del Estado de Navarra y por consiguiente la expansión política del Estado vasco. Esta obra, realmente está basada en un trabajo anterior, concretamente realizado por Antonio Ubieto Arteta en el año 1953, que lleva por título Las fronteras de Navarra.

Otra de las obras donde podemos encontrar una defensa de esta política territorial, es la realizada por Iñaki Sagrado. Sus diferentes tomos de los Castillos que defendieron el Reino, basados en aquellos castillos que pertenecían a la Corona de Navarra, es otra vía política con la cual conocer la amplitud que alcanzó el Reino de Navarra.

La defensa de esta opción territorial, está asentada sobre unos cimientos sólidos. Estos cimientos es la extensa historia política de aquel Estado que crearon los vascones libres e independientes, los navarros, en el año 824, en el cual desarrollaron una política propia, en la que nunca estuvo olvidada la importante cuestión territorial, basada en gran medida en la amplitud del país del euskara o lingua navarrorum.


· Conclusión

La defensa de una u otra opción territorial para el Estado de Navarra, presentada en este trabajo, está realizada por diferentes agentes e individuos de este país, los cuales buscan la manera de que el pueblo más antiguo de Europa sea libre, mediante la recuperación de la soberanía del Estado de Navarra. Para ello toman con mayor o menor rigor, los datos en materia de territorialidad, que nos facilita la historia de nuestro Estado.

Con este trabajo, hemos pretendido principalmente, dar a conocer las diferentes ideas que manejamos los soberanistas navarros de comienzos del siglo XXI, en materia de territorialidad, enseñando sus carencias o virtudes que finalmente le dan mayor o menor legitimidad histórico-política, ya que somos muy conscientes de la importancia que se le ha dado y se le da al territorio, en la totalidad de los estados existentes en este mundo, equiparable únicamente a la categoría del pueblo que se asienta en ese espacio delimitado por las diferentes políticas fronterizas.


NOTAS

(1) Xabier Gorosterratzu Jaunarena; hay una pequeña biografía en este blog.
(2) Fuero de Gipuzkoa; Comentario del Padre Larramendi: “¿Qué razón hay para que la nación vascongada, la primitiva pobladora de España… esta nación privilegiada y del más noble origen, no sea nación aparte, nación de por sí, nación exenta e independiente de las demás?”.Idem ”El proyecto de las Provincias unidades del Pirineo es sin duda magnífico y especioso (hermoso). República que se hará famosa con su gobierno aristocrático o democrático, como mejor pareciere, tomando de las repúblicas antiguas todo lo que las hizo célebres y ruidosas en el mundo, y de las modernas todo lo que es conveniente para su duración y subsistencia”.
(3) Nueva Fenicia; Término inventado por J. Dominique Garat. La Nueva Fenicia. Proyecto de Unión vasca bajo Napoleón, María Rosa Agudo Huici, 1983.
(4) Nabarrako Herritarren Ekhimena; pregón de la acción de Maule,
http://nabarrakoherritarrenekhimena.blogspot.com
(5) Euzkadi; actualmente se escribe Euskadi. Más información en el blog Nabarlur, http://nabarlur.blogspot.com/
(6) Euskal Herria; concepto propio en euskara que sirve para designar a los vascoparlantes que conforman una comunidad, el cual aparece de manera literaria a mediados del siglo XVI. La vieja herida. De la conquista española al Amejoramiento del Foral; Floren Aoiz, 2002.
(7) Nabarlur; blog de Eneko del Castillo (5)
(8) Navegantes del interior. Emigración del Baztan y Nafarroa Beherea desde el siglo XIV; Pello Esarte, 2009.
(9) Louis Lucien Bonaparte, sobrino del emperador francés Napoleón Bonaparte y nacido en Inglaterra, escribió en el año 1847 una obra titulada Specimen lexici omnium linguarum europearum. Es un pequeño diccionario de todas las lenguas, donde se menciona al euskara y refleja su inquietud por los dialectos vascos, realizando la primera clasificación de los dialectos basada únicamente en criterios lingüísticos, aunque los cimientos ya existían desde la clasificación realizada por el padre Larramendi, que entre los ocho dialectos y sus veinticinco subdialectos, no llegan a abarcar la totalidad territorial de las siete provincias históricas vascas.
http://es.wikipedia.org/wiki/Louis_Lucien_Bonaparte
(10) Navarra y la unidad política vasca; Anacleto Ortueta, 1931.
(11) Sarrailh de Ihartza; pseudónimo del getxotarra Federico Kutwig Sagredo.
(12) Vasconia; idem(11), 2006.

2009/07/20

Hendaia, julio de 2009


Iñigo Saldise Alda
Plus estre que Paroistre
Soberanía de Navarra

Esta es la leyenda que aparece, junto a un escudo, en una vidriera del castillo Abbadia, el cual está situado en un alto que domina, señorial y altivo, la villa de Hendaia. Este hermoso palacio construido por orden de Antoine T. d’Abbadia, explorador, geógrafo, astrólogo, lingüista y especialmente amante de la lengua y cultura vasca. En esta construcción de estilo neu-gótico, bajo influencia de diferentes estilos medievales, se pueden apreciar en sus fachadas, numerosas imágenes de animales, como ejemplo serpientes, monos, cocodrilos, elefantes, un águila y caracoles, más algunos seres mitológico como gárgolas, todos ellos cargados de gran simbolismo junto al leal lebrel, símbolo de la fidelidad que profesaba a su mujer, Virginie.

En las diferentes instancias que nos muestran, cuando realizamos una visita guiada por su interior, los visitantes podemos ver diferentes imágenes dibujadas en las paredes donde están situadas la escaleras principales, sobre la historia de Etiopía, refranes en distintas lenguas, un serio y sencillo observatorio, carente de toda decoración, una magnífica biblioteca repleta de obras de la ciencia de las estrellas, sin olvidarnos, por supuesto, de las habitaciones del propio Antoine d’Abbadia y la de su amada mujer Virginie, esta última incluye además, un pequeño balconcillo a la capilla privada donde ambos fueron enterrados, un comedor y un salón de estar, donde resalta en una de sus paredes, un diploma otorgado por la ciudad de Donostia a Antoine d’Abbadia y hasta una habitación reservada para el emperador francés, Napoleón III(1).

En las entrañas de este palacio se resume gráficamente la vida de Antoine, el cual había nacido en Dublín el 3 de enero del año 1810, hijo de un refugiado vasco y de una madre irlandesa. Concretamente su padre descendía de una antigua familia de abades laicos de Arrast, municipio cercano a Mauleon, que tuvo que refugiarse en Irlanda, huyendo de la persecución de los revolucionarios franceses. En el año 1820, la familia se afincó en Toulouse.Ya durante sus estudios en esta ciudad, Antoine cultivó y desarrolló aficiones poéticas, tanto en inglés como en francés, dominado también el griego, el italiano y el euskara, su lengua paterna, cuyo amor le había transmitido por su padre desde la infancia. Su padre se reveló, como después lo sería el mismo Antoine, un gran mecenas, ya que facilitó a su hijo y algunos otros, a proseguir los estudios.

En el año 1828 la familia se establece en París y Antoine sigue los cursos de Derecho, comenzados en Toulouse, y lee los Ensayos de Bacon. Hombre atlético, deportista nato, practicaba la esgrima, la gimnasia, la marcha y la natación, siendo admiradas sus hazañas en las playas de Biarritz el verano del año1827.Durante los años 1830 y 1831, sin abandonar el estudio del Derecho, comienza los Estudios de Mineralogía y Geología inscribiéndose en la Facultad de Ciencias francesas, avanzando en sus estudios de tal modo que el año 1836, será encargado junto con Alejandro Humboldt y Gauss, al estudio del magnetismo terrestre, realizando un viaje al Brazil, concretamente a la villa de Olinda, donde pasó dos meses haciendo más de dos mil observaciones astronómicas. Durante el viaje en la fragata francesa Andrómeda, se encontró con el príncipe Louis Napoleón, que había sido expulsado del imperio francés(2).

El año 1836, Antoine elabora con Joseph Augustin Xaho, estudioso de las leyes por la literatura y la política, una gramática vasca, publicada y dedicada a "Zazpi Uskal-Herrietako Uskalduner", donde acuña la expresión Zazpiak bat. D’Abbadia también realiza una reseña en el Bidletin de la Société de Geographie, del estilo fogoso y el patriotismo de su amigo, expresado en la obra Viaje a Navarra durante la insurrección de los vascos. Ese mismo año, también publican en colaboración Les études gramaticales sur la langue euskarienne. El prólogo de Antoine d’Abbadia, forma un breve estudio de 50 páginas, en las que menciona trabajos anteriores de los del historiador Oihenart, de Harriet, del jesuita Larramendi, el antropólogo Humboldt y de Lécluse, corrigiendo algunas de las observaciones realizadas por ellos y mencionando las semejanzas del euskara con el hebreo, el lapón, el húngaro, el finés, el georgiano, otras lenguas afines y americanas, concluyendo que la lengua cuyo sistema se acerca más al euskara es el quechua.

En el año 1837, parte para África donde le espera su hermano Arnauld(3). Tras una estancia breve en El Cairo atraviesan Egipto y el mar Rojo para desembarcar en la isla de Massaonah, punto de partida habitual de las caravanas que se adentraban en Etiopía. Antoine d’Abbadia se dedico al aprendizaje de lenguas nativas, recabar noticias sobre las étnias y a recoger informes sobre la geografía, arqueología, cartografía, geología e historia de Etiopía , durante un periodo de doce años, llegando a lugares donde el hombre europeo no había entrado anteriormente, como Ennarea y Kaffa, en los territorios de los galla. Los hermanos no siempre viajaron juntos, pero ambos se encontraron innumerables dificultades, corriendo numerosas aventuras, implicándose incluso en intrigas políticas, especialmente Antoine, que ejercitaba su influencia en favor del estado francés y de los misioneros católicos.

Ya de vuelta en las tierras vascas, y después de organizar sus trabajos de Brazil y Etiopía para su publicación, d’Abbadia se implicó en gran medida en la cultura vasca, organizando un partido de pelota vasca en Urruña el año 1851. Desde el año 1853 hasta su muerte en el año 1897, Antoine D'Abbadia se convertirá en un mecenas infatigable de las competiciones tanto deportivas como poéticas, en su mayoría encuadradas en la cultura vasca, presentándose en pueblos, villas y ciudades, donde se realizarían concursos y certámenes, siendo Antoine la persona que introdujo el afán y apoyó las primeras Fiestas Euskaras que se celebraron en Durango el año 1886, donde se dieron cita gran número de escritores, con obras de diversos géneros.

Antoine d’Abbadia nunca abandonó sus estudios astronómicos, visitando Briviesca en el año 1860 y Argel en el año 1967, única y exclusivamente para observar eclipses de sol, totales y parciales. En el año 1882 viajó hasta Haití, para contemplar el paso de Venus sobre el sol.

El pueblo vasco, gracias a la iniciativa de la Société d'Ethijíographie nationale et d'Art populaire, le brindó un gran homenaje en el congreso que se celebró del 15 al 22 de agosto del año 1897, cuyos resultados se recogen en la obra La tradiíion aii pays basque, recientemente reeditada. Sus contemporáneos le llamaban Eskualdunen aita(4), pues como bien dice la divisa de sus escudos, más ser que parecer.

(1) El guía del palacio Abbadia, nos dice que falta una piedra por colocar, pues Napoleón III nunca visitó el palacio y no la puso.
(2) Antoine D’Abbadie y el resurgir literario vasco en la segunda mitad del siglo XIX; Patricio Urquizu, 1991. Donde aparece una predicción de Antoine d’Abbadia a Louis Napoleón: “Vd. está llamado a gobernar Francia, le concedo una cita en las Tuilleries”. A la cual le contestó el príncipe francés lo siguiente: “Si alguna vez llego al poder queda Vd. Invitado”.
(3) Arnald d’Abbadie; político con carrera militar en el ejército francés, donde llegó a ser general; juez y diplomático, obtuvo el título de Ras Mikaél.
(4) El padre de los vascos.
Página web recomendada: http://www.academie-sciences.fr/abbadie/diapo.swf

2009/07/16

Iruinea, Julio de 2009

Iñigo Saldise Alda
Un mecánico y un electricista, dos navarros.
Soberanía de Navarra

En el mundo laboral industrial, la relación existente entre mecánicos y electricistas es normal y habitual, ya que en numerables ocasiones, la mecánica influye en la electricidad y sin electricidad, en muchos casos, la mecánica no puede funcionar, por ello la relación entre mecánicos y electricistas es habitual en el ámbito industrial.

Yo soy un electricista, que movido por el sentimiento navarrarista auténtico, cuya definición podemos encontrar en los libros del historiador Jon Oria Oses, como por ejemplo en su obra que lleva por título, Navarra es una colonia española y francesa, y siguiendo el paradigma navarro que brillantemente nos tiene acostumbrados a exponer el señor don Luís María Martínez Garate, me he ido introduciendo en el mundo de la escritura, para colaborar de esta manera, en la recuperación de la soberanía plena del Estado de Navarra.

A lo largo de mis escritos, aquellos que los han leído, han podido comprobar el trabajo que estoy realizando, intentando llevar a Euskal Herria-al pueblo vasco(n)- diferentes pasajes de la historia del Reino o Estado de Navarra, como mostrar la antigüedad de los símbolos Estatales navarros, recordar las diferentes invasiones y ocupaciones armadas de nuestro territorio, las luchas entre los Agramont y los Luxe, etc, todo ello basado en grandes obras de historiadores y escritores de este país, como Pello Esarte, Álvaro Adot, Mikel Sorauren, Aitor Pescador, Tomás Urzainqui, Floren Aoiz, el propio Jon Oria Oses, Iñaki Sagredo, Bixente Serrano, Aitzol Altuna, etc, que son el asiento esencial de todas estas cuestiones histórico-políticas, que nos sirven de base a planteamientos políticos desde una perspectiva exclusivamente navarra, contando además con la influencia de diferentes fuentes ideológicas en materia política, pero destacando de todos estos planteamientos ideológicos, el trabajo realizado por el navarro Joseba Ariznabarreta, especialmente en su obra Pueblo y Poder, manual de obligada lectura para los patriotas de este país.

Algunos de mis escritos han ocasionado controversia y gracias a ello he podido conocer a un mecánico navarro, el cual a diferencia de mi, es monárquico, pero monárquico navarro. Me estoy refiriendo a Blas de Beaumont, que además de ser mecánico es Duque de Beaumont-Evreux y Regente de la Casa Real de Navarra. De hecho, tuvimos un pequeño enfrentamiento a costa de un mal entendido con respecto a Luís XIII de Francia, el cual, como los dos coincidimos, se autoproclamó II de Navarra tras entrar a sangre y fuego en el parlamento de Pau y en los Estado Generales de Navarra de Donapaleu en el año 1620, existentes desde la invasión y ocupación militar española del año 1512 de las tierras al sur del Pirineo, por lo que escribí un pequeño artículo que llevaba por título, De Agramont a Beaumont, el cual concluía con el siguiente párrafo:

“(…)Esperando que estas líneas le demuestren mis conocimientos de la historia de nuestro Estado, el cual continúa sometido por la invasión armada y supeditado nuestro pueblo a unas leyes que nos niegan cualquier opción a recuperar la soberanía, se despide un joven agramontés del siglo XXI, que “lucha” por la recuperación de la soberanía plena de nuestro país, cuya estructura política para nuestro Estado no puede ser otra que una república, y para ser precisos la República de Navarra”.

Así un monárquico y un republicano, navarros eso si, comenzaron una relación especial, incluso llegando a la amistad, la cual se sustenta en que ambos tenemos el mismo objetivo, la recuperación de la soberanía plena del Estado de Navarra. Para ello hemos mantenido una fluida comunicación y numerosas reuniones de trabajo, en las cuales han queda claras nuestras posturas, que partiendo desde un planteamiento inicialmente distante, recordemos que él es monárquico y yo soy republicano, no nos ha impedido trabajar juntos, hasta la fecha, en post de nuestro objetivo-recuperación de la soberanía plena para el Estado de Navarra-e incluso, podría afirmar, que esta unidad no habría sido posible, al menos no aceptada por mi parte, de no tener un compromiso claro por parte de Blas de Beaumont, de no imponer un rey a los navarros, teniendo la palabra de un amigo mecánico, la cual viene a decir que esa elección o decisión, solo depende del pueblo vasco(n) y que por supuesto, él sería el primero en votar en unas elecciones dentro de una República, legitimándola con dicha acción, pero eso si, esta República solo puede ser una, la de Navarra.

NABARRAKO ERESERKIA

Nabarra, reflexiones de un Patriota

Reflexiones de un Patriota by Iñigo Saldise Alda

ASKATASUNA = Baskoinak x Nafar Paradigma

"PRO LIBERTATE PATRIA GENS LIBERA STATE"

"Aberri askearen alde jende librea jaiki"

"De pie la gente libre a favor de la libertad de la patria"

Navarre shall be the wonder of the world

by WILLIAM SHAKESPEARE

EUSKARA-LINGUA NAVARRORUM

EUSKARA-LINGUA NAVARRORUM

©NABARTZALE BILDUMA 2011

©NABARTZALE BILDUMA 2011