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2014/09/01

Pedro de Nabarra y de la Cueva e hijo

Pedro de Nabarra y de la Cueva e hijo
Iñigo Saldise Alda

Heráldica 1: Escudo de azur dos leones de plata afrontados que son del linaje, el todo bajo un jefe de gules con medio carbunclo de oro cerrado y pomelado naciente que es de Nabarra.

Pedro de Nabarra y de la Cueva fue hijo del último Mariscal del Reino de Nabarra. Vivió en la Corte de Nabarra existente en Pau, vizcondado de Bearne. En el año 1520 y durante la preparación militar para un nuevo intento de liberación de las tierras ocupadas por los españoles, Enrique de Albret y Foix, II de Nabarra, le nombró Capitán General de Nabarra.

Durante la liberación del año 1521, el hijo del Mariscal del Reino que estaba preso en Simancas, fue el encargado de entrar en la Merindad de Sangüesa. En Zangoza fue recibido con salva y rápidamente se prestó a organizar la sublevación contra los españoles. Las tropas navarras comandadas por el Capitán General de Nabarra, eran provenientes de esa Merindad y estuvieron formadas, en su mayoría, por fieles y leales patriotas roncaleses. Fueron recibidos de manera gloriosa en Tafalla y Erriberri.

El día 30 de Junio del año 1521, Pedro de Nabarra y de la Cueva combatió a los españoles en la conocida como batalla de Noain. Inicialmente las tropas nabarras infringieron un serio castigo a las tropas imperiales españolas. Pero la brutal acción de caballería española comandada por almirante de Castilla, realizó un movimiento envolvente sobre los caballeros nabarros. La batalla fue larga y sangrienta, cayendo finalmente la victoria del lado español, gracias al trabajo continuo de su artillería. Al anochecer 5.000 nabarros y aliados yacieron muertos tras la batalla en los campos de Ezkirotz, Noain y Barbatain. El Capitán General de Nabarra logró escapar junto a otros señores nabarros.

Nuevamente en el vizcondado de Bearne se organizó un nuevo ejército de liberación, en el cual, nuevamente estuvo presente Pedro de Nabarra y de la Cueva, el cual formó un contingente de tropas en el vizcondado de Laburdi. Es en Donibane Lohintzune cuando se une al grueso del contingente nabarro y del aliado francés. El Capitán General de Nabarra, junto a sus hombres, realizó la primera acción militar tomando el castillo de Behobia.

El grueso del ejército de liberación cayó sobre la villa costera de Hondarribia, bombardeando fuertemente sus muros y abriendo rápidamente una brecha. El alcaide español que ocupaba la plaza, Diego de Vera, ante la grave situación que atravesaban sus tropas después de doce días de asedio, capituló la plaza al Rey legítimo de Nabarra, Enrique II el sangüesino. Así pues, el 18 de octubre del año 1521, el hijo del Mariscal del Reino encarcelado por los españoles en Simancas, tomó en nombre del rey de Nabarra posesión de la plaza fuerte de Hondarribia.

En el año 1522, tras sufrir los nabarros una abrumadora derrota en la conocida como batalla de San Marcial, la plaza de Hondarribia, donde ondeaba el hermoso pendón colorado de Nabarra, fue sitiada y hostigada por tropas españolas. Estas estaban dirigidas por el Capitán General de las fuerzas españolas en campaña y capitán General de Guipúzcoa, Beltrán de La Cueva, primo de Pedro de Nabarra y de la Cueva.

El emperador Carlos I de España y V de Alemania, le excluyó de la “amnistía general” que dictó en el año 1523, confiscando todos los bienes que pertenecieron a su difunto padre, Pedro de Nabarra y Lacarra, Mariscal del Reino, asesinado en el año 1522 en la cárcel de Simancas por mandato del propio emperador español.

Un año después, el condestable de Castilla Iñigo Fernández de Velasco, llegó a las puertas de Hondarribia junto a numerosas fuerzas españolas, dando comienzo así un firme cerco de la villa costera. Después de un mes y medio de asedio y de haber resistido en una lucha desigual, el día 25 de marzo del año 1524, casi dos años y medio después de recuperar Hondarribia para Nabarra, carentes de víveres para la población y para las tropas nabarras, además de estar privados de toda esperanza de socorro, Pedro de Nabarra y de la Cueva se ve forzado a capitular mediante la fórmula de Armisticio.

Las tropas de reconquista de Nabarra abandonaron la fortaleza y la villa de Hondarribia en formación y con las banderas rojas de Nabarra desplegadas. Salvo patrióticas excepciones como la de los Olloki, la mayoría de los nabarros que sobrevivieron retornaron a sus casas tras ser “amnistiados” por un rey ajeno o extranjero, el emperador Carlos I de España y V de Alemania.

En cambio, lo primero que hizo Pedro de Nabarra y de las Cuevas, fue presentarse en Simancas para recoger los restos mortales del VII y último Mariscal del Reino, su padre Pedro de Nabarra y Lacarra, para enterrarlo en la iglesia de San Pedro de la Rúa de Lizarra. Los españoles le informaron que la muerte le sobrevino por suicidio, ocultando con ello su asesinato y debilitando con dicha falsaria afirmación, el nabarrismo patriótico de su hijo y del Pueblo de Nabarra.

Ese mismo año debiera haber recuperado los títulos, rentas y propiedades que habían sido confiscados por el emperador español a su padre. Estos eran los señoríos de Muruzabal, Cábrega, Ucar y Auriz, más las pechas de los valles de Berrueza, Valdega y Valdizarbe. Pese a ello, el virrey español de Navarra, Francisco de Zuñiga y Avellaneda, se tomó algo más que tiempo a la hora de devolver los bienes, que habían pertenecido al último Mariscal de Nabarra, a su hijo Pedro de Nabarra y de la Cueva. El virrey español contó con la poderosa colaboración del licenciado Juan Rena, lo que provocó que el ex-Capitán General de Nabarra se negase a prestar el juramento requerido por el perdón de Carlos I de España y V de Alemania, viviendo a merced de sus parientes.

El conde de Miranda cesó en el cargo de virrey de Navarra en el año 1529, pasando dicho cargo al conde de Alcaudete Martín de Córdoba y Velasco, al cual León de Garro prestó juramento en nombre de Pedro de Nabarra y de la Cueva, siendo nombrado éste último Mariscal del Reyno de Navarra por Carlos I de España y V de Alemania, sin contar por supuesto el emperador español con la legitimidad debida para sancionar dicho nombramiento. Tras ello, el hijo del patriótico y Gran Mariscal del Reino, Pedro de Nabarra y de Lacarra, pasó a ser un leal servidor más del emperador Carlos I de España y V de Alemania.

En el año 1530 fue nombrado corregidor de Toledo. En el año 1532 el emperador español le dio licencia para vender varias rentas de sus mayorazgos y comprar así la villa de Cortes. Ese mismo año comenzó como corregidor de Córdoba hasta el año 1539, año el cual el emperador español le nombró primer marqués de Cortes. También fue asistente y Capitán General en Sevilla desde el año 1538 hasta el 1548.

Heráldica 2: Escudo de azur dos leones de plata y en jefe sobre el todo de plata cruz de sinople de la Orden de Alcántara.

En el año 1546 fue nombrado caballero de la Orden de Alcántara. Ese mismo año el emperador Carlos I de España y V de Alemania le nombra gentilhombre de Castilla. Marchó a Galicia en el año 1548 donde ejerció de gobernador y Capitán General hasta el año 1553, año que es nombrado por el emperador español presidente del Consejo de las Órdenes Militares. Un año antes ya era miembro del Consejo de Estado y en el año 1556 alcanzó la cima como servidor del rey de España, al ser nombrado como presidente del Consejo de Estado y Guerra.

Murió en Toledo en el año 1556 y fue enterrado en el  Monasterio de San Juan de los Reyes, de la Orden de San Francisco.

Tuvo un hijo bastado con la sevillana Beatriz Morales, el cual también se llamó Pedro de Navarra y de la Cueva. Fue educado por su padre y estuvo con él hasta su muerte. Pasó al servicio de Felipe II de España, llegando a ser el gobernador militar de la plaza de Pamplona durante los últimos años del reinado del español.

Su principal función fue estar al frente de los servicios secretos del virrey de Navarra, manteniéndose en contacto con los espías españoles que residían en el Reino soberano e independiente de Nabarra. Estos fueron Juan de Garro y Sebastián de Arbizu. La información que conseguía, tras filtrar los datos y contrastarlos, la trasmitía directamente su cuñado el virrey de Navarra y este a su vez la enviaba a Madrid al secretario del Consejo de Estado.

Contó con gran autoridad y autonomía con respecto al virrey de Navarra. Y no solo en la dirección del entramado de espionaje, la que llegó a permitirse recomendaciones al Virrey, el marqués de Cortes José Martín de Cordoba y Velasco, autotitulado Mariscal del Reyno de Navarra por su matrimonio con su hermanastra Jerónima de Navarra y Lacarra, sancionada dicha titulación por Felipe II de España. Dichas recomendaciones fueron realizadas incluso de forma imperativa, principalmente en los temas de cómo debían tratarse la inteligencia española en las tierras nabarras, tanto libres como ocupadas.

Heráldica gobernador: Escudo partido, de gules media bordura de cadena de oro también cadena en media aspa y en media cruz con media esmeralda de sinople, que dicen son de Navarra ganadas en las Navas de Tolosa, de azur dos leones de plata afrontados que son de su padre.

Se asentó en la ciudad de Pamplona. Sus descendientes llegaron incluso a pleitear por los títulos de marqués de Cortes y el españolizado Mariscal del Reyno de Navarra, eso sí, una vez extinguida la rama mayor de la Casa o del tronco principal del linaje.

BIBLIOGRAFÍA

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Guerreros, historias de mil años, Jesús Javier Corpas Mauleón.
Juan Rena. Clave en la conquista de Navarra (1.512-1.538), Pedro Esarte.
La Casa de los Navarra, la Casa de los Mariscales, Historia Medieval del Reyno de Navarra, Carlos Sánchez-Marcos.
La vieja herida: de la conquista española al Amejoramiento Foral, Floren Aoiz.
Libro de la Nobleza Navarra en el que comprehenden las familias, que por su calidad y servicio llebaban acostamientos de las rentas Reales de su Magestad, Isidoro Gil de Jaz, digital.
Nabarra en su vida histórica, Arturo Campión.
Nabarra o cuando los vascos tenían reyes, Pierre Narbaitz.
Nabarra. Reflexiones de un patriota, Iñigo Saldise Alda.
Navarra.Historia, Bernando Estornés Lasa, Auñamendi Eusko Entziklopedia, digital.
Lo que todo nabarro debe saber, VV.AA.
Pedro de Navarra, Bernando Estornés Lasa, Auñamendi Eusko Entziklopedia, digital.
Pedro III de Navarra, Genealogía Familiar, linaje Ordoñez en Navarra, digital.
Pedro III de Navarra, Geneanet, digital.
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HERÁLDICA

Armas y linajes de los Grandes y Señores, Duques, Condes, Marqueses y Varones. Notas sellos.
Ciencia Heroyca, marqués de Avilés.
Compendio heráldico, Pedro Josef de Aldazábal y Murguía.
Diccionario Histórico, Genealógico y Heráldico de las familias ilustres de la Monarquía española, Luis Vilar y Pascual.
Libro de Armería del Reino de Nabarra. Notas de sellos.
Nobiliario de los Reinos y Señoríos de España, Francisco Piferrer.
Nobiliario del Reino de Navarra, Nobleza Ejecutoriada en los Tribunales Reales de Corte y Consejo de Navarra 1519-1832.
Nobleza de Andalucía. Nota sellos.

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Nabarra, reflexiones de un Patriota

Reflexiones de un Patriota by Iñigo Saldise Alda

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"PRO LIBERTATE PATRIA GENS LIBERA STATE"

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EUSKARA-LINGUA NAVARRORUM

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©NABARTZALE BILDUMA 2011

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