Colonos, colonizados y nabarros
Iñigo Saldise Alda
Antes de comenzar con este pequeño ensayo político, el cual está estructurado bajo los firmes cimientos de la única y verdadera historia política del Estado (Reino) de Nabarra, quiero dejar claro que dicho documento pretende ser una crítica constructiva y educativa principalmente, con visión puesta en el futuro inmediato de nuestra situación, encaminado a exponer a la totalidad de los vascos, no solo de los que estamos en esta parte de Europa, Baskonia-Nabarra, y por supuesto a aquellos que no lo son pero defienden su nabarridad de una manera muy sui géneris, pero que todos nosotros queremos recuperar la soberanía del Estado de Nabarra, Reino originario de los vascos, por vías pacíficas.
Todo ello a sabiendas, diariamente como no, de la realidad histórico-política del Estado de Nabarra. Una soberanía que indudablemente fue usurpada de forma violenta e ilegal por el Estado imperialista de España (León-Castilla y Aragón-Cataluña + Granada) y por el Estado imperialista de Francia, pues estoy convencido que coincidirán todos ellos con gran parte de este escrito histórico-político; bueno, quizás, si son realmente patriotas nabarros.
Planteado claramente, con el debido y escrupuloso rigor político al estar basado en nuestra verdadera Historia y sin dudarlo de forma exclusivamente patriótica, lo anteriormente mostrado, al menos para los políticamente nabarros de hoy día, y por supuesto sin temor a faltar al respeto a aquellos que no lo son, pues muestro como en todos mis escritos la verdad, deben saber todos ustedes que en ningún momento es mi intención o interés restar, sino sumar el trabajo llevado a cabo a lo largo de nuestra historia por nacionalistas, independentistas, soberanistas, legitimistas y estatalistas nabarros.
He de decir que estas líneas van dirigidas especialmente para aquellas personas que siguen ciegamente y en muchos casos sin conocimientos absolutos los planteamientos políticos de los hermanos Arana Goiri, los cuales eran y son totalmente erróneos en materia histórico-política, y los regionalistas engañados por la labor colonial de la historiografía española y francesa. Soy, sin ningún tipo de duda, conocedor de que las verdades histórico-políticas habitualmente ofenden en gran medida a aquellos que sacan beneficio económico, de una u otra manera, de la colonización española y/o francesa. Todos ellos aprovechándose siempre del desconocimiento de la verdad histórico-política del Pueblo Vasco y de aquellos que han abrazado la nacionalidad nabarra.
Sé, mejor dicho, sabemos los patriotas nabarros, que a la mayoría de estas personas que se benefician económicamente de la esclavitud del Pueblo-Nación de Nabarra, se les va a hacer casi imposible variar su actual planteamiento político-cultural que les permite entregarse, de uno u otro modo en los imperios de España y Francia. Además, para muchos de sus seguidores, por cierto, engañados ideológicamente por estos agentes colonizadores, realmente les es duro asimilar la totalidad de la verdad histórico-política y por consiguiente, renegar del engañoso y equivocado mensaje promulgado desde partidos y coaliciones políticas, asociaciones culturales o empresas españolas como Nabarralde, S.L.
A decir verdad, muchos de estos males bien del erróneo planteamiento histórico-político realizado a finales del siglo XIX por los hermanos Arana Goiri. Un planteamiento carente de cualquier rigor histórico-político y también geopolítico. Esto ha sido aprovechado por los enemigos de la Patria nabarra, españoles y franceses, para asentar la colonización y tumbar el ciertamente incorrecto mensaje, tanto histórico-político como geopolítico de los hermanos Arana Goiri y sus seguidores, como la empresa Nabarralde, S.L. que rinde cuentas a los partidos y coaliciones políticas españolas (y francesas) que han surgido del paradigma aranista o bizkaitarra.
Actualmente la colonización o labor colonizadora es igual de criminal que cuando ocuparon periódicamente españoles y franceses el territorio del Estado nabarro. Lo lamentable es comprobar como los imperialistas españoles y franceses aprovechan la totalidad de los errores cometidos por unos hermanos vascos a finales del siglo XIX y sus seguidores del ya siglo XXI. Es incompresible para cualquier patriota nabarro del siglo XXI, ver como empresas como Nabarralde, S.L., la cual comenzó con un escrupuloso planteamiento de difundir la realidad histórico-política, se haya vendido a partidos y coaliciones españolas, sí, bueno, con planteamiento autonómico vasco, que no independentista y soberanista nabarro, por unas míseras migajas de los impuestos españoles impuestos en la colonia de Nabarra y sus habitantes, vascos y no vascos.
Tras comprobarlo en los últimos años, especialmente en los actos que rodean la triste efeméride de la batalla de Noain, al menos triste para los que somos patriotas nabarros, debemos afirmar que la empresa Nabarralde, S.L. comenzó cediendo el pregón a los nuevos beaumonteses del siglo XXI, esos que legitiman las instituciones coloniales españolas, ayuntamientos por ejemplo, cerrando la voz a aquellos grupos, personas e instituciones que trabajan de forma independiente para la recuperación de la plena soberanía, por supuesto territorialmente, del Estado de Nabarra. Todo ello por necesidades económicas para la subsistencia de dicha empresa, lo que les ha llevado a ser sumisos de los agentes colonizadores que manipulan el ya equivocado paradigma aranista o bizkaitarra; Es decir, a espaldas de los patrióticas nabarros. Vamos…TODO POR LA PASTA.
Por muchos cantos de sirena, especialmente entonados por el señor don Luís María Martínez G., Nabarralde, S.L, se ha vendido al colonizado colonizador. Esto es debido a que la insurrección de finales del siglo XIX, encabezada por Luís y Sabino Arana Goiri ha sido manipulado por intereses económicos y especialmente por su inexistente rigor histórico y fronterizo, hasta llegar a un regionalismo equiparable al realizado por los colonos y sus descendientes, siendo su mayor exponente el partido UPN dentro de la colonial Comunidad Foral de Navarra, aunque también hay muchos hijos de colonos en el denominado abertzalismo, …¡Si Sabino Arana levantara la cabeza!
A nosotros, los patriotas nabarros no nos valen los dulces cantos de sirena realizados por aquellos que no defienden sin complejos y a cara descubierta cualquier vía pacífica propia e independiente, que nos puede llevar a recuperar la soberanía plena del Estado de Nabarra y la libertad de sus gentes, vascos o no. El paradigma nabarro se práctica con el ejemplo, con la práctica diaria. Pero aquellos que lo predican y no lo practica deben saber que simplemente son parte de los agentes colonizadores de los imperios de España y Francia. Practicar el nabarrismo es no censurar o ilegitimar a los nabarros que trabajan desde sus diversas ideologías, aunque estas sean opuestas a las nuestras, en post de lograr el noble y leal objetivo final de la libertad, de la independencia, de la soberanía de nuestro Estado, Nabarra.
De lo contrario, aquellos que censurar los trabajos realizados a día de hoy ante la ONU, ante la opinión pública de este nuestro País o en cualquier otro foro político, debo recordarles que solo están contribuyendo a la colonización emanada y generada violentamente desde el Reino de España y la República de Francia, algo en lo cual no debemos colaborar los patriotas nabarros.
Para concluir sigo pensando de que es el momento de unir a los nabartzaleak eta abertzaleak y por supuesto contando con aquellos nabarros de cualquier otra etnia que no sea la vasca. Para ello es imprescindible la difusión real de nuestra historia política, sin falsedades emanadas del nacionalismo vasco y del colonialismo español y francés, sin anacrónicos símbolos en actos como el de la batalla de Noain, sin imposiciones “coloniales” políticas aranistas o bizkaitarras, semejantes únicamente a las imposiciones coloniales de españoles y franceses. La asimilación realidad histórico-política y geopolítica, con sus firmes verdades y acciones político-militares, que algunos nacionalistas vascos y regionalistas navarros realmente sonrojaran, finalmente son las que nos debe unir en la causa de la libertad, solo alcanzable mediante la recuperación plena, territorial y política, de la soberanía del Estado de Nabarra.
SOBERANÍA DE NAVARRA by Nabartzale bilduma. Este es el correo para escritos, artículos, comentarios y sugerencias. Los artículos, escritos y comentarios deben estar debidamente firmados por su autor o autora en formato Word. Solo se publicaran aquellos escritos que estén realizados desde la independencia y soberanía de su autor o autora siguiendo los criterios editoriales de los miembros de NABARRAKO BURUJABETASUN-SOBERANÍA DE NAVARRA. nabartzale@gmail.com
2011/06/30
Hagamos el camino digno de la libertad
Hagamos el camino digno de la libertad
Tomás Urzainqui Mina
Este camino digno, el de la libertad, lo está andando nuestra sociedad ya desde hace tiempo, aunque a veces la fragosidad de la dominación dificulta el poder verlo. Pero además no se trata solo de hacer el camino, sino sobre todo de andarlo con decisión, porque está injustamente bloqueado y hay que volverlo a abrir para retomarlo. A grandes rasgos, este camino entero tiene cuatro etapas, que se pueden identificar por la respectiva denominación que se le da a cada una de ellas:
a) La primera etapa (1175-1620), fue la lucha de la liberación, a partir de la ocupación de la Navarra marítima por Castilla, quedando una Navarra libre fuera de la dominación, pero cada vez más reducida hasta 1620. Hubo así durante esta larga etapa una Navarra ocupada y otra independiente, ésta a su vez fue reducida, especialmente tras la nueva conquista española de 1512, manteniéndose la parte independiente al norte del Pirineo hasta 1620. Desde 1175 a 1620 para los navarros sometidos a España quedaba siempre el referente de la Navarra todavía independiente. En esta fase fueron ya muchos los que quedaron en el libro de honor de la dignidad nacional, los represaliados, prisioneros y muertos, entre ellos el tenente Pedro Belaz en Malvecín (Bilbao) en 1175, culminando con el maltrato al mariscal-jefe del ejército navarro Pedro de Navarra, encarcelado durante siete años en las cárceles españolas de Atienza y Simancas donde murió de forma no aclarada en 1523.
b) La segunda etapa (1620-1894), la del patriotismo político navarro que se enfrenta a España y Francia para defender los restos de las instituciones estatales propias. Torturas, fusilamientos y presos jalonan también este periodo. A partir de 1620 queda la memoria colectiva del reino alimentada por los historiadores navarros (José Moret Mendi, Arnald Oihenart Echart). Es en la segunda mitad del siglo XVIII cuando bajo la influencia del pensamiento ilustrado europeo (Locque, Montesquieu, Rousseau, Voltaire...) se desarrolla en torno a la sociedad de Amigos del País el despertar de la actividad política nacional, que a partir de 1794 y hasta 1894 adquiere en los más concienciados la madurez ideológica de la soberanía nacional y de la lucha por la libertad incluso con las armas. En 1809 Xavier Mina Larrea organiza a los voluntarios navarros de lo que luego sería la División de Navarra, pero en 1814 el rey Fernando VII de España los persigue, fusilando al coronel José Gorriz que había llegado a ser jefe de la División en funciones. En 1817 el general Xavier Mina contraataca a Fernando VII desde México, donde tras una brillante campaña es detenido y fusilado. En 1837 el coronel León Iriarte al mando de las tropas patriotas declara la independencia de Navarra en Pamplona, en la que se mantiene durante un mes hasta ser detenido y fusilado por el general español Espartero, siguiendo la represión con ejecuciones y cárceles en África. La última expresión del patriotismo político de esta etapa es la Gamazada de 1893-1894.
c) La tercera etapa, que duró el último siglo, es la del nacionalismo cultural y político, de práctica autonomista. En esta etapa, que comienza en 1894 y termina en 1998 (acuerdo de Lizarra-Garazi), hubo que hacer frente a la mayor peste del siglo XX, el fascismo y el nacional catolicismo españoles, contra dicho enemigo de la paz, la democracia y la libertad, fue necesaria la autodefensa armada.
d) La cuarta etapa, la del soberanismo, es la actual, donde el eje del movimiento liberador pasa a ser el conjunto de la sociedad, cuya ciudadanía de forma pacífica y democrática marcha, firme y sin pausa, hacia la recuperación de la libertad individual y colectiva, que es la soberanía de la sociedad en la independencia nacional. Es patente la dignidad del camino, que recorre este pueblo en esta cuarta etapa desde la conquista, ahora ya sin minorizaciones ni complejos, al igual que lo han hecho el resto de las naciones europeas que por fin consiguieron recuperar su libertad.
La conquista de este país por España y Francia es el origen de la carencia actual de libertad en el conjunto de la sociedad, la partición territorial y la división de la propia sociedad, lo que afecta a todos, no solo a los ciudadanos de la sociedad dominada sino también a los de la sociedad dominante. Para la necesaria reconciliación es preciso el reconocimiento del otro y recíprocamente de la sociedad dominante y de la dominada.
La conquista es el mal supremo, pues origina la privación de la independencia a una sociedad, mediante el ejercicio ilegítimo sobre ella de la violencia. Los derechos civiles y políticos de la sociedad quedan, como consecuencia de la conquista padecida, negados y en precario. Mientras que la independencia es la libertad, la conquista es su negación. La legitimidad de marchar, recuperando la libertad, resulta de una innegable dignidad humana. El fin de toda violencia es el fruto de la recuperación de la libertad de todos y de la independencia de toda Navarra, es decir, el final definitivo de la conquista.
Los muchos cientos de ciudadanos navarros –y por ello mismo vascos– encarcelados, así como los cientos de miles de perseguidos, serán para siempre los últimos de esa largo calvario iniciado con la conquista de toda Navarra por España y Francia. Por ello, y como lo han hecho otros pueblos, saldremos adelante andando el camino de la libertad de todos, incluidos los presos, con resolución y voluntad democrática y pacífica. Andemos pues, desde ya y de inmediato el próximo día 3 de Julio en Iruñea, por este camino digno, que nos traerá la paz y la libertad definitiva.
http://www.noticiasdenavarra.com/2011/06/29/opinion/tribuna-abierta/hagamos-el-camino-digno-de-la-libertad
Tomás Urzainqui Mina
Este camino digno, el de la libertad, lo está andando nuestra sociedad ya desde hace tiempo, aunque a veces la fragosidad de la dominación dificulta el poder verlo. Pero además no se trata solo de hacer el camino, sino sobre todo de andarlo con decisión, porque está injustamente bloqueado y hay que volverlo a abrir para retomarlo. A grandes rasgos, este camino entero tiene cuatro etapas, que se pueden identificar por la respectiva denominación que se le da a cada una de ellas:
a) La primera etapa (1175-1620), fue la lucha de la liberación, a partir de la ocupación de la Navarra marítima por Castilla, quedando una Navarra libre fuera de la dominación, pero cada vez más reducida hasta 1620. Hubo así durante esta larga etapa una Navarra ocupada y otra independiente, ésta a su vez fue reducida, especialmente tras la nueva conquista española de 1512, manteniéndose la parte independiente al norte del Pirineo hasta 1620. Desde 1175 a 1620 para los navarros sometidos a España quedaba siempre el referente de la Navarra todavía independiente. En esta fase fueron ya muchos los que quedaron en el libro de honor de la dignidad nacional, los represaliados, prisioneros y muertos, entre ellos el tenente Pedro Belaz en Malvecín (Bilbao) en 1175, culminando con el maltrato al mariscal-jefe del ejército navarro Pedro de Navarra, encarcelado durante siete años en las cárceles españolas de Atienza y Simancas donde murió de forma no aclarada en 1523.
b) La segunda etapa (1620-1894), la del patriotismo político navarro que se enfrenta a España y Francia para defender los restos de las instituciones estatales propias. Torturas, fusilamientos y presos jalonan también este periodo. A partir de 1620 queda la memoria colectiva del reino alimentada por los historiadores navarros (José Moret Mendi, Arnald Oihenart Echart). Es en la segunda mitad del siglo XVIII cuando bajo la influencia del pensamiento ilustrado europeo (Locque, Montesquieu, Rousseau, Voltaire...) se desarrolla en torno a la sociedad de Amigos del País el despertar de la actividad política nacional, que a partir de 1794 y hasta 1894 adquiere en los más concienciados la madurez ideológica de la soberanía nacional y de la lucha por la libertad incluso con las armas. En 1809 Xavier Mina Larrea organiza a los voluntarios navarros de lo que luego sería la División de Navarra, pero en 1814 el rey Fernando VII de España los persigue, fusilando al coronel José Gorriz que había llegado a ser jefe de la División en funciones. En 1817 el general Xavier Mina contraataca a Fernando VII desde México, donde tras una brillante campaña es detenido y fusilado. En 1837 el coronel León Iriarte al mando de las tropas patriotas declara la independencia de Navarra en Pamplona, en la que se mantiene durante un mes hasta ser detenido y fusilado por el general español Espartero, siguiendo la represión con ejecuciones y cárceles en África. La última expresión del patriotismo político de esta etapa es la Gamazada de 1893-1894.
c) La tercera etapa, que duró el último siglo, es la del nacionalismo cultural y político, de práctica autonomista. En esta etapa, que comienza en 1894 y termina en 1998 (acuerdo de Lizarra-Garazi), hubo que hacer frente a la mayor peste del siglo XX, el fascismo y el nacional catolicismo españoles, contra dicho enemigo de la paz, la democracia y la libertad, fue necesaria la autodefensa armada.
d) La cuarta etapa, la del soberanismo, es la actual, donde el eje del movimiento liberador pasa a ser el conjunto de la sociedad, cuya ciudadanía de forma pacífica y democrática marcha, firme y sin pausa, hacia la recuperación de la libertad individual y colectiva, que es la soberanía de la sociedad en la independencia nacional. Es patente la dignidad del camino, que recorre este pueblo en esta cuarta etapa desde la conquista, ahora ya sin minorizaciones ni complejos, al igual que lo han hecho el resto de las naciones europeas que por fin consiguieron recuperar su libertad.
La conquista de este país por España y Francia es el origen de la carencia actual de libertad en el conjunto de la sociedad, la partición territorial y la división de la propia sociedad, lo que afecta a todos, no solo a los ciudadanos de la sociedad dominada sino también a los de la sociedad dominante. Para la necesaria reconciliación es preciso el reconocimiento del otro y recíprocamente de la sociedad dominante y de la dominada.
La conquista es el mal supremo, pues origina la privación de la independencia a una sociedad, mediante el ejercicio ilegítimo sobre ella de la violencia. Los derechos civiles y políticos de la sociedad quedan, como consecuencia de la conquista padecida, negados y en precario. Mientras que la independencia es la libertad, la conquista es su negación. La legitimidad de marchar, recuperando la libertad, resulta de una innegable dignidad humana. El fin de toda violencia es el fruto de la recuperación de la libertad de todos y de la independencia de toda Navarra, es decir, el final definitivo de la conquista.
Los muchos cientos de ciudadanos navarros –y por ello mismo vascos– encarcelados, así como los cientos de miles de perseguidos, serán para siempre los últimos de esa largo calvario iniciado con la conquista de toda Navarra por España y Francia. Por ello, y como lo han hecho otros pueblos, saldremos adelante andando el camino de la libertad de todos, incluidos los presos, con resolución y voluntad democrática y pacífica. Andemos pues, desde ya y de inmediato el próximo día 3 de Julio en Iruñea, por este camino digno, que nos traerá la paz y la libertad definitiva.
http://www.noticiasdenavarra.com/2011/06/29/opinion/tribuna-abierta/hagamos-el-camino-digno-de-la-libertad
2011/06/29
Zorionak Donostia
Zorionak Donostia
Iñigo Saldise Alda
La villa de Donostia-San Sebastián, será Capital Europea de la Cultura en el año 2016. Zorionak! Como lo cortés no quita lo valiente, el gran trabajo realizado por el señor don Odón Elorza (PSOE) desde el Ayuntamiento-institución colonial española, no lo pasemos por alto-de la Bella Easo, ha tenido sus frutos y su premio, algo que pudo celebrar con su sucesor en el puesto de Alcalde, el señor don Juan Karlos Izagirre (Bildu), en el Ministerio de Cultura del Reino de España situado en la Metrópoli de Madrid.
Este es un título que se lleva concediendo anualmente desde el año 1985 desde el Consejo de Ministros de Cultura Europeo, siendo otorgado conjuntamente a dos ciudades del viejo continente para resaltar la riqueza, la diversidad y los rasgos comunes de las culturas europeas. Por tanto, Donostia-San Sebastián comparte dicha Capitalidad con la ciudad de Wroclaw, en la República de Polonia.
José Luís Orella Unzue, doctor en la materia de la Historia de la Iglesia y en la materia de Filosofía y Letras, antes de que se conociese la feliz resolución sobre la Capitalidad Cultural Europea de Donostia-San Sebastián, realizó un interesante artículo sobre la importancia de dicha designación, pues ello nos daba la gran oportunidad de mostrar nuestra ancestral cultura y folklore, con una lengua única como es el euskara, pues somos un Pueblo que hunde sus raíces en el Neolítico.
Ciertamente, lo expuesto por el señor don José Luís Orella Unzue es de gran importancia, pero no cabe duda que sería mucho más interesante, desde el plano soberanista que él mismo no duda de manifestar en su escrito, es la realización exhaustiva de los orígenes políticos de la villa de Donostia-San Sebastián y su historia como parte integrante e importante del Estado de los vasco(ne)s, el Reino de Nabarra.
Yo como aficionado de nuestra historia, hace ya tres años escribí un artículo titulado Donostia, puerto navarro. Por supuesto no es un trabajo que tenga el necesario rigor al mencionar las fuentes como la haría el señor don José Luís Orella Unzue o cualquier otro historiador o historiadora, pues yo solo soy un nabarro autodidacta, lo cual no quita que sea conocedor de la controversia existente entre los historiadores para fechar el origen preciso del asentamiento del monasterio de Donostia y la posterior fecha junto al rey nabarro que lo dejó en manos del abab de San Salvador de Leyre y del obispo de Iruñea. Unos hablan que fue el rey nabarro Sancho III el Mayor en el año 1014, otros que fue el también rey nabarro Sancho Garcés IV el de Peñalen, aunque ésta última hipótesis no implica que no existiera un monasterio desde los tiempos de su abuelo Sancho III el Mayor. Pero en lo que no tienen ninguna disputa los historiadores, es en reconocer que casi un siglo después del año 1014, concretamente en el año 1101, otro monarca nabarro, Pedro I de Aragón y Pamplona, confirmaba dicho documento firmado por un Sancho, rey de Pamplona. Durante esos siglos, el monasterio ejerció no sólo como centro espiritual sino también administrativo ante la naciente vida social de la población nabarra de la zona.
Es finalmente Sancho VI el Sabio, ya como rey de Nabarra, quien otorgó la carta fundacional a la villa de Donostia-San Sebastián en torno al año 1180, siguiendo el modelo de los Fueros nabarros de Jaca y Lizarra, convirtiendo a su vez al Fuero de Donostia-San Sebastián en el primer Fuero marítimo existente en el Reino de Nabarra. Por aquel entonces, el núcleo de la población se agrupó a los pies del monte Urgull. Esto dio cuerpo al principal puerto nabarro ante la dificultad de utilizar el puerto de Baiona, inutilizado por las arenas provenientes de las playas de Las Landas. Muchos armadores y comerciantes gascones de Baiona se instalaron en esas fechas en Donostia-San Sebastián. Es el hijo del Sabio, el también rey de Nabarra Sancho VII el Fuerte, quien ordenó amurallar la villa donostiarra en el año 1194 ante el carácter agresivo del imperial Reino de Castilla (España) y preparar nuevas defensas para el castillo de Santa Cruz de la Mota, situado en una posición estratégica y ciertamente privilegiada en el monte Urgull, defensa natural de la zona desde los tiempos de Sancho III el Mayor. En el año 1199 las tropas castellanas de Alfonso VIII invadieron la comarca nabarra que hoy se conoce como Gipuzkoa. La defensa de la villa costera fue realizada con valentía y arrojo por un tenente o funcionario Real nabarro, Juan de Bidaurre. Donostia-San Sebastián ofreció una dura defensa frente a los ataques de las tropas castellanas, que finalmente se apoderaron de la villa y del principal puerto nabarro.
Alfonso X de Castilla y León, mostrando un cierto arrepentimiento, permitió la utilización por parte del reino de Nabarra de su antiguo puerto de Donostia-San Sebastián. Se cree que en el año 1245 ese rey de Castilla y León habría devuelto la villa al rey de Nabarra, Teobaldo II el Joven. Carlos II de Navarra entró en el año 1350 en la comarca de Gipuzkoa con la ayuda de los naturales leales a la soberanía nabarra, siendo el señor de Oñate, Beltrán Belaz de Guevara, el más representativo de los mismos. Con ello, Donostia-San Sebastián recuperó la independencia al retornar al Estado vasco(n) del Reino de Nabarra, aunque todo hay que decirlo, esta independencia fuese por corto o breve espacio de tiempo.
Para concluir decir a los y las donostiarras, y al resto de nabarros y nabarras, que la historia es un aspecto o parte importantísima en la cultura y como no, también en la política. El conocimiento por nuestra parte de nuestra originaria y por ende verdadera y emancipada nacionalidad, facilitará en grado sumo la recuperación de nuestra libertad, de nuestra independencia, que actualmente están secuestradas por el Reino de España y por la República de Francia; y su difusión es realmente necesaria para que se conozca nuestra Cultura desde un contexto propio e independiente, en definitiva libre y soberano dentro de la globalidad europea y mundial.
Iñigo Saldise Alda
La villa de Donostia-San Sebastián, será Capital Europea de la Cultura en el año 2016. Zorionak! Como lo cortés no quita lo valiente, el gran trabajo realizado por el señor don Odón Elorza (PSOE) desde el Ayuntamiento-institución colonial española, no lo pasemos por alto-de la Bella Easo, ha tenido sus frutos y su premio, algo que pudo celebrar con su sucesor en el puesto de Alcalde, el señor don Juan Karlos Izagirre (Bildu), en el Ministerio de Cultura del Reino de España situado en la Metrópoli de Madrid.
Este es un título que se lleva concediendo anualmente desde el año 1985 desde el Consejo de Ministros de Cultura Europeo, siendo otorgado conjuntamente a dos ciudades del viejo continente para resaltar la riqueza, la diversidad y los rasgos comunes de las culturas europeas. Por tanto, Donostia-San Sebastián comparte dicha Capitalidad con la ciudad de Wroclaw, en la República de Polonia.
José Luís Orella Unzue, doctor en la materia de la Historia de la Iglesia y en la materia de Filosofía y Letras, antes de que se conociese la feliz resolución sobre la Capitalidad Cultural Europea de Donostia-San Sebastián, realizó un interesante artículo sobre la importancia de dicha designación, pues ello nos daba la gran oportunidad de mostrar nuestra ancestral cultura y folklore, con una lengua única como es el euskara, pues somos un Pueblo que hunde sus raíces en el Neolítico.
Ciertamente, lo expuesto por el señor don José Luís Orella Unzue es de gran importancia, pero no cabe duda que sería mucho más interesante, desde el plano soberanista que él mismo no duda de manifestar en su escrito, es la realización exhaustiva de los orígenes políticos de la villa de Donostia-San Sebastián y su historia como parte integrante e importante del Estado de los vasco(ne)s, el Reino de Nabarra.
Yo como aficionado de nuestra historia, hace ya tres años escribí un artículo titulado Donostia, puerto navarro. Por supuesto no es un trabajo que tenga el necesario rigor al mencionar las fuentes como la haría el señor don José Luís Orella Unzue o cualquier otro historiador o historiadora, pues yo solo soy un nabarro autodidacta, lo cual no quita que sea conocedor de la controversia existente entre los historiadores para fechar el origen preciso del asentamiento del monasterio de Donostia y la posterior fecha junto al rey nabarro que lo dejó en manos del abab de San Salvador de Leyre y del obispo de Iruñea. Unos hablan que fue el rey nabarro Sancho III el Mayor en el año 1014, otros que fue el también rey nabarro Sancho Garcés IV el de Peñalen, aunque ésta última hipótesis no implica que no existiera un monasterio desde los tiempos de su abuelo Sancho III el Mayor. Pero en lo que no tienen ninguna disputa los historiadores, es en reconocer que casi un siglo después del año 1014, concretamente en el año 1101, otro monarca nabarro, Pedro I de Aragón y Pamplona, confirmaba dicho documento firmado por un Sancho, rey de Pamplona. Durante esos siglos, el monasterio ejerció no sólo como centro espiritual sino también administrativo ante la naciente vida social de la población nabarra de la zona.
Es finalmente Sancho VI el Sabio, ya como rey de Nabarra, quien otorgó la carta fundacional a la villa de Donostia-San Sebastián en torno al año 1180, siguiendo el modelo de los Fueros nabarros de Jaca y Lizarra, convirtiendo a su vez al Fuero de Donostia-San Sebastián en el primer Fuero marítimo existente en el Reino de Nabarra. Por aquel entonces, el núcleo de la población se agrupó a los pies del monte Urgull. Esto dio cuerpo al principal puerto nabarro ante la dificultad de utilizar el puerto de Baiona, inutilizado por las arenas provenientes de las playas de Las Landas. Muchos armadores y comerciantes gascones de Baiona se instalaron en esas fechas en Donostia-San Sebastián. Es el hijo del Sabio, el también rey de Nabarra Sancho VII el Fuerte, quien ordenó amurallar la villa donostiarra en el año 1194 ante el carácter agresivo del imperial Reino de Castilla (España) y preparar nuevas defensas para el castillo de Santa Cruz de la Mota, situado en una posición estratégica y ciertamente privilegiada en el monte Urgull, defensa natural de la zona desde los tiempos de Sancho III el Mayor. En el año 1199 las tropas castellanas de Alfonso VIII invadieron la comarca nabarra que hoy se conoce como Gipuzkoa. La defensa de la villa costera fue realizada con valentía y arrojo por un tenente o funcionario Real nabarro, Juan de Bidaurre. Donostia-San Sebastián ofreció una dura defensa frente a los ataques de las tropas castellanas, que finalmente se apoderaron de la villa y del principal puerto nabarro.
Alfonso X de Castilla y León, mostrando un cierto arrepentimiento, permitió la utilización por parte del reino de Nabarra de su antiguo puerto de Donostia-San Sebastián. Se cree que en el año 1245 ese rey de Castilla y León habría devuelto la villa al rey de Nabarra, Teobaldo II el Joven. Carlos II de Navarra entró en el año 1350 en la comarca de Gipuzkoa con la ayuda de los naturales leales a la soberanía nabarra, siendo el señor de Oñate, Beltrán Belaz de Guevara, el más representativo de los mismos. Con ello, Donostia-San Sebastián recuperó la independencia al retornar al Estado vasco(n) del Reino de Nabarra, aunque todo hay que decirlo, esta independencia fuese por corto o breve espacio de tiempo.
Para concluir decir a los y las donostiarras, y al resto de nabarros y nabarras, que la historia es un aspecto o parte importantísima en la cultura y como no, también en la política. El conocimiento por nuestra parte de nuestra originaria y por ende verdadera y emancipada nacionalidad, facilitará en grado sumo la recuperación de nuestra libertad, de nuestra independencia, que actualmente están secuestradas por el Reino de España y por la República de Francia; y su difusión es realmente necesaria para que se conozca nuestra Cultura desde un contexto propio e independiente, en definitiva libre y soberano dentro de la globalidad europea y mundial.
2011/06/26
2011/06/21
2011/06/20
EL ESPERPENTO ESPAÑOL
EL ESPERPENTO ESPAÑOL
Blas de Beaumont Garrido
Nos resulta, que hoy los políticos de siempre, afincados en la Nabarra Occidental (Euskadi) piden a la formación política de BILDU, que pidan perdón por todas las acciones cometidas por ETA desde su creación (?)
Pues bien, yo como representante de la Corona nabarra (Exiliada desde 1512) no pido, exijo que España pida perdón y devuelva la soberanía al Estado nabarro, el conquistado a sangre y fuego (1054-1200-1512)
Sepan de una vez y para siempre los españoles y colaboracionistas, que la Corona nabarra, ni capituló ni renunció a sus Derechos (imprescriptibles). Les guste o no les guste hoy Nabarra es la última colonia que les queda (una vergüenza para Europa que lo permite) y de ser española nada de nada.
Blas de Beaumont Garrido
Nos resulta, que hoy los políticos de siempre, afincados en la Nabarra Occidental (Euskadi) piden a la formación política de BILDU, que pidan perdón por todas las acciones cometidas por ETA desde su creación (?)
Pues bien, yo como representante de la Corona nabarra (Exiliada desde 1512) no pido, exijo que España pida perdón y devuelva la soberanía al Estado nabarro, el conquistado a sangre y fuego (1054-1200-1512)
Sepan de una vez y para siempre los españoles y colaboracionistas, que la Corona nabarra, ni capituló ni renunció a sus Derechos (imprescriptibles). Les guste o no les guste hoy Nabarra es la última colonia que les queda (una vergüenza para Europa que lo permite) y de ser española nada de nada.
2011/06/19
MINUTO DE GLORIA
MINUTO DE GLORIA
Blas de Beaumont Garrido
Leo una y otra vez la gran polémica y el ridículo absurdo originado por un Príncipe español, ¡Ah por cierto! Que también dice ser de aquí, de mi añorada Nabarra, el mismo que nos visita con frecuencia invitado por nuestro actual gobierno foral, total casi nada, vayan tomando ejemplo los euskaldunos.
No veo contenido serio en ese mini rifi-rafe habido entre el ilustre visitante y la citada señorita republicana, la misma que ignoraba y se topaba con la SACROSANTA-CONSTITUCIÓN “cívico militar”. Trató el Príncipe enarbolarse y lucir un jaque mate, el que no llegó hacerlo, puesto en ese juego entra la Historia, la que afortunadamente no está de su parte.
Pero ¡Ojo! Le salió en defensa de D. Felipe nuestro entrañable Presidente foral, el mismo que fue el “del minuto de gloria” cuando irónicamente y malintencionadamente espetó a la joven republicana diciéndole: “la I República y la II acabaron como el rosario de la aurora”, una descortesía y mofa de quienes murieron por ella y hoy sienten ese mismo ideal, pero D. Miguel es D. Miguel. Pero no dijo en su ironía, que fue gracias (a una parte) del Ejército español, fiel a su tradición imperialista; deduzco por ello lo añora.
Pues nada, yo como súbdito del Reino español, pido a su monarca que conceda que menos a D. Miguel, el título de Marqués de Corella por sus servicios prestados a España y como no, a la Comunidad de Navarra Foral y Española.
Blas de Beaumont Garrido
Leo una y otra vez la gran polémica y el ridículo absurdo originado por un Príncipe español, ¡Ah por cierto! Que también dice ser de aquí, de mi añorada Nabarra, el mismo que nos visita con frecuencia invitado por nuestro actual gobierno foral, total casi nada, vayan tomando ejemplo los euskaldunos.
No veo contenido serio en ese mini rifi-rafe habido entre el ilustre visitante y la citada señorita republicana, la misma que ignoraba y se topaba con la SACROSANTA-CONSTITUCIÓN “cívico militar”. Trató el Príncipe enarbolarse y lucir un jaque mate, el que no llegó hacerlo, puesto en ese juego entra la Historia, la que afortunadamente no está de su parte.
Pero ¡Ojo! Le salió en defensa de D. Felipe nuestro entrañable Presidente foral, el mismo que fue el “del minuto de gloria” cuando irónicamente y malintencionadamente espetó a la joven republicana diciéndole: “la I República y la II acabaron como el rosario de la aurora”, una descortesía y mofa de quienes murieron por ella y hoy sienten ese mismo ideal, pero D. Miguel es D. Miguel. Pero no dijo en su ironía, que fue gracias (a una parte) del Ejército español, fiel a su tradición imperialista; deduzco por ello lo añora.
Pues nada, yo como súbdito del Reino español, pido a su monarca que conceda que menos a D. Miguel, el título de Marqués de Corella por sus servicios prestados a España y como no, a la Comunidad de Navarra Foral y Española.
2011/06/18
Carta de la CRN a la Baronesa O´Loan (En castellano)
Carta de la CRN a la Baronesa O´Loan (En castellano)
NBK-CSN
La Comisión Soberanista de Nabarra (NBK-CSN) en el cumplimiento de su compromiso con la Casa Real de Nabarra entorno a la divulgación de las acciones diplomáticas que buscan la recuperación de la Plena soberanía del Estado de Nabarra, llevadas por la misma, expone a continuación el fax enviado el 16 de Mayo de 2011 a la Cámara de los Lores existente en London, England, y que en concreto va dirigida a la señora doña Nuala O´Loan, Dame Commander de la Orden del Imperio Británico, Baronesa de O´Loan, de Kirkinriola en el condado de Antrim y ex Ombudsman de la Policía de Irlanda del Norte. También es miembro del Grupo Internacional de Contacto (GIC, junto al señor don Brian Currin entre otras personas.
NBK-CSN
La Comisión Soberanista de Nabarra (NBK-CSN) en el cumplimiento de su compromiso con la Casa Real de Nabarra entorno a la divulgación de las acciones diplomáticas que buscan la recuperación de la Plena soberanía del Estado de Nabarra, llevadas por la misma, expone a continuación el fax enviado el 16 de Mayo de 2011 a la Cámara de los Lores existente en London, England, y que en concreto va dirigida a la señora doña Nuala O´Loan, Dame Commander de la Orden del Imperio Británico, Baronesa de O´Loan, de Kirkinriola en el condado de Antrim y ex Ombudsman de la Policía de Irlanda del Norte. También es miembro del Grupo Internacional de Contacto (GIC, junto al señor don Brian Currin entre otras personas.
2011/06/17
30 de junio; entre la tristeza y el orgullo
30 de junio; entre la tristeza y el orgullo
Iñigo Saldise Alda
El día 30 de junio es una fecha significativa para los nabarros y nabarras, pues en ella tiene lugar la efeméride de conocida como batalla de Noain, donde las tropas formadas por los leales al rey Enrique II de Nabarra y sus aliados franceses allá en el año 1521, hicieron frente en campo abierto aun numeroso ejército invasor español, en el cual también se encontraban varios señores beaumonteses, socios colaboracionistas para los españoles y por ende traidores renegados para nuestra amada Patria Nabarra. Un ejército español que triplicaba en número al formado por los nabarros y sus aliados franceses, tanto en infantería como en la caballería y también en la potencia de fuego de artillería.
Al final de la batalla en la cual los nabarros lucharon por defender su independencia, más de 5000 patriotas nabarros yacían muertos sobre los campos de Barbatain, Noain y Ezkirotz. Ya han pasado 490 años desde la sangrienta batalla de Noain y el silencio se ha adueñado de las campas donde tuvo lugar tan desigual combate con tan triste resultado para el Estado de Nabarra, en definitiva para las libertades de los nabarros y nabarras, diluidas y perdidas como la sangre de aquellos patriotas nabarros que lucharon por sus hogares y por la libertad de la Nación nabarra.
Hoy día, acercándose la efeméride de los 500 años de la invasión y ocupación militar del Reino de Nabarra por parte española en el año 1512, sin previa declaración de guerra y supremacía de número, la facción de los colaboracionistas con los colonialistas imperiales españoles, han cerrado de nuevo filas para deformar los hechos históricos que sufrió el Reino de Nabarra y sus pobladores. Todo ello intentando legitimar el genocidio sufrido por los nabarros y nabarras entre los años 1512 y 1530 a manos de la soldadesca española y posteriormente por mandato de la inquisición católica y española. Pero esta vez y gracias principalmente a la libertad de la red de redes, que no está en poder de los poderes fácticos del Reino de España, los correctos hechos históricos son expuestos y difundidos con rapidez, beneficiando con ello el enriquecimiento de los conocimiento histórico-políticos del indomable Pueblo nabarro.
Que tristeza es contemplar el comportamiento bajo y rastrero del historiador o historiadora colaboracionista; por el contrario, que orgullo produce en la Nación nabarra ver el incansable trabajo patriótico de los verdaderos historiadores nabarros y nabarras.
También es triste ver como muchos cierran sus ojos a la triste y violenta historia de la batalla de Noain. Es desconsolador observar como muchas personas renuncian y se niegan a conocer la verdad. Pero por otro lado, es magnífico contemplar el incremento de nabarros y nabarras que participan, a su modo y dentro de sus limitaciones, en la difusión de lo ocurrido aquel 30 de junio del año 1521 y sus esclavizadoras consecuencias. Es un placer comprobar cómo está resurgiendo el sentimiento patriótico nabarro, solo espero que ello se vea en nuestros actos políticos.
En definitiva y a lo que finalmente iba, pronto será de nuevo será 30 de junio. Un día que sin duda me embarga una vez más la tristeza, que se me encogerá el corazón por los aquellos más de 5000 héroes nabarros caídos. Pero también de nuevo será un día en el cual me orgullezca de su heroico y leal acto, que año tras año produce en mí un engreimiento patriótico que me permite vencer rápidamente a la melancolía derrotista. El respeto y el honor por aquellos nabarros caídos en la batalla de Noain que potencia mis esfuerzos políticos y mi trabajo pacífico con el cual poder recuperar lo antes posible lo que ellos poseyeron y perdieron, que finalmente recuperaron y murieron defendiendo. Esas cosas son la independencia de su tierra, nuestra tierra, la libertad de sus pobladores y la soberanía de su Estado, nuestro Estado, Nabarra.
Iñigo Saldise Alda
El día 30 de junio es una fecha significativa para los nabarros y nabarras, pues en ella tiene lugar la efeméride de conocida como batalla de Noain, donde las tropas formadas por los leales al rey Enrique II de Nabarra y sus aliados franceses allá en el año 1521, hicieron frente en campo abierto aun numeroso ejército invasor español, en el cual también se encontraban varios señores beaumonteses, socios colaboracionistas para los españoles y por ende traidores renegados para nuestra amada Patria Nabarra. Un ejército español que triplicaba en número al formado por los nabarros y sus aliados franceses, tanto en infantería como en la caballería y también en la potencia de fuego de artillería.
Al final de la batalla en la cual los nabarros lucharon por defender su independencia, más de 5000 patriotas nabarros yacían muertos sobre los campos de Barbatain, Noain y Ezkirotz. Ya han pasado 490 años desde la sangrienta batalla de Noain y el silencio se ha adueñado de las campas donde tuvo lugar tan desigual combate con tan triste resultado para el Estado de Nabarra, en definitiva para las libertades de los nabarros y nabarras, diluidas y perdidas como la sangre de aquellos patriotas nabarros que lucharon por sus hogares y por la libertad de la Nación nabarra.
Hoy día, acercándose la efeméride de los 500 años de la invasión y ocupación militar del Reino de Nabarra por parte española en el año 1512, sin previa declaración de guerra y supremacía de número, la facción de los colaboracionistas con los colonialistas imperiales españoles, han cerrado de nuevo filas para deformar los hechos históricos que sufrió el Reino de Nabarra y sus pobladores. Todo ello intentando legitimar el genocidio sufrido por los nabarros y nabarras entre los años 1512 y 1530 a manos de la soldadesca española y posteriormente por mandato de la inquisición católica y española. Pero esta vez y gracias principalmente a la libertad de la red de redes, que no está en poder de los poderes fácticos del Reino de España, los correctos hechos históricos son expuestos y difundidos con rapidez, beneficiando con ello el enriquecimiento de los conocimiento histórico-políticos del indomable Pueblo nabarro.
Que tristeza es contemplar el comportamiento bajo y rastrero del historiador o historiadora colaboracionista; por el contrario, que orgullo produce en la Nación nabarra ver el incansable trabajo patriótico de los verdaderos historiadores nabarros y nabarras.
También es triste ver como muchos cierran sus ojos a la triste y violenta historia de la batalla de Noain. Es desconsolador observar como muchas personas renuncian y se niegan a conocer la verdad. Pero por otro lado, es magnífico contemplar el incremento de nabarros y nabarras que participan, a su modo y dentro de sus limitaciones, en la difusión de lo ocurrido aquel 30 de junio del año 1521 y sus esclavizadoras consecuencias. Es un placer comprobar cómo está resurgiendo el sentimiento patriótico nabarro, solo espero que ello se vea en nuestros actos políticos.
En definitiva y a lo que finalmente iba, pronto será de nuevo será 30 de junio. Un día que sin duda me embarga una vez más la tristeza, que se me encogerá el corazón por los aquellos más de 5000 héroes nabarros caídos. Pero también de nuevo será un día en el cual me orgullezca de su heroico y leal acto, que año tras año produce en mí un engreimiento patriótico que me permite vencer rápidamente a la melancolía derrotista. El respeto y el honor por aquellos nabarros caídos en la batalla de Noain que potencia mis esfuerzos políticos y mi trabajo pacífico con el cual poder recuperar lo antes posible lo que ellos poseyeron y perdieron, que finalmente recuperaron y murieron defendiendo. Esas cosas son la independencia de su tierra, nuestra tierra, la libertad de sus pobladores y la soberanía de su Estado, nuestro Estado, Nabarra.
2011/06/15
Blas, Gaizka y...
Blas, Gaizka y…
Iñigo Saldise Alda
“Quiero agradecerle todas las gestiones que ha realizado y realiza, en nombre de NAVARRA y de todos sus ciudadanos/as” Arnaldo Otegi, preso político vasco, en un extracto de una carta dirigida a Blas de Beaumont, enviada desde la cárcel española de Martutene el 20 de agosto del año 2007.
Jajajajaja… realmente me río por no llorar, aunque la verdad este escrito puede sonrojar a ambos o a todos los soberanistas nabarros y nabarras. Espero no ser crítico con todos y conmigo mismo, pues soy miembro inicial de la iniciativa 1512-2012, Nafarroa Bizirik! y socio soberanista nabarro de la Casa Real de Nabarra ante la ONU, como Secretario General de la Comisión Soberanista de Nabarra (NBK-CSN); y eso que no soy monárquico, pero si soy nabarro.
Antes que nada, para evitar malos entendidos con mis compañeros y compañeras de la iniciativa 1512-2012, Nafarroa Bizirik! y especialmente con el gran trabajo que está realizando el historiador Patxi Abasolo, encargado de esta importante iniciativa, debo decir que nunca se me han censurado mis diferentes escritos políticos e históricos en la misma, cosa que no puedo decir de la empresa española de la que formas parte Gaizka Aranguren, Nabarralde, S.L. Esto daría tema para varios escritos Gaizka, pues me habéis, aparte de censurar, estafado y robado la nada despreciable cantidad de 6010’12€. Especificado mi afer contigo Gaizka Aranguren y con esa empresa española de la cual eres socio accionista por vía notarial, he de decir que creo que la crítica realizada por el Jefe de la Casa Real de Nabarra, amigo mío y socio soberanista nabarro en la ONU, realizada con respecto a la iniciativa 1512-2012, Nafarroa Bizirik! ha sido desmesurada o cuando menos la podemos calificar como impertinente.
Dicho esto, sin querer entrar en más detalles con respecto a la empresa española de Nabarralde, S.L. me parece aún más inapropiado el insulto realizado por Gaizka Aranguren al Duque de Beaumont-Evreux, Blas de Beaumont Garrido. Dicho insulto al que me refiero realizado por tu parte Gaizka Aranguren, es el comparar malintencionadamente con aquel que ha querido encarcelar al nabarro de Blas con dicho juez español, a través de las extranjeras leyes para los nabarros y nabarras emanadas de la Audiencia Nacional española, simplemente por no reconocer a un rey español como el rey de los nabarros y nabarras a día de hoy; igual tú también has sufrido dicho aspecto judicial emanado de las Leyes españolas, lo cual lamento como cualquier otro independentista real, no como aquellos que legitiman con su presencia o votos las urnas españolas(y/o francesas) y su constitución. Además y creo que eres, aunque cierres intencionadamente los ojos, conocedor de lo siguiente; el nabarro de Blas de Beaumont Garrido es uno de los firmantes en una denuncia contra el Reino de España en la ONU, basada en la legitimidad y los Derechos Históricos explicados en el Ordenamiento Jurídico Internacional, a la cual y de manera exclusiva para representar al Pueblo-Nación de Nabarra, se ha adherido la Comisión Soberanista de Nabarra de la cual soy su Secretario General. Nosotros, la Comisión Soberanista de Nabarra, también incluimos en nuestra denuncia a la República de Francia, denuncia compartida con el Reino de España, por los Derechos civiles y políticos del Pueblo nabarro.
Dejando esto claro para aquellos y aquellas que ocultáis la verdadera realidad histórico-política desde la empresa española de Nabarralde, S.L., debo decir que nuestro “jefe” de la iniciativa 1512-2012, Nafarroa Bizirik!, el historiador y defensor de la libertad de expresión Patxi Abasolo, ciertamente no ha contestado a la pregunta de Blas de Beaumont Garrido con respecto a dónde va el dinero, lo cual puede dar a nuevos malentendidos. Yo creo, y creo que no me equivoco mucho al afirmar lo siguiente, pues estoy convencido de ello, es que el dinero al cual se refiere mi amigo Blas, va designado para pagar la renta de la sede de la calle Mañueta y a los denominados liberados, cuya labor es realmente necesaria para la preparación de charlas y la divulgación de la historia de nuestro Estado de Nabarra vivida entorno a los año 1512 al 1530, es decir, durante la ilegal invasión militar extranjera con supremacía de número y conquista con genocidio llevada a cabo por los ejércitos del rey de España. Eso sí, tengo mis serias críticas con la simbología presentada últimamente como los escudos de Vizcaya, Guipúzcoa, Álava, etc., que no representan la realidad patriótica nabarra que vivieron los nabarros y nabarras del año 1512 cuando eran independientes. Tampoco estoy de acuerdo con territorialidad reducida al zazpiak bat, ya que por ejemplo Sancho III el Mayor, señor de los vasco(ne)s para los musulmanes, tenía la Corte y con ello la Capital de los nabarros y nabarras en Naiara-Nájera.
Estoy seguro que el lector y la lectora entenderá por donde voy, sino es así lo habré hecho mal, más si no aceptan la estafa y el robo como algo legítimo y natural, más aún si son contrarios y contrarias a la censura y a la imposición. Como la que realizaste tú, Gaizka Aranguren en las reuniones primeras de la iniciativa 1512-2012, Nafarroa Bizirik!; pues si no recuerdas mal, ante tú imposición dictatorial, emanada de tus ideales partidistas que no nabarros, me levante en silencio de la mesa de reunión y decisión, que por cierto no he vuelto nunca más a ella, algo que todavía no me he visto obligado a llevar a cabo con el Jefe de la Casa Real de Nabarra, Blas de Beaumont Garrido, ya que nos une un incondicional y verdadero amor por nuestra Patria Nabarra, y el trabajo por recuperar su, nuestra, soberanía. Plena claro está, sin limitaciones territoriales impuestas desde el imaginario, lisérgico quizás, del nacionalismo vasco de finales del siglo XIX, por mucho que pretendáis adecuarlo al presente y al pasado de Nabarra, pues nada tiene que ver con la real historia político-jurídica de nosotros los nabarros y nabarras, y de nuestro Estado, Nabarra.
Iñigo Saldise Alda
“Quiero agradecerle todas las gestiones que ha realizado y realiza, en nombre de NAVARRA y de todos sus ciudadanos/as” Arnaldo Otegi, preso político vasco, en un extracto de una carta dirigida a Blas de Beaumont, enviada desde la cárcel española de Martutene el 20 de agosto del año 2007.
Jajajajaja… realmente me río por no llorar, aunque la verdad este escrito puede sonrojar a ambos o a todos los soberanistas nabarros y nabarras. Espero no ser crítico con todos y conmigo mismo, pues soy miembro inicial de la iniciativa 1512-2012, Nafarroa Bizirik! y socio soberanista nabarro de la Casa Real de Nabarra ante la ONU, como Secretario General de la Comisión Soberanista de Nabarra (NBK-CSN); y eso que no soy monárquico, pero si soy nabarro.
Antes que nada, para evitar malos entendidos con mis compañeros y compañeras de la iniciativa 1512-2012, Nafarroa Bizirik! y especialmente con el gran trabajo que está realizando el historiador Patxi Abasolo, encargado de esta importante iniciativa, debo decir que nunca se me han censurado mis diferentes escritos políticos e históricos en la misma, cosa que no puedo decir de la empresa española de la que formas parte Gaizka Aranguren, Nabarralde, S.L. Esto daría tema para varios escritos Gaizka, pues me habéis, aparte de censurar, estafado y robado la nada despreciable cantidad de 6010’12€. Especificado mi afer contigo Gaizka Aranguren y con esa empresa española de la cual eres socio accionista por vía notarial, he de decir que creo que la crítica realizada por el Jefe de la Casa Real de Nabarra, amigo mío y socio soberanista nabarro en la ONU, realizada con respecto a la iniciativa 1512-2012, Nafarroa Bizirik! ha sido desmesurada o cuando menos la podemos calificar como impertinente.
Dicho esto, sin querer entrar en más detalles con respecto a la empresa española de Nabarralde, S.L. me parece aún más inapropiado el insulto realizado por Gaizka Aranguren al Duque de Beaumont-Evreux, Blas de Beaumont Garrido. Dicho insulto al que me refiero realizado por tu parte Gaizka Aranguren, es el comparar malintencionadamente con aquel que ha querido encarcelar al nabarro de Blas con dicho juez español, a través de las extranjeras leyes para los nabarros y nabarras emanadas de la Audiencia Nacional española, simplemente por no reconocer a un rey español como el rey de los nabarros y nabarras a día de hoy; igual tú también has sufrido dicho aspecto judicial emanado de las Leyes españolas, lo cual lamento como cualquier otro independentista real, no como aquellos que legitiman con su presencia o votos las urnas españolas(y/o francesas) y su constitución. Además y creo que eres, aunque cierres intencionadamente los ojos, conocedor de lo siguiente; el nabarro de Blas de Beaumont Garrido es uno de los firmantes en una denuncia contra el Reino de España en la ONU, basada en la legitimidad y los Derechos Históricos explicados en el Ordenamiento Jurídico Internacional, a la cual y de manera exclusiva para representar al Pueblo-Nación de Nabarra, se ha adherido la Comisión Soberanista de Nabarra de la cual soy su Secretario General. Nosotros, la Comisión Soberanista de Nabarra, también incluimos en nuestra denuncia a la República de Francia, denuncia compartida con el Reino de España, por los Derechos civiles y políticos del Pueblo nabarro.
Dejando esto claro para aquellos y aquellas que ocultáis la verdadera realidad histórico-política desde la empresa española de Nabarralde, S.L., debo decir que nuestro “jefe” de la iniciativa 1512-2012, Nafarroa Bizirik!, el historiador y defensor de la libertad de expresión Patxi Abasolo, ciertamente no ha contestado a la pregunta de Blas de Beaumont Garrido con respecto a dónde va el dinero, lo cual puede dar a nuevos malentendidos. Yo creo, y creo que no me equivoco mucho al afirmar lo siguiente, pues estoy convencido de ello, es que el dinero al cual se refiere mi amigo Blas, va designado para pagar la renta de la sede de la calle Mañueta y a los denominados liberados, cuya labor es realmente necesaria para la preparación de charlas y la divulgación de la historia de nuestro Estado de Nabarra vivida entorno a los año 1512 al 1530, es decir, durante la ilegal invasión militar extranjera con supremacía de número y conquista con genocidio llevada a cabo por los ejércitos del rey de España. Eso sí, tengo mis serias críticas con la simbología presentada últimamente como los escudos de Vizcaya, Guipúzcoa, Álava, etc., que no representan la realidad patriótica nabarra que vivieron los nabarros y nabarras del año 1512 cuando eran independientes. Tampoco estoy de acuerdo con territorialidad reducida al zazpiak bat, ya que por ejemplo Sancho III el Mayor, señor de los vasco(ne)s para los musulmanes, tenía la Corte y con ello la Capital de los nabarros y nabarras en Naiara-Nájera.
Estoy seguro que el lector y la lectora entenderá por donde voy, sino es así lo habré hecho mal, más si no aceptan la estafa y el robo como algo legítimo y natural, más aún si son contrarios y contrarias a la censura y a la imposición. Como la que realizaste tú, Gaizka Aranguren en las reuniones primeras de la iniciativa 1512-2012, Nafarroa Bizirik!; pues si no recuerdas mal, ante tú imposición dictatorial, emanada de tus ideales partidistas que no nabarros, me levante en silencio de la mesa de reunión y decisión, que por cierto no he vuelto nunca más a ella, algo que todavía no me he visto obligado a llevar a cabo con el Jefe de la Casa Real de Nabarra, Blas de Beaumont Garrido, ya que nos une un incondicional y verdadero amor por nuestra Patria Nabarra, y el trabajo por recuperar su, nuestra, soberanía. Plena claro está, sin limitaciones territoriales impuestas desde el imaginario, lisérgico quizás, del nacionalismo vasco de finales del siglo XIX, por mucho que pretendáis adecuarlo al presente y al pasado de Nabarra, pues nada tiene que ver con la real historia político-jurídica de nosotros los nabarros y nabarras, y de nuestro Estado, Nabarra.
2011/06/14
2011/06/13
¿Tiene el pueblo nabarro lo que se merece?
¿Tiene el pueblo nabarro lo que se merece?
Ander Nabarrenkose
¿Qué ha sucedido con el cambio que la ciudadanía de la C.F.N. quería? ¿Ha caído el noble pueblo nabarro de nuevo en la trampa democrática española y ha votado? ¿Con conocimiento y conciencia de lo que supone dicho acto para mantener nuestro actual período colonial? ¿O tal vez ha votado por ser lo menos malo? ¿Por qué se legitima desde los autodenominados partidos independentistas o abertzales la actual situación de esclavitud que vive el pueblo nabarro al aceptar ellos el marco constitucional español?
Don dinero es muy poderoso, pero algún día la razón y el derecho se impondrán. Nunca es tarde para recapacitar, aunque los que amamos esta tierra y queremos lo mejor para sus habitantes, podemos afirmar que como mínimo volveremos a perder grandes dosis de energías y un tiempo valioso en alcanzar la soberanía al no seguir nuestro propio camino hacia la liberación del Estado de Nabarra. De momento, todo seguirá igual o incluso peor, y en el supuesto de una mejora esta será a medias con el engañoso amejoramiento, pues sin Estado soberano nabarro no podremos ser dueños de todos nuestros recursos.
Los trileros colonialistas de la política foral han hecho un excelente trabajo, a tenor de cómo ha evolucionado todo desde hace un año. Es evidente que ha sido por su enorme poder económico y por estar al servicio de quienes nos colonizan, es decir, al servicio de los dirigentes españoles. Son unos muy buenos divisorios y ningún amo prescinde de quien le hace bien la finca. La mejor prueba la tenemos en que el presidente sumiso de la falsa comunidad foral, cuando tuvo la oportunidad de unirnos con Aquitania y Euskadi en un proyecto de Eurorregión que a día de hoy no ha sido aprobado, cuyo territorio se asemejaría bastante a la totalidad fidedigna y legal del territorio del Estado nabarro, se negó exclusivamente para seguir dividiendo lo vasco de lo nabarro; para colmo, ahora nos viene la castellana de Burgos.
¿Qué tenemos que hacer para que no vote el pueblo nabarro? Muchos políticos de los partidos más votados han estado dilapidando gran cantidad de dinero público, cobrando salarios altísimos, hospedándose en hoteles ostentosos y comiendo en restaurantes de lujo, sin olvidarnos de que siguen acumulando enormes patrimonios a costa de negar la libertad al pueblo nabarro.
El supuesto voto útil esgrimido desde el mundo abertzale, es como un mal menor a un malo conocido, por cuyos representantes recibirán su compensación económica por parte de su amo español ¿O declaran la independencia de los pueblos, villas, ciudades y comunidad foral que dominan? Si eso me voy a vivir allí. Pero la verdad que su amo no teme su presencia, aunque reconocen diariamente en algunos casos que no le gusta su existencia, pues controlaran un dinero público que ellos ansiaban avariciosamente.
Algunos que se ríen por la abstención existente en la C.F.N. tras las elecciones del 22 de mayo, no se dan cuenta de que los que se están riendo de verdad de aquellos y aquellas que les votaron son los nacionalistas y regionalistas, pues unos seguirán con su lujosa vida, mientras que los otros la recuperan tras un periplo de ilegales dentro del Reino español. La abstención activa, como medid de deslegitimación al imperio colonialista español se multiplicará como la semilla y contribuirán a la liberación del Estado de Nabarra y para que el pueblo nabarro viva como en los países más avanzados del mundo. Ahora, no debemos descuidar ni menospreciar las variadas gestiones diplomáticas internacionales llevadas a cabo por diferentes grupos y entidades políticas propias, existentes en el plural movimiento soberanista, estatalista, legitimista e independentista nabarro y fortalecer la abstención activa en todas las tierras de Baskonia, el pueblo nabarro debe luchar por cambiar su actual situación colonial, de lo contrario, de no levantarnos pacíficamente contra los invasores españoles y franceses, sí que tendremos lo que merecemos.
Ander Nabarrenkose
¿Qué ha sucedido con el cambio que la ciudadanía de la C.F.N. quería? ¿Ha caído el noble pueblo nabarro de nuevo en la trampa democrática española y ha votado? ¿Con conocimiento y conciencia de lo que supone dicho acto para mantener nuestro actual período colonial? ¿O tal vez ha votado por ser lo menos malo? ¿Por qué se legitima desde los autodenominados partidos independentistas o abertzales la actual situación de esclavitud que vive el pueblo nabarro al aceptar ellos el marco constitucional español?
Don dinero es muy poderoso, pero algún día la razón y el derecho se impondrán. Nunca es tarde para recapacitar, aunque los que amamos esta tierra y queremos lo mejor para sus habitantes, podemos afirmar que como mínimo volveremos a perder grandes dosis de energías y un tiempo valioso en alcanzar la soberanía al no seguir nuestro propio camino hacia la liberación del Estado de Nabarra. De momento, todo seguirá igual o incluso peor, y en el supuesto de una mejora esta será a medias con el engañoso amejoramiento, pues sin Estado soberano nabarro no podremos ser dueños de todos nuestros recursos.
Los trileros colonialistas de la política foral han hecho un excelente trabajo, a tenor de cómo ha evolucionado todo desde hace un año. Es evidente que ha sido por su enorme poder económico y por estar al servicio de quienes nos colonizan, es decir, al servicio de los dirigentes españoles. Son unos muy buenos divisorios y ningún amo prescinde de quien le hace bien la finca. La mejor prueba la tenemos en que el presidente sumiso de la falsa comunidad foral, cuando tuvo la oportunidad de unirnos con Aquitania y Euskadi en un proyecto de Eurorregión que a día de hoy no ha sido aprobado, cuyo territorio se asemejaría bastante a la totalidad fidedigna y legal del territorio del Estado nabarro, se negó exclusivamente para seguir dividiendo lo vasco de lo nabarro; para colmo, ahora nos viene la castellana de Burgos.
¿Qué tenemos que hacer para que no vote el pueblo nabarro? Muchos políticos de los partidos más votados han estado dilapidando gran cantidad de dinero público, cobrando salarios altísimos, hospedándose en hoteles ostentosos y comiendo en restaurantes de lujo, sin olvidarnos de que siguen acumulando enormes patrimonios a costa de negar la libertad al pueblo nabarro.
El supuesto voto útil esgrimido desde el mundo abertzale, es como un mal menor a un malo conocido, por cuyos representantes recibirán su compensación económica por parte de su amo español ¿O declaran la independencia de los pueblos, villas, ciudades y comunidad foral que dominan? Si eso me voy a vivir allí. Pero la verdad que su amo no teme su presencia, aunque reconocen diariamente en algunos casos que no le gusta su existencia, pues controlaran un dinero público que ellos ansiaban avariciosamente.
Algunos que se ríen por la abstención existente en la C.F.N. tras las elecciones del 22 de mayo, no se dan cuenta de que los que se están riendo de verdad de aquellos y aquellas que les votaron son los nacionalistas y regionalistas, pues unos seguirán con su lujosa vida, mientras que los otros la recuperan tras un periplo de ilegales dentro del Reino español. La abstención activa, como medid de deslegitimación al imperio colonialista español se multiplicará como la semilla y contribuirán a la liberación del Estado de Nabarra y para que el pueblo nabarro viva como en los países más avanzados del mundo. Ahora, no debemos descuidar ni menospreciar las variadas gestiones diplomáticas internacionales llevadas a cabo por diferentes grupos y entidades políticas propias, existentes en el plural movimiento soberanista, estatalista, legitimista e independentista nabarro y fortalecer la abstención activa en todas las tierras de Baskonia, el pueblo nabarro debe luchar por cambiar su actual situación colonial, de lo contrario, de no levantarnos pacíficamente contra los invasores españoles y franceses, sí que tendremos lo que merecemos.
2011/06/09
MUERTE EN DOS ACTOS (PARTE 2). RECUERDOS EN LA OSCURIDAD
MUERTE EN DOS ACTOS (PARTE 2). RECUERDOS EN LA OSCURIDAD
Pedro del Guayo*; 1512-2012 Nafarroa Bizirik
Pamplona. 5 de agosto de 1522.
La noche era oscura. En el firmamento una luna nueva se ocultaba de la vista de los pocos que aún se mantenían despiertos. La ciudad dormía y la fortaleza castellana velaba sus sueños, vigilaba a todo un pueblo. La pétrea mole de Fernando el Católico se alzaba orgullosa en el corazón del reino conquistado. En su interior, una serie de fuegos alumbraban los paseos de guardia y el patio de armas, creando movimientos de luces y sombras, como antiguos danzantes en hogueras de verano. La mayoría de sus ocupantes hacía tiempo que caminaban por el mundo de los sueños. Y digo la mayoría, porque esa noche había quien no podía cerrar los ojos, por trabajo, o porque los recuerdos no le dejaban descansar.
De los muros que daban al patio de armas se abrían unas pequeñas ventanas a ras del suelo, cerradas por gruesos barrotes. Eran los calabozos de la fortaleza. Y en ellos había aún gente despierta. Si alguien se hubiera acercado a estos ventanucos, escucharía a alguien gritar, insultar y pedir justicia. Oiría la canción de los condenados. Y después de que se le hubiera acostumbrado la vista a la oscuridad, hubiese podido ver en una de las celdas una silueta sentada, pensante, silenciosa.
Don Jaime Velaz escuchaba a su hijo cómo increpaba a sus carceleros, mientras éstos se mofaban de él. Era joven y fogoso, él ya era viejo y sabía callar y esperar. La poca luz que entraba de las hogueras del patio iluminaban un calabozo casi vacío, únicamente ocupado por la oscuridad y los pensamientos de su inquilino. La pesada puerta se abrió y unas manos anónimas dejaron en el suelo un plato con lo que parecía carne y un vaso de lo que al poco vio que era vino. Caminó hacia los presentes, acompañado por el ruido de las cadenas; comió, bebió y al poco regresó de nuevo al lugar donde lo habíamos encontrado. En silencio, siguió escuchando las burlas de unos y la impotencia de otro. El ruido de las ratas que se ocultaban en las sombras le hizo volver en sí. Levantó las manos hasta que la luz exterior iluminó sus palmas. Las miró. Fuertes, callosas, sembradas de testigos de una dura vida de armas. Y entonces se puso a recordar.
Su mente viajó unos cuantos meses, aunque se le antojaron siglos, hasta aquel día en el que las banderas navarras cruzaron los pirineos de nuevo, buscando recuperar lo que les había sido arrebatado. ¡Qué orgullosos iban! ¡Cuanta valentía y esperanza portaban consigo! Se vio a si mismo frente a la fortaleza de Amaiur, entonces ocupada por los castellanos. Con poco tomaron el castillo, perdonando la vida a todo aquel que dentro se encontraba. Fueron horas gloriosas. El pendón del rey legítimo ondeaba de nuevo en el valle. Recordó cuando le nombraron alcaide del castillo, recordó cuando tenía algo que proteger y defender. Pero poco duró la gloria. Al igual que una tormenta, las tropas del emperador Carlos V poco a poco se acercaron por el horizonte. Se le antojaron como las olas del mar: parecían que se retiraban, pero siempre volvían de nuevo…siempre. Ahora las banderas Navarras únicamente se erguían en los muros de la fortaleza. Junto a él estaba su hijo y doscientos patriotas más. Se vio tumbado en su antiguo lecho, mirando al infinito y preguntándose qué les depararía el futuro. Se vio en las almenas, rodeado de metal y caras amigas, contemplando cómo lo que antes eran árboles que salpicaban el paisaje, ahora eran unos diez mil enemigos que habían llegado con la idea de echarlos de su propia casa. Numerosas bocas de bronce vacías les observaban sin descanso. Recordó el día en que éstas comenzaron a hablar. Eran mediados de julio y le pareció que estaba en el infierno. Pudo ver cada detalle de los intentos de conquista y se sintió de nuevo orgulloso por cómo un puñado de hombres rechazó a un ejercito como aquél por tres veces. Pero al final los números dieron la victoria al enemigo. Se encontró solo, en su lecho, la víspera de entregar la fortaleza. Olió el miedo que le invadió en esos momentos. Aunque sintió orgullo por lo que era, sintió orgullo por lo que estaban haciendo. En sus oídos resonaron de nuevo las promesas de perdón que les hicieron los castellanos y el ruido que hizo la maciza puerta del castillo la mañana del 22 de julio, cuando rendían la posición. Pero no todo fue cómo les habían prometido. A sus compañeros de armas, a sus amigos, se les permitió retirarse. Pero a él y a su hijo no. Recordó las últimas miradas, las últimas frases de aliento de sus camaradas. Era finales de julio, pero en su alma era pleno invierno. A partir de entonces todo se oscureció. Le esperaban un triste camino, un calabozo y unas cadenas.
De nuevo un chillido de rata le devolvió a la realidad. Pero esta vez fue diferente. Perforó la oscuridad y pudo contemplar una de estas pequeñas bestias retorcida junto a su comida, inmóvil, muerta. Se dio cuenta que su hijo ya no gritaba, pero si oyó a sus carceleros. Le llamó y no obtuvo respuesta. Volvió a mirarse de nuevo las manos, pero poco a poco las empezó a ver cada vez más borrosas. Una aguda punzada de dolor le perforó el estómago. Cerró los ojos y ya jamás los volvió a abrir. Al poco, casi todos los ocupantes de la fortaleza dormían tranquilos. Ya no salían sonidos de los ventanucos que daban a los calabozos. Ahora si se miraba por alguno de ellos únicamente se vería soledad y oscuridad.
Pocos días después, el 12 de agosto, un pastor del valle del Baztán vio a los españoles destruir el castillo de Amaiur, entregándolo a las llamas. Esa noche de verano, alrededor del hogar, contaría a sus hijos cómo le pareció ver al fantasma de Don Jaime Velaz de Medrano, firme en las almenas. Y cuando éstas cayeron, cómo su espíritu subió hacia los cielos mezclado entre la nube de humo. Les contaría su historia y la de todo un reino, para que jamás olvidasen lo que en esta tierra sucedió.
*profesor de Historia.
http://www.1512-2012.com/?p=1837
Pedro del Guayo*; 1512-2012 Nafarroa Bizirik
Pamplona. 5 de agosto de 1522.
La noche era oscura. En el firmamento una luna nueva se ocultaba de la vista de los pocos que aún se mantenían despiertos. La ciudad dormía y la fortaleza castellana velaba sus sueños, vigilaba a todo un pueblo. La pétrea mole de Fernando el Católico se alzaba orgullosa en el corazón del reino conquistado. En su interior, una serie de fuegos alumbraban los paseos de guardia y el patio de armas, creando movimientos de luces y sombras, como antiguos danzantes en hogueras de verano. La mayoría de sus ocupantes hacía tiempo que caminaban por el mundo de los sueños. Y digo la mayoría, porque esa noche había quien no podía cerrar los ojos, por trabajo, o porque los recuerdos no le dejaban descansar.
De los muros que daban al patio de armas se abrían unas pequeñas ventanas a ras del suelo, cerradas por gruesos barrotes. Eran los calabozos de la fortaleza. Y en ellos había aún gente despierta. Si alguien se hubiera acercado a estos ventanucos, escucharía a alguien gritar, insultar y pedir justicia. Oiría la canción de los condenados. Y después de que se le hubiera acostumbrado la vista a la oscuridad, hubiese podido ver en una de las celdas una silueta sentada, pensante, silenciosa.
Don Jaime Velaz escuchaba a su hijo cómo increpaba a sus carceleros, mientras éstos se mofaban de él. Era joven y fogoso, él ya era viejo y sabía callar y esperar. La poca luz que entraba de las hogueras del patio iluminaban un calabozo casi vacío, únicamente ocupado por la oscuridad y los pensamientos de su inquilino. La pesada puerta se abrió y unas manos anónimas dejaron en el suelo un plato con lo que parecía carne y un vaso de lo que al poco vio que era vino. Caminó hacia los presentes, acompañado por el ruido de las cadenas; comió, bebió y al poco regresó de nuevo al lugar donde lo habíamos encontrado. En silencio, siguió escuchando las burlas de unos y la impotencia de otro. El ruido de las ratas que se ocultaban en las sombras le hizo volver en sí. Levantó las manos hasta que la luz exterior iluminó sus palmas. Las miró. Fuertes, callosas, sembradas de testigos de una dura vida de armas. Y entonces se puso a recordar.
Su mente viajó unos cuantos meses, aunque se le antojaron siglos, hasta aquel día en el que las banderas navarras cruzaron los pirineos de nuevo, buscando recuperar lo que les había sido arrebatado. ¡Qué orgullosos iban! ¡Cuanta valentía y esperanza portaban consigo! Se vio a si mismo frente a la fortaleza de Amaiur, entonces ocupada por los castellanos. Con poco tomaron el castillo, perdonando la vida a todo aquel que dentro se encontraba. Fueron horas gloriosas. El pendón del rey legítimo ondeaba de nuevo en el valle. Recordó cuando le nombraron alcaide del castillo, recordó cuando tenía algo que proteger y defender. Pero poco duró la gloria. Al igual que una tormenta, las tropas del emperador Carlos V poco a poco se acercaron por el horizonte. Se le antojaron como las olas del mar: parecían que se retiraban, pero siempre volvían de nuevo…siempre. Ahora las banderas Navarras únicamente se erguían en los muros de la fortaleza. Junto a él estaba su hijo y doscientos patriotas más. Se vio tumbado en su antiguo lecho, mirando al infinito y preguntándose qué les depararía el futuro. Se vio en las almenas, rodeado de metal y caras amigas, contemplando cómo lo que antes eran árboles que salpicaban el paisaje, ahora eran unos diez mil enemigos que habían llegado con la idea de echarlos de su propia casa. Numerosas bocas de bronce vacías les observaban sin descanso. Recordó el día en que éstas comenzaron a hablar. Eran mediados de julio y le pareció que estaba en el infierno. Pudo ver cada detalle de los intentos de conquista y se sintió de nuevo orgulloso por cómo un puñado de hombres rechazó a un ejercito como aquél por tres veces. Pero al final los números dieron la victoria al enemigo. Se encontró solo, en su lecho, la víspera de entregar la fortaleza. Olió el miedo que le invadió en esos momentos. Aunque sintió orgullo por lo que era, sintió orgullo por lo que estaban haciendo. En sus oídos resonaron de nuevo las promesas de perdón que les hicieron los castellanos y el ruido que hizo la maciza puerta del castillo la mañana del 22 de julio, cuando rendían la posición. Pero no todo fue cómo les habían prometido. A sus compañeros de armas, a sus amigos, se les permitió retirarse. Pero a él y a su hijo no. Recordó las últimas miradas, las últimas frases de aliento de sus camaradas. Era finales de julio, pero en su alma era pleno invierno. A partir de entonces todo se oscureció. Le esperaban un triste camino, un calabozo y unas cadenas.
De nuevo un chillido de rata le devolvió a la realidad. Pero esta vez fue diferente. Perforó la oscuridad y pudo contemplar una de estas pequeñas bestias retorcida junto a su comida, inmóvil, muerta. Se dio cuenta que su hijo ya no gritaba, pero si oyó a sus carceleros. Le llamó y no obtuvo respuesta. Volvió a mirarse de nuevo las manos, pero poco a poco las empezó a ver cada vez más borrosas. Una aguda punzada de dolor le perforó el estómago. Cerró los ojos y ya jamás los volvió a abrir. Al poco, casi todos los ocupantes de la fortaleza dormían tranquilos. Ya no salían sonidos de los ventanucos que daban a los calabozos. Ahora si se miraba por alguno de ellos únicamente se vería soledad y oscuridad.
Pocos días después, el 12 de agosto, un pastor del valle del Baztán vio a los españoles destruir el castillo de Amaiur, entregándolo a las llamas. Esa noche de verano, alrededor del hogar, contaría a sus hijos cómo le pareció ver al fantasma de Don Jaime Velaz de Medrano, firme en las almenas. Y cuando éstas cayeron, cómo su espíritu subió hacia los cielos mezclado entre la nube de humo. Les contaría su historia y la de todo un reino, para que jamás olvidasen lo que en esta tierra sucedió.
*profesor de Historia.
http://www.1512-2012.com/?p=1837
2011/06/08
MUERTE EN DOS ACTOS (PARTE 1) EN LOS CAMPOS DE NOAIN.
MUERTE EN DOS ACTOS (PARTE 1) EN LOS CAMPOS DE NOAIN.
Pedro del Guayo*; 1512-2012 Nafarroa Bizirik
Hace casi dos meses que volví a ver mi hogar. Pero aún no somos libres. Sentado, miro con nostalgia la ciudad que me vio crecer. Allá a lo lejos se alzan los muros de Pamplona, recordándonos por qué luchamos; recordándonos por qué estamos aquí. Hoy es 30 de Junio y voy a morir por mi Reino.
Esta es la triste historia de una injusticia. De unos hechos de armas y políticos que mutilaron la independencia del viejo Reino de Navarra. En los años que duró la conquista se dieron numerosas historias dignas de contar, pero solo deseo cantarles dos. Dos momentos que supusieron mucho para todo un pueblo. Uno colmado de sangre y otro rebosante de valor. Pero como toda buena historia debo ponerles en antecedentes.
Corría el año 1512 cuando el rey Fernando, llamado “el Católico” decidió incorporar a sus posesiones el reino de Navarra. Un poderoso ejército al mando del Duque de Alba consiguió tomar la ciudad de Pamplona el 25 de julio de ese año. Nuestros monarcas debieron retirarse a sus posesiones en la Baja Navarra al no poder hacer frente a la poderosa invasión. Todo el reino tembló. Dividido como estaba desde hace años en dos grandes facciones, unos apoyaron la conquista y otros se mantuvieron fieles a sus verdaderos monarcas. Fueron muchos años de negociaciones y hechos de armas. Varios intentos de reconquista fueron frustrados y así, sin detenernos en detalles, llegamos al año de 1521.
Hace calor. Estamos todos bastante preocupados ya que el enemigo nos ha cortado el paso hacia Pamplona. Detrás de nosotros se alza la sierra de Erreniega y delante los pabellones de Castilla. Claramente nos superan en número. Muchos se preguntan por qué nuestro comandante no espera a que vengan en nuestra ayuda las tropas que tenemos en Pamplona y en Tafalla; yo no lo se y si soy sincero ni me interesa. Somos menos, eso sí, pero este es nuestro hogar y con eso basta. Hace poco que nos han dado la orden de prepararnos. En unas pocas horas oscurecerá, pero es mejor no esperar más. Quizás la sorpresa desconcierte al enemigo y nos ayude en la batalla.
Reinando en España Carlos I las Comunidades de Castilla se alzaron contra el emperador. Esas luchas intestinas fueron aprovechadas por el monarca francés Luís XII y por el navarro Enrique II para lanzar otro intento de reconquista. Cuando las tropas franco-navarras al mando del general francés Andrés de Foix, señor de Asparrots, cruzaron los Pirineos los dioses estaban con ellas. Las principales poblaciones del Reino se alzaron expulsando al invasor. Pamplona, Estella, Tafalla y Tudela volvieron a enarbolar el estandarte de Navarra en sus torres. Poco a poco una columna de unas 12.000 almas se dirigió a la capital para acabar con la resistencia de un grupo de castellanos que permanecían en el fuerte de Fernando el Católico (situado más o menos bajo donde hoy está la Diputación de Navarra). Una dura lucha se desarrolló a la sombra de esos muros. Pero al final la ciudad volvió a sus legítimos dueños.
Nuestra artillería ha comenzado a vomitar fuego sobre el campamento enemigo. Parece que les ha cogido desprevenidos. Aún con el ruido de nuestros cañones se pueden oír los sonidos de la muerte y el terror en sus filas. Gritamos jubilosos y nos lanzamos al ataque. Ellos están aquí cumpliendo órdenes, nosotros buscamos recuperar lo que esos bastardos nos arrebataron.
Una vez recuperada la capital, los mandos decidieron avanzar hacia el sur. Recorrieron toda Navarra hasta llegar a los Arcos a la que debieron someter por las armas, ya que se mantenía fiel al emperador. Andrés de Foix decidió avanzar hacia Logroño para atacar a los españoles en su propio territorio. Pero la guerra civil en Castilla terminó antes de lo esperado y cogió por sorpresa al francés. La jugada le salió mal, ya que su majestad hispana levantó un poderoso ejército de unos 30.000 soldados que avanzaron hacia las tropas franco-navarras. Éstas rápidamente se retiraron hacia Pamplona, debido a que sus fuerzas eran mucho menores que las del emperador.
Los prados están llenos de cadáveres y cuerpos mutilados. Nuestro ataque ha surtido el efecto deseado y les hemos infringido un duro castigo. Pero por muy bien que luchamos ellos son muchos más. La situación es desesperada, pero pelearemos hasta la muerte si es necesario. Tal vez desde Pamplona se escuche la batalla. Tal vez salgan en nuestra ayuda.
Durante el avance hacia la capital los castellanos no buscaron enfrentarse al ejército de reconquista. Únicamente hostigó su retirada en la retaguardia. El destino y quizás el mal hacer del Señor de Asparrots fueron los causantes de lo que iba a ocurrir. Las tropas franco-navarras acamparon en las faldas de la actual sierra del Perdón. Los castellanos supieron actuar con astucia y cortaron el paso a éstas colocándose entre ellas y la capital. El mando francés no supo esperar los refuerzos que podían llegar de Pamplona y Tafalla y decidió plantar batalla en los campos que se extienden cerca de Noain y Salinas de Pamplona. Un error que lo pagó muy caro.
En el fragor de la batalla nuestros cañones enmudecen. Con horror vemos cómo la caballería castellana ha logrado rodear nuestra posición y atacar nuestra artillería. Al igual que nosotros también el enemigo se percata de lo ocurrido y con un grito desgarrador toda su infantería nos ataca. La situación es desesperada, ya no es una batalla, ahora es un suicidio. Aunque quizás siempre lo había sido, pero eso ya no importa ahora. Sigo dando espadazos a diestro y siniestro hasta que algo me golpea en la cabeza y todo se oscurece.
La batalla fue totalmente desigual. Los castellanos triplicaban en número a los franco-navarros. Según las crónicas ésta comenzó dos horas antes de atardecer, simplemente fue una acción desesperada. Cuando los últimos rayos de sol iluminaban las cimas de los montes más altos, la oscuridad se extendía por los prados de Noain. 5.000 valientes habían entregado su vida por su hogar, por su patria. Y ahora su sangre regaba la tierra que a muchos de ellos vio nacer. Junto a éstos únicamente 300 castellanos compartieron su destino. Esta batalla supuso un antes y un después en la reconquista del Reino de Navarra. Aunque no todo termino aquí. Hubo otros hechos heroicos que aún resuenan en nuestros oídos; como los ocurridos en el castillo de Amaiur, pero esa es otra historia.
Hoy los campos que vieron morir a tanta gente siguen ahí. Podéis acercaros y caminar sobre la tierra que recibió con tristeza los cuerpos de tantos paisanos. Aún hoy se pueden escuchar en las tardes de los 30 de junio los gritos de libertad de un pueblo.
*Profesor de Historia.
http://www.1512-2012.com/?p=1808
Pedro del Guayo*; 1512-2012 Nafarroa Bizirik
Hace casi dos meses que volví a ver mi hogar. Pero aún no somos libres. Sentado, miro con nostalgia la ciudad que me vio crecer. Allá a lo lejos se alzan los muros de Pamplona, recordándonos por qué luchamos; recordándonos por qué estamos aquí. Hoy es 30 de Junio y voy a morir por mi Reino.
Esta es la triste historia de una injusticia. De unos hechos de armas y políticos que mutilaron la independencia del viejo Reino de Navarra. En los años que duró la conquista se dieron numerosas historias dignas de contar, pero solo deseo cantarles dos. Dos momentos que supusieron mucho para todo un pueblo. Uno colmado de sangre y otro rebosante de valor. Pero como toda buena historia debo ponerles en antecedentes.
Corría el año 1512 cuando el rey Fernando, llamado “el Católico” decidió incorporar a sus posesiones el reino de Navarra. Un poderoso ejército al mando del Duque de Alba consiguió tomar la ciudad de Pamplona el 25 de julio de ese año. Nuestros monarcas debieron retirarse a sus posesiones en la Baja Navarra al no poder hacer frente a la poderosa invasión. Todo el reino tembló. Dividido como estaba desde hace años en dos grandes facciones, unos apoyaron la conquista y otros se mantuvieron fieles a sus verdaderos monarcas. Fueron muchos años de negociaciones y hechos de armas. Varios intentos de reconquista fueron frustrados y así, sin detenernos en detalles, llegamos al año de 1521.
Hace calor. Estamos todos bastante preocupados ya que el enemigo nos ha cortado el paso hacia Pamplona. Detrás de nosotros se alza la sierra de Erreniega y delante los pabellones de Castilla. Claramente nos superan en número. Muchos se preguntan por qué nuestro comandante no espera a que vengan en nuestra ayuda las tropas que tenemos en Pamplona y en Tafalla; yo no lo se y si soy sincero ni me interesa. Somos menos, eso sí, pero este es nuestro hogar y con eso basta. Hace poco que nos han dado la orden de prepararnos. En unas pocas horas oscurecerá, pero es mejor no esperar más. Quizás la sorpresa desconcierte al enemigo y nos ayude en la batalla.
Reinando en España Carlos I las Comunidades de Castilla se alzaron contra el emperador. Esas luchas intestinas fueron aprovechadas por el monarca francés Luís XII y por el navarro Enrique II para lanzar otro intento de reconquista. Cuando las tropas franco-navarras al mando del general francés Andrés de Foix, señor de Asparrots, cruzaron los Pirineos los dioses estaban con ellas. Las principales poblaciones del Reino se alzaron expulsando al invasor. Pamplona, Estella, Tafalla y Tudela volvieron a enarbolar el estandarte de Navarra en sus torres. Poco a poco una columna de unas 12.000 almas se dirigió a la capital para acabar con la resistencia de un grupo de castellanos que permanecían en el fuerte de Fernando el Católico (situado más o menos bajo donde hoy está la Diputación de Navarra). Una dura lucha se desarrolló a la sombra de esos muros. Pero al final la ciudad volvió a sus legítimos dueños.
Nuestra artillería ha comenzado a vomitar fuego sobre el campamento enemigo. Parece que les ha cogido desprevenidos. Aún con el ruido de nuestros cañones se pueden oír los sonidos de la muerte y el terror en sus filas. Gritamos jubilosos y nos lanzamos al ataque. Ellos están aquí cumpliendo órdenes, nosotros buscamos recuperar lo que esos bastardos nos arrebataron.
Una vez recuperada la capital, los mandos decidieron avanzar hacia el sur. Recorrieron toda Navarra hasta llegar a los Arcos a la que debieron someter por las armas, ya que se mantenía fiel al emperador. Andrés de Foix decidió avanzar hacia Logroño para atacar a los españoles en su propio territorio. Pero la guerra civil en Castilla terminó antes de lo esperado y cogió por sorpresa al francés. La jugada le salió mal, ya que su majestad hispana levantó un poderoso ejército de unos 30.000 soldados que avanzaron hacia las tropas franco-navarras. Éstas rápidamente se retiraron hacia Pamplona, debido a que sus fuerzas eran mucho menores que las del emperador.
Los prados están llenos de cadáveres y cuerpos mutilados. Nuestro ataque ha surtido el efecto deseado y les hemos infringido un duro castigo. Pero por muy bien que luchamos ellos son muchos más. La situación es desesperada, pero pelearemos hasta la muerte si es necesario. Tal vez desde Pamplona se escuche la batalla. Tal vez salgan en nuestra ayuda.
Durante el avance hacia la capital los castellanos no buscaron enfrentarse al ejército de reconquista. Únicamente hostigó su retirada en la retaguardia. El destino y quizás el mal hacer del Señor de Asparrots fueron los causantes de lo que iba a ocurrir. Las tropas franco-navarras acamparon en las faldas de la actual sierra del Perdón. Los castellanos supieron actuar con astucia y cortaron el paso a éstas colocándose entre ellas y la capital. El mando francés no supo esperar los refuerzos que podían llegar de Pamplona y Tafalla y decidió plantar batalla en los campos que se extienden cerca de Noain y Salinas de Pamplona. Un error que lo pagó muy caro.
En el fragor de la batalla nuestros cañones enmudecen. Con horror vemos cómo la caballería castellana ha logrado rodear nuestra posición y atacar nuestra artillería. Al igual que nosotros también el enemigo se percata de lo ocurrido y con un grito desgarrador toda su infantería nos ataca. La situación es desesperada, ya no es una batalla, ahora es un suicidio. Aunque quizás siempre lo había sido, pero eso ya no importa ahora. Sigo dando espadazos a diestro y siniestro hasta que algo me golpea en la cabeza y todo se oscurece.
La batalla fue totalmente desigual. Los castellanos triplicaban en número a los franco-navarros. Según las crónicas ésta comenzó dos horas antes de atardecer, simplemente fue una acción desesperada. Cuando los últimos rayos de sol iluminaban las cimas de los montes más altos, la oscuridad se extendía por los prados de Noain. 5.000 valientes habían entregado su vida por su hogar, por su patria. Y ahora su sangre regaba la tierra que a muchos de ellos vio nacer. Junto a éstos únicamente 300 castellanos compartieron su destino. Esta batalla supuso un antes y un después en la reconquista del Reino de Navarra. Aunque no todo termino aquí. Hubo otros hechos heroicos que aún resuenan en nuestros oídos; como los ocurridos en el castillo de Amaiur, pero esa es otra historia.
Hoy los campos que vieron morir a tanta gente siguen ahí. Podéis acercaros y caminar sobre la tierra que recibió con tristeza los cuerpos de tantos paisanos. Aún hoy se pueden escuchar en las tardes de los 30 de junio los gritos de libertad de un pueblo.
*Profesor de Historia.
http://www.1512-2012.com/?p=1808
2011/06/07
Debate constitucional español en la colonia de Nabarra
Debate constitucional español en la colonia de Nabarra
Iñigo Saldise Alda
El pasado día 31 de mayo de 2011, junto al monstruoso Baluarte de Iruñea, el Príncipe de Asturias y Gerona, Don Felipe-Juan Pablo Alfonso de Todos los Santos-de Borbón y Grecia, heredero a la Corona española y gracias al testamento político realizado por el dictador Francisco-Paulino Hermenegildo Teódulo-Franco Bahamonde también lo es a la Jefatura del Estado de España, cambió unas minuteras opiniones con una mujer que le planteaba la necesidad de realizar un referéndum sobre la posibilidad de cambiar el Status político del Estado español y recuperar el sistema republicano. Por supuesto, ha dicho referéndum sería llamado a votar el conjunto de la Nación española, por lo que incluso el Príncipe de España tendría derecho a voto.
Personalmente me plantea muchas dudas la espontaneidad de este suceso en la capital de Nabarra, actualmente con Status colonial al estar bajo imposición política, jurídica, fiscal, militar, policial, eclesiástica, cultural, lingüística, …, española. Más aún si analizamos detenidamente la poca presencia de personas civiles, es decir no policiales, en torno a un acto que lleva por nombre la entrega de los premios Príncipe de Biana, título del heredero a la Corona de Nabarra. Es más, estando a menos de un año de la efeméride de los 500 años de la ilegal invasión militar con supremacía de número y sin previa declaración de guerra, que sufrió el Reino o Estado de Nabarra y sus gentes por parte del sanguinario ejército español (castellano-leoneses y catalano-aragoneses) del año 1512, se me antoja menos creíble aún. Como se suele decir: piensa mal y acertarás.
Bien dejada esta duda al aire de forma consciente como soberanista nabarro que es uno, de que es muy posible la inexistencia de dicha espontaneidad en el altercado republicano-monárquico español, ya que la policía nacional española no permite nunca el acceso a los Príncipes españoles de personas “sospechosas” a no serles afines, pasaré a analizar desde mi neutralidad nabarra sobre el Status del Estado de España, sobre lo hablado entre el Príncipe español y la republicana española. En dicho debate la defensa utilizada por el ilegítimo Príncipe de Biana,-título usurpado por la Casa de Borbón desde el año 1610 que buscaba con ello el exclusivo beneficio del imperial Reino de Francia-del Status monárquico en el Estado español, se basó exclusivamente en el actual sistema constitucional del Reino de España. La mujer de la Unidad Cívica Navarra por la República de España, por tanto en principio tan colonialista e imperialista para los intereses libertarios de los nabarros y las nabarras como el Príncipe de Asturias y Girona, comentó la inviabilidad de la realización de un referéndum sobre monarquía y república en el marco de dicha constitución española.
Cierto está lo que afirma la republicana española, pero en cuanto planteó la posibilidad de que la ciudadanía, española por supuesto, pudiera plantear un cambio de la constitución del Estado de España que actualmente es un Reino, rápidamente el vasallo o quizás mejor sería llamarle lacayo del heredero a la Corona española, Miguel Sanz Sesma, reprochó con contundencia a la republicana española porque eso ya lo habían decidido los representantes del Pueblo, español se sobreentiende. Ha decir verdad, la constitución española del año 1978 fue aprobada por referéndum el 6 de diciembre de ese mismo año, tras haber sido aprobada con anterioridad en las Cortes del Estado de España, referéndum en el cual no votaron ni el Príncipe español ni la republicana española, que casualidad.
Tras un último rifirrafe con otra persona perteneciente al séquito del Príncipe de Asturias y Gerona, Duque de Montblanc, Conde de Cervera y Señor de Balaguer, la republicana española matizó que solo quería dejar de ser súbdita para ser ciudadana e incidir en la comunidad en la que vive, es decir, la Comunidad foral y Española de Navarra, mientras que el lacayo ya mencionado anteriormente del Príncipe español volvía a remeter contra el sistema republicano, pues este acabó como el rosario de la Aurora tanto en la I como en la II República de España. Me pregunto, desde la distancia que me da el ser un independentista nabarro, ¿De quién fue la culpa de ello?
Para finalizar, volviendo al tema que realmente me preocupa y que definitivamente nos puede llevar a la libertad al Pueblo-Nación de Nabarra, debemos recordar que nunca bajo la aceptación de las variadas constituciones imperiales de los Estados de España y de Francia hemos logrado nuestro objetivo de emancipación en el pasado, bien estén dichas constituciones bajo Status monárquico o republicano. Por ello, a día de hoy, no debemos ni podemos desechar ninguna opción propia que nos lleve a recuperar la independencia de nuestro Estado, pues una vez recuperada la tan ansiada libertad de nuestra Patria, en plena soberanía y gracias al Derecho Pirenaico, seremos nosotros y nosotras, ya como nabarros y nabarras libres quien decidiremos nuestra estructuración política, el Status de nuestro Estado de Nabarra, que incluso puede pasar por una opciones más democráticas y participativas que el sistema monárquico y que el sistema republicano.
Iñigo Saldise Alda
El pasado día 31 de mayo de 2011, junto al monstruoso Baluarte de Iruñea, el Príncipe de Asturias y Gerona, Don Felipe-Juan Pablo Alfonso de Todos los Santos-de Borbón y Grecia, heredero a la Corona española y gracias al testamento político realizado por el dictador Francisco-Paulino Hermenegildo Teódulo-Franco Bahamonde también lo es a la Jefatura del Estado de España, cambió unas minuteras opiniones con una mujer que le planteaba la necesidad de realizar un referéndum sobre la posibilidad de cambiar el Status político del Estado español y recuperar el sistema republicano. Por supuesto, ha dicho referéndum sería llamado a votar el conjunto de la Nación española, por lo que incluso el Príncipe de España tendría derecho a voto.
Personalmente me plantea muchas dudas la espontaneidad de este suceso en la capital de Nabarra, actualmente con Status colonial al estar bajo imposición política, jurídica, fiscal, militar, policial, eclesiástica, cultural, lingüística, …, española. Más aún si analizamos detenidamente la poca presencia de personas civiles, es decir no policiales, en torno a un acto que lleva por nombre la entrega de los premios Príncipe de Biana, título del heredero a la Corona de Nabarra. Es más, estando a menos de un año de la efeméride de los 500 años de la ilegal invasión militar con supremacía de número y sin previa declaración de guerra, que sufrió el Reino o Estado de Nabarra y sus gentes por parte del sanguinario ejército español (castellano-leoneses y catalano-aragoneses) del año 1512, se me antoja menos creíble aún. Como se suele decir: piensa mal y acertarás.
Bien dejada esta duda al aire de forma consciente como soberanista nabarro que es uno, de que es muy posible la inexistencia de dicha espontaneidad en el altercado republicano-monárquico español, ya que la policía nacional española no permite nunca el acceso a los Príncipes españoles de personas “sospechosas” a no serles afines, pasaré a analizar desde mi neutralidad nabarra sobre el Status del Estado de España, sobre lo hablado entre el Príncipe español y la republicana española. En dicho debate la defensa utilizada por el ilegítimo Príncipe de Biana,-título usurpado por la Casa de Borbón desde el año 1610 que buscaba con ello el exclusivo beneficio del imperial Reino de Francia-del Status monárquico en el Estado español, se basó exclusivamente en el actual sistema constitucional del Reino de España. La mujer de la Unidad Cívica Navarra por la República de España, por tanto en principio tan colonialista e imperialista para los intereses libertarios de los nabarros y las nabarras como el Príncipe de Asturias y Girona, comentó la inviabilidad de la realización de un referéndum sobre monarquía y república en el marco de dicha constitución española.
Cierto está lo que afirma la republicana española, pero en cuanto planteó la posibilidad de que la ciudadanía, española por supuesto, pudiera plantear un cambio de la constitución del Estado de España que actualmente es un Reino, rápidamente el vasallo o quizás mejor sería llamarle lacayo del heredero a la Corona española, Miguel Sanz Sesma, reprochó con contundencia a la republicana española porque eso ya lo habían decidido los representantes del Pueblo, español se sobreentiende. Ha decir verdad, la constitución española del año 1978 fue aprobada por referéndum el 6 de diciembre de ese mismo año, tras haber sido aprobada con anterioridad en las Cortes del Estado de España, referéndum en el cual no votaron ni el Príncipe español ni la republicana española, que casualidad.
Tras un último rifirrafe con otra persona perteneciente al séquito del Príncipe de Asturias y Gerona, Duque de Montblanc, Conde de Cervera y Señor de Balaguer, la republicana española matizó que solo quería dejar de ser súbdita para ser ciudadana e incidir en la comunidad en la que vive, es decir, la Comunidad foral y Española de Navarra, mientras que el lacayo ya mencionado anteriormente del Príncipe español volvía a remeter contra el sistema republicano, pues este acabó como el rosario de la Aurora tanto en la I como en la II República de España. Me pregunto, desde la distancia que me da el ser un independentista nabarro, ¿De quién fue la culpa de ello?
Para finalizar, volviendo al tema que realmente me preocupa y que definitivamente nos puede llevar a la libertad al Pueblo-Nación de Nabarra, debemos recordar que nunca bajo la aceptación de las variadas constituciones imperiales de los Estados de España y de Francia hemos logrado nuestro objetivo de emancipación en el pasado, bien estén dichas constituciones bajo Status monárquico o republicano. Por ello, a día de hoy, no debemos ni podemos desechar ninguna opción propia que nos lleve a recuperar la independencia de nuestro Estado, pues una vez recuperada la tan ansiada libertad de nuestra Patria, en plena soberanía y gracias al Derecho Pirenaico, seremos nosotros y nosotras, ya como nabarros y nabarras libres quien decidiremos nuestra estructuración política, el Status de nuestro Estado de Nabarra, que incluso puede pasar por una opciones más democráticas y participativas que el sistema monárquico y que el sistema republicano.
2011/06/06
Vitoria: ciudad navarra
Vitoria: ciudad navarra
Fernando Sánchez Aranaz, Diario de Noticias de Álava
Los miembros de la Asociación Navarrate repasan la historia y reivindican el carácter navarro de Álava y sus gentes
En el año 1199, aproximadamente cuando aún no habían sido recogidas las cosechas, un gran ejército castellano hizo que los vitorianos se encerrasen al refugio de sus murallas. Los atacantes esperaban una rápida victoria, pero los sitiados resistieron con eficacia los primeros embates. También los segundos y los terceros. Ante esta situación, el rey castellano Alfonso VIII optó por construir una empalizada en torno a la villa amurallada y esperar mientras empleaba a sus hombres en la conquista de la Navarra occidental. Los vitorianos esperaban la ayuda de su rey, Sancho VII Azkarra, pero ésta no llegaba. El rey de Navarra se encontraba en Al-Andalus, precisamente, gestionando ayuda, en tropas y dinero, para poder hacer frente a un ataque de su belicoso vecino castellano.
Se dice que estando en Sevilla el monarca cayó gravemente enfermo. Esto lo sabía Alfonso, quien aprovechó las circunstancias para lanzar su ataque contra Navarra. Los vitorianos, al borde de la extenuación tras meses de asedio, solicitaron que se permitiera la salida de una comisión para trasladarse a Sevilla a hablar con su rey. Así se hizo, de manera que Sancho VII, ante la imposibilidad de socorrer a su villa de Vitoria, no pudo más que dar permiso a los vitorianos para que se rindiesen. Y así se hizo, a comienzos de la primavera del año 1200, tras nueve meses de asedio.
Mucho ha llovido desde entonces. Pero aún se recuerda aquella gesta. En ese sentido, los miembros de la Asociación Navarrate reivindican el carácter navarro de los territorios y las gentes de Álava, con el objetivo de la recuperación de la soberanía y el territorio del antiguo Estado vasco de Navarra. "La historia reescrita también puede ser un arma liberadora -comenta un miembro de Navarrate-, no sólo para sacar a la luz lo que los estamentos dominadores encerraron en sus trasteros, sino también porque, al mismo tiempo, pone en evidencia que esa dominación ha estado siempre basada en la tergiversación, cuando no directamente en la mentira".
La realidad explica que Castilla conquistó Vitoria en el año 1200, junto con todos los territorios occidentales del Reino de Navarra en aquel tiempo. Vitoria resistió durante siete meses y sólo se rindió tras recibir permiso para ello de su rey, Sancho VII Azkarra. Dos años después la villa ardió de arriba a abajo.
Sin embargo, la historia no siempre es bien conocida. Y, como muestra, un botón. En una publicación del año 1986 acerca de la arquitectura en la Llanada alavesa se puede leer lo siguiente en relación a la fundación de Vitoria por el rey de Navarra Sancho VI el Sabio. "Se sospecha que, antes del siglo XII, en lo alto de una colina situada casi en el centro de la Llanada, con la cima aplanada y de forma elíptica, debió de existir una pequeña aldea de nombre Gasteiz. Sin embargo esto no pasa de ser una sospecha, pues si bien, en el siglo X (sic), entre los pueblos contribuyentes al Voto de la Reja de San Millán, se menciona uno que lleva el nombre de Gasteiz, no puede asegurarse de ningún modo que su emplazamiento sea el que ocupa la actual Vitoria".
Algo más adelante se cita el texto de la carta de fundación de Vitoria, cuyo original se conserva en los archivos municipales, literalmente. "... Cui novum nomen imposui scilicet Victoria, quae ante ea vocabatur Gaztheiz". es decir, "... a la que impuse nuevo nombre, es decir, Victoria, a la que antes se llamaba Gaztheiz".
Pese a todo, es una evidencia que Álava fue arrancada del tronco común de Navarra por la fuerza de las armas y de la traición en contra de la voluntad de sus naturales. Eco de esa situación es el siguiente comentario, en la misma obra. "A finales del siglo XII, la Llanada se encontraba bajo el dominio navarro".
A este respecto existe una leyenda que relata como el Fuero otorgado por el rey Sancho el Sabio, no preveía que la villa que llegaría a ser Nova Victoria, precisaría de unos campos de los que obtener las suficientes rentas para su subsistencia. Para empezar esto es inexacto, ya que a la muerte de Sancho VI, su hijo Sancho VII Azkarra, prosiguió la obra de consolidación y fortificación de la nueva villa, concediéndole nuevos Fueros, que atrajeron la población de Olarizu, Beitia, Doipa, Sarrikuri y Restingiz, aldeas cercanas que quedaron deshabitadas.
Sea como fuere, la leyenda sugiere que surgirían disputas con los vecinos de las aldeas limítrofes, especialmente con los de Abendaño, de modo que los vitorianos habrían acudido al rey de Navarra, Sancho VII Azkarra, quien les aconsejaría que actuasen por la fuerza, argumentando que era de cobardes ir al rey con tales quejas, cuando podían solucionar su problema por sí mismos. En consecuencia, los vitorianos atacarían e incendiarían Abendaño, quedándose con sus campos. Tomás Alfaro, en su obra Vida de la Ciudad de Vitoria, de 1951, se hace eco de esta leyenda, transformando la respuesta del rey por un gesto hecho con su espada, de cortar los tallos de unas plantas, al parecer unas berzas, lo que los vitorianos interpretaron como que debían descabezar a sus enemigos.
Se hace duro imaginar a un rey alentado las discordias entre sus súbditos y aconsejándoles el asesinato en masa, pero acaso sea más difícil imaginárlo comunicándose con aquellos que han ido a exponerle sus problemas, mediante gestos alegóricos, cortando berzas.
El año 1198 Alfonso VIII se propone la conquista de la Navarra occidental, tal como en 1174 había hecho con parte de la primitiva Bizkaia, después de hacerse con la Bureba y La Rioja, contraviniendo tanto el Pacto de Támara, de 1127, entre Alfonso VII de Castilla y Alfonso el Batallador de Pamplona y Aragoi, como el Laudo Arbitral, de 1177, del rey de Inglaterra, Enrique II Plantagenet, que habían aceptado sus sucesores, Alfonso VIII de Castilla y Sancho VI de Navarra. Tal como había ocurrido en el caso de Bizkaia con su tenente navarro, Eneko Lupiz, atraído a la órbita castellana con la concesión de feudos en la recién conquistada La Rioja, por lo que sus descendientes se titularán de Haro, Alfonso VIII contó con la complicidad de algunos señores alaveses, seducidos con la promesa de concesión de feudos en esas tierras riojanas arrebatadas a la corona de Navarra.
Los castellanos van tomando territorios y asedian Vitoria en 1200. Tras un cruel sitio de siete meses, el rey Sancho VII Azkarra se ve obligado a dispensar a los vitorianos de su juramento de fidelidad, por lo que estos capitulan. El trato más benigno dispensado, sería precisamente el acostumbrado en aquellos tiempos a los vencidos que se habían resistido con dureza, como era el caso. Los vitorianos verían respetadas sus vidas, pero no sus haciendas, siendo expulsados de su ciudad y realojados en los arrabales o en las aldeas próximas, mientras sus casas eran ocupadas por los sitiadores. Alfonso VIII reconoce sus Fueros a los vitorianos, tal como afirman los panegiristas del pacto entre vascongados y castellanos, pero no a los genuinos, sino a los nuevos.
El incendio que destruye la ciudad en 1202, cuyo origen nunca ha sido aclarado, pudo ser fruto de los intentos de los navarros vitorianos por recuperar su ciudad. En ese contexto los protagonistas de la leyenda acerca de la destrucción de Abendaño, no serían los vitorianos originales y el rey navarro, sino los advenedizos y el castellano. Tanto Abendaño como la primitiva Vitoria quedarían destruidas y Alfonso VIII preferiría extender la ciudad hacia occidente antes que reconstruirla. En la Villa Suso proyectaría construir una imponente fortaleza, tal como desvelan los últimos descubrimientos arqueológicos, y poco más, ¿Por qué si no reconstruyó la primitiva iglesia del siglo XI destruida en el incendio? Sus sucesores, sin embargo, cambiaron estos planes. La fortaleza se convirtió en un gran templo gótico, la iglesia románica fue derribada y la ciudad se ensanchó entonces hacia el este.
En el Chronicon de la Kalenda de Burgos puede leerse: "AERA MCCXL fuit Victoria combusta et multi homines et mulieres in die Paresceve nocte tamen precedente", que quiere decir: "La noche precedente al Paresceve (Viernes Santo) del año 1202 ardió Vitoria y muchos hombres y mujeres". Todas las fuentes afirman desconocer las causas de este incendio, aunque se aventuran a suponerlo provocado.
http://www.noticiasdealava.com/2011/06/05/sociedad/euskadi/vitoria-ciudad-navarra
Fernando Sánchez Aranaz, Diario de Noticias de Álava
Los miembros de la Asociación Navarrate repasan la historia y reivindican el carácter navarro de Álava y sus gentes
En el año 1199, aproximadamente cuando aún no habían sido recogidas las cosechas, un gran ejército castellano hizo que los vitorianos se encerrasen al refugio de sus murallas. Los atacantes esperaban una rápida victoria, pero los sitiados resistieron con eficacia los primeros embates. También los segundos y los terceros. Ante esta situación, el rey castellano Alfonso VIII optó por construir una empalizada en torno a la villa amurallada y esperar mientras empleaba a sus hombres en la conquista de la Navarra occidental. Los vitorianos esperaban la ayuda de su rey, Sancho VII Azkarra, pero ésta no llegaba. El rey de Navarra se encontraba en Al-Andalus, precisamente, gestionando ayuda, en tropas y dinero, para poder hacer frente a un ataque de su belicoso vecino castellano.
Se dice que estando en Sevilla el monarca cayó gravemente enfermo. Esto lo sabía Alfonso, quien aprovechó las circunstancias para lanzar su ataque contra Navarra. Los vitorianos, al borde de la extenuación tras meses de asedio, solicitaron que se permitiera la salida de una comisión para trasladarse a Sevilla a hablar con su rey. Así se hizo, de manera que Sancho VII, ante la imposibilidad de socorrer a su villa de Vitoria, no pudo más que dar permiso a los vitorianos para que se rindiesen. Y así se hizo, a comienzos de la primavera del año 1200, tras nueve meses de asedio.
Mucho ha llovido desde entonces. Pero aún se recuerda aquella gesta. En ese sentido, los miembros de la Asociación Navarrate reivindican el carácter navarro de los territorios y las gentes de Álava, con el objetivo de la recuperación de la soberanía y el territorio del antiguo Estado vasco de Navarra. "La historia reescrita también puede ser un arma liberadora -comenta un miembro de Navarrate-, no sólo para sacar a la luz lo que los estamentos dominadores encerraron en sus trasteros, sino también porque, al mismo tiempo, pone en evidencia que esa dominación ha estado siempre basada en la tergiversación, cuando no directamente en la mentira".
La realidad explica que Castilla conquistó Vitoria en el año 1200, junto con todos los territorios occidentales del Reino de Navarra en aquel tiempo. Vitoria resistió durante siete meses y sólo se rindió tras recibir permiso para ello de su rey, Sancho VII Azkarra. Dos años después la villa ardió de arriba a abajo.
Sin embargo, la historia no siempre es bien conocida. Y, como muestra, un botón. En una publicación del año 1986 acerca de la arquitectura en la Llanada alavesa se puede leer lo siguiente en relación a la fundación de Vitoria por el rey de Navarra Sancho VI el Sabio. "Se sospecha que, antes del siglo XII, en lo alto de una colina situada casi en el centro de la Llanada, con la cima aplanada y de forma elíptica, debió de existir una pequeña aldea de nombre Gasteiz. Sin embargo esto no pasa de ser una sospecha, pues si bien, en el siglo X (sic), entre los pueblos contribuyentes al Voto de la Reja de San Millán, se menciona uno que lleva el nombre de Gasteiz, no puede asegurarse de ningún modo que su emplazamiento sea el que ocupa la actual Vitoria".
Algo más adelante se cita el texto de la carta de fundación de Vitoria, cuyo original se conserva en los archivos municipales, literalmente. "... Cui novum nomen imposui scilicet Victoria, quae ante ea vocabatur Gaztheiz". es decir, "... a la que impuse nuevo nombre, es decir, Victoria, a la que antes se llamaba Gaztheiz".
Pese a todo, es una evidencia que Álava fue arrancada del tronco común de Navarra por la fuerza de las armas y de la traición en contra de la voluntad de sus naturales. Eco de esa situación es el siguiente comentario, en la misma obra. "A finales del siglo XII, la Llanada se encontraba bajo el dominio navarro".
A este respecto existe una leyenda que relata como el Fuero otorgado por el rey Sancho el Sabio, no preveía que la villa que llegaría a ser Nova Victoria, precisaría de unos campos de los que obtener las suficientes rentas para su subsistencia. Para empezar esto es inexacto, ya que a la muerte de Sancho VI, su hijo Sancho VII Azkarra, prosiguió la obra de consolidación y fortificación de la nueva villa, concediéndole nuevos Fueros, que atrajeron la población de Olarizu, Beitia, Doipa, Sarrikuri y Restingiz, aldeas cercanas que quedaron deshabitadas.
Sea como fuere, la leyenda sugiere que surgirían disputas con los vecinos de las aldeas limítrofes, especialmente con los de Abendaño, de modo que los vitorianos habrían acudido al rey de Navarra, Sancho VII Azkarra, quien les aconsejaría que actuasen por la fuerza, argumentando que era de cobardes ir al rey con tales quejas, cuando podían solucionar su problema por sí mismos. En consecuencia, los vitorianos atacarían e incendiarían Abendaño, quedándose con sus campos. Tomás Alfaro, en su obra Vida de la Ciudad de Vitoria, de 1951, se hace eco de esta leyenda, transformando la respuesta del rey por un gesto hecho con su espada, de cortar los tallos de unas plantas, al parecer unas berzas, lo que los vitorianos interpretaron como que debían descabezar a sus enemigos.
Se hace duro imaginar a un rey alentado las discordias entre sus súbditos y aconsejándoles el asesinato en masa, pero acaso sea más difícil imaginárlo comunicándose con aquellos que han ido a exponerle sus problemas, mediante gestos alegóricos, cortando berzas.
El año 1198 Alfonso VIII se propone la conquista de la Navarra occidental, tal como en 1174 había hecho con parte de la primitiva Bizkaia, después de hacerse con la Bureba y La Rioja, contraviniendo tanto el Pacto de Támara, de 1127, entre Alfonso VII de Castilla y Alfonso el Batallador de Pamplona y Aragoi, como el Laudo Arbitral, de 1177, del rey de Inglaterra, Enrique II Plantagenet, que habían aceptado sus sucesores, Alfonso VIII de Castilla y Sancho VI de Navarra. Tal como había ocurrido en el caso de Bizkaia con su tenente navarro, Eneko Lupiz, atraído a la órbita castellana con la concesión de feudos en la recién conquistada La Rioja, por lo que sus descendientes se titularán de Haro, Alfonso VIII contó con la complicidad de algunos señores alaveses, seducidos con la promesa de concesión de feudos en esas tierras riojanas arrebatadas a la corona de Navarra.
Los castellanos van tomando territorios y asedian Vitoria en 1200. Tras un cruel sitio de siete meses, el rey Sancho VII Azkarra se ve obligado a dispensar a los vitorianos de su juramento de fidelidad, por lo que estos capitulan. El trato más benigno dispensado, sería precisamente el acostumbrado en aquellos tiempos a los vencidos que se habían resistido con dureza, como era el caso. Los vitorianos verían respetadas sus vidas, pero no sus haciendas, siendo expulsados de su ciudad y realojados en los arrabales o en las aldeas próximas, mientras sus casas eran ocupadas por los sitiadores. Alfonso VIII reconoce sus Fueros a los vitorianos, tal como afirman los panegiristas del pacto entre vascongados y castellanos, pero no a los genuinos, sino a los nuevos.
El incendio que destruye la ciudad en 1202, cuyo origen nunca ha sido aclarado, pudo ser fruto de los intentos de los navarros vitorianos por recuperar su ciudad. En ese contexto los protagonistas de la leyenda acerca de la destrucción de Abendaño, no serían los vitorianos originales y el rey navarro, sino los advenedizos y el castellano. Tanto Abendaño como la primitiva Vitoria quedarían destruidas y Alfonso VIII preferiría extender la ciudad hacia occidente antes que reconstruirla. En la Villa Suso proyectaría construir una imponente fortaleza, tal como desvelan los últimos descubrimientos arqueológicos, y poco más, ¿Por qué si no reconstruyó la primitiva iglesia del siglo XI destruida en el incendio? Sus sucesores, sin embargo, cambiaron estos planes. La fortaleza se convirtió en un gran templo gótico, la iglesia románica fue derribada y la ciudad se ensanchó entonces hacia el este.
En el Chronicon de la Kalenda de Burgos puede leerse: "AERA MCCXL fuit Victoria combusta et multi homines et mulieres in die Paresceve nocte tamen precedente", que quiere decir: "La noche precedente al Paresceve (Viernes Santo) del año 1202 ardió Vitoria y muchos hombres y mujeres". Todas las fuentes afirman desconocer las causas de este incendio, aunque se aventuran a suponerlo provocado.
http://www.noticiasdealava.com/2011/06/05/sociedad/euskadi/vitoria-ciudad-navarra
2011/06/04
Rojo, verde y blanco (IV)
Rojo, verde y blanco
IV. Como parte de un escudo
Iñigo Saldise Alda
Tras los capítulos anteriores, he creído conveniente el comentar que la ikurriña-bandera original para representar el escudo de Bizkaia-también ha sido utilizada para formar parte de escudos tan diversos que van desde el escudo de un club deportivo de Laburdi, hasta una colonia francesa llamada San Pedro y Miquelón; e incluso, ha sido incluida en un escudo realizado por un grupo político soberanista e independentista nabarro sobrepuesto en una bandera a las cadenas de Nabarra sobre fondo de gules o rojo. Dicho grupo lleva por nombre Orreaga Iritzi Politiko Taldea.
El escudo del club deportivo al que me refiero y donde aparece la bandera originaria de Bizkaia es el Aviron Bayonnais, más concretamente en su sección de fútbol, creada posteriormente de la sección de rugby que dio origen a dicho club. La reconocida en la actualidad como bandera de todos los vascos, vascos sin importar en ningún momento su nacionalidad política, se encuentra en la parte inferior o punta del escudo que podemos visionar en las elegantes camisetas del Aviron Bayonnais Football Club.
Antes de comentar la posición de la bandera inventada por los hermanos Arana en el escudo e incluso dentro de la bandera de San Pedro y Miquelón, debemos saber que esa colonia francesa es un archipiélago situado en Norteamérica, más concretamente frente a las costas de Terranova. Desde el siglo XVI las islas fueron utilizadas como base pesquera estacional por los franceses de Bretaña, Normandía y los vascos bajo régimen nacional francés de Laburdi, siendo estos últimos los primeros en visitar las islas de manera estacional durante la temporada de pesca de la ballena, hasta que finalmente en el siglo XVII se asientan las primeras poblaciones coloniales francesas.A día de hoy, la ikurriña la podemos encontrar en el jefe del escudo y la bandera de la colonia francesa de San Pedro y Miquelón, estando junto a los escudos de Bretaña y la Normandía. Esto no fue siempre así, ya que originariamente en el lugar donde podemos encontrar hoy la ikurriña se colocó el zazpiak bat. Desconozco cuales fueron las razones para dicho cambio, pero desde mi punto de conocimiento político-histórico, agradezco que el escudo de Nabarra fuera retirado de una bandera colonial, ya que los nabarros y nabarras nunca hemos sido imperialistas y colonialistas, ya seamos vascos y vascas o no.
Para finalizar este capítulo no podía faltar la referencia al escudo que aparece en la bandera ideada por los soberanistas e independentistas nabarros y nabarras de Orreaga Iritzi Politiko Taldea. En dicho escudo sobre puesto al estandarte Real de Nabarra tras la imposición imperial española de las cadenas barrocas surgidas de la Contrarreforma Inquisitorial Católica, encontramos a la ikurriña junto al jefe, que en este caso es el escudo del Vizcondado nabarro del Biarno o Bearne; además aparecen las armas del Condado de Foix y del Condado de la Gascuña. Sería interesante que el autor o autora, autores o autoras de dicho escudo, nos dieran sus razones por las cuales han incluido en él a una bandera que originariamente representaba al escudo de Bizkaia. Personalmente quiero creer que su inclusión quiere simbolizar culturalmente a Euskal Herria, más concretamente de esta parte de Europa-ya que hoy día hay muchos miembros de Euskal Herria repartidos por el mundo-y que quiere volver a ser de nuevo conocidos con nuestro apropiado término político nacional de Nabar Herria.
IV. Como parte de un escudo
Iñigo Saldise Alda
Tras los capítulos anteriores, he creído conveniente el comentar que la ikurriña-bandera original para representar el escudo de Bizkaia-también ha sido utilizada para formar parte de escudos tan diversos que van desde el escudo de un club deportivo de Laburdi, hasta una colonia francesa llamada San Pedro y Miquelón; e incluso, ha sido incluida en un escudo realizado por un grupo político soberanista e independentista nabarro sobrepuesto en una bandera a las cadenas de Nabarra sobre fondo de gules o rojo. Dicho grupo lleva por nombre Orreaga Iritzi Politiko Taldea.
El escudo del club deportivo al que me refiero y donde aparece la bandera originaria de Bizkaia es el Aviron Bayonnais, más concretamente en su sección de fútbol, creada posteriormente de la sección de rugby que dio origen a dicho club. La reconocida en la actualidad como bandera de todos los vascos, vascos sin importar en ningún momento su nacionalidad política, se encuentra en la parte inferior o punta del escudo que podemos visionar en las elegantes camisetas del Aviron Bayonnais Football Club.
Antes de comentar la posición de la bandera inventada por los hermanos Arana en el escudo e incluso dentro de la bandera de San Pedro y Miquelón, debemos saber que esa colonia francesa es un archipiélago situado en Norteamérica, más concretamente frente a las costas de Terranova. Desde el siglo XVI las islas fueron utilizadas como base pesquera estacional por los franceses de Bretaña, Normandía y los vascos bajo régimen nacional francés de Laburdi, siendo estos últimos los primeros en visitar las islas de manera estacional durante la temporada de pesca de la ballena, hasta que finalmente en el siglo XVII se asientan las primeras poblaciones coloniales francesas.A día de hoy, la ikurriña la podemos encontrar en el jefe del escudo y la bandera de la colonia francesa de San Pedro y Miquelón, estando junto a los escudos de Bretaña y la Normandía. Esto no fue siempre así, ya que originariamente en el lugar donde podemos encontrar hoy la ikurriña se colocó el zazpiak bat. Desconozco cuales fueron las razones para dicho cambio, pero desde mi punto de conocimiento político-histórico, agradezco que el escudo de Nabarra fuera retirado de una bandera colonial, ya que los nabarros y nabarras nunca hemos sido imperialistas y colonialistas, ya seamos vascos y vascas o no.
Para finalizar este capítulo no podía faltar la referencia al escudo que aparece en la bandera ideada por los soberanistas e independentistas nabarros y nabarras de Orreaga Iritzi Politiko Taldea. En dicho escudo sobre puesto al estandarte Real de Nabarra tras la imposición imperial española de las cadenas barrocas surgidas de la Contrarreforma Inquisitorial Católica, encontramos a la ikurriña junto al jefe, que en este caso es el escudo del Vizcondado nabarro del Biarno o Bearne; además aparecen las armas del Condado de Foix y del Condado de la Gascuña. Sería interesante que el autor o autora, autores o autoras de dicho escudo, nos dieran sus razones por las cuales han incluido en él a una bandera que originariamente representaba al escudo de Bizkaia. Personalmente quiero creer que su inclusión quiere simbolizar culturalmente a Euskal Herria, más concretamente de esta parte de Europa-ya que hoy día hay muchos miembros de Euskal Herria repartidos por el mundo-y que quiere volver a ser de nuevo conocidos con nuestro apropiado término político nacional de Nabar Herria.
2011/06/01
Getze, cinco siglos de evocaciones perdidas
Getze, cinco siglos de evocaciones perdidas
Josu Sorauren, Nabarralde S.L.
Que lo que no se nombra no existe, siempre lo tuvo muy claro una historiografía como la española.
Justamente esa historiografía que nos aburrió con los caudillos -¿iberos?- Indíbil y Mandonio, con Viriato, Pelayo, la jarcia goda, el Cid…
Y por supuesto los discutibles beneficios de la reconquista, Colón y lo que en puridad no pasó de un genocidio como la invasión de América.
Sin olvidar –hasta ahí podíamos llegar-, a los reyes católicos. A ese, por siempre falsario… Y su imperio, germen de esa España zángana e inquisitorial, de misa y pandereta, tan mísera como jactanciosa, tan intolerante como pretenciosa… etc…etc…
Esa historiografía, la de los Austrias, Borbones, Franquistas, fascistas que nos ocultó, o soterró o manipuló, la realidad de nuestro Reino –nuestro estado-.
La que ignoró o tergiversó nuestros fueros –nuestra constitución- denominándolos maliciosamente como privilegios…
Que de sobra son conocidos, esa pléyade de “historiadores”, pesebreros y trafulcas que tan rumbosamente pagó y paga el Imperio…
Y aunque tarde, que dicen que la historia es una señora de digestiones lentas, los navarros y toda Vasconia, pudimos cruzar los umbrales de los archivos oscuros, de las estancias cerradas y polvorientas…
Abrimos los viejos ajimeces y desempolvamos los legajos perdidos y recompusimos documentos y actas quebradas…
Entonces descubrimos que la historia que los invasores (castellanos o españoles, tanto monta…) nos habían contado, no pasaba de una sarta de mentiras, tan humillantes como hediondas…
Para entonces, lamentablemente, en las villas y pueblos de nuestra tierra se nos habían colado muchos traidores, que se habían vendido al invasor y que con la fuerza de éste, se adueñaron de nuestras instituciones, manipulándolas hasta desvirtuarlas y dejarlas en manos del usurpador…
Cinco siglos para que los navarros olvidáramos la tragedia de Getze, a los que murieron y porqué.
Cinco siglos para ignorar lo que fuimos y el mensaje… Que los mensajes mantienen el espíritu y la memoria de los pueblos…
Porque este proceso y proyecto, de recuperar la memoria histórica, que a sangre y fuego se arrebató a nuestro pueblo, para muchos de nosotros adquiere especial significado en la colina de Getze…
No es sólo la emoción de ser testigos de que por las venas de Navarra todavía fluye sangre soberanista, es sobre todo el compromiso, cada vez más nutrido, que nos juramenta para recomponer nuestra cultura y las instituciones usurpadas…
Y al propio tiempo en Getze, evocamos el tiempo y las posibilidades perdidas, la dignidad de nuestros antepasados, y el derecho irrenunciable a mantener bien enhiestas, las esperanzas y los sueños para un día poder proclamar la soberanía del estado navarro.
Efectivamente, son muchas, urgentes y dolientes, las evocaciones perdidas en Getze.
¡Que nadie nos robe nunca más nuestra memoria histórica!
Josu Sorauren, Nabarralde S.L.
Que lo que no se nombra no existe, siempre lo tuvo muy claro una historiografía como la española.
Justamente esa historiografía que nos aburrió con los caudillos -¿iberos?- Indíbil y Mandonio, con Viriato, Pelayo, la jarcia goda, el Cid…
Y por supuesto los discutibles beneficios de la reconquista, Colón y lo que en puridad no pasó de un genocidio como la invasión de América.
Sin olvidar –hasta ahí podíamos llegar-, a los reyes católicos. A ese, por siempre falsario… Y su imperio, germen de esa España zángana e inquisitorial, de misa y pandereta, tan mísera como jactanciosa, tan intolerante como pretenciosa… etc…etc…
Esa historiografía, la de los Austrias, Borbones, Franquistas, fascistas que nos ocultó, o soterró o manipuló, la realidad de nuestro Reino –nuestro estado-.
La que ignoró o tergiversó nuestros fueros –nuestra constitución- denominándolos maliciosamente como privilegios…
Que de sobra son conocidos, esa pléyade de “historiadores”, pesebreros y trafulcas que tan rumbosamente pagó y paga el Imperio…
Y aunque tarde, que dicen que la historia es una señora de digestiones lentas, los navarros y toda Vasconia, pudimos cruzar los umbrales de los archivos oscuros, de las estancias cerradas y polvorientas…
Abrimos los viejos ajimeces y desempolvamos los legajos perdidos y recompusimos documentos y actas quebradas…
Entonces descubrimos que la historia que los invasores (castellanos o españoles, tanto monta…) nos habían contado, no pasaba de una sarta de mentiras, tan humillantes como hediondas…
Para entonces, lamentablemente, en las villas y pueblos de nuestra tierra se nos habían colado muchos traidores, que se habían vendido al invasor y que con la fuerza de éste, se adueñaron de nuestras instituciones, manipulándolas hasta desvirtuarlas y dejarlas en manos del usurpador…
Cinco siglos para que los navarros olvidáramos la tragedia de Getze, a los que murieron y porqué.
Cinco siglos para ignorar lo que fuimos y el mensaje… Que los mensajes mantienen el espíritu y la memoria de los pueblos…
Porque este proceso y proyecto, de recuperar la memoria histórica, que a sangre y fuego se arrebató a nuestro pueblo, para muchos de nosotros adquiere especial significado en la colina de Getze…
No es sólo la emoción de ser testigos de que por las venas de Navarra todavía fluye sangre soberanista, es sobre todo el compromiso, cada vez más nutrido, que nos juramenta para recomponer nuestra cultura y las instituciones usurpadas…
Y al propio tiempo en Getze, evocamos el tiempo y las posibilidades perdidas, la dignidad de nuestros antepasados, y el derecho irrenunciable a mantener bien enhiestas, las esperanzas y los sueños para un día poder proclamar la soberanía del estado navarro.
Efectivamente, son muchas, urgentes y dolientes, las evocaciones perdidas en Getze.
¡Que nadie nos robe nunca más nuestra memoria histórica!
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NABARRAKO ERESERKIA
Nabarra, reflexiones de un Patriota
ASKATASUNA = Baskoinak x Nafar Paradigma
"PRO LIBERTATE PATRIA GENS LIBERA STATE"
"Aberri askearen alde jende librea jaiki"
"De pie la gente libre a favor de la libertad de la patria"
"De pie la gente libre a favor de la libertad de la patria"
Navarre shall be the wonder of the world
by WILLIAM SHAKESPEARE