Interiorizando la realidad colonial
Iñigo Saldise Alda
Son muchos los
nabarros y nabarras que se molestan cuando escuchan a otros conciudadanos decir
que somos un Pueblo colonizado, una Nación colonizada, siendo esta situación
impuesta por el Reino de España y la República de Francia, la principal causa de
tanta inestabilidad económica, existente en todos los territorios
pertenecientes legítimamente al Estado de Nabarra, divididos y fragmentados
desde las metrópolis de Madrid y Paris.
Pues siento decirles a
todos mis compatriotas, una vez más, que es verdad, si nos remitimos a los exigidos
términos históricos, políticos, jurídicos y económicos, los cuales nos indican a
día de hoy, que no tenemos poder alguno sobre nuestro futuro al estar sometidos
por dos imperios. Pero el estar sojuzgado no tiene porqué conllevar que tengamos
que pensar y actuar como unos colonizados, meros esclavos de los designios de
imperialistas, de indudable carácter racista con atisbos indudablemente fascistoides.
En nuestro País, en nuestra tierra, hay mucho más que miles de personas con mentalidad colonizada. Es más, muchos de ellos gobiernan y dirigen a nuestra Nación cumplimentando las necesidades de sus dueños, esos que deciden desde las capitales de los imperios de España y de Francia.
Pero por otro lado, si
abrimos los ojos y nuestras mentes a la realidad política y social que
padecemos, el vernos como un Pueblo colonizado nos sirve para tener una visión más
concreta de nuestro sometimiento, el cual ha impedido siempre nuestro
desarrollo general como gente, en libertad e independencia.
Los mal llamados proceso de integración, ahí está el ejemplo de la supuesta Ley Paccionada, solo demuestran la continuada perdida de libertades de los nabarros y nabarras, causadas por las violentas, sanguinarias e ilegales manos imperiales de españoles y también franceses. Al faltarnos la libertad, nuestra historia soberana ha sido secuestrada, lo que nos ha llevado a tener una historia impuesta desde Madrid y Paris. Dicha historia ajena o mejor dicho impuesta a los nabarros y nabarras, ha provocado el surgimiento de diferentes movimientos prolibertarios, muchos de ellos equivocados al olvidar nuestra memoria colectiva nuestra realidad histórica en independencia y libertad, centrada en la existencia del Reino o Estado de Nabarra, que tras la pérdida de su soberanía, a ambos lados del Pirineo, ha sido ocultada y transformada a bases de estudiadas mentiras por colonos, colonizadores e imperialistas de España y Francia.
Así pues, solo mediante
la interiorización de nuestro verdadero sujeto político, el Estado de Nabarra,
facilitará a la postre la recuperación de todas las libertades de nuestra reconocida
como humanista sociedad, una sociedad que estaba y está predestinada a asombrar
al resto del Mundo.