Orígenes de Lapurdi, vizcondado nabarro
Aitzol Altuna Enzunza ;
Galdakao-Nabarra
Gracias a “Notitia Dignitatum” escrita en la primera mitad del siglo V, sabemos que Baiona era una fortaleza romana en el siglo I conocida como Lapurdo; “In provincia Novempopulana tribunos cohortis Novempopulanae Lapurdo". Desde Baiona hasta el “limes” o frontera con los Pueblos “bárbaros” del norte sobre el río Rin, no había entonces más ejército romano. El Doctor en historia Manex Goyhenetche (1942-2004), creía que la capital labortana pudiera tomar el nombre del Pueblo que vivía en la comarca, los lapurdenses, emparentados con la más grande de los baskones. Por esta población pasaron romanos tan conocidos como el general romano Marco Licinio Craso (año 56 a.C.), el general y político Marco Vipsanio Agripa (sobre el año 39-38 a.C.) o César Augusto (27 a.C.). Siglos más tarde, el obispo de Clermont de nombre Sidonio Apolinar, mandó una carta a su amigo Trigetio en el año 463 donde ensalzaba las langostas de Lapurdum, los mejillones del Garona y el pescado del Atturi (Adour), uno de los dos ríos que desembocan en Baiona junto al Errobi (Nive).
El ducado de Aquitania y el de Baskonia, se mantuvieron soberanos y unidos tras la caída del Imperio Romano Occidental en el año 476, pese a los intentos de los bárbaros francos de gobernar sobre ellos. Como cuando el cronista franco Gregorio de Tours en el año 587 nos dice que Lapurdum fue adjudicada al rey Childeberto en el reparto del reino franco pero describe a continuación: “Irrumpieron los vascones de entre las montañas, bajaron a los llanos, devastaron viñas y campos, incendiando las casas, llevándose a muchos cautivos con sus ganados. Contra los cuales actuó a menudo el duque Austrovaldo, pero causándoles poco daño”.
Quedaron finalmente Aquitania y Baskonia divididas por el río Garona en el año 769, la primera quedó en manos francas tras el asesinato del príncipe Waifre y Baskonia siguió resistiendo al imperialismo franco. Toda la comarca de Lapurdi formará parte del ducado de Baskonia donde gobernaron 12 duques, la mayoría de ellos soberanos aunque en difícil equilibrio, así hasta la creación del reino baskón de Nabarra. Los francos fueron minando la independencia baskona sin lograrlo del todo, gracias a las dos victorias en Orreaga-Roncesvalles en los años 778 y 824. Tras ésta última vitoria, en el sur pirenaico se creó el reino de Nabarra, el cual terminará por abarcar todo el territorio baskón. Pese a la primera gran derrota franca y sobre el año 781, Carlomagno dominaba la Baskonia Ulterior (lo que se convertirá en la romanzada Gascuña), mientras que la Baskonia Citerior (con una franja fronteriza sobre al río Adour-Atturri) y el sur del Pirineo, eran totalmente independientes del poder franco, con Pamplona como nuevo núcleo aglutinador.
J.L. Orella Unzué en “El fuero de San Sebastián y su entorno histórico” comenta que: “En el cartulario negro de la catedral de Auch del siglo XII se recoge una lista de los duques de Gascuña. Parece verosímil y aun cierto, que Sancho Jimeno "menditarra" fue llamado por los vascos del norte de los Pirineos en el 864 que lo eligieron como duque. De él descendió la línea ducal que se extinguió en el 1032 (cuando pasó a Sancho III el Mayor, rey de Nabarra). En esta narración citada se ve el conocimiento que los redactores tenían de las genealogías navarras y el deseo de relacionar a la familia ducal norpirenaica con las de los reyes de Pamplona (…)”.
Pero la invasión de los francos no rompió los lazos entre los baskones: “Según José María Lacarra las descendencias de los duques de Gascuña y de Aquitania, juntamente con la de los reyes de Navarra están entrelazadas. Desde García Sánchez, duque de Gascuña desde el 893 al 920, ya se puede establecer una genealogía bastante segura. Su hijo Sancho duque de Gascuña dejó la herencia a Guillermo Sancho, duque de Gascuña (977-988) que luego fue conde de Burdeos, muriendo hacia el 996. Se casó con Urraca hija del rey de Pamplona García Sánchez, y, por lo tanto, hermana de Sancho Abarca y tuvieron como hijos a Bernardo Guillermo duque de Gascuña (997-1009), a Sancho Guillermo duque de Gascuña (1009-1032) y a Briscia casada con Guillermo V el Grande, conde de Poitiers y duque de Aquitania, del que tuvo un hijo denominado Eudes, duque de Gascuña desde el 1033 (tras usurparlo a la muerte de Sancho III el Mayor, pero sin lograr dominar el sur del Adour o la Baskonia Citerior como veremos) y, más tarde, duque de Aquitania desde el 1038 hasta su muerte en 1040”.
Pero hay otro factor importante en la creación del vizcondado de Lapurdi. “Normando” significa hombres del Norte literalmente, pues venían de Noruega, Suecia y Dinamarca desde el año 789 y como invasores desde el 793; de todos ellos, los que saquearon media Europa se llamaban “vikingr” o vikingos a sí mismos, es decir “guerreros” o “piratas”. Su ímpetu guerrero y sus ansias de conquista tuvieron que ver más con la necesidad, pues son coincidentes en el tiempo con una época fría que asolaba toda Europa y que se hacía notar más en las tierras del norte que ellos habitan. Entre el 859 y el 882 los vikingos atacaron la costa cantábrica y mediterránea con 62 naves, según describen las crónicas tanto cristianas como hispano-musulmanas. Incluso llegaron a hacer incursiones río arriba hasta llegar a París. En la costa de Cantabria se sabe que saquearon cuando al menos Gijón, Galicia y también Lisboa, subiendo por el Guadalquivir hasta Sevilla, antes habrían asaltado Cádiz o el norte de África y sus incursiones llegaron a todo el Mediterráneo como a la isla de Sicilia, atacando la mismísima Constantinopla en el año 860 o las regiones del mar Negro.
Entre nosotros devastaron todo el litoral de Baskonia. Existe constancia de invasiones normandas desembarcado en Garona o el Adour y subiendo aguas arriba. Pero la más significativa fue la que llegó a secuestrar al rey de Nabarra Eneko Garçea o “el joven” (860-882, hijo del primer rey baskón Eneko Aritza). Los normandos o vikingos tomaron entre el 814 y el 986 Baiona. Guillermo Sancho, príncipe de Baskonia (casado con Urraca, hija del rey de Pamplona Garçea Sánchez I, 925-970 como ya hemos dicho), recuperó la capital labortana definitivamente con ayuda de su suegro el rey de Nabarra, del que sería vasallo. Según otras fuentes, fue el duque Sancho Guillermo de Baskonia (el hijo del anterior), tío y vasallo de Sancho III el Mayor de Nabarra, el que recuperó Baiona en 1023.
La relación entre tío y sobrino era muy estrecha, viviendo Guillermo en la Corte de Nabarra. En el libro mencionado, el doctor en historia José Luis Orellá y Unzúe comenta que: “Sancho el Mayor le habría ayudado a su pariente Sancho Guillermo duque de Gascuña, en las luchas contra los condes de Toulouse, con el objetivo de recuperar los territorios de ascendencia vascona como Comminges (alto Garona) y Couserans (Pirineo gascón). Sancho el Mayor, en compensación, habría recibido el dominio sobre un vizcondado hereditario de Lapurdi, al que dejó como titular a Lope Sánchez, su mayordomo.
En la década de 1020 Sancho el Mayor extendió su autoridad al otro lado de los Pirineos, ocupó la recién restaurada Bayona, las tierras vascas al sur del Adour y aun al sur del Garona. Los duques de Gascuña eran parientes por matrimonio de la casa real pamplonesa desde finales del siglo X (…). Los duques de Gascuña asistían con asiduidad y estrecha colaboración activa a la corte navarra”.
La primera vez que aparecen tío y sobrino en un documentos es sobre el año 1010 ó 1020, cuando Sancho III el Mayor acudió con su tío a una reunión en Saint Jean d`Angély (Saintonge, entre Cognac y la Rochelle), con motivo del supuesto redescubrimiento de la cabeza de Juan el Evangelista robada por los vikingos; allí estuvieron tío y sobrino junto con el rey Roberto II de Francia, el duque Guillermo el Grande de Aquitania o Eudes II de Champaña, y negociaron la pacificación del sur del llamado reino de Francia. Así es como se refundó la abadía benedictina acogida a la orden cluniense del gran abad San Odilón, amigo personal de Sancho III el Mayor.
Los primeros vizcondes de Lapurdi nombrados por Sancho III el Mayor fueron Sancho Lupo (1023-1060) y su hermano Fortún Sancho (1060-62), nietos de Ramiro García “rey de Viguera” (971-996), hermano a su vez del rey de Nabarra Sancho “Abarka”. Además de Lapurdi, tenían otras tenencias dentro del reino baskón en tierras actuales de La Rioja, Castilla, Aragón, Alaba o Alta Navarra como: como las de Nájera, Peralta, Punicastro, Sangüesa, Pancorbo, Loarre, Burandón, Calahorra, Falces etc. además de la tenencia de Alaba en el caso Ramiro Sancho. También fueron “mayordomos” y “Alférez” reales, grandes por tanto del reino baskón.
Las noticias que se tienen es que el vizcondado de Lapurdi nació, además de abarcando la provincia actual, con territorios hoy gipuzkoanos: del Bidasoa hasta el Urumea con la comarca de Oarso hasta San Sebastián, comarca la cual estaría dentro del vizcondado hasta el alfoz dado a la villa de San Sebastián por Sancho VI el Sabio en el siglo XII, creando una nueva tenencia junto a los castillos de Beloaga (Oiartzun) y Hondarrabia; Además sería en su origen labortanos otros lugares hoy alto navarros como: Alto Baztan (Maia, Elizondo, Irurita y Azpilikueta), Cinco Villas (Bera, Lesaka, Etxalar, Iantzi y Aranaz), Valle de Lerin (Sunbilla, Zubieta, Donamaria, Bertiz y Nabarte) y parte de Baja Navarra incorporadas por el vizconde Fortún I como herencia de su madre: Arberoa, Orzaize, Garazi y Baigorri. El cronista inglés Roger de Hoveden en la parte última de sus Anales escritos hacia 1177, prolonga el territorio del “Conde de Bayona” hasta el puerto de Huars o Huviars, e indica que el río Bidasoa, el pueblo de Hondarribia y la población que llama Irun-Uranzu pertenecía al “Vizcondado de Bayona”.
La diócesis de Baiona con su patrono San León, degollado en el siglo IX, era prácticamente el Vizcondado de Lapurdi. Se conoce el testimonio del obispo Arsius del año 981, pero fue Sancho III el Mayor quien creó la sede episcopal sobre 1030 y no se sabe la línea de sucesión de forma fehaciente hasta Raymond de Mártires 1121-1125. La ciudad de Baiona pertenecía al obispado y el puerto al vizconde.
Los habitantes nabarros de Baiona adquirieron fama en todo el mundo durante siglos por su habilidad marinera, quizás aprendida de los vikingos, y por el timón de codaste que inventaron en el siglo XI, el cual se sigue usando hoy en día con el nombre de timón a la “bayonesa” o la “navarresa”. La imagen que altivamente decora la clave de una de las bóvedas de la catedral de Baiona (patrimonio de la humanidad) es una de las primeras representaciones de un barco con timón de codaste.
La Baskonia continental conformada como ducado de Gascuña tenía un fuerte enemigo en Aquitania, vasalla de Francia, la cual quería hacerse con Gascuña frente a Nabarra. Guillermo de Aquitania estaba casado con la hermana de Sancho Guillermo duque de Gascuña y trataba de conseguir el ducado baskón para su hijo Eudes o Eudón, lo cual conseguirá tras la muerte de Sancho III el Mayor (1035) gracias a su ejército, pero los ducados y vizcondados más cercanos a Nabarra como Lapurdi, Zuberoa, Bigorra o Bearne, no dejaron nunca la órbita pamplonesa.
En 1130 las escuadras nabarras de Alfonso I el Batallador recuperaron la codiciada Baiona al Duque de Aquitania y Toulouse Guillermo X “el Teólogo”, que la había ocupado y se había encerrado en ella. Para ello Alfonso reclutó marinos nabarros de Lapurdi, Bizkaia y Gipuzkoa mandando construir en el propio Adour las embarcaciones. Le acompañaron en esta batalla al rey baskón el padre del nuevo señor de Gipuzkoa y conde de Gebara, Eneko Belaz, así como sus hijos; en la misma murió Eneko Belaz. Guillermo de Aquitania capituló finalmente y devolvió Baiona a Nabarra, quedando Gastón de Bearne al frente de la misma, por tanto era conde de Bearne y de Lapurdi, vasallo del rey nabarro.
José Angel Lerma Pueyo
en su tesis doctoral sobre Alfonso I, comenta cómo la idea de este rey nabarro
era afianzar toda la Baskonia continental en la corona nabarra. José María
Lacarra explica que el rey Alfonso dio notables beneficios a los señores
gascones que le acompañaban. Entre los nobles ultrapirenaicos colaboradores con
Alfonso el Batallador sobresalía el propio Gastón de Bearne que recibió, además
de los dos condados mencionados, señoríos en Zaragoza, Huesca y Uncastillo;
Céntulo II conde de Bigorra era también señor de Tarazona (comarca baskona en
la actual provincia de Zaragoza) hasta su muerte en 1130, sucediéndole Pedro
conde de Marsan; Gassión vizconde de Zuberoa figuraba en 1125 como señor de
Belorado en la riojilla; Rotrou conde del Perche fue premiado con los señoríos
de Tudela y Corella, así como con un barrio de Zaragoza.
Alfonso I “el Batallador”, rey de Nabarra, indica en un documento que el
territorio del reino baskón es: “desde Belorado hasta Pallars y desde Baiona
hasta Monreal”.