Doctor Jaso
Iñigo Saldise Alda
Heráldica
Jaso: Escudo en campo de plata árbol de sinople
con un jabalí de sable pasante sobre el mismo.
Heráldica
Atondo (de Pamplona): Escudo
cuartelado, 1º de gules cuarto de carbunclo pomelado de oro que es de Nabarra
por privilegio otorgado por el rey de
Nabarra Juan de Trastámara, 2º y 3º de azur dos bandas de oro con dos lunas en
menguante de oro entre ellas que son propias del linaje de Atondo, 4º de gules
grifo de oro armado y membrado de sables que son de los Caritates (Carite).
Juan de Jaso y Atondo nació en
Donibane Garazi. Su padre Arnalt Peritz de Jaso fue oidor de Comptos de la
Cámara Real y Maestre de Finanzas en Pamplona, pese a tener sus orígenes en la
denominada nobleza baja al ser considerado el linaje de Jaso como de los infanzones
campesinos, algo que cambió en el año 1435 cuando Pedro de Jaso, abuelo de Juan
de Jaso y Atondo, subió en el escalafón de nobleza nabarra al otorgarle el rey consorte
de Nabarra, Juan de Trastámara, un cargo menor en la administración real. Esto propició el matrimonio de Arnalt de Jaso con
Guillerma de Atondo en el año 1441; mujer de un importante linaje de la nobleza
alta de la vertiente administrativa.
El padre de Juan de Jaso y Atondo
sirvió al príncipe de Biana, Carlos de Evreux y Trastámara, hasta que éste se
alzara en armas contra su padre Juan II de Nabarra, conocido como el usurpador. Antes de ello el propio
Carlos de Biana le había nombrado en el año 1447 Maestre de la Cámara de
Comptos y Contador Mayor de su Casa, reafirmado así a Arnalt Peritz de Jaso en su
nuevo papel dentro de la nobleza alta, en su rama administrativa, es decir, nobles
de servicios o de toga.
Por ello Juan de Jaso y Atondo,
ambos apellidos son de linajes afiliados al partido agramontés, fue dirigido en
sus estudios hacia la carrera de Leyes, estudios que cursó en la Universidad de
Bolonia, donde se graduó el 16 de noviembre del año 1470 con el título de
doctor de Derecho Canónico. En dicho acto estuvieron presentes Pedro de Arbués,
famoso inquisidor y obispo de Rieux, junto al obispo de Pamplona Pedro de Foix,
hijo éste último de la Lugarteniente del Reino de Nabarra, la princesa Leonor
de Trastámara y de Gastón de Foix. Desde entonces fue nombrado como doctor
Jaso.
Con el fracaso agramontés del año
1471 en su intentona de abrir las puertas de Pamplona a los agramonteses y con
ello expulsar a los beaumonteses, Arnalt
de Jaso, Juan y su hermano Pedro de Jaso y Atondo tuvieron que huir de la
ciudad, pasando a residir en Tafalla, ciudad próxima al casillo de Olite.
En el año 1472 accedió al cargo de
maestre de las Reales Finanzas, tras ser nombrado en Lescar por la Regente,
Lugarteniente y Gobernadora de Nabarra, Leonor de Trastámara y el marido de
esta, Gastón de Foix. Y en el año 1476 fue nombrado, también por la Regente, presidente
del Consejo Real de Nabarra y alcalde de la Corte Mayor. Ese mismo año Juan II
de Nabarra, el usurpador, dijo de él:
“(…) egregio, fiel
y bien amado servidor, alcalde de la Corte Mayor y maestre de Finanzas”.
En el año 1478 el usurpador Juan II de Nabarra y Aragón
hizo merced de los cuarteles e imposiciones reales sobre la villa de Idocin.
Los habitantes de dicha villa eran beaumonteses convencidos odiaban al señor
agramontés de Idocin y por ello fueron levantisco contra el doctor Jaso. Pero
éste y en señal de pleno señorío, hizo levantar en Idocin un palacio con su
correspondiente torre fuerte.
En el año 1483, Juan de Jaso y
Atondo llevó dos importantes negociaciones. Por un lado con la regente de
Nabarra, Magdalena de Francia y la princesa de Biana, Catalina de Foix. Por
otro con los reyes Isabel de Castilla y León y su marido Fernando II de Aragón.
La idea era concertar un matrimonio entre la princesa de Biana y el príncipe de
Asturias y Gerona. Para ello se desplazó a la Corte española, pero las
negociaciones, finalmente, no llegaron a buen término. Esto le valió ganarse la
simpatía y confianza por parte de la familia real nabarra, junto al respeto de
los reyes y nobles españoles.
Estos años de leal trabajo a la
Corona, donde el prestigio y la vida del doctor Jaso fueron mejorando notablemente,
tuvieron su colofón con su matrimonio con María de Azpilkueta y Aznarez de
Sada. Esta joven mujer era la más
cotizada de la Corte, pues en ella confluían las herencias de dos de más importantes
familias de la nobleza militar.
Tras el matrimonio el doctor Jaso,
señor de Idocin, a modo de consorte, ostentó también el título de señor de Xabier,
al formar parte de la dote de María de Azpilkueta y Aznarez de Rada. Su fama no
paró de aumentar en la Corte de Nabarra. En el año 1494 fue incluso el
encargado de recibir el juramento de los tres Estados de Nabarra a Catalina de
Foix y Juan de Albret, tras el juramente de estos de los Fueros y Leyes de
Nabarra en la catedral de Pamplona. Dicho juramento lo realizó bajo el cargo en
funciones de Canciller ausente.
Todo esto le valió en sumo para
convertirse en el embajador de confianza de los reyes de Nabarra, siempre al
frente de mismas, siendo dichas misiones diplomáticas muy complicadas. La
primera fue en el mismo año de su contrato matrimonial.
Por aquellos días la
política internacional del Reino de Nabarra pretendía una alianza con el
incipiente Reino de España tras la conquista de Granada por parte de los reyes
católicos. Así pues se concertaron los tratados de Pamplona y de Medina del
Campo. La base de ellos era el casamiento de la princesa Ana de Foix y Albret,
primogénita de los Reyes de Nabarra, con el príncipe D. Juan, heredero de las
Coronas de España, Castilla-León y Aragón. Además y si a aquéllos les nacía un hijo
varón, el casamiento de éste debía llevarse a cabo con alguna de las hijas o parientes
de los reyes católicos españoles. El Doctor Jaso dejó en la Corte española el
grato recuerdo que merecían sus dotes de negociador y su sagaz patriotismo
nabarro.
Al año siguiente también
estuvo presente en la confirmación de nuevos tratados firmados entre España y
Nabarra, siendo reafirmado en el importante cargo de presidente del Consejo
Real de Nabarra.
En el año 1499 y
mediante el pago de importantes sumas, adquirió para su linaje los términos de
Subiza, Ibiricu, Cicur Mayor y otros lugares. En el año 1502 y tras la muerte
de su suegro, accedió al título de señor de Azpilkueta, también a modo de
consorte.
En año 1507 el doctor Jaso se puso al frente de
una nueva comitiva diplomática. Su misión era tratar de enderezar las
relaciones con el Reino de Francia. Había que conseguir que Luis XII de Francia,
que estaba empeñado en confiscar el vizcondado de Bearno, junto a los condados
de Bigorra y Foix, dejase de patrocinar los inventados derechos al trono
nabarro de su sobrino el duque de Nemours, de nombre Gastón de Foix, el cual
era primo carnal de la reina de Catalina I de Nabarra.
En el año 1510 negoció un tratado de alianza e
integración plena para Bearno, Bigorra y Foix con Nabarra. Esta unión serviría para
defenderse mutuamente del rey de Francia, que por aquel entonces pretendía
dividir la Corona pirenaica según la línea divisoria de los puertos secos, y
otorgar, por sorteo, una de las partes al ambicioso Gastón de Foix.
Ya en el
año 1512 tuvo lugar la embajada más acongojadora. El rey español Fernando II de
Aragón, exigía que el Estado de Nabarra violase su neutralidad en beneficio de
él, permitiendo el paso a las tropas españolas que habían de atacar al Reino de
Francia. Las negociaciones fueron muy tensas y se rompieron con estas amenazadoras
palabras del falsario español a los distinguidos diplomáticos nabarros, En los
que se encontraban Mariscal del Reino de Nabarra y el doctor Jaso, Presidente
del Consejo real de Nabarra:
“(…) tomaré
de fuerza lo que me niegan de buen grado”.
Al poco tiempo de las truncadas negociaciones,
el rey español ordenó invadir y ocupar el Estado neutral de Nabarra. Juan de
Jaso y Atondo formó parte del séquito que acompañó a los legítimos reyes de
Nabarra hasta el vizcondado del Bearno.
Tras el fallido intento militar llevado a cabo
por los nabarros buscando la recuperación de la Nabarra invadida por los
españoles, ese mismo año 1512, el rey consorte de Nabarra Juan de Albret,
ordenó a Juan de Jaso y Atondo, junto al resto de legítimos consejeros y alcaldes
del Reino, el retorno a las tierras ocupadas, concretamente a Olite. Pero las
pretensiones libertarias en Derecho fueron rápidamente combatidas por el
invasor español. Fernando de Aragón, tras recibir el juramento de los
beaumontes en su ilegítima titulación como rey de Navarra, nombró a
continuación a Luis IV de Beaumont presidente de su Consejo Real para la
colonia española de Navarra.
El doctor Jaso ferviente católico junto a su
mujer, jamás rindió pleitesía y juramento de lealtad a Fernando el falsario, pese a sufrir la amenaza de
pena y condena de excomunión como esgrimían las falsarias bulas papales que
realizó y manejó el uñas largas rey
español. Juan de Jaso y Atondo sufrió la confiscación de sus bienes, además de
sufrir las burlas de los beaumonteses. Su viaje a Medina del Campo del año 1513
fue para pleitear por haciendas robadas. Su negativa a rendir obediencia al rey
español le valió el destierro a las tierras de Aragón.
Escapó del destierro en el año 1514, reuniéndose
en Pau con Catalina y Juan, reyes legítimos de Nabarra, los cuales le
mantuvieron en la legítima presidencia del Consejo Real de Nabarra. Allí les
informó de los desmanes realizados por los invasores españoles y también por
los traidores beaumonteses.
En el año 1515 es cuando murió el ilustre Juan
de Jaso y Atondo en Pau. Noble y patriótico nabarro, fue doctor en Derecho
Canónico, señor de Idocin, de Xabier y de Azpilkueta, presidente del Consejo
Real de Nabarra, alcalde de la Corte Mayor y maestre de las Finanzas del Reino.
Hombre de gran inteligencia y de firmes convicciones. Fue inmune a la traición
beaumontesa, estudioso de la historia, guardián potente de sus derechos y de
gran dignidad personal. De él es la realización de los escudos que se ven en la
puerta del castillo de Xabier y la obra Relación de los descendientes de los Reyes de Navarra y de
las demás cosas principales de dicho Reyno.
Heráldica del castillo
de Xabier
Juan de Jaso y Atondo, señor de Xabier:
Escudo cuartelado. 1º y 4º de gules una
faja jaquelada doble de oro y negro, en la parte superior del campo un
menguante de plata sobrepuesto a otro mayor jaquelado doble de oro y negro, con
las puntas hacia abajo; campaña de plata con un ceñidor o divisa superior de
una fila de jaqueles de negro y oro opuestos a los de la faja, que son de
Aznarez de Sada en Xabier. 2º y 3º de plata árbol de sinople con un jabalí de sable pasante sobre el mismo que trae
de Idocin y son de Jaso.
Señorío de Xabier:
Escudo de gules una faja jaquelada doble de oro y negro, en la parte superior
del campo un menguante de plata sobrepuesto a otro mayor jaquelado doble de oro
y negro, con las puntas hacia abajo; campaña de plata con un ceñidor o divisa superior
de una fila de jaqueles de negro y oro opuestos a los de la faja que son de
Aznarez de Sada.
María de Azpilkueta y Aznarez de Sada, señora de Xabier:
Escudo cuartelado. 1º y 4º de gules una
faja jaquelada doble de oro y negro, en la parte superior del campo un
menguante de plata sobrepuesto a otro mayor jaquelado doble de oro y negro, con
las puntas hacia abajo; campaña de plata con un ceñidor o divisa superior de
una fila de jaqueles de negro y oro opuestos a los de la faja, que son de
Aznarez de Sada en Xabier. 2º y 3º jaquelado de sable y plata que son de
Azpilkueta, las cuales trae de Baztan.