Dionis de Eza
y Mauleon
Iñigo Saldise Alda
Armas del nabarro Dionis de Eza y Mauleon |
Heráldica: Escudo cuartelado. 1º de oro tres bandas de sable (otros dicen cuatro
bandas de azur) que son de Eza. 2º de oro león de gules que trae de Mauleon. 3º
de oro león de azur (otros dicen león de gules) que trae de Agramont. 4º de oro
rastrillo de azur que trae de Sarasa (otros enmiendan tachando Sarasa y
poniendo Berayz Mayor añadiendo al rastrillo tres lises nacientes del mismo).
En todo, bordura de gules cargada con seis bezantes de plata (otros dicen hasta
doce bezantes de plata, incluso otros dicen bordura de sinople con ocho
bezantes de plata).
Señor de Eza. Fue biznieto por vía paterna del
célebre obispo de Pamplona Sancho Sánchez de Oteiza. Mientras que por vía
materna fue biznieto de Ojer de Mauleon, miembro destacado de las Compañías
Nabarras formadas por Carlos de Evreux, II de Nabarra. Todo ello situó a Dionis
de Eza y Mauleon, junto a sus familiares directos, dentro de la nobleza media
de Nabarra. Además estuvieron afiliados al bando agramontés.
En el año 1508 en un Estado de
Nabarra en paz tras la expulsión un año antes del líder beaumontés Luís III de
Beaumont junto a familiares y partidarios, una vez desnaturalizados de la
condición nacional de Nabarra, Dionis de Eza y Mauleon poseyó el cargo de
alcalde del castillo de Tutera, también llamado castellano, por concesión
directa junto al cargo de Justicia de la ciudad, por el propio rey consorte de
Nabarra, Juan de Albret.
Al ser deudo o familiar de la Casa
agramontesa de Peralta tras su matrimonio con Leonor Pérez de Verayz y Peralta,
fue el encargado de defender heroicamente la ciudad y el castillo de Tutera
frente al ataque de las tropas invasoras españolas, las cuales estuvieron capitaneadas por el hijo bastardo de Fernando
II de Aragón, el arzobispo de Zaragoza Alonso
de Aragón.
Repelió todos los ataques de los
españoles desde el 26 de julio del año 1512 hasta 9 de septiembre del mismo
año. Fueron 45 días de sitio en los cuales Dionis de Eza y Mauleon, junto al
resto de tudelanos, carecieron de toda ayuda.
En el año 1514 el invasor rey
español Fernando II de Aragón confirmó al señor de Eza las gracias concedidas
por Catalina I de Nabarra y su esposo Juan de Albret, buscando así el posicionamiento
a su favor de Dionis de Eza y Mauleon, el cual, pese a todo, continúo fiel a
los legítimos reyes de Nabarra en la clandestinidad.
El emperador Carlos I de España y
V de Alemania, le colocó como miembro de su guardia personal con el mismo
interés que su abuelo, el cual no era otro que el posicionamiento político del
héroe de Tutera y gentilhombre de Nabarra, hacia el lado español.
El señor de Eza retó por motivos
de pastos al señor consorte de Fontellas, Antonio de Gante, al cual se le puede
considerar uno de los primeros colonos españoles de la Merindad de Tutera. El
consorte señor de Fontellas era un caballero castellano que participó en la
invasión española del año 1512 a las órdenes del duque de Nájera, el cual se
convirtió en el ilegítimo virrey español de la Nabarra ocupada, además de ser
el gran valedor del de Gante.
Las rencillas originarias entre el
señor de Eza y el señor de Fontellas se remontaban hasta el año 1508. Estas
fueron reavivadas al estar un español al frente del señorío de Fontellas; es
decir, mantenían un trasfondo político de índole nacional. Así tras la
ocupación ilegal del Reino de Nabarra, el español se negó a permitir el pasto
al ganado del nabarro, pese a que en el contrato original realizado por Juan II
de Nabarra y Martín de Peralta, constaba claramente con los derechos que
poseían sobre los mismos los de Tutera, concretamente en poder llevar a pastar su
ganado al monte de Fontellas.
De las palabras se pasaron a los
hechos y los hombres del español mataron a uno de los hombres del nabarro.
Se generó por tanto causa de
Justicia contra el español por parte de un procurador del señor de Eza. Esta se
llevó a cabo en el año 1519 y fue en la ciudad de Tafalla.
Por su parte el español y en
ausencia del nabarro, denunció al señor de Eza ante los alcaldes del Real
Consejo de Navarra sito en la ocupada Pamplona. En él, el español dijo que
había que ahorcar al nabarro antes de un año.
La defensa legal del nabarro se
hace imposible al ser considerado en rebeldía hacia España. Todo por mostrar
abiertamente su defensa de la legalidad de la dinastía legítima de Albret sobre
la Corona de Nabarra. Incluso se vio obligado a desempolvar una Ley nabarra de
tiempos de Sancho el Fuerte, sucintamente
del año 1230, referente a la ilegalidad de sentenciar a muerte a un noble de
Nabarra por parte de otro, en teoría también nabarro, sin la presencia del
condenado en un juicio para poder defenderse. Y eso que la primera muerte fue
provocada por los hombres de armas del caballero español.
Comenzó entonces un envío de
cartas entre ambos, el cual llevó a la exposición pública, mediante un cartel
en la iglesia de San Cernin de Pamplona, de un desafío a duelo por parte del
nabarro. Las misivas no paraban de ir entre uno y otro. Entre todas ellas el
español aceptaba el desafío del nabarro, al cual le instó a buscar lugar y notificar
cuales debían ser las armas, iguales para ambos.
Según lo acordado, el desafío
debía llevarse a cabo en Pau. Al final solo acudió el valeroso nabarro, mientras
que el colono español no se presentó al no contar con el permiso del emperador
Carlos I de España y V de Alemania. El juez de campo dictó sentencia a favor
del nabarro y condenando al español por cobardía. A su vuelta a Tudela el nabarro
arrastró las armas del español al son de tambor batiente. Por otro lado, el español,
Antonio de Gante, se vengó ahorcando una efigie del señor nabarro de Eza en
Fontellas.
Armas del español Antonio de Gante |
Heráldica: Antonio de Gante: Escudo cuartelado en cruz, 1º y 4º de azur
cinco estrellas de ocho puntas de plata en sotuer. 2º y 3º de plata tronco en
barra con seis bezantes de oro. Bordura de dieciséis piezas, ocho de oro con
filete en orla y cruz de sable y ocho de plata con haz de tres flechas de sable
que es propio de Gante.
Todavía en el año 1519 y desde la
ciudad condal de Barcelona, Carlos I de España y V de Alemania hizo que no
valiese el desafío y dictó sentencia al respecto. En dicha sentencia el emperador
español considera traidor a Dionis de Eza y Mauleon al haber ido a Pau, capital
del Reino de Nabarra por la ilegal y violenta ocupación de Pamplona, buscando
amparo del legítimo rey Enrique II de Nabarra.
Esta sentencia demuestra el
carácter político de la misma, por cuanto se limitó el ejercicio de Derecho del
señor de Iza, como así los Fueros del Reino le concedían. En dicho dictamen se
favorecieron los intereses de un colono
extranjero, español para más información, en detrimento de los Derechos estipulados
en el Fuero del autóctono nabarro.
Así pues, el señor de Eza fue
obligado, junto a otros gentileshombres y señores nabarros reconocidos como
leales a los Albret, a formar parte del ejército que combatió contra los libertarios
Comuneros de Castilla, contrarios al emperador de España y Alemania. Así mismo, al enviar a partidarios de la
soberanía de Nabarra fuera de las fronteras naturales del Reino o Estado, se
pretendió por parte imperial atenuar a las fuerzas de la resistencia nabarra
contra los soldados invasores españoles.
Estos nabarros no solo fueron
obligados bajo pena de muerte a luchar contra los comuneros castellanos, sino
que fueron utilizados para englobar las tropas imperiales españolas contra los
intereses libertarios de Nabarra. Primero fueron colocados en retaguardia, al
no ser fiables sus acciones en combate contra los lealistas nabarros o su más
que probable unión a los mismos. Posteriormente los pusieron junto al resto de
tropas españolas que cercaron la fortaleza de Hondarribia, la cual desde el año
1521 hasta el año 1524 estuvo bajo el estandarte colorado del Estado de
Nabarra.