Nabarra,
hablemos de Estado*
J.X. Mauleon, Cadreita-Nabarra
Somos muchos los que insistimos desde el
independentismo, estatalismo y soberanismo nabarro, que el nombre o término de
Nabarra es el concepto político-jurídico de nuestro Estado, el cual nos sirve
como objeto para poner de manifiesto el actual estado colonial que padecemos,
al estar sometidos por los imperios español y francés.
Cuando hablamos de la historia soberana de
Nabarra y especialmente desde un prisma propio o nuestro, ponemos de manifiesto
las continuas falsedades de la historiografía española y francesa con respecto
a una falsa unión voluntaria y a la fragmentación territorial impuesta por sus
violencias armadas.
Hablar de Nabarra como nuestro Estado,
indudablemente sirve para desembarazar las numerosas dudas y los diversos
enredos ideológicos creados desde el sistema imperialista con sus numerosas divisiones
existentes en el mismo entre centristas, izquierdistas, derechistas, sin
olvidarnos a regionalistas, nacionalistas, federalistas o constitucionalismos
entre los más destacados.
Por otro lado, los que utilizamos el concepto
político y jurídico de Nabarra como Estado, bien seamos independentistas,
estatalistas, soberanistas o legitimistas… o quizás todo junto, solo diferenciamos
entre dos clases sociales y económicas; estas son las de los ocupantes y colonizadores
tanto españoles como franceses, junto a aquellos que demuestran con sus actos
antinabarristas estar a su lado legitimándolos, incluidos los que lo hacen bajo
el denominado síndrome del colonizado y los ocupados, sojuzgados o
esclavizados, que son los nabarros.
La explícita utilización del concepto político de
nabarro, rompe frontalmente con todas las tesis divisorias utilizadas por
España y Francia, al agrupar en torno a su historia a todos los Pueblos que pertenecieron
a la estructura política-estatal que significó el Reino de Nabarra, otorgando a
todos los habitantes de los territorios ocupados, el carácter ser una sociedad hegemónica
con el sujeto político necesario para reinstaurar sus instituciones propias,
las cuales bien fueron eliminadas o suplantadas por las del ocupante, bien haya
sido este español o francés.
Nabarra como concepto político de estatalidad,
nos ayuda a nuestra propia descolonización mental del actual mapa político que
conocemos, colocando incluso a denominados nacionalistas vascos o abertzales del
lado de los ocupantes españoles y franceses, mientras que a riojanos,
aragoneses, bearneses y gascones entre otros, en el lado de los ocupados y
esclavizados nabarros.
Hablar de Nabarra y de su sistema jurídico
basado en el Derecho Pirenaico, nos vale para acaba con la sangrante lucha de
clases incentivando la participación de toda la sociedad, al juntar los dos
sectores contrapuestos de empresarios y de obreros en uno solo. Obreros y
empresarios ocupantes y colonizadores contra obreros y empresarios ocupados y
esclavizados.
Conversar de Nabarra como sujeto político,
jurídico y social innegablemente dejará un nuevo panorama, tanto político como
social, al que se oponen los que se benefician de la esclavitud de los
nabarros, pues les dejará sin discurso y dejará al descubierta sus vergüenzas estatales,
ideológicas y políticas. La actual y lamentable situación de ocupación que
padece la globalidad de la Nación nabarra, no distingue entre clases sociales,
ni entre derechas o izquierdas, puesto que es la sociedad entera la que padece
dicha ocupación ilegítima, con la consiguiente ausencia de libertad.
Hay quienes amparándose en conceptos políticos
erróneos creados durante el proceso colonial español y francés, si es que nos
decidimos hablar exclusivamente de Ciencias Políticas, algunos se han consagrado
e incluso se dedican a inventar nombres con la intención de desorientar y
mantener su personal o partidista estatus económico.
Todos los atajos o supuestas nuevas vías que
sirvan para mantener divididos nuestros territorios, por medio de Estatutos,
Amejoramientos o cualquier otra forma ajena a Derecho Pirenaico, son en
lenguaje político nabarro, seguir correspondiendo y obedeciendo a España y/o
Francia. Y toda la “normalización” o aceptación de la actual situación de
esclavitud mediante peticiones de Derechos a decidir, es mostrarse de acuerdo con
nuestra inferioridad impuesta y reconocer palpablemente una autoridad extranjera
y por ende ilegal, de los Estado ocupantes, España y/o Francia.
Así pues, este País solo tiene dos caminos como
elección. Uno es el de la esclavitud al seguir perteneciendo a España y/o
Francia; y otro es el de la libertad tras la recuperación de su independencia,
que en política se llama recuperar nuevamente la soberanía de Estado propio,
Nabarra.
No es muy difícil entender, estas en el lado de
los colonizadores o estas en el lado de los colonizados. O apoyas la
pertenencia de Navarra a España y/o Francia como Navarre, o estas por el camino
de la independencia y de la recuperación de la soberanía del Estado de Nabarra.
O estas por la dependencia o estas por la
independencia. Las medias tintas en política, más si esta es Estatal, se cristianizan
en algo peligroso, puesto que a alguna de las dos partes estas traicionando. Como
decía aquel: “Un perro no puede tener dos amos”.
Para los que estamos en proceso de auto-descolonización,
cada vez es más necesario escuchar un discurso político claro, con voz propia navarra, la cual debe ser inalterable,
honrada, irrefutable, clara, sencilla y como no, propia.
Nabarra como Estado, nos servirá para disfrutar de
la libertad a través de necesaria independencia. Primero Estado y luego todo lo
demás. Antes un gobierno provisional propio, que aglutine la energía que
todavía, pese a este periodo de desmoralización debido a la colonización, es capaz
de desarrollar esta Nación, la Nabarra.
*Escrito basado en lo escuchado en el programa de radio nabarro, HORDAGO NABARRA!