Iñigo Saldise Alda
Los
nabarros debemos despertar, fortalecer nuestra autoestima y luchar por un
Estado nabarro que nos garantice una real estabilidad y adecuado progreso. He
aquí un par de vías.
La
primera, y la más lógica aunque también actualmente la más cercana al
imposible, sería que los Gobiernos español y francés reconocieran oficialmente
el estatus colonial de las diferentes comarcas que conformaron y por ende conforman
el Estado de Nabarra, además de la gravísima situación en la que se encuentra
el territorio de Baskonia, dentro de la Zona Económica Exclusiva de la CEE.
Reconocimiento que solucionaría de inmediato los principales problemas de nuestras
comarcas, las de los nabarros, pues la mejor solución ha sido siempre la que se
lleva a cabo de mutuo acuerdo en post finalmente de un beneficio recíproco o quizás
común. Ello implica que los Estados español y francés tengan que descolonizar
esta comarca europea según la Resolución 1514 (XV) de las Naciones Unidas, pero
con grandes ventajas para los intereses de los españoles y franceses que tienen
negocios en las tierras de Nabarra, estableciéndose con ello un marco de
relaciones comerciales y empresariales óptimas para todos los países, el
español, el francés y el nabarro.
La
segunda opción, para que Nabarra obtenga la
independencia de los paises que la colonizan y explotan económicamente, es
mediante el mandato del Comité Espacial de Descolonización de la ONU, una vez
que dicho Organismo Internacional reconozca el hecho colonial de Nabarra, tras
examinar la correspondiente documentación presentada por la Casa Real de
Nabarra y la Comisión Soberanista de Nabarra; pues, de seguir los Gobiernos
español y francés con sus actuales actitudes, intentándolo con falsas
soluciones, todo se complicaría, ya que los nabarros no debemos permitir que se
ponga en peligro nuestra existencia como Pueblo y como Nación. Esto implica la contingencia
de llevar a cabo una declaración de independencia de forma unilateral, forzando
a los españoles y a los franceses a abandonar Nabarra con la ayuda de otros
Países, con apoyo Internacional, rompiendo así radicalmente con el Reino de España
y la República de Francia; pues cuando un Pueblo-Nación como el nuestro, está
amenazado o existe la posibilidad de ser absorbido por Naciones imperialistas y
colonizadoras, sus legítimos ciudadanos, en nuestro caso colonizados y
sojuzgados, no sólo tienen la obligación sino el derecho a actuar para defender
su territorio y alcanzar la libertad.
Nuestros
antepasados lucharon para intentar mantener su independencia y libertad, aunque
sucumbieron ante la despiadada intervención de las tropas invasoras españolas y
francesas. Hoy día, los nabarros no queremos guerras ni violencia, deseamos la
paz y la convivencia, junto un progreso
social y económico. Pero sobretodo, queremos salvaguardar nuestra existencia como
Pueblo, como Nación, defendiendo nuestra total integridad territorial legítima,
y para ello debemos luchar, de manera pacífica e inteligente, pues esta región
Europea necesita de unas fronteras internacionalmente reconocidas, junto a un
gobierno soberano que administre y distribuya sus riquezas de una forma más justa
e equitativa, más racional en definitiva.
Temerarias
nos parecen las actitudes del Gobierno español y francés frente a los nabarros,
igual que la de los políticos que supuestamente representan a esta tierra, pues
no informan debidamente a sus ciudadanos ni permiten que la peligrosa situación
política y jurídica de Nabarra y su condición colonial, se debatan en los
medios de comunicación públicos, al tiempo que la Unión Europea es permisiva
con este comportamiento debido a los grandes intereses que varios de sus Países,
socios de los colonizadores españoles y franceses, ni les importa que no
tengamos fronteras. Al contrario, forman parte de un nuevo proceso de
neocolonización.
Ningún
territorio colonizado deja de serlo sin que el País o Países colonizadores lo
descolonicen, como es el caso de Nabarra. Los españoles y también los
franceses, llegaron aquí violentamente y destruyeron nuestra lengua, nuestra cultura
y nuestra sociedad. Pero los invasores no se han retirado y siguen explotando
esta colonia, carente de cualquier supuesta autonomía o autonomías varias, que
no puede establecer fronteras, pues según el DRAE, autonomía significa “estado
y condición del Pueblo que goza de entera independencia política”, de lo que
carece hoy día la totalidad de Nabarra.