Patrimonio nabarro en el valle de Arratia
Aitzol Altuna Enzunza,
Galdakao-Nabarra
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El arte románico de la Nabarra occidental, pero también el de los Pirineos y el
del resto del reino baskón, es el arte de estilo arquitectónico “románico
nabarro” introducido por Sancho III el Mayor (1005-35) y sus descendientes
mediante la reforma Cluny (Borgoña francesa), que convirtió a nuestro reino en
puntero en toda Europa: “Y resulta innegable que el iniciador de ese movimiento
fue un gran rey de Nabarra (Sancho III el Mayor), al que todo el norte de
España (sic.), y no solamente su Reino, le debe una verdadera explosión
espiritual y artística. Los monumentos de arte románico, en concreto, todavía
en la actualidad, dan testimonio de esa explosión” Pierre Narbaitz “Nabarra o
cuando los vascos tenían reyes” (edit.Txalaparta pág 127).
En Bizkaia existen pocos restos o vestigios anteriores, sobre todo porque se
construía en madera que no resiste el paso del tiempo. Julio Caro Baroja: “En
suma, hasta el siglo IX no hay datos que permitan pensar que hubiera cristianos
en parte de Guipúzcoa, Vizcaya y el extremo norte de (Alta) Navarra. En el
siglo X puede ser que se empezara la cristianización sistemática” (“Los pueblos
del Norte” 1973, p.137). Por tanto, la introducción definitiva del cristianismo
en toda Gipuzkoa y Bizkaia se produce dentro del reino de Pamplona-Nabarra (s.
X-XI), aprovechando la plenitud a la que llega el reino baskón en esos siglos y
el impulso comercial y cultural que suponía el Camino costero de Santiago, que
tiene un Camino principal en Bizkaia y dos en el caso de Gipuzkoa, pero numerosos
ramales que impregnan todo el territorio bizkaíno y gipuzkoano con templos del
románico nabarro.
Casi todas las parroquias actuales de Bizkaia fueron mandadas construir por
reyes y señores del reino de Pamplona-Nabarra de forma masiva en los dos siglos
que duró el arte hoy conocido como románico (siglos XI hasta principios del
XIII) y no por la Iglesia católica. Con ello, además de introducir la religión
católica entre los paganos bizkaínos, la corona nabarra intentaba estructurar
políticamente la costa baskona alrededor de las parroquias o anteiglesias de
las que dependían los barrios con sus ermitas (cofradías o auzotegiak). En el
caso de Arratia por ejemplo, los Abendaño de la Edad Media tenían el patronato
o mantenimiento a cambio del control sobre los diezmos y el clero de las
iglesias de Iurre, Zeanuri, Dima y Villaro-Areatza, además de las cercanas de
Galdakano (Santa Marina y Santa María), Arrankudiaga o Arakaldo y de otras más
lejanas como Larrabetzu (donde quemaron la casa torre de los “haundikis”
Zugasti en el siglo XV), Bakio, Bermeo (Santa María de Alboniga) o Kortezubi.
En la Edad Media y el Renacimiento, las Juntas Generales de Bizkaia no
aceptaron continuamente los obispos que se le intentaban imponer desde la
Diócesis de Calahorra (la cual por la invasión musulmana pasó durante años a
Armentia, a las afueras de Vitoria-Gasteiz); por ello, todos los bizkaínos
fueron excomulgados, aunque sí aceptaban la autoridad papal. Así se evitaba
pagar censos y diezmos al clero y la influencia política de los obispos. El
Fuero viejo de Bizkaia (1452) ya marcaba que: “en el dicho condado no entrase
obispo ni sus vicarios ni otros”. Lo que sí funcionó en la Bizkaia medieval y
renacentista, fueron los arciprestazgos que eran seis: Uribe, Bermeo, Bilbao (el
más tardío), Lekeitio, Busturia y Arratia; después se incorporaron al señorío
de Bizkaia los de Durango, Orduña y Orozko (las Enkartaciones pertenecían a la
diócesis de Burgos, salvo Gordexola que estaba dentro de la de
Calahorra-Armentia).
Muchas de esas ermitas e iglesias aún conservan rasgos o restos arquitectónicos
del románico nabarro, otras fueron totalmente reconstruidas en los estilos
arquitectónicos del momento según las necesidades de las crecientes
poblaciones, aunque sí se sabe que hubo ermitas o iglesias anteriores sobre las
que se construyeron.
En su tesis doctoral publicada en el libro “Arqueología y poblamiento en
Bizkaia, siglos VI-XII” (2002), el Doctor en historia Iñaki García Camino habla
de 108 lugares de la Bizkaia nuclear y duranguesado anteriores a 1200
(excluyendo las Enkartaciones, Orozko y Orduña), por tanto vestigios del reino
y del ducado baskón. Entre ellos 14 sólo por textos y 20 por restos
arqueológicos y textos, los demás son sólo restos arqueológicos. Pero hay
algunos cuantos más.
El patrimonio nabarro de Arratia podemos resumirlo en:
Dima: En Arrietabaso se encontró un
broche de cinturón de los siglos VI o VII baskón. Según el berriztarra José
Ramón Iturriza -magnífico conocedor del archivo documental de Bizkaia-, en su “Historia
general de Bizkaia” (1741-1812), Dima fue creado por los “Labradores censarios
de los señores de Bizkaia en el siglo X”, pero no se ha descubierto en el
municipio resto alguno de esa época, salvo la estela funeraria que
mencionaremos.
Arstegiza: En el año 1051 el rey de
Nabarra Sancho Garçea el de “Nájera” y el señor de Bizkaia Enego Lopiz
“Ezkerra” firman un documento y entre los firmantes se encontraba el merino
nabarro “Senior Lope Garçeiz arratiensis” mencionado en un artículo anterior
(en ese siglo se sabe de otros dos merinos arratianos más), el cual donaba
después en 1053 “total villa radice un villa Arestegiza”. Este topónimo podría
referirse tanto a Dima como a Bedia donde hay barrios con un nombre similar.
Dima: En 1162, López Díaz de Haro
donó a la orden premostratense varios bienes: collazos en Begoña, en Arratia,
en Ezbarrena y Gernika. Aparece firmando el citado documento: Don Sancio de
Dima. Pero no es fácil saber a cuál de las ermitas o iglesias del municipio se
refiere. En el barrio de Lamindano apareció una estela de motivos astrales
altomedieval (s. V-X). El que los López de Haro fueran expulsados de Nabarra
por traidores y procastellanos, no implicaba que se les expropiara de sus
bienes en Bizkaia, que, por otro lado, tampoco parece que fuesen muchos.
San Cristóbal y Santa Lucía de Elgezua
(Igorre): La fábrica de la ermita de San Cristobal y Santa Lucía de Igorre
es del siglo XV, sin embargo tiene un arco apuntado en el muro de mediodía del
siglo XII. Hay una estela funeraria de un sillar de tosca factura y otras
cuatro sepulturas de fosa cubiertas por losas de arenisca. En una de las
escaleras de acceso hay además una lápida inscrita con la forma habitual de
otras similares que hay por toda Bizkaia y en especial en el duranguesado (“in
dei nomine ego”), además de otra un poco más larga también en latín. En los
muros de la iglesia, empotrado, se conserva un curioso sillar trapezoidal de
arenisca con dos formas humanas. Se ha excavado una extensa necrópolis de los
siglos VIII al X en los alrededores. Se han hallado restos incluso anteriores
en Igorre, de época tardorromana, en concreto tierra sigillata en la cueva de
Getaleueta.
San Pedro de Arantzazu: El actual
edificio neoclásico se terminó de construir a finales del siglo XIX. Sin embargo,
en 1082 el abad Isinarius de Arantzazu confirmó un documento de entrega del
monasterio de Alboniga de Bermeo a San Millán de la Cogolla en La Rioja (ambos
dentro del reino baskón). En 1093 aparece en otro documento: «a bate dominó.
Visionario de Aranzazu». La virgen del templo sería una de las cuatro románicas
del siglo XII de Bizkaia.
San Miguel de Elejabeitia (Artea): La fábrica actual de la ermita de San Miguel
de Elejabeitia es del siglo XVI con cubierta del siglo XVII, pero, fue fundada
según la tradición recogida por Iturriza en el siglo X. Conserva la estructura
de madera habitual de las primeras construcciones bizkaínas, donde la piedra no
se generaliza hasta el siglo XI-XII en las construcciones eclesiásticas y hasta
el siglo XVI en las construcciones civiles (los primeros caseríos donde
predomina la piedra son de 1490-1500), siendo hasta entonces de piedra sólo las
construcciones militares o con una base de piedra y voladizo de madera (las
casas torre y los pocos castillos de control de la corona Nabarra que había).
Existe una estela tabular con tres semicírculos concéntricos con espirales
laterales y banda dentada con dientes de sierra, aspas, triángulos encadenados
y la fórmula habitual en un lateral “in dei nomine ego” sobre la persona enterrada,
lo que confirman la antigüedad de la ermita. Una celosía románica usada en la
reconstrucción del templo confirma también la datación. Existe además un sillar
horadado con óculos identificados un vano del primer románico tosco encontrado
en Argiñano o Barañano. Posee otra de las cuatro vírgenes románicas de Bizkaia.
El 12% de las iglesias y ermitas de Bizkaia son de advocación a San Miguel,
normalmente en los altos, patrono de Nabarra desde San Miguel Excelsior en
Aralar. En Bizkaia se encuentra esta advocación especialmente en el valle de
Arratia (como San Miguel de Altzusta en Zeanuri que veremos luego), Ibaizabal y
Bermeo. Pero ese culto llegó tardíamente a la costa: “El culto a San Miguel
debió de propagarse y arraigar con fuerza en Bizkaia gracias a la política de
organización del territorio emprendida por Sancho III el Mayor, quien en 1017,
al fundar el monasterio de Aralar, convirtió al arcángel en el protector de la
monarquía de Pamplona” Iñaki García Camino.
San Pedro de Elorriaga de Lemona: Alrededor
de esta ermita aparecieron estelas romanas y altomedievales: “San Pedro de
Elorriaga es el principal conjunto de epígrafes romanos de Bizkaia, pudiéndose
apreciar un total de nueve estelas. La presencia de este conjunto epigráfico
debe ponerse en relación con la posible existencia en las proximidades de San
Pedro, quizás bajo el antiguo emplazamiento de Luzarra, de una necrópolis
romana, datable, a juzgar por las estelas, entre los siglo I y IV d. J.C. El
conjunto de San Pedro de Elorriaga presenta la peculiaridad de localizar en el
mismo contexto estelas pertenecientes a dos tradiciones iconográficas
distintas: una, indígena de origen prerromano y otra, netamente grecorromana”
(web del ayuntamiento de Lemoa).
Las “aspas” son iguales a las encontradas en las estelas de San Miguel de
Artea, hoy en el escudo del municipio de Lemona, pero que heráldicamente y en
vexilología se relacionan con el martirio del apóstol Andrés, por lo que es
conocida como “Cruz de San Andrés” (reproducida con profusión en banderas de
todo el mundo católico: está en el escudo de Bizkaia o en la ikurriña por
ejemplo); éste caso parece otro claro ejemplo de sincretismo pagano-cristiano.
Además, existía cerca de la ermita una tumba en piedra típica de la Bizkaia
altomedieval con tapa, la cual está documentada por José Ramón Iturriza, hoy
desaparecida.
Santa Maria de Lemona: La iglesia
Santa Maria de Lemona era en su origen un templo románico, reconstruido
totalmente en el siglo XVIII y de cuya edificación original sólo se conservan
los capitales de la entrada y una ventana románica en uno de sus muros. Según
José Ramón Iturriza está construida: "en la falda meridional del eminente
pedregal de lemoacha". Iturriza sitúa su construcción en el siglo X, pero
no parece probable una fecha tan temprana, por lo que habría que retrasarla uno
o dos siglos.
San Urbano de Urkia (Zeanuri): en el
monte Gorbea. Ermita de San Urbano donde se han encontrado 4 sepulturas de
lajas parecidas a las de Santa Cruz de Memaia y Santo Tomás de Mendraka de Elorrio
en el duranguesado de los siglos IX al XI.
San Lorenzo o Lontxo de Otzerinmendi
(Zeanuri): Monte Lekanda cercano a Gorbea. Su anterior nombre, según un
documento encontrado por Pascual Mandoz en la iglesia de la Ascensión, era San
Martín, una de las advocaciones más antiguas de Bizkaia. La Ermita de San
Lorenzo fue reconstruida en el siglo XVI y es la sede de la cofradía referente
en la comarca. Las cofradías o auzotegiak son las Juntas de los barrios del
derecho pirenaico del que se nutren los Fueros: un fuego o casa un voto y
elección por “insaculación” o por suertes. La amplia necrópolis que rodea la
ermita nos habla de su origen altomedieval. Se conocen tres sepulturas en el
pórtico oriental y en otra cata salieron otras 18 en lajas finas, en muro o
excavadas en roca de forma antropomorfa (un ejemplar), de los siglos IX al XI.
Del siglo XI también hay templos de San Martín de Tours en Finaga (San Miguel
de Basauri, con importantes restos altomedievales), Iurreta o Forua. En ésta
última se encontró un templo cristiano-romano del siglo IV sin continuidad en
el tiempo sobre el que se erigió el actual. San Martín de Tours (s. IV, nacido
en Hungría y fallecido en la Francia actual), pasó a la mitología vasca como el
primer cristiano, de ahí la antigüedad de esta advocación. Según la mitología,
fue el primer agricultor, el primer carpintero y el primer molinero a los
cuales, según esas mismas leyendas, Martín Txiki (San Martín) les habría robado
esos "inventos" a los Jentiles o paganos (salvo el temple del hierro,
que se lo sonsacó al diablo). La advocación a San Lorenzo es también antigua,
de la segunda mitad del siglo XI, con templos en Mesterika (Meñaka), Islas
(Arteaga), Lamikiz (Mendata) o Maruri.
Según explica Jon Urrutxurtu en la revista del valle de Arratia, Begitu (nº127
de octubre del 2010): “Tradizinoaren
arabera, Gorbeiaren bestaldean dagoan Orozko herritik ekarten ei ebezen gorpuak
hemen lurperatzeko; gertaera honen lekuko Pagoniotzetako andabidea toponimoa
da. Baseleizearen atzealdean, sakristiako leihopean, irudi eskematikoa grabauta
daroan harlandu bat dago; Ybarra y Bergéren arabera, XI. mendekoa da eta
Amabirjina Umeagaz irudikatzen dau. Harri hau aldarepean topau ei eben”.
San Juan Bautista de Arzuaga (Zeanuri):
en las faldas del monte Gorbea. Ermita de San Juan Bautista del siglo XV. En el
presbiterio se halla un epígrafe con la fórmula habitual mencionada precedido
de una cruz latina. En el entorno hay un abrevadero que debió de ser un
sepulcro monolítico en su origen. En el interior del templo hay una necrópolis
del siglo X con 11 sepulturas en muro, laja, fosa tallada en roca o en fosa
simple.
Santa Lucia de Altzusta (Zeanuri):
La fábrica de la ermita actual es del siglo XV. Pero se halló una cruz
procesional en bronce probablemente del siglo XIII. En el exterior de la ermita
aparecieron 13 sepulturas de fosa simple, de lajas con o sin cubiertas lo que
nos retrotraen a la época altomedieval. En el anterior calendario Juliano Santa
Lucía coincidía con el solsticio de invierno (fue cambiado éste calendario por
el Gregoriano actual en 1582), de ahí su importancia debido al sincretismo
pagano-cristiano. Lucía fue una Santa nacida en Siracusa del s. IV (Sicilia),
la cual aseguraba que podía ver pese haberle sido sacado los ojos dentro de las
torturas para que renunciase a su fe cristiana. “Lucía” se puede traducir como
“luz para el mundo”, nombre muy significativo para un solsticio. Santa Lucía de
Gerrikaitz, a los pies del monte Oiz en Munitibar, es, según la tradición, la
ermita más antigua y el primer testimonio de cristianismo en Bizkaia (del año
968 según Iturriza), hasta entonces era conocido Jesús de Nazaret con el nombre
despectivo de “Kixmi”, traducible como “mono”.
San Miguel de Altzusta (Zeanuri): La
actual planta es del siglo XV. Tiene buenas vistas sobre Urkiaga, Otzerinmendi,
Arzuaga o Santa Lucía que es la más cercana, dentro del camino viejo del puerto
de Barazar por Saldropo. Según Iturriza esta ermita fue fundada como parroquial
en el siglo X. No se ha observado restos de necrópolis pero sí lápidas
sepulcrales y cerámica de horno de los siglos X-XII. Existen sepulturas en
lajas (4), en fosa tallada en roca (7) y en fosa simple (4). Serían de los
siglos X-XI y un poco anteriores a las de Santa Lucía en general.
San Lorenzo de Otzerinmendi como San Miguel de Altzusta, a media ladera, según
Juan Ramón Iturriza: “Se corre que hayan sido parroquias en la antigüedad,
fundadas por los labradores censuarios de los señor de Vizcaya”.
Santa Maria de Zeanuri: Según el
citado José Ramón Iturriza: “Tiene una iglesia parroquial de advocación de
Santa Maria, fundada en un recuesto alto a la banda derecha del rio, por los
labradores colonos de los Señores de Vizcaya en el siglo X”. La enciclopedia
Auñamendi comenta que: “Santa Maria, iglesia fundada en el siglo X por los
colonos labradores aunque ampliada en 1720. En 1416, se pregona el arriendo de
rentas reales que tiene Juan de Avendaño, por 2.500 maravedies”. Lo más
probable es que su origen se remonte a los siglos XI o XII. Sería un claro ejemplo
del fracaso de intentar crear un centro para todo Zeanuri y hacer bajar a la
población de los barrios altos, quedando la iglesia parroquial en la actualidad
desplazada del pequeño núcleo urbano del municipio.
El culto a la Virgen María cuajó perfectamente con el matriarcalismo (que no
matriarcado) y el culto pagano a Amalur, Maya o Mari de los baskones, pero su
penetración en Bizkaia fue tardía, del siglo XI-XII. Del siglo XI existen
varios textos que nos hablan de ermitas o iglesias en Bizkaia de esta advocación
como Santa María de Busturia, Santa María de Mundaka y de Santa María de
Alboniga en Bermeo (todas muy cercanas y en la ría de Gernika), junto a Santa
María de Arrigorriaga que aparece en un documento de 1107 al ser donada a San
Salvador de Oña (monasterio fronterizo donde mandó ser enterrado el rey nabarro
Sancho III “el Mayor” y después el santo Eneko o “Iñigo”). Sobre el 20% de las
iglesias bizkaínas medievales eran de advocación mariana.
Torre Tosubando de Bedia: constatada
desde 1075 y después habitada por el hijo de Sancho de Torrezabal y Galdakano a
finales del siglo XII, lo cual también está documentado.
Los restos con aspilleras en el edificio cercano a la torre Vildosola a la
entrada de Artea desde Igorre, pudieran ser parte de la torre original. Familia
Iurregoikoa que se sabe llegaron desde Iurreta en el duranguesado al valle
arratiano en 1198, poco antes de la invasión castellana, con la intención de
reforzar el puerto de Barazar hacia la capital alabesa (de lo que hablamos en
el artículo anterior).
Alguna otra casa torre del valle podría conservar algún resto de época del
Estado baskón de Nabarra que nos dimos todos los euskaldunes, así como caleros,
haizeolas, puentes, molinos etc.