Un árbol, un jarrón, la cruz y un perro (I)
Iñigo Saldise Alda
Dos seres vivos y dos
objetos creados por los humanos, son unos símbolos de fuerte importancia dentro
de la historia soberana del Reino de Nabarra. Lo son, porque forman parte principal
de los emblemas que portaron cada una de las cuatro Órdenes Militares y de
Caballería que se constituyeron en el Estado nabarro, todo ellas bajo la
exclusiva protección de monarca nabarro de turno.
Antes de hablar de
dichas Órdenes nabarras, debemos conocer brevemente que eran en origen, las
Órdenes Militares y de Caballería.
Normalmente se
considera que estas órdenes tuvieron su origen y fueron de carácter religioso-militares,
siendo creadas en el contexto de las Cruzadas como sociedades
de caballeros cristianos, conocidos en latín como miles Christi. Supuesta
e Inicialmente su cometido era la defensa de los Santos Lugares y posteriormente
se dedicaron a la propagación o la defensa de la fe cristiana y protección
de los caminos de peregrinación, ya fuera en Tierra Santa o en otros lugares.
Estos caballeros de las órdenes militares estaban sometidos a
los votos canónicos de las órdenes religiosas correspondientes,
considerados como mitad monjes, mitad soldados. Todas ellas debían ser
ratificadas por el Estado Pontificio mediante una bula, es decir, debían ser
sancionadas por el emperador cristiano de turno. Posteriormente muchas de éstas
órdenes se secularizaron.
Pero como la mayoría de
las historias dentro del marco de la Cristiandad, el origen de las Órdenes
Militares y de Caballería también tuvo su inicio en una leyenda. Así pues la
primera Orden Militar se creó en el año 312 de nuestra era. El emperador
Constantino el Grande, en vísperas de la batalla contra Majencio en puente
Milvio, vio una cruz en el cielo con el lema In Hoc Signo Vinces (Bajo este
signo vencerás). Constantino hizo caso, llevando el signo a batalla. Tras la
victoria dio libre culto a los cristianos, y armó a los primeros cincuenta
caballeros, que formarían la Caballería Aurata Constantiniana, que llevaban por
emblema el lábaro.
Bien dicho esto y
basándonos en documentos históricos de la humanidad y no en leyendas
religiosas, el Reino de Nabarra o Reino de Pamplona, Aragón, Nájera, Gascuña, etc.,
puede presumir o en su defecto
avergonzarse, de haber creado las dos Órdenes Militares y de Caballería más
antiguas de la historia europea y mundial.
La Orden de la
Encina o del Roble:
Esta Orden de
filosofía cristiana y pese a ser corta en existencia, puede presumir de ser la
Orden Militar más antigua de Europa y del mundo. Según diversos autores, la Orden
fue creada por Garcia Iñiguez (852-882) para combatir a los musulmanes situados
en las tierras vasconas de Aragón y Sobrarbe. Como es tradición en la mayoría
de las Órdenes Militares y de Caballería existentes en Europa, también cuenta
con su propia leyenda.
Cuentan las crónicas
que tras preparar sus huestes para caer sobre los musulmanes en la villa de
Ainsa, al elevar la vista al cielo para implorar la ayuda divina, vio sobre una
encina enorme el símbolo de la cruz que era adorado por muchos ángeles. El rey
creyó que aquello era la señal de la victoria y puso la cruz sobre su pecho y
ordenó a las tropas que hicieran lo mismo y triunfaron. Tras sucesivas
victorias logró expulsar a los mahometanos de esa villa y las colindantes
tierras nabarras.
Su divisa fue una
encina o un roble de sinople, sobre un medallón de oro, y una cruz ancorada de
gules. Este emblema fue transmitido al escudo de Sobrarbe siglos posteriores, con
alguna alteración, más o menos consecuente, en su adecuación heráldica.
Orden de la
Jarra o de la Terraza o de las Azucenas:
Esta es la segunda
Orden militar creada en el Reino vascón y también la segunda creada si miramos
el resto de Europa, según la documentación existente. Esta Orden fue creada en
Nájera y la mayoría de historiadores nos informan que fue en torno al año 1040,
para rendir honor a la imagen de Santa María La Real.
Fue una Orden para
caballeros favorecidos y los hijos de Garcia Sanchez III el de Nájera. Así
pues, a parte de sus cinco hijos, recibieron el collar con la divisa de la
Orden importantes tenentes del Estado nabarro, incluidos el señor de Bizkaia y
sus dos hijos en el año 1046.
Como no podía ser
menos para los cronistas de la época, la creación de la Orden de la Jarra va
unida a una leyenda, siendo esta la misma que para la construcción del
Monasterio Real de Nájera.
Según cuenta la leyenda,
desde que se encontró, Garcia Sanchez III se encontraba de caza con su halcón,
el cual se lanzó a perseguir una paloma. Ambas aves se pararan a la entrada de
una cueva bajo una imagen de la Virgen, la cual estaba junto a un jarrón de
azucenas. Por ello, Garcia Sanchez III decidió construir un monasterio cercano
a la cueva, que sería el Monasterio de Santa María la Real de Nájera y crear la
Orden de la Jarra.
Esta Orden nabarra desaparición
tras el asesinato del hijo de su fundador, el cual también fue asesinado en la
invasión castellana del año 1054, concretamente en la batalla de Atapuerca, en
la que estuvieron presentes los caballeros nabarros de la Orden de la Jarra. Así pues su segundo y último gran maestre fue Sancho
Garces IV el de Peñalen que murió asesinado a manos de un complot castellano en
alianza obligada con los musulmanes de Zaragoza. Esta muerte facilito la ilegal
invasión y ocupación de la tierra vascona de la Rioja por las tropas castellano-leonesas.
Como curiosidad, los
caballeros de la Orden del Temple, cien años más tarde, de una forma u otra,
evocaron, nombraron e incluso se identificaron de alguna manera, con esta Orden
Militar y de Caballería de Nabarra.
Esta Orden de origen
nabarro no debe confundirse con la Orden española de la Jarra y el Grifo,
creada por el infante castellano Fernando de Antequera en el año 1403.
La divisa de la Orden
nabarra es una jarra con azucenas, encontrándonos entre tres y siete flores
dependiendo de la pluma que nos lo indique. Las cadenas junto a los colgantes del
jarrón de azucenas de collares, estaban tanto hechos de oro como de plata. Con la
entrada de la heráldica a las tierras vasconas incluido el escudo del
Monasterio de Nájera, también pasaron a formar partes de los escudos de diferentes
familias e incluso me parece reseñable están presentes en el escudo de Begoña-Bilbao,
siendo el jarrón y las azcucenas de oro o plata indistintamente y
mayoritariamente se encuentran sobre campo de gules o azur, incluso junto a otros
elementos heráldicos, flores de lys, Báculo, etc., y contando en algunos casos,
aquellos que tienen el campo de azur, con una bordura de gules y una cadena
pomelada distintiva de Nabarra, la cual pasó posteriormente a ser una cadena de
eslabones.
Estas dos Órdenes
Militares y de Caballería nabarras, son anteriores a las Cruzadas y pudieron
servir como ejemplo a todas las demás Órdenes que se crearon, no solo las otros
dos que se fundaron en el Estado de Nabarra, sino especialmente entorno a las
generadas Estado Pontificio de Roma y la importancia espiritual de Tierra
Santa, pues cabe reseñar que la siguiente Orden que apareció fue en el año
1099, siendo esta la famosa Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, conocida
tanto a nivel Europeo como Mundial.