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2015/01/24

Carlos de Albret y Foix

Carlos de Albret y Foix
Iñigo Saldise Alda

Heráldica: Escudo terciado. 1º partido de gules carbunclo cerrado y pomelado de oro con que son de Nabarra. De oro dos vacas de gules puestas en palo, astadas, acollaradas y uñadas de azur que son del Bearno. 2ºpartido de cuartelado  1 y 4 de azur tres flores de lis de oro puestas de dos y uno que trae de France, 2 y 3 de gules que son de Albret. De azur tres flores de lis de oro puestas dos y una, con una banda componada de plata y gules, tres y tres, que trae de Evreux. Escudete de oro con dos leones pasantes de gules puestos en palo que son de Bigorra. 3º Partido de oro con tres palos de gules que son de Foix. Cuartelado en sotuer 1 y 4 de oro cuatro palos de gules que trae de Aragón, 2 de gules castillo de oro almenado de tres almenas y donjonado de tres torres, cada una con tres almenas de lo mismo mazonado de sable y aclarado de azur, que trae de Castilla y 3 de plata león púrpura coronado de oro que trae de León. Bordura llana de plata sobre el todo como infante de Nabarra.

Nacido el 12 de diciembre del año 1510 en el castillo de Pau, siendo infante de Nabarra al ser hijo de los reyes Catalina I y Juan III. En su bautizo contó como padrino a un peregrino del condado francés de Angoulême y como madrina a una peregrina del ducado de Breizh.

Sin cumplir el año y en ausencia de los reyes de Nabarra que estaban en Tutera, el infante Carlos de Albret y Foix presidió en Pau, de manera simbólica, los Estados Generales de Bearno, Tursan, Marsan y Gabardan, asistido por el religioso Jean de la Salle d’Aule de Coure, presidente a la práctica.

Fue criado y educado por su abuelo Alain de Abret hasta los doce años, residiendo primero en Nerac y después en Castèlgelós-Casteljaloux. Tras la muerte del rey consorte de Nabarra Juan III el 17 de junio del año 1516, y gracias al testamento realizado por éste, fue nombrado heredero a la Corona de Nabarra, solo aplicable si su hermano Enrique muriera sin descendencia. Nombramiento legítimo y acorde al Fuero de Nabarra o Derecho Pirenaico.

También recibió como herencia el condado de Peiregòrd, el vizcondado de Limòtges y el señorío de Banes, con todas sus dependencias. Carlos de Albret y Foix, tras la muerte de su padre y en su testamento, se indicaba que Carlos de Albret y Foix debía quedar, junto a su hermano y hermanas, bajo la tutela de su abuelo Alain de Albret, pero esta vez compartida con su madre la reina Catalina I de Nabarra, pero el 14 de julio, como así lo comunicó a los Estados Generales la reina de Nabarra en el castillo de Pau, el infante nabarro volvió a estar tutelado exclusivamente por su abuelo.

Esta elección o mejor dicho, confirmación del tutor por parte de Catalina I de Nabarra fue por influencia tanto familiar como política. El rey François I de France intentó influir sobre el infante de Nabarra y envió a las tierras libres de la Corona de Nabarra al señor de Lansac Alexandre de Saint-Gelais, con la intención de que fuera el tutor del príncipe de Biana Enrique y de su hermano el infante de Nabarra Carlos. Pero nabarros y bearneses, muy celosos de su independencia, se opusieron en los Estados Generales, confirmando los deseos de Catalina I de Nabarra el 28 de febrero.

En el año 1522 nuevamente las tropas imperiales españolas, comandadas esta vez por el príncipe de Orange Filiberto de Chalon, atacaron las tierras norpireniacas de la Corona de Nabarra. En medio de esta nueva invasión ilegal, Alano de Albret enfermó, muriendo el 1 de octubre  en Castèlgelós-Casteljaloux. En su testamento entregó a su nieto, el infante de Nabarra Carlos, las tierras, los señoríos y las castellanías de Chasluz, Cheurol, Maumont, Chaslucer, Corbefin, Massere y Solompuhan.

Tras la muerte de Alano de Albret y en caso de que el rey Enrique II de Nabarra se ausente de las tierras del Estado Pirenaico bajo soberanía nabarra, fue su hermana Ana de Albret y Foix la que ostentó la lugartenencia del Reino hasta el año 1524. En ese año y con tan solo catorce años, el vizconde de Limòtges Carlos de Albret y Foix fue investido en el cargo de lugarteniente por decisión del Consejo Real de Nabarra y por su propio hermano Enrique II de Nabarra.

Ese mismo año, concretamente en junio, llevó a cabo su primera actuación como lugarteniente del Estado Pirenaico de Nabarra-Bearno, donde otorgó el derecho de pasto y de paso para el ganado a los habitantes Esquiule, en terrenos de los pueblos circunvecinos de la zona.

En noviembre y desde Lescar, el lugarteniente del Reino de Nabarra-Bearno Carlos, se dirigió a los oficiales Jean de Antin senescal de Bigorra y a Bernard d’Abbadie señor de Cassaver, de Pardies, de Parbayse, y repartidor de Justicia Mayor en Neubozan y Bigorre como miembro de la Cancillería de Nabarra, pidiéndoles información sobre algunas concesiones de franquicias llevadas a cabo por el conde de Bigorra.

Tras ello, Carlos de Albret y Foix, como lugarteniente, reunió ese mismo mes en la catedral de Lescar a los Estados de Nabarra-Bearno, los cuales votaron la suma de cien mil escudos a favor de Enrique II de Nabarra que se encontraba de camino a la península Itálica junto algunas tropas, acompañando así a su aliado el rey François I de France, para combatir al enemigo común de ambos, el imperio español-alemán. En su resolución la suma acordada debería hacerse efectiva en dos plazos: uno en diciembre del año 1524 y otro en septiembre del año 1525.

Pero las acciones bélicas contra las tropas imperiales españolas empeoraron el 24 de febrero del año 1525, cuando se dio  la batalla de Pavie en el interior del ducado de Milano, en la que con el rey de France también fue capturado por las tropas imperiales españolas el rey Enrique II de Nabarra, hecho que produjo una gran abatimiento entre los habitantes del Estado Pirenaico tras conocerse en Pau la noticia a comienzos de marzo. Se habló de la petición por parte de los imperiales españoles de elevadísimo rescate. Como consecuencia de ello, el príncipe Carlos de Albret y Foix abrió una sesión extraordinaria de la asamblea de los Estado Generales el 23 de mayo. Los presentes se congregaron  en las galerías del palacio Real de Pau, concretamente en la parte de la iglesia y presidida por el infante de Nabarra y sucesor al trono, se decidió el anticipar el pago del segundo plazo.

El regente del Estado Pirenaico pronto comenzó las negociaciones en busca de la liberación de su hermano. Para ello tuvo la inestimable y activa colaboración del secretario Martin de Peyrac y de Esteban de Miossens, los cuales realizaron viajes a Toledo, a Malán y a Pavie. También el comerciante nabarro Biaxs, marchó por mandato del príncipe Carlos de Albret y Foix a residir a Lyon para estar más al tanto de los sucesos y noticias provenientes de la península Italica. En dicha ciudad había establecido su corte la regente de France, Louise de Savoie, duquesa de Angoulême y de Anjou, condesa de Maine y de Gien, madre del rey François I de France, prisionero junto al rey Nabarra, Enrique II.

5 de agosto del año 1525, el príncipe nabarro se dirigió a los senescales de Bazas, Guiana-Guyenne, Limòtges, Peiregòrd y Lannes, para que contribuyesen en la recaudación de la cantidad que se exigía por el rescate de Enrique II de Nabarra. El 16 de agosto el príncipe de Nabarra encargó al obispo de Oloron que se personarse en las villas y lugares de aquel obispado y también del de Navarrenx, para estimular a sus habitantes en contribuir del rescate de su hermano el rey de Nabarra. Johan de Talhac en Lescar y el contable general y jurado local Pees de Forpelat en Navarrenx, fueron los encargados de extender recibos por las cantidades recaudadas y para mayor eficacia, le mandaron el 21 de agosto al obispo hacer ejecución, de los bienes de las personas reacias y morosas a  susodicho impuesto.

Durante todo el mes de agosto las labores diplomáticas y de recaudación fueron muy intensas. Carlos de Albret y Foix firmó varias circulares al gobernador de  Limòtges y Peiregòrd Jean de Sermet, y al Consejero Real, Juez General de ese vizcondado y Juez de Apelaciones del condado Hélies André. También a un tal Pierre Mosnier.

Ya el 4 de octubre del mismo año, prohibió al Parlamento de Bordele-Bordeu-Bordeaux la aceptación de cualquier tipo de escusa o apelación, ni de otro impedimento que pudieran interponer los súbditos de Enrique II de Nabarra intentando ellos no colaborar económicamente en la liberación del rey de Nabarra. Aun así, Carlos de Albret y Foix el 4 de noviembre, mostró su total disgusto a los habitantes de algunas regiones donde se hablaba el dialecto occitano de Limosin por su falta de cooperación, instándoles nuevamente a ayudar económicamente para la liberación del prisionero de los españoles en Pavie, el rey Enrique II de Nabarra.

Pero la desesperación de Carlos de Albret y Foix por liberar a su hermano el rey de Nabarra mediante rescate,  se solucionó de una forma inesperada a la par de brillante. El 13 de diciembre, el sangüesino Enrique II de Nabarra, se evadió de la prisión española en la fortaleza papiana, escapando por una escala de cuerda.

Era en abril del año 1526, cuando ya se encontraba en Pau el rey de Nabarra junto a su hermano el infante Carlos de Nabarra. Éste último estuvo en junio en Pamiers, extendiendo a los cónsules de la ciudad un recibo por el donativo de cincuenta escudos hechos a su persona, siendo su secretario Leon Dupont el encargado de refrendar el documento

El sábado 21 de julio, ambos hermanos asistieron en la iglesia metropolitana de San Andrés de Bordele-Bordeu-Bordeoux, a un oficio por el alma de sus padres y de su abuelo materno, el que fuera príncipe de Biana Gaston de Foix, cuya tumba se encontraba ante el altar mayor, tras morir hacía cincuenta y cinco años en Liburna-Libourne a consecuencia de las heridas recibidas durante un torneo.

A finales de ese año, más concretamente en diciembre, fue la infanta de Nabarra Ana, la que figuró como lugarteniente del Estado Pirenaico. Esto fue debido a la ausencia de ambos hermanos, Enrique y Carlos, los cuales  se hallaron en San Germán en Laye para realizar el contrato matrimonial del rey de Nabarra, copríncipe de Andorra, vizconde del Bearno, conde de Albret, Foix y de Bigorre Enrique de Albert y Foix, con la princesa de France, duquesa de Alençón y de Berry, condesa de Armagnac, de Rodez, de la Perche y de la isla de Jourdain Marguerite d’Angoulême.

Carlos de Albret y Foix mantenía en el año 1526 las esperanzas de liberar las tierras vasconas surpirenaicas ocupadas ilegalmente por las tropas invasoras españolas. Debido a su corta edad, no había participado en las anteriores campañas bélicas, pero en ese año iniciada la segunda guerra entre Carlos I de España y V de Alemania con François I de France, tuvo la opción de romper lanzas en batalla.

Pero no se trataba de entrar en la península ibérica para liberar a los nabarros supirenaicos, sino de partir a Napoli. La capital estaba siendo sitiada por el conde de Comminges y de Rethel Odet de Foix.  En sus filas figuraba un mercenario roncalés, el conde de Oliveto Pedro Navarro, quien estuvo en las filas españolas en la batalla de Rávena, en la cual perdió la vida Gastón de Foix, prometido de la infanta de Nabarra Ana de Albret y Foix, siendo el mercenario roncalés apresado por los soldados franceses. Ahora en Napoli, estaba en las filas francesas ostentando el título de vizconde de Martigues.

La ciudad estuvo defendida por el virrey español de Sicilia y príncipe de Orange Filiberto de Chalon, a quien en el año 1525 se había intentado canjear desde la Corte de Pau por Enrique II de Nabarra.

Pero en uno de los combates del año 1528, que perdieron los franceses y a sus aliados nabarros, el infante de Nabarra Carlos de Albret y Foix resultó herido en la cara y fue hecho prisionero. El príncipe nabarro intentó sobornar buscando su liberación, al soldado de la caballería ligera española que lo apresó sin conseguirlo, muriendo asesinado a los días en una cárcel española.

Tras su muerte, todas sus posesiones, tierras y castillos, junto  a sus títulos nobiliarios, pasaron a ser propiedad del Estado y de la Corona de Nabarra.

BIBLIOGRAFÍA
AUÑAMENDI EUSKO ENTZIKLOPEDIA, Carlos de Albret.
DE BEAUMONT, B., Documentos biblioteca personal.
LÓPEZ DE MENESES, A., El último infante de Navarra Carlos de Albret, el vaquero del Bearn.
SALDISE ALDA, I. Heráldica de Nabarra (en proceso y sin publicar).

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Nabarra, reflexiones de un Patriota

Reflexiones de un Patriota by Iñigo Saldise Alda

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©NABARTZALE BILDUMA 2011

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