Antonio Urra Maeztu
La Junta de Infanzones de los siglos XIII y XIV haría buen papel en la Navarra actual. La institución de los Infanzones fue tolerada en su nacimiento por Sancho VII el Fuerte y menos aceptada por los Teobaldos de Champagne y Enrique I. Fue una institución independiente, elegida democráticamente y que representaba a las distintas comarcas del Reino. Se les llamó Infanzones de Obanos porque se reunieron muchas veces en este pueblo céntrico dentro del Reino, el Ayuntamiento de Obanos recoge en su escudo el sello de los infanzones con la inscripción: Pro libertate patriae, gens libera state, que viene a decir en castellano, más o menos, Sed libres para que la patria sea libre. Los objetivos de la junta fueron: defender al pueblo de los posibles atropellos de los mandatarios y exigir al Rey el juramento para que defendiera la identidad, los derechos, libertades, usos y costumbres de Navarra. Los infanzones no toleraban a los gobernadores extranjeros por no haber nacido en Navarra, los imponían los reyes de Champagne, sin conocer los usos costumbres y la identidad del Reino. La Junta de Infanzones no cayó bien a algunos reyes y, a veces, tampoco a la Iglesia, sufrieron excomuniones, destierros y hasta ejecuciones. El papa Gregorio IX intentó disolverlos. Se tildó a la Junta de subversiva y en ocasiones debió actuar desde la clandestinidad. Difícil resumir toda la actividad de la Junta de Infanzones durante aquellos dos siglos. Fue una institución, aunque antigua, plenamente democrática y sumamente exigente con la actuación de los reyes. ¿Tolerarían nuestras autoridades de hoy una institución semejante que defendiese, hasta las últimas consecuencias, nuestra lengua cultura e identidad?
http://www.noticiasdenavarra.com/2012/04/28/opinion/cartas-al-director/infanzones-de-obanos
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