Acto organizado con motivo del aniversario de la muerte del mariscal Pedro de Navarra en la prisión castellana de Simancas, aquel 24 de noviembre de 1522.
Historiadores como Peio Monteano defienden la teoria del suicidio, otros como Pedro Esarte sacan a relucir muchas dudas sobre lo que realmente pasó aquel día.
Sea como fuera, su muerte fue ocultada durante varios meses por los que eran responsables de mantenerlo con vida, desde sus captores hasta el emperador Carlos V (I de España).
Recordamos que Pedro de Navarra, mariscal del reino y jefe del ejército navarro, fue apresado el 25 de marzo de 1516 por las tropas del coronel Villalba en Izaba, tras el fallido intento legitimista de recuperar la independencia de Navarra.
La nieve le cortaba el paso y tuvo que negociar la rendición a cambio del respeto a sus vidas y la libertad de sus soldados. El mariscal y 18 de sus capitanes fueron enviados a la prisión de Estella y de ahí a la de Atienza. Más tarde, Pedro de Navarra fue llevado hasta la de Simancas.
Debido a la sublevación popular que acompañó el intento de recuperar el trono para Juan de Labrit y Catalina de Foix, Cisneros ordenó a Villalba la destrucción de las fortalezas y murallas. Desde su derribo, Villalba afirmaba textualmente, "Navarra está tan baja de fantasía... que no hay hombre que levante la cabeza".
Historiadores como Peio Monteano defienden la teoria del suicidio, otros como Pedro Esarte sacan a relucir muchas dudas sobre lo que realmente pasó aquel día.
Sea como fuera, su muerte fue ocultada durante varios meses por los que eran responsables de mantenerlo con vida, desde sus captores hasta el emperador Carlos V (I de España).
Recordamos que Pedro de Navarra, mariscal del reino y jefe del ejército navarro, fue apresado el 25 de marzo de 1516 por las tropas del coronel Villalba en Izaba, tras el fallido intento legitimista de recuperar la independencia de Navarra.
La nieve le cortaba el paso y tuvo que negociar la rendición a cambio del respeto a sus vidas y la libertad de sus soldados. El mariscal y 18 de sus capitanes fueron enviados a la prisión de Estella y de ahí a la de Atienza. Más tarde, Pedro de Navarra fue llevado hasta la de Simancas.
Debido a la sublevación popular que acompañó el intento de recuperar el trono para Juan de Labrit y Catalina de Foix, Cisneros ordenó a Villalba la destrucción de las fortalezas y murallas. Desde su derribo, Villalba afirmaba textualmente, "Navarra está tan baja de fantasía... que no hay hombre que levante la cabeza".
Texto extraído del blog NABARLUR