La segmentación del Reino de Nabarra y la lingua navarrorum
Nabartzale bilduma
Frente a las hipótesis
tradicionales personalizadas en Arnaut Oihenart, historiador del siglo XVII, que nos exponen el origen de los
dialectos de la lingua navarrorum a través del binomio del dialecto con las antiguas
tribus de várdulos, autrigones,
vascones, aquitanos, etc., o también de la hipótesis del siglo XX de que tenían
que ver con las diócesis episcopales, el Profesor de
Dialectología y Sociolingüística del Euskara en la Universidad del País Vasco,
Koldo Zuazo, concretamente en el año 2007, sostuvo y
sostiene que el alejamiento dialectal se debió a la segmentación del Reino de
Nabarra.
Este erudito en la
materia, emplaza en la Edad Media el momento del surgimiento de los diferentes
dialectos, e incluso nos indica que es más que factible que naciera de modo
paralelo a la formación de las provincias Vascongadas.
A decir verdad, desde nuestra
más que notoria ignorancia en esta materia, los tajos esenciales de la
estructura de la lingua navarrorum, vascuence o euskara, a groso modo, coinciden
plenamente con las fronteras políticas interpuestas en algunos de los
territorios que conformaron el Estado de Nabarra y que consiguieron salvar el
idioma más antiguo de Europa.
Leyendo su escrito 5
años después, comprobamos que el primitivo axioma se refiere a la importancia de
la estructura política en el progreso de todo tipo de circunstancias y
características socio-lingüísticas, como consecuencia de las guerras. La ordenación
política y las disposiciones de quien detente el poder, busca siempre crear una
sociedad a su medida, para lo que no duda en colonizarla.
La pérdida de la
independencia y soberanía del Reino de
Nabarra, tenemos y debemos de recordar que tuvo resultados profundos en nuestro
entorno colectivo. Ya desde el primer momento desde las primeras pérdidas
territoriales, desde las comarcas de la Rioja o las actuales Vascongadas,
pasando por Aragoi y la Navarra residual, hasta llegar a la Gasconia.
En paradoja como suposición
simple, compensaríamos en valorar la importancia que tuvo la existencia del
Estado propio, Nabarrako Erresuma, en
nuestra existencia como Pueblo y Nación, en la conservación y potenciación de
la lingua navarrorum, en la cultura con la cual funciona y se impulsa nuestra
ancestral comunidad vascona, por ende nabarra, que subsiste a través de los siglos,
y en consecuencia ha llegado con todos los matices que se quiera hasta el día
de hoy para el bien cultural de la humanidad.
Hasta la ocupación
militar española, el núcleo principal de progreso lingüístico del euskara se encuentra
evidentemente en Iruñea, la localidad más significativa de la población nabarra en
la historia, mientras quedaría en un segundo lugar el gran núcleo de Gasteiz,
otra ciudad nabarra muy prestigiosa, céntrica y vigorosa.
Este esquema nos puede explicar
el establecimiento de los diversos dialectos, con sus correspondientes influencias
mutuas, sin olvidarnos de su actividad en algunas zonas y su estancamiento en
otras, por ejemplo.
Como ya hemos mencionado
al principio, esta nueva hipótesis o interpretación lingüística resulta
fascinante, histórica y emprendedora. Frente a una interpretación que contemplan
a los dialectos como realidades impenetrables o herméticas, es decir arcaicas y
correspondientes a rancias y sombrías fuerzas internas, tribus o similares,
aquí destapamos una intervención (o intervenciones tal vez), política y social próxima
en el tiempo. Perceptible y transparente, concebida por la población en su
actividad diaria, en los desiguales contextos que le crea y genera el marco
político-histórico en que se vio situada.
Además, frente a la
versión vizcaína, procedente de los hermanos Arana, del País, que nos exporta a una
lengua de caseríos y grutas, resulta que los ejes en que se ha amoldado el
euskara han sido en las ciudades, junto a la política de agresión y de dominación,
dicho sea de paso, además de la actividad social y mercantil.
Con este estudio
lingüístico vislumbramos la trascendencia de los procesos políticos. En el análisis
exhaustivo de los dialectos de la lingua navarrorum se deben acentuar las vías
de comunicación, las distintas oleadas de circulación humana, de la economía, las
fronteras naturales y como no, la ordenación de un territorio sometido y sojuzgado
a la ocupación (ocupaciones) militar extranjera. Pero no debemos pasar por alto la regeneración
del tejido social mediante la supervivencia a esos tumores malignos extranjeros, más activos
y realmente más influyentes.
Para concluir, deducimos
que es imperiosa nuestra necesidad de la recuperación de la libertad económica
y administrativa, sin olvidarnos de la enseñanza, solo viable mediante la obtención
de la soberanía plena política, en independencia con total integridad
territorial sin fronteras impuestas, tanto interiores como exteriores para así
poder reorganizarnos, vivir libres y desarrollarnos colectivamente como
sociedad política y cultura diferenciada. Las heridas de la historia, como se
ve innegablemente en ese trabajo del profesor Koldo Zuazo sobre los dialectos
de la lingua navarrorum, vascuence o euskara, son más que profundos y
persisten durante estos siglos, aunque se esconda su origen y con ello nos pretendan
borrar la memoria, tanto los colonizadores como aquellos de nuestro
Pueblo-Nación funestamente colonizados.