En el presente
Nabartzale
bilduma
Si hay algo
que no cesamos de insistir los nacionalistas, estatalistas, legitimistas e
independentistas de nuestra amada Baskonia, siempre en escudriñando y buscando una
política real para nuestro País, es en la necesidad de concentrar todas las
fuerzas posibles en un solo punto estratégico: Nabarra, nuestro propio Estado
independiente.
Innegablemente
esta es una acción antagonista, fehacientemente, de cuanto procuran las fuerzas
ocupantes españolas y francesas.
Si
observamos el panorama político que nos rodea en la actualidad, examinamos con urgencia
un déficit progresivo de nuestras posiciones, consecuencia tristemente lógica
ante la continuada y calamitosa aplicación del enorme potencial social, algo
que muy pocos Pueblos pueden tener, ciertamente abandonado como no se ha
cansado de repetir el pensador nabarro Kepa Anabitarte, a la espontaneidad
natural y a la tremenda generosidad sin límites que exhibe repetidamente ante la
violencia de las fuerzas políticas, jurídicas, militares, mediáticas, etc., de
los Estados ocupantes.
El nacionalismo
español y francés, cada uno por su lado y juntos cuando les conviene, prosiguen
sin crítica moral alguna y con paso seguro, el camino trazado hacia uno de sus objetivos
prioritarios, la liquidación absoluta de
la identidad política de los nabarros y de su intrínseca identidad cultural vasc(on)a,
mediante la baja, por no decir ninguna, funcionalidad de toda seña
institucional propia derivada del único Estado que históricamente nos hemos
dado, Nabarra.
Una de las
vías que los Estados invasores emplean con efectiva tirria, apoyados en su poco
o nada discutido monopolio militar y por ende de violencia, es el de la
propaganda política basada en la desinformación y la desmemoria. El desarrollo
tecnológico de sus medios de comunicación y de aquellos que muestras grandes
síntomas de colonización, hacen el resto. Con suma facilidad han convertido a
buena parte del Pueblo nabarro oprimidos, alienado con crueldad y vandalismo,
incluso olvidado esa parte delo que es realmente la libertad, en fuerza ciega, pactada
en amparo y a favor de objetivos que sólo buscan sacar a la totalidad de la
Nación Nabarra de la historia, haciéndoles perder hasta su antiguamente
reconocida circunstancia de respetables sujetos políticos.
Los variados
escenarios mediáticos, innegablemente en guerra abierta contra la necesidad libertaria
del Pueblo-Nación de Nabarra, que monopolizan el bombardeo mediático. Estos espacios
nos han sufragado regularmente datos y más datos en el sentido anotado. Es por
esto que hemos observado, por ejemplo, cómo ha sido encauzado nuestro Pueblo,
en su totalidad, a posicionarse de forma directa, unitaria y tan incondicional
como fugaz. Cautivos de una asombrosa mezcla de pasmo e incapacidad, hemos
esperado vanamente que alguna voz pública, libre, joven, lozana, se pronunciase
ofreciendo un análisis antimperialista, a la altura de las circunstancias, como
corresponde a un Pueblo invadido, ocupado, sometido, sojuzgado y ninguneado
internacionalmente cual es el nuestro. Al parecer parece que hemos olvidado
nuestra actual situación de esclavitud, por nuestra condición de Nación
colonizada.
Nuestros enemigos,
con más impertinencia que la aguantable, nos recuerdan también en estas
ocasiones qué es la política. Desde sus remachadas declaraciones diarias, nunca
confunden su objetivo imperial y colonial. Sus apoyos o contribuciones directas
en los diversos conflictos, son sólo explicables al comprobar cuales son sus servicios
esperados, de hecho limosnean políticamente cualquier colaboración o ayuda, que
sobrelleve a la derrota total o de una parte de nuestro Pueblo, es decir, a su
integración irreversible y total en los dos Estados invasores que ocupan
nuestro pleno territorio, como una primacía de su estrategia totalitaria.
El
Pueblo-Nación de Nabarra debe exigir, porque se lo merece, unos lideres, dirigentes,
cabecillas o regentes, que estén al corriente de la realidad política existente
a nuestro alrededor, que puedan advertirle a dicho Pueblo-Nación sobre la optimización
de su esfuerzos, sin perder nunca de vista sus propios intereses de los
nabarros, los cuales persisten diáfanamente expresados cuando el objetivo no es
otro que el de la recuperación plena de nuestro propio Estado de Nabarra.
Una conducta
como la mostrada permite reconocer con detalle los solidarios compañeros de
viaje, conocimiento suficiente para saber que no estamos con quienes cierran
medios de comunicación, pero tampoco con el supuesto progresismo que abuchea y
censura a nuestro compañero nabartzale
Iñigo Saldise.
Pronunciamiento
sensato y patriótico que hacemos nuestro sin pestañear. Y el rechazo a la
empresa Nabarralde, S.L. es inequívoco y total, pues somos contrarios a todos
los imperialismos, fascismos y caciquismos, sean del signo que sean. Este
pronunciamiento a favor de la libertad de expresión, también pasa inevitablemente
por el enfrentamiento diario a la ocupación española y francesa, de aquellos
que censuran opciones legitimistas, nacionalistas, independentistas que buscan alcanzar
su plenitud política con la reacción y reactivación de la sociedad de este
País, teniendo como principal, por no decir único objetivo, la recuperación del
único Estado que reconocemos: el Estado europeo de Nabarra.