Relaciones entre los Reyes de Navarra y los Califas
Antonio Urra Maeztu
Los primeros Reyes de Navarra sufrieron incursiones de los árabes, también
momentos de paz y se celebraron incluso matrimonios entre la realeza navarra y
personajes importantes del Califato. En el año 882 el rey vascón (así se
denominaba a los Reyes de Navarra) García II Íñiguez murió en una batalla contra
Mohamed I que hizo prisioneros a dos hijos del Rey navarro, Fortuño y Eneke y
fueron llevados a Córdoba. El sultán Ben Abdalá casó a Eneke con su hijo
Abd-Allah tan enamorado de la navarra que por ella abandonó su harén. Eneke fue
abuela del gran Abderramán III, califa sucesor de Mahoma. Abderramán III fue
biznieto del Rey navarro García II. Peor suerte que Eneke tuvo su hermano
Fortuño que permaneció veinte años en Córdoba, aunque finalmente llegó a ser Rey
de Navarra, Fortún Garcés El Monje que se retiró a Leire donde parece
murió sin descendientes varones.
A Abderramán III le sucedió Al-Alaquén II, su esposa favorita fue también la
hija de un vascón llamada Aurora (Subh en árabe) que tenía una buena formación
intelectual y artística, sobre todo musical, enamoró al califa y a la muerte de
Al-Alaquén, también se relacionó con el general Almanzor. Cantaba con voz dulce
y recitaba poesías, influyó en la música árabe con aires vascos, bailarinas
vascas vivieron en el califato cordobés. Apoyó a su hijo Hixén II para suceder a
su padre Al-Alaquén. La vida, acciones e intrigas de Aurora fueron fundamentales
en el Califato.
Éstas y otras mujeres vasconas destacaron en el Reino de Navarra, en los
primeros siglos y también al final fueron importantes Margarita de Navarra,
Juana de Albret, y Margarita de Valois. Solo nos han enseñado la Historia de
España, muchas veces adulterada, como la llamada Reconquista que coincidió con
la época de Eneke y Aurora, sin mostrarnos y ocultando la historia paralela de
nuestro propio pueblo.