Pueblo, Nación, Estado y nacionalidad
J.J. Labiano, Arazuri-Nabarra
Hay cuestiones en la política, dejando circunstancialmente a un lado su filosofía, que son concluyentes y clarificadoras. Lo que se pretendo resaltar con este escrito como en otros realizados por otros autores, es que de la misma manera que existen actualmente Naciones sin Estado, al parecer es inadmisible de que se dé el caso contrario, o lo que es lo mismo, un Estado sin Nación. Naciones hay por el Mundo unas cuantas, que están definidas por el simple hecho de compartir una misma cultura, una misma lengua, que es definitivamente lo que las sustenta conceptualmente y diferencia de las demás. Y otras en cambio no tanto, sino que permanecen a un imaginario colectivo, dispuestas a pasar al plano político su terso de realidad lingüística y cultural, pues en general corresponden a los que viven dentro de un fijado territorio.
Estas cuestiones que se describen se pueden entender y es más que posible que no tienen vuelta de hoja. El problema y la confusión comienza cuando, alejándonos brevemente de estos dos conceptos socio-políticos, Nación y Estado, que es una contingencia, aparece el tibio y ambiguo término de "nacionalidad".
Pero… ¿Qué es una nacionalidad? ¿Es realmente lo mismo que Nación?
Hay que tener siempre presente que el principio de cualquier Nación, está enmarcado en la perenne búsqueda de su institucionalidad como Estado, algo que ya lograron nuestros antepasados a comienzos del siglo IX.
¿Y el de la nacionalidad hacia dónde se dirige?
Cuando los padres de la Constitución española llevaron este asunto a su Parlamento español, en un apartado nos dice el reino de España es un Estado plurinacional, el cual está conformado por diversas naciones-esto los padres de la república francesa nada de nada, ya que en dicha Constitución solo existe la nación francesa-, armaron la Marimorena y algunos de ellos, eludiendo el compromiso o responsabilidad con España, faltaron en su día cuando esto se debatía, porque ni creían en ello, ni realmente les interesaba, al ser reductos de arcaicos tufillos históricos falsarios, ya que ciertamente estaban en contra de que el Reino de España fuera (considerado) un Estado plurinacional, ya que la única Nación aceptada es la castellano-leonesa o española, heredera “legítima” de los Visigodos.
Si la Nación es un cuerpo pequeñito, azulado (color de los Borbones) de frío que busca el ropaje del Estado para sobrevivir como objeto y estructura política, ¿Qué es lo que busca la nacionalidad? Habrá que deducir que la nacionalidad española, se debate entre la indolencia y la inamovilidad de sus planteamientos, sumado al ejercicio de la fuerza o violencia para ir aniquilando otras nacionalidades bajo las garras de su imperio, como es el caso de la nuestra, la nacionalidad nabarra, y además no solo cuando les dejan sus aliados en la ONU, sino indudablemente lo seguirá haciendo porque les interesa y les place. Por ello no dudemos que ejercerán como los franceses, sus competencias judiciales serán modificadas siempre en su beneficio sin importarles para nada el Derecho Internacional, logrando así sentir que vive y respira su nación española por sí sola.
Actualmente la nacionalidad apenas es un cuerpo, un ser que intenta resurgir de sus cenizas en la Europa del siglo XXI. Pero la nacionalidad nabarra a día de hoy, serenamente me atrevo a afirmar que es una impresión vacía de contenido político al no contar con un Gobierno Propio e Independiente, que a la cual se le da algo de respiro en unos momentos esporádicos determinados que incluso se compraban que buscan el beneficio personal, partidista o empresarial. Esto lo que hace es depreciar y entretener la verdadera esencia de los Pueblos, entre ellos el nuestro, el Pueblo nabarro.
Por otro lado, la nacionalidad que se acepta desde la no confrontación política o para propiciar un espacio sin fondo para el Pueblo y la Nación, es un síntoma donde la contundencia operativa de un territorio se encuentra comprimida por uno o varios agentes exteriores, normalmente por uno o dos imperios como en el Caso Nabarro y a un muy bajo ejercicio de la política en los denominados agentes internos o autóctonos. Nación y nacionalidad no son sinónimos ni iguales.
La Nación sin Estado es definitivamente una promesa, una obstinación que solo igualmente, más tarde o más temprano, puede que se vea realizada. La nacionalidad ajena a las metrópolis, por el contrario, seguirá siendo una imprecisión en el espectro de las políticas imperiales, y si se pretende su afirmación sin la consecución del Estado, ésta será un puro espejismo ya que continuará como un eslabón más de una cadena cuasi perpetua, así que a modo de conclusión debemos acelerar la creación de un Gobierno Propio y Soberano, el cual, gracias a su pluralidad obligada, trabaje con todos los agentes políticos nabarros y aproveche el trabajo internacional llevado a cabo por los mismos, declare de nuevo la independencia y nuestro Pueblo nabarro, nuestra Nación nabarra recupere cuanto antes su Estado Propio y su verdadera nacionalidad.
SOBERANÍA DE NAVARRA by Nabartzale bilduma. Este es el correo para escritos, artículos, comentarios y sugerencias. Los artículos, escritos y comentarios deben estar debidamente firmados por su autor o autora en formato Word. Solo se publicaran aquellos escritos que estén realizados desde la independencia y soberanía de su autor o autora siguiendo los criterios editoriales de los miembros de NABARRAKO BURUJABETASUN-SOBERANÍA DE NAVARRA. nabartzale@gmail.com
NABARRAKO ERESERKIA
Nabarra, reflexiones de un Patriota
ASKATASUNA = Baskoinak x Nafar Paradigma
"PRO LIBERTATE PATRIA GENS LIBERA STATE"
"Aberri askearen alde jende librea jaiki"
"De pie la gente libre a favor de la libertad de la patria"
"De pie la gente libre a favor de la libertad de la patria"
Navarre shall be the wonder of the world
by WILLIAM SHAKESPEARE