Antonio Urra Maeztu
En medio del fenómeno del Humanismo puro de la Navarra del XVI, y dentro del reinado de Margarita de Navarra, la gran defensora de nuestra continuidad histórica de toda Navarra como reino, aparece el primer libro en nuestra lengua autóctona, el euskera: Linguae Vasconum Primitiae (el título en latín), aunque también se le llama Poesías Vascas, del clérigo Bernad Detxepare, publicado en Burdeos en 1545. Poesías Vascas, Heptamerón y Prisiones de la Reina de Navarra son tres obras claves del Humanismo de Navarra, humanismo perseguido por España y el Papado. En nombre de la religión intentaban llevar a la hoguera a la intelectualidad.
La obra de Detxepare consta de un breve prólogo en prosa y 15 composiciones en verso: temas religiosos, de amoríos, autobiográficos y un elogio del heuskara, como él lo escribe. Durante dos milenios las lenguas literarias fueron el griego y el latín, de ahí la importancia de la obra de Detxepare escrita en una lengua distinta.
En las poesías amatorias, a pesar de ser clérigo, Detxepare muestra un conocimiento que da la sensación de ser algo más que teórico del tema y lo expresa con un realismo crudo. Su descripción de las relaciones entre los enamorados es escueta y precisa. En la época no había problema en unir lo religioso y lo erótico. Para juzgarlo debemos posicionarnos en aquel tiempo anterior al Concilio de Trento. A pesar de todo fue criticado por su frescura y naturalidad. Puede decirse que Etxepare es un ferviente feminista, como decimos ahora, porque no tolera que los hombres hablen mal de las mujeres. Es un poeta popular para ser leído o cantado, usa el euskera de la región donde vive (cerca de Saint Jean Pied de Port). Su métrica es la del bersolarismo y no la de la poesía culta. Los dos últimos poemas son una alabanza de la lengua vasca, se da cuenta él mismo que con su libro eleva el idioma que tanto ama a la categoría literaria. Utiliza un lenguaje de fácil comprensión incluso para los euskaldunes de hoy.
Apenas se ha estudiado aquella época, tan interesante culturalmente, en la Corte Navarra de Pau. La Reina Margarita y Detxepare enaltecen lo autóctono de Navarra contra la destrucción que han llevado a cabo los españoles de todo lo que oliera a navarro desde 1512. Por ello nosotros llegamos a desconocer nuestra propia historia. Hoy, quizás más solapadamente, se sigue destruyendo nuestra cultura, nuestra lengua y nuestra identidad. ¿Hay quién lo entienda? ¿Puede haber una incultura más despreciable?
Extraído de la web del Diario de Noticias de Navarra