20N, los nabarros llamados a una abstención coherente con la Patria
J.X. Mauleon, Cadreita-Nabarra
A los Estados bajo regímenes imperialistas y colonialistas, ya estén disfrazados como monarquías parlamentarias o repúblicas semipresidencialistas, ciertamente no les gustas las democracias, sino que realmente utilizan el nombre de dicha estructuración política para su beneficio y legitimación. Esto es el principio máximo del despotismo, ilustrado o no. Sino ¿Cómo podrían justificar sus atropellos militares, políticos, judiciales y fiscales realizados a lo largo y ancho de la historia ante la opinión mundial? Si por ellos fuere, jamás convocarían a las urnas a los Pueblos-Naciones que tienen bajo su sometimiento colonial e incluso a su mismo Pueblo-Nación.
En el caso del Pueblo-Nación de Nabarra, sufrimos a dos despóticos imperios, el Reino de España y la República de Francia. Se aproxima ya el próximo ejercicio “democrático” sancionado por el monarca español que se conoce como votar; será el 20 de Noviembre. Casualmente o no, coincide con la fecha en la que murió el dictador español Francisco Franco. Ya desde las primeras elecciones tras la muerte Franco, la imposición al Pueblo-Nación español y a todas las colonias bajo control militar español, venían sancionadas desde un impuesto Jefe de Estado para el imperio de España por el propio autodenominado generalísimo, lo que daba continuidad al régimen totalitario existente en España y sus colonias.
Partiendo de esta premisa, cualquier organización política española podía presentarse a las elecciones, incluidas aquellas que en la ideología primaria no eran españolas, como es el caso del conocido como nacionalismo vasco. No cabe ninguna duda, solo debemos repasar la historia moderna del Reino de España y la concerniente a la colonia española de Nabarra, que la aceptación del marco constitucional español actual, estaba asumida por los partidos nacionalistas, salvo la denominada y conocida como izquierda abertzale, de corriente independentista y de izquierdas, que a pesar de ello, ha participado en las diferentes convocatorias electorales, bien a las Cortes españolas o las instituciones coloniales dentro de una parte del territorio perteneciente a la colonia española de Nabarra, al igual que el resto de partidos del denominado ámbito nacionalista vasco. Esto fue llevado palpablemente mal por el colonialismo ultra-nacional español, por lo que aparecieron más y más trabas en el marco de la legalidad española, hasta la llamada ilegalización de las distintas marcas partidistas provenientes de la izquierda abertzale, intentando con ello mantener cerrada la puerta de la negociación y el diálogo con el cual poder independizarse del siempre opresor Estado español, al menos por estas tierras.
A pesar de los “avances democráticos” llevados a cabo desde el imperio español, que indudablemente están supeditados en gran medida a la desaparición de una organización terrorista o militar de origen nacionalista vasco, la puerta a la consecución de nuestra independencia o quizás, mejor dicho, hacia la recuperación de la soberanía del Estado de Nabarra, no existe en las reglas de juego de la Constitución Española; y tampoco en la de la Constitución Francesa. El imperialismo y colonialismo español, también el francés, siempre negará al Pueblo-Nación de Nabarra, el cual indudablemente es de origen vascón o vasco, su libertad.
Algunos se sorprenderán e incluso nos atacaran, pues no es fácil entender como un nabartzale como yo, pueda pedir la abstención para el día 20 de Noviembre, cuando de nuevo ha sido admitida la opción política de la izquierda abertzale, que tantos quebraderos de cabeza ha supuesto para el imperialismo español en las últimas décadas. Pero lo que está claro, a la historia me remito, es que el Estado español, a pesar de su natural ser colonialista, imperialista y totalitaria, sus sucesivos dirigentes son conscientes de la necesidad de tener de nuevo dentro de la legalidad vigente a la izquierda independentista vasca, eso sí, siempre y cuando ésta sea exclusivamente española.
No puedo negar la buena fe de aquellos que creen posible la consecución del objetivo primordial y libertario de la independencia para los vascos de esta parte de Europa. Pero deben tener muy presente, ellos y sus votantes, que siempre la política es una correlación de fuerzas manifiestamente violenta. De nuevo la izquierda abertzale ha conseguido ser aceptada en el marco político y constitucional de la Patria y de Nación española, donde la eficacia para la consecución del objetivo libertario de la independencia y soberanía, se torna realmente utópico e inalcanzable. El imperio español tiene como único fin continuar con la legitimación de actual estatus político, sin olvidarse de justificar y explicar, que la ilegítima invasión y ocupación de nuestra tierra, con el consiguiente y continuado genocidio, además de la brutal colonización que sufre desde hace más de V siglos-VIII y IX en otras partes de Baskonia-la Patria Nabarra, fue por union aeque principaliter.
Por todo ello y para no cometer errores pasados y nuevos, la abstención el día 20 de Noviembre es un acto coherente para los nabarros, ya que nuestro único Pueblo es el nabarro, nuestra única Nación, Nabarra, nuestro único Estado, Nabarra y como no, nuestra única Patria, Nabarra.
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