Felipe de Biana y Vega
Iñigo Saldise Alda
Felipe
de Biana y Vega nació en el Reino de Nápoles en el año 1456, siendo hijo del
legítimo heredero de la Corona de Nabarra, heredero de la Corona de Aragón, príncipe
de Biana y Girona, duque de Nemours, Gandia y Montblanc Carlos de Trastámara y
Evreux, y de su amante Brianda de Vega, esposa de Berenguer de Peguera y Montbui.
Su infancia la
pasó en el Reino de Nabarra junto a su madre, la cual residía en la casa del
clérigo de la villa de Larraga. El príncipe Carlos de Biana encargó al alcalde
de Cort Juan García de Lizasoain, su custodia, de manera que su madre Brianda
de Vega recibiese y tratase según “beneficio
de su fama cumple”.
Su madre Brianda de Vega se encontraba en la ciudad
condal de Barcelona, en el momento de la muerte de su padre Carlos de BIana y
Girona, en septiembre del año 1461. Los catalanes le instaron al príncipe
heredero de Nabarra y Aragón para que se casara con Brianda de Vega, in articulo mortis, para legitimar
así a Felipe
de Biana y Vega y poder declararlo su legítimo sucesor. Algo que no ocurrió y tras
la muerte de su padre recibió el título de conde de Beaufort.
Felipe de Biana
y Vega fue trasladado hasta la Corte de Zaragoza, donde continuó su educación
junto a su tío el príncipe de Girona Fernando de Aragón y Enríquez. Al llegar a
su mayoría de edad fue nombrado en el año 1477 arzobispo de la ciudad de
Palermo, permaneciendo en dicho cargo hasta el año 1482, cuando su petición de
dimisión fue aceptada por Fernando de Nápoles.
El motivo de su
renuncia fue debido a que su tío Fernando II de Aragón y Sicilia, había pensado
en él para realizar una unión en todas las órdenes militares de la Corona de
Aragón, muy similar en poder y valía a las órdenes existentes en la Corona de
Castilla. Así pues, Felipe de Biana y Vega fue impuesto por el rey español
Fernando II de Aragón como nuevo Maestre, en detrimento de Felipe Vivas de
Canamás, que había sido elegido por las órdenes militares aragonesas, que
finalmente reconocieron al bastardo de Biana en el año 1484.
Ya como Maestre
de la orden militar de Montesa, Felipe de Biana y Vega acompañó al rey católico
en su campaña contra el Reino nazarí de Granada, teniendo una participación
destacable al frente de sus caballeros cristianos, tomando las villas de Vera y
Muxacar, junto a otros muchos pueblos andaluces.
Murió en el año
1488 en tierras nazarís, concretamente en la segunda fase del primer intento de
tomar Baza, debido a un disparo de arcabuz realizado por un sarraceno. Sus
restos están en la abadía de Santa María de Cañamanes y Boll. No tuvo
descendencia.