Juan Alonso de Biana y
Cappa
Iñigo Saldise Alda
Juan
Alonso de Biana y Cappa nació en el Reino de Sicilia, concretamente en la
ciudad de Palermo, en el año 1459, siendo hijo natural del legítimo heredero de
la Corona de Nabarra, heredero de la Corona de Aragón, príncipe de Biana y
Girona, duque de Nemours, Gandia y Montblanc Carlos de Trastámara y Evreux, y
de su amante la doncella “de
baja esfera, aunque de singular hermosura” Margarita Cappa.
Su
niñez la pasó junto a su madre, bien atendido desde la lejanía por su padre. Su
educación se llevó a cabo por monjes sicilianos, encauzando su vida a la vida
religiosa. Su principal maestro fue el
fraile Francisco Casisi.
El día 10 de mayo del
año 1476, el capítulo del monasterio benedictino de San Juan de la Peña lo eligió
como abad. Ocho días después se le notificó a Juan Alonso de Biana y Cappa su
elección, estando éste en Tutera-Tudela junto a su abuelo. El papa Sixto IV, a
petición del rey Juan II de Aragón y Nabarra, la confirmó el día 21 de mayo del
año 1477, tras dispensar la falta de edad, pues sólo contaba con 18 años. Esto
se debió a su linaje regio y a sus virtudes
religiosas. En la bula, el emperador cristiano de Roma, le denominó clérigo de
Palermo.
Tras su confirmación
Juan de Alonso de Biana y Cappa pasó a llamarse Juan de Aragón y Nabarra. El
católico rey Fernando V de España le donó el día 4 de agosto del año 1479, 50
florines de oro en oro.
Entre el día 1 de enero del año 1480 y el día 17
de septiembre del año 1481, Juan de Aragón y Nabarra fue comendaticio de la
iglesia de nuestra Señora del Pilar y el priorologio conservado en el archivo
de la catedral de la Seo en la ciudad de Zaragoza.
En el año 1482 renunció
a su cargo de abad de San Juan de la Peña, dándoselo, más o menos de forma
obligada, a su maestro el fraile Francisco Casisi. El día 21 de diciembre de
ese mismo año, Fernando V de España le pagó 20.000 florines a Juan de Aragón y
Nabarra, al que tituló “obispo de Patti”.
El papa Sixto IV, el
día 24 de octubre del año 1482, nombró oficialmente a Juan de Aragón y Nabarra administrador
del obispado de Patti, estando sólo ordenado de menores, y obispo de aquella
iglesia para cuando llegase a la edad legítima. Esta provisión pse hizo sin la
voluntad de Fernando V de España y así se lo dijo éste dos años después al cardenal
de Girona Juan Margarit desde la ciudad Córdoba, donde ya proveía a Juan de Aragón y Nabarra
del obispo de Huesca.
El cardenal de Girona
Juan Margarit, gestionó y consiguió el traslado de Juan de Aragón y Nabarra a
la sede Oscense, para ocupar él la vacante que dejaba en el obispado de Patti,
el día 25 de agosto del año 1484. Desde Córdoba, el día 1 de septiembre, Fernando V de España ordenó
a las autoridades de Aragón, que permitiesen a Juan de Aragón y Nabarra, o a
sus procuradores, la posesión del obispado Oscense, sede vacante desde el fallecimiento
de Antonio de Espés.
Mediante una bula del
nuevo papa Inocencio VIII, éste nombraba a Juan de Aragón y Nabarra como obispo
de Huesca y Jaca, el día 1 de octubre y expresa que el interesado de la
siguiente manera: “(…) clericum
Panormitanum clericali caractere dumtaxat insignitum, de Regali prosapia
procreatum, cum apud nos de litterarum scientia vite munditia, honestate morum
(…)”.
En el mismo día, el
emperador cristiano de Roma, le dispensó a Juan de Aragón y Nabarra la edad
para ser obispo, y comunicó a los cabildos de Huesca-Jaca la noticia de su
elección, así como a Fernando V de España, diciendo que resultaba honorable a
Dios y a las iglesias el tener por prelados a príncipes seculares. Finalmente,
el día 5 de octubre, dio licencia a Juan de Aragón y Nabarra, como electo
obispo oscense y jacetano, para recibir de cualquier obispo católico las órdenes
sacras, sucesivamente en días domingos o festivos fuera de las témporas, para
ser consagrado así por el mismo o por otro, con asistencia de dos prelados más.
En el año 1485 visitó las
iglesias de Barbastro y Jaca, dictando estatutos relativos a las viviendas de
los canónigos, junto al aumento y el decoro del culto católico.
En el año 1486 y siendo
obispo de Huesca, Juan de Aragón y Nabarra seguía cobrando las rentas del
obispado de Patti. El día 6 de mayo, Fernando V de España, desde Córdoba,
ordenó al virrey de Sicilia que no se lo permitiera, pues únicamente le
pertenecían hasta el día de la toma de posesión del obispado de Huesca. Por
ello, las rentas las debía percibir el tesorero real, hermano del obispo electo
de Patti, incluso las indebidamente cobradas por Juan de Aragón y Nabarra.
Ese año, acaba de
quedar nombrado el arciprestazgo de la Val de Onsella. Su territorio lo incluyó
el concilio de Jaca del año 1063, en la diócesis de Huesca, con pertenencia a
la jurisdicción del vicario general de Jaca. Entonces se movió litigio con la iglesia
de Iruinea-Pamplona, que retenía aquella Val en su diócesis; y en varios concilios
provinciales reclamaron las iglesias de Huesca y Jaca, comandadas por Juan de
Aragón y Nabarra. El día 7 de noviembre desde Salamanca, Fernando V de España
ordenó a su hijo natural Alonso de Aragón, administrador perpetuo del
arzobispado de Zaragoza y lugarteniente general suyo en Aragón, que mandase
cumplir la sentencia dada en la curia romana en el pleito por la posesión de
este arciprestazgo, fallado en favor del obispo de Iruinea-Pamplona.
La supuesta renuncia
de Juan de Aragón y Nabarra del cargo de abad de la abadía por Juan de Aragón y
Nabarra, todavía irritaba en extremo al rey católico Fernando V de España,
porque Francisco Casini, el nuevo abad, lo había obtenido fraudulentamente por
el dicho fraile. Así se lo escribió al papa desde el campamento frente a la
ciudad de Málaga el día 27 de junio del año 1487. En dicha misiva le pedía al
papa que removiese al Casisi, porque había obtenido la abadía con fraude y maldad,
además de ir contra sus personales deseos. El fraile Francisco Casisi por otro
lado, simulaba querer resignar la abadía en el obispo de obispo de Huesca Juan
de Aragón y Nabarra. El rey católico de España pretendía que la abadía recayese
en su hijo natural Alonso de Aragón y Ruiz de Ivorra.
Juan de Aragón y
Nabarra continuó toda su vida dedicado a la administración de su obispado en
Huesca-Jaca. Realizando numerosas mejoras en iglesia e incluso en la catedral
oscense. Fue un gran aficionado a las letras y al arte.
Falleció en su palacio
de Huesca el día 13 de diciembre del año 1526, habiendo gobernado las iglesias
de Huesca, Jaca y Barbastro. Fue sepultado en medio del presbiterio mayor de la
Catedral, bajo losa de alabastro, esculpida en ella la efigie del prelado y su
escudo de armas, y esta inscripción sepulcral:
HIC
JACET ILLE QVI DE PRAESVL TAM INCLYTVS OSCAE,
REGIVS
IPSE JOANNES GALLORVM ALMA PROPAGO.
LVCIA
CAEDES HIC SVPERAVIT NESTORIS ANNOS,
IDIBVS
IN AVRORA A CHRISTI NAT1VITATE DECEMBRIS
1526