La inaplazable libertad
Iñigo Saldise Alda
Partiendo de que nuestro objetivo final o único objetivo político, es que Nabarra vuelva a ser una Nación con su histórico Estado libre y soberano. Bueno, Nación ya lo somos. Ya lo éramos cuando fuimos vilmente invadidos por las tropas regulares de España (Castilla-León y Barcelona-Aragón) en 1512 y también cuando las tropas regulares de Francia nos violentaron ilegalmente en el año 1620. Actualmente nos falta recuperar ese Estado que ya tuvimos para que nos dé de nuevo, por fin en el siglo XXI, además de la libertad que nos arrebataron bruscamente en los siglos XVI y XVII, rescatar nuestra ancestral identidad como nabarros y la dignidad de vivir como ciudadanos libres en nuestro propio País, en vez de como súbditos colonizados, sometidos, subordinados y sojuzgados por unas Naciones extranjeras, la española y la francesa.
Queremos, como no nos cansamos de decir, la libertad y la posibilidad de disfrutar de nuestros incontables bienes, lo cual hoy es impedido desde España y Francia por su altísimo egoísmo colonial, con la consiguiente rapiña imperialista llevada a cabo por ambos Estados.
Es
indudable que el colonialismo tiene sus días contados, aunque esos
Países que lo ejercen, como lo hacen España y Francia, se resistan
a perder los territorios ilegalmente invadidos e indebidamente
ocupados. En otros territorios ocupados por potencias colonialistas,
ya están pensando en la realización de referéndums para su
autodeterminación. Esto es algo impensable en la colonia
franco-española de Nabarra; no solo por la tozudez absolutista,
colonialista e imperial de España y Francia, sino que si en algún
momento se llega a celebrar un referéndum en Nabarra, el resultado
sería totalmente engañoso debido al elevado número de colonos y
colonialistas españoles y franceses que han trasladado su residencia
a las Tierras de Nabarra.
Muchas
veces hemos dicho que Nabarra no necesita un referéndum sobre su
autodeterminación para volver a recuperar su libertad, porque esta
Tierra ya era libre desde su autodeterminación en el año 778, y
estaba habitada por un Pueblo que poseía sus estructuras sociales y
familiares bien establecidas, definidas y diferenciadas del resto de
los Pueblos limítrofes, antes de sufrir unas brutales y sanguinarias
invasiones militar con la consiguiente ocupación ilegal
franco-española, unido al genocidio que acabó con su recurrente
modo de vida establecido y regido bajo el Derecho Pirenaico o
Nabarro.
¿Por qué no podemos tener un pasaporte nabarro y un documento nacional de identidad nabarro? ¿Por qué no podemos disfrutar nosotros, que somos sus legítimos propietarios, los bienes que producen estas Tierras? ¿Por qué tenemos que seguir dependiendo de los caprichos coloniales de los Estados imperiales de España y Francia, en vez de contar con nuestro propio Estado nabarro?
Instamos a que se entiendan bien nuestras palabras, porque se ha producido cierta confusión en el pasado más reciente; si finalmente conseguimos independizamos de España y de Francia, habrá grupos libertarios de Nabarra que no tendrán ya razón de existir, al convertiremos en una Nación libre, independiente y soberana, con nuestra bandera colorada hondeando en los foros Internaciones, donde tendremos asiento, voz y voto.
Actualmente Nabarra padece dos epidemias: una economía dirigida y mal llevada por las metrópolis colonialistas de Madrid y Paris. Otra por el elevado número de agentes colonialistas dentro de las fronteras naturales de las Tierras de Nabarra, que con sus continuadas acciones de índole nacionalista español y/o francés, limitan la capacidad de autogestión de la Nación Nabarra, con las desfachatez incluso, de hablar en nombre de la misma como parte integrante de la Nación española y/o Nación francesa.
Por estas razones que hemos expuesto en este escrito, por la lógica, la justicia, la historia, la humanidad, los sentimientos humanitarios, la existencia de un sangrante genocidio físico, lingüístico y cultural que sigue impune casi quinientos años después, la independencia de Nabarra tiene que llegar de nuevo. Que no se pongan simplones los políticos españoles y franceses, junto sus aliados colonialistas amantes de la españolidad y de la francesidad falsas de Nabarra, porque el advenimiento de nuestra libertad es inaplazable e inevitable.
