Jose Mº Unzueta
Estado de Nabarra: FALSIMEDIA
Soberanía de Navarra
“Un régimen democrático sólo puede constituirse sobre los derechos fundamentales. No hay democracia donde no hay derechos, y no hay derechos donde falta el derecho de autodeterminación de los pueblos, primero de los derechos humanos y condición previa de los demás. El derecho de libertad, libre disposición o autodeterminación de todos los pueblos es el derecho de independencia incondicional e inmediata frente al imperialismo (…) La historia nos enseña que nuestra lucha continua por la libertad ha sido la lucha por la recuperación de la estatalidad que el nacionalismo español y el francés han pretendido aniquilar”. Joseba Ariznabarreta Filósofo y estatalista nabarro
FALSIMEDIA: Acertado término acuñado por el periodista y escritor Carlos Tena para referirse a todo el poder mediático al servicio del “establishment”. En el Estado Baskón de Nabarra, el control por parte del imperialismo Franco-Español-Vaticanista de los medios de prensa, radio y TV, además de toda una caterva de tertulianos, junta-letras del pesebre, verdaderos “FALSIMEDIAS” han logrado que se identifique eufemísticamente democracia a lo que realmente es una farsa o absolutismo retrógrado camuflado.
FALSIMEDIA tergiversa los conceptos tratando de marear a la ciudadanía Nabarra, en ese caminar no es ajena la clase política heredera del imperialismo, además de cierta clase política autóctona más preocupada por su propio estatus y “modus vivendi” que por avanzar en el proceso de descolonización, recuperación de la soberanía sobre la plena territorialidad (Desde Atapuerca hasta Foix –Andorra, y desde Buedeos hasta el Moncayo) y la independencia.
Los pueblos no se rebelan contra los estados democráticos, sino contra la humillante subordinación a los dictados del imperialismo, en nuestro caso del Franco-Español-Vaticanista, entonces cómo podría pensarse ahora cuando tanto se habla por parte imperialista de unos supuestos Estados de derecho, que se oculta realmente la eliminación de derechos cívicos, humanos, democracia, etc, por parte de los aliados franco-españoles y del estado papal. La realidad es que en la vieja Europa todavía hay tres estados gran nacionales que nos oprimen, siempre bajo la bota imperial de corte decimonónico con un gran y amplio apoyo mediático de la “FALSIMEDIA”.
En realidad, salvo en momentos históricos gloriosos en los cuales éramos libres y dueños de nuestra soberanía, la cual acabaron cruelmente, no se nos olvide, mediante la conquista y genocidio del Estado y pueblo más viejo de Europa, lo que había en estas tierras antes de que nos impusieran su nefasta orden vía “manu militari”, eran instituciones avanzadas; no olvidemos que Nabarra junto con Florencia eran pioneros en el Renacimiento. Hoy no tenemos más que una tristes caricatura de una supuesta democracia, la cual es dictada, controlada y legislada por los tres pilares de ese imperialismo cavernícola y cutre, además de la colaboración intrínseca de organizaciones autóctonas, ciertamente serviles, que no tienen inconveniente en utilizar la violencia pura y dura en cuanto ven peligrar sus sucios intereses personales y partidistas, que siempre están por encima del País al que dicen defender.
Los partidos tradicionales, en general, son fieles herederos del imperialismo y los autóctonos en particular, cada vez están más lejos de los intereses de su pueblo, decreciendo la base popular y ciertamente lastrados por la corrupción y el poltronismo puro y duro, hay que decir que nada tienen que ver con un modelo verdaderamente democrático. No hay dudad que su modelo es un modelo de la “pseudo-democracia”, donde existen las aguas revueltas que les benefician, donde la caña y la red de pescar, ciertamente la tienen los del triunvirato imperialista al que sirven por unas migajas. No puede hablarse de democracia en un País donde se opera impunemente en defensa de intereses ajenos a los de nuestro pueblo, donde se apoya directamente a unas instituciones impuestas y donde el colaboracionismo autóctono, perfectamente engrasado por los medios de FALSIMEDIA, blindan toda posibilidad de una salida democrática al conflicto, el cual hunde sus raíces en las violaciones de nuestro territorio y en la colonización de nuestra nación.
La contaminación de la palabra y la propaganda mediática, han llegado a tal extremo que no permiten ver con claridad donde está la veracidad informativa. La ética y la búsqueda de la verdad, están ausentes y por tanto, prevalece la distorsión de la realidad. Los medios FALSIMEDIA de comunicación existentes en el Estado Baskón de Nabarra, son el ejemplo de esa contaminación que sufrimos en nuestra Patria. Su accionar constante es para justificar la colonización, la asimilación y el desmantelamiento de nuestra identidad, y difundir que nuestro País, Estado de Nabarra, no existe. Tergiversan constantemente toda realidad que no encaje en los patrones marcados por los poderes del imperialismo Franco-Español-Vaticanista.
Los grandes monopolios informativos FALSIMEDIA de esos imperios, que para nosotros son uno, están en una fuerte campaña con la cual atacar y desprestigiar a cualquier atisbo de solución que no pase por la sumisión total a los dictados de España y Francia, siempre con el consentimiento papal. .El blanco mediático de la campaña de desprestigio, siempre es todo lo que se mueva en torno a cualquier movimiento que pretenda la recuperación de la SOBERANIA secuestrada y por lo tanto usurpada. Este mismo poder mediático instalado en nuestro territorio, ensalza los valores de los sectores más colonizados y adictos al imperialismo que nos esclaviza. La democracia verdadera es la que está por venir, la que significará, para el conjunto de nuestra nación, la recuperación de la “SOBERANIA”. Esto concluyentemente supondrá la segunda y definitiva independencia.
La “pseudo-democracia representativa” que nos ha impuesto el imperialismo del triunvirato es incontestablemente falsa; no hay duda que no es racional pues promueve la colonización, la alienación, el negacionismo y la liquidación de todo vestigio de lo que fue nuestra Patria. A esto solo se le llamar “NABARRICIDIO INTEGRAL”. Además se nota que tienen prisa en culminar su violenta acción, ya que ni siquiera son capaces de disimularlo. En el proceso histórico-político se han sumado una serie de Torquemadas fundamentalistas, cuya imagen nos hace retrotraernos a la inquisición, al blanco y negro de la perversión del “sapiens”. Su tiempo ha pasado, el ciclo de los nabarricidas clericaloides más FALSIMEDIA ha terminado, y con ello el soporte ideológico del imperialismo Franco-Español-Vaticanista. Lo único que les queda es el parcheo y la esperanza de un milagro del apóstol Santiago o de San Luís, para que vuelva a brillar la estrella que les traslade desde “el imperio hacia Dios”, mientras sufren la indiferencia más absoluta de la ciudadanía de Nabarra. Y la FALSIMEDIA mientras tanto, debe saber que pierde la denominada audiencia de prensas y TV, mientras que el ejército de los junta-letras van engrosando lentamente en el paro.
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2010/09/29
2010/09/25
Estado de Nabarra. La cultura
J.M. Unzueta
Estado de Nabarra. La cultura
Soberanía de Navarra
"Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción" Simón Bolivar, libertador de: Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, y tuvo mucha influencia en la descolonización del resto de pueblos sudamericanos. Los antepasados del libertador fueron baskones, nabarros.
La cultura: Es el conjunto de todas las formas, los modelos o los patrones, explícitos o implícitos, a través de los cuales una sociedad regula el comportamiento de las personas que la conforman. Como tal incluye costumbres, prácticas, códigos, normas y reglas de la manera de ser, vestimenta, religión, rituales, normas de comportamiento y sistemas de creencias. Desde otro punto de vista se puede decir que la cultura es toda la información y habilidades que posee el ser humano. El concepto de cultura es fundamental para las disciplinas que se encargan del estudio de la sociedad, en especial para la antropología y la sociología.
La UNESCO en el año 1982, declaró que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella, el hombre se expresa y toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado poniendo en cuestión sus propias realizaciones, a la vez de buscar incansablemente nuevas significaciones y crear obras que lo trascienden.
La cultura en Nabarra es tal y como nos la explica nuestro compatriota y ex Profesor de la Universidad de Cambridge, Jon Oria Oses. Cultura no es más que cultivar lo que ya existe, mantenimiento de lo que ya está, protección de lo que ya preexiste, que si va a avanzar, va a ser porque estamos protegiendo la historia, la literatura, protegiendo todo hasta las plantas y los animales del planeta, porque en esto, somos terriblemente anticulturales, cuando destruimos algo, lo que sea. Nabarra fue y es para mí nuestro Estado, el del Pueblo Baskón y su cultura, por ello vamos a proteger lo que sabemos, lo que tenemos, lo que funciona. A mí lo que más me extraña que algunas tribus americanas hayan funcionado veinte siglos simplemente protegiendo lo que tienen, hay que avanzar, sí, pero protegiendo. “SHAKESPEARE” afirmó en su día que Nabarra seria la maravilla del Mundo, simplemente porque tenía unas academias que estudiaban y traducían, que enfatizaban en lo que ya se conocía y que estaban sobre lo seguro y no por experiencia que no sabían lo que iba a pasar.
El Profesor Jon Oria Oses, además es escritor sobre la historia de Nabarra. Una de sus obras más famosas es: “NABARRA ES UNA COLONIA ESPAÑOLA Y FRANCESA”. Es especialista en la historia de Margarita de Nabarra, esta excepcional mujer era cultísima. En la capital Pau, entonces del Estado Nabarro, se cultivaron las ciencias y las artes, era junto con Florencia los símbolos del Renacimiento. No olvidemos que Margarita era la madre de otra excepcional dama nabarra, Juana de Albret y a su vez abuela del incomparable rey Enrique III de Nabarra y IV de Francia. Este rey nabarro del siglo XVI y principios del XVII, fue uno de los impulsores de la unión europea, siendo asesinado por el jesuita Ravaillac, por instigación del rey de España, de la Liga Católica francesa y del emperador del Vaticano.
Hoy nuestro Estado esta diezmado y desculturizado. El imperialismo Franco-Español-Vaticanista ha introducido una cultura tergiversada y transgénica buscando el total sometimiento del Pueblo Baskón mediante una colonización atroz, que nada tiene que ver con aquella política que potenciaba el Renacimiento y que mucho antes nuestro País fue capaz de generar mediante un código claramente Humanista, llamado Derecho Pirenaico “antes leyes que reyes” hoy presente todavía de Andorra (Foix, Nabarra).
Como se ve, en toda nuestra historia el Estado Vaticano está presente, conspirando, alentando a todos nuestros enemigos, y es el responsable máximo de la conquista genocida, colonización, alienación y negacionismo. Por lo tanto ya no es suficiente el pedir y porfiar perdones. Nosotros los herederos de las víctimas de toda esta barbarie contra Nabarra y contra la Humanidad, una vez recuperada, más pronto que tarde, la soberanía sobre la territorialidad comprendida desde Atapuerca hasta Foix (Andorra) y desde Burdeos hasta el Moncayo, deberemos de someter a juicio Internacional al Estado Vaticano y a su representante máximo, que actualmente cuenta como punta de lanza dentro de nuestro País y claramente posicionada contra nuestra Patria, la organización más mafiosa y claramente anticristiana del Opus Dei, fundada por el ínclito Escrivá de Balaguer, que hoy mismo en la capital del Estado Baskón de Nabarra posee un imperio mediático integral, que desarrolla un genocidio cultural y un continuado Nabparthied contra todo lo que suponga el NABARRISMO BASKÓN Y HUMANISTA, introduciendo toda la cultura transgénica del imperialismo más barriobajero y cutre “made in Spain”.
El Estado Baskón de Nabarra, siendo su Pueblo el más viejo de Europa y según el Profesor Jon Oria Oses, poseedor del idioma base de todos los demás del continente Europeo, por tanto el euskara es el idioma más antiguo de Europa. Esto lo corrobora Josu Naberan en su libro “ITZEN KOBA” que dispone de la metodología para mediante el nombre del lugar descifrar la ubicación del mismo. Este importante autor para el Pueblo Baskón, es ignorado intencionadamente por el “establishment” cultural y pesebrero.
El Estado Baskón de Nabarra, debido a su gran tradición histórica, puede aportar formas y criterios de comportamiento Humanista, “sapiens”, de grandes valores tan necesarios en el Mundo de hoy. Los ejemplos de esto son palpables; no hay más que mirar a América en todo el proceso de descolonización, la impronta de los Baskones Nabarros es constante en esos países. La gran influencia en el despertar de los Pueblos y ayudar a recobrar la soberanía e independencia de multitud de Pueblos que hoy son naciones en America, ayudándoles a liberarse del yugo imperial de estados totalitarios como España y Francia entre otros…
Estado de Nabarra. La cultura
Soberanía de Navarra
"Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción" Simón Bolivar, libertador de: Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, y tuvo mucha influencia en la descolonización del resto de pueblos sudamericanos. Los antepasados del libertador fueron baskones, nabarros.
La cultura: Es el conjunto de todas las formas, los modelos o los patrones, explícitos o implícitos, a través de los cuales una sociedad regula el comportamiento de las personas que la conforman. Como tal incluye costumbres, prácticas, códigos, normas y reglas de la manera de ser, vestimenta, religión, rituales, normas de comportamiento y sistemas de creencias. Desde otro punto de vista se puede decir que la cultura es toda la información y habilidades que posee el ser humano. El concepto de cultura es fundamental para las disciplinas que se encargan del estudio de la sociedad, en especial para la antropología y la sociología.
La UNESCO en el año 1982, declaró que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella, el hombre se expresa y toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado poniendo en cuestión sus propias realizaciones, a la vez de buscar incansablemente nuevas significaciones y crear obras que lo trascienden.
La cultura en Nabarra es tal y como nos la explica nuestro compatriota y ex Profesor de la Universidad de Cambridge, Jon Oria Oses. Cultura no es más que cultivar lo que ya existe, mantenimiento de lo que ya está, protección de lo que ya preexiste, que si va a avanzar, va a ser porque estamos protegiendo la historia, la literatura, protegiendo todo hasta las plantas y los animales del planeta, porque en esto, somos terriblemente anticulturales, cuando destruimos algo, lo que sea. Nabarra fue y es para mí nuestro Estado, el del Pueblo Baskón y su cultura, por ello vamos a proteger lo que sabemos, lo que tenemos, lo que funciona. A mí lo que más me extraña que algunas tribus americanas hayan funcionado veinte siglos simplemente protegiendo lo que tienen, hay que avanzar, sí, pero protegiendo. “SHAKESPEARE” afirmó en su día que Nabarra seria la maravilla del Mundo, simplemente porque tenía unas academias que estudiaban y traducían, que enfatizaban en lo que ya se conocía y que estaban sobre lo seguro y no por experiencia que no sabían lo que iba a pasar.
El Profesor Jon Oria Oses, además es escritor sobre la historia de Nabarra. Una de sus obras más famosas es: “NABARRA ES UNA COLONIA ESPAÑOLA Y FRANCESA”. Es especialista en la historia de Margarita de Nabarra, esta excepcional mujer era cultísima. En la capital Pau, entonces del Estado Nabarro, se cultivaron las ciencias y las artes, era junto con Florencia los símbolos del Renacimiento. No olvidemos que Margarita era la madre de otra excepcional dama nabarra, Juana de Albret y a su vez abuela del incomparable rey Enrique III de Nabarra y IV de Francia. Este rey nabarro del siglo XVI y principios del XVII, fue uno de los impulsores de la unión europea, siendo asesinado por el jesuita Ravaillac, por instigación del rey de España, de la Liga Católica francesa y del emperador del Vaticano.
Hoy nuestro Estado esta diezmado y desculturizado. El imperialismo Franco-Español-Vaticanista ha introducido una cultura tergiversada y transgénica buscando el total sometimiento del Pueblo Baskón mediante una colonización atroz, que nada tiene que ver con aquella política que potenciaba el Renacimiento y que mucho antes nuestro País fue capaz de generar mediante un código claramente Humanista, llamado Derecho Pirenaico “antes leyes que reyes” hoy presente todavía de Andorra (Foix, Nabarra).
Como se ve, en toda nuestra historia el Estado Vaticano está presente, conspirando, alentando a todos nuestros enemigos, y es el responsable máximo de la conquista genocida, colonización, alienación y negacionismo. Por lo tanto ya no es suficiente el pedir y porfiar perdones. Nosotros los herederos de las víctimas de toda esta barbarie contra Nabarra y contra la Humanidad, una vez recuperada, más pronto que tarde, la soberanía sobre la territorialidad comprendida desde Atapuerca hasta Foix (Andorra) y desde Burdeos hasta el Moncayo, deberemos de someter a juicio Internacional al Estado Vaticano y a su representante máximo, que actualmente cuenta como punta de lanza dentro de nuestro País y claramente posicionada contra nuestra Patria, la organización más mafiosa y claramente anticristiana del Opus Dei, fundada por el ínclito Escrivá de Balaguer, que hoy mismo en la capital del Estado Baskón de Nabarra posee un imperio mediático integral, que desarrolla un genocidio cultural y un continuado Nabparthied contra todo lo que suponga el NABARRISMO BASKÓN Y HUMANISTA, introduciendo toda la cultura transgénica del imperialismo más barriobajero y cutre “made in Spain”.
El Estado Baskón de Nabarra, siendo su Pueblo el más viejo de Europa y según el Profesor Jon Oria Oses, poseedor del idioma base de todos los demás del continente Europeo, por tanto el euskara es el idioma más antiguo de Europa. Esto lo corrobora Josu Naberan en su libro “ITZEN KOBA” que dispone de la metodología para mediante el nombre del lugar descifrar la ubicación del mismo. Este importante autor para el Pueblo Baskón, es ignorado intencionadamente por el “establishment” cultural y pesebrero.
El Estado Baskón de Nabarra, debido a su gran tradición histórica, puede aportar formas y criterios de comportamiento Humanista, “sapiens”, de grandes valores tan necesarios en el Mundo de hoy. Los ejemplos de esto son palpables; no hay más que mirar a América en todo el proceso de descolonización, la impronta de los Baskones Nabarros es constante en esos países. La gran influencia en el despertar de los Pueblos y ayudar a recobrar la soberanía e independencia de multitud de Pueblos que hoy son naciones en America, ayudándoles a liberarse del yugo imperial de estados totalitarios como España y Francia entre otros…
Nuestro camino es la paz
Nuestro camino es la paz
J. X. Mauleon, Cadreita-Nabarra
Repasando la bibliografía de la página web Osoa.net, he dado con un escrito realizado de forma anónima desde el pueblo de Murchante, el cual lleva por fecha el 18 de abril del año 2006. Este brillante escrito a mi parecer, coincidía con la anterior tregua realizada por la organización militar o terrorista-dependiendo en gran medida de quien la nombre-de Euskadi Ta Askatasuna.
Es importante y necesario, al menos para mi persona, para así poder llegar a esta deliberación o reflexión, siempre privativa debido a mi Patriotismo Nabarro, que quiero presentar en este artículo desde un análisis y una comparación la situación actual, teniendo muy vigente con la declaración del 2006, ante una nuevo comunicado de ETA, al parecer con vistas de solucionar el conflicto que acarreamos, el cual es muy superior o anterior a la existencia de cualquier movimiento político originario de imaginario de Sabino Arana y de su particular planteamiento político, por parte de esa organización antes mencionada,-militar o incluso libertadora para unos, terrorista para otros y no solo me refiero a los invasores y colonizadores extranjeros de este País, sino a miembros del mismo-debemos asimilar la premisa que el autor del escrito titulado Sobre la tregua de ETA, nos deja en su anónimo.
Yo creo que cualquier persona, bien sea esta nabarra, española, francesa o de cualquier otra nacionalidad de este Mundo, debe tener muy presente que el problema mencionado no es un problema moral sino político, como se recalca en el anónimo citado. Dicho problema político, es catalogado por los colonizadores y las mentes colonizadas existentes en nuestra bella Baskonia, como el problema vasco de forma erróneo o tal vez incluso podríamos considerarlo como malintencionada; y esto lo digo y lo afirmo con rotundidad política, porque cualquier conocedor de la historia política del Estado de Nabarra y también de la historia de Europa donde se desarrolla, aunque no lo creamos también en ésta repercute, me dará la razón sin ningún tipo de tapujo y además se podría decir que de forma objetiva, que este es efectivamente y sin ningún tipo de dudas un problema nabarro y por ende se convierte a su vez en un problema europeo y Mundial.
Partiendo por tanto de esta premisa, la cual seriamente crea una verdadera facilidad para entender las raíces del problema y por tanto abrir la puerta así a su resolución definitiva, es el momento del reconocimiento expreso del origen del mismo por todos los agentes políticos mundiales, y más concretamente de sus Estados. Realmente el problema que nos asiste es la dificultad de contemplar el problema (nabarro, europeo y Mundial), desde una perspectiva limitada y por tanto parcial de la historia, ya que ciertamente este problema se sustenta o parte mejor dicho, de la base histórico-política de la violenta invasión militar-tal vez deberíamos llamarla o describirla los nabarros como terrorista-realizada por Castilla-León (España) y también, no se nos olvide, por Francia.
A decir verdad, la actual situación que sufre la Nación de Nabarra, ya sean sus componentes descendientes del Pueblo vasco (tal vez sería mejor decir Pueblo vascón) e igualmente con miembros de otros Pueblos que se han comprometido con nuestra Nación Nabarra, no dista mucho de la situación que se vivía en abril del año 2006, bueno, quizás ha ido a peor. La represión judicial, político, económica, policial y militar, se ha incrementado con creces y los que mayor la sufren son los miembros del Pueblo vasco o vascón. Este escenario de represión, unido a la cerrazón en banda de la organización ETA de no dejar la vía de las armas, sirve de excusa y a su vez de escudo ante la opinión pública europea y mundial, tanto al imperialismo español como al imperialismo francés, para así seguir manteniendo y de forma continuada ya desde hace varios siglos atrás, su destructiva maquinaria de acción político-militar, la cual es verdaderamente violenta, colonizadora, déspota y opresora, bajo un aparente pero realmente falso manto democrático, el cual es legitimado en la prosopopeya de las elecciones y de unos partidos políticos españoles y franceses, pues no existen de otro tipo de partidos políticos dentro de la colonia de Nabarra.
Ante la doctrina del poder de violencia contra la Nación Nabarra, emanada tanto desde Madrid como desde Paris desde siglos atrás, que ha llevado en la actualidad a un gran número de miembros principalmente del Pueblo vasco a las cárceles, además de los muertos existentes en los diferentes bandos desde la creación de la organización ETA, muchos de los cuales son ajenos incluso a las acciones militares o terroristas realizadas por dicha organización,-que cada cual coja el término que desee-pero son intencionadamente utilizados desde el poder de violencia, español y francés, para la creación de mártires de sus Estados y para su causa imperialista y colonizadora, bajo un manto de falso pacifismo y algo a lo que ellos llaman, sin ningún tipo de reservas, democracia.
Una vez dicho esto y siempre bajo la premisa Patriótica Nabarra que me da mi condición, teniendo así como objetivo final la liberación del Estado de Nabarra, la mejor acción que puede realizar en estos momentos ETA, es precisamente la última. La pueden llamar tregua perpetua o un desarme total o como quieran, pues a pesar de que originariamente sus miembros y simpatizantes puedan considerarla como una derrota, mientras que los colonizadores españoles y franceses la presenten como un victoria, realmente debemos tener presente que esta acción final descolocaría a medio y largo plazo al imperialismo conjunto denominado franco-español y también a sus diferentes aliados, ya que con la total falta de acciones violentas-militares o terroristas vos eliges-realizadas por la organización ETA, perderían definitivamente la única baza actual que les permite sustentar el sometimiento sobre la Nación Nabarra.
Estamos en el año 2010 y la lucha armada o terrorismo-tú eliges-no ha dado los frutos que sus actores deseaban, incluso podríamos pensar o afirmar que no tiene razón de ser. Pero a decir verdad, tampoco lo han dado las acciones políticas realizadas bajo el manto de las Constituciones impositivas y extranjeras de España y Francia. Ha llegado la hora de realizar un análisis político interior y profundo en todos los miembros del Pueblo vasco. Es realmente el momento de dejar de desgastar a la Nación Nabarra legitimando los poderes violentos de los Estados español y francés, ejecutando las vías pacíficas que predicó y practicó Mohandas Karamchand Gandhi, el cual consiguió finalmente la liberación de la India mediante la actuación soberana desde una desobediencia civil y política. Debemos trabajar y actuar bajo el amparo de un gobierno propio de carácter provisional, plural, aceptado y respetado por todos los miembros de la Nación Nabarra.
J. X. Mauleon, Cadreita-Nabarra
Repasando la bibliografía de la página web Osoa.net, he dado con un escrito realizado de forma anónima desde el pueblo de Murchante, el cual lleva por fecha el 18 de abril del año 2006. Este brillante escrito a mi parecer, coincidía con la anterior tregua realizada por la organización militar o terrorista-dependiendo en gran medida de quien la nombre-de Euskadi Ta Askatasuna.
Es importante y necesario, al menos para mi persona, para así poder llegar a esta deliberación o reflexión, siempre privativa debido a mi Patriotismo Nabarro, que quiero presentar en este artículo desde un análisis y una comparación la situación actual, teniendo muy vigente con la declaración del 2006, ante una nuevo comunicado de ETA, al parecer con vistas de solucionar el conflicto que acarreamos, el cual es muy superior o anterior a la existencia de cualquier movimiento político originario de imaginario de Sabino Arana y de su particular planteamiento político, por parte de esa organización antes mencionada,-militar o incluso libertadora para unos, terrorista para otros y no solo me refiero a los invasores y colonizadores extranjeros de este País, sino a miembros del mismo-debemos asimilar la premisa que el autor del escrito titulado Sobre la tregua de ETA, nos deja en su anónimo.
Yo creo que cualquier persona, bien sea esta nabarra, española, francesa o de cualquier otra nacionalidad de este Mundo, debe tener muy presente que el problema mencionado no es un problema moral sino político, como se recalca en el anónimo citado. Dicho problema político, es catalogado por los colonizadores y las mentes colonizadas existentes en nuestra bella Baskonia, como el problema vasco de forma erróneo o tal vez incluso podríamos considerarlo como malintencionada; y esto lo digo y lo afirmo con rotundidad política, porque cualquier conocedor de la historia política del Estado de Nabarra y también de la historia de Europa donde se desarrolla, aunque no lo creamos también en ésta repercute, me dará la razón sin ningún tipo de tapujo y además se podría decir que de forma objetiva, que este es efectivamente y sin ningún tipo de dudas un problema nabarro y por ende se convierte a su vez en un problema europeo y Mundial.
Partiendo por tanto de esta premisa, la cual seriamente crea una verdadera facilidad para entender las raíces del problema y por tanto abrir la puerta así a su resolución definitiva, es el momento del reconocimiento expreso del origen del mismo por todos los agentes políticos mundiales, y más concretamente de sus Estados. Realmente el problema que nos asiste es la dificultad de contemplar el problema (nabarro, europeo y Mundial), desde una perspectiva limitada y por tanto parcial de la historia, ya que ciertamente este problema se sustenta o parte mejor dicho, de la base histórico-política de la violenta invasión militar-tal vez deberíamos llamarla o describirla los nabarros como terrorista-realizada por Castilla-León (España) y también, no se nos olvide, por Francia.
A decir verdad, la actual situación que sufre la Nación de Nabarra, ya sean sus componentes descendientes del Pueblo vasco (tal vez sería mejor decir Pueblo vascón) e igualmente con miembros de otros Pueblos que se han comprometido con nuestra Nación Nabarra, no dista mucho de la situación que se vivía en abril del año 2006, bueno, quizás ha ido a peor. La represión judicial, político, económica, policial y militar, se ha incrementado con creces y los que mayor la sufren son los miembros del Pueblo vasco o vascón. Este escenario de represión, unido a la cerrazón en banda de la organización ETA de no dejar la vía de las armas, sirve de excusa y a su vez de escudo ante la opinión pública europea y mundial, tanto al imperialismo español como al imperialismo francés, para así seguir manteniendo y de forma continuada ya desde hace varios siglos atrás, su destructiva maquinaria de acción político-militar, la cual es verdaderamente violenta, colonizadora, déspota y opresora, bajo un aparente pero realmente falso manto democrático, el cual es legitimado en la prosopopeya de las elecciones y de unos partidos políticos españoles y franceses, pues no existen de otro tipo de partidos políticos dentro de la colonia de Nabarra.
Ante la doctrina del poder de violencia contra la Nación Nabarra, emanada tanto desde Madrid como desde Paris desde siglos atrás, que ha llevado en la actualidad a un gran número de miembros principalmente del Pueblo vasco a las cárceles, además de los muertos existentes en los diferentes bandos desde la creación de la organización ETA, muchos de los cuales son ajenos incluso a las acciones militares o terroristas realizadas por dicha organización,-que cada cual coja el término que desee-pero son intencionadamente utilizados desde el poder de violencia, español y francés, para la creación de mártires de sus Estados y para su causa imperialista y colonizadora, bajo un manto de falso pacifismo y algo a lo que ellos llaman, sin ningún tipo de reservas, democracia.
Una vez dicho esto y siempre bajo la premisa Patriótica Nabarra que me da mi condición, teniendo así como objetivo final la liberación del Estado de Nabarra, la mejor acción que puede realizar en estos momentos ETA, es precisamente la última. La pueden llamar tregua perpetua o un desarme total o como quieran, pues a pesar de que originariamente sus miembros y simpatizantes puedan considerarla como una derrota, mientras que los colonizadores españoles y franceses la presenten como un victoria, realmente debemos tener presente que esta acción final descolocaría a medio y largo plazo al imperialismo conjunto denominado franco-español y también a sus diferentes aliados, ya que con la total falta de acciones violentas-militares o terroristas vos eliges-realizadas por la organización ETA, perderían definitivamente la única baza actual que les permite sustentar el sometimiento sobre la Nación Nabarra.
Estamos en el año 2010 y la lucha armada o terrorismo-tú eliges-no ha dado los frutos que sus actores deseaban, incluso podríamos pensar o afirmar que no tiene razón de ser. Pero a decir verdad, tampoco lo han dado las acciones políticas realizadas bajo el manto de las Constituciones impositivas y extranjeras de España y Francia. Ha llegado la hora de realizar un análisis político interior y profundo en todos los miembros del Pueblo vasco. Es realmente el momento de dejar de desgastar a la Nación Nabarra legitimando los poderes violentos de los Estados español y francés, ejecutando las vías pacíficas que predicó y practicó Mohandas Karamchand Gandhi, el cual consiguió finalmente la liberación de la India mediante la actuación soberana desde una desobediencia civil y política. Debemos trabajar y actuar bajo el amparo de un gobierno propio de carácter provisional, plural, aceptado y respetado por todos los miembros de la Nación Nabarra.
2010/09/23
'Askatasunaren Bidea' presentó actividades y un logo para difundir el aniversario de la Conquista de Navarra
'Askatasunaren Bidea' presentó actividades y un logo para difundir el aniversario de la Conquista de Navarra
Euskalkultura.com
[Raúl Arkaia, integrante de la 'Comisión Soberanista de Nabarra']
El logo fue presentado el sábado 18 de septiembre en el marco de lo que fue la primera actividad sobre la Conquista de Navarra. En esta primera reunión el euskaldun Raúl Arkaia, integrante de la 'Comisión Soberanista de Nabarra', habló sobre las circunstancias que rodearon una de las últimas acciones de la conquista del Reino de Navarra, en 1512, y sobre sus consecuencias hasta la actualidad.
En una segunda instancia, se proyectó el video “1512 la conquista de Navarra”, y como cierre de la actividad, los participantes tomaron un espacio para dedicarlo a la reflexión y la elaboración de propuestas. “Han pasado cinco siglos desde la conquista y creemos que debemos comenzar a prepararnos y capacitarnos en este tema para trabajar en la difusión del mismo y la problemática que conlleva, generando espacios de reflexión”, explicaron los miembros de 'Askatasunaren Bidea'
[Algunos de los participantes de la primera charla sobre los 500 años de la Conquista de Navarra]
Varias instituciones argentinas se sumaron de distintas maneras a la propuesta del joven grupo de San Miguel. Estuvieron presentes en la charla, entro otros, Celia Escudero, en nombre de Euskaltzaleak de Buenos Aires, y María Elena Etcheverry, en nombre de Eusketxe y Editorial Ekin. Además, los organizadores recibieron salutaciones y felicitaciones por la iniciativa de parte de Nieves Castillo y Yanina Castro, del Centro Vasco de General Villegas; de Marta Abarrategui, del de Arrecifes; de Raúl Rosas Von Ritterstein, de Moreno; de Damián Cebey, de San Nicolás; de José Luis Artuch, de Tres Arroyos; de Pedro Mauregui Larranda de Chascomús y de César Arrondo, de Laprida.
Enlaces relacionados
Blog de la Agrupación Askatasunaren Bidea
http://askatasunaren-bidea.blogspot.com/
Euskalkultura.com
"En el año 1512 el reino de Navarra pierde su soberanía en manos del reino de Castilla dejando como resultado un sinnúmero de penosas consecuencias". Por cumplirse en 2012 el quinto centenario de este suceso, la agrupación 'Askatasunaren Bidea' de San Miguel, Argentina, se encuentra trabajando en la organización de distintas propuestas para conmemorar la efeméride. Por un lado, el pasado 18 de septiembre lanzaron el logotipo que acompañará la difusión de las actividades relacionadas con esta temática; por otro, el mismo día y en la Biblioteca local 'Domingo Faustino Sarmiento', dieron comienzo con una charla-taller a lo que será una larga lista de encuentros "que tendrán como objetivo acercarse a la situación de Navarra".
San Miguel, Argentina. Un diseño realizado por Horacio Marotto Etxezahar, miembro de 'Askatasunaren Bidea', será la imagen que acompañará la difusión de los eventos que se realicen en Argentina relacionados con la Conquista de Navarra. De hecho, la imagen ideada por Marotto no sólo representará a la agrupación sanmiguelina sino las que instituciones porteñas Eusko Kultur Etxea y Editorial Ekin también la han hecho propia con el mismo objetivo.
San Miguel, Argentina. Un diseño realizado por Horacio Marotto Etxezahar, miembro de 'Askatasunaren Bidea', será la imagen que acompañará la difusión de los eventos que se realicen en Argentina relacionados con la Conquista de Navarra. De hecho, la imagen ideada por Marotto no sólo representará a la agrupación sanmiguelina sino las que instituciones porteñas Eusko Kultur Etxea y Editorial Ekin también la han hecho propia con el mismo objetivo.
[Raúl Arkaia, integrante de la 'Comisión Soberanista de Nabarra']
El logo fue presentado el sábado 18 de septiembre en el marco de lo que fue la primera actividad sobre la Conquista de Navarra. En esta primera reunión el euskaldun Raúl Arkaia, integrante de la 'Comisión Soberanista de Nabarra', habló sobre las circunstancias que rodearon una de las últimas acciones de la conquista del Reino de Navarra, en 1512, y sobre sus consecuencias hasta la actualidad.
En una segunda instancia, se proyectó el video “1512 la conquista de Navarra”, y como cierre de la actividad, los participantes tomaron un espacio para dedicarlo a la reflexión y la elaboración de propuestas. “Han pasado cinco siglos desde la conquista y creemos que debemos comenzar a prepararnos y capacitarnos en este tema para trabajar en la difusión del mismo y la problemática que conlleva, generando espacios de reflexión”, explicaron los miembros de 'Askatasunaren Bidea'
[Algunos de los participantes de la primera charla sobre los 500 años de la Conquista de Navarra]
Varias instituciones argentinas se sumaron de distintas maneras a la propuesta del joven grupo de San Miguel. Estuvieron presentes en la charla, entro otros, Celia Escudero, en nombre de Euskaltzaleak de Buenos Aires, y María Elena Etcheverry, en nombre de Eusketxe y Editorial Ekin. Además, los organizadores recibieron salutaciones y felicitaciones por la iniciativa de parte de Nieves Castillo y Yanina Castro, del Centro Vasco de General Villegas; de Marta Abarrategui, del de Arrecifes; de Raúl Rosas Von Ritterstein, de Moreno; de Damián Cebey, de San Nicolás; de José Luis Artuch, de Tres Arroyos; de Pedro Mauregui Larranda de Chascomús y de César Arrondo, de Laprida.
Enlaces relacionados
Blog de la Agrupación Askatasunaren Bidea
http://askatasunaren-bidea.blogspot.com/
2010/09/22
Brackground Horacio Marotto Etxezahar
BACKGROUND HORACIO MAROTTO ETXEZAHAR
Raúl Arkaia
Horacio Marotto Etxezahar es nieto de vascos. Se considera un recién llegado al conocimiento de la historia del pueblo vasco-nabarro (en ningún caso un conocedor profundo). Su abuela era vasco-española, mientras que su abuelo era vasco-español. Asegura, con cierto aire socarrón, que más tarde entendió que eso: “no existía; que eran vascos y punto. Y ahora, después de la charla que has dado, Raúl, te diré que eran nabarros”.
Horacio nunca conoció a su abuelo, ya que falleció siendo joven. Su abuela nunca quiso hablar de su vida en Nabarra. Lo único que le enseñó fueron algunas "malas palabras", probablemente con intención de divertirse cuando las repitiera y pudiera escucharlas.
En 2003, Horacio viajó con su esposa a visitar a su hijo que vive en París y hacía tres años no veía. Como una tía tenía las partidas de nacimiento de sus padres (los abuelos de Horacio); y no quería dejar de conocer los pueblitos donde nacieron. En Donapaleu, donde nació su abuelo, no encontró a nadie, pero su mayor sorpresa fue encontrar parientes en Lekaroz y Elizondo. Ese memorable día, su cabeza dio un vuelco tremendo y cuando volvió a Argentina, comenzó a averiguar dónde había un centro vasco y si se podía estudiar la lengua vasca. Fue así que, de no conocer nada, pasó a conocer la historia del pueblo vasco (desde el concepto aranista) y a estudiar euskera. Hoy, y después de oír a un nabartzale (esta vez me ha tocado a mí aportar mi pequeño granito de arena sobre nuestra amada Patria) hablar del paradigma nabarro, está acomodando de nuevo los conceptos en su cabeza. Sabe que va a tener choques incluso con quienes “me formaron”, va a ser difícil pero, en fin, veremos cómo se desarrollan los acontecimientos, despacio y con calma.
Raúl Arkaia
Horacio Marotto Etxezahar es nieto de vascos. Se considera un recién llegado al conocimiento de la historia del pueblo vasco-nabarro (en ningún caso un conocedor profundo). Su abuela era vasco-española, mientras que su abuelo era vasco-español. Asegura, con cierto aire socarrón, que más tarde entendió que eso: “no existía; que eran vascos y punto. Y ahora, después de la charla que has dado, Raúl, te diré que eran nabarros”.
Horacio nunca conoció a su abuelo, ya que falleció siendo joven. Su abuela nunca quiso hablar de su vida en Nabarra. Lo único que le enseñó fueron algunas "malas palabras", probablemente con intención de divertirse cuando las repitiera y pudiera escucharlas.
En 2003, Horacio viajó con su esposa a visitar a su hijo que vive en París y hacía tres años no veía. Como una tía tenía las partidas de nacimiento de sus padres (los abuelos de Horacio); y no quería dejar de conocer los pueblitos donde nacieron. En Donapaleu, donde nació su abuelo, no encontró a nadie, pero su mayor sorpresa fue encontrar parientes en Lekaroz y Elizondo. Ese memorable día, su cabeza dio un vuelco tremendo y cuando volvió a Argentina, comenzó a averiguar dónde había un centro vasco y si se podía estudiar la lengua vasca. Fue así que, de no conocer nada, pasó a conocer la historia del pueblo vasco (desde el concepto aranista) y a estudiar euskera. Hoy, y después de oír a un nabartzale (esta vez me ha tocado a mí aportar mi pequeño granito de arena sobre nuestra amada Patria) hablar del paradigma nabarro, está acomodando de nuevo los conceptos en su cabeza. Sabe que va a tener choques incluso con quienes “me formaron”, va a ser difícil pero, en fin, veremos cómo se desarrollan los acontecimientos, despacio y con calma.
2010/09/21
Burla, exclusión y persecución del euskera en España
Burla, exclusión y persecución del euskera en España
Alots Gezuraga, Donostia (Nabarra)
Al “humorista” español Antonio Mingote le publicaron un “chiste” gráfico el 24 de junio del 2008 el grupo mediático español Vocento (Diario Vasco, el Correo español, ABC etc.), donde se veía a un chico joven sentado delante de un libro y una voz en off que decía: “Estudia en euskera. Es una víctima del terrorismo aunque él todavía no lo sabe”.
Muchos creen que la antipatía e incluso odio hacia el euskera en España (en su caso Francia) es algo reciente, odio que los españoles atribuyen a la política actual de los partidos políticos de ámbito vasco, pero no es verdad, esta enemistad entre el castellano y el euskera viene de antiguo, de muchos siglos antes de que existieran siquiera los partidos políticos. De lo que sí se les puede acusar a los partidos del nacionalismo vasco en el tema lingüístico, es de no haber sabido llegar a los nabarros de la Ribera, al confundir la situación lingüística de la Euskal Herria verde con la del “ager vasconum” e ignorar la historia del reino de Nabarra, con su diversidad de lenguas en la Ribera y su pluralidad étnica desde época romana y alto medieval.
Antes de la conquista del reino de Nabarra, la situación del euskera poco tenía que ver con el posterior desprecio y constante ataque hacia la “lingua navarrorum”, sirva como resumen este entresacado al respecto de las zonas bilingües del reino nabarro del libro “El euskera en Navarra” del gran historiador de Artajona Jimeno Jurio:
“Podemos afirmar que la Ribera de Alta Navarra, de Alaba y de Aragón limítrofe a éstas, pasaron por ciclos proto-vasco, vasco-céltico, vasco-latino, vasco-árabe y vasco-románico desde los siglos IX-X hasta nuestros días (los godos apenas tuvieron repercusión en el complejo idiomático de la comarca). En este último ciclo, el vasco-románico, también hay que hacer dos distinciones: un primer ciclo vasco-romance medieval marcado por el respecto y el mestizaje vasco romance navarro con mozárabe, y un segundo ciclo a partir del siglo XVI con la pérdida del reino navarro, donde el euskera, el idioma propiamente navarro, es menospreciado y apartado de la vida social por el idioma de conquistador: el castellano.”
La opinión del etnólogo español Julio Caro Baroja acerca de la frontera de los territorios de habla vasca a lo largo de toda la Edad Media es que es la misma que en el año 1587, es decir, se mantuvo constante desde la ocupación musulmana del sur del ducado baskón (de la que es hija el reino de Pamplona-Navarra) hasta el siglo XVI, en el que es invadido del todo en su territorio peninsular el reino de Nabarra, fecha en la que comienza, significativamente, el retroceso del euskera; existe un registro del año 1587 que se conserva en el Seminario de Vitoria donde se dice respecto a Alta Navarra (CFN), que se hablaba euskera en 451 pueblos –monolingüe en lengua nabarra- y que eran bilingües en romance nabarro y euskera, otros 58 pueblos(1). El vicario de Sangüesa y Lumbier, el licenciado Lubián en el siglo XVI escribe significativamente: “no hay ningún lugar ni Ciudad nin villa en este Reyno en que no haya baskongados (en su significado histórico de vasco-parlantes o euskaldunes)”, incluido el Sur.
El abad de Arteaga (Valdizarbe, Alta Navarra), Juan de Beriain, por ejemplo, dejó escrito en el siglo XVII la buena salud del euskera en todo el reducido Reino de Navarra: “Doctrina Christiana en romance y bascuence” año 1626, Pamplona: “(…) escribo en bascuence, porque no ha habido nación en todo el mundo, que no haya premiado la lengua natural de la patria y enseñarla en las secuelas a leer y escribir. Según esto, razón es que nosotros estimamos nuestra lengua bascongada”.
Pero la situación para nuestro idioma cambió a partir de perder, hasta el presente, nuestra libertad. Se entiende muy bien las políticas castellano-españolas respecto a los idiomas de su Imperio en el siguiente texto de 1492, por mandato de Isabel la Católica a Antonio de Nebrija. Se trataba de unificar el castellano, en el prólogo del libro aparece este texto revelador que dice: “(…) muchos pueblos bárbaros y naciones de peregrinas lenguas, y con el vencimiento aquellos tenían necesidad de recibir las leyes que el vencedor pone al vencido, y con ellas nuestra lengua”. Fue la política castellana en América como en el reino de Navarra según fue conquistando y subyugando. En ese documento se dice también: “ ...I cierto así es que no solamente los enemigos de nuestra fe, que tienen la necesidad de saber el lenguaje castellano, más los vizcaínos (se refiere a todos los nabarros marítimos y suletinos), navarros (de Alta y Baja Navarra aún libre), franceses, italianos y todos los otros que tienen algún trato y conversación en España y necesidad de nuestra lengua...”.
En el Siglo de Oro de la literatura española (s.XVI-XVII) hay unos cuantos ejemplos de cómo veía el español al vasco-parlante, así, Cervantes ironiza en su principal obra “El Quijote” cuando el analfabeto Sancho Panza recibe una carta de su mujer, alguien le aconseja con sorna que se la lea su secretario y Sancho pregunta:
“-¿Y quién es aquí mi secretario?
- Yo señor, que sé leer y escribir y soy vizcaíno.
- ¡Con esa añadidura, bien podéis ser secretario del mismo Emperador!, replica Sancho Panza.”
“Vizcaíno” tenía entonces el sentido histórico de euskaldun o vasco-parlante, análogo al de “vascongado” como también se llamaba al que hablaba vascuence (como “romanzado” el que hablaba romance )(2), se declaraban “vizcaínos” por ejemplo San Francisco Javier (Alta Navarra s.XVI) o mucho después Agosti Xaho (Zuberoa s.XIX), baile de nombres que en realidad tratan de evitar el nombre común de “nabarros”, los baskones libres del Estado nabarro. La ironía del escritor español hacía referencia a que había muchos “vizcaínos” en la corte del emperador del Imperio castellano desde Carlos V de Gante. Pero Cervantes no tenía simpatía alguna por lo “vizcaíno”, escribe así en otra parte del libro sobre las andanzas del hidalgo manchego: “Todo escritor debe de escribir en la lengua que ha mamado, aunque sea el vascuence”, es decir, que lo mejor era escribir en cualquiera de los 6.000 idiomas del mundo menos en euskera, salvo que no le quede a uno más remedio por no conocer más idiomas.
En la tercera parte de La Celestina de 1536, Gaspar Gómez introduce un personaje en la comedia al que llama “Perucho Vizcayno”. Este personaje de “Perutxo” aparece recurrentemente en la literatura española del siglo XVI, con él se trata de retratar a todos los vasco-parlantes como personas aldeanas y sin cultura, para ello lo que más recalcan es que son desconocedores del idioma castellano o que lo hablan muy mal, todo ello con un menosprecio latente. Apareció Perutxo por primera vez en 1517 en la obra “Tinelaria” de Torres Naharro, después usó el personaje Gaspar Gómez en la “Celestina” como hemos visto (1536), también lo usó Martín de Santander en “Rosabella” (1550) y el propio Cervantes en “El vizcaino finjido”.
En pleno siglo XX la situación de desprecio hacia el euskera y la burla hacia el vasco-parlante por no saber castellano era la misma que en el siglo XVI, a lo que nuestro gran poeta Esteban Urkiaga “Lauaxeta” –fusilado después por la ultraderecha española en 1937- respondió al imperialismo idiomático castellano: “El conocimiento del idioma nacional es el culpable de nuestro escaso dominio del idioma extranjero”.
Mientras los Fueros o leyes del reino nabarro resultantes de la aplicación del Derecho Pirenaico consuetudinario tuvieron fuerza, la situación del euskera fue bastante estable en la mayor parte del territorio (pese a la invasión del Estado de la lengua nabarra y la exigencia de conocer el idioma del imperialismo o castellano para ocupar cualquier alto cargo, s.XVI-XVII), por tanto, hasta la centralización borbónica y las Guerras Carlistas en España -s. XVIII-XIX- y hasta la Revolución Francesa en Iparralde, año 1789.
Así lo explicaba el ilustre filólogo Koldo Mitxelena en “Historia de la literatura vasca”: “Sería inexacto suponer que las autoridades fueron opuestas, por razones mejores o peores a fomentar el uso de la lengua vasca y sólo ésta. Obras inéditas en castellano salieron con retraso parecido: la “Suma” de Zaldibia, muerto en 1575, vio la luz en 1945; el compendio de Isasti, escrito hacia 1620, en 1850, la crónica de Ibargüen-Cachopín continúa inédita. En realidad, en Guipúzcoa y Vizcaya por lo menos, la aversión se extendía sin discriminación a todo escrito en la lengua que fuera. La única literatura que se costeaba sin regateos era la legal de los interminables pleitos por atribuciones, límites o precedencias.
No obstante lo dicho, sería injusto en sumo grado acusar a los vascos de los siglos XVI a XIX, incluso en sus clases más elevadas, de menospreciar la lengua. Aparte de que tal acusación quedaría desmentida por la tenaz adhesión que el pueblo ha venido prestándole, todos los vascos han sentido un orgullo desmedido por su idioma, orgullo que ha encontrado su expresión más conocida en las numerosas apologías que se le han dedicado desde el siglo XVI” (…) “Las instituciones propias, mientras existían, le fueron favorables (al euskera) al menos por omisión”.
La persecución sistemática al euskera, hasta entonces burla y menosprecio, lo trajo el centralismo borbónico aprovechando la creación sistemática de las escuelas de primeras letras, lo cual fue decisivo en el retroceso territorial y social del euskera.
El primer rey Borbón de España, el francés Philippe de Bourbon duque de Anjou (nacido en el palacio de Versalles 1683), Felipe V siguiendo la cronología castellana -el cual no hablaba el idioma de Cervantes a su llegada a España con 17 años-, creó la Biblioteca Nacional Española (1712) o la Real Academia Española (RAE, 1713), necesaria para lograr el castellano unificado que se habla hoy en la península (el español “batua”), frente a la situación con la que se encontró a su llegada el rey francés de un idioma con una fuerte dialectización pese al intento de unificación de Nebrija. Pero este castellano unificado es diferente al que se habla en los Estados hispanoamericanos, por lo que sigue habiendo en la actualidad 90 dialectos del castellano -además de cientos de subdialectos-, tal y como explica el lingüista Moreno Cabrera en su reciente libro con un título tan revelador como “La lengua es un dialecto con ejército”.
En el Diccionario de autoridades de comienzos del siglo XVIII de este rey francés de España, se define el “vascuence” como “lo que está tan confuso y oscuro que no puede entenderse”. Es más, hoy en día, siglo XXI, sigue igual en el diccionario de la Real Academia Española, DRAE, para la que el “vascuence” o euskera significa:
(Del lat. vasconĭce).
1. adj. euskera (perteneciente a la lengua vasca).
2. m. euskera (lengua).
3. m. coloq. Aquello que está tan confuso y oscuro que no se puede entender.
Las escuelas nacieron en el siglo XVI y XVII de forma residual, pero se impulsaron a partir precisamente del siglo XVIII para difundir el idioma del Imperio castellano. La legislación escolar no estaba recogida en los Fueros del Derecho Pirenaico baskón, pues apenas existían escuelas al escribirse éstos (la primera universidad se sitúa en el siglo XIII en Tudela pero no tuvo continuidad), resquicio que sirvió al imperialismo español para introducir el castellano y arrinconar como idioma de “iletrados” el euskera.
En tierras vascas se enseñaba desde la creación de las escuelas únicamente en castellano, pero, al salir del colegio, los escolares volvían a su idioma natural, el euskera. Pueblos totalmente vasco-parlantes como Hondarribia tenían en el siglo XVII profesores foráneos, e incluso militares, tal y como lo relata Pedro Esarte en su libro “Asedio a Fuenterrabía y avasallamiento de Guipúzcoa 1635-1644". Hasta la caída de los Fueros el profesor les podía hablar en euskera para tomarles la lección a sus alumnos en algunas comarcas (como excepción y título personal), pues existen testimonios de profesores euskaltzales (vascófilos) en tal sentido, después la represión fue total.
Son importantes todas las leyes y políticas tomadas contra el euskera desde el inicio por los Borbones y su centralismo-uniformización en busca de convertir en Imperio castellano en España-nación, proyecto de un Estado con una nación e idioma único de base exclusivamente castellana, pero la Real Célula del 23 de junio de 1768 y la de 10 de marzo de 1770 promulgadas por el afrancesado Borbón Carlos III de España (hijo del anterior) se llevan la palma: toda la enseñanza escolar se hará “únicamente en lengua castellana” en todos los territorios del Imperio castellano de la península y Ultramar, y todos los idiomas que no fueran el castellano serían perseguidos en el Imperio.
Sirva como ejemplo este temprano caso de un pueblo tan euskaldun o vasco parlante como Beasain y más en 1730, año del texto siguiente: “que no se les permita hablar en vascuence sino en castellano, poniendo anillo y castigándoles como se merecen”. Es un acuerdo entre el municipio y el maestro, a los vascos nos habían convencidos para entonces que nuestro idioma no servía como medio de transmisión de conocimientos. El que quiera leer docenas de ejemplos como éste los tiene en “El Libro negro del euskara” de Juan Mari Torrealdai.
En 1830 las Juntas Generales de Gipuzkoa constataba una preocupación por la revitalización de la lengua, en el memorial sobre el euskera encargado a Iturriaga aseveraba que “las pérdidas territoriales que ha experimentado” eran fruto “de las escuelas de primeras letras”, tal y como recoge Lasa, J.I. en su libro “Sobre la enseñanza primaria en el País Vasco”. En 1857, la Ley Moyano de Educación, insistía sobre la obligatoriedad de la enseñanza primaria en castellano sin lugar a otros idiomas.
Hay que destacar además en el retroceso y menosprecio del euskera los factores jurídico-legales que prohibían y restringían su uso, así como los que silenciaban toda referencia al euskera o ignoraban su existencia, ejemplos que recoge Euskaltzaindia en “El Libro Blanco del Euskara”. Sirva como texto significativo las instrucciones que el Fiscal del Consejo de Casilla dictaba en 1716 para la introducción del castellano: “utilizar instrucciones y providencias muy templadas y disimuladas, de manera que se consiga el efecto sin que se note cuidado (...). Porque en Navarra se habla bascuence en la mayor parte y van a gobernar Ministros Castellanos”.
Tras la supresión de los Fueros en el siglo XIX, y pese al denodado intento de todo el pueblo nabarro para defenderlo tomando las armas contra el proyecto España-nación de base únicamente castellana, el euskera fue perseguido, tratado de enemigo de la unidad de España y los escolares que lo hablaban castigados sistemáticamente. La derrota en las guerras carlistas, creó en muchos valles nabarros un sentimiento de pérdida total, no sólo de la guerra sino de todos los símbolos de nuestra cultura y en una especie de suicidio colectivo de nuestra idiosincrasia por la que se creían luchar, en muchos valles hasta entonces monolingües en lengua nabarra, se aceptó la victoria española y la imposición de sus señas de identidad renunciando a las propias.
Arturo Campión (Pamplona 1854-Donostia 1937) refleja esta situación en una de sus novelas basada en hechos reales, “El tamborilero de Erraondo” (valle de Untziti, cuenca de Pamplona hacia el sureste de la capital del reino): “Es la historia de Pedro Fermín Izko, que emigró a América con su txistu y pasó cincuenta años en la comunidad euskaldun de la diáspora. (Después de las Guerras Carlistas que finalizaron en 1876) Volvió entonces al valle y se puso a tocar el txistu a la salida de la iglesia, como lo había visto hacer a su padre. Y se encontró para su sorpresa con burlas de gente que había perdido su cultura, su lengua y sus raíces” (gerindabai.blogspot.com).
El periódico madrileño “el Imparcial” (sic) lo decía claramente en aquellos días: “Quitarles los Fueros no es suficiente, tenemos que quitarles ahora la lengua”(3).
Toda esta extrema situación del decaimiento del euskera debido a una presión centralista en todos los frentes (cuando no genocida), llevo a decir a Wilhem von Humboldt (1809): “En menos de un siglo quizás desaparezca el vascuence de la lista de las lenguas vivas.”
Un bilbaíno de nacimiento -pero de mente española- a principios del siglo XIX aseveraba que: “El vascuence se extingue sin que haya fuerza humana que puede impedir su extinción; muere por ley de vida”. Era Miguel de Unamuno y Jugo el que se expresaba así, incluso de forma más tajante: «Eres un pueblo que te vas; (...) estorbas a la vida de la universal sociedad, debes irte, debes morir, transmitiendo la vida al pueblo que te sujeta y te invade. (...) esa lengua que hablas, pueblo vasco, ese euskera desaparece contigo; no importa porque como tú debe desaparecer; apresúrate a darle muerte y enterrarle con honra, y habla en español».
El lingüista checo, uno de los fundadores del Círculo lingüístico de Praga y filólogo de la universidad de Viena, el Dr. Hans Mukarovsky (Písek, 1891-Praga, 1975) le contestó al bilbaíno “El argumento de que las lenguas llamadas “primitivas” son un obstáculo para progreso, o es una argumento de ignorancia o de mala fe. Surge generalmente, o bien del deseo de alguien que ha abandonado una lengua por otra o un deseo puramente político, para hacer a todos iguales, y suprimir posibles rebeliones o secesiones de un centro político, un estado etc. En cualquiera de los casos, no hay verdad en ello, sino cierto deseo de suprimir el orden natural.” (…) “Su tesis (la mencionada de Unamuno) me parece extraña, por no decir criminal, ¿existe algún fondo político detrás de estas tendencias represivas? Me gustaría saberlo”. En realidad Unamuno en este texto de 1902 estaba plagiando al inglés Matthew Arnold, cuando en 1867 escribió lo mismo contra el galés y a favor del inglés en “Study of Celtic literature” (“Unamuno y el vascuence” Martín de Ugalde).
El mejor filólogo vasco de todos los tiempos, Koldo Mitxelena, en su libro “La lengua vasca”, hace una clara referencia al sambenito que a los vascos y a nuestro idioma nos han querido colgar así como a lo absurdo del mismo: “No hay lenguas primitivas en el mundo, sino a lo sumo lenguas de pueblos primitivos. Es cierto que, en un momento histórico dado y por circunstancias extralingüísticas, unos idiomas están mejor preparados que otros para las necesidades de un tipo determinado de civilización. Pero tales deficiencias momentáneas, que radican por lo general en el léxico, parte nada central de la lengua, pueden ser rápidamente subsanadas, por neologismo o por préstamo, si la comunidad que la usa se siente movida a ello. Un mito muy difundido es el que existen lenguas más “difíciles” – y la nuestra sería una de ellas- que otras, mito tan deleznable como el de las lenguas más “filosóficas” o más “progresivas” que las demás. Porque aquí todo depende del punto de partida: ¿para quién es más difícil una lengua que otra?”.
Se trata de una “profecía autocumplida”, el querer que desaparezca como lengua con un constante martilleo durante siglos, el no poner medios para que se escriba y se eduque en euskera frente al castellano (o francés), es lo que llevó al euskera a su ruralización, alejándole de medios intelectuales; después se le acusó de ser una lengua sin literatura o imposible de ser lengua culta, lo que se había demostrado como falso tempranamente, sobre todo con la “Escuela de Sara” y su prolífica escritura de diversidad de temas y de escritores que llevaron a crear el primer “euskera batua” o unificado (s. XVI-XVII), gracias al patrocinio de los reyes de Nabarra (Enrique II “el sangüesino” y las reinas del renacimiento nabarrista o nafarzale Margarita y Juana de Alberto o Labrit), el mismo siglo en el que se desarrolló la literatura en castellano como hemos visto.
Poco antes de La Segunda Guerra Carlista, en 1867, según Ladislao de Velasco, el 52% de la población de los 4 territorios del País Vasco peninsular sabía Euskara, la mayoría eran además monolingües, 100 años después, en 1975 tras la muerte en la cama del dictador español Francisco Franco, no pasaba del 20-25% y ya no había monolingües en euskera pero sí un 80% de monolingües en castellano, muchos nativos, pero la mayoría ni siquiera había nacido en tierras nabarras.
Desde mediados del siglo XIX con capital inglés principalmente y mano de obra vasca, se dio una fuerte industrialización de las poblaciones bizkainas de la margen izquierda del río Ibaizabal-Nervión, así como en Bilbao, es la única revolución industrial en la Península Ibérica. Pero tras la pérdida de la defensa Foral en las Guerras Carlistas a finales del siglo XIX, la situación es aprovechada por los vencedores que se hacen con el control de la industria y el control total del país.
España usó a los territorios de la costa nabarra y Catalunya para librarse de una masa de gente que se le agolpaba en el campo, gente que “sobraba” a los grandes latifundistas y desastrosas desamortizaciones que no repartieron la propiedad de la tierra sino que la simplemente la cambiaron de manos; así mataban dos pájaros de un tiro: el excedente de gente del campo español a las “provincias” traidoras traía a éstas una población no carlista y menos foralista y sobre todo de sentimiento español, pudiendo alimentar a toda la población sin provocar revueltas contra los terratenientes y manteniendo éstos sus propiedades y su privilegiada situación.
Todo ello supuso la llegada masiva por primera vez de gentes españolas que desconocían el idioma nativo y tampoco hacían esfuerzo por aprenderlo, actuando como auténticos colonos españoles (DRAE colonia: 4. Territorio dominado y administrado por una potencia extranjera) y principales actores del proyecto centralista de base exclusivamente castellana del gobierno español más que como simples emigrantes por motivos económicos, lo que conllevó el retroceso del euskera de grandes territorios del país. Incluso muchas veces no se daba contacto alguno con vasco-hablantes debido a las grandes masas de gentes que llegaban y se adocenaban juntas, además de no haber lugares donde aprender euskera por una actitud de menosprecio y exclusión de la administración española y de la enseñanza como hemos comentado. La industrialización supuso el desplazamiento del euskera de las grandes urbes nabarras, totalmente desnaturalizadas de su ser baskón. Es por tanto, el retroceso del euskera, más tardío de lo que la gente habitualmente cree, y se precipita en últimos 150 años.
“Uno de los síntomas de nacionicido es la amnesia de la historia propia. El efecto del nacionicidio es la privación, y sustitución de su sistema jurídico y de su derecho nacional.
La conquista trajo como consecuencia la hibernación de la soberanía de Navarra al quedar sometida a otro Estado que le impone su soberanía –su sistema jurídico y su legislación-, la minorización jurídica y el bloqueo al desarrollo y evolución del sistema jurídico propio (…). Sobre la lengua y la cultura se ha producido el lingüicidio y la primitivización” Tomás Urzainqui Mina, Comisión de Autogobierno del Parlamento de la C.A.V. en la Nabarra Occidental en mayo del 2002.
El último gran mazazo al euskera vino del franquismo, que no se conformó con prohibir su enseñanza, sino que incluso prohibió hablarlo intentando completar el lingüicidio y nacionicidio, acuñando frases como: “español, habla la lengua del Imperio”. El nacionalismo español siempre ha concebido su España como monolingüe, lo mismo que el francés (por tanto no dejan de ser proyectos inconclusos e históricamente inexistentes). Con el franquismo desaparecieron los euskaldunes monolingües tras unos 20.000 años.
Tras el modelo económico marcado por Gobierno español en el Plan de Estabilización de 1959 y el Plan de Desarrollo de 1960, al morir el dictador español Franco, el 53% de la población de los tres territorios de la Nabarra Occidental no había nacido en los mismos, eran en su mayoría colonos españoles que no hacían nada por respetar la cultura del pueblo que los acogía, colonos que desconocían el idioma vasco, prohibida su enseñanza y el poder hablarlo incluso para los naturales con fuerte multas y castigos, con una persecución policial y militar contra todo lo que fuera el idioma nabarro; la llegada de inmigrantes españoles a Nabarra, lejos de ser fruto de una tendencia natural de la economía nabarra, fue fruto de una dictadura que buscaba la eliminación de un poder que le resulta difícil de controlar: el del pueblo nabarro, y con él el exterminio su idiosincrasia y conciencia de pueblo mediante una inmigración masiva desde otros puntos del imperio castellano.
En la Nabarra Occidental, el paro en 1960 era prácticamente cero y del 3% en 1975, a pesar de la crisis mundial del petróleo de 1973. Convirtiendo a las “provincias” calificadas de “traidoras y separatistas” de Bizkaia y Gipuzkoa en las más ricas y, curiosamente también, las más densamente pobladas, no ya de España sino incluso de Europa. En tan sólo 10 años, los más duros del franquismo, de 1950 a 1960, en Barakaldo se construyeron 9.072 viviendas (tenía hasta entonces 8.270), Portugalete pasó de 2.380 viviendas a 5.553, Basauri de 2.200 a 4.909, en Bilbao, por ejemplo, de 300.000 habitantes casi la mitad no eran siquiera nacidos en el País Vasco.
Pese a cierto aperturismo del sistema totalitario imperialista tras la muerte del dictador español -empujados por Europa y USA y no voluntario-, el siguiente paso fue la diglosia, es decir, la imposición de un idioma sobre otro hace imposible en la práctica el bilingüismo; mientras que el castellano o el francés son de obligado conocimiento (así lo impone la Constitución española de 1978 por ejemplo), el euskera es co-oficial pero voluntario en los territorios de la Nabarra Occidental ocupadas por España y co-oficial sólo en parte en el caso de Alta Navarra (CFN, donde continúa el exterminio de cualquier vestigio del euskera en el sur) y ni tan siquiera eso en la parte ocupada por Francia. Las cadenas gratuitas de televisión en castellano son incontables e incontables las cadenas locales en castellano, lo mismo que las radios, prensa, cine etc. de las cuales es imposible escapar, frente a las escasas en euskera, provocando la marginalidad del euskera incluso en la Nabarra Occidental, qué decir en el resto de las administraciones españolas y francesas en las que se divide a los nabarros para su mejor asimilación por el imperialismo.
Miguel de Unamuno en los Juegos Florales en 1901 en un polémico texto decía: “El vascuence y el castellano son incompatibles, dígase lo que se quiera, y si caben individuos no caben pueblos bilingües. Es esto de la bilingüidad un estado transitorio”.
El problema principal del euskera era y es que sus hablantes estamos siendo objeto de un sometimiento político armado, por lo que la defensa de nuestro pueblo y sus valores (Derecho Pirenaico, idioma/s, cultura y en definitiva de nuestra idiosincrasia propia) es muy difícil de defender ante el imperialismo al no tener el paraguas político de nuestro propio Estado, ocupado militarmente y subordinada toda su cultura e idioma desde hace siglos y hasta el presente a los intereses de los imperialistas, intereses contrarios a los nuestros, pero como dijo el historiador nabarro Arturo Campión sobre Nabarra: «Muerta parecía y dormida estaba».
NOTAS
1. Euskeraren galera Nafarroan, 1587-1984” E.Elgoibar, B.Zubizarreta, I.Gaminde.
2. “El libro blanco del euskera”, Euskaltzaindia
3. Joxe Azurmendi, “espainola eta euskaldunak”, pág. 7
Alots Gezuraga, Donostia (Nabarra)
Al “humorista” español Antonio Mingote le publicaron un “chiste” gráfico el 24 de junio del 2008 el grupo mediático español Vocento (Diario Vasco, el Correo español, ABC etc.), donde se veía a un chico joven sentado delante de un libro y una voz en off que decía: “Estudia en euskera. Es una víctima del terrorismo aunque él todavía no lo sabe”.
Muchos creen que la antipatía e incluso odio hacia el euskera en España (en su caso Francia) es algo reciente, odio que los españoles atribuyen a la política actual de los partidos políticos de ámbito vasco, pero no es verdad, esta enemistad entre el castellano y el euskera viene de antiguo, de muchos siglos antes de que existieran siquiera los partidos políticos. De lo que sí se les puede acusar a los partidos del nacionalismo vasco en el tema lingüístico, es de no haber sabido llegar a los nabarros de la Ribera, al confundir la situación lingüística de la Euskal Herria verde con la del “ager vasconum” e ignorar la historia del reino de Nabarra, con su diversidad de lenguas en la Ribera y su pluralidad étnica desde época romana y alto medieval.
Antes de la conquista del reino de Nabarra, la situación del euskera poco tenía que ver con el posterior desprecio y constante ataque hacia la “lingua navarrorum”, sirva como resumen este entresacado al respecto de las zonas bilingües del reino nabarro del libro “El euskera en Navarra” del gran historiador de Artajona Jimeno Jurio:
“Podemos afirmar que la Ribera de Alta Navarra, de Alaba y de Aragón limítrofe a éstas, pasaron por ciclos proto-vasco, vasco-céltico, vasco-latino, vasco-árabe y vasco-románico desde los siglos IX-X hasta nuestros días (los godos apenas tuvieron repercusión en el complejo idiomático de la comarca). En este último ciclo, el vasco-románico, también hay que hacer dos distinciones: un primer ciclo vasco-romance medieval marcado por el respecto y el mestizaje vasco romance navarro con mozárabe, y un segundo ciclo a partir del siglo XVI con la pérdida del reino navarro, donde el euskera, el idioma propiamente navarro, es menospreciado y apartado de la vida social por el idioma de conquistador: el castellano.”
La opinión del etnólogo español Julio Caro Baroja acerca de la frontera de los territorios de habla vasca a lo largo de toda la Edad Media es que es la misma que en el año 1587, es decir, se mantuvo constante desde la ocupación musulmana del sur del ducado baskón (de la que es hija el reino de Pamplona-Navarra) hasta el siglo XVI, en el que es invadido del todo en su territorio peninsular el reino de Nabarra, fecha en la que comienza, significativamente, el retroceso del euskera; existe un registro del año 1587 que se conserva en el Seminario de Vitoria donde se dice respecto a Alta Navarra (CFN), que se hablaba euskera en 451 pueblos –monolingüe en lengua nabarra- y que eran bilingües en romance nabarro y euskera, otros 58 pueblos(1). El vicario de Sangüesa y Lumbier, el licenciado Lubián en el siglo XVI escribe significativamente: “no hay ningún lugar ni Ciudad nin villa en este Reyno en que no haya baskongados (en su significado histórico de vasco-parlantes o euskaldunes)”, incluido el Sur.
El abad de Arteaga (Valdizarbe, Alta Navarra), Juan de Beriain, por ejemplo, dejó escrito en el siglo XVII la buena salud del euskera en todo el reducido Reino de Navarra: “Doctrina Christiana en romance y bascuence” año 1626, Pamplona: “(…) escribo en bascuence, porque no ha habido nación en todo el mundo, que no haya premiado la lengua natural de la patria y enseñarla en las secuelas a leer y escribir. Según esto, razón es que nosotros estimamos nuestra lengua bascongada”.
Pero la situación para nuestro idioma cambió a partir de perder, hasta el presente, nuestra libertad. Se entiende muy bien las políticas castellano-españolas respecto a los idiomas de su Imperio en el siguiente texto de 1492, por mandato de Isabel la Católica a Antonio de Nebrija. Se trataba de unificar el castellano, en el prólogo del libro aparece este texto revelador que dice: “(…) muchos pueblos bárbaros y naciones de peregrinas lenguas, y con el vencimiento aquellos tenían necesidad de recibir las leyes que el vencedor pone al vencido, y con ellas nuestra lengua”. Fue la política castellana en América como en el reino de Navarra según fue conquistando y subyugando. En ese documento se dice también: “ ...I cierto así es que no solamente los enemigos de nuestra fe, que tienen la necesidad de saber el lenguaje castellano, más los vizcaínos (se refiere a todos los nabarros marítimos y suletinos), navarros (de Alta y Baja Navarra aún libre), franceses, italianos y todos los otros que tienen algún trato y conversación en España y necesidad de nuestra lengua...”.
En el Siglo de Oro de la literatura española (s.XVI-XVII) hay unos cuantos ejemplos de cómo veía el español al vasco-parlante, así, Cervantes ironiza en su principal obra “El Quijote” cuando el analfabeto Sancho Panza recibe una carta de su mujer, alguien le aconseja con sorna que se la lea su secretario y Sancho pregunta:
“-¿Y quién es aquí mi secretario?
- Yo señor, que sé leer y escribir y soy vizcaíno.
- ¡Con esa añadidura, bien podéis ser secretario del mismo Emperador!, replica Sancho Panza.”
“Vizcaíno” tenía entonces el sentido histórico de euskaldun o vasco-parlante, análogo al de “vascongado” como también se llamaba al que hablaba vascuence (como “romanzado” el que hablaba romance )(2), se declaraban “vizcaínos” por ejemplo San Francisco Javier (Alta Navarra s.XVI) o mucho después Agosti Xaho (Zuberoa s.XIX), baile de nombres que en realidad tratan de evitar el nombre común de “nabarros”, los baskones libres del Estado nabarro. La ironía del escritor español hacía referencia a que había muchos “vizcaínos” en la corte del emperador del Imperio castellano desde Carlos V de Gante. Pero Cervantes no tenía simpatía alguna por lo “vizcaíno”, escribe así en otra parte del libro sobre las andanzas del hidalgo manchego: “Todo escritor debe de escribir en la lengua que ha mamado, aunque sea el vascuence”, es decir, que lo mejor era escribir en cualquiera de los 6.000 idiomas del mundo menos en euskera, salvo que no le quede a uno más remedio por no conocer más idiomas.
En la tercera parte de La Celestina de 1536, Gaspar Gómez introduce un personaje en la comedia al que llama “Perucho Vizcayno”. Este personaje de “Perutxo” aparece recurrentemente en la literatura española del siglo XVI, con él se trata de retratar a todos los vasco-parlantes como personas aldeanas y sin cultura, para ello lo que más recalcan es que son desconocedores del idioma castellano o que lo hablan muy mal, todo ello con un menosprecio latente. Apareció Perutxo por primera vez en 1517 en la obra “Tinelaria” de Torres Naharro, después usó el personaje Gaspar Gómez en la “Celestina” como hemos visto (1536), también lo usó Martín de Santander en “Rosabella” (1550) y el propio Cervantes en “El vizcaino finjido”.
En pleno siglo XX la situación de desprecio hacia el euskera y la burla hacia el vasco-parlante por no saber castellano era la misma que en el siglo XVI, a lo que nuestro gran poeta Esteban Urkiaga “Lauaxeta” –fusilado después por la ultraderecha española en 1937- respondió al imperialismo idiomático castellano: “El conocimiento del idioma nacional es el culpable de nuestro escaso dominio del idioma extranjero”.
Mientras los Fueros o leyes del reino nabarro resultantes de la aplicación del Derecho Pirenaico consuetudinario tuvieron fuerza, la situación del euskera fue bastante estable en la mayor parte del territorio (pese a la invasión del Estado de la lengua nabarra y la exigencia de conocer el idioma del imperialismo o castellano para ocupar cualquier alto cargo, s.XVI-XVII), por tanto, hasta la centralización borbónica y las Guerras Carlistas en España -s. XVIII-XIX- y hasta la Revolución Francesa en Iparralde, año 1789.
Así lo explicaba el ilustre filólogo Koldo Mitxelena en “Historia de la literatura vasca”: “Sería inexacto suponer que las autoridades fueron opuestas, por razones mejores o peores a fomentar el uso de la lengua vasca y sólo ésta. Obras inéditas en castellano salieron con retraso parecido: la “Suma” de Zaldibia, muerto en 1575, vio la luz en 1945; el compendio de Isasti, escrito hacia 1620, en 1850, la crónica de Ibargüen-Cachopín continúa inédita. En realidad, en Guipúzcoa y Vizcaya por lo menos, la aversión se extendía sin discriminación a todo escrito en la lengua que fuera. La única literatura que se costeaba sin regateos era la legal de los interminables pleitos por atribuciones, límites o precedencias.
No obstante lo dicho, sería injusto en sumo grado acusar a los vascos de los siglos XVI a XIX, incluso en sus clases más elevadas, de menospreciar la lengua. Aparte de que tal acusación quedaría desmentida por la tenaz adhesión que el pueblo ha venido prestándole, todos los vascos han sentido un orgullo desmedido por su idioma, orgullo que ha encontrado su expresión más conocida en las numerosas apologías que se le han dedicado desde el siglo XVI” (…) “Las instituciones propias, mientras existían, le fueron favorables (al euskera) al menos por omisión”.
La persecución sistemática al euskera, hasta entonces burla y menosprecio, lo trajo el centralismo borbónico aprovechando la creación sistemática de las escuelas de primeras letras, lo cual fue decisivo en el retroceso territorial y social del euskera.
El primer rey Borbón de España, el francés Philippe de Bourbon duque de Anjou (nacido en el palacio de Versalles 1683), Felipe V siguiendo la cronología castellana -el cual no hablaba el idioma de Cervantes a su llegada a España con 17 años-, creó la Biblioteca Nacional Española (1712) o la Real Academia Española (RAE, 1713), necesaria para lograr el castellano unificado que se habla hoy en la península (el español “batua”), frente a la situación con la que se encontró a su llegada el rey francés de un idioma con una fuerte dialectización pese al intento de unificación de Nebrija. Pero este castellano unificado es diferente al que se habla en los Estados hispanoamericanos, por lo que sigue habiendo en la actualidad 90 dialectos del castellano -además de cientos de subdialectos-, tal y como explica el lingüista Moreno Cabrera en su reciente libro con un título tan revelador como “La lengua es un dialecto con ejército”.
En el Diccionario de autoridades de comienzos del siglo XVIII de este rey francés de España, se define el “vascuence” como “lo que está tan confuso y oscuro que no puede entenderse”. Es más, hoy en día, siglo XXI, sigue igual en el diccionario de la Real Academia Española, DRAE, para la que el “vascuence” o euskera significa:
(Del lat. vasconĭce).
1. adj. euskera (perteneciente a la lengua vasca).
2. m. euskera (lengua).
3. m. coloq. Aquello que está tan confuso y oscuro que no se puede entender.
Las escuelas nacieron en el siglo XVI y XVII de forma residual, pero se impulsaron a partir precisamente del siglo XVIII para difundir el idioma del Imperio castellano. La legislación escolar no estaba recogida en los Fueros del Derecho Pirenaico baskón, pues apenas existían escuelas al escribirse éstos (la primera universidad se sitúa en el siglo XIII en Tudela pero no tuvo continuidad), resquicio que sirvió al imperialismo español para introducir el castellano y arrinconar como idioma de “iletrados” el euskera.
En tierras vascas se enseñaba desde la creación de las escuelas únicamente en castellano, pero, al salir del colegio, los escolares volvían a su idioma natural, el euskera. Pueblos totalmente vasco-parlantes como Hondarribia tenían en el siglo XVII profesores foráneos, e incluso militares, tal y como lo relata Pedro Esarte en su libro “Asedio a Fuenterrabía y avasallamiento de Guipúzcoa 1635-1644". Hasta la caída de los Fueros el profesor les podía hablar en euskera para tomarles la lección a sus alumnos en algunas comarcas (como excepción y título personal), pues existen testimonios de profesores euskaltzales (vascófilos) en tal sentido, después la represión fue total.
Son importantes todas las leyes y políticas tomadas contra el euskera desde el inicio por los Borbones y su centralismo-uniformización en busca de convertir en Imperio castellano en España-nación, proyecto de un Estado con una nación e idioma único de base exclusivamente castellana, pero la Real Célula del 23 de junio de 1768 y la de 10 de marzo de 1770 promulgadas por el afrancesado Borbón Carlos III de España (hijo del anterior) se llevan la palma: toda la enseñanza escolar se hará “únicamente en lengua castellana” en todos los territorios del Imperio castellano de la península y Ultramar, y todos los idiomas que no fueran el castellano serían perseguidos en el Imperio.
Sirva como ejemplo este temprano caso de un pueblo tan euskaldun o vasco parlante como Beasain y más en 1730, año del texto siguiente: “que no se les permita hablar en vascuence sino en castellano, poniendo anillo y castigándoles como se merecen”. Es un acuerdo entre el municipio y el maestro, a los vascos nos habían convencidos para entonces que nuestro idioma no servía como medio de transmisión de conocimientos. El que quiera leer docenas de ejemplos como éste los tiene en “El Libro negro del euskara” de Juan Mari Torrealdai.
En 1830 las Juntas Generales de Gipuzkoa constataba una preocupación por la revitalización de la lengua, en el memorial sobre el euskera encargado a Iturriaga aseveraba que “las pérdidas territoriales que ha experimentado” eran fruto “de las escuelas de primeras letras”, tal y como recoge Lasa, J.I. en su libro “Sobre la enseñanza primaria en el País Vasco”. En 1857, la Ley Moyano de Educación, insistía sobre la obligatoriedad de la enseñanza primaria en castellano sin lugar a otros idiomas.
Hay que destacar además en el retroceso y menosprecio del euskera los factores jurídico-legales que prohibían y restringían su uso, así como los que silenciaban toda referencia al euskera o ignoraban su existencia, ejemplos que recoge Euskaltzaindia en “El Libro Blanco del Euskara”. Sirva como texto significativo las instrucciones que el Fiscal del Consejo de Casilla dictaba en 1716 para la introducción del castellano: “utilizar instrucciones y providencias muy templadas y disimuladas, de manera que se consiga el efecto sin que se note cuidado (...). Porque en Navarra se habla bascuence en la mayor parte y van a gobernar Ministros Castellanos”.
Tras la supresión de los Fueros en el siglo XIX, y pese al denodado intento de todo el pueblo nabarro para defenderlo tomando las armas contra el proyecto España-nación de base únicamente castellana, el euskera fue perseguido, tratado de enemigo de la unidad de España y los escolares que lo hablaban castigados sistemáticamente. La derrota en las guerras carlistas, creó en muchos valles nabarros un sentimiento de pérdida total, no sólo de la guerra sino de todos los símbolos de nuestra cultura y en una especie de suicidio colectivo de nuestra idiosincrasia por la que se creían luchar, en muchos valles hasta entonces monolingües en lengua nabarra, se aceptó la victoria española y la imposición de sus señas de identidad renunciando a las propias.
Arturo Campión (Pamplona 1854-Donostia 1937) refleja esta situación en una de sus novelas basada en hechos reales, “El tamborilero de Erraondo” (valle de Untziti, cuenca de Pamplona hacia el sureste de la capital del reino): “Es la historia de Pedro Fermín Izko, que emigró a América con su txistu y pasó cincuenta años en la comunidad euskaldun de la diáspora. (Después de las Guerras Carlistas que finalizaron en 1876) Volvió entonces al valle y se puso a tocar el txistu a la salida de la iglesia, como lo había visto hacer a su padre. Y se encontró para su sorpresa con burlas de gente que había perdido su cultura, su lengua y sus raíces” (gerindabai.blogspot.com).
El periódico madrileño “el Imparcial” (sic) lo decía claramente en aquellos días: “Quitarles los Fueros no es suficiente, tenemos que quitarles ahora la lengua”(3).
Toda esta extrema situación del decaimiento del euskera debido a una presión centralista en todos los frentes (cuando no genocida), llevo a decir a Wilhem von Humboldt (1809): “En menos de un siglo quizás desaparezca el vascuence de la lista de las lenguas vivas.”
Un bilbaíno de nacimiento -pero de mente española- a principios del siglo XIX aseveraba que: “El vascuence se extingue sin que haya fuerza humana que puede impedir su extinción; muere por ley de vida”. Era Miguel de Unamuno y Jugo el que se expresaba así, incluso de forma más tajante: «Eres un pueblo que te vas; (...) estorbas a la vida de la universal sociedad, debes irte, debes morir, transmitiendo la vida al pueblo que te sujeta y te invade. (...) esa lengua que hablas, pueblo vasco, ese euskera desaparece contigo; no importa porque como tú debe desaparecer; apresúrate a darle muerte y enterrarle con honra, y habla en español».
El lingüista checo, uno de los fundadores del Círculo lingüístico de Praga y filólogo de la universidad de Viena, el Dr. Hans Mukarovsky (Písek, 1891-Praga, 1975) le contestó al bilbaíno “El argumento de que las lenguas llamadas “primitivas” son un obstáculo para progreso, o es una argumento de ignorancia o de mala fe. Surge generalmente, o bien del deseo de alguien que ha abandonado una lengua por otra o un deseo puramente político, para hacer a todos iguales, y suprimir posibles rebeliones o secesiones de un centro político, un estado etc. En cualquiera de los casos, no hay verdad en ello, sino cierto deseo de suprimir el orden natural.” (…) “Su tesis (la mencionada de Unamuno) me parece extraña, por no decir criminal, ¿existe algún fondo político detrás de estas tendencias represivas? Me gustaría saberlo”. En realidad Unamuno en este texto de 1902 estaba plagiando al inglés Matthew Arnold, cuando en 1867 escribió lo mismo contra el galés y a favor del inglés en “Study of Celtic literature” (“Unamuno y el vascuence” Martín de Ugalde).
El mejor filólogo vasco de todos los tiempos, Koldo Mitxelena, en su libro “La lengua vasca”, hace una clara referencia al sambenito que a los vascos y a nuestro idioma nos han querido colgar así como a lo absurdo del mismo: “No hay lenguas primitivas en el mundo, sino a lo sumo lenguas de pueblos primitivos. Es cierto que, en un momento histórico dado y por circunstancias extralingüísticas, unos idiomas están mejor preparados que otros para las necesidades de un tipo determinado de civilización. Pero tales deficiencias momentáneas, que radican por lo general en el léxico, parte nada central de la lengua, pueden ser rápidamente subsanadas, por neologismo o por préstamo, si la comunidad que la usa se siente movida a ello. Un mito muy difundido es el que existen lenguas más “difíciles” – y la nuestra sería una de ellas- que otras, mito tan deleznable como el de las lenguas más “filosóficas” o más “progresivas” que las demás. Porque aquí todo depende del punto de partida: ¿para quién es más difícil una lengua que otra?”.
Se trata de una “profecía autocumplida”, el querer que desaparezca como lengua con un constante martilleo durante siglos, el no poner medios para que se escriba y se eduque en euskera frente al castellano (o francés), es lo que llevó al euskera a su ruralización, alejándole de medios intelectuales; después se le acusó de ser una lengua sin literatura o imposible de ser lengua culta, lo que se había demostrado como falso tempranamente, sobre todo con la “Escuela de Sara” y su prolífica escritura de diversidad de temas y de escritores que llevaron a crear el primer “euskera batua” o unificado (s. XVI-XVII), gracias al patrocinio de los reyes de Nabarra (Enrique II “el sangüesino” y las reinas del renacimiento nabarrista o nafarzale Margarita y Juana de Alberto o Labrit), el mismo siglo en el que se desarrolló la literatura en castellano como hemos visto.
Poco antes de La Segunda Guerra Carlista, en 1867, según Ladislao de Velasco, el 52% de la población de los 4 territorios del País Vasco peninsular sabía Euskara, la mayoría eran además monolingües, 100 años después, en 1975 tras la muerte en la cama del dictador español Francisco Franco, no pasaba del 20-25% y ya no había monolingües en euskera pero sí un 80% de monolingües en castellano, muchos nativos, pero la mayoría ni siquiera había nacido en tierras nabarras.
Desde mediados del siglo XIX con capital inglés principalmente y mano de obra vasca, se dio una fuerte industrialización de las poblaciones bizkainas de la margen izquierda del río Ibaizabal-Nervión, así como en Bilbao, es la única revolución industrial en la Península Ibérica. Pero tras la pérdida de la defensa Foral en las Guerras Carlistas a finales del siglo XIX, la situación es aprovechada por los vencedores que se hacen con el control de la industria y el control total del país.
España usó a los territorios de la costa nabarra y Catalunya para librarse de una masa de gente que se le agolpaba en el campo, gente que “sobraba” a los grandes latifundistas y desastrosas desamortizaciones que no repartieron la propiedad de la tierra sino que la simplemente la cambiaron de manos; así mataban dos pájaros de un tiro: el excedente de gente del campo español a las “provincias” traidoras traía a éstas una población no carlista y menos foralista y sobre todo de sentimiento español, pudiendo alimentar a toda la población sin provocar revueltas contra los terratenientes y manteniendo éstos sus propiedades y su privilegiada situación.
Todo ello supuso la llegada masiva por primera vez de gentes españolas que desconocían el idioma nativo y tampoco hacían esfuerzo por aprenderlo, actuando como auténticos colonos españoles (DRAE colonia: 4. Territorio dominado y administrado por una potencia extranjera) y principales actores del proyecto centralista de base exclusivamente castellana del gobierno español más que como simples emigrantes por motivos económicos, lo que conllevó el retroceso del euskera de grandes territorios del país. Incluso muchas veces no se daba contacto alguno con vasco-hablantes debido a las grandes masas de gentes que llegaban y se adocenaban juntas, además de no haber lugares donde aprender euskera por una actitud de menosprecio y exclusión de la administración española y de la enseñanza como hemos comentado. La industrialización supuso el desplazamiento del euskera de las grandes urbes nabarras, totalmente desnaturalizadas de su ser baskón. Es por tanto, el retroceso del euskera, más tardío de lo que la gente habitualmente cree, y se precipita en últimos 150 años.
“Uno de los síntomas de nacionicido es la amnesia de la historia propia. El efecto del nacionicidio es la privación, y sustitución de su sistema jurídico y de su derecho nacional.
La conquista trajo como consecuencia la hibernación de la soberanía de Navarra al quedar sometida a otro Estado que le impone su soberanía –su sistema jurídico y su legislación-, la minorización jurídica y el bloqueo al desarrollo y evolución del sistema jurídico propio (…). Sobre la lengua y la cultura se ha producido el lingüicidio y la primitivización” Tomás Urzainqui Mina, Comisión de Autogobierno del Parlamento de la C.A.V. en la Nabarra Occidental en mayo del 2002.
El último gran mazazo al euskera vino del franquismo, que no se conformó con prohibir su enseñanza, sino que incluso prohibió hablarlo intentando completar el lingüicidio y nacionicidio, acuñando frases como: “español, habla la lengua del Imperio”. El nacionalismo español siempre ha concebido su España como monolingüe, lo mismo que el francés (por tanto no dejan de ser proyectos inconclusos e históricamente inexistentes). Con el franquismo desaparecieron los euskaldunes monolingües tras unos 20.000 años.
Tras el modelo económico marcado por Gobierno español en el Plan de Estabilización de 1959 y el Plan de Desarrollo de 1960, al morir el dictador español Franco, el 53% de la población de los tres territorios de la Nabarra Occidental no había nacido en los mismos, eran en su mayoría colonos españoles que no hacían nada por respetar la cultura del pueblo que los acogía, colonos que desconocían el idioma vasco, prohibida su enseñanza y el poder hablarlo incluso para los naturales con fuerte multas y castigos, con una persecución policial y militar contra todo lo que fuera el idioma nabarro; la llegada de inmigrantes españoles a Nabarra, lejos de ser fruto de una tendencia natural de la economía nabarra, fue fruto de una dictadura que buscaba la eliminación de un poder que le resulta difícil de controlar: el del pueblo nabarro, y con él el exterminio su idiosincrasia y conciencia de pueblo mediante una inmigración masiva desde otros puntos del imperio castellano.
En la Nabarra Occidental, el paro en 1960 era prácticamente cero y del 3% en 1975, a pesar de la crisis mundial del petróleo de 1973. Convirtiendo a las “provincias” calificadas de “traidoras y separatistas” de Bizkaia y Gipuzkoa en las más ricas y, curiosamente también, las más densamente pobladas, no ya de España sino incluso de Europa. En tan sólo 10 años, los más duros del franquismo, de 1950 a 1960, en Barakaldo se construyeron 9.072 viviendas (tenía hasta entonces 8.270), Portugalete pasó de 2.380 viviendas a 5.553, Basauri de 2.200 a 4.909, en Bilbao, por ejemplo, de 300.000 habitantes casi la mitad no eran siquiera nacidos en el País Vasco.
Pese a cierto aperturismo del sistema totalitario imperialista tras la muerte del dictador español -empujados por Europa y USA y no voluntario-, el siguiente paso fue la diglosia, es decir, la imposición de un idioma sobre otro hace imposible en la práctica el bilingüismo; mientras que el castellano o el francés son de obligado conocimiento (así lo impone la Constitución española de 1978 por ejemplo), el euskera es co-oficial pero voluntario en los territorios de la Nabarra Occidental ocupadas por España y co-oficial sólo en parte en el caso de Alta Navarra (CFN, donde continúa el exterminio de cualquier vestigio del euskera en el sur) y ni tan siquiera eso en la parte ocupada por Francia. Las cadenas gratuitas de televisión en castellano son incontables e incontables las cadenas locales en castellano, lo mismo que las radios, prensa, cine etc. de las cuales es imposible escapar, frente a las escasas en euskera, provocando la marginalidad del euskera incluso en la Nabarra Occidental, qué decir en el resto de las administraciones españolas y francesas en las que se divide a los nabarros para su mejor asimilación por el imperialismo.
Miguel de Unamuno en los Juegos Florales en 1901 en un polémico texto decía: “El vascuence y el castellano son incompatibles, dígase lo que se quiera, y si caben individuos no caben pueblos bilingües. Es esto de la bilingüidad un estado transitorio”.
El problema principal del euskera era y es que sus hablantes estamos siendo objeto de un sometimiento político armado, por lo que la defensa de nuestro pueblo y sus valores (Derecho Pirenaico, idioma/s, cultura y en definitiva de nuestra idiosincrasia propia) es muy difícil de defender ante el imperialismo al no tener el paraguas político de nuestro propio Estado, ocupado militarmente y subordinada toda su cultura e idioma desde hace siglos y hasta el presente a los intereses de los imperialistas, intereses contrarios a los nuestros, pero como dijo el historiador nabarro Arturo Campión sobre Nabarra: «Muerta parecía y dormida estaba».
NOTAS
1. Euskeraren galera Nafarroan, 1587-1984” E.Elgoibar, B.Zubizarreta, I.Gaminde.
2. “El libro blanco del euskera”, Euskaltzaindia
3. Joxe Azurmendi, “espainola eta euskaldunak”, pág. 7
Estado de Nabarra. El Nabarrismo Humanista
J.M. Unzueta
Estado de Nabarra. El Nabarrismo Humanista
Soberanía de Navarra
“Navarre shall be the wonder of the Word” Nabarra será la maravilla del Mundo. Willian Shakespeare Dramaturgo, poeta y actor inglés
El Nabarrismo Humanista: L a semana pasada me referí en mi artículo titulado Estado de Nabarra. La vuelta a los orígenes sobre la maravillosa experiencia vivida en la entrañable Villa de “la Guardia de la Sonsierra Nabarra”. Hoy tengo que hacer lo mismo pero en la maravillosa BIANA, cuna de extraordinarios personajes humanistas entre otros, como los escritores Navarro Villoslada y el recientemente fallecido Pablo Antoñana.
Organizado por “NABARRALDE”, el sábado 18 y el domingo 19 se celebró en esta localidad el primer congreso de historiadores nabarros sobre el 500 aniversario de la conquista y genocidio realizado por parte de España contra nuestro Estado Nabarro, en un marco incomparable. No me voy a extender excesivamente en los programas y ponentes, porque la prensa ya ha dado suficiente cobertura informativa del evento, a excepción de la prensa imperialista Franco-Española-Vaticanista afincada en territorio nabarro. Me voy a limitar a destacar lo que este congreso ha significado para aclarar conceptos y principios del Nabarrismo Humanista.
Para mi ha supuesto otro gran paso, y así lo manifesté a los organizadores, en el proceso de descolonización y regeneración mental acelerada. Esto supone como primera sensación la de que me siento mucho más humanista y al mismo tiempo bastante mejor conmigo mismo y con todas las personas con las cuales comparto relación, en mí se cumple el principio de: a más descolonización más nabarrismo y más humanismo.
De todos los ponentes que verdaderamente eran de gran nivel, me cautivó el historiador y escultor en hierro, Jon Oria Oses. Exprofesor de la Universidad de Cambridge y especialista en lo relativo a la Reina Margarita de Nabarra, Jon Oria Oses realizó una disertación de auténtico lujo sobre esta excepcional Dama del Renacimiento y que hizo exclamar al insigne Willian Shakespeare la célebre frase “Navarre shall be the wonder of the word”, que se ha hecho célebre. Mujer cultivada y humanista, mandó llamar a arquitectos, pintores, escultores para transformar el castillo de Pau en un auténtico palacio renacentista. Margarita de Nabarra alentó la Reforma sin alienarse con Calvino; ella como gran mujer Nabarra tenía su propio criterio, llegando a difundir el platonismo y el evangelio.
Fue enterrada en la iglesia catedral de Lescar. En 1898 se encontraron varias piezas teatrales, poemas y canciones inéditas escritas por Margarita de Nabarra, que fueron agrupados para su publicación bajo el título de: Les derniéres poésies de Marguerite de Navarre.
Otro detalle que aportó Jon Oria Oses, fue que en el siglo XVI Inglaterra y Nabarra estaban al mismo nivel de desarrollo cultural, con la variante de que nuestra legislación se basaba en el Derecho Pirenaico completamente horizontal, opuesto al Derecho Romano Germánico imperante en toda Europa totalmente absolutista y vertical.
En la línea de la tradición renacentista en el Reino Unido tengo que destacar un hecho real ocurrido no hace mucho tiempo a un compatriota nuestro en la Universidad de Oxford. Éste está desarrollando su tesis doctoral en dicha universidad; en ella hay una tradición de mucho arraigo que consiste cuando el alumno se plantea utilizar los servicios de la biblioteca, debe de realizar un juramento simbólico en presencia del Decano. En el caso que nos ocupa se realizó en presencia de la Decano, la sorpresa de nuestro compatriota fue mayúscula cuando le presentaron el libro de actas del juramento en perfecto “EUSKERA”, este juró en lingua navarrorun. Al final del acto la Decano le comentó a nuestro compatriota que era un “NABARRO BASKÓN”, es la diferencia de la cultura de la ilustración, por nuestros lahares todavía siguen con el espíritu de la inquisición y el medioevo cutre.
Este congreso también, ha dejado entrever claramente la necesidad imperiosa de recuperar más pronto que tarde la SOBERANIA del Estado Baskón de Nabarra. Añado yo, la soberanía sobre la territorialidad comprendida desde Atapuerca hasta Foix (Andorra) y desde Burdeos hasta el Moncayo. Todas las disertaciones del congreso estuvieron marcadas en un tono nunca mejor dicho en el sentido del NABARRISMO HUMANISTA.
El broche final lo puso el escritor Joseba Asiron, responsable del evento organizado por Nabarralde, determinó en las conclusiones que «ya perdimos en 1512. De ningún modo perderemos en 2012». De este modo, Asiron llamó a desmontar la «manipulación constante» a la que se ve sometida la desaparición del Estado Baskón de Nabarra a manos de «una historiografía parcial e interesada». Asiron se mostró satisfecho del desarrollo de la iniciativa y la gran acogida que ha recibido el congreso, que incluso superó las expectativas de asistencia.
Antes de finalizar quiero puntualizar más el Nabarrismo Humanista insertando este párrafo de un artículo realizado recientemente por nuestro compatriota y estatalista nabarro Iñigo Saldise Alda, en su magnífico artículo titulado NABARTZALE plasma extraordinariamente el alma del Nabarrismo Humanista cuando escribe lo siguiente:.
Nabartzale es aquella persona que conoce el largo caminar histórico-político de su Patria, Nabarra. Nabartzale es la persona conocedora de la amplitud territorial real del Estado de Nabarra. Es aquella persona que admira sinceramente el auténtico nabarrismo o nabarrismo integral, surgido durante el periodo conocido como Renacimiento, dentro de las fronteras del Reino soberano de Nabarra. Nabartzale es aquella persona que conoce la importancia jurídico-política del Derecho Pirenaico, el cual ya fue defendido ante unas monarquías ajenas al País de los nabarros, durante un periodo de más de 150 años y ciertamente con un auténtico empeño patrio, por los Infanzones de Nabarra; e incluso varios siglos después de la lucha patriótica de estos Infanzones que solían reunirse en Obanos, se encuentra patentemente la influencia del Derecho Pirenaico en el Fuero Moderno del Vizcondado del Bearne, último Fuero nabarro realizado en soberanía y por juristas del País, donde desde el mismísimo Preámbulo promulgado por el propio rey Enrique II de Nabarra en el año 1551, se puede distinguir claramente el fuerte “sentido republicano” del mismo, más concretamente en la elección del rey o soberano nabarro, reconociéndose tácitamente a éste como posterior a las leyes, siendo su origen de carácter electo en una decisión política realizada patentemente de forma consciente por el Pueblo, algo que ya se dio en el origen de nuestro Estado al ser nombrado el primer rey nabarro, Eneko Aritza, en el año 824-Antes leyes que reyes-.
El Nabarrismo Humanista, tiene una gran tradición en nuestra Patria. La lista de compatriotas sería excesiva, pero por destacar a algunos lo haría empezando por Xabier Jaso Azpilikueta vasco de linaje y nabarro de Nación, que para el imperialismo Franco-Español-Vaticanista ha pasado como San Francisco Javier. Siguiendo con Margarita de Nabarra, Juana de Albret, Enrique III de Nabarra y IV de Francia, etc., y ya más recientes podemos citar en esta línea del Nabarrismo Humanista, a los franciscanos Peio Zabala y Joxe Arregi teólogo, este último defenestrado por la organización mafiosa y anticristiana de los seguidores de Escrivá. También cabe destacar como Nabarrista Humanista al periodista y teólogo Raúl Díaz de Arkaia, hombre de recta convicción y estatalista nabarro.
Para finalizar quiero indicar que los organizadores no quisieron dar por finalizado el congreso sin rendir homenaje al escritor bianes Pablo Antoñana. Como su viuda, Espira Sauz, tuve el honor y la satisfacción de poderla abrazar en mi nombre y en el de mi esposa. Además Elvira Sauz es también presidenta de la iniciativa 1512-2012 Nafarroa Bizirik; protagonizó los actos en recuerdo a Antoñana, además de ser una figura comprometida con la recuperación de la historia de Nabarra más allá de versiones impuestas. Se bailó un aurresku en su honor y, durante el acto también se recordó al fallecido José Antonio Labordeta.
Estado de Nabarra. El Nabarrismo Humanista
Soberanía de Navarra
“Navarre shall be the wonder of the Word” Nabarra será la maravilla del Mundo. Willian Shakespeare Dramaturgo, poeta y actor inglés
El Nabarrismo Humanista: L a semana pasada me referí en mi artículo titulado Estado de Nabarra. La vuelta a los orígenes sobre la maravillosa experiencia vivida en la entrañable Villa de “la Guardia de la Sonsierra Nabarra”. Hoy tengo que hacer lo mismo pero en la maravillosa BIANA, cuna de extraordinarios personajes humanistas entre otros, como los escritores Navarro Villoslada y el recientemente fallecido Pablo Antoñana.
Organizado por “NABARRALDE”, el sábado 18 y el domingo 19 se celebró en esta localidad el primer congreso de historiadores nabarros sobre el 500 aniversario de la conquista y genocidio realizado por parte de España contra nuestro Estado Nabarro, en un marco incomparable. No me voy a extender excesivamente en los programas y ponentes, porque la prensa ya ha dado suficiente cobertura informativa del evento, a excepción de la prensa imperialista Franco-Española-Vaticanista afincada en territorio nabarro. Me voy a limitar a destacar lo que este congreso ha significado para aclarar conceptos y principios del Nabarrismo Humanista.
Para mi ha supuesto otro gran paso, y así lo manifesté a los organizadores, en el proceso de descolonización y regeneración mental acelerada. Esto supone como primera sensación la de que me siento mucho más humanista y al mismo tiempo bastante mejor conmigo mismo y con todas las personas con las cuales comparto relación, en mí se cumple el principio de: a más descolonización más nabarrismo y más humanismo.
De todos los ponentes que verdaderamente eran de gran nivel, me cautivó el historiador y escultor en hierro, Jon Oria Oses. Exprofesor de la Universidad de Cambridge y especialista en lo relativo a la Reina Margarita de Nabarra, Jon Oria Oses realizó una disertación de auténtico lujo sobre esta excepcional Dama del Renacimiento y que hizo exclamar al insigne Willian Shakespeare la célebre frase “Navarre shall be the wonder of the word”, que se ha hecho célebre. Mujer cultivada y humanista, mandó llamar a arquitectos, pintores, escultores para transformar el castillo de Pau en un auténtico palacio renacentista. Margarita de Nabarra alentó la Reforma sin alienarse con Calvino; ella como gran mujer Nabarra tenía su propio criterio, llegando a difundir el platonismo y el evangelio.
Fue enterrada en la iglesia catedral de Lescar. En 1898 se encontraron varias piezas teatrales, poemas y canciones inéditas escritas por Margarita de Nabarra, que fueron agrupados para su publicación bajo el título de: Les derniéres poésies de Marguerite de Navarre.
Otro detalle que aportó Jon Oria Oses, fue que en el siglo XVI Inglaterra y Nabarra estaban al mismo nivel de desarrollo cultural, con la variante de que nuestra legislación se basaba en el Derecho Pirenaico completamente horizontal, opuesto al Derecho Romano Germánico imperante en toda Europa totalmente absolutista y vertical.
En la línea de la tradición renacentista en el Reino Unido tengo que destacar un hecho real ocurrido no hace mucho tiempo a un compatriota nuestro en la Universidad de Oxford. Éste está desarrollando su tesis doctoral en dicha universidad; en ella hay una tradición de mucho arraigo que consiste cuando el alumno se plantea utilizar los servicios de la biblioteca, debe de realizar un juramento simbólico en presencia del Decano. En el caso que nos ocupa se realizó en presencia de la Decano, la sorpresa de nuestro compatriota fue mayúscula cuando le presentaron el libro de actas del juramento en perfecto “EUSKERA”, este juró en lingua navarrorun. Al final del acto la Decano le comentó a nuestro compatriota que era un “NABARRO BASKÓN”, es la diferencia de la cultura de la ilustración, por nuestros lahares todavía siguen con el espíritu de la inquisición y el medioevo cutre.
Este congreso también, ha dejado entrever claramente la necesidad imperiosa de recuperar más pronto que tarde la SOBERANIA del Estado Baskón de Nabarra. Añado yo, la soberanía sobre la territorialidad comprendida desde Atapuerca hasta Foix (Andorra) y desde Burdeos hasta el Moncayo. Todas las disertaciones del congreso estuvieron marcadas en un tono nunca mejor dicho en el sentido del NABARRISMO HUMANISTA.
El broche final lo puso el escritor Joseba Asiron, responsable del evento organizado por Nabarralde, determinó en las conclusiones que «ya perdimos en 1512. De ningún modo perderemos en 2012». De este modo, Asiron llamó a desmontar la «manipulación constante» a la que se ve sometida la desaparición del Estado Baskón de Nabarra a manos de «una historiografía parcial e interesada». Asiron se mostró satisfecho del desarrollo de la iniciativa y la gran acogida que ha recibido el congreso, que incluso superó las expectativas de asistencia.
Antes de finalizar quiero puntualizar más el Nabarrismo Humanista insertando este párrafo de un artículo realizado recientemente por nuestro compatriota y estatalista nabarro Iñigo Saldise Alda, en su magnífico artículo titulado NABARTZALE plasma extraordinariamente el alma del Nabarrismo Humanista cuando escribe lo siguiente:.
Nabartzale es aquella persona que conoce el largo caminar histórico-político de su Patria, Nabarra. Nabartzale es la persona conocedora de la amplitud territorial real del Estado de Nabarra. Es aquella persona que admira sinceramente el auténtico nabarrismo o nabarrismo integral, surgido durante el periodo conocido como Renacimiento, dentro de las fronteras del Reino soberano de Nabarra. Nabartzale es aquella persona que conoce la importancia jurídico-política del Derecho Pirenaico, el cual ya fue defendido ante unas monarquías ajenas al País de los nabarros, durante un periodo de más de 150 años y ciertamente con un auténtico empeño patrio, por los Infanzones de Nabarra; e incluso varios siglos después de la lucha patriótica de estos Infanzones que solían reunirse en Obanos, se encuentra patentemente la influencia del Derecho Pirenaico en el Fuero Moderno del Vizcondado del Bearne, último Fuero nabarro realizado en soberanía y por juristas del País, donde desde el mismísimo Preámbulo promulgado por el propio rey Enrique II de Nabarra en el año 1551, se puede distinguir claramente el fuerte “sentido republicano” del mismo, más concretamente en la elección del rey o soberano nabarro, reconociéndose tácitamente a éste como posterior a las leyes, siendo su origen de carácter electo en una decisión política realizada patentemente de forma consciente por el Pueblo, algo que ya se dio en el origen de nuestro Estado al ser nombrado el primer rey nabarro, Eneko Aritza, en el año 824-Antes leyes que reyes-.
El Nabarrismo Humanista, tiene una gran tradición en nuestra Patria. La lista de compatriotas sería excesiva, pero por destacar a algunos lo haría empezando por Xabier Jaso Azpilikueta vasco de linaje y nabarro de Nación, que para el imperialismo Franco-Español-Vaticanista ha pasado como San Francisco Javier. Siguiendo con Margarita de Nabarra, Juana de Albret, Enrique III de Nabarra y IV de Francia, etc., y ya más recientes podemos citar en esta línea del Nabarrismo Humanista, a los franciscanos Peio Zabala y Joxe Arregi teólogo, este último defenestrado por la organización mafiosa y anticristiana de los seguidores de Escrivá. También cabe destacar como Nabarrista Humanista al periodista y teólogo Raúl Díaz de Arkaia, hombre de recta convicción y estatalista nabarro.
Para finalizar quiero indicar que los organizadores no quisieron dar por finalizado el congreso sin rendir homenaje al escritor bianes Pablo Antoñana. Como su viuda, Espira Sauz, tuve el honor y la satisfacción de poderla abrazar en mi nombre y en el de mi esposa. Además Elvira Sauz es también presidenta de la iniciativa 1512-2012 Nafarroa Bizirik; protagonizó los actos en recuerdo a Antoñana, además de ser una figura comprometida con la recuperación de la historia de Nabarra más allá de versiones impuestas. Se bailó un aurresku en su honor y, durante el acto también se recordó al fallecido José Antonio Labordeta.
2010/09/19
Iruinea, septiembre de 2010
Iñigo Saldise Alda
Nabartzale
Soberanía de Navarra
“El patriotismo no es un breve y frenético estallido de emoción, sino la imperturbable y constante dedicación de toda una vida.” Adlai Stevenson.
“El que no ama a su Patria no puede amar nada.” Lord Byron.
“Nadie es Patria. Todos lo somos.” Jorge Luís Borges.
“Quien piensa en sí, no ama a la Patria.” José Marti.
La palabra nabartzale, la cual ha comenzado a conocerse o quizás debamos mejor decir que se a formado a comienzos del siglo XXI, es una fusión del término geopolítico Nabar(ra) y del sufijo (t)zale, existentes ambos en la lingua navarrorum, euskara o vascuence. Concretamente, el término Nabarra es el nombre político con el cual se designa a la totalidad del territorio del Estado de los vasco(ne)s libres e independientes o nabarros, siendo su significado o traducción literal al castellano, la planicie entre las montañas. Esta expresión, Nabarra, en su forma exclusivamente geopolítica, data su existencia desde el año 1050, cuando aparece en un documento oficial del Estado de los nabarros. A su vez, el sufijo (t)zale puede ser traducido como el que ama, el que es amigo de o también el que se dedica a algo. Así pues, nabartzale traducido de forma literal es el que ama la planicie entre las montañas, pero al realizar una traducción bajo el prisma estrictamente político, podemos afirmar que es aquella persona que ama al Estado, la Patria o País de los nabarros o quizás, de forma más sencillamente, se le puede considerar o traducir simplemente, como un patriota nabarro.
Es posible que muchas personas vean una gran similitud con el término euskaldun de abertzale, cuya traducción al castellano es la de patriota, o más literalmente se puede entender como amante de la Patria o partidario de la Patria. Este término, abertzale, es ciertamente también una unión o fundición de la palabra aber(ri), la cual debemos tener muy presente que fue inventada a finales del siglo XIX por un importante personaje de nuestra historia, Sabino Arana,-inventor también del término político de Euzkadi al partir desde un conocimiento histórico y geopolítico, palpablemente colonizado y por consiguiente bastante erróneo-quien le dio desde su particular perspectiva personal el significado de Patria y también compuesta por el sufijo (t)zale, cuyo significado o traducción al castellano ya he explicado en el párrafo anterior.
Es bien sabido en cualquier rincón del Mundo, que un patriota es aquella persona que ama a su Patria-a su Pueblo, a su Nación, a su País, a su Estado,…-y lucha por conseguir el bien de la misma. Por ello, naturalmente, un nabartzale es un patriota que ama realmente y sinceramente a Nabarra y se esfuerza de forma continuada por obtener su bien. Hoy día, cualquier nabartzale tiene claro y presente, que el primer paso para que su amada Patria Nabarra alcance su bien, pasa inicialmente por conseguir o alcanzar su descolonización, ya que a día de hoy y tristemente como nabartzale que soy debo decirlo, sufrimos la perenne colonización ejecutada desde las metrópolis imperialistas de Madrid y Paris. Este es el paso inicial y obligado, para poder decir en libertad cualquier otro aspecto político que nos acerque, casi me atrevo a afirmar que de forma contundente, al bien final de nuestro Pueblo, nuestra Nación, nuestro País, de nuestro, Estado de Nabarra, en definitiva, de nuestra Patria.
A pesar de la posible modernidad que podemos intuir en el término nabartzale, éste nace de una amplia visión, además de correcta y real de nuestra Patria, es decir, de la historia del Pueblo-Nación más antiguo de Europa y del Estado que nos representó de forma independiente y soberana ante los demás Estados Europeos, en un largo periodo que abarcan ocho siglos, pero sigue existiendo posteriormente también, a pesar ya de su condición de colonia franco-española, con una ligera autonomía con respecto al Estado francés hasta el año 1789 al norte del Pirineo, mientras que al sur de dicha cordillera y con respecto al Estado español, la liviana autonomía duró hasta el año 1841. En ambos casos se perdió dicha tenue autonomía, por imposición colonialista e imperial extranjera, sin el consentimiento, aprobación o beneplácito del Pueblo de Nabarra.
Nabartzale es aquella persona que conoce el largo caminar histórico-político de su Patria, Nabarra. Nabartzale es la persona conocedora de la amplitud territorial real del Estado de Nabarra. Es aquella persona que admira sinceramente el auténtico nabarrismo o nabarrismo integral, surgido durante el periodo conocido como Renacimiento, dentro de las fronteras del Reino soberano de Nabarra. Nabartzale es aquella persona que conoce la importancia jurídico-política del Derecho Pirenaico, el cual ya fue defendido ante unas monarquías ajenas al País de los nabarros, durante un periodo de más de 150 años y ciertamente con un auténtico empeño patrio, por los Infanzones de Nabarra; e incluso varios siglos después de la lucha patriótica de estos Infanzones que solían reunirse en Obanos, se encuentra patentemente la influencia del Derecho Pirenaico en el Fuero Moderno del Vizcondado del Bearne, último Fuero nabarro realizado en soberanía y por juristas del País, donde desde el mismísimo Preámbulo promulgado por el propio rey Enrique II de Nabarra en el año 1551, se puede distinguir claramente el fuerte “sentido republicano” del mismo, más concretamente en la elección del rey o soberano nabarro, reconociéndose tácitamente a éste como posterior a las leyes, siendo su origen de carácter electo en una decisión política realizada patentemente de forma consciente por el Pueblo, algo que ya se dio en el origen de nuestro Estado al ser nombrado el primer rey nabarro, Eneko Aritza, en el año 824-Antes leyes que reyes-.
Un nabartzale, sencillamente, siempre se presentará ante los demás habitantes del Mundo exclusivamente como el término político de nabarro y ondea haya donde esté y con orgullo, la bandera colorada del Estado de Nabarra. Una persona nabartzale es realmente consciente y analítica, no solo del pasado, siendo éste más o menos reciente, sino también de la triste realidad presente que le toca vivir. Un nabartzale escribe, predica y actúa basándose siempre en su patriotismo, por lo que intencionadamente aparca intereses individuales o/y personales, partidistas y/o empresariales, por el bien de la Patria Nabarra. Un nabartzale hace del patriotismo un valor superior para todos los habitantes de la Nabarra plena y ante la ocupación territorial que sufre nuestro territorio, una ocupación de origen violento e ilegal cometida por los Estados de Francia y España, busca vías legales y pacíficas para denunciar la esclavitud que dicha ocupación ilegítima acarrea para el Pueblo Nabarro. Un nabartzale siempre ejerce desde la independencia y soberanía, sin pedir permiso al ocupante, ya sea este español o francés, buscando la total unidad territorial de Nabarra, a su vez honrando a los héroes y eminentes nabarros del pasado-desde incluso antes del siglo IX, hasta nuestros días-, pero siempre cuidando y siguiendo las normas valóricas que aseguran el bienestar común a todos los individuos del territorio del Estado de Nabarra, por ello jamás legitima la actual dependencia obligada que padece el Pueblo-Nación de Nabarra, la cual está ampara por unas constituciones de Patrias extranjeras para cualquier nabartzale, emanadas desde los Estados colonizadores de Francia y España, siendo ambas ciertamente imperialistas, mediante el simple y aparentemente inocente ejercicio del voto en unas urnas impuestas en nuestra amada Patria Nabarra.
“El que no ama a su Patria no puede amar nada.” Lord Byron.
“Nadie es Patria. Todos lo somos.” Jorge Luís Borges.
“Quien piensa en sí, no ama a la Patria.” José Marti.
La palabra nabartzale, la cual ha comenzado a conocerse o quizás debamos mejor decir que se a formado a comienzos del siglo XXI, es una fusión del término geopolítico Nabar(ra) y del sufijo (t)zale, existentes ambos en la lingua navarrorum, euskara o vascuence. Concretamente, el término Nabarra es el nombre político con el cual se designa a la totalidad del territorio del Estado de los vasco(ne)s libres e independientes o nabarros, siendo su significado o traducción literal al castellano, la planicie entre las montañas. Esta expresión, Nabarra, en su forma exclusivamente geopolítica, data su existencia desde el año 1050, cuando aparece en un documento oficial del Estado de los nabarros. A su vez, el sufijo (t)zale puede ser traducido como el que ama, el que es amigo de o también el que se dedica a algo. Así pues, nabartzale traducido de forma literal es el que ama la planicie entre las montañas, pero al realizar una traducción bajo el prisma estrictamente político, podemos afirmar que es aquella persona que ama al Estado, la Patria o País de los nabarros o quizás, de forma más sencillamente, se le puede considerar o traducir simplemente, como un patriota nabarro.
Es posible que muchas personas vean una gran similitud con el término euskaldun de abertzale, cuya traducción al castellano es la de patriota, o más literalmente se puede entender como amante de la Patria o partidario de la Patria. Este término, abertzale, es ciertamente también una unión o fundición de la palabra aber(ri), la cual debemos tener muy presente que fue inventada a finales del siglo XIX por un importante personaje de nuestra historia, Sabino Arana,-inventor también del término político de Euzkadi al partir desde un conocimiento histórico y geopolítico, palpablemente colonizado y por consiguiente bastante erróneo-quien le dio desde su particular perspectiva personal el significado de Patria y también compuesta por el sufijo (t)zale, cuyo significado o traducción al castellano ya he explicado en el párrafo anterior.
Es bien sabido en cualquier rincón del Mundo, que un patriota es aquella persona que ama a su Patria-a su Pueblo, a su Nación, a su País, a su Estado,…-y lucha por conseguir el bien de la misma. Por ello, naturalmente, un nabartzale es un patriota que ama realmente y sinceramente a Nabarra y se esfuerza de forma continuada por obtener su bien. Hoy día, cualquier nabartzale tiene claro y presente, que el primer paso para que su amada Patria Nabarra alcance su bien, pasa inicialmente por conseguir o alcanzar su descolonización, ya que a día de hoy y tristemente como nabartzale que soy debo decirlo, sufrimos la perenne colonización ejecutada desde las metrópolis imperialistas de Madrid y Paris. Este es el paso inicial y obligado, para poder decir en libertad cualquier otro aspecto político que nos acerque, casi me atrevo a afirmar que de forma contundente, al bien final de nuestro Pueblo, nuestra Nación, nuestro País, de nuestro, Estado de Nabarra, en definitiva, de nuestra Patria.
A pesar de la posible modernidad que podemos intuir en el término nabartzale, éste nace de una amplia visión, además de correcta y real de nuestra Patria, es decir, de la historia del Pueblo-Nación más antiguo de Europa y del Estado que nos representó de forma independiente y soberana ante los demás Estados Europeos, en un largo periodo que abarcan ocho siglos, pero sigue existiendo posteriormente también, a pesar ya de su condición de colonia franco-española, con una ligera autonomía con respecto al Estado francés hasta el año 1789 al norte del Pirineo, mientras que al sur de dicha cordillera y con respecto al Estado español, la liviana autonomía duró hasta el año 1841. En ambos casos se perdió dicha tenue autonomía, por imposición colonialista e imperial extranjera, sin el consentimiento, aprobación o beneplácito del Pueblo de Nabarra.
Nabartzale es aquella persona que conoce el largo caminar histórico-político de su Patria, Nabarra. Nabartzale es la persona conocedora de la amplitud territorial real del Estado de Nabarra. Es aquella persona que admira sinceramente el auténtico nabarrismo o nabarrismo integral, surgido durante el periodo conocido como Renacimiento, dentro de las fronteras del Reino soberano de Nabarra. Nabartzale es aquella persona que conoce la importancia jurídico-política del Derecho Pirenaico, el cual ya fue defendido ante unas monarquías ajenas al País de los nabarros, durante un periodo de más de 150 años y ciertamente con un auténtico empeño patrio, por los Infanzones de Nabarra; e incluso varios siglos después de la lucha patriótica de estos Infanzones que solían reunirse en Obanos, se encuentra patentemente la influencia del Derecho Pirenaico en el Fuero Moderno del Vizcondado del Bearne, último Fuero nabarro realizado en soberanía y por juristas del País, donde desde el mismísimo Preámbulo promulgado por el propio rey Enrique II de Nabarra en el año 1551, se puede distinguir claramente el fuerte “sentido republicano” del mismo, más concretamente en la elección del rey o soberano nabarro, reconociéndose tácitamente a éste como posterior a las leyes, siendo su origen de carácter electo en una decisión política realizada patentemente de forma consciente por el Pueblo, algo que ya se dio en el origen de nuestro Estado al ser nombrado el primer rey nabarro, Eneko Aritza, en el año 824-Antes leyes que reyes-.
Un nabartzale, sencillamente, siempre se presentará ante los demás habitantes del Mundo exclusivamente como el término político de nabarro y ondea haya donde esté y con orgullo, la bandera colorada del Estado de Nabarra. Una persona nabartzale es realmente consciente y analítica, no solo del pasado, siendo éste más o menos reciente, sino también de la triste realidad presente que le toca vivir. Un nabartzale escribe, predica y actúa basándose siempre en su patriotismo, por lo que intencionadamente aparca intereses individuales o/y personales, partidistas y/o empresariales, por el bien de la Patria Nabarra. Un nabartzale hace del patriotismo un valor superior para todos los habitantes de la Nabarra plena y ante la ocupación territorial que sufre nuestro territorio, una ocupación de origen violento e ilegal cometida por los Estados de Francia y España, busca vías legales y pacíficas para denunciar la esclavitud que dicha ocupación ilegítima acarrea para el Pueblo Nabarro. Un nabartzale siempre ejerce desde la independencia y soberanía, sin pedir permiso al ocupante, ya sea este español o francés, buscando la total unidad territorial de Nabarra, a su vez honrando a los héroes y eminentes nabarros del pasado-desde incluso antes del siglo IX, hasta nuestros días-, pero siempre cuidando y siguiendo las normas valóricas que aseguran el bienestar común a todos los individuos del territorio del Estado de Nabarra, por ello jamás legitima la actual dependencia obligada que padece el Pueblo-Nación de Nabarra, la cual está ampara por unas constituciones de Patrias extranjeras para cualquier nabartzale, emanadas desde los Estados colonizadores de Francia y España, siendo ambas ciertamente imperialistas, mediante el simple y aparentemente inocente ejercicio del voto en unas urnas impuestas en nuestra amada Patria Nabarra.
2010/09/17
Estado de Nabarra. Interiorización del ser político
J.M. Unzueta
Estado de Nabarra. Interiorización del ser político
Soberanía de Navarra
“Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a otro sin su consentimiento.”Abraham Lincoln Dieciseisavo presidente de EE.UU.
Interiorización del ser político: Para realizar una correcta interiorización del ser político, es necesario un conocimiento elemental de nuestra historia. No solo del pasado inmediato y la “política” realizada hace 5, 10, 20, 50, 100 ó 200 años. Necesitamos ver, estudiar y conocer el largo devenir de nuestros antepasados o ancestros, pues de lo contrario estaremos evadiendo y ocultando una parte muy importante de nuestro ser político y de las numerosas coincidencias o circunstancias, que provocaron y facilitaron nuestro actual estado de esclavitud. Ya lo dijo con certeza luminaria el crítico de arte, escritor y sociólogo británico del siglo XIX, John Ruskin; existe un único procedimiento para ver las cosas, verlas por completo. En el presente trabajo el lector no va a encontrar más que unos pequeños apuntes sobre este tema, pero que siguen el planteamiento anterior, algo que el lector encontrará con la lectura de los libros que podrá encontrar en la bibliografía.
Dicho esto y centrándonos en el término político de nabarros, hay que remontarse hasta antes incluso de la creación del Reino de Pamplona, posterior Nabarra, por nuestros antepasados, los vasco(ne)s libres e independientes, pero antes debemos interiorizar que el término nabarro, en los últimos dos siglos, está siendo malintencionadamente interpretado. En la actualidad la citada expresión política designa a los ciudadanos de una parte de la colonia de Nabarra conocida como la Comunidad Foral de Navarra, Nabarra residual que simplemente es una mera pro-vinci más dentro del Reino de España, donde la ley de dicho estado, al igual que la república de Francia, niega este término para el resto de nuestra Nación. Así, examinándonos cabalmente desde este presente impositivo, retrocedemos a lo largo y ancho de nuestra larga historia política y entonces, encontramos la primera constancia escrita conocida del término nabarro(s) es la cita de un cronista del emperador franco Carlomagno, la cual está fechada nueve años antes de la gloriosa batalla de Orreaga.
“Con la advertencia de que, si no se atenía a lo mandado, tuviera por cierto que penetraría por Vasconia en son de guerra y no se retiraría de ella hasta que se pudiese un término a su desobediencia. Aterrado Lupo por los emisarios del rey, entregó sin dilación a Hunaldo y su mujer, prometiendo sobre eso que ejecutaría cuando mandase”. (…) “Amplió... ciertamente el reino de los Francos... Ya que, sin anteriormente este se limitaba a la parte de la Galia que se extiende entre el Rhin y el Loira, y el Pontiente y el mar baleárico, y parte de Germania..., él, mediante las guerras referidas, se anexionó Aquitania y Vasconia y toda la altura del monte Pirineo, y hasta el río Ebro, el que naciendo en territorio de los Nabarros y tras discurrir por los fertilísimos campos de Hispania, se derrama en el mar baleárico bajo las murallas de la ciudad de Tortosa; luego toda la Italia…”.(30)
Con esta inicial referencia al término nabarro(s), allá por el siglo VIII, rápidamente podemos y debemos interiorizar la diferencia real y política entre vasco(ne)s y nabarros. La primera denominación es estrictamente étnica y cultural y servía para llamar a aquella parte del los Pueblos vasco(ne)s que entonces estaban sometidos por el control político-militar del reino de los francos, mientras que el término nabarros es político, ya que sirve para designar a aquellos vasco(ne)s que se mantenían libres e independientes de ellos y demás pueblos extranjeros. Estos vascones libres e independientes, antepasados políticos nuestros a los cuales ya se les conocía como nabarros, finalmente crearon el Reino de Pamplona, posterior Nabarra, alzando a Eneko Aritza como su máximo representante ante los estados vecinos existentes, los cuales ya poseían reyes, emperadores y/o califas, pero a su vez diferenciados en las formas y tratamiento al jefe del Estado, ya que el rey de los nabarros era igual al resto del Pueblo, gracias al Derecho Pirenaico.
El Reino de Nabarra sufrió diferentes y desiguales invasiones militares, que consiguieron inicialmente dividirla, perdiendo así numerosos moradores del País el término político de nabarros, manteniendo aún el término étnico y cultural de vasco(ne)s, pero sufriendo la imposición de otra terminología política como ingleses, franceses, castellanos y aragoneses (españoles). Para entender mejor estos dolorosos sucesos, es interesante viajar al periodo de la invasión del Reino de Nabarra sucedida entre los años 1512 y 1524 y repasar brevemente los sucesos políticos más relevantes de la vida de los personajes vascos históricos, uno español y el otro nabarro; Iñigo de Loyola y Frantzes de Jasso. Empezaremos por el nabarro Frantzes de Jasso, más conocido en la actualidad como Francisco de Javier. Este nabarro fue el hijo del presidente del Real Consejo de Nabarra, Juan de Jasso, y de la que posteriormente firmaría sus cartas como la triste María de Azpilkueta. Tenía varias hermanas y hermanos, de nombres Magdalena, Ana, Miguel y Juan, los dos últimos destacados combatientes por la libertad de la Patria Nabarra y todos ellos, grandes defensores de la cultura vasca. Es decir, toda la familia era vasca de linaje y nabarra de Nación. Miguel de Xabier y Juan de Azpilkueta, atacaron en el año 1521 el castillo que había construido el rey español Fernando II de Aragón en la vieja ciudad vasc(on)a de Iruñea, una vez ocupada militarmente ésta. La fortaleza era defendida por el que pasaría a la historia como cofundador de la Compañía de Jesús Iñigo de Loyola. Casualmente el otro cofundador fue Frantzes de Jasso. Iñigo de Loyola también poseía una cultura tan vasca como la familia de Francés de Jasso, pero el era políticamente español y servía fielmente a la nación española. Durante la batalla, Iñigo de Loyola cayó herido en combate y los caballeros nabarros enviaron al español a su casa, en antiguo territorio del Reino de Nabarra, donde se recuperaría de sus heridas, abandonando el vasco-español posteriormente su vocación militar, sustituyéndola por la religiosa.
Con la brutal ocupación española de gran parte del Reino de Nabarra, entre ella ya asentada en la Alta Nabarra, provoca que Francés de Jasso se trasladara a estudiar a la Sorbona de París en el año 1525. Allí coincide con Iñigo de Loyola, pero antes de formar junto al español la Compañía de Jesús, sus discusiones se centraron plenamente en la política, pues uno era nabarro y el otro español, pero de una cultura común, como demuestra el idioma que utilizan en sus debates, que no podía ser otro más que el euskara, vascuence, lingua navarrorum. En la actualidad San Francisco Javier y San Ignacio de Loyola son dos santos católicos y además ambos son considerados como españoles, siendo indudablemente indignante la imposición del término político de español en el caso de San Francisco Javier. Estos, ambos santos, no hay duda que eran vascos de linaje, cultura e idioma, pero claramente nunca tuvieron, poseyeron u ostentaron la misma nacionalidad política. Mientras que Francés de Jasso nació nabarro y se puede llegar a decir o afirmar que murió portugués, Iñigo de Loyola nació patentemente nació castellano, es decir español, y murió como tal en Roma en el año 1556, sin olvidar por ello, que era tan vasco como San Francisco Javier. Tras este pequeño, pero demostrativo ejemplo, hay que volver a la actualidad, y reconocer que la ocultación de ese pasado histórico, el cual fue así, nos guste o no, debemos reconocer que ha pesado como una losa en la interiorización de nuestro ser político. Las divisiones son numerosas y estas provocan innumerables enfrentamientos entre individuos que están más cerca de lo que ellos mismos creen.
Un análisis real y correcto de nuestro pasado nos hace mirar con mayor claridad los pros y contras de los diferentes paradigmas que nos encontramos en la actualidad, que de una forma más o menos consciente influyen en nosotros y nuestro ser político. Una vez más, solo el conocimiento de nuestra historia política, nos puede servir para descolonizarnos de aquellos paradigmas o ejemplos, al comprobar que son falsos y/o erróneos. Hombre, algún lector del presente trabajo, tal vez pueda llegar a pesar, que el tratar la descolonización del Paradigma Aranista pueda ser una acción política impetuosa o incluso exaltada hacia el aranismo, pero como ya deberíamos saber todos a estas alturas del siglo XXI, los tres paradigmas, el Nabarro el Foral y el ya mencionado Aranista o Bizkaitarra, se basan en una manera muy diferente en interpretación de la historia de nuestra amada Baskonia. Por eso, concluyentemente considero necesaria la descolonización del imaginario aranista, como un paso obligado para el acercamiento entre todas estas posturas, las cuales ciertamente se encuentra más próximas de lo que muchos de vosotros y vosotras os podéis llegar a creer o imaginar, pues palpablemente cohabitan en el imaginario colectivo existente entre los habitantes de nuestro País.
La ideología presentada por los hermanos Arana Goiri, debemos recordar que surge tras las dolorosas derrotas vasco-nabarras en las guerras carlistas y del conocimiento que poseían de los movimientos nacionales que sacudían por aquella época el continente europeo. Así no rechazan frontalmente el modelo o Paradigma Foral ya existente, sino que ciertamente lo superan con una visión nacional. Esto lo hacen desde un prisma exclusivamente bizkaitarra y sin realizar una reflexión profunda sobre el Estado histórico que habían tenido en el pasado los vasco(ne)s libre e independientes. Esto le lleva a Sabino, a afirmar que los vascos no somos españoles ni franceses y que de, per se constituimos una Nación, por lo que tenemos derecho a nuestro propio Estado independiente. En cambio, la realidad política en aquellos tiempos y por supuesto en estos que nos toca vivir, e incluso repasemos el ejemplo de los fundadores jesuitas, nos dicen claramente que un vasco puede ser español, francés, argentino, mexicano, etcétera, ya que vasco es un término étnico y cultural, mientras que los otros son gentilicios políticos. Así estos importantes hermanos para el devenir de nuestra historia, se inventan una hermosa bandera ignorando los símbolos que ya existían en el Estado político de Baskonia, además con ello, se vieron obligados a asignar una denominación política para ese Estado de los vascos que ellos defendían se inventaron una palabra para el mismo, contando además con una errónea territorialidad, claramente inexistente al comprobar la larga historia de la vida soberana del correcto Estado de los vascos, aceptando con ello las fronteras que se nos impusieron desde el reino de España y la república de Francia, como hoy todavía incomprensiblemente hacen muchos.
Por el contrario, la ideología formulada desde el Paradigma Nabarro, está basada en la centralidad política que otorga nuestro histórico Estado, que es concretamente el Reino de Nabarra, a la totalidad territorial de Baskonia. Con unos planteamientos iniciales anteriores incluso al aranismo, ya que inicialmente fueron expuestos por Agosti Xaho, estos fueron ampliados y mejorados por la fundamental aportación ideológica existente en los trabajos y estudios históricos realizados por personas contemporáneas de los hermanos Arana. Estos eran Arturo Kanpion, Serafín Olave, Juan Iturralde y Suit, Hermilio de Oloriz, entre otros miembros que conformaron la insigne Asociación Euskara de Nabarra. Posteriormente, incluso observamos el Paradigma Nabarro en los mensajes políticos realizados por claros nacionalistas vascos como Anacleto Ortueta, Manuel Irujo. Tampoco podemos olvidarnos de los también mencionados con anterioridad Federico Krutwig y Pierre Narbaitz, hasta llegar a nuestros días donde destacan en esta labor ideológica personajes de la actualidad tan ilustres como, Tomás Urzainqui, Pello Esarte, Mikel Sorauren, Luís María Martínez Garate, Iñaki Sagredo, Joseba Asiron, Aitor Pescador, Iñaki Perurena, Aitzol Altuna, Joseba Ariznabarreta, Kepa Anabitarte, Joserra Rezio, Fernando Sanchez Aranaz, Joxemari Unzueta, Iñigo Domaika, Raúl Arkaia, Jesús Valencia, Gaizka Aranguren, Erlantz Urtasun e indiscutiblemente otros muchos.
Es cierto que el erróneo imaginario del Paradigma Aranista rápidamente se extendió entre la mayoría del Pueblo vasco a lo largo del pasado siglo, aunque por el contrario no entró tan bien en otros Pueblos que cohabitan con los vascos dentro de Baskonia y que incluso en su día fueron políticamente nabarros. Manifiestamente las estrategias propuestas y realizadas desde esta ideología, no han logrado ningún resultado para la emancipación del Pueblo vasco. Por consiguiente, los actuales defensores del aranismo, si lo que verdaderamente quieren conseguir es la recuperación de la libertad y de la independencia, como la mayoría del Pueblo vasco sigue reclamando en esta parte de Europa, deben aceptar de una vez por todas, la realidad histórico-política que nos da nuestro Estado de Nabarra y dejar en las bibliotecas la ideología de los hermanos Arana Goiri, la cual tuvo una importante función en su época, pero que evidentemente no ha conseguido que los vascos dejemos de ser esclavos de las metrópolis española y francesa. Deben tener presente e interiorizar que la libertad llegará a los vascos de esta parte de Europa únicamente mediante la recuperación del gentilicio político de nabarros.
No solo hay que descolonizar el Paradigma Aranista, sino que también es obligada la descolonización de la ideología foralista, encuadrada en el Paradigma Foral, pues también convive con el Paradigma Aranista y el Paradigma Nabarro en la actualidad, dándose incluso algunas pequeñas semejanzas entre ellos, principalmente palpables en el planteamiento inicial de dicha tendencia. El pensamiento foralista tiene su origen en el mantenimiento de los Fueros y privilegios tradicionales frente a la política centralizadora del régimen liberal proveniente del reino de España, teniendo su máxima expresión en las denominadas guerras Carlistas del siglo XIX. Según dicha ideología originaria, las regiones debían mantener sus instituciones de gobierno autónomas, esto significaba el mantenimiento de título estatal de Reino en el caso de la Nabarra residual, su propio sistema de justicia, además de la exención fiscal y de quintas para el servicio militar español. Antes de nada, hay que saber que este paradigma no existe al norte del Pirineo, por motivos políticos que explicaremos más adelante, ya que los patriotas no debemos olvidarnos de ninguna parte del territorio de nuestro Estado. Volviendo a los defensores de este paradigma, estos se basan en las primitivas relaciones, supuestamente existentes entre el reino de Castilla (y León) y las provincias Vascongadas. Estas relaciones habían sido imaginariamente pactadas, siendo varios los historiadores defensores de esta hipotética visión política, destacando entre ellos el interesado Esteban de Garibay, cronista de la monarquía autoritaria española durante el reinado de la casa de Austria. Incluso en el siglo XVIII, Manuel Larramendi, en sus reflexiones ideológicas, mezcla la defensa del foralismo con pequeños apuntes a los cuales ya se les puede considerar como un proto-nacionalismo vasco.
Antes de desmostar la falsa hipótesis del pacto entre las provincias Vascongadas y el reino de Castilla, debemos observar el planteamiento foralista o mejor dicho fuerista, que surge en la Nabarra reducida, cuando ésta aún contaba con el título de Estatal de Reino, durante el siglo XVII. Hay que matizar, que el inicio de este planteamiento ideológico comienza una vez perdido el correcto referente Estatal soberano existente hasta el año 1620 al norte del Pirineo. Así surge después de un oscuro siglo de post-incorporación al reino de España, en el cual los patriotas nabarros eran proscritos en los diferentes cargos públicos y con la intencionada introducción en un documento de Ley español de la siguiente frase en el año 1645: “(…) no fue por modo de supresión, sino por el de unión principal”. Con esta mal llamada normalización de la situación, hay una especia de repunte identitario en la Nabarra residual, al cual no le podemos considerar ni nacionalista, ni patriótico y ni siquiera nabarrista, pero si se puede considerar como germen del fuerismo, e incluso también del posterior regionalismo foralista, al tratarse exclusivamente de un intento de recuperación de las señas de identidad propias nabarras, que con la incorporación a la corona de Castilla se habían difuminado, ya que los cargos públicos, sobre todo entre el clero, obispos, etc., estaban ocupados por castellanos, señales estas principales y plausibles del gran contrafuero existente en la Nabarra residual tras la ocupación militar española.
En el fuerismo, el falso sintagma de unión principal es aprovechado para defenderse del atropello castellano a semejanza del pactismo predicado en las provincias Vascongadas entre vascongados y castellanos. Posteriormente, aparece en el siglo XIX el término latino de union aeque principaliter, siendo acuñado por los fueristas de ese siglo marcado por las guerras carlistas, del cual ya hemos leído en este trabajo. Pero no está de más recordar que esto, casi de forma natural, pasa de inmediato a todas las ingentes compilaciones de la jurisprudencia existentes en la Nabarra reducida ya a una mera provincia del reino español tras la imposición de la Ley Paccionada. En esta ley se aceptan todas las reformas políticas, institucionales, legislativas y judiciales realizadas por la Monarquía Liberal española, significando desde entonces una aceleración clara de la perdida identitaria política del Pueblo Nabarro en ese territorio residual.
El Paradigma Foral, tanto en las Vascongadas como en la Nabarra residual, parte de la simulación ostensible de la aparente existencia de un pacto o pactos con el reino de Castilla, posteriormente denominado de España. La verdad histórica en cambio nos demuestra la falsedad manifiesta de esta premisa, ya que el reino de Castilla atacó militarmente al Reino de Nabarra en numerosas ocasiones, con continuadas invasiones sin previas declaraciones de guerras, la consiguiente ocupación militar, conquista con genocidio y colonización de los nabarros. El reconocimiento y la interiorización de esta realidad histórico-política, no solo desmontan las tesis nacionalistas españolas que actualmente se esconden tras la defensa de una ideología supuestamente regionalista y foralista, sino que ciertamente demuestra la unidad política de Baskonia existente en nuestra historia en torno al Reino de Nabarra y facilita el auto-reconocimiento individual y colectivo del gentilicio político de nabarros.
30. Navarra Estado europeo. Tomás Urzainqui Mina, 2003.
Extraído del libro “NABARRA, Reflexiones de un Patriota” Iñigo Saldise Alda 2010
Estado de Nabarra. Interiorización del ser político
Soberanía de Navarra
“Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a otro sin su consentimiento.”Abraham Lincoln Dieciseisavo presidente de EE.UU.
Interiorización del ser político: Para realizar una correcta interiorización del ser político, es necesario un conocimiento elemental de nuestra historia. No solo del pasado inmediato y la “política” realizada hace 5, 10, 20, 50, 100 ó 200 años. Necesitamos ver, estudiar y conocer el largo devenir de nuestros antepasados o ancestros, pues de lo contrario estaremos evadiendo y ocultando una parte muy importante de nuestro ser político y de las numerosas coincidencias o circunstancias, que provocaron y facilitaron nuestro actual estado de esclavitud. Ya lo dijo con certeza luminaria el crítico de arte, escritor y sociólogo británico del siglo XIX, John Ruskin; existe un único procedimiento para ver las cosas, verlas por completo. En el presente trabajo el lector no va a encontrar más que unos pequeños apuntes sobre este tema, pero que siguen el planteamiento anterior, algo que el lector encontrará con la lectura de los libros que podrá encontrar en la bibliografía.
Dicho esto y centrándonos en el término político de nabarros, hay que remontarse hasta antes incluso de la creación del Reino de Pamplona, posterior Nabarra, por nuestros antepasados, los vasco(ne)s libres e independientes, pero antes debemos interiorizar que el término nabarro, en los últimos dos siglos, está siendo malintencionadamente interpretado. En la actualidad la citada expresión política designa a los ciudadanos de una parte de la colonia de Nabarra conocida como la Comunidad Foral de Navarra, Nabarra residual que simplemente es una mera pro-vinci más dentro del Reino de España, donde la ley de dicho estado, al igual que la república de Francia, niega este término para el resto de nuestra Nación. Así, examinándonos cabalmente desde este presente impositivo, retrocedemos a lo largo y ancho de nuestra larga historia política y entonces, encontramos la primera constancia escrita conocida del término nabarro(s) es la cita de un cronista del emperador franco Carlomagno, la cual está fechada nueve años antes de la gloriosa batalla de Orreaga.
“Con la advertencia de que, si no se atenía a lo mandado, tuviera por cierto que penetraría por Vasconia en son de guerra y no se retiraría de ella hasta que se pudiese un término a su desobediencia. Aterrado Lupo por los emisarios del rey, entregó sin dilación a Hunaldo y su mujer, prometiendo sobre eso que ejecutaría cuando mandase”. (…) “Amplió... ciertamente el reino de los Francos... Ya que, sin anteriormente este se limitaba a la parte de la Galia que se extiende entre el Rhin y el Loira, y el Pontiente y el mar baleárico, y parte de Germania..., él, mediante las guerras referidas, se anexionó Aquitania y Vasconia y toda la altura del monte Pirineo, y hasta el río Ebro, el que naciendo en territorio de los Nabarros y tras discurrir por los fertilísimos campos de Hispania, se derrama en el mar baleárico bajo las murallas de la ciudad de Tortosa; luego toda la Italia…”.(30)
Con esta inicial referencia al término nabarro(s), allá por el siglo VIII, rápidamente podemos y debemos interiorizar la diferencia real y política entre vasco(ne)s y nabarros. La primera denominación es estrictamente étnica y cultural y servía para llamar a aquella parte del los Pueblos vasco(ne)s que entonces estaban sometidos por el control político-militar del reino de los francos, mientras que el término nabarros es político, ya que sirve para designar a aquellos vasco(ne)s que se mantenían libres e independientes de ellos y demás pueblos extranjeros. Estos vascones libres e independientes, antepasados políticos nuestros a los cuales ya se les conocía como nabarros, finalmente crearon el Reino de Pamplona, posterior Nabarra, alzando a Eneko Aritza como su máximo representante ante los estados vecinos existentes, los cuales ya poseían reyes, emperadores y/o califas, pero a su vez diferenciados en las formas y tratamiento al jefe del Estado, ya que el rey de los nabarros era igual al resto del Pueblo, gracias al Derecho Pirenaico.
El Reino de Nabarra sufrió diferentes y desiguales invasiones militares, que consiguieron inicialmente dividirla, perdiendo así numerosos moradores del País el término político de nabarros, manteniendo aún el término étnico y cultural de vasco(ne)s, pero sufriendo la imposición de otra terminología política como ingleses, franceses, castellanos y aragoneses (españoles). Para entender mejor estos dolorosos sucesos, es interesante viajar al periodo de la invasión del Reino de Nabarra sucedida entre los años 1512 y 1524 y repasar brevemente los sucesos políticos más relevantes de la vida de los personajes vascos históricos, uno español y el otro nabarro; Iñigo de Loyola y Frantzes de Jasso. Empezaremos por el nabarro Frantzes de Jasso, más conocido en la actualidad como Francisco de Javier. Este nabarro fue el hijo del presidente del Real Consejo de Nabarra, Juan de Jasso, y de la que posteriormente firmaría sus cartas como la triste María de Azpilkueta. Tenía varias hermanas y hermanos, de nombres Magdalena, Ana, Miguel y Juan, los dos últimos destacados combatientes por la libertad de la Patria Nabarra y todos ellos, grandes defensores de la cultura vasca. Es decir, toda la familia era vasca de linaje y nabarra de Nación. Miguel de Xabier y Juan de Azpilkueta, atacaron en el año 1521 el castillo que había construido el rey español Fernando II de Aragón en la vieja ciudad vasc(on)a de Iruñea, una vez ocupada militarmente ésta. La fortaleza era defendida por el que pasaría a la historia como cofundador de la Compañía de Jesús Iñigo de Loyola. Casualmente el otro cofundador fue Frantzes de Jasso. Iñigo de Loyola también poseía una cultura tan vasca como la familia de Francés de Jasso, pero el era políticamente español y servía fielmente a la nación española. Durante la batalla, Iñigo de Loyola cayó herido en combate y los caballeros nabarros enviaron al español a su casa, en antiguo territorio del Reino de Nabarra, donde se recuperaría de sus heridas, abandonando el vasco-español posteriormente su vocación militar, sustituyéndola por la religiosa.
Con la brutal ocupación española de gran parte del Reino de Nabarra, entre ella ya asentada en la Alta Nabarra, provoca que Francés de Jasso se trasladara a estudiar a la Sorbona de París en el año 1525. Allí coincide con Iñigo de Loyola, pero antes de formar junto al español la Compañía de Jesús, sus discusiones se centraron plenamente en la política, pues uno era nabarro y el otro español, pero de una cultura común, como demuestra el idioma que utilizan en sus debates, que no podía ser otro más que el euskara, vascuence, lingua navarrorum. En la actualidad San Francisco Javier y San Ignacio de Loyola son dos santos católicos y además ambos son considerados como españoles, siendo indudablemente indignante la imposición del término político de español en el caso de San Francisco Javier. Estos, ambos santos, no hay duda que eran vascos de linaje, cultura e idioma, pero claramente nunca tuvieron, poseyeron u ostentaron la misma nacionalidad política. Mientras que Francés de Jasso nació nabarro y se puede llegar a decir o afirmar que murió portugués, Iñigo de Loyola nació patentemente nació castellano, es decir español, y murió como tal en Roma en el año 1556, sin olvidar por ello, que era tan vasco como San Francisco Javier. Tras este pequeño, pero demostrativo ejemplo, hay que volver a la actualidad, y reconocer que la ocultación de ese pasado histórico, el cual fue así, nos guste o no, debemos reconocer que ha pesado como una losa en la interiorización de nuestro ser político. Las divisiones son numerosas y estas provocan innumerables enfrentamientos entre individuos que están más cerca de lo que ellos mismos creen.
Un análisis real y correcto de nuestro pasado nos hace mirar con mayor claridad los pros y contras de los diferentes paradigmas que nos encontramos en la actualidad, que de una forma más o menos consciente influyen en nosotros y nuestro ser político. Una vez más, solo el conocimiento de nuestra historia política, nos puede servir para descolonizarnos de aquellos paradigmas o ejemplos, al comprobar que son falsos y/o erróneos. Hombre, algún lector del presente trabajo, tal vez pueda llegar a pesar, que el tratar la descolonización del Paradigma Aranista pueda ser una acción política impetuosa o incluso exaltada hacia el aranismo, pero como ya deberíamos saber todos a estas alturas del siglo XXI, los tres paradigmas, el Nabarro el Foral y el ya mencionado Aranista o Bizkaitarra, se basan en una manera muy diferente en interpretación de la historia de nuestra amada Baskonia. Por eso, concluyentemente considero necesaria la descolonización del imaginario aranista, como un paso obligado para el acercamiento entre todas estas posturas, las cuales ciertamente se encuentra más próximas de lo que muchos de vosotros y vosotras os podéis llegar a creer o imaginar, pues palpablemente cohabitan en el imaginario colectivo existente entre los habitantes de nuestro País.
La ideología presentada por los hermanos Arana Goiri, debemos recordar que surge tras las dolorosas derrotas vasco-nabarras en las guerras carlistas y del conocimiento que poseían de los movimientos nacionales que sacudían por aquella época el continente europeo. Así no rechazan frontalmente el modelo o Paradigma Foral ya existente, sino que ciertamente lo superan con una visión nacional. Esto lo hacen desde un prisma exclusivamente bizkaitarra y sin realizar una reflexión profunda sobre el Estado histórico que habían tenido en el pasado los vasco(ne)s libre e independientes. Esto le lleva a Sabino, a afirmar que los vascos no somos españoles ni franceses y que de, per se constituimos una Nación, por lo que tenemos derecho a nuestro propio Estado independiente. En cambio, la realidad política en aquellos tiempos y por supuesto en estos que nos toca vivir, e incluso repasemos el ejemplo de los fundadores jesuitas, nos dicen claramente que un vasco puede ser español, francés, argentino, mexicano, etcétera, ya que vasco es un término étnico y cultural, mientras que los otros son gentilicios políticos. Así estos importantes hermanos para el devenir de nuestra historia, se inventan una hermosa bandera ignorando los símbolos que ya existían en el Estado político de Baskonia, además con ello, se vieron obligados a asignar una denominación política para ese Estado de los vascos que ellos defendían se inventaron una palabra para el mismo, contando además con una errónea territorialidad, claramente inexistente al comprobar la larga historia de la vida soberana del correcto Estado de los vascos, aceptando con ello las fronteras que se nos impusieron desde el reino de España y la república de Francia, como hoy todavía incomprensiblemente hacen muchos.
Por el contrario, la ideología formulada desde el Paradigma Nabarro, está basada en la centralidad política que otorga nuestro histórico Estado, que es concretamente el Reino de Nabarra, a la totalidad territorial de Baskonia. Con unos planteamientos iniciales anteriores incluso al aranismo, ya que inicialmente fueron expuestos por Agosti Xaho, estos fueron ampliados y mejorados por la fundamental aportación ideológica existente en los trabajos y estudios históricos realizados por personas contemporáneas de los hermanos Arana. Estos eran Arturo Kanpion, Serafín Olave, Juan Iturralde y Suit, Hermilio de Oloriz, entre otros miembros que conformaron la insigne Asociación Euskara de Nabarra. Posteriormente, incluso observamos el Paradigma Nabarro en los mensajes políticos realizados por claros nacionalistas vascos como Anacleto Ortueta, Manuel Irujo. Tampoco podemos olvidarnos de los también mencionados con anterioridad Federico Krutwig y Pierre Narbaitz, hasta llegar a nuestros días donde destacan en esta labor ideológica personajes de la actualidad tan ilustres como, Tomás Urzainqui, Pello Esarte, Mikel Sorauren, Luís María Martínez Garate, Iñaki Sagredo, Joseba Asiron, Aitor Pescador, Iñaki Perurena, Aitzol Altuna, Joseba Ariznabarreta, Kepa Anabitarte, Joserra Rezio, Fernando Sanchez Aranaz, Joxemari Unzueta, Iñigo Domaika, Raúl Arkaia, Jesús Valencia, Gaizka Aranguren, Erlantz Urtasun e indiscutiblemente otros muchos.
Es cierto que el erróneo imaginario del Paradigma Aranista rápidamente se extendió entre la mayoría del Pueblo vasco a lo largo del pasado siglo, aunque por el contrario no entró tan bien en otros Pueblos que cohabitan con los vascos dentro de Baskonia y que incluso en su día fueron políticamente nabarros. Manifiestamente las estrategias propuestas y realizadas desde esta ideología, no han logrado ningún resultado para la emancipación del Pueblo vasco. Por consiguiente, los actuales defensores del aranismo, si lo que verdaderamente quieren conseguir es la recuperación de la libertad y de la independencia, como la mayoría del Pueblo vasco sigue reclamando en esta parte de Europa, deben aceptar de una vez por todas, la realidad histórico-política que nos da nuestro Estado de Nabarra y dejar en las bibliotecas la ideología de los hermanos Arana Goiri, la cual tuvo una importante función en su época, pero que evidentemente no ha conseguido que los vascos dejemos de ser esclavos de las metrópolis española y francesa. Deben tener presente e interiorizar que la libertad llegará a los vascos de esta parte de Europa únicamente mediante la recuperación del gentilicio político de nabarros.
No solo hay que descolonizar el Paradigma Aranista, sino que también es obligada la descolonización de la ideología foralista, encuadrada en el Paradigma Foral, pues también convive con el Paradigma Aranista y el Paradigma Nabarro en la actualidad, dándose incluso algunas pequeñas semejanzas entre ellos, principalmente palpables en el planteamiento inicial de dicha tendencia. El pensamiento foralista tiene su origen en el mantenimiento de los Fueros y privilegios tradicionales frente a la política centralizadora del régimen liberal proveniente del reino de España, teniendo su máxima expresión en las denominadas guerras Carlistas del siglo XIX. Según dicha ideología originaria, las regiones debían mantener sus instituciones de gobierno autónomas, esto significaba el mantenimiento de título estatal de Reino en el caso de la Nabarra residual, su propio sistema de justicia, además de la exención fiscal y de quintas para el servicio militar español. Antes de nada, hay que saber que este paradigma no existe al norte del Pirineo, por motivos políticos que explicaremos más adelante, ya que los patriotas no debemos olvidarnos de ninguna parte del territorio de nuestro Estado. Volviendo a los defensores de este paradigma, estos se basan en las primitivas relaciones, supuestamente existentes entre el reino de Castilla (y León) y las provincias Vascongadas. Estas relaciones habían sido imaginariamente pactadas, siendo varios los historiadores defensores de esta hipotética visión política, destacando entre ellos el interesado Esteban de Garibay, cronista de la monarquía autoritaria española durante el reinado de la casa de Austria. Incluso en el siglo XVIII, Manuel Larramendi, en sus reflexiones ideológicas, mezcla la defensa del foralismo con pequeños apuntes a los cuales ya se les puede considerar como un proto-nacionalismo vasco.
Antes de desmostar la falsa hipótesis del pacto entre las provincias Vascongadas y el reino de Castilla, debemos observar el planteamiento foralista o mejor dicho fuerista, que surge en la Nabarra reducida, cuando ésta aún contaba con el título de Estatal de Reino, durante el siglo XVII. Hay que matizar, que el inicio de este planteamiento ideológico comienza una vez perdido el correcto referente Estatal soberano existente hasta el año 1620 al norte del Pirineo. Así surge después de un oscuro siglo de post-incorporación al reino de España, en el cual los patriotas nabarros eran proscritos en los diferentes cargos públicos y con la intencionada introducción en un documento de Ley español de la siguiente frase en el año 1645: “(…) no fue por modo de supresión, sino por el de unión principal”. Con esta mal llamada normalización de la situación, hay una especia de repunte identitario en la Nabarra residual, al cual no le podemos considerar ni nacionalista, ni patriótico y ni siquiera nabarrista, pero si se puede considerar como germen del fuerismo, e incluso también del posterior regionalismo foralista, al tratarse exclusivamente de un intento de recuperación de las señas de identidad propias nabarras, que con la incorporación a la corona de Castilla se habían difuminado, ya que los cargos públicos, sobre todo entre el clero, obispos, etc., estaban ocupados por castellanos, señales estas principales y plausibles del gran contrafuero existente en la Nabarra residual tras la ocupación militar española.
En el fuerismo, el falso sintagma de unión principal es aprovechado para defenderse del atropello castellano a semejanza del pactismo predicado en las provincias Vascongadas entre vascongados y castellanos. Posteriormente, aparece en el siglo XIX el término latino de union aeque principaliter, siendo acuñado por los fueristas de ese siglo marcado por las guerras carlistas, del cual ya hemos leído en este trabajo. Pero no está de más recordar que esto, casi de forma natural, pasa de inmediato a todas las ingentes compilaciones de la jurisprudencia existentes en la Nabarra reducida ya a una mera provincia del reino español tras la imposición de la Ley Paccionada. En esta ley se aceptan todas las reformas políticas, institucionales, legislativas y judiciales realizadas por la Monarquía Liberal española, significando desde entonces una aceleración clara de la perdida identitaria política del Pueblo Nabarro en ese territorio residual.
El Paradigma Foral, tanto en las Vascongadas como en la Nabarra residual, parte de la simulación ostensible de la aparente existencia de un pacto o pactos con el reino de Castilla, posteriormente denominado de España. La verdad histórica en cambio nos demuestra la falsedad manifiesta de esta premisa, ya que el reino de Castilla atacó militarmente al Reino de Nabarra en numerosas ocasiones, con continuadas invasiones sin previas declaraciones de guerras, la consiguiente ocupación militar, conquista con genocidio y colonización de los nabarros. El reconocimiento y la interiorización de esta realidad histórico-política, no solo desmontan las tesis nacionalistas españolas que actualmente se esconden tras la defensa de una ideología supuestamente regionalista y foralista, sino que ciertamente demuestra la unidad política de Baskonia existente en nuestra historia en torno al Reino de Nabarra y facilita el auto-reconocimiento individual y colectivo del gentilicio político de nabarros.
30. Navarra Estado europeo. Tomás Urzainqui Mina, 2003.
Extraído del libro “NABARRA, Reflexiones de un Patriota” Iñigo Saldise Alda 2010
2010/09/14
Estado de Nabarra. La vuelta a los orígenes
J.M. Unzueta
Estado de Nabarra. La vuelta a los orígenes
Soberanía de Navarra
“Hay brasa, luego hay fuego” José María Agirre Egaña (Xabier Lizardi) Escritor y poeta euskaldun.
La vuelta a los orígenes: Así titula la noticia cierta prensa imperialista radicada dentro del territorio nabarro, cuando se refiere a la Fiesta de la vendimia celebrada el domingo día 12 en La Guardia de la Sonsierra de Nabarra, que por cierto, por no faltar no lo hicieron ni los cargos institucionales impuestos por el imperialismo español. Ciertamente desentonaban, como siempre lo hace el impostor e impostores, ya lo decía mi padre que “SPAIN” es el estado que cuanto más inútil es un individuo y más barbaridades hace, más sube en el escalafón imperial español.
Para los Estatalistas Nabarros que allí acudimos, la fiesta aparte de la vendimia, tenia otro motivo importante, la de reivindicar la Estatalidad Nabarra, además de transmitir y recibir ese calor de nuestros compatriotas en esa entrañable tierra Nabarra. Para los Estatalistas, nunca mejor dicho, volver a los orígenes y para mi personalmente, una terapia inmejorable para el proceso de descolonización, mientras, rememorar y recordar a todos aquellos valerosos nabarros, ancestros nuestros, que fueron masacrados por conquista y genocidio por Castilla-León (España) en el año 1463, 263 años más tarde que Gazteiz y 49 años antes que Iruñea.
En un entorno inmejorable tanto por el tiempo como por el ambiente “extraordinario” que se respiraba, por el ansia de saber trazos de la historia del lugar, se nos acabaron en un instante todos los folios que sobre la historia del mismo teníamos. La gente nos pedía más información, no dábamos abasto en atender a tanta demanda tanto de gente del lugar como de todo “Errioxa”, también hay que decir que nos encontramos con ciudadanos errioxatarras muy avezados en la historia de Nabarra en general. En lo que todo el mundo lo tiene claro es que somos todos nabarros, aquí es donde enmarco yo la frase del insigne poeta Lizardi: “Hay brasa, luego hay fuego” tenemos futuro, como me decía un compatriota “NABARRA engancha”.
Es importante recordar parte de lo que estaba escrito en los folios que repartimos y que la ciudadanía se impregnó de ello. El Reino de Nabarra fue fundado por los habitantes del territorio que iba desde Atapuerca hasta Foix y desde Burdeos hasta el Moncayo, a los cuales se les llamaba nabarros. Durante siglos, se nos ha intentado manipular, tergiversando la historia, hablando de pacto y voluntaria entrega, tesis defendida por el arrasatearra Esteban Garibai secretario del monarca español Felipe II, y que la incluyó como válida incluso Sabino Arana, además hay que recordar que tristemente ha trascendido hasta nuestros días. El imperialismo español se ha hecho eco de ella y la ha utilizado con el fin de que nos olvidemos de que tuvimos el Estado de Nabarra, para que nunca lo volvamos a reclamar.
En el día de hoy, Fiesta de la Vendimia, los aquí reunidos, queremos rememorar y revivir, el espíritu de los habitantes de toda la Sonsierra, que defendieron su soberanía dando su vida, en la defensa del Estado de Nabarra.
El Estado de Nabarra representó, la unidad de todas nuestras antiguas leyes, reflejadas en un estado propio y europeo como fue nuestro Reino. Estado que nos fue robado trozo a trozo, mediante las conquistas militares españolas y francesas y la posterior colonización de nuestro territorio, que persiste en nuestros días...
Un estado que a día de hoy y basándonos en las leyes internacionales, está vivo y con total vigencia, listo y preparado para que el pueblo navarro lo reactive y reinstaure, el Estado de Nabarra del Siglo XXI.
Hoy más que nunca, la verdad de nuestra memoria histórica, va a imponerse a la conquista y la mentira y es por eso que desplegamos esta bandera símbolo de nuestra arrebatada libertad, la libertad de La Guardia de Nabarra, de toda la Sonsierra de Nabarra y de Toda la Nación Nabarra.
Como conclusión he de decir que la experiencia ha sido muy gratificante, en mi caso ha supuesto una gran dosis de terapia descolonizadora que esa magnífica tierra Nabarra me ha aportado y que nunca podré agradecer lo suficiente.
Estado de Nabarra. La vuelta a los orígenes
Soberanía de Navarra
“Hay brasa, luego hay fuego” José María Agirre Egaña (Xabier Lizardi) Escritor y poeta euskaldun.
La vuelta a los orígenes: Así titula la noticia cierta prensa imperialista radicada dentro del territorio nabarro, cuando se refiere a la Fiesta de la vendimia celebrada el domingo día 12 en La Guardia de la Sonsierra de Nabarra, que por cierto, por no faltar no lo hicieron ni los cargos institucionales impuestos por el imperialismo español. Ciertamente desentonaban, como siempre lo hace el impostor e impostores, ya lo decía mi padre que “SPAIN” es el estado que cuanto más inútil es un individuo y más barbaridades hace, más sube en el escalafón imperial español.
Para los Estatalistas Nabarros que allí acudimos, la fiesta aparte de la vendimia, tenia otro motivo importante, la de reivindicar la Estatalidad Nabarra, además de transmitir y recibir ese calor de nuestros compatriotas en esa entrañable tierra Nabarra. Para los Estatalistas, nunca mejor dicho, volver a los orígenes y para mi personalmente, una terapia inmejorable para el proceso de descolonización, mientras, rememorar y recordar a todos aquellos valerosos nabarros, ancestros nuestros, que fueron masacrados por conquista y genocidio por Castilla-León (España) en el año 1463, 263 años más tarde que Gazteiz y 49 años antes que Iruñea.
En un entorno inmejorable tanto por el tiempo como por el ambiente “extraordinario” que se respiraba, por el ansia de saber trazos de la historia del lugar, se nos acabaron en un instante todos los folios que sobre la historia del mismo teníamos. La gente nos pedía más información, no dábamos abasto en atender a tanta demanda tanto de gente del lugar como de todo “Errioxa”, también hay que decir que nos encontramos con ciudadanos errioxatarras muy avezados en la historia de Nabarra en general. En lo que todo el mundo lo tiene claro es que somos todos nabarros, aquí es donde enmarco yo la frase del insigne poeta Lizardi: “Hay brasa, luego hay fuego” tenemos futuro, como me decía un compatriota “NABARRA engancha”.
Es importante recordar parte de lo que estaba escrito en los folios que repartimos y que la ciudadanía se impregnó de ello. El Reino de Nabarra fue fundado por los habitantes del territorio que iba desde Atapuerca hasta Foix y desde Burdeos hasta el Moncayo, a los cuales se les llamaba nabarros. Durante siglos, se nos ha intentado manipular, tergiversando la historia, hablando de pacto y voluntaria entrega, tesis defendida por el arrasatearra Esteban Garibai secretario del monarca español Felipe II, y que la incluyó como válida incluso Sabino Arana, además hay que recordar que tristemente ha trascendido hasta nuestros días. El imperialismo español se ha hecho eco de ella y la ha utilizado con el fin de que nos olvidemos de que tuvimos el Estado de Nabarra, para que nunca lo volvamos a reclamar.
En el día de hoy, Fiesta de la Vendimia, los aquí reunidos, queremos rememorar y revivir, el espíritu de los habitantes de toda la Sonsierra, que defendieron su soberanía dando su vida, en la defensa del Estado de Nabarra.
El Estado de Nabarra representó, la unidad de todas nuestras antiguas leyes, reflejadas en un estado propio y europeo como fue nuestro Reino. Estado que nos fue robado trozo a trozo, mediante las conquistas militares españolas y francesas y la posterior colonización de nuestro territorio, que persiste en nuestros días...
Un estado que a día de hoy y basándonos en las leyes internacionales, está vivo y con total vigencia, listo y preparado para que el pueblo navarro lo reactive y reinstaure, el Estado de Nabarra del Siglo XXI.
Hoy más que nunca, la verdad de nuestra memoria histórica, va a imponerse a la conquista y la mentira y es por eso que desplegamos esta bandera símbolo de nuestra arrebatada libertad, la libertad de La Guardia de Nabarra, de toda la Sonsierra de Nabarra y de Toda la Nación Nabarra.
Como conclusión he de decir que la experiencia ha sido muy gratificante, en mi caso ha supuesto una gran dosis de terapia descolonizadora que esa magnífica tierra Nabarra me ha aportado y que nunca podré agradecer lo suficiente.
2010/09/12
Estado de Nabarra. Sensatez política y unidad obligada
J.M.Unzueta
Estado de Nabarra. Sensatez política y unidad obligada
Soberanía de Navarra
“¿Por qué no tener confianza en la justicia del pueblo? ¿Hay en el mundo esperanza mejor o que pueda igualarla?.” Abraham Lincoln Dieciseisavo presidente de EE.UU
Sensatez política y unidad obligada: A día de hoy, durante el año 2010, hablar de sensatez política en el Estado de Nabarra puede parecer un chiste o quizás más bien una quimera, ya que ésta, la sensatez, escasea ciertamente o incluso podríamos llegar a afirmar que su existencia es prácticamente nula. Esto no es solo es debido a la continua aceptación de las reglas del juego impuestas desde los estados colonizadores de España y Francia, sino también por nuestras obcecaciones personales sobre unas ideologías indudablemente secundarias o terciarias con respecto al objetivo soberanista, intentando definir cómo debe estar estructurado nuestro Estado antes de recuperarlo, lo que nos lleva a realizar innumerables estupideces. Siempre prendemos o intentamos desprestigiar a otros patriotas que no ven esa estructuración Estatal como nosotros, bien mediante el insulto, el desprestigio, la infamia o la calumnia, a la vez que practicamos una continuada censura a sus planteamientos, los cuales no cabe ninguna duda de que están basados estrictamente en el conocido de la historia política de Nabarra o Paradigma Nabarro, junto al Ordenamiento Jurídico Internacional, viejo y nuevo. Estos graves problemas, concluyentemente solo son salvables mediante una reconciliación sincera entre todos auténticos patriotas, en post de la necesaria y obligada unión en la estrategia y acción política, sin olvidarnos por supuesto la precisa e ineludible interiorización de nuestra realidad histórico-política, junto al conocimiento necesario y obligado de la Jurisprudencia Internacional, ya que finalmente deberemos y tendremos que recurrir a las Instancias de los Organismos y Tribunales Internacionales.
Normalmente se llama interiorización política, al ejercicio de una profunda meditación de la ideología personal y de la globalidad del grupo al que pertenecemos, realmente posible dentro de un entorno o espacio de bienestar, a través de un pensamiento particular de forma interiorizada, con la cual no solo buscamos autocomplacencia, descansar y disfrutar, sino igualmente reflexionar sobre la información recibida de nuestro grupo específico que se nos presenta diariamente a nuestro alrededor. En materia patriótica toda interiorización del problema que nos ocupa e indudablemente nos preocupa, significa un importante paso hacia la correcta resolución o finalización del conflicto o problema, que como en nuestro caso nos concierne y compete desde hace ya varios siglos, siendo la resolución de este problema el primer paso obligado para la ínter actuación libre e independiente con los demás miembros de nuestra Nación, una vez soberana. Este problema que nos ocupa no se inició ayer o antes de ayer, sino que comenzó hace ya bastantes siglos, concretamente desde las primeras invasiones sin previas declaraciones de guerra, realizadas con supremacía de número, que trajo para este País la consiguiente ocupación militar extranjera, conquista con genocidio y colonización de los habitantes del Estado de Nabarra cuando éste, estaba estructurado como Reino, a semejanza de los estados existentes en aquellos siglos.
Es imprescindible una interiorización real y sincera de nuestro correcto ser político. También de la triste realidad política actual donde parece que estamos avocados y sufrirla eternamente. Debemos interiorizar y aceptar que, nos guste o no, somos simples esclavos de las metrópolis del reino de España y de la república de Francia. Hay que reconocer ciertamente que nos mostramos sumisos ante sus antojos y caprichos, a pesar de nuestras numerosas quejas o mejor dicho pataletas indudablemente infantiles. Si, está claro, efectivamente tenedlo claro nabarros, dentro de esas impuestas constituciones extranjeras, con estado de derecho bien español y/o francés, nunca podremos los nabarros lograr la recuperación de la plena soberanía de nuestro Estado y así, en tota emancipación, alcanzar finalmente la tan ansiada libertad. Esta interiorización es un paso básico y esencial para alcanzar la precisa claridad política, con la cual planificar correctamente nuestra estrategia o estrategias, con la(s) cual(es) alcanzar el objetivo político final, que nuestro Estado esté presente de forma soberana e independiente, de nuevo, en los Organismos e Instancias Internacionales.
Extraído del libro “NABARRA, Reflexiones de un Patriota” Iñigo Saldise Alda 2010
Estado de Nabarra. Sensatez política y unidad obligada
Soberanía de Navarra
“¿Por qué no tener confianza en la justicia del pueblo? ¿Hay en el mundo esperanza mejor o que pueda igualarla?.” Abraham Lincoln Dieciseisavo presidente de EE.UU
Sensatez política y unidad obligada: A día de hoy, durante el año 2010, hablar de sensatez política en el Estado de Nabarra puede parecer un chiste o quizás más bien una quimera, ya que ésta, la sensatez, escasea ciertamente o incluso podríamos llegar a afirmar que su existencia es prácticamente nula. Esto no es solo es debido a la continua aceptación de las reglas del juego impuestas desde los estados colonizadores de España y Francia, sino también por nuestras obcecaciones personales sobre unas ideologías indudablemente secundarias o terciarias con respecto al objetivo soberanista, intentando definir cómo debe estar estructurado nuestro Estado antes de recuperarlo, lo que nos lleva a realizar innumerables estupideces. Siempre prendemos o intentamos desprestigiar a otros patriotas que no ven esa estructuración Estatal como nosotros, bien mediante el insulto, el desprestigio, la infamia o la calumnia, a la vez que practicamos una continuada censura a sus planteamientos, los cuales no cabe ninguna duda de que están basados estrictamente en el conocido de la historia política de Nabarra o Paradigma Nabarro, junto al Ordenamiento Jurídico Internacional, viejo y nuevo. Estos graves problemas, concluyentemente solo son salvables mediante una reconciliación sincera entre todos auténticos patriotas, en post de la necesaria y obligada unión en la estrategia y acción política, sin olvidarnos por supuesto la precisa e ineludible interiorización de nuestra realidad histórico-política, junto al conocimiento necesario y obligado de la Jurisprudencia Internacional, ya que finalmente deberemos y tendremos que recurrir a las Instancias de los Organismos y Tribunales Internacionales.
Normalmente se llama interiorización política, al ejercicio de una profunda meditación de la ideología personal y de la globalidad del grupo al que pertenecemos, realmente posible dentro de un entorno o espacio de bienestar, a través de un pensamiento particular de forma interiorizada, con la cual no solo buscamos autocomplacencia, descansar y disfrutar, sino igualmente reflexionar sobre la información recibida de nuestro grupo específico que se nos presenta diariamente a nuestro alrededor. En materia patriótica toda interiorización del problema que nos ocupa e indudablemente nos preocupa, significa un importante paso hacia la correcta resolución o finalización del conflicto o problema, que como en nuestro caso nos concierne y compete desde hace ya varios siglos, siendo la resolución de este problema el primer paso obligado para la ínter actuación libre e independiente con los demás miembros de nuestra Nación, una vez soberana. Este problema que nos ocupa no se inició ayer o antes de ayer, sino que comenzó hace ya bastantes siglos, concretamente desde las primeras invasiones sin previas declaraciones de guerra, realizadas con supremacía de número, que trajo para este País la consiguiente ocupación militar extranjera, conquista con genocidio y colonización de los habitantes del Estado de Nabarra cuando éste, estaba estructurado como Reino, a semejanza de los estados existentes en aquellos siglos.
Es imprescindible una interiorización real y sincera de nuestro correcto ser político. También de la triste realidad política actual donde parece que estamos avocados y sufrirla eternamente. Debemos interiorizar y aceptar que, nos guste o no, somos simples esclavos de las metrópolis del reino de España y de la república de Francia. Hay que reconocer ciertamente que nos mostramos sumisos ante sus antojos y caprichos, a pesar de nuestras numerosas quejas o mejor dicho pataletas indudablemente infantiles. Si, está claro, efectivamente tenedlo claro nabarros, dentro de esas impuestas constituciones extranjeras, con estado de derecho bien español y/o francés, nunca podremos los nabarros lograr la recuperación de la plena soberanía de nuestro Estado y así, en tota emancipación, alcanzar finalmente la tan ansiada libertad. Esta interiorización es un paso básico y esencial para alcanzar la precisa claridad política, con la cual planificar correctamente nuestra estrategia o estrategias, con la(s) cual(es) alcanzar el objetivo político final, que nuestro Estado esté presente de forma soberana e independiente, de nuevo, en los Organismos e Instancias Internacionales.
Extraído del libro “NABARRA, Reflexiones de un Patriota” Iñigo Saldise Alda 2010
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NABARRAKO ERESERKIA
Nabarra, reflexiones de un Patriota
ASKATASUNA = Baskoinak x Nafar Paradigma
"PRO LIBERTATE PATRIA GENS LIBERA STATE"
"Aberri askearen alde jende librea jaiki"
"De pie la gente libre a favor de la libertad de la patria"
"De pie la gente libre a favor de la libertad de la patria"
Navarre shall be the wonder of the world
by WILLIAM SHAKESPEARE