Luis de Evreux-Nabarra y la Gran Compañía Nabarra
Nerea Munariz
Heráldica de Luis de Evreux-Nabarra:
Escudo cuartelado. 1º y 4º de gules trae carbunclo
cerrado y pomelado de oro, con una esmeralda verde en forma de losange en
abismo que es de Nabarra. 2º y 3º de azur sembrado de flores de lis de oro con
una banda componada de plata y gules, tres y tres, que son de Evreux. Sobre el
todo bordura de plata indicativa de ser el tercer hijo varón del linaje. (Heráldica
facilitada por Iñigo Saldise)
Luis de Evreux o de
Nabarra o de Evreux-Nabarra, nació en el año 1341. Fue el hijo menor de Juana
II de Nabarra y su marido el rey consorte Felipe de Evreux, III de Nabarra. El
condado de Beaumont-le-Roger le fue entregado por su hermano Carlos II de
Nabarra en el año 1343. Se convirtió en duque de Durazzo por
derecho de consorte, tras su matrimonio con Juana de Sicilia, en el año 1366. Tuvo
tres hijos con María de Lizarazu, dándose con ellos el origen a la denominada
Casa de Beaumont.
Pero antes de juntar a
la Compañía Nabarra para reclamar y recuperar los legítimos derechos de su
esposa en Albania, cuya capital era Durazzo y estaba en manos de Carlos Topia
perteneciente a una rama ilegítima de Roberto I de Nápoles, ya era un militar
experimentado al haber participado activamente
en nombre de su hermano Carlos II de Nabarra, en la guerra que mantenía éste
contra Carlos V de Francia.
Para la creación de la
compañía recibió ayuda tanto de su hermano como del rey de Francia. En el año
1372 comenzó la formación de la Compañía Nabarra compuesta por mercenarios,
de los cuales, irónicamente algunos de ellos, ya habían luchado a su lado
durante la guerra en Francia. Sus filas se incrementaron considerablemente en el
año 1375 con nuevos reclutas que llegaron directamente del Reino de Nabarra. Entre
los años 1375 y 1376 muchos de esos mercenarios y aventureros, mayoritariamente
guerreros nabarros y gascones, contaban también con un gran número de ingenieros
alistados en la compañía, cuya compleja planificación e ingeniería aseguraría
finalmente el éxito de la Compañía Nabarra. Estos soldados cobraban un salario
de 30 florines aragoneses de oro al mes. Carlos V de Francia ayudó a Luis de
Evreux-Nabarra con 50.000 ducados para la campaña contra los albaneses.
En el año 1376 finalmente,
Carlos II de Nabarra autorizó la partida de la Compañía al mando de su hermano
Luis de Evreux-Nabarra, conde de Beaumont-le-Roger, Su misión era la de recuperar
Durazzo y el Reino de Albania, pues tenía derecho de consorte, ya que Luis
estaba casado con Juana de Sicilia, duquesa de Durazzo, de la rama
Anjou-Tarento. Para eso se creó la Gran Compañía Nabarra, conocida entonces
como “Compañía Blanca”.
Durante esos años,
1375 y 1376, se reclutaron 800 hombres, que salieron desde Tutera por el Ebro
hasta llegar a Tortosa, de donde finalmente partieron hacia el Reino de
Albania. En el año 1376 desembarcaron en las tierras balcánicas. Conquistaron
la ciudad de Durazzo y restablecieron a continuación el Reino de Albania. Pero
el infante Luis de Evreux-Nabarra murió ese mismo año en Alpunia. El cuerpo de
Luis de Evreux-Nabarra fue trasladado por algunos de sus hombres a Nápoles,
siendo enterrado en la Cartuja de San Marino. Por otro lado, esto supuso que
las tropas dejaran de percibir la paga mensual de 30 florines de oro.
Con la muerte de Luis,
duque de Durazzo, la misión perdió todo su sentido. Sin medios para volver a
casa y abandonados en una tierra extraña y lejana, la suerte de sus miembros
cambió por completo al decidir emplearse como mercenarios, con la única
finalidad de sobrevivir. Durazzo, la empobrecida capital del Reino de Albania,
estaba rodeada por un pernicioso terreno pantanoso, lo que dificultaba aún más
su situación. A todo esto se unió que la duquesa Juana de Anjou-Tarento, contrajo un nuevo
matrimonio, lo que produjo que los soldados-mercenarios se sintieran engañados
y se desligaran definitivamente del juramento de fidelidad que debían a los
duques de Durazzo, pasando a ponerse a las órdenes del mejor postor. Este resultó
ser el rey de Aragón, Pedro IV, el cual solo aceptó sus servicios cuando así lo
autorizó su legítimo soberano el rey de Nabarra.
En el año 1377 se dividieron
en cuatro compañías. Dos al mando de los gascones Pedro de la Saga y Mahiot de
Coquerel, los cuales habían sido camarlengos del rey de Nabarra, y las otras
dos capitaneadas por los nabarros Juan de Urtubia y Juan de Garro, quienes
ostentaban todavía el título de escuderos reales, o de bailets de cambra.
Pronto adquirieron una
temible reputación, haciendo su primera aparición histórica en el escenario de
Oriente como jefes de la Compañía, los que han de ser sus principales
caudillos, Juan de Urtubia y Mahiot de Coquerel, los cuales no estaban nada
satisfechos con el rey de Aragón.
Juan de Urtubia junto
a Juan de Garro, atacaron Tebas en el año 1379 y a continuación tomaron Atenas,
que estaba por entonces en manos barcelonaragonesas. También les arrebataron a
los vasallos de la Corona de Aragón, Corfú, Tesalia y el castillo de Zonjón, al
cual llamaron Castellum Navarrorum, que
terminaría siendo conocido finalmente
como castillo de Navarone. Juan de Urtubia no paró ahí y también conquistó
Beocia, perdiéndose su pista en otoño del año 1381.
Mahiot de Coquerel
negoció el traslado de la Compañía a Acaya, donde apoyó las pretensiones de
Jaime de Baux al trono de Bizancio, quien lo nombró baile del principado en el
año 1381, cargo que ejerció hasta su fallecimiento.
Pedro de la Saga regresó y se casó con Juana de Beaumont y Lizarazu, hija bastarda de Luis de Evreux-Nabarra.
Realmente, la Gran Compañía Nabarra fue una tropa formada por mercenarios,
reclutados en Nabarra y Gascuña primordialmente, para realizar una expedición
militar con la cual recuperar la dote de Juan de Sicilia, esposa de Luis de
Evreux-Nabarra, en el Reino de Albania. Posteriormente y debido a la pérdida de
su caudillo, lucharon en distintos territorios griegos a finales del siglo XIV
e incluso algunos hasta principios del XV.