Felipe de Nabarra-Evreux
Iñigo Saldise Alda
Heráldica 1: de azur sembrado de flores de lis de oro con una banda componada de
plata y gules, tres y tres, que son de Evreux. Sobre el todo y puesto en jefe lambel
recortado a tres pendientes de plata indicativo de ser el segundo hijo varón
del linaje.
Felipe de Nabarra-Évreux
nació en el año 1336 en Évreux. A los siete años y tras la muerte de su padre heredó
el infante de Nabarra el condado de Longueville. Su padre fue Felipe de Évreux
rey consorte de Nabarra por su matrimonio con la capeta Juana II de Nabarra. Con
catorce años fue nombrado lugarteniente por su hermano Carlos II de Nabarra y
conde de Évreux, para las posesiones nabarras en la Normandie.
Fiel a su hermano
colaboró con éste en buscar la recuperación los territorios de Champagne y
Brie, pertenecientes por derecho dinástico a la Corona de Nabarra. Inicialmente
lo intentaron por la vía diplomática en la Corte francesa situada en Paris. Además
su hermano, Carlos II de Nabarra y conde de Évreux, contaba con más derecho que
Jean II de France para ser nombrado como rey de los franceses.
En el año 1353 casó
con Yolande de Dampierre también conocida con los nombres de Cassel Yolande o
Yolande de Bar. Esto fue debido, principalmente, para buscar una nueva alianza
para los intereses de su hermano Carlos II de Nabarra y conde de Évreux, ya que
entre los años 1350 y 1353, Jean II de France había realizado la misma política
de alianzas por matrimonio, incluso con el propio rey de Nabarra, fortaleciendo
así al denominado partido realista e incluso, debilitando con ello al partido
nabarro, pues el francés se atrajo a innumerables nobles vinculados con los de
Nabarra-Évreux.
Ese mismo año, Felipe
de Nabarra-Évreux acompañó a su hermano a Paris. En la ciudad de la luz se
llevó a cabo un importante intercambio de insultos entre los nabarro-normandos
y el condestable de Francia, Carlos de España o de la Cerda, principal valido y
amante de Jean II de France, llegando incluso a esgrimir Felipe de Nabarra-Évreux
una daga en medio del acaloramiento general. Tras ello, Felipe de Nabarra-Évreux
volvió a los dominios que la Corona de Nabarra tenía en la Normandie.
Ya entrado el año
1354, Carlos de la Cerda se adentró en la Normandie. Felipe de Nabarra-Évreux
avisó a su hermano de ello y quedaron en apresar al mariscal de France, el cual
se encontraba en una posada de L’Aigle conocida como Trui-qui-File. Felipe de Nabarra-Évreux entró en los aposentos del
mariscal francés al grito de:
“Carlos de España, soy Felipe, hijo de un rey, a quien has
calumniado vilmente.”
La aventura se
convirtió en una auténtica batalla entre los hombres de Carlos de la Cerda el de España y los nabarro-normandos. El
mariscal de France intentó esconderse debajo de la cama, pero Felipe de
Nabarra-Évreux lo sacó por los tobillos. Finalmente Carlos de España cayó arrodillado
y suplicó clemencia a los nabarro-normandos.
Carlos II de Nabarra
se encontraba en un lugar distante y envió un mensajero para conocer el
transcurso de los acontecimientos. El mensaje es mal transmitido o
interpretado, desgarrando Felipe de Nabarra-Évreux con su espada al mariscal de
France.
Entre los que se
encontraron junto a Felipe de Nabarra-Evreux figuraron los caballeros nabarros
Corbarán de Lehet, Juan Ramírez de Arellano, los señores de Garro y Artieda y
Rodrigo Uriz, además de caballeros normandos, como el conde de Harcourt, Bascon
de Mareuil y Rabigot Dury. Todos ellos, tras el primer golpe del infante de
Nabarra y conde de Longueville, ajusticiaron al mariscal de France a espadazo
limpio hasta llegar a la salvaje cifra de ochenta espadazos.
Este suceso significó
la ruptura total en las complicadas relaciones diplomáticas existentes entre
Jean II de France y Carlos II de Nabarra, haciéndose este último responsable directo
de la muerte del mariscal francés. Mientras el rey nabarro acercaba posturas
con los ingleses, el infante de Nabarra y conde de Longueville participó en la
defensa de los derechos que poseía su esposa sobre el condado de Bar. Dicho
condado fue atacado por los hombres de Lorraine y Felipe de Nabarra-Évreux fue
capturado y encarcelado por el señor de Pierrefort hasta el año 1356.
Tras su liberación
encabezó la causa del partido nabarro. Esto fue debido al estar Carlos II de
Nabarra y conde de Évreux prisionero de Jean II de France y de su hijo Charles.
Heráldica 2: Escudo cuartelado. 1º y 4º de gules trae
carbunclo cerrado y pomelado de oro, con una esmeralda verde en forma de
losange en abismo que es de Nabarra. 2º y 3º de azur sembrado de flores de lis
de oro con una banda componada de plata y gules, tres y tres, que son de Evreux.
Sobre el todo y puesto en jefe lambel recortado a tres pendientes de plata
indicativo de ser el segundo hijo varón del linaje.
Las tropas del rey
francés sitiaron Évreux, sede administrativa de Carlos II de Nabarra. Felipe de
Nabarra-Évreux se retiró a la región normanda del Contentin, concretamente a la
plaza fuerte de Cherburg, donde montó el cuartel general del partido nabarro. Aunque
la región tenía una larga tradición de oposición directa a la Corona de France,
la nobleza local se mostró reacia a mostrar abiertamente su apoyo a la causa
del partido nabarro, mostrando un su apoyo a la causa inglesa de Edward de
England.
El infante de Nabarra
y conde de Longueville envió a dos de sus lugartenientes nabarros de vuelta a
las tierras nabarras de Vasconia, con la preferente misión de reclutar tropas.
En el Estado de Nabarra su hermano Luis de Nabarra-Évreux, lugarteniente de
Carlos II de Nabarra en el Reino ante su ausencia, ya estaba recaudando fondos
y buscando aliados, principalmente en Aragón y Avignon.
Felipe de Nabarra-Évreux
ante el posicionamiento de la nobleza normanda y la insuficiencia de recursos provenientes
de Nabarra, envió emisarios al Reino de England en busca de alianza en la
guerra contra el Reino de France. Tras conseguir el apoyo inglés, el infante de
Nabarra y conde de Longueville renunció formalmente a su homenaje al rey de
France, para a continuación declararle la guerra.
Los ingleses del duque
de Lancaster desembarcaron en Normandía gracias a la cesión nabarra de Cherburg.
Felipe de Nabarra-Évreux les abrió la puerta del valle del Sena con la
complicidad de la nobleza del país. Tras ello se encerró en Évreux desde
donde envió junto con su hermano Luis, este desde Iruinea, un desafío a Jean II
de France y a su hijo Charles.
A su vez, Felipe de Nabarra-Évreux
Actuó como lugarteniente de Edward III de England durante las campañas militares llevadas a cabo
por los anglo-nabarro-normandos en la Normandía en los años 1356 y 1357. Fue
nombrado lugarteniente del rey inglés tras mantener una reunión con el
canciller inglés Thomas de Ladit en las Islas Británicas, y rendirle posterior homenaje
a Edward III de England, únicamente como rey de France y duque de Normadie,
comprometiéndose así a combatir contra todos aquellos que ataquen al rey inglés
en su pretensiones francesas, con la salva excepción de sus hermanos y de
Nabarra.
Concretamente en la significativa
batalla enmarcada en la guerra de los cien años producida en Poitiers el año
1356, combatió a las órdenes del Príncipe Negro, encabezando y
comandando a unas tropas formadas exclusivamente por nabarros. En dicha batalla
los ingleses capturaron a Jean II de France. Felipe de Nabarra-Évreux tras la
batalla pasó a la ofensiva con refuerzos llegados desde el Reino de Nabarra por
mar, capturando aquellas plazas normandas que le eran fieles a su enemigo el
príncipe Charles de France.
Los refuerzos los
capitaneaba su hermano el infante Luis, estando formado por una
tropa de cerca de 1.500 nabarros, los cuales que desfilaron en Hondarribia y
Donibane Lohitzune. Los lugartenientes de Luis de Nabarra-Évreux fueron Miguel
García, Juan Martínez de Medrano, Bort de Agramont, Machín de Vergara, Martín
Enríquez, Juan Ramírez de Arellano, el Señor de Luxe y Oger de Mauleon. Rápidamente,
a su llegada a la Normandie, se pusieron a las órdenes de Felipe de Nabarra-Évreux,
conde de Longueville.
Ingleses y nabarros comenzaron
nuevas hostilidades contra el príncipe Charles de France fuera de la Normandie,
concretamente en los campos de Île de France. Felipe de Nabarra-Évreux
salió desde la región del Cotentin con una fuerza formada por 700 hombres de
armas entre nabarros y normandos, los cuales fueron reforzados por cerca de 100
soldados ingleses y varios hombres de armas, mercenarios alemanes en su
mayoría, que estaban bajo las órdenes del capitán inglés Richard Totesham.
Tomaron dirección este y en la Bessin ocuparon varios castillos al
este de Bayeux antes de salir hacia Paris, causando un más que considerable
pánico entre el populacho francés. Una vez atravesado Chartres, se
pararon a ocho kilómetros de Paris, donde por orden de Carlos II de
Nabarra, ya libre, regresaron a la Normandie.
A su regreso a la
Normanie, Felipe de Nabarra-Évreux descubrió que el duque de Lancaster había
tomado el control de Avranches e instalado una guarnición inglesa allí, rompiendo
el acuerdo anglo-nabarro. Indignado, Felipe de Nabarra-Évreux se desplazó
hasta el campamento del duque de Lancaster, el cual estaba situado a las fueras
de la ciudad de Rennes, para pedir explicaciones. Aunque duque inglés
acordó restablecer lo ocupado por sus hombres al nabarro-normando, pero los capitanes
del inglés permanecieron ostentando su posesión.
Felipe de
Nabarra-Évreux también se vio envuelto en otra disputa con el gobierno de
Inglaterra. Cuando el noble normando, Geoffroy de Harcout, cayó muerto sin
herederos en un batalla contra los franceses en el año 1356, el conde de
Longueville había tomado posesión de su castillo de Saint-Sauveur-le-Vicomte,
uno de los más fuertes y más valioso en la región. Sin embargo Edward III
envió a sus propios hombres para apoderarse del castillo, escudándose en un
acuerdo previo con Geoffroy de Harcourt, en el cual supuestamente el normando
había regalado el castillo al rey de England. Felipe de Nabarra-Évreux envió
a su canciller personal a Westminster para protestar, pero no fue aceptada la
demanda del infante de Nabarra.
En el año 1358, con la
promesa de fondo de restituir a Felipe de Nabarra-Évreux todas sus posesiones que
tenía antes del estallido bélico entre franceses y nabarro-normandos, el
infante de Nabarra respondió a la nueva
llamada de su hermano Carlos II de Nabarra en defensa de sus pretensiones por
el trono francés, reuniendo un numeroso contingente de tropas de la Normandie y
de Betragne, con el objetivo de entrar en Paris, pero la ciudad se volvió
contra Carlos II de Nabarra, el cual tuvo que encerrarse en Saint-Denis hasta
la llegada del infante nabarro.
Carlos II de Nabarra y
su hermano Felipe se unieron y trasladaron a su ejército hacia el lado norte de
la ciudad donde ocuparon la abadía y suburbio de Saint-Laurent. La
intención era preparase para tomar la ciudad por asalto. Sin embargo
la noche del mismo día, el príncipe Charles de France entró en Paris por
la Porte Saint-Antoine y con ello, todas las esperanzas de la capturar de
Paris perdieron. Tras ello el ejército nabarro se retiró a Mantes.
Desde Mantes, el conde
de Longueville partió con tropas nabarras para aliviar a la guarnición inglesa
de Saint-Valéry, pero estos se rindieron antes de la llegada del infante de
Nabarra. Por ello encabezó a sus tropas rumbo a la Champagne occidental, recorriéndola
durante seis semanas, jugando al gato y al ratón con el condestable y el
almirante de France. Finalmente regresó a la Normandie sin habar logrado nada
positivo para la decrépita política del partido nabarro.
Pese a ello, durante
el año 1359, Felipe de Nabarra-Évreux optó por continuar al servicio del rey de
England, siguiéndole numerosas guarniciones nabarras.
En el año 1360, los Reinos
de France y England firmaron el tratado de Bétigny, perdiendo así Carlos II de
Nabarra a su aliado inglés. Felipe de Nabarra-Évreux también estampo su firma
en el cómo lugarteniente de rey inglés y del rey de Nabarra, reintegrándose la
Normandie a la soberanía del Estado de Nabarra, siendo su gobernador el propio
infante nabarro.
Posteriormente, Carlos
II de Nabarra firmó un tratado separado con Jean II de France, rindiendo
vasallaje por las posesiones nabarras de la Normandie al Reino de France. El
propio conde de Longueville rindió vasallaje al príncipe Charles de France como
regente del Reino francés.
En el año 1361, Carlos
II de Nabarra realizó un primer testamento en el cual, dejaba a su hermanos
Felipe, Luis y Blanca, instituidos administradores de la Corona durante la
minoría de edad de su hijo y heredero Carlos de Évreux y Trastamara.
Pese al tratado de
Bértigny la paz no llegó a las tierras normandas. La presencia de innumerables
mercenarios y soldadesca supuestamente leal a England, continuaron saqueando
pueblos y asaltando castillo en busca de rehenes por los cuales pedir rescate.
Felipe de Nabarra-Évreux en cambio, si mantenía el control sobre las tropas
nabarras que aún permanecían en la región, enfrentándose en varias ocasiones a
esas compañías mercenarias.
Como lugarteniente de su hermano el rey de Nabarra
para la Normadie y France, se unió al bretón Bertrand du Guesclin en el año 1363
para la campaña contra los mercenarios que estaban en Bayeux y Caen. Ya finalizando la campaña recibió la llamada de Jean
II de France, por encomienda del papa Urbano V. El rey francés era quien debía
encabezar la cruzada y le pidió a Felipe de Nabarra-Évreux que lo acompañase,
delegando incluso en él, las distintas funciones y honores. Para ello le nombró
dueño y señor de todas las tierras tomadas a los sarracenos enemigos de la fe.
Pero antes de llegar a Paris, el conde de Longueville murió al coger frío o
quizás por la peste. Fue enterrado en la iglesia de
Notre Dame de Évreux.
Felipe de
Nabarra-Évreux, infante de Nabarra y conde de Longueville, debió de ser un
hombre colérico y muy impulsivo a la par de leal. Dicha lealtad le hizo ser
lugarteniente de tres reyes, el nabarro, el inglés y el francés, estos dos
últimos de forma separada y supeditada siempre a su lealtad a Nabarra. Pese a
ser infante de Nabarra y jefe de las tropas de caballeros y señores nabarros,
nunca pisó tierras de Vasconia, naciendo y muriendo en la Normandie.