Barna, marzo de 2009

Iñigo Saldise Alda
Creatividad y legitimidad
Soberanía de Navarra

El pasado 25 de febrero del año 2010, el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, el señor Ban Ki-moon, instó a la búsqueda de soluciones creativas, que permitan dirimir la situación de los territorios que aún no tienen soberanía en el mundo. El Estado de Nabarra y por consiguiente su territorio, ya fue soberano en el pasado. Al repasar detenidamente la historia de la Nación Nabarra, comprobaremos rápidamente que esta soberanía no fue entregada, sino que ciertamente fue arrebatada de forma brusca e ilegítima, con violencia, con genocidio y con una despiadada colonización que aun perdura en nuestros días.

Ante el mensaje que el señor Ban Ki-moon, donde plasmó al Comité de Descolonización de la ONU, la obligación de la Organización de cumplir con sus obligaciones, entre las que destaca el apoyo a las aspiraciones legítimas de los habitantes de los lugares que no poseen soberanía propia, instando a la necesidad de adoptar por ello, enfoques pragmáticos y realistas que ofrezcan resultados concretos; desde aquí, de vuelta al territorio de los nabarros, debemos tener presente la continuada colonización sufrida de forma violenta tras diferentes invasiones y ocupaciones, que facilitaron la conquista política y cultural de los habitantes que allí residían. También, una amputación territorial continuada que fue creando unas fronteras y divisiones impuestas por españoles y franceses.

Actualmente el Estado de Nabarra, no se encuentra entre los países en los que se debe Erradicar el Colonialismo, ya que de momento, no ha sido incluido el la lista oficial que se encuentra en el Comité de los 24 de la O.N.U. La inclusión en dicha lista deber ser prioritario para los nabarros, ya que en el presente año acaba el plazo del segundo Decenio para la Descolonización y por ahora parece ser el último. La Nación Nabarra, tiene toda la legitimidad para ser incluida y atendida la demanda interpuesta por la Casa Real de Nabarra y la Comisión Soberanista de Nabarra.

La Casa Real de Nabarra, representa la única institución propia que nos queda y por tanto en ella se demuestra que el Estado de Nabarra nunca fue rendido, ni entregado a los invasores colonizadores. Pero a día de hoy, el desconocimiento propio de nuestra historia, el cual ha sido incentivado por la labor colonizadora española y francesa, ha generado un rechazo inicial hacia los miembros de la Casa Real de Nabarra. Mentiras y falsas acusaciones provenientes de agentes colonizadores que tratan de imponer su autoridad y esclavizar a los nabarros, sumado a invenciones de agentes colonizados que tratan de disimular su mercenaria labor colonizadora, han hecho que el Pueblo Nabarro olvide el lema que define al Derecho Pirenaico, Antes leyes que reyes, que claramente nos indica la igualdad entre todos y la posibilidad de elegir la estructuración Estatal, una vez recuperada la soberanía, sin imposición alguna y por tanto en plena libertad.

Todos aquellos agentes que somos soberanistas nabarros, que indudablemente conocemos todos estos parámetros jurídicos y los numerosos entresijos de la historia política del Estado de Nabarra, debemos obligarnos a nosotros mismos, la tarea de divulgación y corrección ante las falsedades vertidas, las cuales son muchas por cierto, y buscar la cohesión total del Pueblo Nabarro, evitando los personalismos que solo icitan a la envidia y al enfrentamiento, aparcando nuestros partidismo secundarios, practicando desde hoy mismo nuestro mensaje independentista y/o soberanista no acudiendo a la llamada al voto ejercida por el rey de España y/o el presidente de la república de Francia, adhiriéndose realmente y de forma patriótica a la demanda a través de la Comisión Soberanista de Nabarra, ajena a la monarquía, tratando de conseguir la fuerza suficiente con la cual poder presentarnos ante el Comité de los 24, la Corte Internacional de la Haya y demás Organismos Internacionales, demostrando con ello una actitud libertaria y pacífica, con la cual resolver este largo litigio existente entre Nabarra por un lado y Francia-España por el otro.