Iñigo Saldise Alda
Agresiones, invasiones, ocupaciones, sometimientos, imposiciones, incorporaciones, anexiones, represiones y conquistas.
Soberanía de Navarra
“(…)como veo que muchos dudan y disputan acerca del derecho con que los españoles invadieron Navarra y después la sometieron(…)”. Elio Antonio Nebrija, 1953, Historia de la guerra de Navarra.
En el año 1513, en la ciudad española de Toledo, veía la luz la obra que lleva por título La Conquista de Navarra, escrita por Luís Correa, cronista del duque Alba, cuando éste, estuvo al frente de las tropas españolas durante invasión y ocupación de Estado navarro del año 1512. Esta obra, marcaría las pautas para siguientes investigaciones sobre los hechos y acciones militares acaecidas durante ese año en el Reino de Navarra y que llamarán conquista a los tristes hechos acaecidos ese año para los navarros.
Hay que decir, para que no se nos olvide, que pese al dominio y sometimiento español que sufrían gran parte de los habitantes del territorio navarro situados al sur del Pirineo, la soberanía propia del país vascón, resistió hasta el año 1620, cuando esta vez un ejército francés invade el territorio navarro, entrando a sangre y fuego en los Estados Generales de Navarra sitos en Donapaleu y en la Corte navarra existente en Pau, incorporando de manera ilegítima Louis XIII de Francia, el Reino de Navarra a la corona francesa.
El mismo año en el cual se publicaba la obra del cronista español Correa, el año 1513, el virrey castellano o español que había impuesto Fernando el Falsario a los navarros, convoca, de manera ilegítima, las Cortes de Navarra en Pamplona. A dicha farsa, solo asiste la facción beaumontesa, la cual nombra al monarca español como rey de Navarra, sin contar este acto con ningún tipo de legitimidad, al menos navarra. El 7 de julio del año 1515, en las cortes de Castilla sitas en Burgos, sin contar en ellas con la presencia de algún navarro, los españoles anexionaban el Reino de Navarra a la corona de Castilla. Fernando II de Aragón, regente de Castilla y León, rey de Granada, Sicilia y Nápoles, impuesto como rey a los navarros bajo sometimiento español, se implicó a respetar los Fueros del Reino de Navarra y los reyes españoles posteriores, continuaron con el formalismo de jurar las leyes propias navarras, aunque realmente nunca llegaron a cumplirlas, baste como ejemplo de ello, la imposición de un virrey extranjero, uno de los mayores contrafueros para Navarra.
Tras la incorporación del Reino de Navarra a la corona de Francia, éste conserva el Parlamento navarro como órgano legislativo sucesor de las Cortes del Reino situadas en Pau. Los navarros y sus instituciones, siempre intentaron dejar clara la separación de Francia y de Navarra, a costa de mantener de forma ilegítima el título de rey de Navarra para Louis XIII de Francia y sus sucesores. Así mismo, los navarros del norte del Pirineo procuraban hacer jurar sus Fueros, usos y costumbres a cada uno de ellos, a semejanza de los que hacían los navarros del sur del Pirineo con los reyes españoles, algo que lograron hasta la revolución francesa del año 1789 y predecesora de la entrada de la I república de Francia del año 1792, cuya asamblea nacional toma la decisión de abolir el Reino de Navarra, concretamente en el año 1790, a través de la represión y del terror revolucionario.
La ley de modificación del Fuero de Navarra, realizada por los españoles el 16 de agosto del año 1841, también mal llamada ley paccionada, surgió tras la falsa promesa auspiciada en la Ley española de confirmación de los Fueros navarros y vascongados del 25 de octubre del año 1839, tras el traicionero abrazo de Bergara. Dicha ley, sufragada bajo la promesa hueca y el engaño plausible de los liberales españoles, un mantenimiento en el régimen Foral navarro y vascongado. Realmente, esta Ley sirvió para eliminar el referente estatal correcto y propio de los vascos, el Reino de Navarra, y asentar la constitución española del año 1837.
Quedan algo más de dos años para el V centenario de la invasión y ocupación o conquista si preferís llamarla así, sufrida por el Reino de Navarra y realizada por los españoles, pero no podemos, ni debemos olvidar la existencia a lo largo de nuestra historia, de otras agresiones, invasiones, ocupaciones, sometimientos, imposiciones, incorporaciones, anexiones, represiones y conquistas militares sufridas por el pueblo vasco y su territorio, como las ocurridas en los años 1054, 1063, 1076, 1134, 1176, 1199, 1200, 1204, 1463, las ya mencionada de los años 1512 y 1620, junto a los hechos ocurridos en el año 1521, los cuales merecen una reflexión y mención aparte.
