Iruinea, febrero de 2010

Iñigo Saldise Alda
Insurgentes nabarros y la colonización mental
Soberanía de Navarra

Los insurgentes de este País se han levantado de manera continuada a lo largo de los siglos, teniendo cada levantamiento un carácter específico, según el contexto histórico-político de cada época. Aparcando los enfrentamientos militares y por tanto violentos, lo más importante para nuestro futuro ha sido la insurgencia histórica, la cual ha buscado transmitir al Pueblo de Nabarra su verdadera historia política, una historia que se nos ha ido ocultando por españoles y franceses, desde el preciso instante en el que aparecimos en este mundo. Reiteradamente estos insurgentes intelectuales, existentes en todas las épocas, nos emplazan a indagar en nuestra memoria para no estar adormecidos, narcotizados, colonizados mentalmente y por consiguiente dominados.

Continuadamente nos incitan para que no nos veamos con unos ojos verdaderamente extraños, que ciertamente moldean nuestras vidas alienadas en una sociedad impuesta por los imperios colonialistas, tanto el español como el francés, los cuales siempre han contado con el apoyo del emperador de Roma de turno o Papa. Nos indican que vivimos en una sociedad forzada y enclaustrada donde no hay justicia posible para nosotros, los nabarros. Tal vez por esto, estos insurgentes históricos nos han regalado unos textos donde se armonizan la historia de nuestro Estado, con la política y filosofía adaptada a los tiempos que les ha tocado vivir.

Los insurgentes nabarros, bien sean estos historiadores, cronistas, escritores, políticos, filósofos,…, siempre se han mostrado incansables y a día de hoy están de nuevo destapando el modelo de una vida hegemónica e imperial que nos está aniquilando, día a día, tanto a los nabarros del norte del Pirineo, como los que nos encontramos al sur del mismo. Son de ese tipo de personas que nos enamoran con sus brillantes palabras y sus profundas reflexiones, que cuentan con profundo pensamiento patriótico, el cual es además correcto, pero en abundantes casos sin mostrarnos claramente cual es el camino más viable con el cual alcanzar la ansiada libertad. Una libertad arrebatada a nuestros mayores por la fuerza de las armas de los estados español y francés.

Es preciso, justo, obligado y necesario, por el bien del actual movimiento soberanista de Nabarra, que muchos de estos insurgentes nabarros del presente, que poseen ligeras y brillantes plumas, con capacidad de acceso a determinados foros que a otros se nos niegan, estudien detenidamente la demanda de descolonización interpuesta ante las Naciones Unidas por la Casa Real de Nabarra, la cual ha sido secundada por una Comisión Soberanista de Nabarra, ambas al servicio exclusivo de Nabarra y con el objetivo claro de la plena recuperación de su soberanía.

Historiadores, pensadores, filósofos, políticos,..., insurgentes en general, deben analizarla en su justa medida la demanda de descolonización y no aparcarla o desecharla de ante mano, debido a una mente que podíamos considerar colonizada. Pero no una mente colonizada por españoles o franceses, no, sino por una ideología republicana extremista, casi fundamentalista, que les obceca sin remisión sus claros pensamientos soberanistas nabarros, posicionándose contra unos nabarros de ideología monárquica, por el simple hecho de ser monárquicos, sin leer y estudiar lo que nos tienen que decir, lo cual demuestra una falta de talante democrático y humanista claramente contrario al verdadero pensamiento nabarrista, siendo además altamente negativo dicho posicionamiento cabezón para el objetivo libertario que perseguimos todos los nabarros.

Para concluir, sabed que todos somos necesarios en este largo camino hacia nuestra libertad, pero que debemos y tenemos que aparcar protagonismos personales y partidistas, trabajando realmente como un bloque sólido, juntos exclusivamente como nabarros, indistintamente de si somos monárquicos o republicanos, recordando asimismo el amparo que nos otorga nuestro milenario Derecho Pirenaico y por tanto, descolonizando nuestras mentes partidistas, uniéndonos físicamente ante los verdaderos enemigos de nuestra libertad, el reino de España y la república de Francia.