Los
Marischales de Nabarra (III)
Iñigo Saldise Alda
Beltrán de
Lacarra, II Mariscal de Nabarra
Señor de Ablitas y Mariscal de
Nabarra. Tanto el señorío como el cargo de Mariscal de Nabarra los heredó en el
año 1410 a la muerte de su padre Martín Enríquez de Lacarra. Dicho título de
Mariscal lo ostentó hasta su muerte, aunque fue sustituido de sus funciones en
el año 1412, en beneficio de Godofre de Nabarra, hijo bastardo o natural de
Carlos III de Evreux.
Juan de Trastámara, el usurpador, le nombró Maestre Hostal
de la reina Blanca I de Nabarra en el año 1434, donándole además las tierras
despobladas de Lor.
Por el leal servicio realizado por
su padre, el usurpador Juan de
Trastámara le donó a él, a su esposa Isabel y a los sucesores legítimos del
contrato matrimonial, la pecha ordinaria de Echauri, Echarri, Ciriza, Arraiza,
Ubani, Paternain, Oderiz y Artazcoz.
Portó el mismo escudo que su padre
hasta su muerte en el año 1443.
Godofre
de Nabarra, III Mariscal de Nabarra
Heráldica:
Escudo cuartelado. 1º y 4º de gules
carbunclo de oro que son de Nabarra, 2º y 3 º de azur tres cabrios de oro (otros invierten los esmaltes, otros de oro y tres cabrios de sable, otros sin especificar
esmalte)
Este fue hijo bastardo o natural de Carlos de
Evreux, III de Nabarra. Estudió en la Corte de Nabarra gramática junto a
Tristán y Mattin, los dos eran bastardos también, concretamente del Alférez del
Reino Carlos de Beaumont, y de Mosén Pierres de Peralta.
Tras los estudios fue orientado para estar al
servicio de su padre y señor natural, en funciones políticas y militares.
En el año 1410 fue
destinado para su primera misión importante. A la muerte del rey de Aragón
Martín el humano, sin descendencia, el
Compromiso de Caspe eligió como nuevo rey a Fernando de Antequera. Esta
elección no fue del agrado del candidato al trono aragonés, el conde de Urgel,
que no acató dicha elección. Por ello, Se puso en pie de guerra haciéndose fuerte
en el castillo de Balaguer. Godofre de Nabarra fue enviado por Carlos III de
Nabarra en apoyo del nuevo rey.
Es en el año 1412
cuando fue armado caballero y nombrado Mariscal de Nabarra, haciéndose cargo de
las funciones del cargo, pero coincidiendo en titulación con Beltrán de
Lacarra, que también ostentaba dicho título.
Así pues, su primera función
como Mariscal de Nabarra fue la de acudir en apoyo de Carlos VI de Francia al
Langedoc, al mando de 200 soldados de a pie y 200 ballesteros, estos últimos
del valle del Roncal.
Ese mismo año recibe
como premio las rentas y demás pechas de un lugar de Buñuel. De la misma forma se
le donó también en otro lugar del término de Ribaforada, junto al Soto del rey
y todas las islas del Ebro, concretamente desde el término de Fontellas hasta
el de Novillas.
En el año 1414, su padre
y rey de Nabarra le concede el título de marqués de Cortes, junto a la villa y
paraje del mismo nombre, además de un lugar de Carcar. Ese mismo año acude a la
coronación como rey I de Aragón de Fernando de Antequera, estando incluso al
frente de la comitiva diplomática de Nabarra.
Un año después estuvo
al mando de las tropas nabarras que acudieron en apoyo del conde Foix, en el
marco de las luchas que mantenía este contra su homónimo de Armañac.
En el año 1425 muere Carlos
III de Nabarra, lo que facilita la subida al trono a su hermanastra Blanca de
Evreux. Godofre no apoyó la nueva política de Blanca I de Nabarra y de su
marido Juan el usurpador, más
concretamente en lo relativo a agredir al Reino de Castilla y León. Esto le supuso ser desposeído de sus títulos,
incluido el de Mariscal del Reino, de la totalidad de sus bienes y además fue desnaturalizado
de su condición política de nabarro, bajo acusación de lesa majestad.
Realmente el crimen de
Godofre de Nabarra consistió en no seguir el plan de guerra urdido por el usurpador Juan de Trastámara contra
Castilla y León. Por ello, tras la confiscación firme de sus bienes en el año
1429, se asentó “definitivamente” en el Reino de Castilla y León, colaborando además,
de forma más que activa, en las guerras contra el Reino musulmán de Granada.
En el año 1439, la
reina Blanca I de Nabarra, realizó su testamento. En él, perdonaba a su hermano
natural de padre, Godofre, e inclusive encargó a su hijo el príncipe de Biana
que le perdonara también, siempre y en cuando Godofre lo pidiera. Además le
indicó que si llegase el caso, como reparación del perdido condado de Cortes,
se le diera el condado de Monfort y el ducado de Nemours.
“(…) et por esto nos queriendo auer piedat et
compassion del dicto mosen Godofre, a eill perdonamos e remetemos e
qiactamos todos los crimenes et delictos (...)”
Godofre llegó incluso
a apoyar a Carlos de Trastámara y Evreux en su legítima causa como verdadero
heredero al trono de Nabarra, lo que le valió únicamente el amor del príncipe.
“(…) honores et enterrorio de la fija de nuestro amado tío
Mosen Godofre de Nabarra, por tiempo conte de Cortes. (…)”
BIBLIOGRAFÍA
Annales
del Reyno de Navarra, José de Moret y Francisco de Aleson.
Diccionario
de antigüedades del Reino de Navarra, José Yanguas y Miranda.
Diccionario
geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones en Ultramar,
Pascual Madoz.
Godrofe
de Navarra, Bernardo Estórnes Lasa, Auñamendi Eusko Entziklopedia, digital.
Navarra
o cuando los vascos tenían reyes, Pierre Narbaitz.
Lo
que todo nabarro debe saber, VV.AA.
HERÁLDICA
Libro de Armería del Reino de Nabarra. Notas de sellos.