Charlemos sobre nuestro Estado
Iñigo Saldise Alda
En la actualidad la mayoría de las asociaciones culturales de este País, junto a numerosas agrupaciones sociales y la casi totalidad de los agentes políticos vascos, no hablan de nuestro Estado. Incluso podemos llegar a afirmar que se ha perdido totalmente el término inventado por Sabino Arana Goiri para el Estado vasco, Euzkadi, al pasar éste a nombrar a una Comunidad Autónoma del Reino de España y para más inri, estamos viendo como es habitual utilizar un término cultural del Pueblo vasco, Euskal Herria, de una forma erróneamente política.
Estos agentes eluden utilizar, consciente o inconscientemente, el nombre verdadero de nuestro Estado, que es Nabarra. Una de las principales razones por la que cual no se utiliza este término Estatal, es debido a las sucesivas invasiones y ocupaciones que sufrieron los diferentes territorios pertenecientes al Reino de Nabarra. Unas invasiones y ocupaciones militares llevadas a cabo de manera escalonada a lo largo de nuestra historia, lo que conllevó la perdida del término político para la mayoría del Pueblo que lo habitaba, utilizando a partir de entonces su correspondiente término étnico-cultural.
Muchos creen que la invasión y ocupación militar del Reino de Nabarra comenzó en el año 1512. Otros, en cambio, creen que ésta invasión y ocupación militar comenzó en el año 1199 ó 1200. La verdad histórica nos dice, que parte del territorio nabarro fue invadido en el año 1076, concretamente la casi totalidad de la actual Rioja. Pero realmente la invasión comenzó antes, en el año 1054, como nos demuestra nuestra historia nacional. Esto sucedió en Atapuerca, donde murió el Rey o jefe de Estado de Nabarra, conocido como el de Nájera, defendiendo la frontera contra la invasión militar castellana. La derrota nabarra en la batalla, ocasionó la ocupación castellana de parte del Reino vasco(n), concretamente desde la Bureba al sur, hasta la costa cántabra al norte.
Pero nuestro Estado no solo es al sur del Pirineo, sino también al norte. En tiempos de Sancho III el Mayor, el Ducado de Gascuña estaba dentro del Reino de Nabarra; es más, los francos al Ducado gascón le llamaban Dux Navarrae. Con Alfonso I el Batallador se encontraba dentro del Reino nabarro tanto la Gascuña, como incluso el Ducado de Tolosa-Toulouse. Posteriormente los reyes que sufrieron la invasión del año 1512 Catalina I y Juan III, reincorporan varios territorios de la Gascuña y Foix al Reino de Nabarra, antes incluso de sufrir el ataque militar español.
Para muchos la perdida de la capitalidad de Iruñea en el año 1512, significó a la postre la total perdida de la existencia del Estado independiente de los vasco(ne)s, negando con esa afirmación la posterior capitalidad del Reino de Navarra en Orthez, Donapaleu y Pau hasta el año 1620. Algo que ni siquiera se le ha ocurrido plantear a nadie, cuando fue ocupada militarmente Naiara-Nájera en el año 1076, que en aquel periódico histórico de nuestra Nación era la capital de los nabarros.
El Estado independiente de los nabarros continuó al norte del Pirineo tras la invasión y ocupación de las tierras del sur. Mermado en territorios sí, pero libre y soberano con unos reyes que reclamaron en continuas ocasiones las tierras vasc(on)as del sur. No tenemos más que repasar la historia de los reyes legítimos de Nabarra al norte del Pirineo, dígase Enrique II, Juana III e incluso Enrique III y comprobarlo.
Tal vez, la reclamación nabarra más tardía fue en el año 1598. Concretamente en el Tratado de Vervins, llevado a cabo entre los Reinos de Francia y de España, que significaba la paz en sus disputas militares por las tierras de Flandes. En él, Enrique III de Nabarra y IV de France, introduce una clausura con la cual, se negaba como nabarro a legitimar la anexión forzada de las tierras vasc(on)as del sur del Pirineo, algo pendiente desde la invasión y ocupación militar española del año 1512.
En definitiva… Charlemos sobre Nabarra.