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2025/10/23

Insubordinación nabarra

Insubordinación nabarra

Iñigo Saldise Alda

"Se puede engañar a todo el pueblo parte del tiempo y a parte del pueblo todo el tiempo; pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo." Abraham Lincoln.

Esta representativa y gráfica frase, atribuida al décimo sexto presidente de la actual Nación más poderosa del Mundo, los Estado Unidos de Norteamérica, viene como anillo al dedo para explicar la realidad de los nabarros. Un anillo perfecto, ya que describe bastante bien lo que está ocurriendo en este País, Nabarra, con todos aquellos seudopolíticos que suelen aceptar casi de forma sistemática y automática lo que se nos impone al Pueblo Nabarro desde los regímenes “democráticos” español y francés. Una aceptación sin apenas objeciones, realmente sumisa, con la única y verdadera intención de alcanzar unos puestos en las instituciones impuestas desde el Reino de España y la República de Francia, con el fin de sacar unos miserables euros.

Todavía es más que relativa y habitualmente tropezarse con algún ciudadano o ciudadana de Nabarra que sigue creyendo a pie juntillas, que los nabarros decidíamos realmente por nosotros mismos sobre nuestro futuro político, económico, cultural,…, dentro de los marcos constitucionales español y/o francés. Pero, si nos detenemos un instante y miramos a nuestro pasado más inmediato, realizando un pequeño repaso, rápido y sencillo, comprobamos los sucesos que nos conciernen ocurridos en los últimos cinco años, por ejemplo, tristemente comprobamos que todas aquellas decisiones de alto calado e importancia que han sido tomadas en nombre de la Nación Nabarra, han sido finalmente usurpadas desde las metrópolis colonizadoras de Madrid y Paris, con la necesaria colaboración de agentes seudopolíticos, altamente colonizados, que perpetúan con ello su modus vivendi.

Muchos de estos ciudadanos y ciudadanas, tal vez ignoren todavía las deplorables consecuencias que tiene para nuestro bello País, el hecho del sometimiento y la subordinación continuada desde la perdida de la soberanía del Reino o Estado de Nabarra, que truncó violentamente la independencia y libertad de los nabarros. Una libertad que desplegaban dentro de uno de los Estados más avanzados y respetuosos existentes en aquella época, donde ciertamente reinaba el humanismo y el nabarrismo, lo que significaba un serio peligro para el estado Papal, para el Reino de España y para el por aquel entonces Reino de Francia; estos violentos e ilegales hechos siguen intentando ser ocultados a la globalidad de los nabarros a ambos lados del Pirineo a día de hoy, disfrazándolos en falsos pactos y “amigables” acuerdos de igual a igual.

Pero frente a la inocultable realidad colonizadora, los inocentes ciudadanos han comenzado a preguntarse si será realmente cierto toda la información con la cual les han ido atiborrado durante su existencia en esta tierra. El Pueblo Nabarro está empezando ya a sospechar de la propaganda nacionalista española y francesa. Además, a los agentes seudopolíticos se les mira últimamente con recelo, debido a sus continuadas artimañas y falsas promesas, que ciertamente no son en beneficio de la Nación Nabarra, sino que están realizadas buscando un beneficio personal; acciones ésta que indudablemente favorece el sometimiento de los nabarros.

Varios medios de comunicación llevan varios años contraponiendo un mensaje nuevo basado en la historia de nuestro Estado, Nabarra. Facilitando así la descolonización de nuestras mentes. La realidad histórico-política presentada por estos agentes de la información, siempre terminan siendo cuestionada por agentes políticos colonizadores, pero no por el ciudadano o ciudadana común. Los nabarros empiecen a despertar lentamente de su letargo. Un letargo fomentado mediante la narcotización cultural y política emanada desde las metrópolis española y francesa. Pero gracias a las ascuas incandescentes de los defensores de Nabarra, el fuego de la libertad no ha sido apagado. Donde hay brasa hay llama, donde hay vida hay esperanza.

Cada día somos más los nabarros y las nabarras altamente mosqueados con la triste situación actual. Una situación de sometimiento y sumisión a los designios marcados por España y por Francia, los cuales buscan justificarse a través de una legitimidad solo posible mediante la imposición de unas urnas extranjeras, ajenas a los nabarros. Por tanto debemos pensar detenidamente nuestra actitud y repasar nuestros actos, intentando corregir lo que legitime nuestra esclavitud. Es el momento del plante, de la insubordinación y de la insumisión electoral. Es el período de la desobediencia civil y política.

Propósito y táctica

Propósito y táctica

Iñigo Saldise Alda

Podemos afirmar, que un propósito u objetivo es el resultado final que esperamos lograr o alcanzar, al rematar un determinado proceso de acciones que estaban encaminadas a ello mediante un táctica o estrategia. Por eso es necesario tener muy claro cual es el objetivo que queremos conseguir; siendo en el caso que nos concierne a los vascos de esta parte de Europa, es como resultado la recuperación de nuestro estatus político, libre e independiente.

Tras varios siglos de sometimiento militar, político, judicial, económico, cultural y lingüístico, los vascos y las vascas continuamos buscando el método más adecuado con el cual recuperar nuestra libertad. Para ello, estamos en la obligación de repasar nuestra historia soberana extendida a lo largo de VIII siglos; pero también la vivida bajo imposición francesa y española, estudiando detenidamente aquellos pasajes en los cuales, nuestros antepasados han salido triunfantes unas pocas veces y derrotados en la mayor parte, adecuando las victorias a los tiempos presentes y aprendiendo de los errores cometidos, poniendo especial atención en aquellos que no han logrado alcanzar el objetivo o propósito marcado y que de nuevo, en el primer cuarto del siglo XXI, seguimos persiguiendo.

Una vez haciendo este paso imprescindible, en el cual espero que ya hayas aprendido de la necesidad de crear y seguir a un frente común, llamase gobierno propio o similar, aparcando necesariamente nuestras diferencias ideológicas y sin desechar ninguna vía histórica propia, nos corresponderá a nosotros, los vascos y las vascas del siglo XXI, la preparación de una táctica o estrategia correcta, con carácter definitivo para solventar este conflicto, anquilosado en el tiempo y que está aniquilando a nuestro Pueblo, indiscutiblemente el más antiguo de Europa.

Esta táctica o estrategia debe de ser fuerte y cohesionada. Es decir, sin fisuras. Sin despreciar alcanzar cualquier cota de poder cuando nos sea posible, aunque ésta, actualmente, esté en unas instituciones impuestas a este Pueblo, bien por españoles y/o bien por franceses. Los esfuerzos que tendremos que realizar, deben ser estudiados y ordenados, siempre desde una institución propia, a día de hoy clandestina, común a la totalidad de este País, donde todas las necesidades convenientes estén cubiertas, contando con la consiguiente fidelidad de todos los agentes políticos, sindicales, económicos, culturales y lingüísticos de este País, con los que se deberá mantener una relación fluida y provechosa, actuando así nuestro Pueblo y de una vez por todas como un ente político propio.

Estamos obligados a ser y trabajar como un solo ente político, moviéndonos en una única dirección bien definida y marcada, siendo fieles a la misma y rechazando las falsas promesas provenientes desde las instituciones y agentes políticos pertenecientes a la República de Francia y/o al Reino de España.

La verdad, todo hay que decirlo, es una tarea complicada, pero si hay algo de lo que estamos seguros, que no es imposible. De nosotros, solo de nosotros, depende única y exclusivamente el poder alcanzar nuestro deseado, noble y legítimo propósito o objetivo. Las claves para ello son la unidad, una estrategia correcta y respetada por todos, donde se compaginen si es necesario varias vías, propias e impuestas, manteniendo siempre el norte y donde nuestra prioridad no puede ser otra más que la de recuperar la libertad, únicamente posible, mediante la recuperación para este Pueblo de nuestro Estado, Nabarra.

2025/10/22

Reflexión personal

Reflexión personal

Iñigo Saldise Alda

Los insurgentes de este País se han levantado de diferentes formas y de manera continuada a lo largo de los siglos, contra la imposición franco-española. Cada levantamiento ha tenido un carácter específico, siempre influenciado según el contexto histórico-político de cada época en la que surgió. Aparcando los enfrentamientos militares y por tanto violentos, que realmente no ha conseguido el objetivo final, lo más importante para nuestro futuro ha sido la insurgencia realizada por pensadores basados en la historia, la cual han buscado transmitir al Pueblo de Nabarra, su verdadera historia política. Una historia que palpablemente se nos ha ido ocultando en el devenir de los años y siglos, por españoles y franceses. Insistentemente estos insurgentes intelectuales, han aparecido en todas las épocas. Todos ellos nos han emplazado a indagar en nuestra memoria para no estar adormecidos, narcotizados, colonizados mentalmente y por consiguiente sometidos y dominados.

Continuadamente nos incitan para que no nos veamos con unos ojos verdaderamente extraños o ajenos, que ciertamente moldean nuestras vidas alienadas en una sociedad impuesta por los imperios colonialistas, tanto el español como el francés, los cuales siempre han contado con el apoyo el emperador de Roma de turno o Papa, todo hay que decirlo. Nos indican que vivimos en una sociedad forzada y enclaustrada donde no hay justicia posible para nosotros, los nabarros. Tal vez por esto, estos insurgentes a nivel científico nos han regalado unos textos donde se armonizan la historia de nuestro Estado, con la política y la filosofía, siempre recordemos adaptada a los tiempos que les ha tocado vivir. Los insurgentes nabarros, bien sean estos historiadores, cronistas, escritores, políticos, filósofos,…, siempre se han mostrado incansables. A día de hoy están de nuevo destapando el modelo de una vida hegemónica e imperial que nos está aniquilando día a día, tanto a los nabarros del norte del Pirineo, como los que nos encontramos al sur del mismo. Son de ese tipo de personas que nos enamoran con sus brillantes palabras y sus profundas reflexiones, que cuentan con profundo pensamiento patriótico, el cual es además rotundamente correcto, pero en abundantes casos sin mostrarnos claramente cual es el camino más viable con el cual alcanzar la ansiada libertad, añorada por todos nosotros. Una libertad arrebatada a nuestros mayores por la fuerza de las armas desde los Estados español y francés.

Es preciso, justo, obligado y necesario, por el bien del actual Movimiento Soberanista Nabarro, que muchos de estos insurgentes nabarros del presente, que poseen ligeras y brillantes plumas, con incluso capacidad de acceso a determinados foros que a otros se nos niegan, estudien detenidamente vías alternativas a la política encerrada en los Estados francés y español. Historiadores, pensadores, filósofos, políticos,…, insurgentes en general, deben analizarla en su justa medida la desobediencia civil, política y fiscal, y no aparcarla(s) o desecharla(s) de ante mano, debido a una mente que podíamos considerar en cierto modo colonizada. Pero una mente colonizada por las falsedades de españoles y/o franceses, mediante falsas democracias que impiden la liberación de la Patria nabarra de las garras imperialistas españolas y francesas, que es lo primero. Así sus claros pensamientos soberanistas nabarros quedan eliminados o más bien atrapados en una política contraproducente al objetivo libertario, en una creencia de que desde las instituciones políticas españolas y francesas se puede alcnazar la independencia.

Pero me gustaría repetir una vez más, que todos somos necesarios en este largo camino hacia nuestra libertad, pero que debemos y tenemos que aparcar protagonismos personales y partidistas, trabajando así y de forma real como un bloque sólido, juntos exclusivamente como patriotas nabarros, indistintamente de si somos monárquicos o somos republicanos, si somos de izquierdas o somos de centro o somos de derechas, importado muy poco nuestra filosofía política consevadora o progresista, creando un Gobierno provisional hasta ser libres, pero recordando todos asimismo el amparo que nos otorga nuestro milenario Derecho Pirenaico. Para que esto ocurra de una vez, es necesario ir descolonizando nuestras mentes partidistas y unirnos físicamente, hombro con hombro, ante los verdaderos enemigos de nuestra libertad e independencia que están en el Reino de España y la República de Francia, en esas instituciones falsamente democráticas.

Una manera interesante, siempre bajo mi humilde parecer, de reafirmarnos en la necesidad de la unión entre compatriotas del Estado de Nabarra, es comprobando la filosofía oriental, más concretamente en la noción fundamentada en la dualidad de todo lo existente en el universo, El yin y yang. Dicho símbolo dual sirve para describir las dos fuerzas esenciales y globales, aparentemente opuestas, pero ciertamente complementarias, que se encuentran en todas las cosas. Luz y oscuridad, vida y mente, masculino y femenino, tierra y cielo,… Concretamente el yin es el principio femenino, la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción,…, mientras que el yang es el principio masculino, el cielo, la luz, la actividad, la penetración, etcétera.

Basándonos esta idea metafísica, cada ser, cosa o pensamiento, posee un complemento en el que depende para su propia existencia y que a su vez incluso existe dentro de él mismo; por ello se puede deducir que nada existe en estado puro, ni en absoluto equilibrio, sino que está en una continua evolución. Este pensamiento filosófico puede ser aplicado a cualquier aspecto de nuestra vida, incluido a materias como la política.

Actualmente, el Pueblo nabarro esta forzosamente dividido entre dos Estados, los cuales están estructurados de una manera muy distante o sencillamente diferente. Uno es un Reino y el otro es una República, pero en ambos se realiza una feroz política colonialista, con la que buscan mediante el sometimiento militar, político, jurídico, lingüístico, económico, sociológico y cultural, el exterminio la Nación más antigua y por ello nativa de Europa, los vascones.

La República en un sentido amplio del término, es un sistema político caracterizado por basarse en la representación de toda su estructura mediante el derecho al voto. El electorado constituye la raíz última de su legitimidad y por ende sustenta la soberanía. La Enciclopedia Británica del año 1911, resalta también la importancia de la autonomía y del Derecho como partes fundamentales para una República. Habitualmente, se ha definido la república como una forma de régimen de los países en los que el Pueblo tiene la soberanía o potestad para el ejercicio del poder, aunque finalmente este sea encomendado por el pueblo soberano a unos gobernantes que elige de un u otro modo. Pero lo realmente cierto en la actualidad, es que cualquier República existente hoy en este planeta, está cimentada en el imperio de la ley y no en donde debía ser, el imperio de los hombres. Un claro ejemplo de esto lo encontramos tranquilamente en la República de Francia y sino que se pregunten a los nabarros del norte del Pirineo que sufren las consecuencias de su terrible imposición y en cuya constitución se impide la autodeterminación.

El Reino o monarquía, por el contrario, es una forma de gobierno para un Estado o forma de Estado en la cual, la jefatura del mismo es personal y estrictamente unipersonal, vitalicia y designada según un orden heráldico determinado, que en la mayoría de los casos hace que esta sea hereditaria, aunque esto último no es estrictamente necesario. El Reino de España es un claro ejemplo de ello. En el Estado español nos encontramos este sistema de gobierno monárquico a lo largo de su historia. Aparte de ser actualmente una monarquía parlamentaria, hay que decir que en el pasado tuvo diferentes modelos, siendo los más significativos el feudal, el autoritario, el absolutismo, el despotismo ilustrado, hasta la actual y ya mencionada monarquía parlamentaria. Ésta última, esta limitada constitucionalmente, pero a su vez sirve de sustento del Estado español bajo la corona de don Felipe de Borbón y Grecia, VI de España, como nos indica claramente la constitución de ese Estado, del año 1978, la misma que impide bajo constante amenaza militar, cualquier intento de recuperar la libertad por parte de los nabarros del sur del Pirineo.

Actualmente, en los planteamientos Estatalistas de los nabarros, existen y están presentes una mayoritaria defensa del sistema republicano, pero también otra de carácter monárquico propio. También están los progresistas frente a los conservadores. Desde ambas premisas, desde ambos planteamientos se busca poder alcanzar la recuperación de la libertad arrebatada militarmente por franceses y españoles, pero a su vez se producen enfrentamientos, trifulcas y pugnas ideológicas entre nabarros que tienen el mismo objetivo final. La censuras, las mofas, los desprecios, sumados a los burdos intentos de descrédito, hasta llegar a lamentables insultos entre nosotros, debemos tener presente que solo favorecen y en gran medida, la labor imperialista de franceses y españoles, pues nuestra división siempre será fomentada e incentivada por nuestros enemigos, ya que nuestra fragmentación les facilita enormemente sus labores coloniales y explotadoras.

Por ello, creo firmemente que los nabarros nos debemos centrar meramente en la recuperación de la soberanía plena para nuestro Estado, Nabarra. Incluso debemos hacer de tripas corazón para trabajar unidos, cediendo en nuestras pretensiones personales o ansias de protagonismo, da igual la ideología política que tengamos, repasando y analizando constantemente los numerosos errores políticos, tanto actuales como pasados, que realmente no han servido más que para dividirnos, mostrando recelos por nuestros verdaderos compatriotas, para así corregirlos e intentar no volver a cometerlos; en definitiva, trabajar como Nación, como un equipo sólido y eficaz ante la maquinaria agresiva española y francesa.

La mayoría de los nabarros, como yo, somos ideológicamente republicanos, al considerar a la República como la forma más adecuada con la que estructurar nuestro Estado, el único al cual reconocemos, el cual fue creado por nuestros antepasados, en el cual se organizaron, Nabarra; pero como nos dejo escrito el filósofo Aristóteles, un montón de gente no es una república, es decir, actualmente no tenemos Estado propio que estructurar, por mucho más que lo deseemos y para tenerlo no debemos desaprovechar, aparcar o incluso eliminar, cualquier opción que nos lleve a poseerlo, bien sea ésta monárquica, ya que aunque no lo tenemos, ciertamente existe, aunque indudablemente con la soberanía secuestrada desde París y Madrid.

Tal vez, habría que ir pensado en unir nuestros esfuerzos y trabajar definitivamente por el común, afanados en alcanzar nuestro leal y noble objetivo, mediante la mandada unión, encajando nuestras respectivas ideologías, aparcando principios realmente secundarios hasta recuperar la plena soberanía del Estado de Nabarra; mostrándonos así ante el Mundo como una auténtica Nación. Pero teniendo presente además, que incluso estamos necesitados de un órgano propio organizativo, donde convivamos todos los patriotas. Es decir, agilizando esta vez si y de una vez por todas, la creación de un frente común, previo paso para instaurar un gobierno propio, el cual momentáneamente deberá estar en el exilio ante más que probables represalias imperialista españolas y francesas, pero aglutinando las fuerzas necesarias con las cuales tener el poder suficiente para organizar una gestión conjunta y consensuada, que nos permita ser libres. Para concluir, dejar bien claro que estas reflexiones, pensamientos y opiniones, son exclusivamente personales, aunque positivamente están basadas en mis estudios autodidactas de la realidad histórico-política de nuestra amada Patria Nabarra, gracias a la encomiable labor de la insurgencia intelectual del País; por ello, como patriota que soy, siempre estaré atento a nuevos pensamientos dentro del amplio espectro del Movimiento Soberanista de Nabarra, que podrán aumentar mis actuales conocimientos y generar nuevas reflexiones e ideas, ya que igual, es fácil, algunas del presente trabajo no tienen que ser apropiadas para alcanzar definitivamente nuestro objetivo libertario.

Quedan asimismo derogadas cuantas leyes y disposiciones supongan una recepción expresa de las normas impositivas y colonizadoras de los imperios español y francés, pues se hallan en contradicción, siguiendo a la neutral Jurisprudencia Internacional, con la Constitución Nabarra Histórica y del Ordenamiento Jurídico propio o Derecho Pirenaico”. Estatalistas nabarros.

En dirección a la libertad

En dirección a la libertad

Iñigo Saldise Alda

Ciertamente nada podremos hacer si nos dedicamos a aceptar cualquiera de las imposiciones imperialistas, pero también debemos tener claro y muy presente, que también poco haremos si actuamos o trabajamos de manera individual. Es evidente para cualquier patriota nabarro la obligada búsqueda de unión en torno a una estrategia común, tanto en la acción civil, política y también fiscal. La mayoría de las veces, nuestro individualismo o partidismo nos enfrenta funestamente entre nosotros, debido en gran medida a ese insultante ego narcisista, que evidentemente emana de nuestros propios pensamientos, el cual lo concebimos como correcto, olvidándonos incluso que todos nosotros somos necesarios para alcanzar nuestro noble y leal objetivo, pero que a su vez, nadie es imprescindible para ello; y en esto, yo debo incluirme el primero.

Bien, a continuación voy a plantear en este trabajo, bajo mi humilde punto de vista, la necesidad de una acción de insurgencia planificada y conjunta dentro del amplio espectro del Movimiento Soberanista Nabarro, contra los actuales sistemas impositivos, tanto civiles, como políticos y fiscales, emanados desde los imperios colonialistas español y francés, que actualmente soportamos y sufrimos todos los nabarros, indistintamente si nos encontramos al norte de los Pirineos o al sur de esta cordillera.

La desobediencia civil y política, cuyo padre es el norteamericano Henry David Thoreau(1), en su más amplio sentido o significado, es una forma de disidencia o desavenencia política desarrollada principalmente por algunos grupos o colectivos, en los cuales prima ante todo, la defensa de los derechos civiles y políticos. Uno de los rasgos más característicos de toda desobediencia civil y política, es su práctica y ejecución de forma consciente, pública y pacífica. Mahatma Gandhi(2) y Martin Luther King Jr.(3) son quizás, los dos personajes político-históricos más representativos de la historia mundial, que enarbolaron para sus respectivas causas la bandera de la desobediencia civil y política; uno contra la ocupación imperial y colonial inglesa que sufría por aquel entonces la India, mientras que el otro pugnó por el reconocimiento de los derechos civiles y políticos para los afroamericanos en la totalidad de los EE.UU., entre otras muchas cosas. Hoy, volviendo a esta parte del mundo, en el año 2025, debemos tener muy presente todos nosotros, los patriotas de este País, por el buen devenir de nuestra Nación Nabarra, en busca de un futuro en libertad del Pueblo Nabarro, la necesaria elaboración o preparación de un método, plan o régimen privativamente nabarro, de desobediencia civil y política con el cual poder, en un futuro más próximo que lejano, alcanzar la tan ansiada soberanía que nos fue arrebatada y secuestrada de forma violenta e ilegal, no se nos olvide, por los invasores, ocupantes, conquistadores, dominadores, usurpadores, genocidas y colonizadores provenientes de los Estados de España y Francia.

Así pues, nuestra desobediencia civil y política debe comenzar con un rechazo frontal a toda autoridad impositiva. Los ciudadanos nabarros debemos mostrar una insubordinación general hacia los gobiernos de las metrópolis de España y Francia. Esto es posible mediante el boicot a los organismos legislativos y el boicot a las elecciones que desde ellos emanan y nos imponen buscando su legitimación. Incluso es necesario el boicot a empleos y cargos públicos desde los cuales se participe de forma activa en la esclavitud de la ciudadanía nabarra. Por supuesto, también es obligado el boicot a los departamentos, agencias y otros organismos u organizaciones impuestos y respaldadas por los gobiernos metropolitanos español y francés. Debemos realizar una interrupción o mejor dicho, una retirada total de apoyo a los diferentes representantes seudo políticos mediante la abstención activa, ya que dichos agentes de forma más consciente que inconsciente, legitiman con su presentación a las elecciones españolas y francesas, nuestra colonización y la expoliación brutal de nuestro Estado, mediante el engaño continuado de la búsqueda de la independencia dentro de unas instituciones extranjeras, claramente antidemocráticas e impositivas, que cierran cualquier vía posible hacia la libertad e independencia de los nabarros, mediante sus blindadas constituciones. Este episodio primario y obligado, debe estar secundado por la negativa total a mostrar apoyo alguno en público, a cualquiera de esas opciones seudo políticas y por ende colonizadoras, para a continuación realizar las necesarias, pertinentes y diferentes alocuciones o discursos públicos en favor de la resistencia, de la insubordinación y de la independencia del Estado de Nabarra.

Siempre debe ser trabajando con inteligencia, tanto por el bien de nuestro movimiento, de nuestra Patria, como incluso por bien físico y personal de nosotros, realizando una desobediencia civil y política conforme con las circunstancias personales actuales de cada nabarro, pero siempre teniendo como claro objetivo final el bien común de nuestra Nación. No debemos llegar en ningún caso a enfrentamientos violentos con los diferentes agentes policiales y militares de las metrópolis colonizadores, aunque estos lo busquen de forma reiterada y activa. Tenemos que tener presente que verdaderamente son simples y meros peones de los imperios español y francés. Debemos incluso ser amables con ellos, pero para nada colaboradores, demostrando nuestra resistencia sin perder nunca nuestro humanismo. Debemos mostrar un auténtico carácter reacio al cumplimiento de todas sus normas impositivas, originarias evidentemente en las altas esferas del poder existentes en el Reino de España y en la República de Francia, buscando finalmente incentivar con esta actitud una desobediencia popular, altamente organizada, pero también ciertamente camuflada, ocultando siempre los datos personales de los activistas o resistentes nabarros, perpetrando así una desobediencia civil y política efectiva ante las leyes españolas y francesas, que son concluyentemente ilegales para nosotros, ya que provienen de esas metrópolis indudablemente imperialistas y colonialistas.

Por otro lado, todas aquellas personas que actualmente ya se encuentran dentro de la vorágine imperial franco-española, ostentando diferentes cargos y/o empleos dentro de esos sistemas imperiales y conquistadores, si objetivamente portan un gran sentimiento patriótico nabarro, también pueden y hay que decirlo claramente, inclusive deben aplicar y fomentar la desobediencia civil y política dentro de su ámbito laboral, en esos sistemas impuestos en la totalidad del territorio de los nabarros, mediante un ejercicio de obstaculización y obstrucción al sistema imperial impositivo. También mediante la no cooperación judicial, mostrando continuadamente una ineficacia deliberada y una no contribución selectiva. Igualmente es necesaria una indisciplina en los actuales centros de enseñanza por parte del profesorado leal a Nabarra, especialmente en materia de historia. Incluso hay que recordar a aquellos agentes denominados de la autoridad que por supuesto están obligados a colaborar con los insurgentes nabarros, si en lo más profundo de su ser aman efectivamente a Nabarra.

Inclusive desde las actuales instituciones impuestas en este bello País por los agentes colonialistas franco-españoles, debe iniciarse un obligado proceso de desobediencia e insubordinación civil y política, por aquellos patriotas nabarros existentes en ellas. Esta desobediencia debe ser realizada a los diferentes estamentos metropolitanos, negándose primeramente a colaborar con los departamentos gubernamentales del Reino de España y de la República de Francia, mediante evasivas y retrasos cuasilegales, buscando facilitar así el trabajo libertario del Movimiento Soberanista Nabarro.

La desobediencia, objeción o resistencia fiscal, consiste en negarse u oponerse a pagar un o unos determinados impuestos, debido a un desacuerdo con la naturaleza de la institución recaudadora de dichos impuestos o con algunas políticas de ciertas instituciones. Esta desobediencia está vinculada a razones de cognición pacíficas y de conciencia, que puede ser tanto moral como religiosa, para no financiar así las actividades violentas del gobierno o gobiernos pertinentes. Esta objeción o desobediencia fiscal, suele estar promovida por ideologías antiestatalistas y antiautoritarias, pero también ha llegado a ser una técnica utilizada por los movimientos de resistencia no-violenta, como durante la campaña por la independencia de la India dirigida y realizada por Mahatma Gandhi.

Hay que decir, que los argumentos para la realización de una desobediencia fiscal son variados y numerosos, pero en lo que nos concierne a nosotros, la Nación Nabarra, simplemente nos vale con uno de ellos. El realizado por la Nación hindú, nos vale para inclinarnos prontamente a efectuar una desobediencia fiscal, la cual debe estar necesariamente unida a la activación de la desobediencia civil y política, contra la economía verdaderamente recaudadora provenientes del Reino de España y de la República de Francia. Esta sencilla y clara razón es la siguiente:

Los gobiernos español y francés no son en ningún caso para los nabarros legítimos, ya que sus gobiernos fueron impuesto a los nabarros de forma ilegítima y fraudulenta, tras numerosas invasiones sin previas declaraciones de guerra, sumadas a que fueron realizadas con supremacía de número, conquistas con genocidio y colonización”.

No debemos olvidar que nosotros los nabarros, desde la perdida de la soberanía de nuestro Estado y por consiguiente de nuestra independencia civil, política y fiscal, nos hemos visto obligados a pagar una serie de continuados e incrementados con el paso de los años, ciertos tributos y cupos que por su supuesto son españoles y franceses.

Además los colonizadores se basan en su supuesto derecho de conquista. Ello hay que sumarle el más que sangrante y reiterado pago a unas haciendas extranjeras, las cuales no llegan jamás a reportar al territorio de los nabarros ni una quinceava parte de lo tributado. También debemos tener muy presente, nosotros los nabarros, que el pago consciente de estos tributos, cupos e impuestos, legitima diariamente la continuada expoliación de nuestra amada tierra e incluso certifica nuestra esclavitud.

Por tanto, la negativa a pagar dichos tributos, cupos e impuestos, debe comenzar desde aquellos seudo políticos que dicen sentir y amar nuestro País, que incluso dicen reiteradas veces que trabajan por la independencia del mismo o la recuperación de la soberanía de Nabarra. Para ello debe de dar ejemplo a la ciudadanía, no solo negándose a pagar dichos tributos o cupos, sino también impidiendo o paralizando todas las campañas dirigidas a la recaudación de impuestos extranjeros sobre el Pueblo Nabarro. De no hacer esto, estarán demostrando públicamente su leal compromiso con el ocupante, aliándose junto a los tiranos que esclavizan a los nabarros, en lugar de cerrar filas junto al Pueblo al dicen representar y defender.

Así bien y por nuestra libertad, todos los ciudadanos nabarros nos obligamos desde este preciso instante, a dejar de pagar cualquier tipo de impuesto, ya que con esa acción fiscal hay que tener presente claramente que también legitimamos nuestro sometimiento y por consiguiente, alargamos nuestra sumisión dentro de las metrópolis española y francesa, desde donde solo se nos quiere esclavizar, no se nos olvide. Hay que convenir el negarse a pagar cualquier tipo de contribución, impuesto y demás, tanto española como francesa, siempre de forma pacífica, ya que el sueldo de aquellas personas que bajo un aparente discurso independentista o de contenido supuestamente soberanista, hipotéticos por no decirles falsos en ambos casos, trabajan realmente al servicio de los imperios colonialistas español y francés, eternizado su hospedaje en los diferentes cargos establecidos por sus amos, los invasores, ocupantes, conquistadores, genocidas y colonizadores.

NOTAS

1. La Desobediencia civil, obra del escritor y filósofo anarquista Henry David Thorea, realizada en el año 1849. Me gustaría destacar la siguiente afirmación que aparece en dicha obra: “No importa cuán pequeño pueda parecer el comienzo: lo que se hace bien, bien hecho queda para siempre”.

2. Mohandas Karamchand Gandhi, abogado, pensador y político indio. “No hay camino hacia la paz, la paz es el camino”.

3. Martin Luther King, pastor estadounidense de la iglesia baptista. Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda”.

2025/10/21

Conclusiones a 21 de octubre del año 2025


Conclusiones a 21 de octubre del año 2025

Iñigo Saldise Alda

Entormo a la triste efeméride de la conquista de Nabarra se presentaron diferentes planes estratégicos, todos ellos podríamos afirmar que están encuadrados dentro del Movimiento Soberanista Nabarro. En todos ellos se reclama como primer paso una obligada unidad de acción, pero todos ellos sin ponerse de acuerdo. Así pues continuamos cada uno por nuestro lado, mirando incluso primero nuestras ambiciones personales, las cuales están incentivadas por un ego claramente narcisista, el cual incluso nos lleva a censurar y ocultar las estrategias de personas o grupos de nuestro País, cometiendo incluso el grave error de buscar la ilegitimidad del mensaje de nuestros propios compatriotas, el cual es tan soberanista como el de nosotros, lo que genera una lucha interna entre patriotas, muy dañina además para nuestro interés nacional, mientras nos observan y disfrutan frotándose las manos los imperialistas españoles y franceses, ya que así les facilitamos ciertamente y en gran medida, el trabajo de su “imparable” maquinaria colonialista. Por ello, es nuestro deber y obligación, aparcar dichas pretensiones personales y buscar la creación de un bloque compacto y sin fisuras, desarrollando así el necesario primer paso con el cual poder alcanzar el objetivo, común a todos, de la recuperación plena de la soberanía e independencia para nuestro Estado.

El segundo paso que debemos realizar todos los agentes culturales, lingüísticos, económicos, sociales y políticos de este País, es el tener bien claro cual es el objetivo final que perseguimos y una vez concretada dicha meta, preparar el consiguiente plan operativo con el cual poder diseñar la necesaria estrategia, común y global a nuestros intereses, donde cualquier ambición particular debe de estar supeditadas al beneficio general o bien común, buscando así la vía correcta con la cual dar salida a las necesidades libertarias existentes en nuestro Pueblo. Este objetivo solo puede corresponderse con la naturaleza del problema significativo que conlleva que nuestro histórico Estado sea, en la actualidad, una mera colonia de los imperios español y francés. Por ello debemos analizar detenidamente las causas histórico-políticas que nos han llevado a la triste situación actual, y que comenzaron con las diferentes invasiones, ocupaciones y amputaciones territoriales sufridas por el Reino o Estado de Nabarra, a las cuales hay que sumarle el continuado sometimiento político, eclesiástico, jurídico, militar y policial sufrido por el Pueblo Nabarro hasta la actualidad.

El análisis de nuestra historia política, que siempre corresponde ser realizado desde una visión propia y por lo tanto no contaminada así por agentes externos, facilita de gran modo la cohesión de nuestro mensaje soberanista, llegando así más fácilmente a todos los ámbitos socio-culturales del País, pues en dicha historia queda demostrada, sin discusión posible, una unidad política nacional existente en el pasado, siendo esta entorno al Estado de Nabarra. Algo realmente lejano en el tiempo y que durante muchos años permaneció aletargado dentro del imaginario del Pueblo más antiguo de Europa, debido en gran medida a la represión continuada ejercida por los invasores y ocupantes extranjeros en este País, concretamente españoles y franceses. Esto dio como resultado inevitable la búsqueda de otras teorías con las cuales poder alcanzar la libertad. Por ello, es una obligación con nuestra historia y con sus personajes, el deber de analizar desde la perspectiva que nos otorga el Paradigma Nabarro, los diferentes intentos libertarios realizados por nuestro Pueblo, siempre examinándolos con su debido respecto, intentando no herir con ello las diversas sensibilidades existentes en nuestro País con sus diferentes actuaciones con las cuales buscaron alcanzar la libertad. Pero una cosa es el respeto a unos planteamientos y otra muy distinta el considerarlos como dogmas de fe, que ciertamente dificultan la consecución del objetivo libertario final.

Cuando un nabarro plantea el importante tema de la recuperación de la plena soberanía del Estado de Nabarra, normalmente a su alrededor aparecen ciudadanos colonizados que piensan a ciencia cierta, que dicho planteamiento político es una quimera o utopía, es decir, algo inalcanzable para la Nación Nabarra en la actualidad. Con esta supuesta imposibilidad intentan o pretenden justificarla del mismo modo y con los mismos argumentos que utilizan los propios agentes colonizadores españoles y franceses; la soberanía de Nabarra es algo inverosímil, además de ser nefasta para la economía de los nabarros. Pero todos estos y algunos otros argumentos de agentes pseudo políticos, debemos decir que realmente son un engaño más de los muchos que normalmente proviene de los Estados de España y de Francia. Y es así para que la colonia de Nabarra siga sometida a ellos, beneficiarse así de manera continuada del Pueblo Nabarro, de sus recursos y sus bienes en su totalidad.

Una parte de la población nabarra piensa, bueno, mejor dicho, ha sido engañada para creer o pensar que la economía de Nabarra depende de España y/o Francia y que sin ellas, llegaríamos los nabarros incluso a morirnos de hambre. Evidentemente esto es sólo una mentira más. Actualmente, nuestra economía está orientada al beneficio del Reino de España y/o de la República de Francia, y esto hace que Nabarra sea una región europea muy frágil ante cualquier crisis económica. Esto nos lleva paulatinamente a la miseria total. Los nabarros estamos siendo arrastrados al abismo económico por las malas gestiones realizadas por los franceses y/o los españoles.

El colonialismo español y francés impide y frena el impulso definitivo para nuestro gran potencial económico. Intentan indagar como acabar definitivamente con nuestros sectores primarios, dificultar, negar e incluso impedir cualquier desarrollo industrial, hipotecando así peligrosamente nuestro futuro. Este colonialismo económico hace que algunos nabarros sientan un claro complejo de inferioridad respecto al Reino de España y la República de Francia, coartando en gran medida su espíritu emprendedor y su capacidad inventiva. En muchos rincones de esta Tierra, son numerosos los terrenos rurales recalificados como terrenos urbanos para poder así edificar de forma desmesurada en ellos, por eso, poliki poliki, se están cargando toda nuestra flora y fauna autóctona, además de los bosques y grandes zonas de pasto. Están acabando con el precioso paisaje de Baskonia, que realmente forma parte de nosotros y todo hay que decirlo, es algo que desde España y Francia no tienen ningún tipo de interés en defender, ya que nunca podrá sentir ese gran orgullo que es ser nabarro y pertenecer a esta Nación.

Otra consecuencia importante que cabe destacar del colonialismo político, es la tremenda corrupción que hay, prácticamente en todas las instituciones de la Nabarra Plena y de los Estados colonialistas. Ya en el pasado se han desmantelado algunos de los muchos casos de corrupción política, peor aún quedan otros descarados casos de corrupción que tardarán en mostrarse al Pueblo nabarro, o quizás nunca se lleguen a descubrir todos los movimientos corruptos realizados por esos agentes seudo políticos, que solo buscan enriquecerse a costa del Pueblo al que dicen representar.

Nuestra cultura ha sido y está siendo destruida por la brutal colonización proveniente de España y Francia. Por ejemplo, los yacimientos arqueológicos unas veces se ocultan, otras se falsifican, otras se destruyen. Algunos importantísimos hallazgos acaban sencillamente en vertederos de material de construcción. No se señalan, no se marcan, no se clasifican y muchos de estos yacimientos son violados y destrozados por agentes nacionalistas españoles y franceses. ¡Ah! Y que decir del euskara, el idioma más antiguo de Europa; nada, los franceses lo prohíben y los españoles lo menosprecian, pero pese a ello, la lingua navarrorum subsiste gracias al espíritu de los nabarros.

Ni que decir tiene que el colonialismo imperial español y francés, ha ocultado, falseado y tergiversado nuestra historia. Un claro ejemplo de ello lo tenemos al comprobar el decadente y corrupto sistema de enseñanza, en el cual todo lo relacionado con Nabarra carece de la importancia debida, y es mucho más importante conocer todo lo referente a España y/o Francia. De hecho, se olvidan que vivimos en Nabarra, un Estado con larga historia europea, cuya soberanía permanece secuestrada y pasan a darte exclusivamente y con embudo sólo sus historias, los mapas de España y/o Francia. El deber de toda metrópoli es formar ignorantes, sumisos y controlables, todo ello por el bien del imperio.

En conclusión, si queremos que nuestra nación se libere de la opresión colonizadora de España y Francia, que impiden y retrasan nuestro desarrollo económico; destruyen nuestra cultura; ocultan, falsean y manipulan a su antojo nuestra historia; que nos impiden evidentemente nuestro desarrollo como Pueblo, como Nación con un autogobierno ciertamente propio y bajo nuestro ancestral pero democrático Derecho Pirenaico, debemos unirnos en nuestra lucha y dejar de lado cualquier otro tipo de interés que no sea el de recuperar la plena soberanía de Nabarra, nuestra amada Patria.

Ejercer como parte del ser político

Ejercer como parte del ser político

Iñigo Saldise Alda

La interiorización o el reconocimiento claro de lo que somos políticamente hablando, claro está, no significa en ningún modo el haber logrado nuestro objetivo patriótico final, aunque dicha aceptación de la nuestra histórica realidad política, facilita claramente el siguiente movimiento. Este paso es poner a la práctica el Paradigma Nabarro, Ello debe ser realizado en primer lugar, desde nuestra propia idiosincrasia personal en pos del bien final del común de la Nación Nabarra, obligándonos a reconocer que somos una parte más del ser político de nuestro Pueblo. Este trabajo no debe implicar nunca una imposición de nuestros criterios personales o partidistas, sabedores como en nuestro interior somos, que solo desde una verdadera unidad política propia, podremos algún día defender nuestras tesis, nuestras ideologías o nuestros planteamientos particulares y partidistas, dentro de la auténtica democracia que nos proveerá la independencia de nuestro País, una vez lograda la recuperación plena de la soberanía del Estado de Nabarra. Debemos tener presente que la unidad política solo existe cuando un conjunto de agentes individuales o colectivos, que necesariamente están todos ellos relacionados entre sí al coincidir en el objetivo final, representan ciertamente uno solo, actuando políticamente de forma coordinada mediante la concepción y práctica de la estratégica necesaria y apropiada, enfocada exclusivamente para alcanzar la meta final propuesta y deseada, que en el caso nuestro es la recuperación de la libertad e independencia de nuestra amada Patria Nabarra.

Ante la sociedad de este País, acabándose ya el año 2025, se están presentando diferentes planes estratégicos. Todos ellos se podría decir que están teóricamente encuadrados dentro del soberanismo. En estos planes se reclama per se una obligada unidad de acción. A pesar de la sinceridad de estos buenos planteamientos, ciertamente continuamos cada uno por nuestro lado. Algunos incluso, primero miran por sus ambiciones personales, las cuales están incentivadas por un ego claramente narcisista, el cual les lleva en algunos casos a censurar y ocultar las estrategias de personas o grupos de nuestro País, cometiendo inclusive el grave error de buscar la ilegitimidad del mensaje de esos patriotas nabarros, el cual es al menos tan soberanista como el suyo propio sobre el papel, lo que genera una lucha interna entre compatriotas, palpablemente muy dañina para el objetivo de la unión deseada, además de ser indudablemente contraria para nuestro interés nacional.

Esto ocurre mientras somos observados por los colonizadores metropolitanos, españoles y franceses, que se frotan las manos ante nuestra división, ya que así les facilitamos concluyentemente y en gran medida, el trabajo de su maquinaria imperialista. Por ello, no solo es un deber, sino que realmente es una obligación, aparcar dichas pretensiones personales y buscar la creación de un bloque compacto, sin fisuras, desarrollando así el movimiento necesario con el cual poder alcanzar nuestro común objetivo, que no me canso en recordar que es la recuperación plena de la soberanía para nuestro Estado de Nabarra.

Tras ello todos nosotros, los patriotas nabarros, debemos realizar una preparación exhaustiva y correcta de la estrategia, con su consiguiente plan operativo con el cual poder desarrollar dicha táctica soberanista, bajo la mirada del bien común y global a nuestros intereses, aparcando momentáneamente hasta alcanzar nuestro noble objetivo las ambiciones particulares o partidistas, supeditándolas al beneficio general. Ello seguramente supondrá el sacrificio necesario de ciertos aspectos pseudos políticos que actualmente facilitan la colonización, la sumisión y la esclavitud del Pueblo Nabarro, con el único y claro beneficio que ello traería a las necesidades libertarias existentes en nuestra Nación.

Hay que tener muy presente que el correcto análisis de nuestra historia política, que siempre corresponde ser realizado desde una visión propia, no contaminada así por agentes externos o paradigmas erróneos o incorrectos, facilita en gran modo la cohesión del Movimiento Soberanista Nabarro y la exposición del mensaje soberanista a la totalidad de la sociedad existente en este País, llegando así más fácilmente a todos los ámbitos histórico-políticos y socio-culturales de la Nación Nabarra, pues en dicha historia queda demostrada, sin discusión posible, una unidad política nacional existente en el pasado, siendo esta entorno al Estado de Nabarra. Este al parecer sencillo paso, es algo realmente de actualidad, ya que durante muchos años ha permanecido aletargado dentro del imaginario del Pueblo más antiguo de Europa. Este problema salvable es debido en gran medida a la continuada represión ejercida por los invasores y ocupantes extranjeros del Estado de Nabarra. Por ello, es una obligación nuestra, de los patriotas nabarros, tanto con nuestra historia política y sus personajes, el examen serio de los diferentes intentos libertarios realizados por nuestro Pueblo tras la ocupación militar extranjera. Este examen o estudio, debe ser siempre realizando un examen respetuoso, intentando no herir con ello las diversas sensibilidades existentes en nuestro País, debidas a las diferentes actuaciones históricas, bien de ayer o hace 200 años ó 500 años, pues produciría resquemor y enfrentamiento entre nosotros, lo cual, no se nos olvide, solo beneficia a los colonizadores imperialistas del Reino de España y la República de Francia. Este estudio siempre debe estar realizado con el correcto matiz o perspectiva de la época que la cual sucedieron dichas acciones y pensamientos, obviando y corrigiendo si es necesario sus errores, pero teniendo presente el necesario aprovechamiento de aquellos correctos planteamientos que puedan existir, uniéndolos así al Paradigma Nabarro por el bien de la estrategia y el objetivo final, aunque todo haya que decirlo, a día de hoy aún hay agentes extranjeros o incluso también del País, que lo intenten negar y no cabe duda que son parte del todo. Así pues, una vez marcado el objetivo exclusivo de la recuperación de la plena soberanía para nuestro Estado, Nabarra, debemos comenzar con un reparto de tareas, con sus correspondientes compromisos de acción entre todos las partes de ser político propio, a través de una unidad operativa independiente, seria, sincera, responsable y abierta ante las aportaciones personales y partidistas, basada en la fiabilidad del proyecto libertario, canalizando con ella y en una sola dirección, la fuerza de este Pueblo, de esta Nación, teniendo como única meta nuestra libertad a través de la recuperación de la plena soberanía del Estado de Nabarra.

Matizado esto, tenemos que abrir los ojos a la triste y fatídica realidad (pseudo) política. Tened presente que todos los políticos actuales que ejercen dentro de los marcos constituciones del Reino de España y de la República de Francia, solo nos hablan a la totalidad de la sociedad Nabarra de la obligada necesidad, ciertamente imperiosa, de tener mayor cuota de autogobierno, solo posible según ellos tras alcanzar el poder en las instituciones regionales actuales, impuestas en este País, no se nos olvide. Siempre a través o mediante unas urnas españolas y/o francesas. Incluso, nos llaman a la globalidad de la Nación Nabarra a votar en esas urnas impuestas, mediante un alegato o llamamiento independentista e incluso soberanista, sin explicarnos visiblemente que con ese ejercicio seguiremos limitados a los designios colonizadores procedentes desde los gobiernos español y francés, es decir, seguiremos legitimando nuestra propia esclavitud.

En este continuado y cotidiano ejercicio, que españoles y franceses llaman democrático, las consecuencias para la Nación Nabarra son ciertamente desastrosas, debido al deterioro total de la política propia, que acentúa la desunión y lo más importante, la pérdida del referente político ajustado a nuestra historia, con la consternación perenne a sufrir un acentuado Nabparthied internacional debidamente asistido desde los Estados de España y Francia , más un continuo, incontrolado y perpetuado expolio de nuestros bienes y territorio. Necesitamos nosotros, el Pueblo Nabarro, que en todos esos partidos políticos, que por cierto no están obligados a ejercer en España y/o Francia, ¿o si lo están? y en todos los ámbitos de nuestra variedad socio-política, se estudie con detenimiento y de forma merecida, el necesario desmarque de la impositiva política colonial e imperialista franco-española, y la realización, aceptación y práctica de una estrategia correcta, tanto en lo civil, como en lo político, incluso también en lo fiscal, para nuestro único ser político común a nosotros a lo largo de la historia, el libre Estado de Nabarra.

La Independencia jamás se pide, se ejecuta. El derecho de Autodeterminación no se pide, se ejecuta. Un Estado no se pide, se ejecuta”. Estatalistas Nabarros

2025/10/20

Interiorización del ser político

Interiorización del ser político

Iñigo Saldise Alda

Para realizar una correcta interiorización del ser político, es necesario un conocimiento elemental de nuestra historia. No solo del pasado inmediato y la “política” realizada hace 5, 10, 20, 50, 100 ó 200 años, sino de todo nuestro periplo histórico. Necesitamos ver, estudiar y conocer el largo devenir de nuestros antepasados o ancestros, pues de lo contrario estaremos evadiendo y ocultando una parte muy importante de nuestro ser político y de las numerosas coincidencias o circunstancias, que provocaron y facilitaron nuestro actual estado de esclavitud. Ya lo dijo con certeza luminaria el crítico de arte, escritor y sociólogo británico del siglo XIX John Ruskin; existe un único procedimiento para ver las cosas, verlas por completo”.

Dicho esto y centrándonos en el término político de nabarros, hay que remontarse hasta antes incluso de la creación del Reino de Pamplona, posterior Nabarra, por nuestros antepasados, los vasco(ne)s libres e independientes, pero antes debemos interiorizar que el término nabarro, en los últimos dos siglos, está siendo malintencionadamente interpretado. En la actualidad la citada expresión política designa a los ciudadanos de una parte de la colonia de Nabarra conocida como la Comunidad Foral de Navarra, Nabarra reducida y residual que simplemente es una mera pro-vinci más dentro del Reino de España, donde la Ley de dicho Estado, al igual que la de la República de Francia, niega este término para el resto de nuestra Nación.

Así, examinándonos cabalmente desde este presente indudablemente impositivo, retrocedemos a lo largo y ancho de nuestra larga historia política y entonces, encontramos la primera constancia escrita conocida del término nabarro(s) es la cita de un cronista del emperador franco Carlomagno, la cual está fechada nueve años antes de la gloriosa batalla de Orreaga.

Con la advertencia de que, si no se atenía a lo mandado, tuviera por cierto que penetraría por Vasconia en son de guerra y no se retiraría de ella hasta que se pudiese un término a su desobediencia. Aterrado Lupo por los emisarios del rey, entregó sin dilación a Hunaldo y su mujer, prometiendo sobre eso que ejecutaría cuando mandase”. (…) “Amplió... ciertamente el reino de los Francos... Ya que, sin anteriormente este se limitaba a la parte de la Galia que se extiende entre el Rhin y el Loira, y el Pontiente y el mar baleárico, y parte de Germania..., él, mediante las guerras referidas, se anexionó Aquitania y Vasconia y toda la altura del monte Pirineo, y hasta el rio Ebro, el que naciendo en territorio de los Nabarros y tras discurrir por los fertilísimos campos de Hispania, se derrama en el mar baleárico bajo las murallas de la ciudad de Tortosa; luego toda la Italia…”. Tomás Urainqui Mina en su obra Navarra Estado europeo del año 2003.

Con esta inicial referencia al término nabarro(s), allá por el siglo VIII, rápidamente podemos y debemos interiorizar la diferencia real y política entre vasco(ne)s y nabarros. La primera denominación es estrictamente étnica y cultural y servía para llamar a aquella parte del los Pueblos vasco(ne)s que entonces estaban sometidos por el control político-militar del reino de los francos, mientras que el término nabarros es político, ya que sirve para designar a aquellos vasco(ne)s que se mantenían libres e independientes de ellos y de los demás pueblos extranjeros. Estos vasco(ne)s libres e independientes, antepasados políticos nuestros a los cuales ya se les conocía como nabarros, finalmente crearon el Reino de Pamplona, posterior Nabarra, alzando a Eneko Aritza como su máximo representante ante los Estados vecinos existentes, los cuales ya poseían reyes, emperadores y/o califas, pero a su vez diferenciados en las formas y tratamiento al jefe del Estado, ya que el rey de los nabarros era igual al resto del Pueblo gracias al Derecho Pirenaico.

El Reino de Nabarra sufrió diferentes y desiguales invasiones militares, que consiguieron inicialmente dividirla, perdiendo así numerosos moradores del País el término político de nabarros, manteniendo aún el término étnico y cultural de vasco(ne)s, pero sufriendo la imposición de otra terminología política como ingleses, franceses, castellanos y aragoneses. Para entender mejor estos dolorosos sucesos, es interesante viajar al periodo de la invasión del Reino de Nabarra sucedida entre los años 1512 y 1524 y repasar brevemente los sucesos políticos más relevantes de la vida de los personajes vascos históricos, uno español y el otro nabarro; Iñigo de Loyola y Frantzes de Jasso.

Empezaremos por el nabarro Frantzes de Jasso, más conocido en la actualidad como Francisco de Javier. Este nabarro fue el hijo del presidente del Real Consejo de Nabarra, Juan de Jasso, y de la que posteriormente firmaría sus cartas como la triste María de Azpilkueta. Tenía varias hermanas y hermanos, de nombres Magdalena, Ana, Miguel y Juan, los dos últimos destacados combatientes por la libertad de la Patria Nabarra y todos ellos, grandes defensores de la cultura vasca. Es decir, toda la familia era vasca de linaje y nabarra de Nación. Miguel de Xabier y Juan de Azpilkueta, atacaron en el año 1521 el castillo que había construido el rey español Fernando II de Aragón en la vieja ciudad vasc(on)a de Iruñea, una vez ocupada militarmente ésta. La fortaleza era defendida por el que pasaría a la historia como cofundador de la Compañía de Jesús Iñigo de Loyola. Casualmente el otro cofundador fue Frantzes de Jasso. Iñigo de Loyola también poseía una cultura tan vasca como la familia de Francés de Jasso, pero el era políticamente español y servía fielmente a la nación española. Durante la batalla, Iñigo de Loyola cayó herido en combate y los caballeros nabarros enviaron al español a su casa, en antiguo territorio del Reino de Nabarra, donde se recuperaría de sus heridas, abandonando el vasco-español posteriormente su vocación militar, sustituyéndola por la religiosa.

Con la brutal ocupación española de gran parte del Reino de Nabarra, entre ella ya asentada en la Alta Nabarra, provoca que Francés de Jasso se trasladara a estudiar a la Sorbona de París en el año 1525. Allí coincide con Iñigo de Loyola, pero antes de formar junto al español la Compañía de Jesús, sus discusiones se centraron plenamente en la política, pues uno era nabarro y el otro español, pero de una cultura común, como demuestra el idioma que utilizan en sus debates, que no podía ser otro más que el euskara, vascuence, lingua navarrorum.

En la actualidad San Francisco Javier y San Ignacio de Loyola son dos santos católicos y además ambos son considerados como españoles, siendo indudablemente indignante la imposición del término político de español en el caso de San Francisco Javier. Estos, ambos santos, no hay duda que eran vascos de linaje, cultura e idioma, pero claramente nunca tuvieron, poseyeron u ostentaron la misma nacionalidad política. Mientras que Francés de Jasso nació nabarro y se puede llegar a decir o afirmar que murió portugués en el año 1552, Iñigo de Loyola nació patentemente nació castellano, es decir español, y murió como tal en Roma en el año 1556, sin olvidar por ello que era tan vasco como San Francisco Javier.

Tras este pequeño, pero demostrativo ejemplo, hay que volver a la actualidad, y reconocer que la ocultación de ese pasado histórico, el cual fue así, nos guste o no, debemos reconocer que ha pesado como una losa en la interiorización de nuestro ser político. Las divisiones son numerosas y estas provocan innumerables enfrentamientos entre individuos que están más cerca de lo que ellos mismos creen. Un análisis real y correcto de nuestro pasado nos hace mirar con no mayor claridad los pros y contras de los diferentes paradigmas que nos encontramos en la actualidad, que de una forma más o menos consciente influyen en nosotros y nuestro ser político.

Una vez más, solo el conocimiento de nuestra historia política, nos puede servir para descolonizarnos de aquellos paradigmas o ejemplos, al comprobar que son falsos y/o erróneos. Hombre, algún lector del presente trabajo, tal vez pueda llegar a pesar, que el tratar la descolonización del Paradigma Aranista pueda ser una acción política impetuosa o incluso exaltada hacia el aranismo, pero como ya deberíamos saber todos a estas alturas del siglo XXI, los tres paradigmas, el Nabarro el Foral y el ya mencionado Aranista o Bizkaitarra, se basan en una manera muy diferente en interpretación de la historia de nuestra amada Baskonia. Por eso, concluyentemente considero necesaria la descolonización del imaginario aranista, como un paso obligado para el acercamiento entre todas estas posturas, las cuales ciertamente se encuentra más próximas de lo que muchos de vosotros y vosotras os podéis llegar a creer o imaginar, pues palpablemente cohabitan en el imaginario colectivo existente entre los habitantes de nuestro País.

La ideología presentada por los hermanos Arana Goiri, debemos recordar que surge tras las dolorosas derrotas vasco-nabarras en las guerras carlistas y del conocimiento que poseían de los movimientos nacionales que sacudían por aquella época el continente europeo. Así no rechazan frontalmente el modelo o Paradigma Foral ya existente, sino que ciertamente lo superan con una visión nacional. Esto lo hacen desde un prisma exclusivamente bizkaitarra y sin realizar una reflexión profunda sobre el Estado histórico que habían tenido en el pasado los vasco(ne)s libre e independientes. Esto le lleva a Sabino, a afirmar que “los vascos no somos españoles ni franceses” y que de, per se constituimos una Nación, por lo que tenemos derecho a nuestro propio Estado independiente. En cambio, la realidad política en aquellos tiempos y por supuesto en estos que nos toca vivir, e incluso repasemos el ejemplo de los fundadores jesuitas, nos dicen claramente que un vasco puede ser español, francés, argentino, mexicano, etcétera, ya que vasco es un término étnico y cultural, mientras que los otros son gentilicios políticos. Así estos importantes hermanos para el devenir de nuestra historia, se inventan una hermosa bandera ignorando los símbolos que ya existían en el Estado político de Baskonia, además con ello, se vieron obligados a asignar una denominación política para ese Estado de los vascos que ellos defendían se inventaron una palabra para el mismo, contando además con una errónea territorialidad, claramente inexistente al comprobar la larga historia de la vida soberana del correcto Estado de los vascos, aceptando con ello las fronteras que se nos impusieron desde el Reino de España y la República de Francia, como hoy todavía incomprensiblemente hacen muchos.

Por el contrario, la ideología formulada desde el Paradigma Nabarro, está basada en la centralidad política que otorga nuestro histórico Estado, que es concretamente el Reino de Nabarra a la totalidad territorial de Baskonia. Con unos planteamientos iniciales anteriores incluso al aranismo, ya que inicialmente fueron expuestos por Agosti Xaho, estos fueron ampliados y mejorados por la fundamental aportación ideológica existente en los trabajos y estudios históricos realizados por personas contemporáneas de los hermanos Arana. Estos eran Arturo Kanpion, Serafín Olave, Juan Iturralde y Suit, Hermilio de Oloriz, entre otros miembros que conformaron la insigne Asociación Euskara de Nabarra. Posteriormente, incluso observamos el Paradigma Nabarro en los mensajes políticos realizados por claros nacionalistas vascos como Anacleto Ortueta, Manuel Irujo,... Tampoco podemos olvidarnos de Federico Krutwig y Pierre Narbaitz, hasta llegar a nuestros días donde destacan en esta labor ideológica personajes de la actualidad tan ilustres como, Tomás Urzainqui, Pello Esarte, Mikel Sorauren, Iñaki Sagrado, Joseba Asiron, Aitor Pescador, Iñaki Perurena, Aitzol Altuna, Joseba Ariznabarreta, Kepa Anabitarte, Joserra Rezio, Fernando Sanchez Aranaz, Joxemari Unzueta, Iñigo Domaika, Raúl Arkaia, Jesús Valencia, Gaizka Aranguren, Erlantz Urtasun, Eneko del Castillo, Peio J. Monteano e indiscutiblemente otros muchos.

Es cierto que el erróneo imaginario del Paradigma Aranista rápidamente se extendió entre la mayoría del Pueblo vasco a lo largo del pasado siglo, aunque por el contrario no entró tan bien en otros Pueblos que cohabitan con los vascos dentro de Baskonia y que incluso en su día fueron políticamente nabarros. Manifiestamente las estrategias propuestas y realizadas desde esta ideología, no han logrado ningún resultado para la emancipación del Pueblo vasco. Por consiguiente, los actuales defensores del aranismo, si lo que verdaderamente quieren conseguir es la recuperación de la libertad y de la independencia, como la mayoría del Pueblo vasco sigue reclamando en esta parte de Europa, deben aceptar de una vez por todas la realidad histórico-política que nos da nuestro Estado de Nabarra y dejar en las bibliotecas la ideología de los hermanos Arana Goiri, la cual tuvo una importante función en su época, pero que evidentemente no ha conseguido que los vascos dejemos de ser esclavos de las metrópolis española y francesa. Deben tener presente e interiorizar que la libertad llegará a los vascos de esta parte de Europa únicamente mediante la recuperación del gentilicio político de nabarros.

No solo hay que descolonizar el Paradigma Aranista, sino que también es obligada la descolonización de la ideología foralista, encuadrada en el Paradigma Foral, pues también convive con el Paradigma Aranista y el Paradigma Nabarro en la actualidad, dándose incluso algunas pequeñas semejanzas entre ellos, principalmente palpables en el planteamiento inicial de dicha tendencia. El pensamiento foralista tiene su origen en el mantenimiento de los Fueros y privilegios tradicionales frente a la política centralizadora del régimen liberal proveniente del Reino de España, teniendo su máxima expresión en las denominadas guerras Carlistas del siglo XIX. Según dicha ideología originaria, las regiones debían mantener sus instituciones de gobierno autónomas, esto significaba el mantenimiento de título estatal de Reino en el caso de la Nabarra residual, su propio sistema de justicia, además de la exención fiscal y de quintas para el servicio militar español. Antes de nada, hay que saber que este paradigma no existe al norte del Pirineo.

Volviendo a los defensores de este paradigma, estos se basan en las primitivas relaciones, supuestamente existentes entre el Reino de Castilla (y León) y las provincias Vascongadas. Estas relaciones habían sido imaginariamente pactadas, siendo varios los historiadores defensores de esta hipotética visión política, destacando entre ellos el interesado Esteban de Garibay, cronista de la monarquía autoritaria española durante el reinado de la casa de Austria. Incluso en el siglo XVIII, Manuel Larramendi, en sus reflexiones ideológicas, mezcla la defensa del foralismo con pequeños apuntes a los cuales ya se les puede considerar como un proto-nacionalismo vasco. Antes de desmostar la falsa hipótesis del pacto entre las provincias Vascongadas y el Reino de Castilla, debemos observar el planteamiento foralista o mejor dicho fuerista, que surge en la Nabarra reducida, cuando ésta aún contaba con el título de Estatal de Reino, durante el siglo XVII. Hay que matizar, que el inicio de este planteamiento ideológico comienza una vez perdido el correcto referente Estatal soberano existente hasta el año 1620 al norte del Pirineo. Así surge después de un oscuro siglo de post-incorporación al Reino de España, en el cual los patriotas nabarros eran proscritos en los diferentes cargos públicos y con la intencionada introducción en un documento de Ley español de la siguiente frase en el año 1645: “(…) no fue por modo de supresión, sino por el de unión principal”.

Con esta mal llamada normalización de la situación, hay una especia de repunte identitario en la Nabarra residual, al cual no le podemos considerar ni nacionalista, ni patriótico y ni siquiera nabarrista, pero si se puede considerar como germen del fuerismo, e incluso también del posterior regionalismo foralista, al tratarse exclusivamente de un intento de recuperación de las señas de identidad propias nabarras, que con la incorporación a la Corona de Castilla se habían difuminado, ya que los cargos públicos, sobre todo entre el clero, obispos, etc., estaban ocupados por castellanos, señales estas principales y plausibles del gran contrafuero existente en la Nabarra residual tras la ocupación militar española.

En el fuerismo, el falso sintagma de unión principal es aprovechado para defenderse del atropello castellano a semejanza del pactismo predicado en las provincias Vascongadas entre vascongados y castellanos. Posteriormente, aparece en el siglo XIX el término latino de union aeque principaliter, siendo acuñado por los fueristas de ese siglo marcado por las guerras carlistas. Pero no está demás recordar que esto, casi de forma natural, pasa de inmediato a todas las ingentes compilaciones de la jurisprudencia existentes en la Nabarra reducida ya a una mera provincia del Reino español tras la imposición de la Ley Paccionada. En esta ley se aceptan todas las reformas políticas, institucionales, legislativas y judiciales realizadas por la Monarquía Liberal española, significando desde entonces una aceleración clara de la perdida identitaria política del Pueblo Nabarro en ese territorio reducido y residual.

El Paradigma Foral, tanto en las Vascongadas como en la Nabarra residual, parte de la simulación ostensible de la aparente existencia de un pacto o pactos con el Reino de Castilla, posteriormente denominado de España. La verdad histórica en cambio nos demuestra la falsedad manifiesta de esta premisa, ya que el Reino de Castilla atacó militarmente al Reino de Nabarra en numerosas ocasiones, con continuadas invasiones sin previas declaraciones de guerras, la consiguiente ocupación militar, conquista con genocidio y colonización de los nabarros. El reconocimiento y la interiorización de esta realidad histórico-política, no solo desmontan las tesis nacionalistas españolas que actualmente se esconden tras la defensa de una ideología supuestamente regionalista y foralista, sino que ciertamente demuestra la unidad política de Baskonia existente en nuestra historia entorno al Reino de Nabarra y facilita el auto-reconocimiento individual y colectivo del gentilicio político de nabarros.

NABARRAKO ERESERKIA

Nabarra, reflexiones de un Patriota

Reflexiones de un Patriota by Iñigo Saldise Alda

ASKATASUNA = Baskoinak x Nafar Paradigma

"PRO LIBERTATE PATRIA GENS LIBERA STATE"

"Aberri askearen alde jende librea jaiki"

"De pie la gente libre a favor de la libertad de la patria"

Navarre shall be the wonder of the world

by WILLIAM SHAKESPEARE

EUSKARA-LINGUA NAVARRORUM

EUSKARA-LINGUA NAVARRORUM

©NABARTZALE BILDUMA 2011

©NABARTZALE BILDUMA 2011